Estamos encaminándonos a las grandes celebraciones de la Semana Santa, en las que la Iglesia conmemora la gran epopeya de la Redención del género humano por parte del Dios hecho Hombre. Y he aquí que el punto de arranque de este recorrido que culminará en la crucifixión, muerte y resurrección de Jesús, el inicio de esa epopeya se produce en la Encarnación del Hijo de Dios en el seno de María por obra del Espíritu Santo, cuando el Ángel le anuncia a María este designio de Dios y le pide su consentimiento. Es justo el 25 de marzo, 9 meses antes de la Navidad, cuando la Iglesia celebra este inicio de la nueva historia del hombre
Y es en esta fecha cuando el movimiento antiabortista que recorre el mundo cristiano, se posiciona en la defensa de la vida: precisamente desde su inicio en la concepción. Es un movimiento que recorre todo occidente, con diversas manifestaciones de diversa entidad en bastantes países, siendo la más significativa la Marcha por la Vida de Washington, que se viene celebrando cada año, desde el siguiente a la sentencia Roe vs. Wade, en el aniversario de la sentencia. Y no es solamente la Iglesia católica la implicada en esta marcha.
Es cierto que últimamente (sólo últimamente) el papa Francisco se ha abrazado con gran entusiasmo a la bandera antiabortista. Pero la realidad es que, incluso siendo el papa, es una excepción. ¿Por qué? Pues porque a base de años y años de silencio consentidor, el aborto ha adquirido carta de naturaleza no sólo en la sociedad, sino también en la Iglesia. Y ha sido casi universalmente admitido, aunque en silencio. Ay, en silencio. Y la protesta de la iglesia jerárquica contra el aborto es cada vez más discreta y callada; dejando en manos de los laicos (ahí están las Marchas por la Vida), la defensa de este grandioso fundamento de la moral. Con la meritoria excepción de nuestro Santo Padre Francisco, que en medio de la deriva doctrinal en que ha metido a la Iglesia, y quizá por contrapesarla, se ha lanzado a la defensa de la vida con determinación, insistiendo en que el aborto es un crimen.
Tengamos en cuenta que cuando hace ya medio siglo el tribunal supremo de los Estados Unidos abrió las puertas al aborto, fueron bastantes los líderes protestantes a los que les pareció bien esa sentencia y la aceptaron aliviados, pero sin pronunciarse explícitamente a favor. Un número menor de líderes protestantes se pronunciaron claramente a favor. En claro contraste, todo el episcopado católico de Estados Unidos en peso, puso el grito en el cielo. Resultado evidente es que la autoridad civil en su totalidad se pronunció y se lanzó decididamente a favor del aborto; frente a la autoridad eclesiástica católica en su totalidad, más la iglesia anglicana y algunas otras iglesias protestantes, que se situaron frontalmente en contra. Pero el transcurso de los años hasta medio siglo, ha dado lugar a que se enfriaran los primeros fervores del episcopado norteamericano. Y no digamos el resto del silencioso, respetuoso, discreto y políticamente correcto episcopado católico.
Y he aquí que, para acentuar el contraste de las sombras con las luces, el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, con ocasión de la festividad del 25 de marzo, en su semanal epístola se ha referido al abandonado tema del aborto. Y por extensión ha tocado la que es su extensión natural: la eutanasia, calificando de “criminales” ambas prácticas, en sintonía con el papa. Y efectivamente, nos recuerda que en todo el mundo son más los muertos por el aborto que por la guerra. Y reconoce, claro está, que España ha asimilado el aborto hasta tal punto, que desde que se legalizó, hemos pasado de los dos millones y medio de criaturas abortadas. Y eso en medio del tremendo problema de falta de natalidad que sufrimos.
El obispo de Córdoba, auténtico mirlo blanco en el episcopado español (y me temo que en el mundial: que el ser obispo ata muchas manos y cierra muchas bocas) reconoce con tanta claridad que el aborto es la antesala de la eutanasia, que precisamente en el día que la Iglesia ha elegido para oponerse al aborto, aborda en directo también el problema de la eutanasia, poniendo el dedo en la llaga: “la persona que está bien atendida, no quiere morirse. Quien quiere morir es porque ha sido descartado ya hace tiempo por quienes debieran cuidarle”.
