Hay una enorme diferencia entre el poder temporal y el poder eclesiástico por lo que se refiere a la relación entre gobernantes y gobernados. La diferencia está en que el poder político lo tiene mucho más fácil para engañar a los ciudadanos, que el poder religioso para engañar a los fieles. Éstos conocen a la perfección el código de deberes que les obligan para con Dios, para con el prójimo y para con la Iglesia. Conocen asimismo los límites del poder eclesiástico. Tienen clarísimo que los textos sagrados, la tradición y el núcleo de la liturgia son intocables, y no hay ninguna autoridad eclesiástica legitimada para modificarlos: ni la del Sumo Pontífice. Porque esos bienes espirituales pertenecen a toda la Iglesia; y por eso la jerarquía, por alta que sea, no tiene autoridad para modificar nada en ese plano. La Iglesia es una estructura piramidal. Y quien está en la cúspide de la pirámide no es el Sumo Pontífice, que al fin y al cabo, sólo es el papa, sino Dios: que nos ha dejado escrita su voluntad.
Por supuesto que es posible engañar tanto a los ciudadanos como a los fieles. Pero, ¡oh sorpresa!, es más fácil engañar a los ciudadanos “libres” que a los fieles comprometidos vitalmente con su religión. La religión religa, ciertamente; pero la política va tras el propósito no sólo de tener atadísimo (impuestos), encadenadísimo (cadenas de medios) y enredadísimo (redes sociales y afines) al ciudadano, sino de anularlo como tal. En comparación, la religión es el paradigma de la libertad: la libertad de los hijos de Dios, mucho más real que “las libertades” y los derechos con que nos engaña el poder político.
La primera evidencia es que cuesta mucho engañar al creyente convencido; puesto que conoce de primera mano los principios de la fe que profesa y sus preceptos. En el poder civil en cambio, el ciudadano-súbdito necesita abogados y jueces que ante la inmensa maraña de leyes y normas que le asfixian, hagan valer sus derechos frente a los abusos de poder convertidos en norma de gobierno.
Hoy estamos metidos en la gran confrontación entre lo que hace y dice el papa (máxima autoridad de la Iglesia en la Tierra) y el Depósito de la Fe, evidentemente vulnerado por las andanzas del papa tanto de palabra como de hecho. No se necesita haber estudiado más allá del catecismo que se enseña en la catequesis, para entender con toda claridad que muchas afirmaciones del papa en cuestión de doctrina, van frontalmente contra las cosas elementales que se le enseñan a cualquier católico. No se necesita ser teólogo ni experto en Derecho Canónico para entender que se están haciendo cosas que chirrían con la doctrina y la tradición de la Iglesia.
Esto se ha puesto más en evidencia a partir del movimiento sinodal iniciado por los obispos alemanes, que ha sido complementado (y ampliado) por el infausto Sínodo de la Sinodalidad instituido por el papa para el resto de la Iglesia católica, que va mucho más allá del interminable Camino Sinodal que propusieron los alemanes. Puesto que, si éstos se habían propuesto una sinodalidad en camino interminable pero auténtica, lo que nos está proponiendo el papa es un sinodalismo arbitrario (es él quien elige a los padres y a las madres sinodales), y es él quien descarta a los que no están dispuestos a seguir sus singulares sinodalidades.
En todo este trajín, hay un hecho tremendamente preocupante, y es la gran similitud de metodología entre la gestión del mundo y la gestión de la Iglesia. Vemos, en efecto, cada vez con mayor claridad, que el poder “democrático” de nuestros países, queda anulado por unos poderes superiores no votados por nadie (nada democráticos, por tanto), que son los que realmente imponen sus agendas a todos los países. Totalmente al margen de sus constituciones, e incluso pisoteándolas.
Y cuando uno observa con atención, cae en la cuenta de que en el gobierno efectivo de la Iglesia se dan los mismos fenómenos que en el gobierno de los países de occidente. Por empezar con un ejemplo indiscutible, tenemos a todos nuestros gobernantes con el pin de la Agenda 2030, impuesta por la ONU, a la cual se la han impuesto las fuerzas que la tienen dominada y financiada. Esa Agenda no se ha votado en ningún país, y sin embargo está por encima de las respectivas constituciones. ¡Y de la Iglesia!
