ROMA LOCUTA, CAUSA FINITA

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Efectivamente, ha hablado Roma (no el romano pontífice, sino la institución), se acabó el tema, se extinguió la cosa (la causa). Y se acabó como se vio venir desde el primer momento. Se adelantó la Conferencia Episcopal Francesa: no condenando, que eso es muy duro, sino sólo lamentando (cultismo que el vulgo traduce como “lloriqueando”). Y toda la cristiandad, ¡e incluso la morería!, esperando la palabra del papa. Esperando toda una semana. El papa personalmente no pudo, porque estaba preparando la carta a los seminaristas de todo el mundo, induciéndoles a completar su formación sacerdotal leyendo novelas (los objetivos marcados se pueden alcanzar también viendo series de Netflix) y poesía. Hay que entender que los libros históricos de las Sagradas Escrituras (incluidos las más novelescos de los Macabeos) y los Salmos, más el Cantar de los Cantares, no se nombran en esa carta porque supuestamente se dan por supuestos. Y los Hechos de los Apóstoles, claro está. Pero creo que estamos suponiendo demasiado. En cualquier caso, tuvo que ser precisamente eso lo que impidió que el papa tronara en su momento contra las blasfemias del París 2024. 
En efecto, en esa carta-lección papal de literatura se silencia la literatura bíblica más la gran literatura afín, igual que se ha silenciado en el “comunicado” de prensa de la Santa Sede, la condena de la ceremonia ofensiva de los Juegos Olímpicos de París. El papa se abstiene de condenar esa mamarrachada tan gratuitamente ofensiva. Se abstiene incluso de pronunciarse sobre ella. Deja que sea la oficina de prensa; pero con orden explícita de no ofender a los ofensores ni con el aliento. Ha procurado que el comunicado fuese sumamente escueto: 3 parrafitos sumando 10 líneas en conjunto (porque el que mucho habla, mucho yerra); porque a juicio del más alto mando, tampoco merecía mucho más el asunto: ni excesiva precipitación, ni demasiadas palabras.
Y así ha salido el comunicado que ha salido: que no se note, que no traspase, diciendo sin decir y cumpliendo sin cumplir. Nada de nombrar ni menos de calificar los hechos gravísimos que merecen una condena firme e inequívoca. Nada de eso. El comunicado de prensa, exquisitamente quirúrgico (¿a quién temen ofender?) manifiesta “su pesar” por los hechos que no se explicitan porque todo el mundo los conoce, los comenta y los condena. Es que hay en el mundo, ¡e incluso en la Iglesia!, gente temeraria que hasta se atreve a condenar esos hechos. 
La Santa Sede (no el Sumo Pontífice) entristecida (dice entristecida, no enfurecida) por algunas escenas de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París, no puede sino “unirse a” (no encabezar, no liderar, sino “unirse a”)  las voces que se han alzado en los últimos días para “deplorar” (volvemos al lloriqueo) la ofensa causada a “muchos” cristianos (no a todos, claro está) y creyentes de otras religiones”.
 
Parece ser que en el Vaticano se encuentran bastantes de los cristianos no ofendidos (los que quedan fuera de esos “muchos”). Y parece ser también que el Vaticano se ha sentido en la obligación de hacer de portavoz de los “creyentes de otras religiones” ofendidos por esas escenas. Aparte de eso, la Santa Sede no ha visto mayor gravedad en el asunto, ni ha considerado necesario levantar la voz, ni mucho menos poner el grito en el cielo. Es la finezza de la diplomacia vaticana. Se ha limitado a subrayar su silencio.
Contrasta esta visión tan blanda de la Santa Sede con gran cantidad de otras visiones, sobre todo de católicos, que han calificado esos hechos con una severidad extrema y que no han ahorrado los más graves calificativos. Entre esas otras voces, me place traer a colación la de Juan Manuel de Prada, que sin perder la compostura, ha dimensionado los hechos con un impresionante ojo clínico, contextuándolos en el momento histórico en que se han producido.

 “
La ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París podría presentarse ante el tribunal de la Historia (perdón por la mayúscula) como la ceremonia de clausura de la “civilización occidental” (que nunca fue auténtica civilización, sino parasitismo de apóstatas sobre las ruinas de la extinta civilización cristiana).
Me alegro de compartir con él, parte de esa visión histórica. En efecto, cuando empezó el aquelarre olímpico, titulé mi primera aproximación al tema, con esta sentencia: “Los últimos Juegos Olímpicos de la post-revolución”. Me refería, en efecto, al descreimiento altanero y soez exhibido en esa ceremonia, de la “civilización” que nació con la revolución francesa. Aunque coincidiendo con De Prada, toda esa civilización no es más que los estertores de la civilización cristiana que la precedió.
El contraste entre esta reacción del papa ante el intolerable insulto contra la religión que él lidera, y la que tuvo cuando lo de Charlie Hebdo (el atentado para responder al grave insulto a Mahoma), es abismal. “¡Es normal, es normal!”, dijo entonces, comprensivo con la religión ultrajada, aludiendo al puñetazo que le daría (alegoría del atentado) al que insultase a su madre. Aunque por lo visto, el papa no tiene madre. Y ante la friísima respuesta del papa (como que ni siquiera se dignó responder él mismo) respecto a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París, me resuena ese “¡Es normal, es normal!”, pero esta vez referido no a la reacción, sino al ultraje y a la estremecedora pasividad ante el ultraje. No, claro que no, la ultrajada no es su madre.   
Y luego está la promoción del aborto a través de la exaltación de los grandes abortistas de nuestro tiempo a lo largo de toda la ceremonia inaugural. Ésta es otra de las grandes normalidades del París 2024, como destaca Pablo J. Ginés. Macron (el micro-Napoleón) necesitaba lucirse. 
 