Lamentablemente, ni el obispo de Córdoba ni el de Roma, ponen el acento en que el aborto (y su corolario la eutanasia), constituyen la más profunda marca de degradación moral de la sociedad que abraza esas prácticas dignificándolas como si del mayor bien moral se tratase. El asesinato elevado a la categoría de virtud “democrática”: eso al tiempo que se condena la guerra por arrebatarles la vida a tantos inocentes. Y al tiempo que, con el mayor cinismo, se condena la pena de muerte para los peores criminales. Esos valores y esas prácticas configuran una sociedad criminal e hipócrita. Y se dedican estos moralistas de buena fe a contabilizar muertos, como si ése fuese el peor resultado de esas terribles leyes que van frontalmente contra la Ley de Dios.
Tanto el aborto como la eutanasia, a la que le queda aún un largo recorrido, han sido impuestos culturalmente, socialmente, legalmente, protocolariamente, sin que podamos resistirnos. Y eso ha ocurrido ante los ojos del imponente ejército de los jerarcas de la Iglesia, sin que éstos alteraran el resuello. Con modestas, muy modestas excepciones, como la que hoy comentamos del obispo de Córdoba.
Es esta misma sociedad, cuya conciencia ha hecho ya un callo durísimo, la que se está lanzando a la próxima gran guerra, o quién sabe si al próximo holocausto a lo grande. Una vez aceptado el apocalíptico holocausto del aborto, con el mismísimo argumento del exceso de población mundial con que se nos vende sin el menor pudor el nuclear o el que sea. Es el mismo argumento moral del aborto, el mismo de la eutanasia, el mismo de la eliminación misericordiosa de los enfermos, empezando por los “sospechosos” de padecer alguna enfermedad, que son más del 90% de los abortos avanzados, de los bebés que ya se chupan el dedo en el vientre de su madre (claro, el gran debate es si se considera lícito, si no es una crueldad mostrar esas ecografías a la madre dificultándole así el libre ejercicio de la libertad de hacer con su cuerpo lo que le plazca).
Nos hemos acostumbrado a hacer el mal con la conciencia, tan intensamente cultivada por las leyes y las políticas públicas, de que estamos haciendo el bien. Estamos en el plano inclinado en el cual se van cohonestando todas las corrupciones y todas las aberraciones. Hoy contemplamos, con el mismo estridente silencio de nuestra jerarquía, los obscenos esfuerzos de la ONU por convertir la pederastia en socialmente aceptada y legalizarla, claro está. La misma ONU que le abrió las puertas de par en par al aborto y que sigue empeñada en convertirla en uno de los Derechos Humanos.
Virtelius Temerarius
El aborto y la pederastia no son más que sacrificios a Baal. Signos de una civilización decadente que llama al aborto "derechos reproductivos de la mujer". Vergüenza caiga sobre los que debieren y no defienden a la Vida ni a la Iglesia
ResponderEliminarEn la propagación del aborto en los Estados Unidos y, de ahí, al mundo entero no fue sólo obra de protestantes. Muchos católicos han servido de caballo de Troya, en el que, para nuestra desgracia no ha estado ausente el Papa Francisco.
ResponderEliminarMe explico. Sabido es que en Roma se produjo cierto revuelo porque Joe Biden, que contemporáneamente proponía la promoción de ese asesinato, comulgó nada menos que en San Pedro con anuencia pontificia. Una visita en la que el Pontífice se mostró sumamente contento. En esos mismos días, algún obispo norteamericano había declarado que Biden no podía acercarse a la mesa del Señor. Era obvio que en santa Marta se pusieron ese juicio por montera.
