ALGO SE MUEVE EN BARCELONA

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Francamente, viendo cómo está Gerona, ya en coma irreversible; viendo el camino que lleva Barcelona y la fuerza que se ejerce en la archidiócesis y en toda España para que se vea bien marcado en ellas a fuego el sello vaticano, en uno de los momentos en que ese sello no es precisamente un modelo evangélico (Se Cristo Vedesse, SCV, que dice la matrícula de ese Estado Sin Derecho), y viendo cómo ese Estado ha creado en Uruguay una nueva diócesis con 7 parroquias y 8 sacerdotes, desgajándola de una diócesis con menos de 80 parroquias y otros tantos sacerdotes, viendo la obsesión ultraclericalista que mueve todo ese peso muerto cada vez más pesado y cada vez más muerto, no nos queda a los católicos otro consuelo que volver la mirada y la esperanza hacia los laicos. Por ejemplo, los que se reunieron en la universidad católica Abat Oliba el pasado 28 de enero.
Cierto es que hace un par de meses se reunió también en Barcelona, el Congreso Inspira cuyo objetivo es reanimar las parroquias. Es una iniciativa clerical, a través de la que los sacerdotes mejor dispuestos, hacen un gran esfuerzo por cumplir lo mejor posible con su misión, intentando encontrar fórmulas nuevas para resucitar las parroquias: que al fin y al cabo son su oficio, su ministerio. Pero claro, ellos forman parte convencida en mayor o menor grado (pero en ningún caso en contra) de las directrices doctrinales y pastorales que mueven hoy la Iglesia desde su más alta cúpula. Y es evidente que con esa guerrilla interna que lleva el clericalismo eclesiástico, es muy difícil no ya entusiasmarse, sino ni tan siquiera aclararse. Clericalismo eclesiástico (hoy no hay cosa más clericalista que la Fiducia supplicans). Porque todos, absolutamente todos los que mueven esa guerra (la guerra doctrinal y pastoral) son clérigos. Mayormente, del alto clero. Parece que tiene razón el papa: el clericalismo, ¡tan rampante!, le está haciendo muchísimo mal a la Iglesia. Sobre todo, cuando esos ejemplares de clérigos se llaman Martin, Rupnic, “Tucho” Fernández (Defensor fidei), etc. Todos elegidos por el papa, claro está. Elegidos y bendecidos. Ellos y sus doctrinas. Por eso no es de extrañar que cunda el desánimo ante los esfuerzos de la jerarquía por afianzar esas estructuras de pirámide invertida: no paran de disminuir los fieles laicos; y al mismo tiempo no para de aumentar y afianzarse la cúspide jerárquica. Incoherencias sumamente raras.
Pero gracias a Dios, la Iglesia de Cristo está formada por todos los bautizados: clérigos y laicos. Y parece que Dios se está cebando con los clérigos. No con todos, ¡Dios nos libre!; pero los malos proyectan su larga y oscura sombra sobre los buenos. La oscura época de los abusos ha culminado en el nefando Camino Sinodal, que ha inspirado a su vez el Sínodo de la Sinodalidad que anda tras la imitación y a veces la superación de las innovaciones doctrinales y pastorales del Camino, y que se ha coronado finalmente con la mística presidencia apasionada del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y su inefable Fiducia Suplicante. Evidentísimamente todo eso no es cosa de laicos, sino de clérigos en grave estado de corrupción y descomposición. Cosa de clérigos. Más claro: la clerecía y la nueva fe de la Iglesia chapotean en la lujuria (no hace falta rascar mucho para descubrir que debajo de sínodos y Fiducias no hay más que lujuria clerical, capitaneada por el gran paladín de la lujuria clerical, colocado para eso en la cúspide de la Fe, desde la cual ha elevado su lujuria a la categoría de virtud teologal. Así estamos, con un jefe (y amo) de la doctrina que rezuma lujuria en todas sus obras “teológicas” destinadas a la catequesis. Un “teólogo” a la medida de su tiempo, que ha culminado su gran labor creativa con la Luxuria supplicans.
