Me llamó poderosamente la atención un reciente comentario del P. Santiago Martín en su canal de YouTube sobre la responsabilidad de la Iglesia, guardiana de la moral de nuestra civilización, en la implantación del aborto como un elemento positivo de nuestra cultura, como un progreso, como un Derecho Humano. Argumenta Santiago Martín que, a fuerza de claudicar la Iglesia una tras otra en tantas cuestiones, concretamente sobre moral de relación, moral familiar y moral sexual, ha desembocado inexorablemente en el tsunami del aborto. Porque el destrozo que ha hecho el aborto en toda nuestra moral y en toda la sociedad, es de dimensiones bíblicas. Y aún está por llegar el destrozo que trae consigo, inexorablemente, el tsunami en toda la estructura humana de la sociedad. Peor que la invasión de los bárbaros.
Las élites eclesiales, a fuerza de “misericordina” no sólo con el pecador, sino también con el pecado, han conseguido trivializar todas las conductas sexuales desviadas de su fin natural, que han desembocado finalmente en la más criminal de todas ellas, el aborto: que en nuestra sociedad ha llegado a tal nivel de cohonestación y de aceptación, que ha alcanzado en las legislaciones “más avanzadas”, el carácter de derecho humano tan básico, que ha de ser promocionado socialmente e inculcado en las escuelas desde la más tierna infancia. Los pastores de la Iglesia, dedicados durante tantos decenios a alentar y bendecir las causas (estamos ante la culminación oficial de esas bendiciones), no pueden luego condenar los efectos. Así que no les queda más remedio que pasar de puntillas y guardar vergonzoso silencio ante la inmoralidad institucional a que han dado lugar tantas bendiciones fuera de lugar.
Por supuesto que la Iglesia en su conjunto se ha manifestado siempre contra el aborto a todos los niveles. Oficialmente, claro está, en sus discursos, en sus documentos y en sus declaraciones. ¡Faltaría más! Pero sus responsables han consentido que cardenales, obispos y sacerdotes, a título personal, se manifestasen de viva voz y hasta por escrito con cierta benevolencia sobre el aborto: sin que eso tuviese ninguna repercusión disciplinaria. Que si hasta la implantación no hay aborto (Instituto Borja de Bioética), que a veces no hay más remedio (el aborto por compasión del cardenal Fisichella). No sólo eso, sino que desde la más alta responsabilidad de la Iglesia se ha percibido una enorme pasividad ante la furibunda promoción del aborto hasta en sus formas más truculentas cada vez en más países de la geografía católica. Incluso quedó avalada y reforzada esa pasividad con esas reveladoras palabras del papa: “No vamos a estar hablando siempre del aborto”. Palabras que venían confirmadas por la realidad de unas pocas condenas formales al año. No en documentos ad hoc, como han merecido por ejemplo la bendición de parejas irregulares (aceptación nuevamente de conductas sexuales condenadas desde siempre por la Iglesia en defensa de la familia), o la limitación de la misa según el vetus ordo, sino con declaraciones de circunstancias. El hecho cierto, incontrovertible, es la enorme pasividad de la Iglesia ante el avance imparable del aborto. Una pasividad que gran parte de la sociedad (y de los católicos) ha percibido como connivencia. En efecto, el porcentaje de católicos que, en sintonía con la sociedad, ven aceptable el aborto en según qué casos (por ejemplo, en caso de violación, por ejemplo, durante el primer trimestre de embarazo o cuando se diagnostican enfermedades en el feto o en la madre como resultado de la maternidad rechazada) es escalofriante. Y esos católicos tienen la impresión de estar en sintonía con la Iglesia.
Ahí está el Hospital de San Juan de Dios de Esplugues, propiedad de la Orden Hospitalaria, donde -dicen ellos mismos- que “sí que practican abortos para grandes malformaciones”; el Hospital Comarcal de Sant Celoni y el de Granollers en cuyos patronatos participa el obispado de Tarrasa, donde dan la píldora abortiva, esterilizan y abortan cuando les viene bien. Todo, eso sí, sin notificarlo a la Generalitat por expreso deseo de los directivos en connivencia con el gobierno autónomo. No sea que alguien esgrima un documento oficial para denunciar la sinvergonzonería de que instituciones bajo la responsabilidad moral de la Iglesia, hagan de su capa un sayo en un tema fundamental.
