Los capuchinos de la Provincia de Cataluña y Baleares se hallan en fase crepuscular. Actualmente solo quedan 21 frailes en activo, 7 en enfermería y 3 hindús de refuerzo fruto de una colaboración con la provincia de Tamil Nadu. Por contraste, les sobran metros cuadrados en zonas premium: convento de Pompeya en la Diagonal, el de Sarriá junto a la zona de Pedralbes, la parte alta de Arenys de Mar, pleno centro de Igualada, junto a la Plaza de España de Palma de Mallorca o el convento de L’Ajuda, en pleno barrio gótico barcelonés, vacío desde hace más de 10 años y alquilado en la actualidad a una fundación que trabaja con inmigrantes. Inmensas edificaciones en gran parte deshabitadas y en desuso junto a un patrimonio inmobiliario incalculable en distintas zonas de Cataluña (18.000 m2 de edificaciones alquiladas en Igualada, por citar solo un ejemplo); todo lo cual casa muy poco con la pobreza evangélica que fue el motivo de la reforma capuchina frente a la deriva franciscana.
Poco fraile y mucho ladrillo y una Curia General con la mosca detrás de la oreja ante tan contradictoria situación. En 2011 ya se unificaron las 4 provincias capuchinas de España salvo la catalano-balear que no quiso unirse a la nueva realidad para no perder su identidad catalanista y progresista. 13 años después ya no puede mantenerse la ficción. La reciente decisión de la Curia General es que Cataluña-Baleares pase a ser Custodia, es decir a depender de otra Provincia, pero sin perder el poder de administración de sus bienes y una cierta autonomía. Y como nuestros contumaces capuchinos no quieren ser custodios de la provincia española han intentado serlo de la portuguesa, cuyos números son tan pobres como los catalanes, fracasando en el intento, con lo que están buscando actualmente acomodo en alguna de las fuertes provincias italianas.
Los frailes capuchinos de Tamil Nadu
Aparte de ese intento desesperado de sustraerse de la influencia española, que veremos cómo acaba, nuestros capuchinos se han sacado otra genialidad de su magín: que se declare el Convento de Sarriá como emblema de la memoria histórica junto con la comisaria de la Policía Nacional de Via Layetana. Para ello están negociando con las fuerzas políticas catalanas e incluso con el Gobierno central. Ello situaría a la orden franciscana como víctima y valladar a la vez de la represión franquista por la famosa capuchinada de 1966: encierro de 3 días de estudiantes universitarios y algunos profesores en el convento de Sarriá que fue desalojado finalmente por la policía y que constituyó el precedente de un año de protestas de religiosos que culminó con la manifestación de sacerdotes ensotanados en Via Layetana. No cabe decir que la propuesta capuchina cuenta con los parabienes de los partidos nacionalistas y no es mal vista por el actual Gobierno de la Generalidad.
Capítulo Provincial en 2021
El propósito es claro y diáfano: convertir un convento en museo de la represión franquista. Cómo no tenemos vocaciones ni tan siquiera feligreses, cómo no contamos con otra fuente de ingresos que los alquileres de nuestros miles de metros cuadrados, cómo de ninguna manera queremos participar de la roña capuchina española, cederemos nuestro cenobio a la gloria del antifranquismo. ¡Qué más da que aquel encierro estudiantil no contribuyese en nada al final del régimen de Franco, que como todo el mundo sabe no acabó de forma prematura, sino con la muerte del General en la cama! ¡Qué más da que los estudiantes y profesores, con Manuel Sacristán a la cabeza, no fuesen más que la genuina representación de los diversos grupúsculos del comunismo catalán! Eso son minucias ante la gloria de convertirse en heraldos de una imaginaria resistencia, que si se alargó tres días fue por la oposición del obispo Modrego a la entrada de la policía en un edificio sagrado. Para los actuales capuchinos catalanes las únicas glorias pretéritas de las que cabe presumir son las de la increíble resistencia de tres días ante los grises. Tremenda heroicidad. Mientras tanto la orden se extingue por falta de relevo vocacional.
Oriol Trillas
La mixtificación de nuestra Historia reciente da para mucho, hasta para que órdenes religiosas decadentes disimulen su decrepitud.
ResponderEliminarPor cierto, ¿no había en Cataluña algún capuchino tradicional como Fray Valentí Serra de Manresa, que hacía pensar en brotes verdes para la Orden?
Fra Valentí Serra de Manresa, es un capuchino ortodoxo en lo espiritual pero independentista hasta las cachas
EliminarHubo otro capuchino mallorquín Fra Joan Cañellas, un hombre santo pero creo que ya no está en Cataluña.