Pero no, eso no es digno de mención, eso nos importa entre poco y nada. Eso (liquidado con un comunicado protocolario de 10 líneas) no podía distraer a la Santa Sede del “cambio radical” que estaba preparando el Sumo Pontífice de la Iglesia católica (eso sí que era importante) en la línea formativa de los seminarios. El papa estaba centrado en la gran cuestión de la “literatura” que han de cultivar los seminaristas: su plato fuerte han de ser novelas y poemas. Un exalumno del profesor Bergoglio anda diciendo por ahí que el genial profesor consumió todo un curso de literatura de bachillerato, al que él asistió, en glosar Platero y yo. Hay que ser largo de glosa para glosar tan extensamente algo tan breve.
Es estremecedor que mientras arde Roma, el emperador se entregue a tocar la lira para amansar las llamas. Ni salvaría el despropósito, el hecho de que esa lección de literatura transmitida en una larguísima misiva papal, fuese magistral, que tampoco es el caso. Cada uno tiene su oficio (Macron tiene el suyo, el de MicroNapoleón, y cumplió con él). Hay buenos católicos que creen que el papa no está cumpliendo con el suyo.
En fin, Roma locuta, causa finita. ¿Y qué ha dicho Roma? Sobre la ceremonia sacrílega de los Juegos Olímpicos de París, Roma, lo que es Roma ha procurado mantenerse en silencio (de perfil, que dicen ahora); y al final ha emitido un escueto comunicado casi igual de silencioso: al parecer de Roma, tampoco daba para más el asunto. Y respecto a la formación de los seminaristas, que es lo importante, lo que propone Roma es “un cambio radical” que consiste en incorporar a su formación, la lectura de novelas (sin desdeñar las equivalentes series de Netflix) y poesías. ¿A ver si tendrá razón mi egregio amigo, que asegura que son cada vez más los que están a las puertas del seminario, y que no piensan entrar hasta que venga un nuevo papa?
Ecclesia quodámmodo tácita lóquitur: la Iglesia, en cierto modo callada, habla.
Virtelius Temerarius

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34 comentarios

  1. Que no hable Virtellius, que no hable. Que hablen esos paniaguados del Vaticano que defienden la sodomía, hasta el punto de bendecirla, sin boda, hasta ahí podríamos llegar... de momento; o la eutanasia. Que no hable el papa. Que recomiende Miau, Diario de un cazador o la Familia de Pascual Duarte y, así, si no se enteran mucho del cristianismo al menos les servirá para las pruebas de selectividad. Qué cabal magisterio.
    No le faltarán aplausos. Porque las miradas de este mundo están puestas en él. Ahí tiene usted al nuevo presidente de la Generalidad, que fue a ver al Papa de la mano de Omella. Y recibió la doble bendición. Acababa de ser responsable de la muerte de ciento y pico mil ciudadanos con una gestión castastrófica del Covid --de manera infame y burlesca dijo que había respiradores para dar y vender, que no faltaban epis, que podía celebrarse la manifestación progubernamental, que había un consejo científico, que impuso el triaje, luego el aborto a calzón quitado y la eutanasia a la brava. menudo personaje desde el punto de vista moral; no es aquí el lugar para hablar de asuntos de política. Desde el punto de vista moral, no hay persona más nefasta a nuestro alrededor. Y ahí lo tiene recibido por el Papa, menos mal que no le dio venia en camisa como hizo Omella.

    Más vale que no hable, Virtellius. Más vale que se quede callado. Que no nos dé la bibliografía recomendada, no sea que salga inesperadamente algún librito de los preferidos, y aprovechados, por Tucho.
    Son tiempos de desorientación doctrinal. Casi de vuelta a la trinchera, al flexo, al codo, al estudio y a la lectura. La lectura de siempre: la Escritura, el Kempis, la historia de la Iglesia, las enseñanzas de los Concilios...

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    1. Totalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.

      Por cierto, no vi al Cardenal en la puesta de largo del gafotas.

      Estaba camuflado como Puchi???

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    2. Muy triste lo de Puchi e Illa...Catalunya en manos de la masonería que ha "alcanzado sus objetivos"...eso creen

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    3. Pobres catalans, tenim el que ens mereixem. Un president justet, justet... intel.lectualment i humanament parlant i uns consellers/es... arreplagats d´aquí i d´allà i a cobrar i a viure...

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  2. Quién habló claro y conciso fue el Gran Ayatolah Alí Jamenei.

    También el presidente de Turquía Erdogan.

    Parece un oxímoron en toda regla .

    Vivir para ver !!!

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    1. Buenos días anónimo18.05 esto del tema de que si.los.Ayatolahs salen en al defensa de Jesucristo, pues bien, lo que ha de suceder al final de los tiempos.es que muchos musulmanes de buen corazón se convertirán al Catolicismo, al igual que los ortodoxos. Los Ayatolahs dudo que se conviertan, estarán con suyas donde dicen que al infiel darle espada. Mire, otros que ni han dicho ni mu son los judíos porque ya le va bien y quizá lo hayan montado(los talmudicos) y los budistas e hinduismo por lo de que Papa pitufo es azul como muchos de sus "dioses"

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  3. ¡¡¡Anda¡¡¡, que si el Papa invita a los seminaristas para su formación que lean novelas ya la tenemos liada bien gorda. Yo les recomendaría a los seminaristas que lean Diluvio Del Genesis de Morris y Whitcomb, Galileo Was Wrong de Robert Sungenis, Sin Embargo No Se Mueve de Gorostizaga, Tornar a Creure En Dos Dies de Jaume Clavé, y tambien al Sr. Silverio en su blog www.silverigarrell2.blogspot.com . Está visto que en Roma quieren contentar al Mundo para que este Mundo asista a las misas y es una gran equivocación.