Capítulo aparte merece el Hospital de San Pablo de Barcelona, en cuyo Patronato está representado el cabildo de la Catedral. Durante treinta años realizaron abortos sin parar bajo la supervisión del Dr. Calaf, jefe de ginecología y abortista compulsivo. Tras la presión que sufrieron por las continuas manifestaciones que desarrolló la asociación Derecho a Vivir desde 2011 a 2017, denunciando las prácticas antivida del hospital, ahora afirman desde la Muy Ilustre Administración del centro sanitario que han dejado de asesinar a los no nacidos. Han engañado al arzobispado durante treinta años, ¿y ahora dicen la verdad? Permítanme que lo dude. De momento, en vez de defender la vida de los no nacidos, dicen derivar los abortos a otros centros. Evidente hipocresía que, hasta ahora, parece satisfacer al Cabildo.
Es que parece que a la Iglesia de hoy le horroriza el pecado; pero no en la forma propia de las Escrituras, de la Tradición y del Magisterio, sino en la forma en que le horroriza al mundo. El mundo detesta el pecado: tanto, que lo niega de plano. Y es aquí donde según Santiago Martín, aparece de lleno la responsabilidad de la Iglesia en el estado actual del aborto, con millones de seres humanos, en el mundo católico, liquidados en el vientre de su madre: siendo considerada ésta la única responsable moral y legal (de buena moralidad y de buena legalidad, por supuesto) de esas conductas. Lo que el mundo no sólo despenalizó, sino que incluso dignificó, la Iglesia lo ha “despecalizado”, haciendo que la excomunión latae sententiae en la que incurre quien procura el aborto, si éste se produce (Canon 1398), la pueda ya levantar cualquier sacerdote y no sólo el obispo como hasta hace poco. Y sigue “despecalizando” más y más conductas sexuales que antes (eso era antes) eran pecado. Es que, según la teología protestante tan en boga en la Iglesia católica, hagamos lo que hagamos, estamos “justificados”. Es para acomodar sus pasos a los del mundo, que anda tras algo tan simple y tan ingenuo como la comodidad. Sí, claro, la inmensa mayoría de los abortos, tienen como motivación la comodidad. No, el aborto no se vive como algo malvado sino como un apaño práctico para no complicarnos la vida.
Recordemos el escandaloso caso del Rvdo. Manel Pousa, diocesano de Barcelona. Él mismo se jactaba en su biografía Pare Manel. Més a prop de la terra que del cel que había pagado el aborto a unas chicas sin recursos económicos para que lo hiciesen en las mejores condiciones sanitarias. La Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida entonces por el cardenal Ladaria, dictaminó que no había incurrido en excomunión por no haber concurrido en la intención del delito y por no haber tenido complicidad principal en los abortos, ya totalmente decididos y llevados a cabo por dos chicas en situación económica muy precaria.
¿Y cómo hemos llegado a esta situación? La concatenación de hechos (de dejaciones por parte de la Iglesia y de aberraciones por parte de la sociedad) para llegar al punto en que estamos, es interminable. Y nos falta aún ver qué hay más allá del precipicio. En el comportamiento humano se dan conexiones a menudo sorprendentes de todos los elementos que lo constituyen. Estas conexiones se rigen por reglas rigurosas, en virtud de las cuales se establece una absoluta dependencia entre sí de todos los elementos que lo forman. Igual que ocurre en biología y en climatología (que es la disciplina en cuyo entorno se estudió este fenómeno al que se denominó “el efecto mariposa”). De ahí que imaginar que la implantación del aborto (después de un rosario de disparates) en la normalización de las costumbres iba a quedarse ahí, sin efectos en todas las áreas de la vida, es pura e insensata ilusión. Es cerrar los ojos con fuerza, para no ver lo que se nos viene encima. Estamos condenados a ver (no de inmediato, pero llegará) que el aborto es la causa, la conditio sine qua non, de las calamidades que están por llegarnos en el proceso de descomposición y derrumbe de nuestra sociedad.