Sacerdote interesante Fra Valentí, hábito, sandalias y una prédica de sana doctrina. Puede pensarse que vive con tristeza la deriva Capuchina. Se le oye en catalán y, alguna vez, el rezo en latín lo cual es muy de agradecer. Eso sí, el español no lo frecuenta mucho
EliminarLo de la Capuchinada debió ser un cachondeo pero por ahí se empezaba a colar "el espíritu del Concilio" que, visto con la distancia, podría decirse que el CVII tuvo como objetivo imponer la "libertad religiosa" para minar a la Iglesia Católica en uno de sus principales países...la España de los 60 con Franco
EliminarHe tenido contacto de primera mano con los capuchinos de Arenys y de Sarrià: hombres de Dios apostólicos, humildes, pobres y alegres. Visten el hábito. Estilo muy austero. Generosos. No rehúyen el trabajo. Confiesan. Caritativos. Buena doctrina. Rezan en comunidad. Tienen vocaciones y zelo por las almas. Algunos me parecen, la verdad, santos. ¿Qué más se puede pedir? Son un auténtico don para la Iglesia. Un oasis en medio de la que está cayendo. Difiero hoy de su opinión.
ResponderEliminarEsto del museo de la capuchinada, de ser cierto, es una anécdota irrisoria de algún fraile trasnochado que habrá, pero nada representativo con todo lo que son y hacen
La verdad es que son muchos de ellos muy buenos frailes, yo también puedo ofrecer mi testimonio en igual sentido. Hábito, cuidado litúrgico, vida austera y abnegada por las almas. En el artículo hay alguna inexactitud palmaria, que revela absoluto desconocimiento.
EliminarSi se mira la fotografía, los dos policías de la derecha indican que la situación era de cachondeo puro y total: uno sonriendo y el otro con las manos a la espalda. A la izquierda, el oficial mira hacia adelante, sin preocuparse por el enfrailado saliente, el cual parece además sonreír también:
ResponderEliminar1. Desinterés y relajación: de conflicto, no se percibe nada de ná, ni lejano ni urgente o peligroso en ese momento, antes o después. Los dos oficiales no considera el entorno como altamente problemático, más bien, son las nodrizas de los cachorrillos de la burguesía franquista...
2. Confianza y control de la situación: al tener las manos detrás de la espalda y mostrar una sonrisa, los oficiales dan una imagen de tranquilidad y seguridad, también es una posición bien pública para mostrar a todos que nada, los niños se divierten: evidentemente, radio macuto les ha dicho que los revoltosillos de la capuchinada son eso, los nenes del régimen en la edad del pavo siguiendo el rito de rebelión para reafirmar su personalidad... aventurillas de los chiquillos...
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En I Timoteo 6 San Pablo dice claramente que la búsqueda del dinero -ya en el Imperio- y sus sucedáneos, la fama, la gloria (como sucedáneo del dinero), son la base del mal del mundo, pues el dinero es el indicador de la libertad -tanto tienes, tanto puedes hacer- ayer en Roma y hoy, pero San Pablo advierte: moderación, Dios da a cada uno lo suyo, cuidado con perder el seny con el dinero, hay consecuencias y muy graves, e indica el camino de la prudencia:
La piedad es ciertamente una gran ganancia para quien se contenta con lo suficiente. Pues nada hemos traído al mundo, como tampoco podemos llevarnos nada de él. Teniendo alimentos y con qué cubrirnos, contentémonos con esto. Los que quieren enriquecerse sucumben a la tentación, se enredan en un lazo y son presa de muchos deseos absurdos y nocivos, que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición. Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males, y algunos, arrastrados por él, se han apartado de la fe y se han acarreado muchos sufrimientos. Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de estas cosas. Busca la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna, a la que fuiste llamado y que tú profesaste noblemente delante de muchos testigos.
El fraile entrante que aparece en la foto, Salvador de les Borges, era el provincial y tenía unos 39 años.
EliminarDe periódico ARA en el cincuentenario de los hechos:
... Durant la Caputxinada, el frare era el contacte entre els estudiants i les autoritats. Va negociar amb el comissari Vicente Juan Creix: “El vaig convidar a cafè, però em va dir que no perquè estava de servei. I va afegir: « Ustedes momentáneamente lo pasan mal, pero después van a sacar mucho provecho de esto. Quién sabe si estos granujas que están ahí algún día serán nuestros gobernantes». Era el funcionari perfecte, es limitava a complir ordres”, explica el frare.