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    1. https://silverigarrell2.blogspot.com/ El Silverio con la dirección correcta y con la "S" de seguridad. Lean, lean ustedes benditos.

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    2. Gràcies, Silveri! (Jaume Clavé)

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    3. Sr. "Silverio". Vostè es considera una autoritat que cal llegir? El tinc per un monotemàtic que no entén res del que llegeix. Pot escriure en castellà: no sap que els noms no es tradueixen?

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    4. Com tenim el pati des de fa dècades, més val llegir el magisteri d'en Garrell que els "productes avariats" que surten de la Casa Santa Marta.
      En el.que estic d'acord és que a M.H.President Illa no li podem anomenar Presidente Isla o al MH Fugat doncs Ex MH Cimademonte, no seria pas català

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  4. Un especialista en literatura, en relación con la Carta del Santo Padre Francisco sobre el papel de la literatura en la formación (4.8.24), observa que no se ofrece una definición clara de literatura en la carta, ni se delimita su concepto.

    Critica la omisión de autores cristianos de gran relevancia como Gonzalo de Berceo, Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, Dante, Calderón, y otros que han contribuido significativamente a la tradición literaria cristiana.

    El análisis sugiere que el Papa Francisco reduce la literatura a lo sensible y relega lo inteligible, alejándose del racionalismo católico. Esta perspectiva es vista como cercana a la filosofía protestante y distante de la tradición cristiana apostólica y romana, que históricamente ha integrado lo literario-racional y lógico con lo espiritual católico.

    También se critica la ausencia de referencias a autores como Quevedo, quien es visto como un ejemplo esencial de la intersección entre literatura y cristianismo.

    Señala que el Papa no utiliza términos como "razón" o "conocimiento" al hablar de literatura, lo que es visto como un fallo en la valoración de su papel. Además, el Papa se centra en novelas y poemas en lugar de considerar también otros géneros literarios como el teatro y el cuento. Se concluye que la literatura, según el Papa, tiene un rol en la formación personal, pero el análisis crítico sugiere que su enfoque es limitado y carece de la profundidad necesaria, es decir, Bergoglio tiene una cultura limitada, deficiente y con graves carencias incluso dentro de sus creencias católicas.

    Hay un grave peligro en el n. 3, afirmar que "el lector reescribe la obra" al interpretarla, argumentando que esto es una idea propia del luteranismo, donde el significado de los textos depende del lector, inspirado por el Espíritu Santo (libre interpretación de las Sagradas Escrituras.

    Esta perspectiva podría llevar a un idealismo que distorsiona el verdadero sentido de la obra literaria, tal como lo escribió el autor original.

    Además, la libre interpretación luterana conlleva inevitablemente hacia el plurimorfismo anárquico de escuelas de pensamiento, que han destruído toda unidad y jerarquía dentro del Protestantismo, por lo que incapaces ya de hallar una unidad entre ellos, los protestantes afirman que sólo son una comunidad bíblica y nada más.

    La literatura es una construcción humana y racional que utiliza signos lingüísticos con un valor poético y ficcional, lo que la diferencia de otras creaciones humanas. La interpretación de una obra literaria debe respetar las intenciones del autor, sin que el lector o intérprete modifique fundamentalmente su esencia. Por último, se destaca la importancia de tener un concepto claro de literatura, la cual se articula en cuatro elementos fundamentales: el autor, la obra, el lector, y el intérprete, conceptos claros que no los tiene Francisco.

    En efecto, critica la perspectiva del Papa Francisco, quien coloca al lector en el centro de la interpretación literaria, una postura que el autor asocia con la tradición luterana, que otorga al lector la libertad de interpretar los textos a su antojo, en contraste con la hermenéutica católica.

    Precisamente, Lutero, para huir de la racionalidad lógica y objetiva de la teología católica, expresada en la Summa Teológica del aristotélico Santo Tomás de Aquino, se lanza hacia el vacío anárquico destructivo de la libre interpretación subjetiva, sin jerarquías, de las Sagradas Escrituras: aniquila toda Jerarquía, destruye toda Sagrada Tradición y Magisterio y ciencia teológica: lo que pasa por el magín de cualquier fiel es lo válido (de ahí su aceptación de la herética moral de situación en Amoris laetitia y Fiducia supplicans).

    Advierte que esta perspectiva puede desviar la interpretación correcta de una obra literaria. Francisco se desvela como de izquierdas ("no soy de derechas") y protestantizado, ambas dos ideologías subjetivistas.

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    1. Totalmente de acuerdo con el Señor Silver Garrell.

      Me gusta más su nombre diminutivo del Inglés.

      A por ellos, que son pocos y cobardes.