Un ejemplo totalmente gráfico del efecto mariposa, es cómo el dejar caer una colilla encendida en la carretera que cruza el bosque, o dejar en él los cristales de una botella rota, puede cambiar una extensísima región a causa del incendio provocado, con todas las repercusiones que se van desencadenando en el entorno. Y claro, a la hora de ver la conducta de ciertos eclesiásticos en la salvaguarda de la moral, ¡hay que ver cuántas colillas, cuántos cristales rotos, e incluso cuánto incendiario suelto con su bidón de gasolina, ha tenido que soportar la Iglesia. A la vista de ello, poco sentido tiene que nos lamentemos de la devastación que han dejado los incendios provocados y la sequía consiguiente.
Otro ejemplo del efecto mariposa, son las alteraciones profundas que se han producido en la fauna de algunos países introduciendo una pareja de conejos o una insignificante colonia de hormigas trasladada en un tronco seco. Y sí, no son pocas las especies extrañas que ha introducido la Iglesia en su seno. De apariencia totalmente inofensiva, pero llevando a cabo una colonización de efectos devastadores. Y nosotros, erre que erre, venga a jugar con fuego. Es su moderno deporte, hoy tan intensificado.
Pero ya nos advirtió el divino Maestro: Cuando veáis, pues, la abominación de la desolación, anunciada por el profeta Daniel, erigida en el Lugar Santo (el que lea, que entienda), entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes… (Mateo 24:16), porque cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación (Lucas 21:28). Así pues, todavía hay esperanza. ¡Ven Señor Jesús!
Custodio Ballester Bielsa, Pbro.www.sacerdotesporlavida.info
Lo de Manel Pousa es una vergüenza que demuestra que tanto en el derecho civil como en el eclesiástico el delito siempre es relativo a quien lo comete. Si hubiese sido un cura desgraciado, lo habrían crujido para demostrar que hay justicia. Cómo Pousa tenía la Creu de Sant Jordi y poderosos apoyos políticos fue absuelto. Que Dios le haya perdonado
ResponderEliminarEl Papa en ciertos detalles tiene razón, se refiere que en hablar de un mismo tema siempre (aborto) aburre a la concurrencia. Es verdad que el aborto es un asesinato cruel pero en las filas del Clero se hace ojazos a este problema para nadar y guardar la ropa, la ropa que son las riquezas clericales que por esto también nació el celibato obligatorio. En hablar siempre del Aborto incurrimos en un fallo de redacción literaria que consiste en repetir siempre las mismas frases que cansan a los lectores. El Mal en mayúscula es múltiple y también debería salir en los discursos el Mal del Evolucionismo Humano del mono pasando al hombre, la falsificación de la historia humana con miles de años de la Edad De Piedra, los miles de años de la Civilización Egipcia, y los miles de millones de la edad de la Tierra, que por cierto en polemizar juntamente con Aborto y Evolución ya tendríamos el patio de butacas bien divertido, pero si solo mencionamos Aborto caemos en reduccionismo literario. Aquí tengo algo https://silverigar.blogspot.com/search/label/Reixach%20Jaume
ResponderEliminarHa leído alguna de las obras del P. Teilhard de Chardin? Lea, docujméntese y luego replique.
EliminarProbablemente se ha olvidado de decirnos que todo esto lo resolvería el Diluvio.
Un muy interesante artículo de Mn. Custodio. Unas opiniones y valoraciones.
ResponderEliminarEn demografía, la población que no ha nacido debido a la muerte prematura de mujeres por diversas causas como aborto, hambre, guerra, emigración, desplazamientos, genocidios, pandemia, epidemia o grandes catástrofes, puede recibir el nombre de población no nacida, también "población fantasma" o "población olvidada, ignorada, perdida, cancelada o destruída":
- Población potencialmente no nacida: Se refiere al número de hijos que una mujer podría haber tenido durante su vida fértil si no hubiera muerto prematuramente, en este caso, por el aborto
- Pérdida de vidas potenciales: Este término abarca tanto la población no nacida como los años de vida perdidos por las mujeres que mueren prematuramente.
Entonces es muy fácil saber el número de abortos en el vientre de las mujeres que permite el Estado y la Generalidad, tanto la población abortada real como la población potencialmente no nacida.
