He ahí la gran pregunta, la pregunta realmente trascendental: ¿es confiable la Iglesia? ¿Es digna de confianza? ¿Es fiel? No es fácil responder afirmativamente sin más; antes al contrario, uno tiene la tentación a botepronto, de responder negativamente. Alguien tendrá que responder ante Dios y ojalá que también ante el pueblo fiel, de la tremenda pérdida de confianza que está sufriendo la Iglesia. Una Iglesia que busca ansiosa su legitimación en el mundo, que se pirra por ser aceptada y halagada por el mundo, en vez de seguir buscando su legitimación en Cristo, en el Evangelio, en la Ley de Dios, en el Magisterio.
Ante esta pregunta, la primera cuestión a despejar,
es quién o qué es la Iglesia. Porque, así de primeras, es muy fácil
personalizarla, y entender que la Iglesia, en primer lugar es el papa, de modo
que la pregunta sobre la fiabilidad de la Iglesia se ha convertido para
muchísimos en la pregunta sobre su personificación en el papa, es decir sobre
la fiabilidad del papa (¡en qué estarían pensando los que porfiaron por
proclamar su infalibilidad!). Y ahí podemos tener respuestas para todos los
gustos. Los que les cae bien el papa de turno, afirmarán que la Iglesia es fiable;
y lo contrario dirán aquellos a quienes el papa les cae mal y lo perciben
tremendamente falible. La inmensa mayoría de la gente (sobre todo la ajena a la
Iglesia) se guía por este criterio.
Como imagen ampliada de la Iglesia tenemos luego a
los cardenales y obispos, con todo su aparato de poder; luego los curas y
monjas en un estadio evidentemente subordinado y por consiguiente de menor
trascendencia y responsabilidad. A todos ellos se extiende también para la
mayoría de la gente (creyentes y no creyentes) la imagen de la Iglesia. No
olvidemos que, como en los cuerpos de seguridad del Estado, el uniforme (el
hábito) tiene un gran peso. ¡Hay que ver cómo lucen hábito eclesiástico los
obispos y cardenales en sus actos corporativos!
Obsérvese cómo en la crisis de los abusos del clero
se ha puesto el acento especialmente en los obispos, como responsables
jerárquicos que no pueden eludir su obligación de vigilar, de reprender y hasta
de expulsar de la Iglesia cuando es el caso. Y como eso no se ha hecho casi nunca,
no han sido los sacerdotes individuales quienes han cargado con el muerto, sino
toda la Iglesia como institución. Sí, los abusos han sido de individuos de la
Iglesia; pero vista la dolosa negligencia de la jerarquía, ha sido la Iglesia
como institución la que ha cargado con el sambenito.
Pero es que la Iglesia, además de estar formada por
todos los bautizados, y no sólo por curas, obispos, cardenales y papa,
precisamente su parte más endeble, está formada con carácter previo y
preferente por el caudal de doctrina que Dios le ha encomendado para transmitir
de generación en generación para la salvación de toda la humanidad mediante la
evangelización. El personal de la Iglesia son los “ministros”, es decir los
criados al servicio de esa misión y de la administración de los sacramentos. Y
obviamente, si pensamos en el depósito de fe y de magisterio que atesora la
Iglesia, ésta es siempre fiable. Otra cosa son las personas encargadas de
administrarlo. Ahí es donde podemos encontrarnos con toda clase de problemas;
sin que esté totalmente claro que en ese aspecto sea la de hoy, la peor crisis
de la Iglesia.
Lo tremendo, lo estremecedor es que al margen de las
debilidades y de las maldades humanas, a las que la historia siempre acaba
sobreponiéndose (de eso se cuida al final la biología), al margen de esas
debilidades que han herido gravemente a la Iglesia, estamos hoy ante la más
grave crisis en la que para tapar la maldad y la indignidad de tantos, se
pretende modificar la doctrina milenaria de la Iglesia para que quepan
holgadamente en ella todos esos perversos que además piden sitio en la Iglesia para sus
doctrinas.