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    2. Si el acercamiento al texto literario es prevalentemente desde la dimensión de la razón, no lo enfocamos bien, porque el texto literario no es un texto filosófico. No digo que el análisis racional no tenga un papel, pero la dimensión estética del texto, y otras consideraciones como la coherencia narrativa, la autenticidad de los personajes, etc, es clave para acercarse al texto literario. Ignorar esto es extrapolar la rigidez dogmática a la literatura, que es precisamente lo que denuncia el Santo Padre en esta preciosa carta. Y en cuanto a la intención del autor, siendo importante, no es criterio único ni imprescindible para analizar un texto, primero porque muchas veces se ignora el autor real (no podríamos entonces analizar la Iliada por ejemplo), y segundo porque hay muchos factores del texto que el propio autor suele ignorar: prevalencia de cierto vocabulario, de formas e ideas culturales coetáneas o incluso procedentes del subconsciente del autor, etc. Si un autor es más que su texto, también vale la sentencia contraria, que un texto es más que su autor. Así, fanáticos tradis, dejad de criticar al Papa hasta cuando estornuda. Nadie lo hace todo mal, ni tan siquiera vuestro odiado "Bergoglio".

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  5. Expresa escepticismo sobre cómo el Papa Francisco relaciona la literatura con un "acceso privilegiado al corazón del ser humano", criticando esta metáfora como imprecisa y mal utilizada. El autor insiste en que la literatura no debe ser vista simplemente como entretenimiento, terapia o algo meramente emocional, sino que debería ser apreciada por su verdadera complejidad y valor intelectual.

    Critica fuertemente la interpretación de la literatura propuesta por el Papa Francisco en su carta sobre el papel de la literatura en la formación, especialmente en la formación de sacerdotes. Argumenta que subordinar la literatura a la calma emocional de la población es un enfoque equivocado. La literatura, según el autor, debe desafiar la inteligencia y no estar ligada a metáforas que confundan su verdadera naturaleza.

    El Papa propone un cambio radical en la atención que se da a la literatura en la formación sacerdotal, pero el autor ve esta propuesta como una continuación de las ideas románticas y emocionales que han prevalecido desde el romanticismo, sin aportar una solución racional o intelectual.

    También critica la cita de un teólogo que describe la literatura como algo que surge del misterio de la persona y toma conciencia de sí misma en su máxima expresión.

    Esta visión es más adecuada para la religión o la filosofía, pero no para la literatura, que él considera una disciplina que "juega" con los misterios, pero "no" se basa en ellos. En resumen, el autor rechaza la visión propuesta por el Papa y aboga por una interpretación más racional e intelectual de la literatura.

    Critica fuertemente el uso de metáforas que el Papa emplea para describir la literatura, considerándolas vacías e inadecuadas para explicar lo que realmente es la literatura.

    Argumenta que estas comparaciones—como la literatura con un mapa, un microscopio, o algo relacionado con la plenitud de la vida—no ofrecen una verdadera comprensión de la literatura, sino que la desvirtúan, creando confusión intelectual y dispersión racional, dando una concepción ininteligible y caótica, creando en el formado (seminarista) un caos de definiciones absurdas.

    Además, subraya que el Papa parece confundir la literatura con conceptos demasiado amplios o incluso triviales, como una dieta alimenticia o la búsqueda de significados en la vida, lo que según él, diluye la especificidad y el valor intrínseco de la literatura como un campo de conocimiento racional e intelectual. La visión de Francisco es superficial e irracional, emotiva y sentimental, carece de base sólida que la vincule con la realidad que debe de realmente representar la literatura.

    Se opone a la noción de que la literatura, en su relación con la tragedia, pueda ser compatible con el cristianismo. Argumenta que la tragedia, como género, es profundamente anticristiano porque asume la pérdida definitiva de valores, sin posibilidad de redención o resurrección, lo que contrasta con los principios fundamentales del cristianismo: el catolicismo es drama, la tragedia es griega, pagana, precristiana, donde todo es inevitable y tiene a la pérdida irreversible, impensable, imprevisible, un fatum decisivo, contrario a la providencia divina.

    Argumenta que describir la literatura como una forma de expresar "la naturaleza propia del hombre" es una tautología y no logra captar la verdadera esencia de la literatura. Sostiene que este tipo de descripciones son demasiado amplias y podrían aplicarse a muchas otras formas de expresión, como un espectáculo circense, lo que desvirtúa la especificidad de la literatura.

    También cuestiona el uso repetido de metáforas como "penetrar en el corazón de las culturas" y critica la incorporación de construcciones lingüísticas innecesarias como "y/o" que no existen en el castellano y provienen de la anglosfera. Para él, estas expresiones no aportan claridad y revelan una falta de comprensión profunda de la literatura que tiene Francisco.

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    1. La mayoría de los lectores que disfrutan de un poema no lo hacen dando la primacía a su contenido intelectual, sino a su contenido estético. Es absurdo no reconocer el lugar propio de la experiencia estética o de exploración del mundo afectivo que tiene muchas veces la literatura. Y denigrar la "metáfora" cuando se habla de literatura y, sobre todo de poesía, que es por definición el lugar de la metáfora, es completamente ridículo y muestra que quien dice esas cosas ni es experto en literatura ni ha leído literatura. Lo mismo es criticar el "emocionalismo" en la valoración de la literatura, cuando el juego de las emociones es precisamente la entraña misma del discurso literario.

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  6. Insiste en que la literatura no debe interpretarse a través de emociones y sentimientos superficiales o metáforas relacionadas con el corazón, ya que esto no aporta al verdadero entendimiento literario.

    La literatura desafía la inteligencia y requiere una interpretación rigurosa, alejada de sentimentalismos y emociones vagas, comparándolo con el rigor exigido en la música: la partitura debe de interpretarse bien, correctamente, o si no, suena mal.

    Subraya que la interpretación literaria debe centrarse en el talento y la capacidad intelectual, no en la reacción emocional.

    Es por ello que considera que el Papa confunde la naturaleza de la literatura al mezclarla con emociones y metáforas inadecuadas, lo que lleva a una interpretación superficial y errónea.

