El incombustible Pepe Murillo, párroco de Nuestra Señora de la Luz durante casi cincuenta años decía que “la gente piensa que en Hospitalet de Llobregat sólo hay tres curas: Pepe Murillo, mosén Valentí y D. Luis”. Valentí Balaguer fue jubilado de Nuestra Señora de los Desamparados in extremis con noventa años ya cumplidos, tan imprescindible era. Y D. Luis Portabella era párroco de San Ramón Nonato, en el límite de Hospitalet y los pijos del campo del Barça.
Pepe Murillo, progre de postín, de la pastoral obrera, fue Premio de Honor de la Ciudad de Hospitalet, no por hacer de cura precisamente, sino por hacer lo que el Ayuntamiento deseaba. Dio que hablar en su última etapa, pero fue convenientemente respaldado por la autoridad y a otra cosa mariposa. D. Luis, en cambio, sufrió una especie de kénosis (abajamiento) y, tras muchos años en San Ramón, se fue a la parroquia San Cosme en el Prat, donde se vio envuelto en un affaire de bodas de conveniencia. No por negocio, como es lógico, sino para conseguir, caritativamente, permisos de residencia y de trabajo para emigrantes, a costa del sacramento, claro. “Por ser vos quien sois”, fue convenientemente exonerado de cualquier responsabilidad y aquí paz y después gloria. Igual que con el Rvdo. Hortet fugado con una monja y posteriormente arrepentido y reintegrado al ministerio, porque la misericordia episcopal es mucha, casi infinita; pero siempre selectiva. Ahora va diciendo el muy tuno, que “Omella es muy autoritario”. Y lo dice uno que se ha pasado la vida haciendo lo que le ha venido en gana en la cara de todos los obispos que ha visto pasar.
Pues bien, toda esta introducción viene a cuento del spaniel bretón que D. Luis Portabella ha traído a la Residencia Sacerdotal Sant Josep Oriol, donde viven los sacerdotes jubilados que necesitan ya asistencia. El director, el Rvdo. Nino Rodríguez, le encargó a D. Luis precisamente la búsqueda y la educación de un perrito para el centro.
En el último número de Catalunya Cristiana se explica que los beneficios de tener un chucho en la casa son numerosos: “Mejora el estado emocional de los residentes, fomenta la socialización, aporta beneficios físicos, impacta en la memoria y la terapia cognitiva, y promueve un entorno relajado y acogedor”. Afirma el P. Nino que sí, que el perro “trae mucha alegría, está al lado de los sacerdotes continuamente, todos le acarician y quieren estar con él.”
La misma directora asistencial explica que el chucho “recorre la casa, pasa por todos los pisos, va a ver a los que están enfermos, se sienta en el sofá mientras hacen fisioterapia y, si alguien sale al jardín, lo acompaña”. Sin embargo, a pesar de lo simpático que es, que nadie se engañe: “Puede tener muchos amigos, pero de dueño sólo tiene uno y es mosén Portabella”, tal como confiesa el P. Francesc Nicolau, prestigioso científico e investigador. “Truc”, el chuchito en cuestión, entra de vez en cuando en la capilla durante las Vísperas y el Rosario, calladito y quieto hasta el final, según D. Luis.
Dicen que la incorporación de Truc a la residencia sacerdotal “no sólo ha mejorado la calidad de vida de los residentes, sino que también ha reforzado el sentimiento de comunidad y bienestar”.
En fin, que la cosa da que pensar. Lo lógico sería que en una Residencia Sacerdotal hubiese exposición mayor del Santísimo Sacramento al menos en horario diurno, con plática y bendición, ya que nuestra confianza y afecto deberían estar puestos en el Señor resucitado, realmente presente en la Eucaristía. Y aunque mosén Nino, el director, ha abierto la residencia a las visitas de los sacerdotes en activo hasta para compartir la comida con sus mayores, no parece que desde el obispado se fomente y hasta se exija al clero joven que visite a los sacerdotes ancianos con cierta asiduidad. ¿Por qué las reuniones con los curas jóvenes no se hacen en la Residencia Sacerdotal? ¿Cómo no se convoca a los sacerdotes de los arciprestazgos para que, al menos una vez al año, se reúnan en la residencia y coman con sus hermanos jubilados? Si D. Juan José no toca el pito seriamente, este clero no se mueve ni con dinamita.
Tal vez, de esta manera los sacerdotes ya retirados, encontrarían afecto y compañía no en un ser irracional, por simpático que sea, sino en la amistad y en la cercanía de sus hermanos sacerdotes, que parece faltar. Ciertamente, un chucho que en tu soledad se acerca y te mira como si quisiera decirte algo, y que mueve la colita y pone su cabeza en tu regazo para que lo acaricies, será todo lo lindo que quieras. Sin embargo, no deja de ser un mustio sucedáneo de una fraternidad y un cariño que los sacerdotes, enfrascados en sus Comunidades Pastorales, ya no pueden o no saben dar a los que les precedieron.