El dijous, el segon dia del tancament, Botam va demanar reunir-se amb el bisbe Modrego i el governador civil, Antonio Ibáñez Freire. El bisbe li va dir que no era assumpte seu, perquè el que passava dins el convent no era la seva jurisdicció. La reunió amb el governador civil, que durant la Transició seria ministre de l’Interior, va ser força diferent. El va rebre vestit de militar i amb totes les condecoracions al damunt, el va deixar parlar i després li va dir: “ Acepto que en este enojoso asunto ustedes no tienen responsabilidad alguna ”. I després, mirant-lo als ulls “ferotgement”, segons el frare, va afegir: “ Si no me echa a la calle toda esta gentuza, será responsable ”. Botam no es va acoquinar: “Li vaig dir que entenia que ell era un alt funcionari i que havia d’obeir els seus superiors, però jo no era funcionari de ningú. Que convocaria la comunitat i els estudiants i ho parlaríem”.
.../...
Després van venir reaccions de solidaritat, però també atacs furibunds: “Em van tractar de fill de puta i van dir que el convent s’havia convertit en un prostíbul. Sé que el governador civil, en cercles reduïts, deia: «A ese provincialito yo me lo cargo». Em van intentar enviar a la frontera, però no van poder -explica Botam-. El que em va saber més greu va ser la carta d’una família catalana. Em van dir que era un irresponsable, que estava fent el joc a les forces del mal. Durant la Guerra Civil van assassinar uns 36 caputxins. A la carta deien que s’havien equivocat perquè n’haurien d’haver matat un cada tres mesos perquè no perdéssim la memòria”.
https://www.ara.cat/dossier/joan-botam-casals-em-frontera_1_1702344.html
Con la inmigración problema solucionado, no hace falta ni que se aprovechen de la "Capuchinada" para aumentar su categoría, que pongan anuncios pidiendo vocaciones de frailes en los diarios de los países emergentes y listos. Pobreza evangélica pero mucho ladrillo para alquilar que de algo deben comer, evidentemente. Y si quieren guerrear contra quien sea para no aburrirse tienen al Darwin y sus secuaces que son legión más mundiales que los minúsculos demiurgos españoles de vuelo gallináceo en quienes se peleaban los de la Capuchinada, amén.
ResponderEliminarSr. Garrell, ¿sabe que uno de los que formaban parte de la capuchinada tiene aceptado ya el proceso de canonización? Tan malo, ni tan ignorante debe ser...digo yo.
EliminarA cuantos capuchinos mató la Gene de Companys?
ResponderEliminarNo se acuerdan , traidorcillos???
Aunque en cada frutero hay una manzana podrida, puedo decir que conozco frailes capuchinos que sí pueden considerarse hijos de San Francisco de Asís y que son fieles al carisma propio de la orden franciscana. Pongo como ejemplo a Fray Valentí Serra de Manresa y a Fray Francesc de Igualada. Debo decir también que estos, un poco mal vistos dentro de la orden en esta región por sus hermanos por no comulgar con el pensamiento e ideario catalanista ni progresista.
ResponderEliminarTodo esto es motivo de escandalo y de escarnio para una de las órdenes religiosas más santas que tuvo la Iglesia. Da mucha pena tanto mal decir de un militar que evitó se continuara con el genocidio católico en Cataluña...O es que esos frailes de la revuelta eran anafalbetos o mal intencionados y no conocían como fueron asesinados sus hermanos en religión...y luego le escupen a la mano que los protegió y les devolvió sus conventos y sus iglesias...Que horror cuanta bajeza moral... Ahora es una auténtica parodia con integrantes que deberían estar encerrados en un monasterio para que no sigan con su doble vida...
ResponderEliminarSi tu carisma está destinado a desaparecer, al menos que sea con dignidad.
ResponderEliminarNo dudo que haya verdaderos hombres de Dios entre los capuchinos. Pero, de verdad no tienen mejores dirigentes? Sólo encuentran superiores dispuestos a inclinarse ante el César de turno y olvidarse de Dios? Eso tendría que hacerles reflexionar sobre la propia decadencia de su orden.
Creo que, hace algunos años, habían tentado solucionar la crisis traendo frailes de la isla hermana de Cerdeña, el experimento no funcionó por la grandes diferencias teológicas e ideológicas entre los catalanes y sardos.
ResponderEliminarLo de que se nieguen a formar parte de la provincia española es aberrante, muestra una total falta de sentido común, un rencor demencial y una soberbia escandalosa. Pero así está Cataluña y así está la Iglesia. También es monstruosa esa acumulación de inmuebles ¡por parte de una orden mendicante! en una ciudad donde tantos viven en la calle. Pura perversión.