    Además, critica la idea de interpretar la literatura desde una perspectiva religiosa, argumentando que la literatura y la religión son fundamentalmente incompatibles debido a la naturaleza ficticia de la literatura y la necesidad de la religión de mantener sus creencias como verdades absolutas. La literatura es ficción, y la religión es dogma.

    Concluye que la literatura debe ser abordada desde un racionalismo literario independiente, libre de sentimentalismos y de una estructura filosófica y religiosa, que tiene sus propios requerimientos, ya que hacerlo desnaturaliza su esencia y limita su capacidad para desafiar la inteligencia humana.

    - Critica que no hay una adhesión a la literatura en San Pablo: ni San Pablo ni otros autores antiguos como Platón (que también citaba a Homero) se identificaban con la literatura como concepto. Platón, de hecho, expulsaba a los poetas de su República.

    - La literatura es un concepto moderno: el término "literatura" tal como lo entendemos hoy NO existía en la época de San Pablo. Se hablaba de "poética" (poiesis: obra) y otras artes relacionadas con el lenguaje, pero "literatura" nace en el siglo XVIII.

    - La interpretación del Papa es una "apofenia": ver conexiones que no existen. Sostiene que interpretar la cita de San Pablo que hace Francisco como una anticipación de la literatura moderna es forzar el texto y no encontrar un apoyo real en él.

    - La literatura no descubre "abismos": el concepto de la literatura como una exploración de los abismos del alma es una idea romántica del siglo XIX y no se aplica a autores antiguos como Cervantes o Lope de Vega.

    - La complejidad de la literatura: la literatura es un arte complejo que no puede reducirse a fórmulas o explicaciones sencillas. A diferencia de las matemáticas, la interpretación literaria requiere una sensibilidad y un conocimiento profundo que va más allá de lo que una máquina puede ofrecer.


    Cuestiona los beneficios que dice Bergoglio respecto a la lectura:

    - Falta de evidencia científica: cuestiona la afirmación de que "muchos científicos" respaldan la idea de que la lectura reduce el estrés, es una opinión generalizada que de un consenso científico.

    - La importancia del contenido: señala que no toda lectura tiene los mismos efectos. Leer prospectos médicos o tratados científicos no es lo mismo que leer obras literarias.

    - La complejidad de la inteligencia: celebra la aparición del término "inteligencia" en el texto papal, pero cuestiona si se trata de un uso preciso: no dice qué es inteligencia.

    - La lectura y el estrés: argumenta que, lejos de reducir el estrés, la lectura, especialmente de obras complejas, puede aumentar la ansiedad y la complejidad intelectual.

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  7. Cuestiona la relación entre lectura y literatura en Francisco:

    - La ambigüedad de "sumergirse en el texto": cuestiona la vaguedad de la expresión "sumergirse en el texto vivo" y se pregunta cómo se puede lograr esto en la práctica.

    - La contradicción entre leer y no interpretar: considera contradictorio afirmar que lo importante es leer el texto sin prestar atención a las ideas y los comentarios críticos.

    - La importancia de la crítica literaria: argumenta que la crítica literaria es esencial para comprender y apreciar la literatura, y que ignorarla es empobrecer la experiencia lectora.

    - La enseñanza de la literatura: Señala la dificultad de enseñar literatura sin recurrir a la interpretación y al análisis crítico.

    - La emoción y la razón en la lectura: Sugiere que la lectura no se reduce a una mera experiencia emocional, sino que implica también un esfuerzo intelectual.

    - La importancia de la tradición: la importancia de estudiar y apreciar la tradición literaria clásica.

    - La crítica a la subjetividad: reitera su crítica a la excesiva subjetividad en la interpretación de la literatura.

    - La literatura como herramienta de pensamiento: afirma que la literatura puede ser una herramienta poderosa para estimular el pensamiento crítico y la reflexión. La literatura integra toda la potencia del pensamiento lógico-racional y de las verdades objetivas que cohesionan a la persona y la sociedad, dejarla reducida a emociones y sentimientos subjetivos es la destrucción de la literatura.

    - La defensa de la tradición literaria occidental: subraya la importancia de la tradición literaria occidental y la necesidad de preservarla y estudiarla, que está estructurada por tres autores:

    1. Ilíada y la Odisea de Homero

    2. Divina Comedia de Dante

    3. Quijote de Cervantes, partes I y II

    - La importancia del pensamiento crítico: se incide en la importancia del pensamiento crítico y el análisis riguroso en la interpretación de la literatura.


    Deficiencias de Francisco sobre la literatura:

    - Subjetivismo excesivo: rechaza la idea de que la literatura sea un espejo donde cada lector encuentra su propia reflexión. Argumenta que esto lleva a un relativismo peligroso y a una pérdida de la objetividad.

    - Prioridad de la experiencia vivida: asegura que la literatura no enseña a vivir, sino que se debe llegar a ella con experiencias previas. La lectura de una novela como La Regenta no puede sustituir a la experiencia del amor o de la vida en sociedad. Para acceder a la literatura se debe ir "vivido", es decir, haber vivido.

    - Limitaciones de la literatura: cuestiona la idea de que la literatura pueda servir como un manual para la vida. Afirma que cada época tiene su propia literatura y sus propios valores, y que no es posible aplicar las experiencias literarias del pasado al presente.

    - Subjetivismo excesivo: no es posible interpretar algo sin aplicar criterios de interpretación.

    - Falta de objetividad: se critica la tendencia a buscar significados personales en la literatura, sin considerar el contexto histórico y cultural de la obra.