Es realmente triste constatar que el “abandono” (tan relativo y obligado como se quiera) de nuestros ancianos en las residencias, sea tan gravoso en el ámbito de la Iglesia (en este caso, la formada por el clero secular), como en el mundo. Realmente hemos de dar gracias a Dios porque de hecho no existe en el clero la jubilación propiamente dicha. Ahí está el caso citado de mosén Valentí, al que finalmente le dieron el retiro con los noventa años bien cumplidos. Y como él, muchos. Gracias a esto, la Residencia Sacerdotal Sant Josep Oriol no está abarrotada. Está fuera de todo orden que un cura se jubile a los 65 años (los derechos sociales y algunos de los derechos humanos, no rezan para los curas); y sería una auténtica anomalía que presentasen su renuncia y pidiesen ser relevados a los 75. Nos quedaríamos en cuadro (lo de los obispos es otra cosa: no es ministerio, es prebenda del poder, es poder que se administra sagazmente desde la central del poder).
Y de todos modos es realmente penoso que, igual que sucede en el mundo, que disfruta de muchísimos millones de animales de compañía para subsanar la falta de compañía de las personas, los sacerdotes de nuestra residencia sacerdotal tengan que sufrir el abandono de las generaciones sacerdotales que les siguen y subsanar ese grave déficit mediante la compañía de un voluntarioso y a veces devoto chucho. No tiene apellido ni tratamiento, pero sí muy buen trato. Menos mal que a nuestros ancianos sacerdotes, entre los que hay que contar al cardenal Sistach, no les falta el Truc: nuestro humilde chucho diocesano.
Juan Prats Ferrer
Mejor un chucho que no les manden animadoras ateas para cositas nefandas, la verdad.
ResponderEliminarMucho cuidado ⚠️⚠️⚠️
En la foto "Mn. Lluis Portabella y Mn. Francesc Nicolau con el perro Truc", la mirada del can parece dirigirse hacia el dedo, pero conociendo a Mn. Luis Portabella, la mirada más bien indica "però què dius" diciéndoselo al dedito que afirma algo categórico discutible de lo que el perrito, por ciencia infusa teológica, reprueba con vehemencia.
ResponderEliminarEsto se confirma en la foto de abajo, "Mn. Lluís Portabella con Truc en la capilla de la Residencia Sacerdotal". Toda la actitud del gosset es la de decirse a sí mismo: "Mare de Déu, el que s'ha d'aguantar", y se pone de espaldas a Jesús Eucaristía para no ver la cara que pone... "No vull veure més, ja n'hi ha prou"...
Medio en serio, medio en broma, los animales también reaccionan ante fenómenos que parecen ajenos para nuestra sensibilidad, como quizás podría verse en este perrito dentro de una iglesia:
youtube.com/shorts/KKC72Q3Xc8Y
youtube.com/shorts/evgjpalkrYE
Una de las cuestiones que deberían de meditar los curitas de esta residencia, es el ambiente, en mi opinión, el ambiente gnóstico del catolicismo de Barcelona.
¿Gnóstico? Sí, cuando en algunas parroquias se promovió el budismo e hinduismo en las formas de yoga, zen, chacras, meditación, posturas, prana, Dalai Lama, eneagramas, e incluso sesiones espiritistas... que tan de moda se puso por los años 1980-2000 entre algunos curas y parroquias.
El hinduismo y budismo es una despersonalización hacia la religión y es inmanentista (mientras el catolicismo es una religión personalista. El hinduismo y budismo fueron influenciados por el gnosticismo, la pervivencia de la religión y filosofía paganas (neopitagorismo, neoplatonismo) que para sobrevivir al éxito del catolicismo en el Imperio Romano, se adaptó al discurso católico pero con la impronta pagana: combate entre mal y bien que son iguales, arcontes, astrología, contraponer cuerpo y alma, reencarnación, dualismo bien-mal y cuerpo-alma...
El gnosticismo es la pretensión de que sólo la élite reconozca a su propia divinidad interior a través de un conocimiento secreto o gnosis basado en grados de iniciación progresivos. Lógico, si es élite es que es dios:
"Yo hago la verdad, soy dueño de mí mismo, no debo nada a nadie, soy dios de mí mismo".