Es obvio que la Iglesia clerical, empezando por el mismo papa, ha renunciado a influir en la vida pública; ha renunciado a ponerle freno a su descristianización y paganización. Ha permitido que el Estado y sus organizaciones internacionales se apoderasen de áreas que siempre pertenecieron a la moral (tradicionalmente católica), imponiendo desde sus leyes, inmoralidades tan aberrantes y destructoras de la sociedad como el aborto (y antes el divorcio: sí, sí, el divorcio), el infanticidio, la eutanasia, la ideología de género hasta el cambio de sexo en menores de edad; doctrinas impuestas por las leyes de obligado complimiento y de enseñanza obligada por tanto, desde la misma escuela primaria. Es que se trata de derechos… fundamentales. Y los derechos, ya se sabe. Y resulta que la Iglesia no sólo no se ha preocupado de poner freno a esa deriva de inmoralidad, sino que lleva ya decenios remando a favor de esa corriente. Y hoy, más que nunca.
El divorcio civil es una ingenua inocentada, frente a la declaración de “nulidad” de los matrimonios celebrados por la Iglesia. Como decía el papa, la inmensa mayoría de matrimonios celebrados en la Iglesia y bendecidos por ella, son nulos. Una auténtica burla del sacramento, plenamente consentida por la clerecía baja y alta. La realidad es que el “divorcio eclesiástico”, hipócrita hasta la náusea, le saca millas de ventaja al divorcio civil. Por eso no pasa nada usando y abusando de la nulidad. Ni tiene la menor importancia engendrar, para más inri, una Fiducia suplicante para bendecir matrimonios irregulares (incluyendo los de parejas del mismo sexo), ni hay por qué ruborizarse por tamaño engendro. Todo sigue unas leyes tan inexorables como la ley de la gravedad. 
Tras decenios de corrupción consentida y/o disimulada por los obispos, era inevitable que le llegase el turno a la doctrina. Igualito que en el cisma de Lutero. Y obviamente, se han desplegado todos los fuegos de artificio, meros fuegos de artificio, para fingir una persecución implacable de los reos de esos delitos. El balance de la acción disciplinaria de la Iglesia en esos escándalos no puede ser más decepcionante. Falla el método de investigación (Cremades incluido) porque falla la voluntad de investigación. Por la reacción ante la clerical-jesuítica Fiducia suplicante, los conoceréis. Ahí tenemos al eximio arzobispo de Sevilla, proclamando que la Fiducia suplicante “es pastoral y que su sentido es bueno, pues exhorta a las personas a la conversión y a vivir según el Evangelio”. Es la hipocresía que ha de lucir, si aspira al cardenalato. Clericalismo puro y duro.
Las cosas de los clérigos y del clericalismo, ahí quedan: asfixiando las esperanzas de que los responsables del mal, quieran y puedan enderezar la situación. El colectivo de los ministros de la Iglesia está muy castigado: no sólo por los graves problemas que han protagonizado, sino también por las vanas soluciones que han puesto en marcha. Cunde el desánimo incluso entre los laicos empeñados en salvar las parroquias.
¿Hacia dónde tienden pues los laicos? Hacia un campo que la Iglesia abandonó como si no le compitiera: la vida pública. La iniciativa presentada públicamente el pasado 3 de febrero en la Universidad Abat Oliba, se titula “Corriente Social Cristiana”, e invita a los laicos a lanzarse a la vida pública, bajo el lema “queremos influir y dar esperanza”. Es sintomático que estos cristianos luchadores no se propongan centrar su acción en la Iglesia (a eso va el movimiento “Inspira”), porque confían en que podrán hacer mucho más en el ámbito puramente laico, ni siquiera claramente cristiano. Su propósito es cristianizar y moralizar la vida pública, es decir la política, sin interferencias de la jerarquía de la Iglesia. Grandioso objetivo. Un gran objetivo y una tremenda audacia. Audaces fortuna iuvat.¡Ojalá Dios!
Y es Barcelona el epicentro de esta audacia. Un terreno muy difícil. Pero con una larga experiencia. E-cristians lleva ya 25 años de entrenamiento, sin bajarse de la lona. Busca atraer a otros movimientos que coincidan con sus objetivos: vida, familia, bien común, derecho de los padres (¡no de la Iglesia!) a la educación religiosa y moral de sus hijos. Aglutinar, construir un gran ejército para moralizar la vida pública. Reclutar soldados para esta gran batalla. No dejar esa tarea en manos de una clerecía cuyos altos mandos están corrompidos hasta los tuétanos: unos por acción, y el resto por omisión (véase la lamentable fiducia supplicans y su aún más lamentable autor) y que sólo piensan en hacer carrera. La gran diferencia entre Omella y Meneses ante la Fiducia supplicans es que Omella ha llegado a lo más alto de su carrera, mientras que Meneses aún ha de hacer méritos. 
Virtelius Temerarius