    - Pérdida de los criterios: hay una pérdida de los criterios tradicionales de análisis literario en pro de la irracionalidad de los sentimientos y emociones así como de las interpretaciones subjetivas, carentes de método y lógica, que desembocan en la irracionalidad emotiva del "a mi me gusta", "me dice que"...

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  8. Críticas de la literatura como digestión

    - Metáfora de la digestión: se utiliza la metáfora de la digestión para explicar el proceso de lectura. La literatura, como la comida, es asimilada y transformada por el lector. Pero critica la tendencia a reducir la literatura a una simple herramienta para la autoayuda o la terapia que es eso a lo que conduce la "digestión".

    - Rechazo a las terapias grupales: se debe rechazar de plano las prácticas que reducen la literatura a una terapia grupal, como las sesiones de lectura en las que se busca una conexión emocional superficial.

    - La literatura sirve para comprender la complejidad de la realidad humana, no para escapar de ella o buscar soluciones fáciles.

    - Entrenamiento de la mirada: La literatura permite entrenar nuestra mirada para buscar y explorar la verdad objetiva y práctica más allá de las explicaciones superficiales, emotivas, sensibleras. El subjetivismo y el relativismo es un retorno al paganismo y su sincretismo y pluralidad de dioses.

    - En contra de Francisco, realiza una visión crítica de la literatura contemporánea, señalando una excesiva subjetividad, una pérdida de los criterios tradicionales de análisis y una obsesión con el fracaso y el antihéroe. Propone una vuelta a una lectura más objetiva y contextualizada, que reconozca la importancia de la tradición literaria y la búsqueda de significados universales para la cohesión social y la integración de la psique humana hacia los valores positivos y constructivos. Se critica el relativismo de todos los puntos de vista y negar la existencia de verdades inmutables (las cuales nunca mutan, ni mueren).


    Concluye:

    - Rechazo al nihilismo literario: argumenta que las corrientes literarias que niegan la posibilidad de un conocimiento objetivo y racional conducen a un nihilismo que socava los fundamentos de la interpretación literaria.

    - Defensa de la razón: Se reivindica la importancia de la razón y el análisis crítico como herramientas fundamentales para comprender la literatura.

    - Crítica al misticismo literario: Se rechaza la idea de que la literatura tenga un poder místico o espiritual que trascienda la experiencia humana y cultural, pues representa caer en el peligro de lo que le es propio de la religión, el dogma. La literatura no es dogmática porque no es religión, ni ésta es un "género literario" de historias ficticias que intentan demostrar un Dios poderoso pero sin base histórica real, tal como es la ficción literaria.

    - Literatura como construcción humana: se afirma que la literatura es un producto cultural creado por el ser humano y, por lo tanto, sujeto a análisis y crítica.

    - Relación entre literatura y conocimiento: se defiende la idea de que la literatura está íntimamente relacionada con el conocimiento y que no puede existir al margen de él.

    - El concepto aristotélico de:

    a) poiesis (construcción u obra, hoy dicha literatura),

    b) mímesis (imitación y repetición de acontecimientos de la vida real, la ficción como construcción racional y lógica)

    c) y la catársis (purga o purificación psicológica pero también espiritual y moral)

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    1. En un texto tan extenso, ¿qué ha querido decir? Bla, bla, bla.

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    2. 10:32 : una guía rápida:

      1. Francisco nunca define claramente porque estamos ante un individuo, Bergoglio, poseído por el fenómeno comunicacional caracterizado por la reticencia a definir claramente sus acciones y pensamientos, a pesar de ejercer un notable control sobre los demás.

      Tiene la tendencia a ejercer poder mediante la ambigüedad y la evasión de definiciones claras sobre sus acciones y pensamientos: por ejemplo, jamás ha definido "proselitismo", con lo que hay una angustiosa indeterminación de si lo que hago "es pecado y delito"... lo que le pasa por el magín, que nadie conoce... esto va contra la seguridad teológica y jurídica.

      Con ello evita la discusión y réplica del oponente, el debate organizado e intelectual, incluso recurrir e impugnar sus decisiones desacertadas.

      Ello es devastador tratándose de un monarca absoluto como es un papa por derecho divino. Usa mal sus poderes. Pervierte la figura del pontífice, reduciéndolo a una caricatura de déspota carente de inteligencia y cultura.

      Su forma de gobierno, por tanto, pasa por estos ámbitos:

      1. Manipulación: la evasión de definiciones claras es una estrategia común para manipular a los demás.

      2. Control coercitivo: el uso del poder para coaccionar a otros y limitar sus opciones.

      3. Comunicación pasivo-agresiva: si bien la pasivo-agresividad suele manifestarse de manera más indirecta, la evasión de definiciones claras puede ser una forma de expresar hostilidad de manera encubierta.

      4. Nebuloso: término coloquial que describe la falta de claridad y precisión en el lenguaje, lo cual es una característica clave de este fenómeno.

      5. Dictadura sutil: la evasión de definiciones claras es la herramienta utilizada por líderes autoritarios para mantener el control.

      En resumen, este comportamiento puede conceptualizarse como una estrategia de poder basada en la manipulación del lenguaje y la evasión de la responsabilidad. Al evitar dar definiciones claras, el individuo logra mantener el control, generar confusión y dificultar el diálogo.

      La estructura mental de Francisco es luterano-protestante, es decir, es la pura libre interpretación y definición de los conceptos (en el caso luterano-protestante, de las Sagradas Escrituras).

      Por eso los luteranos y protestantes son sincréticos y sus definiciones y conceptuaciones son subjetivas, inestables en el tiempo y lugar, cada persona o comunidad piensa lo que le da la gana según sus razonamientos.