1. La libertad me hace verdadero y auténtico
2. Yo soy Dios que dicta el bien y el mal, la vida y la muerte, la verdad y la mentira, no tengo a otro Dios por encima mío ni a mi lado; tengo un conocimiento cerrado, secreto y verdadero que ilumina
3. Yo tengo autodeterminación, autodisposición, autodecisión y autonomía soberana, libre e independiente; soy élite, soy especial, soy el mejor, soy dios
Se ve que es totalmente diferente al gnosticismo: no hay nada secreto, todo es público, hay que hacer proselitismo, la materia es buena.
En Cataluña hubo una infiltración del catarismo gnóstico de Occitania: hay dos principios dualistas iguales, bien y mal; Dios creó el cielo y las almas buenas, el demonio creó el mundo material y el cuerpo es malo; los sacramentos son malos porque son materia; la Iglesia es demoníaca, pues tiene los sacramentos que son materia, los obispos se dedican a la gula y la avaricia (materia), y es terrena porque va por el mundo entero; Jesús no se encarnó en la materia humana porque lo material es malo, Jesús tomó apariencia de hombre, no hay cruz, no hay resurrección, no hay ascensión. El diablo encarcela el alma dentro del cuerpo, el matrimonio es malo porque procrea y perpetua el infierno, la creación de hijos en el mundo, el emparejamiento es deseable, pues no ata a la materia del matrimonio; la muerte es la liberación del alma; existe la reencarnación, y la reencarnación es regresar al doble infierno: del cuerpo y de la tierra; el nirvana o liberación definitiva del ciclo de reencarnaciones se basa en ascesis y renuncias según el conocimiento arcano de secretos dados en grados de iniciación.
ResponderEliminarEl gnosticismo puede verse en el nacional-progresismo desde el punto de vista hermenéutico: somos dioses, tenemos un conocimiento especial, e interpretamos la Palabra y Jesús como nosotros creemos, no según la Tradición. Y una cosa muy gnóstica: una cosa es el cuerpo y otra el alma, por lo que hay dos morales, la del cuerpo (laxa, libertina) y la del alma (pureza, ascetismo).
Como curiosidad, en el centro de Europa sobre todo Alemania (especialmente en la región donde nació Benedicto XVI), estaban los llamados "profetas del bosque", una serie de laicos videntes y místicos de Europa Central, especialmente de Alemania, Austria y Bohemia, que desde la Edad Media hasta el siglo XX habrían transmitido visiones sobre el destino de Europa y el mundo. Suelen estar asociados con tradiciones populares, relatos apocalípticos y advertencias sobre futuras crisis y guerras, a menudo con un tono religioso o moralizante.
Uno de los más conocidos de estos profetas fue Alois Irlmaier (1894-1959), un campesino bávaro que se hizo famoso por sus predicciones sobre la Segunda Guerra Mundial y por sus visiones de una gran guerra futura en Europa. Según sus relatos, habría visto una invasión desde el Este, una breve pero destructiva guerra en Europa y la intervención de un "Gran Monarca" que traería una nueva era de paz.
En el budismo e hinduismo no hay progreso social, porque las capas más miserables no pueden ser objeto de conmiseración y caridad, pues su alma sufre un proceso de purificación en la reencarnación, y si intervienes le rompes su purificación y el karma suyo pasa al tuyo, y siempre negativamente.
Les deseo larga vida a los curas jubilados y que lean la web Kolbe Center para que vean lo que se han perdido de la teología de altos vuelos.
ResponderEliminarLa verdad es que Sr. Juan Prats, cuando se escribe un artículo de este calibre, tiene que constatar y acreditar que la información es correcta, y lamentablemente a metido la para hasta al fondo, infórmese mejor de la residencia y no haga el ridículo como lo ha hecho en este artículo. En la residencia han convivido, todos los seminaristas de todas las tres diócesis, voluntarios cada día, convivencia de grupos de revisión de vida, reuniones y convivencia de muchos de los hermanos sacerdotes activos con los ancianos. Por favor un poco de seriedad cuando se escriben estos artículos que lo único que denotan es ir hacer mal a la residencia.
ResponderEliminarLa espiritualidad Zen campa a sus anchas en muchos monasterios que presumen de Católicos.
ResponderEliminarAhora chuchos en vez de rezos.
Estamos apañaos!!!
Nada de animadoras nefandas que son cosas modernas. Si son nefastas tanto da si féminas o efebos por, eso, sabiamente antes habían las amas de llaves que gobernaban...
ResponderEliminar¿ puedes algún eminente comentado informar si son permitidos los perros en misa? Personalmente he visto varias veces un perro en misa, entiendo la situación de ayuda cognitiva a la persona mayor que lo lleva pero...no parece que sea lo adecuado en espacio sagrado. Gracias!
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