Pues bien, resulta que también el Vaticano (como uno más, uno más de tantos países) y como formando parte de él la Iglesia, está adscrito a esa Agenda que en muchos puntos está en contradicción con la “constitución” de la Iglesia, es decir con los textos sagrados y la Tradición.
Este innegable paralelismo suscita la pregunta de si no será la Iglesia católica uno más de los organismos que se han propuesto colonizar los mismos colonizadores de la ONU y de la OMS, por poner sólo dos ejemplos. Es que las apariencias empujan fuertemente en esta dirección. Parece demasiado, cada vez más, que la Iglesia está siendo manejada por fuerzas externas a la misma, que la empujan contra su esencia y la acercan cada vez más a ese estándar supranacional y suprademocrático al que se han resignado los países.
Nos hemos acostumbrado ya a ver en Europa (y más intensamente aún en España) cómo los gobernantes gobiernan inequívocamente contra el interés de la nación y de su gente (lo de Marruecos es escandaloso; lo de preferir la ayuda militar y financiera a Ucrania en detrimento de las necesidades de los españoles, otro tanto), por atender a los intereses de los que están por encima de ellos.
Y claro, surge una pregunta inquietante: estas apariencias de que la Iglesia se mueve en dirección contraria a su esencia y a sus Constituciones sagradas, ¿no se deberá a que, a imagen y semejanza del mundo, hay unas fuerzas que están por encima de la Iglesia y la mueven en la dirección que quieren?
La pregunta, efectivamente, es ésta: ¿la Iglesia se mueve con total autonomía, desligada de cualquier poder político y suprapolítico, o está sometida a los mismos poderes que mueven el resto del mundo (al menos el occidental)? Y ya, personalizando en la cabeza de la Iglesia, esa pregunta se convierte en esta otra: ¿podemos descansar tranquilos, en la certeza de que el papa no está siendo manejado por grupos de poder infiltrados en la Iglesia? Porque grupos de poder que tiran del papa con demasiada fuerza casi desde siempre hacia posiciones que no son precisamente propias de la Iglesia, haberlos haylos. Y cuando constatamos que las doctrinas a las cuales se está escorando la Iglesia son justo las que promueven los amos no votados del mundo, le entran a uno las dudas de si no serán esos mismos amos los que están moviendo a la Iglesia en esa dirección.
Claro que nada nuevo bajo el sol: el papado, ostentando un poder homologable a los de los demás poderes temporales, fue objeto de la codicia de los demás poderes: su primer afán fue justamente intervenir en la elección del papa para imponer uno que les fuese favorable: hasta el límite incluso de tenerlo sometido. Esa ha sido una constante en la historia de la Iglesia. Y lo del colegio cardenalicio, otro gallinero.
Pero en este momento hay una variable importantísima: los poderes de este mundo han descubierto que el máximo poder es el que gobierna las conductas de los ciudadanos. Es decir que han venido a parar al terreno del poder de la Iglesia: ése es hoy el campo de batalla. Los poderes de este mundo ya no se conforman con las riquezas. Aspiran a dominar las conciencias. Y para eso han de dominar las conductas, han de imponer sus propios criterios sobre el bien y el mal. Han de aplastar y dominar y humillar a la Iglesia en este terreno. E imponerle su voluntad.
Resultado evidente de esta situación es la enorme distancia que hay entre los fieles de base, y el sistema jerárquico que los “pastorea”: empezando por su cabeza. Es evidente que el poder eclesiástico no sintoniza para nada con sus fieles (los del Catecismo). Y que maniobra igual que el poder político (ahí está el tremendamente antisinodal Sínodo de la Sinodalidad) para mantenerse fiel a los poderes que le vienen presionando desde más arriba, sospechosamente análogos a los que presionan a nuestros gobiernos.