      Eso se ve en la ideología de Género y los protestantes. Antes estaba mal, ahora está bien, ¿por qué? porque piensan como el mundo, lo que éste diga está bien. Si luego está mal, pues está mal y ya está.

      El protestantismo está aniquilado por el subjetivismo de la libre interpretación del sacerdote universal por el mal del plurimorfismo anárquico:

      - fragmentación, descohesión, sin unidad, sin jerarquía, sin tradición, sin costumbre, sin historia, dividido profundamente, sin identidad fuerte y coherente, debilidad y dispersión, cada grupo crea su ethos, sin propósito colectivo, sin comunión, sin ortodoxia, desorden y caos, grupos no alineados con un propósito común y una comprensión compartida, falta de un marco unificador desestabilizador y desequilibrador de la societas eclesial...

      La base de ello son dos conceptos:

      1. Sola Scriptura: Este principio fundamental del protestantismo, que sostiene que la Biblia es la única fuente de autoridad religiosa, es un motor del plurimorfismo anárquico. Al otorgar a cada individuo el poder de interpretar las Escrituras, se fomenta la creación de múltiples interpretaciones y sectas.

      2. Sacerdocio Universal: La idea de que todos los creyentes tienen acceso directo a Dios y no necesitan de un clero intermediario es el factor que contribuye a la fragmentación, al eliminar la necesidad de una jerarquía y tradición y costumbres que pudieran centralizar y unificar las creencias dadas por Jesús Maestro.

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    3. 10:32 : sigo con la guía rápida:

      Se ha visto que Francisco es un luterano protestante porque genera plurimorfismo anárquico en la Iglesia Católica por la libre interpretación subjetiva y el sacerdocio universal sin mediación eclesial referida al pasado, la Sagrada Tradición y el Magisterio bimilenario. Causa falta de cohesión y unidad dentro de esta tradición religiosa, que se caracteriza por una fragmentación doctrinal y la ausencia de una autoridad que defina aristotélica y escolásticamente los términos y conceptos. Es una debilidad que impide la formación de una comunión colectiva católica fuerte, contrastando con lo que siempre ha sido el catolicismo, profundamente cohesionado y centralizado en torno a la definición objetiva, precisa y dogmática de los conceptos. La estabilidad y la unidad son esenciales para el progreso católico, y cualquier forma de anarquía espiritual, propia de Francisco (Amoris laetitia y Fiducia supplicans, Traditionis custodes) es un obstáculo para el bienestar y la armonía social del catolicismo.

      ...

      En segundo lugar, además de no definir qué es la literatura, observamos dos detalles devastadores sobre la cultura del individuo llamado Bergoglio, Francisco como Papa, ya antedichas:

      1. Que la literatura occidental, la única universal, está estructurada en tres autores:

      está estructurada por tres autores:

      a) Ilíada y la Odisea de Homero

      b) Divina Comedia de Dante

      c) Quijote de Cervantes, partes I y II


      2. La omisión de autores cristianos de gran relevancia como Gonzalo de Berceo, Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, Dante, Calderón, Góngora y otros que han contribuido significativamente a la tradición literaria católica.

      Aquí hay que manifestar el lado izquierdista y negrolengendario contra España de Bergoglio. Detesta a todo lo español, tal como se vio en los trabajos previos a la redacción de Querida Amazonía, un canto al chamanismo, la Pachamama y la teología marxista de la liberación, del ecologismo y del indigenismo más la leyenda negra contra España y Portugal.

      Se refuerza por el hecho que desde 2013 hasta hoy 2024, no ha visitado ni una vez ni Argentina ni España, algo que no es sorprendente, pues además son en estos países donde más oposición ha encontrado contra su disparatado pontificado.

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    4. 10:32 : finalizo la guía rápida:

      Una definición bastante aceptable de literatura, aunque algo incompleta pero es la más rigurosa actualmente existente, es la que ofrece Jesús G. Maestro en su obra Crítica a la Razón Literaria en III, 2.1:

      La literatura es una construcción humana y racional, que se abre camino hacia la libertad a través de la lucha y el enfrentamiento dialéctico, que utiliza signos del sistema lingüístico, a los que confiere un valor poético o estético y otorga un estatuto de ficción, y que se desarrolla a través de un proceso comunicativo de dimensiones históricas, geográficas y políticas [el católico añade y fideísticas, morales, teológicas y espirituales según las verdades dogmáticas católicas], cuyas figuras fundamentales son el autor, la obra, el lector y el intérprete o transductor.

      - la literatura católica no es tanto una lucha dialéctica o un enfrentamiento de ideas individuales, sino una herramienta para mantener y reflejar la armonía y cohesión dentro del Plan Providente de Dios, la cohesión y coherencia del individuo, la sociedad, la Iglesia y la Naturalez con Dios.

      - La definición se enfoca en el valor poético y estético del lenguaje, lo católico pone más énfasis en la función didáctica y espiritual de la literatura, buscando la comunión de los santos.

      - La literatura católica es menos una exploración estética y más una herramienta para la enseñanza y la sincronización espiritual con la comunión de los santos. No busca tanto el impacto estético como el fortalecimiento de la cohesión social y espiritual

      - La literatura perturbadora de lo oscuro y lo erótico no es católica en absoluto nunca jamás bajo ningún concepto.

      - La literatura católica busca la transmisión de verdades divinas y naturales aún dentro de la ficción. Una obra católica por excelencia es El Señor de los Anillos de Tolkien.

      - Para este literato, la ficción es un medio para cuestionar y explorar realidades alternativas, mientras que para los católicos, cualquier uso de la ficción estaría subordinado a la función de reforzar la realidad divina y natural conforme a Dios.