Pero Biden, el católico Biden, no estaba solo, aunque sí tenía el poder inmenso del presidente de Estados Unidos. La segunda figura del Partido Demócrata era Pelosi, autodeclarada también católica y defensora acérrima del aborto. Pero no acaba ahí el entramado (Presidencia de la Nación y Presidencia del Congreso). Acaba de fallecer Cécile Richards (enero de 2025). ¿Quién era Richards? Nada menos que la consejera áulica de Pelosi y, por ende, de Biden. ¿En qué materias? En la defensa del derecho al aborto, a la que dedicó su vida y sus medios, que no fueron pocos. Richards recibía fondos de la poderosa fundación Ford para la realización activa de abortos. Todo eso es de suponer que en Roma lo sabían.
No sabe usted, Virtellius, el daño que están haciendo algunos en esa materia y afines (ética familiar, ética embrionaria, etcétera), Tucho y cuantos están al frente del dicasterio para la vida (?). Todo una burla terminológica, con el consentimiento, cabe suponer de su jefe inmediato.
Los Jesuitas de la Pontificia universidad de Comillas han nombrado Doctor Honoris Causa a José Borrell .
ResponderEliminarSe agradecería saber si es por su defensa acérrima a la cultura de la muerte o porque.
Una sociedad que defiende mas el derecho a morir que el derecho a vivir es una sociedad abocada a la extincion.
ResponderEliminarHoy en dia hay mas jueces dispuestos a defender el derecho a morir de alguien que se quiere suicidar, que el derecho a vivir de cualquier nasciturus.
En EEUU hay obispos que rezan delante de abortorios. ¿Cuando lo veremos en España?
Que el "derecho al aborto" esté incluido en la Constitución francesa no es sino un signo de decadencia absoluta de una de las naciones de la UE a la que generalmente se mira y escucha porque se la considera culta y avanzada.
ResponderEliminarEs que, en mi opinión, llueve sobre mojado con Francisco... todo se ha potenciado con los 12 años de pontificado, sin duda, uno sino el peor de la historia eclesial... el partido ya está acabado para él, es una noche de verano, sólo hay que saber minuto y hora, pero ya vamos directo a un nuevo papa... la situación ya no puede persistir más.
ResponderEliminarY es que si un nombre merece Francisco es "Mi nombre es lío", y lío morrocotudo... la actual situación de crisis ha sido por un pontificado para nada nada nada normal, que nada tiene que ver con San Juan Pablo II y Benedicto XVI, incluso el personaje no es de peso intelectual ni carismático.
Vamos a ver líos y líos que han llevado a la postración de la Iglesia de hoy:
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I. Primeras declaraciones liosas
1. "Quién soy yo para juzgar" - Primera entrevista destacada (29 de julio de 2013)
La primera vez que el Papa Francisco pronunció la famosa frase "¿Quién soy yo para juzgar?" fue durante una conferencia de prensa improvisada a bordo del avión papal, el 29 de julio de 2013, al regresar de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Río de Janeiro, Brasil. Esta fue su primera gran aparición internacional como Papa, elegido el 13 de marzo de 2013, y marcó un hito en su pontificado por el tono de apertura que estableció.
Un periodista le preguntó sobre los sacerdotes homosexuales y cómo manejaría el supuesto "lobby gay" en el Vaticano. Francisco respondió:
- "Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? El Catecismo de la Iglesia Católica explica esto muy bien. Dice que no se debe marginar a estas personas por eso. Hay que integrarlas en la sociedad."
No cambió la doctrina católica (que considera los actos homosexuales "intrínsecamente desordenados"), pero esta frase fue el paradigma de la ruptura entre doctrina y pastoral.
Esta conferencia de prensa fue una de las primeras interacciones directas de Francisco con los medios y se considera una de sus primeras entrevistas públicas como Papa, aunque fue más bien una sesión espontánea de preguntas y respuestas.
2. "Se ha insistido demasiado en aborto y temas morales" - Entrevista con La Civiltà Cattolica (19 de septiembre de 2013)
El segundo momento, donde Francisco dijo que la Iglesia había insistido demasiado en temas como el aborto, la homosexualidad y la anticoncepción, ocurrió en una entrevista extensa publicada el 19 de septiembre de 2013 por la revista jesuita La Civiltà Cattolica (en italiano), coordinada con otras publicaciones jesuitas como America Magazine en inglés. Esta fue su primera entrevista formal y detallada como Papa, realizada por el padre Antonio Spadaro, SJ, entre el 19 y el 29 de agosto de 2013.