Virtelius Temerarius
A la percepción de la doctrina de Cristo por los fieles se le conoce por sensus fidei, esa clarivdidencia que imprime la gracia en el corazón de cada cristiano. No la puede borrar, como usted bien dice, Virtellius, ni los disparates sonoros de Francisco con sus ocurrencias, esas que él proclama que será su herencia. Pues menuda herencia. Sobre el alcance del Sínodo y su encaje en la estructura de la Iglesia se han pronunciado teólogos libres y solventes, no muchos esa es la verdad. Se oye más a los que saben que están en una oportunidad única para minar los cimientos de la Iglesia y a ello se dedican con empeño y ahínco. Resulta curiosa la anécdota de la monja y el sacerdote. La religiosa se puso como un áspid y daba lecciones de evangelio al pobre cura que le recomendaba prudencia. La frase que puso en boca del Papa, y que debió de pronunciarle Francisco, habida cuenta de la familiaridad con que se tratan, era nada menos que la siguiente aberración: "El infierno está lleno de prudentes". Toma esa píldora. Pareciera que allí mora ahora el mismo Señor, pues fue El quien dijo "sed prudentes como serpientes" (Mt, 10.16). Tanto disparate cansa.
ResponderEliminarTotal y absolutamente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarLa bufandita roja que lleva esa señora la delata.
El contubernio que siempre nombraba Franco, es el culpable de querer destruir el Catolicismo.
ResponderEliminarPara destruir un edificio, los zapadores trabajan mejor desde dentro que desde fuera.
Y por desgracia el edificio central está lleno de todo genero de maldades putrefactas.
Una buena fumigación iría de perlas.
Ciertamente, hay que desconectarse de este señor vestido de blanco, de apellido Bergoglio. Desconectar cuerpo por salud mental y desconectar alma por la espiritual. Benedicto XVI en su testamento vital nos legó su gran enseñanza: " ¡Que no les confundan! ¡manténgase firmes en la Fe!
ResponderEliminarEn mi estricta opinión justificada, en el contexto actual, el Papa Francisco enfrenta críticas significativas tanto de sectores progresistas de la Iglesia católica en Estados Unidos como de facciones de la izquierda política norteamericana. Estas críticas se centran en dos aspectos fundamentales: la legitimidad de su elección como Papa y la forma en que ha ejercido su pontificado.
ResponderEliminar1. LEGITIMIDAD DE ORIGEN (TÍTULO-MUNUS) POR RAZÓN DE LA RENUNCIA DE BENEDICTO XVI.
La primera controversia importante se relaciona con la validez de la renuncia del Papa Benedicto XVI en 2013. Los críticos argumentan que esta renuncia podría ser nula por dos razones principales: errores en el latín utilizado en el documento de renuncia y, más significativamente, porque Benedicto XVI aparentemente no renunció al "munus" (la esencia del cargo papal: el título) sino solo al ministerium- ejercicio activo -gobernar y enseñar- conservando el pasivo -rezar y orar-. Si este argumento fuera válido, significaría que el cargo papal nunca quedó realmente vacante.
2. LEGITIMIDAD DE ORIGEN POR RAZÓN DE LA ELECCIÓN DE FRANCISCO.
La segunda controversia sobre la legitimidad de la elección de Francisco se centra en el cónclave que lo eligió. Algunos críticos afirman que fue inválido debido a la participación de cardenales supuestamente excomulgados, vinculados a un grupo conocido como la "mafia de San Galo" por Danneels. Este grupo habría intentado influir en la elección papal, lo que, según los críticos, comprometería la validez de todo el proceso.
3. LEGITIMIDAD DE EJERCICIO (MINISTERIUM)
En cuanto al ejercicio de su pontificado, las críticas más significativas se centran en dos documentos principales: "Amoris Laetitia" y "Fiducia supplicans". Estos documentos han generado controversia porque, según sus detractores, permiten que personas en situaciones moralmente irregulares, (como casos de adulterio, homosexualidad o concubinato) accedan a ciertos derechos sacramentales a personas emparejadas en actos morales intrinsece malum sin necesidad de arrepentimiento, como adúlteros, homosexuales y concubinos, lo que algunos sectores consideran contrario a la doctrina católica tradicional.