      - Maestro ve la literatura como un producto influido por factores históricos, geográficos y políticos, que interactúa con estos para generar significado. En cambio, lo católico la ve más como un mecanismo para mantener la continuidad y cohesión del orden divino, menos influenciada por cambios externos y más por la necesidad de preservar la armonía de la Providencia Divina.

      - En la definición de Maestro, el autor, lector, obra e intérprete son figuras centrales y distintas. En la cultura católica, la individualidad de estas figuras es menos relevante; la obra literaria está más enfocada a la realidad colectiva de la comunión de los santos, y las figuras de autor e intérprete son vistas más como facilitadores del orden divino que como individuos con un papel único.

      - La literatura católica siempre considera el combate final entre el Bien y el mal que tendrá lugar en el final de los tiempos, el último y fracasado embate del mal contra la Iglesia. El libro mencionado de Tolkien "El Señor de los Anillos" es un fiel reflejo de ello.

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  9. No está nada mal que el papa recomiende a los seminaristas la lectura. Abundan los sacerdotes ignorantes, por desgracia. Muchas novelas (no todas) tienen valor cultural y espiritual (pensemos en la obra de Cervantes, Bernanos, Dostoyevsky, Chesterton, etc., etc.). Ciertamente la reacción de la Iglesia a la asquerosidad de París es tardía y floja. Pero también es un error dar a ese hecho una dimensión excesiva. Unos pecan por exceso, otros por defecto, unos por indiferencia, otros por perder la cabeza. Y por cierto, el comunicado del Vaticano se hizo público hace bastantes días. Lo incluí, en su versión original francesa, en dos comentarios en Germinans, pero no hubo reacción. ¿Hay tan poca gente que sepa francés entre los redactores y lectores de esta publcación?

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  10. La semana pasada, a raíz del artículo sobre la muerte de Mn. Ramis, algunos comentaristas se referían a la presión que soportan algunos sacerdotes con responsabilidades parroquiales por el exceso de trabajo (esa presión no la tienen los curiales ni varios de los canónigos de la catedral, por supuesto); alguien en su post se preguntaba si se sabía algo de Mn. Carlos Barroso y Mn. Santiago Cuquerella, que están de reposo acompañado. A mí me vino a la cabeza otro sacerdote, Mn. Josep M. Llorca (¿se acuerdan de él sus compañeros, y Omella y Santi Bueno, que le han destrozado la vida?), y otro aún joven, Adilson Freitas, que también debe estar pasándolo mal anímicamente. ¿Qué pasa con ellos, Omella?

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    1. El cardenal Omella no está para minucias de sacerdotes atribulados. Un Príncipe de la Iglesia como él, esta seleccionado las novelas para el Seminario diocesano. ¡A ver cuales elige! Le recomendaria "Nada" de Carmen Laforet

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  11. Leí el comunicado en francés y lo entendí; lo que no entendí, es que circulando por ahí el comunicado en español, el comentarista recurriera al comunicado en francés. Pereza de buscar, o rareza.
    Por lo demás, lo llamativo de la conducta del papa, es que le resbalase totalmente la ceremonia de las blasfemias, siendo él quien es (o quien debería ser), y se ocupase tan obsesivamente por rememorar y hasta añorar su antiguo oficio de profesor de literatura (por referencias de quienes lo conocieron, bastante mediocre). Y más llamativo aún es que abandonando toda la riquísima literatura religiosa, más los grandes clásicos de nuestra literatura nacional y la europea en general, se tirase con tanto afán a las noveluchas del día (las de la tele, las series, etc.) como gran materia de formación de los sacerdotes. Puro autoayudismo de baratillo incapaz de remediar el tremendo déficit de formación de los sacerdotes (eso sí, abandonando lo que es su especialidad).

    "Ciertamente -dice usted, señor comentarista, que- la reacción de la Iglesia a la asquerosidad de París es tardía y floja. Pero también es un error dar a ese hecho una dimensión excesiva. Unos pecan por exceso, otros por defecto, unos por indiferencia, otros por perder la cabeza". No sé si entender en ese comentario, que alguien perdió la cabeza criticando esa asquerosidad, y que quien estuvo equilibrado y en su sitio, fue el Vaticano con su comunicado; y sobre todo, el papa, que pasó olímpicamente del asunto.

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  12. Illa , que siendo ministro de Sanidad aprobó la ley de la eutanasia, hablando de defender el humanismo Cristiano...


    I ARAAA....!!!!

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    1. Illa ha sido elegido porque así se ha decidida en alguna logia masónica. Había que ver aquella foto cuando es elegido y a un lado Aragonès y, al otro, a un tal Rull. Menudos cofrades lleva el ministro de los bozales!

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  13. La indiferencia del papa en este grave asunto es motivo de pedir su dimisión.

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    1. Sólo un papa elegido canónicamente o por el mismo Cielo podrá declarar a Francisco Antipapa, Contrapapa, herejías, anatema. Por ahora, hemos de visita instalados en la cerimònia de la confusión de un hombre vocero del Mundo.Los tiempos son de Dios y nos toca paciencia

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    2. Les felicito. Ahora usted es quien determina que hace bien el Papa o no. Vamos como en general G.G. lastima que ustedes nunca se examinan.

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  14. Cuando le colocaban la medalla, sentía como si le colocasen el delantal masónico, jeje.

    Uyyy, como se puso el semoviente.....

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  15. No soy sedevacantista ni nada, pero lo que hay el Roma actualmente es peor que Juan VIII.

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