Declaración exacta:
"No podemos insistir solo en cuestiones relacionadas con el aborto, el matrimonio homosexual y el uso de métodos anticonceptivos. Esto no es posible. No he hablado mucho de estas cosas, y me han reprendido por ello. Pero cuando se habla de ellas, hay que hacerlo en un contexto. La opinión de la Iglesia, por lo demás, la conozco y soy hijo de la Iglesia, pero no es necesario hablar de esto todo el tiempo. [...] La enseñanza dogmática y moral de la Iglesia no es toda equivalente. El anuncio del mensaje salvífico debe ser lo primero."
Francisco criticó que la Iglesia se había "obsesionado" con estos temas, arriesgando que su "estructura moral caiga como un castillo de naipes" si no encontraba un equilibrio. Propuso priorizar el anuncio del Evangelio y la misericordia sobre la imposición de reglas: "Hay que curar las heridas primero, luego podemos hablar de todo lo demás."
Evangelium Vitae (n. 57) vincula la defensa de la vida al núcleo esencial del Evangelio, no como una norma secundaria, y la tradición constante de la Iglesia, la sodomía es también intrinsece malum "que clama el cielo". Si el aborto y la homosexualidad es un mal intrínseco por violar el V y VI Mandamientos, ¿cómo no equipararlo en urgencia a los dogmas centrales? Reducirlo a un nivel menor es una relativización.
- Otros nombramientos relevantes
ResponderEliminar10. Juan Grabois (Consultor del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, 2016-presente; Coordinador de Encuentros Mundiales de Movimientos Populares)
Abogado y activista argentino, líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos y del Frente Patria Grande, amigo personal del Papa Francisco desde 2001, cuando Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires. Católico devoto pero de izquierda radical.
Controversia: Su postura izquierdista radical, su oposición a la legalización del aborto (coherente con la doctrina) pero su apoyo a movimientos piqueteros y críticas al capitalismo lo convierten en una figura polarizante.
Algunos lo acusan de "explotar a los pobres" para fines políticos y de influir en el Papa hacia agendas progresistas, como su defensa de "Tierra, Techo y Trabajo". Su intento de visitar a Francisco en el hospital en 2025 (rechazado y desmentido por el Vaticano) alimentó rumores de intromisión. Los conservadores lo ven como un "demagogo" que desvirtúa el mensaje católico con política.
Su rol en el Vaticano (como consultor y organizador de encuentros) lo vinculan directamente a la agenda social del Papa. Sin embargo, su perfil radical (comparado con figuras como Che Guevara por su carisma y beligerancia pacífica) y su crítica al sistema económico lo hacen blanco de quienes temen una "izquierdización" de la Iglesia. Es considerado un megaradical superfanático de ultraizquierdas, amigo de Francisco.
11. Juan Carlos Cruz (Miembro de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, 2021)
Periodista chileno, laico, homosexual, sobreviviente de abusos clericales. Su orientación sexual y críticas a la jerarquía eclesiástica lo señalan como posible impulsor de una mayor aceptación de la homosexualidad, en tensión con la doctrina.
12. Reinhard Marx (Cardenal y miembro del Consejo de Cardenales, 2013-presente)
Arzobispo de Múnich, de enfoque progresista. Sus propuestas de bendecir parejas homosexuales y dar comunión a divorciados vueltos a casar desafían la ortodoxia, generando fricciones con conservadores. Su liderazgo del apostático camino sinodal alemán es otra fuente de rechazo.
13. Blase Cupich (Arzobispo de Chicago, nombrado Cardenal en 2016)
Obispo estadounidense, alineado con el estilo pastoral de Francisco. Su apoyo a la inclusión de la comunidad LGBTQ+ y a Amoris Laetitia es visto como una desviación de la enseñanza tradicional.