Los críticos más severos llegan a argumentar que, al aprobar documentos que consideran heréticos, el Papa Francisco habría incurrido en una excomunión automática (latae sententiae) non declarata (sin necesidad de juicio), lo que resultaría en una "sede impedida" absoluta prorsus impedita, equivalente a una sede vacante. Según esta interpretación, el Colegio cardenalicio debería intentar que Francisco se retracte y, en caso de no lograrlo, convocar un nuevo cónclave.
4. La Teoría de la Resistencia Doctrinal en la Iglesia
Introducción
En la Iglesia Católica existe una teoría sobre cómo los fieles pueden responder cuando encuentran doctrinas que consideran problemáticas o controvertidas (Amoris laetitia, Fiducia supplicans, Traditionis custodes, Abu Dabi, Laudato si, Fratelli tutti...) y la jerarquía (papa, obispos y cardenales) omiten dolosamente su deber y derecho a emitir la debida decisión en defensa de la Fé católica, que es separar de la plena comunión al jerarca infractor (sea papa, obispo o cardenal)
Esta teoría de enfrentamiento ante la herejía y el error se basa la resistencia de San Atanasio contra el arrianismo: el "sensus fidei" (sentido de la Fé) y el "sensus fidelium" (sentido de los fieles). Se explican estos conceptos y cómo se relacionan con la resistencia a ciertas doctrinas
Conceptos Básicos
El Sentido de la Fe Personal (Sensus Fidei)
- Es como un "instinto espiritual" que tienen los creyentes
- Les ayuda a reconocer lo que es verdaderamente parte de la Fé cristiana
- Es un don que se considera otorgado por el Espíritu Santo
El Sentido Común de los Fieles (Sensus Fidelium)
- Es cuando todos los creyentes juntos comparten una misma comprensión de la Fé
- Representa el acuerdo general de los fieles sobre las enseñanzas de la Iglesia
- Se considera una guía importante para la Iglesia en su conjunto
¿Por Qué Algunos Fieles Resisten Ciertas Doctrinas?
ResponderEliminarHay tres razones principales:
1. Para proteger la Fé tradicional que hemos recibido
2. Para evitar que ideas equivocadas se extiendan entre los creyentes
3. Porque hay ejemplos en la historia de la Iglesia donde esta resistencia ha sido necesaria: arrianos, luteranos, calvinistas, anglicanos, revolucionarios, liberales, masones, modernismo, progresismo, marxismo
¿Cómo Se Manifiesta Esta Resistencia?
Los creyentes pueden mostrar su desacuerdo de tres formas:
1. De manera silenciosa:
- No siguiendo las enseñanzas que consideran incorrectas
- Manteniéndose fieles a lo que creen verdadero
2. De manera pública:
- Escribiendo artículos
- Haciendo declaraciones públicas
- Expresando sus preocupaciones abiertamente
3. De manera formal:
- Pidiendo a las autoridades de la Iglesia que revisen la doctrina
- Solicitando aclaraciones oficiales (Dubia)
Proceso de Resistencia
Cuando los fieles deciden resistir una doctrina, suelen seguir estos pasos:
1. Primero identifican la enseñanza que consideran problemática
2. Luego deciden cómo van a responder
3. Después pueden hacer públicas sus preocupaciones: correcciones fraternas, Dubia, peticiones (c. 212 CDC), manifestaciones, cartas, requerimientos y notificaciones.
4. Finalmente, pueden pedir ayuda a las autoridades fieles de la Iglesia
Desafíos y Problemas
Esta forma de resistencia puede crear algunos problemas:
1. Puede causar divisiones en la Iglesia, pero el conflicto es necesario y bueno, pues como dijo Benedicto XVI, todo católico, laico y consagrado, en virtud de su sacerdocio bautismal y confirmacional, tiene el derecho y el deber de desobedecer y resistir proactivamente a toda herejía y separar de la plena comunión a todo heresiarca, usando de las armas del soldado de Cristo de Efesios 6, sea papa (un simple administrador de la verdad), obispo o cardenal (deben de defender martirialmente a la verdad), a ejemplo de San Atanasio con los arrianos, y a modo de los católicos frente a protestantes como Lutero y Calvino y los anglicanos.
