María ha sido subida al cielo. Éste es el motivo de un gran número de fiestas mayores en todo el orbe católico. Justo en el corazón del verano, en la canícula, en el ferragosto que dicen los italianos.
Esta es la razón por la que tantas iglesias están dedicadas a celebrar la Asunción de la Virgen al cielo. Su representación es evidente: la Virgen María sobre un cúmulo de nubes sostenido por dos ángeles, al menos, con las alas desplegadas en la forma más esquemática (mayormente en escultura), y con legión de ángeles en las formulaciones más barrocas.
Este pasado día 15 barajé dos opciones para ir a misa: ir a la iglesia de Santa María de Gracia o a la de Santa María de Badalona. Repasé los respectivos programas de la fiesta mayor, y opté por esta última. Es cierto que en Gracia la auténtica fiesta mayor es la del 15 de agosto, la de la Asunción, mientras que en Badalona esta fiesta estival (la de toda la vida) ha acabado siendo desplazada por la de San Anastasio (al inicio de mayo), con el evidente protagonismo del demonio: al que se quema, sí; pero es el protagonista de esas fiestas, solemnemente entronizado en todos los colegios del municipio.
Consulté los programas y constaté una enorme diferencia entre el programa de Gracia y el de Badalona. En el primero, no hay la menor referencia a la misa patronal, que ha sido siempre el núcleo de toda fiesta mayor. Ni a la misa, ni a la iglesia. Eso sí, llama la atención una nota en que se explica que los actos a cargo de agrupaciones culturales del barrio corren el riesgo de ser suprimidos por desavenencias entre estas agrupaciones. En cambio, en el programa de Badalona, de corte tradicionalista, la fiesta está centrada en las “colles” dedicadas a gigantes, castellers, correfoc, etc. y en la iglesia. La primera actividad, la víspera, con el repique de campanas de vigilia. Siguen el día 15, a las 8 las “Matinades” por las calles cercanas a la iglesia; a las 10, “Alfombra de flores” (se entiende que ejecución) por todo el pasillo central de la iglesia; y repique de campanas de fiesta mayor. A esa misma hora se pone en marcha la comitiva de las autoridades desde el Ayuntamiento para ir a misa. A las 11, repique de misa (gran protagonismo de las campanas), oficio solemne de Fiesta Mayor; y terminado éste, vuelta de la comitiva municipal. Todo esto figura en el programa ocupando cerca de un tercio del mismo.
En fin, que sorprendidísimo por ese aire de religiosidad de la fiesta, me decidí por Santa María de Badalona. Acudí con tiempo, por si me encontraba con un templo abarrotado. Y efectivamente me encontré por las calles estrechas de la Badalona antigua los grupos folklóricos, gigantes incluidos, que anunciaban la fiesta con sus músicas y bailes. Lo que estaba lleno era el espacio de entrada a la iglesia: el atrio, la escalinata y la plaza. Allí confluyeron todas las “colles”, incluidos, claro está, los “geganters” con sus gigantes. La iglesia se fue llenando hasta llegar la hora del oficio: las 11. A esa hora salieron las autoridades de la iglesia (rector y vicario) al atrio, a recibir a las autoridades municipales y precederlas entrando en el templo, hacia los lugares reservados para ellas.
Me impresionó constatar que en realidad la alfombra de flores era para ellos: los primeros en pisarla fueron el rector y el vicario, y tras ellos las autoridades municipales (al menos una docena, con predominio de mujeres).
Una vez cumplimentado el protocolo de instalar a las autoridades en su lugar de honor, entró la solemne y nutrida comitiva de clérigos, diáconos y monaguillos: los segundos en pisar la preciosa alfombra floral, tras las autoridades municipales.
A partir de aquí, se inició la misa, ciertamente solemne (pero no de pontifical), con el respectivo sermón, hasta llegar al ofertorio, que tuvo un carácter muy singular, por la participación de los grupos folklóricos que venían animando las calles en el día de la Fiesta Mayor. El predicador dio cumplida cuenta de todo este planteamiento, así como de la historia de la solemnidad que celebrábamos, y de los 575 años de antigüedad bien documentada de la celebración de esta fiesta en Badalona.
Pasaron todos a la iglesia (se habían quedado fuera durante la misa: de haber entrado desde el principio, la habrían abarrotado, dejando gente fuera). Pasaron también los gigantes, muy solemnes, para salir todos ellos tras la ceremonia de la ofrenda.