C. Casos controversiales
ResponderEliminar1. Gustavo Zanchetta
Obispo argentino nombrado por el Papa Francisco en 2013 como obispo de Orán, Argentina, y luego "asesor" en la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) en 2017. Zanchetta fue acusado de abuso sexual continuo y agravado contra seminaristas adultos, además de mala gestión financiera.
En 2015, se reportaron al Vaticano selfies subidos de tono y comportamientos "obscenos" con seminaristas. A pesar de esto, Francisco lo mantuvo en su diócesis hasta 2017, cuando renunció por "razones de salud", y luego le dio un puesto en el Vaticano. En 2022, fue condenado en Argentina a 4 años y 6 meses de prisión por abuso sexual. En diciembre de 2024, su apelación fue rechazada, pero se encuentra en Roma por "tratamiento médico", lo que ha generado críticas por posible protección vaticana.
Este caso cuestiona la credibilidad de Francisco en el manejo de abusos, ya que él personalmente conocía a Zanchetta desde su tiempo como arzobispo de Buenos Aires y lo defendió inicialmente, diciendo que las fotos eran un hackeo.
2. Francesco Coccopalmerio
Cardenal italiano, ex presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos hasta su retiro en 2018. En 2017, su secretario personal, Luigi Capozzi, fue arrestado por la policía italiana en una redada en un apartamento vaticano durante una fiesta con drogas y presuntas orgías homosexuales. Capozzi, sacerdote y protegido de Coccopalmerio, fue acusado de posesión de cocaína. Aunque Coccopalmerio no fue imputado directamente, su relación cercana con Capozzi y su supuesta recomendación para ascenderlo a obispo generaron especulaciones sobre su conocimiento o tolerancia de estas actividades. El cardenal se mantuvo en silencio y el Vaticano no lo sancionó formalmente.
Este incidente alimentó las críticas sobre una supuesta red de influencias y comportamientos inmorales en la Curia, contrastando con las promesas de reforma de Francisco.
3. Marko Rupnik
Sacerdote jesuita esloveno, artista reconocido por sus mosaicos en iglesias de todo el mundo. Desde 2022, Rupnik ha sido acusado de abusos sexuales, psicológicos y espirituales contra al menos 20 mujeres, muchas de ellas religiosas, durante décadas en su comunidad en Eslovenia. Las acusaciones incluyen manipulación bajo dirección espiritual y actos sexuales coercitivos.
A pesar de las denuncias, el Vaticano tardó en actuar: fue excomulgado brevemente en 2020 por absolver a una cómplice en un pecado sexual, pero la pena se levantó rápidamente. En 2023, se supo que las restricciones iniciales (como no predicar o confesar) no se aplicaron estrictamente, y su caso sigue bajo investigación canónica. Su arte sigue presente en lugares prominentes, lo que ha indignado a víctimas.
El caso destaca la lentitud y opacidad del Vaticano en responder a acusaciones contra figuras influyentes, especialmente jesuitas cercanos a Francisco.
4. Theodore McCarrick
Ex cardenal y arzobispo de Washington, D.C., una figura poderosa en la Iglesia estadounidense hasta su caída. En 2018, se reveló que McCarrick había abusado sexualmente de menores y seminaristas durante décadas, incluyendo agresiones a adolescentes y coerción de adultos vulnerables.
Fue expulsado del estado clerical en 2019 tras un proceso canónico, convirtiéndose en el cardenal de más alto rango en ser laicizado por abuso. Un informe vaticano de 2020 detalló que Juan Pablo II y Benedicto XVI sabían de rumores sobre su conducta, pero no actuaron decisivamente, mientras que Francisco heredó el caso sin imponer sanciones hasta que estalló públicamente.
Este escándalo desató una crisis global de confianza en la jerarquía católica y llevó a la promulgación de Vos estis lux mundi (2019), una norma para responsabilizar a obispos, aunque su aplicación ha sido inconsistente.
5. Angelo Becciu (Brecciu)
ResponderEliminarCardenal italiano, ex Sustituto de la Secretaría de Estado y prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos hasta 2020. Becciu fue destituido por Francisco en septiembre de 2020 tras ser implicado en un escándalo financiero relacionado con una inversión de 350 millones de euros del Vaticano en una propiedad en Londres.