2. No siempre hay unanimidad en la Iglesia si una doctrina es realmente errónea
3. Puede crear tensiones con los líderes de la Iglesia. Pero las discusiones y enfrentamientos dentro de la Iglesia Católica ante herejías son excelentes, pues el católico abandona su mediocridad y pasividad y ha de estudiar y ser activista de la verdadera Fé. Dios quiere la discusión y deliberación contra las falsedades y herejías, las enseñanzas imprudentes, temerarias, inseguras: no las quiere, y si la jerarquía no las elimina, suscita el debate y las discusiones e impugnaciones públicas para que la jerarquía se vea obligada a hacerlo. San Atanasio fue excomulgado diversas veces, pero el arrianismo desapareció.
Conclusión
La capacidad de los fieles para reconocer y resistir lo que consideran doctrinas erróneas es una parte importante de la vida de la Iglesia. Sin embargo, debe ejercerse con cuidado y respeto, buscando siempre el bien de toda la comunidad de creyentes.
Puntos clave para recordar
- El "sensus fidei" es la capacidad personal de reconocer la verdadera fe
- El "sensus fidelium" es cuando toda la comunidad comparte esta comprensión
- La resistencia a ciertas doctrinas debe ser respetuosa, firme, intransigente (nunca jamás aceptadar la herejía)
- El objetivo es proteger la Fé de la Iglesia para la salvación de las almas (c. 1752 CDC) y evitar el escándalo y la confusión de pobres y débiles
- Equilibrio entre la fidelidad a la tradición y la unidad de la Iglesia: la Unidad es en la Verdad, no en la mentira, ni tolerada ni disimulada
- Comisión Teológica Interancional del 2014 sobre sensus fidei:
- Capacidad del creyente para discernir la verdad de la fe
- Don sobrenatural vinculado a la virtud de la fe
- Instinto espiritual que permite "pensar con la Iglesia"
- Sensus Fidei Fidelis: capacidad personal del creyente
- Sensus Fidei Fidelium: expresión comunitaria de esta capacidad
- Sensus Ecclesiae: sentido de la Iglesia en su conjunto
Estos temas ya han sido tratados infinidad de veces especialmente por el Virtelius. Parece que Germinans ha perdido intelectualidad. Ya solo falta el pesado Copipasteano con sus triples pastones para dar la lata. Quedan los temas del Diluvio, la Pentápolis y la Creación en 6 días que, son asuntos religiosos-científicos censurados en las encíclicas y prédicas del púlpito, que no salen ni en los libros de la Biblioteca De Autores Cristianos, ni tampoco en la Enciclopedia Católica de Internet, un buen yacimiento para desarrollar cerebros asiduos a misa y para que con la inactividad pensante no cojan el Alzheimer. ¿O más bien preferimos que los parroquianos no piensen y que reduzcan sus cabezas?
ResponderEliminar4.33 horas intempestivas que dedica usted a las elucubraciones. ¿No será usted el almanuense del Sr Garrell? ¿Le parece poco diluvio el de Valencia? ( de agua y de miseria moral por doquier). Falta más prédica de Sana Doctrina y menos monjas con bufandas rojas a modo de estola de madre sinodal
EliminarEn nivel de G.G ha disminuido ya hace tiempo, muy considerablemente.
Eliminarmejor este, al otro le falta el punto enmedio https://silverigarrell2.blogspot.com/
Eliminar4/33, el copipasteano le saluda Señor Silverio.
EliminarDetrás de todo esto existe un asunto que se suele obviar: nadie puede decirle a una persona adulta que es lo que debe pensar y creer. Puedes persuadir, que es distinto pero nunca ordenar.
