Este año, al caer en domingo la fiesta de la Candelaria, hemos podido gozar del especial esplendor que dedica la liturgia a esta fiesta. Una fiesta de la luz y el fuego, intentando ahuyentar el invierno que ha llegado casi a su ecuador, y anticipando las grandes fiestas del fuego que se celebran a lo largo del año. La Candelaria mueve más fuego en todo el mundo, que San Juan. Es una fiesta de Purificación por el fuego y la luz, una fiesta que hunde sus raíces en las antiquísimas tradiciones animistas y que tiene su continuidad en las antaño fiestas de purificación del Carnaval. Fiestas, al fin y al cabo, de purificación (evidentemente penitenciales), en las que hemos de mantenernos ágiles y dispuestos a la lucha espiritual que eventualmente puede ser física. De ahí el fuego para quemar lo que nos sobra y los ayunos para entrenarnos a la austeridad y a la dureza del combate al que nos veremos obligados en defensa de nuestra libertad.
La liturgia católica, en esta fiesta que sigue a la Navidad clausurándola (era no hace tanto, el día en que se desmontaban los belenes), en que el protagonismo fue del Niño, coloca como principal protagonista a la Madre, que cumple con el rito de ofrecer su Hijo a Dios, como manda la ley. Y Dios acepta por medio del Sacerdote Simeón y en cumplimiento de la Ley, dos tórtolas como canje de la vida de ese Hijo que le pertenece, como Padre y Creador; porque en sus designios está el Sacrificio de ese Hijo en la Cruz para redimir con él al hombre esclavizado por el pecado. Plenitud de la salvación que Dios anunció a su pueblo la noche de aquella Pascua (tránsito a la libertad) en la que murieron los primogénitos de los egipcios.
“Señor Jesucristo –dice una de las cuatro oraciones de bendición de las candelas- luz verdadera que iluminas a todo hombre que viene a este mundo, derrama tu bendición sobre estos cirios y santifícalos con la luz de tu gracia, y concede propicio que, de igual modo que estas luminarias encendidas con luz visible ahuyentan las tinieblas nocturnas, así nuestros corazones iluminados con el fuego invisible, es decir con el esplendor del Espíritu Santo, se desprendan de la ceguera de todos los vicios; de manera que, purificado el ojo de la mente, podamos elegir las cosas que son agradables para ti y útiles para nuestra salvación; a fin de que después de las oscuras dificultades de este siglo, merezcamos llegar a la Luz que nunca se apaga.”
Hermosa liturgia que tiene su máximo esplendor en la procesión de las candelas, en la que se cantan cinco bellas antífonas dedicadas al rito de la Presentación del Niño Jesús en el templo. Es sorprendente que, a esta ceremonia con la subsiguiente misa, acudan más fieles que a las habituales misas dominicales. Litúrgicamente es comparable a la bendición y procesión de las palmas el Domingo de Ramos. A muchos católicos, que heredaron de sus antepasados la costumbre de tener en casa velas bendecidas para usarlas como velas votivas en momentos de apuros, aún les empuja a la celebración litúrgica de la Candelaria, el deseo de hacerse con estas velas para tenerlas en casa. Se usaron mucho en momentos de tormenta para que ésta no causara estragos; y se usan en casa para hacerlas arder ante una imagen sagrada o un crucifijo en momentos apurados de la familia. En cambio, se ha perdido del todo la antigua costumbre de colgar en algún lugar de acceso de la casa (porche, balcón o ventana) el ramo bendecido del Domingo de Ramos para ahuyentar de la casa infortunios y malos espíritus. La afluencia a esa bendición, que aún se mantiene bastante viva gracias a su cierto tono festivo, congrega especialmente a la infancia; la de la candelaria, en cambio, de remate y despedida de la Navidad la frecuenta gente mayor.