Se le acusó de malversación, nepotismo (desviando fondos a familiares) y abuso de poder. En 2023, fue condenado por un tribunal vaticano a 5 años y 6 meses de prisión por fraude y otros cargos, aunque apeló la sentencia. También se le vinculó a pagos sospechosos para liberar a una monja secuestrada y a intentos de desprestigiar a rivales.
Este caso expuso la corrupción financiera en el Vaticano y contradijo la narrativa de transparencia de Francisco, quien lo había promovido inicialmente.
- Otros escándalos relevantes
6. Carlos Alberto Breis Pereira (Dom Carlos)
Obispo de Juazeiro, Brasil, hasta 2021. En 2021, renunció tras circular un video explícito de él masturbándose, supuestamente enviado a un chantajista. Aunque no hubo abuso directo, el incidente generó escándalo por su conducta inapropiada y preguntas sobre cómo llegó a ser obispo bajo Francisco.
Reforzó las críticas sobre la selección de obispos y la supervisión vaticana.
7. José María Pousada (Caso Provolo)
Sacerdote argentino involucrado en el Instituto Provolo para niños sordos. En 2019, él y otros fueron condenados por abusar sexualmente de niños sordos en Mendoza entre 2004 y 2016. El caso reveló una red de encubrimiento que llegó al Vaticano, con acusaciones de que las autoridades eclesiásticas ignoraron denuncias previas.
Mostró fallos sistémicos en la respuesta a abusos, incluso bajo Francisco.
8. Mauro Inzoli
Sacerdote italiano, líder del movimiento Comunión y Liberación. Condenado en 2016 por abusar de menores, había sido reducido al estado laical por Benedicto XVI, pero Francisco lo readmitió parcialmente en 2014 tras clemencia. Las críticas por esta decisión llevaron a su segunda laicización en 2017 tras presión pública.
--- Evidenció inconsistencias en las políticas de abuso de Francisco, estos casos comparten patrones:
- Abuso de poder y sexual: Zanchetta, Rupnik, McCarrick y otros explotaron su autoridad sobre seminaristas o menores, a menudo con conocimiento previo de superiores.
- Corrupción financiera: Becciu y, en menor medida, Zanchetta muestran cómo el dinero y el nepotismo permean el Vaticano.
- Respuesta vaticana: La lentitud, opacidad o favoritismo (como con Zanchetta y Becciu, amigos de Francisco) contrastan con las promesas de reforma (Vos estis lux mundi). Casos como Rupnik y McCarrick sugieren que la influencia personal o el prestigio retrasan la justicia.
La sorpresa de la teoría de una Primavera Francisquista y una práctica desastrosa se aplica aquí: si Francisco enfatiza la misericordia, ¿por qué parece tolerar o proteger a figuras acusadas de graves delitos? Para algunos, esto refleja pragmatismo pastoral; para otros, una contradicción con su deber de defender la fe y la moral. La percepción de "dos varas de medir" (p.ej., Zanchetta protegido contra otros sancionados rápidamente) es sinónimo de injusticia, inequidad, gobierno de los amigos...
D. Serie de dimisiones rápidas y sin justificar en Argentina (2023-2025)
ResponderEliminarEn los últimos años, Argentina, país natal de Francisco, ha visto una serie de renuncias episcopales inusuales, muchas antes de la edad canónica de retiro (75 años), y a menudo sin explicaciones claras del Vaticano. Esto ha generado especulaciones sobre abusos, conflictos internos o presiones del Papa. Aquí algunos ejemplos recientes:
1. Gabriel Antonio Mestre (Arzobispo de La Plata, renunció en mayo de 2024)
Nombrado arzobispo de La Plata en julio de 2023 tras suceder a Víctor Manuel Fernández (nuevo prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe), renunció a los 55 años tras solo 8 meses, el 27 de mayo de 2024. Dijo haber sido convocado a Roma para discutir "aspectos" de su anterior diócesis, Mar del Plata, y que Francisco le pidió la renuncia.