Y es ahí, en la tremenda tergiversación doctrinal
que con tantas artimañas (el maño tiene ahí su parte) se nos quiere imponer,
donde empieza a flaquear la confianza de los fieles. Porque las personas podrán
hacerle más o menos daño a la Iglesia, pero acaban pasando. La biología es
inexorable. El cambio de doctrina en cambio (que empezó, no lo olvidemos, por
el cambio litúrgico), acaba con la esencia de la Iglesia. Se carga
definitivamente el non praevalebunt y
aquello de “cielo y tierra pasarán, pero
mis palabras no pasarán.”
Me explico: la Iglesia como ente bimilenario
asistido por el Espíritu Santo, es digna de confianza. Pero forzoso es reconocer
que la Iglesia que estamos viviendo hoy, parecería que hace todo lo posible por
ahuyentar la confianza de fieles e infieles. No tanto la de los infieles,
porque éstos confían en que la Iglesia siga comportándose como viene haciéndolo
en los últimos tiempos, en que se dedica especialmente a agradar al mundo, es
decir a agradarles a ellos. El problema es para los fieles, que han sido
educados en una doctrina que hoy se han propuesto tergiversar los más altos
poderes de la Iglesia mediante las cosas esas sinodales. Artimañas que encubren
la voluntad de cambiar la doctrina mediante lecturas de los textos sagrados,
delirantemente creativas y mediante novedosas teologías que corrompen el
concepto mismo de teología.
Suceda lo que suceda con los sínodos, es evidente
que se ha quebrado ya la confianza en la Iglesia. Y con ella se ha quebrado la
misma Iglesia. Todo el aparato de poder (con rarísimas excepciones) está en esa
alucinante operación sinodal, es decir de cambio de la doctrina. Los fieles en
cambio, está por ver en qué lado de la falla están. Es evidente que los
clericalizados (los que están a sueldo de la Jerarquía) están en el bando del
poder; y tampoco son mayoría, aunque está muy bien articulada la valoración de
sus voces como voz mayoritaria de los fieles. Así ha sido en los caminos y
atajos sinodales.
Pero da la impresión de que entre los fieles más
fieles, se ha construido un fuerte núcleo de resistencia (los que llaman
ultracatólicos para distinguirlos de los católicos sinodales, los católicos
normales, según el mundo) cuya cuantía y cuya fuerza se desconoce aún. La
principal causa de este desconocimiento son los tremendos esfuerzos que se
están haciendo desde la más alta cúpula de la Iglesia, por silenciar y hasta
por condenar estos movimientos que, evidentemente no caben entre los “todos,
todos, todos” que caben en la Iglesia. La inclusión en la Iglesia de esos
“todos, todos, todos” a los que se refieren el papa y los sínodos, con sus
prácticas, sus teologías y sus derechos especiales (que como en el mundo,
aspiran a excluir los derechos de los demás), esa inclusión tan generosa es incompatible
con la permanencia en la Iglesia de los otros católicos, los tradicionales.
Porque no es que lo que se les dé a esos “todos, todos, todos” se les quitará
al resto. No es cosa de futuro; sino que por hacerles sitio a “todos, todos,
todos” en la nueva Iglesia, se está expulsando a los de siempre. Y no
precisamente con buenos modos.
Virtelius Temerarius
A pesar de todo es CONFIABLE. Es el organismo menos malo de todos. Como dijo Churchill de la Democracia, la Iglesia es el sistema peor de todos si exceptuamos todos los demás.
ResponderEliminarpues a nivel a nivel humano la iglesia es todo menos confiable.
EliminarPues NO!
EliminarAhora se han sacado de la manga lo del INDIETRISMO, palabreja que no existe ni
ResponderEliminaren la RAE ni en otro lugar humano.