Salvo error u omisión, y haciendo la suposición de que todas las mujeres son fértiles (en realidad sólo lo serán las de 1987-2006), que han abortado tanto mujeres nacionales y extranjeras y nacionalizadas, entonces tenemos la población real y potencialmente no nacida en Cataluña para dos o tres generaciones:
1. Población realmente no nacida período 1987-2023: para este período de abortos que se tiene constancia, se estima que habrán unos 600.000, de los cuales supongamos que las mujeres realmente no nacidas son el 50%, unas 300.000 mujeres abortadas.
Primera generación realmente matada: 600.000
Mujeres matadas en aborto: 300.000 (50%)
2. Población potencialmente no nacida de primer orden: si tenemos 300.000 mujeres matadas realmente en aborto en 1987-2023, calculando una tasa de 1,20 hijos por mujer, indica que la población potencialmente no nacida de primer orden es de 360.000 hijos e hijas asesinadas en abortos legalizados y promocionados por el Estado y la Generalidad
Segunda generación no nacida potencialmente: 360.000
Mujeres matadas potencialmente: 180.000
3. Población potencialmente no nacida de segundo orden, tercer orden...: es fácil de calcular, simplemente se calcula que los 360.000 abortos anteriores, unos 180.000 son de mujeres, calculando la misma tasa de 1,20 hijos por mujer, entonces son 216.000 abortos de hijos e hijas, y así sucesivamente...
Tercera generación no nacida potencialmente: 216.000
Mujeres matadas potencialmente: 108.000
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Por tanto, calculemos el número de ciudadanos catalanes asesinados a través de la ley del aborto desde 1987 hasta 2023 (reales) y los potenciales (1987 hasta dos o tres generaciones):
- Población no nacida realmente 1987-2023: 600.000
- Población no nacida potencialmente de primer orden: 360.000
- Población no nacida potencialmente de segundo orden: 216.000
Entonces, el aborto en Cataluña, desde 1987 hasta dos o tres generaciones, ha matado a una población real y potencial estimada en un total de 1.176.000, podemos decir, 1,2 millones.
De haber nacido este 1,2 millones de personas que ya nunca jamás podrán disfrutar del banquete de la vida, la emigración habría sido necesaria sólo en una cantidad media-baja, y se habría podido seleccionar su cantidad desde el país de origen, entrando de forma concertada, consensuada, regular, constante, programada, controlada, de calidad, productiva, equilibrada, adaptable, acomodada, confortada, asumible y asimilable.
La impresión que se tiene, incluso por gente ajena a este drama, es que, por un lado,
ResponderEliminar- el Estado se ha hartado de matar a sus hijos, tanto sean de madres nacionales, nacionalizadas o emigrantes (aquí el Estado es democrático),
y de otro lado,
- el Estado (que tiene el control de las fronteras y la emigración) se ha dedicado a rellenar este vacío poblacional causado por el aborto de sus propias mujeres a través de lo que, por ejemplo, dijo un obispo africano, "llevándose parte de la juventud africana", que a su vez deja otro vacío en su país de origen al despoblarlo de su juventud creativa y productiva: al tirar de la manta para taparme la cabeza española y catalana, dejo fríos los pies africanos... genial... y como dijo este obispo africano, sólo para tener como quien dice "ya" a la población trabajadora de 18 años hacia delante en los puestos de trabajo al momento.
Y otro demógrafo dijo: el vacío demográfico catalán, español y europeo será rellenado por todo el resto de países de emigración, pues la naturaleza tiene "horror vacui".
...
Lo peor es que se genera un verdadero monumento a la muerte ante Dios mismo, en una tierra que era católica y mariana, que veneraba y adoraba a la Sagrada Familia, un monumento que ya debe de acercarse o superar el millón de niños inocentes, indefensos y desvalidos catalanes. Este gran crimen no quedará sin castigo, y ya lo vemos de forma natural simplemente con el envejecimiento de la población y la disminución del número de niños. Y si no hay niños, la civilización técnicamente colapsa, pero el vacío siempre se cubre por "horror vacui" de la naturaleza.
Y con el silencio absoluto de los obispos catalanes y de todos los restantes consagrados y laicos dirigentes y destacados, de la Iglesia llamada Església Progressista, Nacional y Alternativa de Catalunya, el nacional-progresismo.