Su salida se vincula a una crisis en Mar del Plata tras su traslado: dos obispos nombrados para sucederlo allí (José María Baliña y Gustavo Larrazábal) renunciaron rápidamente antes de instalarse, en diciembre de 2023 y enero de 2024, respectivamente. Baliña citó salud, mientras Larrazábal enfrentó acusaciones de acoso (2007-2013), que el Vaticano inicialmente desestimó pero luego aceptó su renuncia. Fuentes locales sugieren que Mestre fue responsabilizado por este caos, posiblemente por apoyar a un candidato (Luis Albóniga) que generó protestas. La falta de claridad oficial alimentó teorías de intervención papal directa.
2. Carlos María Domínguez (Obispo de San Rafael, renunció en febrero de 2025)
Renunció el 13 de febrero de 2025 a los 59 años, tras dos años como obispo, citando "razones personales". Días después, el 20 de febrero, la diócesis admitió que estaba bajo investigación por abusos sexuales a tres jóvenes adultos, denunciados el 3 de febrero. También se le acusó de encubrir un caso previo.
La rapidez de su salida y el contraste entre su explicación inicial y la admisión posterior sugieren presión vaticana para evitar un escándalo mayor. Su amistad con Bergoglio (desde 2006-2012 como provincial augustino) plantea dudas sobre su selección y manejo.
3. José María Baliña (Nombrado para Mar del Plata, renunció en diciembre de 2023)
Nombrado obispo de Mar del Plata el 21 de noviembre de 2023, renunció el 13 de diciembre, antes de instalarse, a los 65 años, citando problemas de salud (cirugías por desprendimiento de retina).
Aunque su renuncia parece justificada por salud, la velocidad (menos de un mes) y el contexto de crisis en Mar del Plata tras la salida de Mestre levantaron sospechas de otros motivos no revelados.
4. Gustavo Larrazábal (Nombrado para Mar del Plata, renunció en enero de 2024)
Nombrado el 13 de diciembre de 2023 para suceder a Baliña, renunció el 17 de enero de 2024, días antes de su instalación, a los 62 años. Una mujer lo acusó de acoso y abuso de poder (2007-2013). El Vaticano expresó "plena confianza" el 9 de enero, pero aceptó su renuncia tras "discernimiento".
La contradicción entre el apoyo inicial y la renuncia rápida sugiere que las acusaciones, aunque negadas por él, forzaron su salida. Esto refuerza la percepción de inestabilidad en Argentina.
--- Patrón en Argentina:
Estas dimisiones (Mestre, Baliña, Larrazábal, Domínguez) entre 2023 y 2025, todas en menos de dos años, son excepcionales por su frecuencia y falta de transparencia. Mar del Plata, en particular, quedó sin obispo estable desde julio de 2023, con tres intentos fallidos. Observadores locales ven la mano de Francisco, quien personalmente supervisa nombramientos en su país, pero la ausencia de explicaciones claras alimenta especulaciones sobre abuso, encubrimiento o luchas de poder.
- Otros casos controvertidos adicionales
ResponderEliminar5. Roger Vangheluwe (Obispo de Brujas, Bélgica, renunció en 2010, laicizado en 2024)
Renunció en 2010 tras admitir abusos a su sobrino durante 13 años. Permaneció obispo emérito hasta que Francisco lo laicizó en marzo de 2024 tras nuevas denuncias.
La demora de 14 años en su laicización generó críticas sobre la tolerancia vaticana a abusadores confesos.
6. Michel Santier (Obispo de Créteil, Francia, renunció en 2021)
Renunció a los 73 años "por salud", pero en 2022 se reveló que fue sancionado en secreto por abusos espirituales y sexuales a jóvenes en los 90.
El encubrimiento inicial del Vaticano y la falta de transparencia pública indignaron a víctimas.
7. Dominique Rey (Obispo de Fréjus-Toulon, Francia, renunció en diciembre de 2024)
Forzado a renunciar a los 72 años tras una visita apostólica en 2022 por mala gestión y ordenaciones cuestionables, aunque no se probaron abusos directos.