No es de extrañar que la fiesta de la Candelaria se haya implantado con fuerza en toda la cristiandad, con especial incidencia en la más hispana e ibérica. Empezando por lo más cercano, ahí tenemos las fiestas de Valls, que desde 1788 tienen una especial solemnidad cada 10 años, con la solemne procesión votiva, instaurada por la comunidad de presbíteros de la parroquia de san Juan. Y hasta hoy sigue en pie la fiesta, con gran devoción. Estas celebraciones son la gran ocasión de lucir con el máximo esplendor la gran institución vallesana de los “castellers”, cuya médula son “els xiquets de Valls”, que han irradiado este singular folklore por toda Cataluña.
Destacadísimo también el culto de la Virgen de la Candelaria en Tenerife (es la patrona de Canarias, celebrándose el 2 de febrero la Fiesta de la Comunidad), con las romerías en que la imagen de la Virgen es trasladada de unas poblaciones a otras. Por supuesto que estas fiestas llegaron a Canarias desde la Península, especialmente desde Andalucía y Extremadura, donde gran número de poblaciones celebran esta fiesta con especial solemnidad.
Y de ahí, inevitablemente, al nuevo continente. Muy extendida especialmente por todo Méjico y por todos los países centro y sud americanos. Algo muy especial tiene esta fiesta de la luz para que se haya extendido tanto y siga persistiendo a pesar de tanta decadencia. Al final, a pesar de todos los pesares, no nos queda más remedio que pensar en su fondo espiritual.
El “signo de contradicción’ que es el niño presentado en el templo para el mundo, que yace en las tinieblas de la muerte, anunciará a la Madre Santísima esa espada de dolor que atravesará su alma. La bandera que se alzó hace dos mil años aquella mañana en la que Simeón tomó el niño en brazos, continúa levantada en la vida de todos aquellos que, “gracias a la fe, sometieron a otras naciones, impusieron la justicia, vieron realizarse promesas de Dios, cerraron bocas de leones, apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada, sanaron de enfermedades, se mostraron valientes en la guerra y rechazaron a los invasores extranjeros”. Por la fe “recobraron resucitados a sus muertos; pero también hubo otros que, en vista de una resurrección mejor, se negaron a hacer el gesto que les habría salvado la vida: me refiero a los torturados. Otros sufrieron la prueba de las cadenas y de la cárcel. Fueron apedreados, torturados, aserrados, murieron a espada, anduvieron errantes de una parte para otra, sin otro vestido que pieles de corderos y de cabras, faltos de todo, oprimidos, maltratados” (Hebreos 11,33). Por la fe participaron con Cristo en la muerte para resucitar con Él a la vida inmortal.
Que la luz santa de las candelas ilumine nuestras oscuridades y nos permita, finalmente, fijar nuestros ojos en Cristo y contemplarle para quedar radiantes. Entonces nuestro rostro no se avergonzará, pues la sangre de Cristo nos habrá purificado de nuestros pecados.
Ramón Arnau
Soy de misa semanal de los domingos y por esto no había participado en la Candelaria hace muchísimos años. El fallo del Clero Católico es haber puesto estas fiestas entre semana lo cual contradice los mismos mandamientos del Sinaí que manda trabajar 6 dias y hacer fiesta los sábados. Tal vez hemos perdido la conversión de los judíos por este fallo de haber pontificado fiestas donde no debe y haber substituído el Sabado por el Domingo. Fallos eclesiales haberlos hailos y estamos aqui para mencionar estos fallos. De la salvación de Noé, del paso del Mar Rojo y de la victoria contra Senaquebib no se celebran fiestas y es una lástima, porque las Sagradas Escrituras por este motivo se llaman "sagradas" y el Clero Católico tomándose la justicia por su capricho las ha desacalizado dando más importancia a los evangelios.
ResponderEliminarUna larga historia del rey Senaquerib en Wiquipedia Catalana que completa mi coment anterior sin el Silverio. https://ca.wikipedia.org/wiki/Senn%C3%A0querib
EliminarPor si no lo sabia, Jesucristo, instituyo una Iglesia, y religion diferente del judaismo. Los primeros cristianos dejaron de celebrarlos fiestas judías, porque eran conscientes de ello.