Cada colla hizo su ofrenda, que recibió el celebrante. Formando parte de esta ceremonia se realizó un elegantísimo baile de los gigantes ante el presbiterio. Y como colofón del mismo, estuvo la ofrenda del ramo que llevaba la giganta. Lo cogió con fatiga uno de los componentes de la colla: le caía muy alto. Y lo llevó en ofrenda a la imagen de la Virgen. Pareció que se caía el ramo por detrás del retablo; pero no: lo ataban ahí con un hilo de pescar (invisible) para subir luego el ramo solito hasta posarse a los pies de la Virgen. Por lo visto, todos los fieles estuvimos pendientes de esa pirueta, que fue premiada con un aplauso.
Terminada esta parte de la ceremonia, en que se cruzaron discreta y elegantemente lo folklórico y lo religioso, salieron los gigantes y los representantes de las collas con la misma solemnidad con que habían entrado, por el pasillo central, acompañados con la música de dos flautistas. Ciertamente, muy logrado: me recordó las procesiones del Corpus en que tan mezclado estaba lo religioso con lo profano (de la de Berga, nos quedó lo profano: la Patum).
En la oración de los fieles, me llamaron la atención dos súplicas con sus respectivas ausencias: una, por las monjas (con la ausencia de la oración por los sacerdotes y en todo caso por los religiosos); y otra, por las víctimas de las catástrofes naturales “debidas al cambio climático” (debió entender al redactor de esta súplica, que gozaría de universal consenso). Habiéndose recitado la súplica por esas víctimas, era de esperar que habría otra por las víctimas de la guerra (de las guerras). La eché de menos. Es de suponer que se evitó por no contar con el consenso sobre los buenos y los malos de cada guerra. También me llamó la atención que el “Crec en un Déu”, que fue el gran himno religioso de afirmación nacionalista, antes de la irrupción del “Bon cop de falç”, fuera rezado. Me pareció un signo de decaimiento de la fe religioso-nacionalista.
En resumen, aunque se tratase de la Fiesta Mayor de Badalona pasada a segundo plano por la Fiesta Mayor de primavera (la de san Anastasio), su celebración quedó muy digna. Supongo que me hubiese llevado un desengaño si en vez de elegir Badalona, hubiese optado por la fiesta de Gracia en Barcelona.
Virtelius Temerarius
Nunca he visto muy normal que las autoridades municipales tengan unos asientos privilegiados en las Iglesias.
ResponderEliminarMáxime, cuando la inmensa mayoría de ellos solo van a Misa el día Patronal, para recoger algún voto de algunos feligreses despistados.
Más les valdría tomarse el vermú en el bar de la esquina, jajaja.
Gracia paga su negación religiosa por las desavenencias entre las colles, las cuales suman su segundo año por un "échame allá este correfoc".
ResponderEliminarLa catedral de gracia siempre ha sido la parroquia de Jesús y María.
Todo empezó durante el mandato de la inepta alcalde Colau, cizañera de primer grado, siempre negándose a acudir durante estas fechas de la fiesta de gracia a la catedral de gracias para la misa de la fiesta mayor. Hasta se habló de derribar la parroquia de Jesús y María para hacer un vulgar patio para los niños de la escuela de al lado, la cual fue derribada durante el agosto para evitar las protestas de vecinos y padres para conservar el patrimonio arquitectónico del edificio que se destruyó.
Colau es una mujerona que dejó, desde el ayuntamiento, a Barcelona por los suelos del fregado que montó. Su sucesor, es más de lo mismo, guardando los modales pero misma agenda, ¡no nos engañemos!
EliminarLas fiestas mayores son fiestas de caríz pagano, solo folclore y otras músicas. Como las romerías, basadas en asados, vino a destajo y baile. Aunque es muy loable que las parroquias den a las festividades la trascendencia que les corresponde. Sin embargo no echemos las campanas al vuelo porque las autoridades asistan a la misa de fiesta mayor. Estas, se colocan en el primer banco, y no solo ni se santiguan ni se les oye rezar el padrenuestro, sino que no saben cuando ponerse de pie ni cuando sentarse. En los oficios religiosos de importancia y en los funerales muchos son los asistentes, pero pocos los creyentes. Admitiendo eso, bienvenido todo lo demás y que no decaiga el ánimo.