Su salida repentina refleja tensiones entre Roma y sectores conservadores.
...
El artículo se advierte que la aceptación cultural y legal del aborto y la eutanasia, junto con el silencio de la Iglesia, está llevando a la sociedad por un camino de corrupción moral, donde incluso se toleran intentos de normalizar aberraciones como la pederastia, promovidos por organismos como la ONU, que también impulsa el aborto como derecho humano, y dice:
1. Paradoja y dispersión doctrinal: señala una contradicción entre la doctrina católica, que celebra la vida desde la concepción (ejemplificada en la Anunciación), y la respuesta tibia de la Iglesia frente al aborto y la eutanasia, reflejando una tensión entre los principios tradicionales y el silencio de muchos líderes, con excepciones como el papa Francisco y el obispo de Córdoba, insuficientes ante una jerarquía que parece priorizar la discreción.
2. Silencio consentidor y adaptación al mundo secular: se percibe un "silencio consentidor" por la adaptación de la Iglesia a una sociedad secular donde aborto y eutanasia se ven como derechos individuales. Condenarlo arriesga alejar a fieles que las han normalizado, planteando el dilema de mantener la coherencia doctrinal sin perder relevancia en un contexto que rechaza absolutos morales.
3. Contexto histórico y enfriamiento institucional: contraste entre la oposición inicial del episcopado estadounidense a Roe contra Wade y su posterior "enfriamiento" ilustra cómo la Iglesia, se ajustan al statu quo. Es una traición, no sirve ser una estrategia de supervivencia en un mundo donde su autoridad moral ha disminuido.
4. Degradación moral y pendiente resbaladiza: vincula aborto y eutanasia a una degradación moral más amplia, aceptar estas prácticas debilita el valor de la vida y abre la puerta a excesos, como la normalización de la pederastia por la ONU.
5. Coherencia moral y crítica social: elogio al obispo de Córdoba por conectar aborto y eutanasia los resalta como atentados contra la vida. Critica la hipocresía de una sociedad que condena la guerra o la pena de muerte, pero celebra el aborto como derecho: dificultad de mantener coherencia moral en un sistema de valores.
6. Desconfianza hacia instituciones globales: la agenda de la ONU para legalizar la pederastia, es una desconfianza hacia organismos globales acusados de promover un relativismo que choca con el cristianismo: crisis promovida por la ONU
En mi opinión, hay que imputar esta eclesiocatástrofe a Francisco pero también a su comunidad de cardenales y obispos francisquistas: no es sólo el resultado de una persona, nunca jamás, es un pecado estructural y comunitario eclesial.
Francisco tiene muchos más hechos controversiales, han sido 12 años irrepetibles. Dejando de lado errores y omisiones, y viendo la edad de Francisco (88 años), los años de mandato (12 años) y sus enfermedades graves, todo indica que hay ya un pontificado polémico en su tramo inmediatamente final. Pronto habrá un cónclave, el cual deberá de realizar toda una renovación de cardenales, obispos y religiosos.
En la literatura existe el problema de que una palabra usada infinidad de veces queda gastada y ya no causa impresión a nadie. La palabra "aborto" se usa siempre para describir una realidad criminal muy extendida y la gran mayoría pasa de percibir esta realidad criminal. Yo propondría usar las frases "sacrificios de no nacidos al Dios Diablo", "asesinato de humanos en formación dentro de vientre materno", y etc. Aunque la definición del Aborto se hiciera con una frase más larga en nuestro caso al estilo de los copypasteanos que escriben aquí, esto no cansaría a nadie y sería una forma de cambio literario muy original digno de grandes escritores famosos. Conviene escribir para los inteligentes que son los que gobiernan no para los tontos que son la gran mayoría, esta es la cuestión.
ResponderEliminarAlguien sabe algo de P. Leandro en Berga?
ResponderEliminarDicen que ya no está. El obispo de Solsona lo hechó. Me lo contó un chico que vende santos en la ciudad de Berga.
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