EliminarLógicamente empezaron a celebrar las fiestas relacionadas con Jesucristo y su Madre, y los santos mártires.
D. Silveri: No es que el clero haya puesto estas fiestas entre semana... En este caso, al haber 40 días entre la Navidad y el 2 de febrero, cae como cae; de la misma manera que la Navidad cae entre semana muy a menudo...
EliminarAnonimo del 9:24: Es precisamente lo que critico, esta religión "diferente" que dice usted y que rompe con el pasado bíblico, de lo que se infiere que el mismo Dios debía andar equivocado antes de Jesucristo, más imposible todavía.
EliminarComentarista de las 3.22h.
EliminarQue pasada de comentario. Que nivelazo del que presume G.G. El comentario és brutal, supongo que la noche le confunde. Supongo que lo dice de broma eso del sábado y domingo, sino realmente como cristiano tiene un problema.
Lo demás me sumo al comentario de las 9.23h
9.24...eso de que Jesucristo y sus 12 apóstoles más Pablo...montaron una nueva religión suena a fantasía.. vamos que eran judíos y lo que hicieron es hacer judíos a los gentiles por la circunstancia de corazón. Los fariseos y demás de la Casa de Judá pues ya se sabe...por allí en Jerusalén esperan a "su mesias"...
EliminarLa Pascua judía y la Pascua cristiana, por ejemplo, pueden considerarse la una sucesora de la otra, por lo que sí existe una festividad religiosa común...
EliminarLa Pascua judía (Pésaj) conmemora la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto, un evento narrado en el libro del Éxodo de la Biblia. La última cena de Jesús, según los evangelios, fue una cena de Pascua judía. Este evento es el fundamento de la Pascua cristiana, que conmemora la resurrección de Jesús.
A pesar de su origen común, las dos festividades han desarrollado significados y rituales distintos. La Pascua judía se centra en la conmemoración de la liberación y la identidad del pueblo judío, mientras que la Pascua cristiana celebra la resurrección de Jesús y su significado para la salvación de la humanidad.
Hay varias festividades judías que tienen conexiones con el cristianismo:
- Pentecostés (Shavuot): Shavuot conmemora la entrega de la Torá en el Monte Sinaí, mientras que el Pentecostés cristiano celebra el descenso del Espíritu Santo sobre los apóstoles.
- Fiesta de los Tabernáculos (Sucot): recuerda los 40 años que los israelitas pasaron en el desierto, y algunos cristianos ven en ella una prefiguración del Reino de Dios.
- Yom Kipur (Día de la Expiación): sin festividad cristiana directa, el concepto de arrepentimiento y expiación es central en el cristianismo
- Hanukkah (Fiesta de las Luminarias): celebra la rededicación del Templo de Jerusalén y la milagrosa duración del aceite sagrado. Se ve como un símbolo de la luz de Cristo, pero también puede correlacionarse con Candelaria, por el tema de las luces, pero el Ramo Leonés navideño cristiano que es de origen prerromano, es una estructura de madera de forma triangular a modo de candelabro con 12 velas y de la que cuelgan adornos como lazos, espumillones o luces, así como dulces, frutos secos, ofrendas y otro tipo de objetos.
Garell: necesita con urgencia un curso de Exegesis Biblica, porque sus dislates sobre el Antiguo y Nuevo Testamento, cada dia son mayores.
EliminarDeberia estudiar lo que significa la Antigua y Nueva Alianza que Dios hace con la humanidad. Dios no se equivoco con el judaismo, sino que los judios se equivocaron con Dios al no aceptar a su Hijo.
Cristo dice con autoridad: "se os dijo, tal y tal,.... pero yo os digo....", Cristo deroga la Antigua Alianza y todos los ritos judios : circuncisión, templo de Jerusalén, sacrificios de animales, etc. A partir de ahi Establece la Nueva Alianza una nueva Fe, Iglesia y religion.
Que la luz santa de las candelas ilumine nuestras oscuridades y nos permita, finalmente, fijar nuestros ojos en Cristo y contemplarle para quedar radiantes. Entonces nuestro rostro no se avergonzará, pues la sangre de Cristo nos habrá purificado de nuestros pecados.