Sólo en mentes enfermas y diabólicas!!!
Acertadísimo artículo del grandioso Sr. Temerarios.
ResponderEliminarEl problema en la cúpula, lo tienen con que no saben el número de Católicos normales .
O sea , lo que ellos llaman ultracatólicos.
El problema se resolverá con la resolución final del Sínodo.
Según cual sea, van a saber el número y van a saber lo que vale un peine.
Ultracatólico por supuesto.
Las ambigüedades del pontificado actual no contradicen la infalibilidad papal, ni tampoco lo que en su fuero interno piense o supongamos que piensa Francisco.
ResponderEliminarGoyo
ResponderEliminarComo de costumbre, me ha encantado, aunque a la vez entristecido, sus reflexiones sobre la Iglesia Católica actual. Hay muchos párrafos que destacaría, pero para no ser repetitivo, entrecomillo el último de su escrito.
""Porque no es que lo que se les dé a esos “todos, todos, todos” se les quitará al resto. No es cosa de futuro; sino que por hacerles sitio a “todos, todos, todos” en la nueva Iglesia, se está expulsando a los de siempre. Y no precisamente con buenos modos"".
Ciertamente somos muchísimos católicos los que nos sentimos apartados de la Fe que siempre se nos ha transmitido, la IC, movimientos católicos, nuestros padres, educadores, etc. No queremos una iglesia mundana; sino una Iglesia acogedora de todos cuantos quieran seguir a Nuestro Salvador y acepten los dogmas y principios de la misma. Alabado sea el Señor en sus Ángeles y en sus Santos. María Auxiliadora ruega por nosotros.
Usted tiene un problema con la jerarquia. No será que no le han dado lo que usted queria. Ai los egos querido, hay los egos.
ResponderEliminar'Es el organismo menos malo de todos. Como dijo Churchill de la Democracia, la Iglesia es el sistema peor de todos si exceptuamos todos los demás.'
ResponderEliminarQuina lloança més pobra.
Com si s'hagués escrit pel mateix JMB
F.E.M.
Hay que distinguir la Iglesia como Cuerpo mistico de Cristo, de la Iglesia compuesta por pecadores.
ResponderEliminarLa Iglesia tiene un Magisterio desarrollado a traves de los siglos que es totalmente confiable. El problema es que algunos jerarcas se lo quieren cargar, con la excusa de palabras sugestivas como "ponerse al día", "sinodalidad", o "discernimiento".
Todo catolico tiene el deber de formarse para evitar los extremos: el subjetivismo de hacerse una religion a su gusto, o el clericalismo de pensar que todo lo que diga un clérigo o el papa es palabra de Dios.
Hoy los lobos con piel de cordero son multitud, y hay tener buena formacion para no dejarse engañar.
La infalibilidad Papal es cuando h!!!abla EX-CATEDRA.
EliminarEn ningún caso cuando vuelva en un avión o un parapente.
Bueno, eso de momento
En la Iglesia Católica, se vislumbra un momento crucial en octubre de 2023 durante la celebración del Sínodo de la Sinodalidad. En este contexto, se perfilan tres distintos cismas que reflejan tensiones en materias de fe, disciplina, liturgia y eclesiología.
ResponderEliminarEl primer cisma, conformado por los tradicionalistas, representa una separación marcada que busca preservar la ortodoxia católica en su forma más clásica.