ResponderEliminarLa infestación Masónica -comunista era más que evidente a partir del último concilio.
ResponderEliminarNada más que añadir!
Sólo dos consideraciones. Una: de todos los profesores universitarios catalanes que he conocido por España (ay, perdón), y son como una veintena de distintas especialidades, todos, todas y todes me confesaron por lo bajini que habían estado, como alumnos que eran entonces, en la Caputxinada, a lo que yo siempre respondía: pues en ese caso, el tal convento debía tener una capacidad de quince o veinte mil personas, poues la totalidad del censo docente y discente estuvo allí dentro. Lo que yo creo: ninguno estuvo, como nadie del verdadero psoe fue opositor durante el franquismo (estaban todos fuera).
ResponderEliminarDos (y con ello contesto a los dos primeros anónimos): Da la casualidad de que conozco a los capuchinos mejor que cualquiera de ustedes, empezando por algunos ya fallecidos
Demasiada paciencia tuvieron las fuerzas del orden.
ResponderEliminarNo tenían porque obedecer a Modrego, tenían que haber entrado a porrazo limpio.
¡Qué fácil era protestar cuando Franco revestido de sotana o de hábito! Cobardes. ¿Qué conseguisteis? La nada. La descristianización. Bueno, la mayoría ya habéis pasado a mejor vida (eso deseo) y ya habéis caído del guindo. Estúpidos.
ResponderEliminarUn cuadro patético en un marco patético. Cuando la prudencia y la necesidad demandan uniones, sale el diablo de la disensión, del no me equipares contigo. Los mínimos engreidos y convertidos en exquisitos. No es la primera formación religiosa que no quiere saber nada con el resto de sus cofrades españoles.
ResponderEliminarDe los capuchinos de Sarriá guardo particular recuerdo de un fraile al que traté mucho, sobre todo, por razones profesionales familiares. Era el Padre Jordi Llimona. Era en los primeros años de la democracia. Se había afiliado al Partido Socialista de Raventós. Y se hizo fervoroso militante. Había participado activamente en la Capuchinada. En cierta conversación le manifesté mi opinión de que los graves problemas de Cataluña era la traición de los ancianos y la militancia política del clero. Era él ya mayor y sacerdote. Para evitar personalizar la conversación, generalicé el tema con otras figuras de diversa índole y recordando la manifestación de las sotanas de la Vía Layetana. Esquivaba toda perspectiva cristiana para ceñirse a la mera praxis marxista. Hablaba el militante. De la mano de su ideología política llevaba otros temas sociales, como las que hoy llamaríamos propias de ideología de género. No ha llegado con Podemos ni con Sánchez, ni siquiera con Zapatero semejante destrucción de la juventud y de la sociedad. Lo llevan los socialistas y comunistas en su ADN.
Ni que decir tiene que no eran individuos aislados los eclesiásticos que abrazaban el nuevo mesías del separatismo y del socialismo. Las opiniones de Llimona conectaban con las de mosén Dalmau y otros voceros de una visión del mundo que nos ha llevado hasta Illa. No eran ni siquiera compañeros de viaje, so querrían ellos. Los usaban como kleenex. Puigdemont no fue el primer político en esconderse en el maletero del coche. Ese fue también el refugio de Pascual Maragall en el coche de mosén Dalmau. Como era cura "no le iban a abrir el capó", se mofaba el socialista con la risa de pan del clérigo. Había en esos años una gavilla de consagrados que se ufanaban de sus andanzas políticas, que, desgraciadamente, les llevó a profanar la doctrina de la Iglesia en asuntos muy dispares. Todo era por estar a la page, por ser más socialista que nadie, más separatista que nadie. Como en el País Vasco. No negaría yo que el anticlericalismo de buena parte de la sociedad española tiene su origen en esa epidemia que tanto daño hizo.
Totalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarExcelente comentario, Sr Valderas. Hubo mucha pérdida de confianza en la Iglesia por parte de buenos y sencillos fieles debido a esos malos curas
Eliminar¿Ya no es obligatorio que los frailes capuchinos se dejen la barba? Lo digo por los tres de Tamil Nadu.
ResponderEliminarMire, bastante tienen los pobres que encimas les adoctrinar en català para integrarse en la "realitat social"
EliminarLe recuerdo que muchos oriundos de Asia son lampiños y poco se puede hacer...
EliminarÉsa gente no merecían el hábito de San Francisco.
ResponderEliminarNada más.