ResponderEliminar...
Desde la Transición, y por diversas leyes y adelantos tecnológicos, se ha roto una manera de pensar como un todo en Cataluña que estaba basada en el catolicismo y el amor a España.
Puede darse el caso de que el advenimiento de Trump sea el nacimiento de un período histórico más turbulento, no sólo por Trump, sino por la ineficacia de la Unión Europea y el surgimiento de tres nuevas potencias como Rusia, China e India.
Durante estos cincuentas años se nos ha estado dividiendo socialmente en fracciones pequeñas y enfrentadas entre sí (fachas y demócratas, hombres y mujeres, españoles y catalanes), sin posibilidad de llegar a un acuerdo común por hostilidad manifiesta y odio trasladado patentemente en leyes represivas, curiosamente contra el odio y la discriminación y la desinformación.
Los cuatro principios innegociables han sido combatidos por nuestros políticos y por el pueblo que los ha votado: la vida con la familia y el matrimonio, la educación de los hijos por los padres y el bien común de la nación
Esto puede agravar una posible crisis inmediata del sistema que hemos vivido durante estos últimos cincuenta años, pues en la historia, diversos ámbitos de la civilización colapsan sincrónicamente: patriotismo, solidaridad, educación, política, economía, cultura, minerales energía, agricultura, ganadería, industria...
Por eso es importante el salmo 127 sobre el reinado social de Cristo y la ayuda de Dios en toda obra humana:
Si el Señor no construye la casa en vano trabajan los albañiles; si el Señor no protege la ciudad, en vano vigila el centinela.
Dice que sin Dios el construir, velar o trabajar duro es inútil y afirma la confianza en Dios, el valor de la familia y el matrimonio y la inutilidad del materialismo.
El éxito lo da a Dios y no el esfuerzo humano carente de Dios: la confianza en la providencia paternal de Dios
Mateo 6 (extiende el salmo 127): "Por eso os digo: No tengáis cuidado de vuestra vida, de lo que comeréis o de lo que beberéis; ni respecto de vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo que el vestido?...
Mirad las aves del cielo: no siembran, ni siegan, ni almacenan en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿Es que no valéis vosotros mucho más que ellas?...
Fijaos en los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan ni hilan, y yo os digo que ni Salomón en toda su gloria pudo vestirse como uno de ellos. Y si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios la viste así, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?
...buscad [primero] el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
1 Corintios 3,7: "Por tanto, ni el que planta, ni el que riega, son algo, sino Dios, que da el crecimiento
Marxismo puro y duro...dividir, dividir y dividir. Malmeter contra todos los valores tradicionales y, su fin último, la desaparición de la Iglesia Católica..cosa que es imposible pues 'las Puertas del Infierno no prevalecerán".
EliminarSr. Garrell, Jesucristo resucitó el primer día de la semana, o sea Domingo.
ResponderEliminarUsted confunde la gimnasia con la magnesia.
Anónimo 20:15. El problema del Sr. Garrell es que lee y no entiende. No acepta "formarse".
EliminarEl Sábado bíblico debería haberse conservado, en las Escrituras se habla muy repetidamente de este dia de fiesta, y aunque fuera por tradicion biblica es muy importante. Que Cristo resucitara el domingo no era motivo para cambiar un mandato bíblico del Sinaí. Las consecuencias las vemos con la dificultad de conversión de los judíos. Ahora con el modernismo vuelve el Sábado a su cauce, se celebra fiesta y misa anticipada del domingo.
Eliminar11.01 Ustedes señores que están leídos y formados..porque no corrijen al Sr Garrell pero con buenas argumentaciones tomistas que nos saquen a él y a nosotros del pozo de errores en que andamos metidos. Mientras tanto lo que vemos día si y día también son las profanación de los Sacro y los dislate doctrinales que emanan de la "sede de Santa Marta"
ResponderEliminarPues que se lo haga mirar.
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