PESEBRES POPULARES EN PLAZA SAN JAIME

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Mientras hay vida, hay esperanza. Y este pasado domingo (15 de diciembre) quedó bien claro que el Pesebre no ha muerto en la plaza San Jaime: la que podríamos llamar plaza mayor de Barcelona, por estar domiciliadas en ella las dos grandes instituciones de la ciudad y de la Autonomía. El método ha sido de respiración asistida, pero menos da una piedra. El espíritu navideño se resiste a ser liquidado. Confiemos en que las autoridades responsables se den por enteradas y procuren no repetir este mismo error en las próximas navidades. 
Menos mal que frente a la gestión casi patrimonial del gobierno, sigue en pie el derecho de protesta y manifestación de los ciudadanos, exquisitamente respetados tanto por la policía municipal como por la policía autonómica. Porque cuesta mucho argumentar a favor de la decisión del Ayuntamiento, cuyo alcalde, que sólo consiguió 10 de los 41 concejales que forman el consistorio, siguiendo consignas estrictamente partidistas se permitió descartar el Pesebre de la plaza del Ayuntamiento, después de 83 años (con la única interrupción de 2020 por el confinamiento del covid) de presencia continuada del Pesebre en las navidades de Barcelona. Con arte y fortuna distintas, como pusieron de manifiesto las mamarrachadas pesebrísticas de la alcaldesa Ada Colau. En fin, que les cuesta mucho a nuestros gobernantes entender que conquistar el poder, no les legitima para poner a sus pies toda la ciudad y toda la ciudadanía 
Que un alcalde con tan escasa representatividad, se empeñe en gobernar exclusivamente para los suyos, prescindiendo del sentir y de la voluntad del resto de ciudadanos (es que, por otra parte, el pesebre es totalmente transversal: no es de derechas ni de izquierdas), con el pretexto de que el Pesebre es “polémico”, se las trae. Claro, atenta frontalmente contra el “progreso” y la “inclusión” (quizá de los musulmanes o de los indúes; bueno, lo que se lleva ahora: una inclusión excluyente) y por consiguiente es mejor eliminarlo, aunque con ello se ofenda y se decepcione a la mayoría de la sociedad barcelonesa, incluyendo a muchísimos de sus votantes.
Menos mal que Corriente Social Cristiana (con la que se fusionó E-cristians), y no es la única, reaccionó contra esa arbitrariedad convocando la manifestación-celebración de los Pesebres domésticos para darle a la Plaza San Jaime el aire navideño que no le da la estrella (diseñada de forma que no evoque en absoluto la estrella de los pesebres. Hasta ahí llega la mezquindad de nuestros gobernantes). Y no ha sido únicamente esta entidad la que se ha movilizado, sino que lo han hecho además otras asociaciones cristianas y un par de partidos conservadores. Lo cierto y consolador es que entre unos y otros, han conseguido crear momentos navideños en esa plaza, amenizados sobre todo por el canto de villancicos. Está previsto que al menos los días 21, 23 y 24 de diciembre, los transeúntes de la Plaza San Jaime puedan vivir la Navidad tal como la han vivido desde su infancia.
Fueron unos cientos de personas, con medio centenar de pesebres, los que acudieron a la convocatoria de Corriente Social Cristiana el pasado domingo. Presididos por el eslogan “Collboni, devuélvenos el Belén: no es tuyo, es nuestro”, allí se montaron su fiesta navideña, amenizada por los villancicos más populares catalanes y españoles con el clásico acompañamiento de guitarras, panderetas y zambombas. Ya los carteles anunciadores de este “aplec” de amantes de nuestras tradiciones (entre ellas las de las fiestas navideñas con todo su tipismo, del que son parte inseparable los pesebres), nos recordaban que en el núcleo de estas fiestas está justamente la Familia, cuyo centro es el Hijo, al que celebramos en Navidad como recién nacido. Y como prototipo de familia en la civilización cristiana, la Sagrada Familia, en su expresión más adversa: sin posada donde dar a luz, teniendo que cobijarse en un establo, con el pesebre (el comedero de los animales) como cuna para el niño recién nacido. Ése era, en efecto, el núcleo de la reivindicación. No echar en olvido algo tan glorioso como el ejemplo de la Sagrada Familia en su momento culminante.  
La representante de Corriente Social Cristiana leyó una declaración de protesta por la ausencia del pesebre institucional en la plaza más emblemática de Barcelona, la que acoge a las más importantes instituciones. "El Ayuntamiento –dijo- no puede vivir de espaldas a la realidad ni quitarle a la gente algo que es suyo. So pretexto de “progreso” e “inclusión” se nos está negando lo que forma parte de nuestra esencia como pueblo y como personas". Y añadió: "El belén tiene un componente religioso, es una tradición profundamente arraigada y además tiene un gran valor artístico. Tras la decisión del Ayuntamiento hay una intención clara de erradicar cualquier vestigio cristiano de la celebración de la Navidad en el espacio público, cuando es una verdad histórica irrefutable que la Navidad tiene origen en el nacimiento de Jesucristo. Eso es laicismo excluyente".
Y para finalizar, declaró: "Rechazamos la decisión del Ayuntamiento de suprimir el belén de la plaza Sant Jaume. Afirmamos que el Alcalde no representa a la mayoría de los ciudadanos de Barcelona. Reclamamos el retorno del pesebre a la plaza Sant Jaume. Apelamos a la ciudadanía y a todos los partidos políticos partidarios de un gobierno democrático, a poner fin a arbitrariedades como esta y a trabajar para construir una alternativa política y cultural que responda a las necesidades reales de nuestra ciudad”.
La fiesta duró un par de horas, dándole a la plaza un colorido y una vitalidad que no ha sido capaz de darle la monstruosa y antinavideña estrella de veinte puntas, a pesar de los 145.000 euros que invirtió en ella el Ayuntamiento, colaborando en el gasto el otro gran vecino de la plaza San Jaime: la Generalidad de Cataluña.
Y ya que estamos en plena celebración navideña, ¡FELIZ NAVIDAD!
Virtelius Temerarius

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1 comentario

  1. Excelente la movida del Corrent Cristià de poner pesebres en miniatura a plaza Sant Jaume, "per emprenyar" evidentemente que de esto se trata como un complemento del apostolado imprescindible. Como detalle muy curioso después de 2 semanas de la fiesta republicana en Notre Dame, el Papa ha beatificado a un grupo de monjas que fueron guillotinadas en la Revolución Francesa, "per emprenyar" al Macron, que muy bien el Papa hubiera podido hacer transcurrir unos meses antes de proclamar esta beatificación, pero por lo que vemos solo ha tardado 2 semanas despues del estreno de Notre Dame. Se puede encontrar en Wikipedia el historial de estas monjas mártires y resulta que fueron encausadas con como que atentaban contra la República por solo escribir cartas entre ellas y otras comunidades "criticando" a la Revolución. De "fer emprenyar" también viven los cristianos al igual como de la Palabra de Dios.

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