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14 comentarios

  1. Pues que Virtelius con su laberinto eclesial siempre le da vueltas a lo mismo. De autoría propia unos cuantos años atrás. https://silverigar.blogspot.com/2010/11/pasion-de-cristo-lleno-iglesia-vacia.html

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    1. Ayer, en la primera lectura (Génesis, 9), me acordé de Usted, D. Silveri... Para su tranquilidad, no habrá más diluvios:
      "... ni habrá más diluvio para destruir la tierra.../... y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne."
      Saludos

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    2. El que no haya más diluvios y que podamos vivir tranquilos no es el problema que planteo, el problema es que la Ciencia dice de la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años, y según los científicos creacionistas esto es un engaño, se extinguieron en el Diluvio hace aproximados unos 5.000 años. Intento con mi Diluvio despejar mentiras científicas.

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  2. Lástima por Meneses, lo tenía por buenísima Doctrina.

    Sólo nos queda Munilla y el Arzobispo de Oviedo.

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  3. Meneses ya es y era conocido de joven en los Cursillos de Cristiandad a los que pertenecia, como un auténtico trepa. Y ya se ve que el tiempo ha dado la razón a los que le conocen desde hace décadas. Ya le llegará la hora de rendir cuentas ante Dios. Entonces podrá ver que perdió el tiempo con sus escaladas. Dios quiera que no pierda también con ello la salvación eterna.

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  4. Cita. "Anónimo18 de febrero de 2024, 13:22
    Sr. Silveri, supongo que hoy habrá ido a misa y ha disfrutado con la lectura sobre el Diluvio. Ha leído y entendido todo el pasaje entero? Esto le debería hacer modificar el sentido que suele dar al Diluvio.". -------------Contesto que este dia 18 las lecturas del Diluvio eran maravillosas y he quedado sorprendido que la Iglesia las haya puesto en un domingo. Referente al sentido usando el "sentido común elemental" queda bien entendido y quien no usa el sentido común las relega al cajón de las metáforas como algunos piadosos del Opus con quien he discutido este tema. El Diluvio existió y sólo se salvaron 8 personas, pero no dice el Génesis el número de los ahogados que según los creacionistas americanos fueron 1.000 millones, los mismos habitantes de China aproximado.

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  5. Yo leí las declaraciones de Saiz meneses directamente en ABC Sevilla, estaban muy mal escritas o transcritas, daba la sensación de que se grabaron con un ordenador y se pidió al ordenador que transcribiera el audio y nadie lo repasó, están muy mal escritas y con muchos errores... Creo que lo que de verdad dijo el obispo no es "su sentido es bueno, pues exhorta a las personas a la conversión"; sino que dijo:

    "su sentido es... bueno, pues... exhorta a las personas a la conversión" (donde pone "bueno, pues" puedes poner "mmmm, déjame pensar").

    Es cierto que no critica Fiducia, pero tampoco muestra entusiasmo y sobre todo no dice nada de las bendiciones, no las apoya (aunque tampoco las critica).

    No es un ejemplo de profeta valiente, pero tampoco es un pelota ni se suma al error.

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    1. Quién habla claro es Munilla y también Sanz Montes en España.

      Sin pelos en la lengua!!!

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    2. “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca." Apocalipsis 3:15-16
      MT

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  6. Inspira y el Corrent son dos cosas buenas y esperanzadoras recientes en Cataluña. Son complementarias.

    Inspira es de EVANGELIZACIÓN: busca activar a los cristianos tibios o desanimados para que evangelicen, cumpliendo el mandato de Jesús: "id y haced discípulos".

    El Corrent es de ACCIÓN SOCIAL Y (PRE)POLÍTICA: la vida pública y política es campo propio de los laicos, no los clérigos (que pueden acompañar espiritualmente y recordando la Doctrina Social). En el Corrent conozco católicos de toda la vida y otros que son retornados a la fe o avivados recientemente en Alphas, Effetás, Emaús, etc...

    Escribir comentarios en Internet no es un gran activismo: animo a todos los católicos catalanes a apuntarse al Corrent (si les interesa la vida pública, el bien común, la acción social y educativa) o bien, si les apasiona anunciar el evangelio, buscar un movimiento evangelizador (Alpha, Cursillos, LifeTeen, la Renovación Carismática o parroquias vivas y renovadas) y servir allí. Pero si nos quedamos en casita, las fuerzas del mal se comerán a nuestros hijos, nietos y hermanos por nuestra inacción.

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  7. Lo que tiene que hacer la gente es entrar en la Iglesia, en ningún caso SALIR.

    Con tanta tontería se quedarán sin nadie.

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  8. Lo dicho NO poner la X en el IRPF que los clericales se busque la vida de opulencia, SI a dar lo posible a los SACERDOTES DE CRISTO como mossen Pich

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  9. Si es general la X del IRPF se da la conferencia episcopal y es lo reparte a su gusto solo a los obispos.

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