ResponderEliminarÉsto de bailes, aplausos y demás jaleo en la casa de Dios sobra.
ResponderEliminarAntes del Concilio eso era impensable.
Al final veremos montar los carnavales en las mismísimas narices del Papá y todo.
Sr. Temeraris, si en lugar de irme a Badalona se queda en Gracia acaba antes y, seguro, que en Santa Maríaa hay una celebracion más digna, de menos folclore y chorradas varias. En Gracia que es territorio de ERC, Cups I dimonis pues ya se sabe que no van a ir a Misa ni dominical, ni patronal.ni nada de nada.
EliminarA los carnavales que montaron con la Pachamama y el falo enorme en sus mismísimas narices ya hubo bastante, creo!
EliminarRecuerde los autos sacramentales de la época medieval, y de cómo el teatro musical en las iglesias dio paso a la zarzuela, la ópera y la opereta, cada una en su país.
EliminarEl milagro que aún queda de las fiestas mayores es el oficio solemne al patrón o patrona del pueblo respectivo, y luego los sacerdotes celebrantes predican homilías atléticas para no ofender a nadie en estas festividades donde se da rienda suelta al pecado con toda clase de espectáculos frívolos. Respecto a la Asunción de María es una mujer que sube a los cielos en cuerpo y alma, un don sólo concedido a los grandes santos, Elías, Moisés, Jesucristo, y el más reciente histórico María Santísima. Se podría montar alguna homilía desde Roma, desde este lugar "anti-enfadador" de poderosos, que esto de ascender a los cielos es el verdadero ascender y no el de los viajes a Marte con tanto gasto de dineros mientras en esta Tierra no paramos de matarnos en guerras. Pero como en Roma no quieren enfadar a la NASA lanzan vítores a los astronautas y a toda la ciencia extraterrestre que busca en el Espacio los orígenes de la Vida cuando las Escrituras lo llevan bien claro. En estos tiempos de atroz sequía es muy oportuno predicar la historia bíblica del origen del agua de los océanos que en esta tierra tan deforme con el 75 por ciento de la superficie cubierta por el agua, es una anomalía de la cual las Escrituras dicen algo censurado por el Catolicismo: las Fuentes del Abismo que se rompieron, el agua del Abismo que era bajo tierra subió arriba e inundó el planeta, (las cataratas de los cielos son otra cosa distinta). Homilías haberlas hailas y si queremos la gente a misa el agua debería ser el gran espectáculo. Las misas de fiesta mayor son una gran oportunidad para predicar "enfadosamente", y contra la superpoderosa NASA cuando el asunto trata de la Ascensión.
ResponderEliminarSr. Garrell, me gustaría (como experiencia) escuchar una homilía suya, Veríamos cuántos la soportan hasta el final.
EliminarSr. Garrell, suerte tenemos de usted que nos ilustra porque la clerecía no está para ahondar en sí la Creación fue en 6 días o en 6mil millones de años. Sólo en scriptoriums de algún apartado monasterio se conservará las lámparas que alumbraba tanta oscuridad post-festivales de verano
EliminarTotalmente de acuerdo con Don Silver.
ResponderEliminarNos dicen que van a Marte y no van más allá del desierto 🐫🐪 de Gobi, jajaja.
En Tortosa,en la Catedral, un domingo ordinario, 20 personas.
ResponderEliminarMisa solemne, Obispo incluido, a reventar, y unos aplausos que indignan a cualquier Católico normalito.
Por favor....!
Tienen un problema grande con los aplausos supongo que prefieren los llantos. Jjj Lo siento en Tortosa estamos muy bien.
EliminarLo peor es cuando toma posesión un Obispo en Tortosa.
ResponderEliminarRecuerdo cuando tomó posesion nuestro amigo Sistach.
Las piedras.goticas.aun vibran 30 y pico.años después de tanto aplauso injustificado.
Por.favor....
¡Pobre catedral de Barcelona, lo que tuvo que aguantar y lo que aguantan esas nobles piedras! Quien sabe si no oiremos hablar a esas piedras...
EliminarMuchos comentarios del señor Silveri Garrell "van a misa". Los leo siempre con sumo interés.
ResponderEliminarA misa han d'anar perquè aplaudiments els aplaudiments han de restar fora de les esglésues. ¡Més predicar el Génesis I menys "dialogar amb el món"!
ResponderEliminarQuè vol predicar del Gènesi?
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