Además, esta matanza se realiza bajo la promoción por parte de unos supuestos izquierdistas que dicen proteger al más indefenso y de unos supuestos patriotas catalanes que deberían de proteger a sus conciudadanos, compatriotas y connacionales, y que todos ellos se llenan la boca de que protegen a las mujeres y niños.
Ni son izquierdistas, ni son patriotas, y el silencio de la Iglesia jerárquica y comprometida, provee otro indicio de que ya no es católica.
¿Nadie tiene temor de Dios?
¿Nadie ve el castigo y las consecuencias naturales y divinas que está por venir?
¿No se sabe que Dios ha comprado con la pasión y muerte en cruz de su Hijo a todos los niños no nacidos?
¿No se sabe que Dios quiere que todos los niños por nacer, los nasciturus, puedan disfrutar del festín de la vida?
Hay que ponerse las pilas y pensar en soluciones, en proteger el derecho a la vida de los no nacidos, en promover los nacimientos y la demografía equilibrada.
- Estudio del CEU: la mitad de los españoles no se casará nunca, la mitad de los matrimonios se rompe
ResponderEliminarreligionenlibertad.com/vida_familia/580338763/estudio-ceu-mitad-espanoles-casara-nunca-mitad-matrimonios-rompe.html
1. Disminución del matrimonio y aumento del divorcio en España:
- El 50% de los jóvenes y de mediana edad no se casaría nunca
- Porcentaje similar del 50% de matrimonios españoles se divorcian
2. Desplome de la nupcialidad:
- 20% o menos de bodas católicas en la actualidad (frente al 99% en 1976)
- Probabilidad de casarse antes de los 50 años ha bajado a 43% para hombres y 47% para mujeres (era casi del 100% en 1976)
3. Edad de matrimonio:
- Edad media al contraer matrimonio ha subido en más de 10 años desde 1976
- Los españoles son los europeos que se casan por primera vez a una edad más tardía (solo superados por los suecos)
4. Impacto en la tasa de fecundidad:
- Menor tasa de bodas y alta divorcialidad, ello causa un impacto negativo en la tasa de fecundidad
- Matrimonios tienen más hijos que parejas de hecho o padres o madres solitarios
5. Hogares monoparentales:
- Más del 10% de los bebés se criarán con un solo progenitor
- Cerca de 2 millones de niños y jóvenes españoles se crían sin un progenitor
- El 20% de los hogares con hijos son monoparentales
- En el 3,6% de los nacimientos de 2022 no consta padre
6. Otros datos:
- El 53% de los bebés de madres españolas no casadas en 2022 (frente al 2% en 1976)
7. Conclusión:
El matrimonio en España está en crisis, con una disminución en la tasa de bodas, un aumento en la edad de matrimonio y una alta tasa de divorcios. Esto tiene un impacto negativo en la tasa de fecundidad y en la cantidad de niños que se crían en hogares monoparentales.
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El aborto en España, y pronto se sumarán las eutanasias con sus próximas estadísticas, más el número de embriones congelados y cancelados en su conservación, hacen válida lo que dijo San Juan Pablo II: que la civilización del amor es incompatible con la cultura de la muerte y la ideología de género, y como se dijo en Fátima, que la lucha de hoy es de satanás contra la vida, la familia y el matrimonio, la educación de los hijos por los padres, principios innegociables, junto con el bien común, establecido por Benedicto XVI.
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Nacimientos y abortos en Cataluña 2022:
a) Nacieron 56.344 niños:
- 29.161 niños
- 27.183 niñas
b) Se abortaron 21.885 niños:
- Niños: Se estima que 10.753 abortos fueron de niños
- Niñas: Se estima que 11.132 abortos fueron de niñas
Se puede calcular que el Estado y la Generalidad permiten que en lugar de haber 58.000 niños en Cataluña, sacrifican el siguiente porcentaje en el altar siniestro del aborto:
- Proporción de niños nacidos: 72.2%
- Proporción de niños no nacidos: 27.8%
Un artículo interesantísimo y muy acertado. En ecología se ha demostrado la interconexión absoluta entre todos los factores que constituyen un medio ambiente. En el plano social, psicológico, cultural, etc. sucede lo mismo. De este modo se manifiesta el perfecto orden querido por la Providencia. Benedicto XVI habló bastante sobre ecología y sobre la necesidad de un equilibrio ecológico espiritual en el hombre.
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