ResponderEliminarUno tiende a creer más bien que esa actitud generalizada desde el poder que se comenta en el artículo es un signo de los tiempos que nos ha tocado vivir, más que defecto de ninguna estructura. Pero duele que hasta la Iglesia haya caído en la trampa.
Queridísimo y admiradísimo anónimo de las 4:33 (parece que también insomne grave):
ResponderEliminarEn mi modestísima opinión, creo que el Diluvio, la Pentápolis y la Creación en 6 días no revisten carácter de urgencia, ni menos de emergencia en el devenir de la Iglesia actual y pueden esperar tiempos más favorables, en que los fieles sientan auténtica avidez por estos temas. Tiempos que sin duda vendrán. Son temas intemporales, totalmente fuera del criterio de actualidad. Para esos temas, la Iglesia instituyó los ciclos litúrgicos, para que una vez al año vayan apareciendo en las lecturas. Otra cosa es que ese impulso modernista que lamentan los tradicionalistas, usted entre ellos, haya ido expurgando esos temas que usted echa en falta.
¿Se lamenta usted, queridísimo y admiradísimo comentarita, de que especialmente el Virtelius aborde un tema de rabiosa actualidad? ¡Pues qué le vamos a hacer! Ahórrese estas lecturas tan tediosas y vuelva al Génesis (que finalmente es nuestra génesis) y ahí encontrará incólumes sus temas preferidos.
De todos modos le recomiendo encarecidamente que cree usted un blog para tratarlos, y nos ponga un enlace al mismo aquí en Gérminans, o nos lo vaya recordando asiduamente en sus comentarios.
Y acepte humildemente que no todos los lectores de este blog tienen las mismas preferencias que usted ni los mismos criterios de oportunidad.
El 4:33 soy yo que no me ha salido la foto, y quien me pide un blog para tratar estos temas aquí lo tiene desde el año 2005 www.silverigarrell2blogspot.com
Eliminar17.55 Sr Garrell, me alegro que sea usted usted mismo. Le alabó su encendida defensa del Génesis que es libro del Pentateuco y muy serio, no para trapicheos modernistas. Yo, como feligrés sigo a GG pero si usted encuentra que el nivel intelectual decae, publique usted un buen artículo por ejemplo como Dios habla con Abraham que le intebta "regatear" la salvacion de sus ciudadanos y se presenta en Sodoma y ya sabemos lo que pasó.
EliminarEl famoso aggiornamiento de los años 60, fue en realidad una mundanización de la Iglesia, a partir de entonces, es el "mundo" quien marca el paso a la Iglesia, y no al revés como debería ser.
ResponderEliminarEn el actual pontificado ha llegado a términos extremos donde el "mundo" le impone a la iglesia: la aceptación del adulterio, el gaymonio, el feminismo, la agenda anticristiana 2030, la farsa de los calentólogos, el fraude de las "vacunas" por amor, y demás dislates vergonzosos.
Todo muy bochornoso, además de hacer el ridículo.
Como poco podemos hacer contra los que mandan lo poco que se me ocurre es hacerles el vacío en cuantos actos se anuncie su presencia, incluído el vacío económico para que no puedan disponer ni de los dineros. Hay otras formas de donar sin que pase por sus manos.
ResponderEliminar¿La primera foto es real o es fruto de una IA? ¿Da Bergoglio la bendición a una plaza vacía?
ResponderEliminarVirtelius Temerarius es muy optimista. Desgraciadamente, la mayoría de los fieles católicos actuales, formados en la papolatría, no tienen claros los límites de la autoridad del Papa y se tragan cualquier cosa que venga de Roma.
ResponderEliminarEs verdad, sólo es la típica boutade clerical de hacer fotos espectaculares para nada:
ResponderEliminar"El Papa Francisco preside un momento extraordinario de meditación en el Vaticano, desde una plaza de San Pedro totalmente vacía, con la bendición «Urbi et Orbi «por la pandemia del coronavirus."
Es como aquel cura que hizo la misa sin gente y solamente puso las fotos de rostros de personas encima de los asientos de las bancadas...
Pues bueno...