El segundo cisma, encabezado por el radicalismo fundamentalista progresista, plantea una revolucionaria ruptura con las creencias y tradiciones arraigadas en la Iglesia Católica, abrazando cambios drásticos y desafiantes. Sería el catolicismo alemán aliado al luteranismo más fanáticamente revolucionario rupturista, que considera que la moral católica debe de esclavizarse a los derechos humanos aprobados por los parlamentos, aunque el contenido de dichas leyes contradiga a la moral católica
El tercer cisma corresponde a una corriente progresista más moderada, que, si bien busca cambios, mantiene una relación menos radical con el pasado y busca una transformación más mesurada. Sería el sector del catolicismo aliados al luteranismo reformista moderado, es decir que plantea solo un mínimo de reformas contemporizadoras y de compromiso entre lo que es el dogma y lo que son los sentimientos
El 4 de octubre, día de la celebración del Sínodo de la Sinodalidad, se convertirá en un momento de gran seriedad, marcado por estas divisiones, donde el cisma tradicional separará a aquellos que discrepan de la Iglesia oficial. Mientras tanto, el cisma progresista se fracturará en dos vertientes: una extremadamente radical, liderada por el grupo alemán, y otra más moderada, que busca un cambio gradual. Esta compleja dinámica refleja las tensiones dentro de la Iglesia Católica en busca de su identidad y futuro.
Teniendo en cuenta que Bergoglio es un absoluto mediocre en cuestiones de teología y que carece de todo tipo de valentía, lo más normal es que no suceda absolutamente nada en este sinodo de la sinodalidad, porque la Iglesia como mínimo va a reventar en tres direcciones diferentes. Bergoglio no quiere pasar a la historia como el Papa doblemente malo: su locura de abrir necios, imprudentes y ximples procesos absolutamente apostáticos sin discernir la licitud y validez de los mismos, hará que pase a la historia como aquel que no hizo un cisma, sino tres y quizás cuatro o cinco, si nos atenemos al hecho de que van a salir más cismas por el sector progresista que no por el tradicionalista, que se originaron por su culpa, y que por su culpa no consiguió disciplinarlos y acabar con ellas, y que por su culpa la Iglesia se fracturará en diferentes partes enfrentadas entre ellas durante muchos decenios, causando la total crisis y colapso católico...
Cuando Bergoglio lanza a tontas y locas su aberrante proceso de apertura "todos, todos, todos" sin discernir lobos y ovejas, palomas y serpientes, pasan cosas como ésta:
EliminarLOS CATÓLICOS PROGRESISTAS ATACAN A SCOTT HAHN
Teólogo Scott Hahn es acusado de «cismático» por apoyar la carta pastoral del obispo Strickland
El apoyo del teólogo católico Scott Hahn a una carta pastoral del obispo Strickland ha desencadenado críticas en la Iglesia Católica, con acusaciones de cisma por parte de algunos críticos.
infocatolica.com/?t=noticia&cod=47361
...
Por su parte, el obispo de San Sebastián ha decidido ser el gran censor y cancelador, y dice que los católicos carecen del derecho fundamental, reconocido por la Lex Eclesiae Fundamentalis, de los derechos a la libertad de expresión, del derecho a la verdad, de petición, de denuncia, de crítica, de opinión, de información, de comunicación (c. 212 CDC) y a la libertad de lo más importante que dijo Benedicto XVI, la libertad y el derecho de defensa de la verdad católica, que surge de todo laico soldado de Cristo por la el bautismo y la confirmación, defenderla incluso frente a un Papa porque está equivocado en materia de fe, como le pasó a Pedro, en el arrianismo, en el luteranismo y a Juan XXII.
Se suma al obispo de Barbastro que quería robar literalmente el santuario de Torreciudad de Opus dei, realizado por la iniciativa y con los donativos de esta organización.
CON EL ARGUMENTO DE «FAVORECER LA COMUNIÓN CON EL SUCESOR DE PEDRO»
Monseñor Fernando Prado Ayuso prohíbe EWTN en la televisión diocesana
No especificó la razón de que emitir contenidos de EWTN, que es fiel a las enseñanzas de la Iglesia Católica, no favorecería la comunión con el Papa. EWTN recibió la Cruz Pro Ecclesia et Pontifice por su distinguido servicio a la Iglesia de manos del Papa Benedicto XVI en 2009.
El obispo de San Sebastián, Fernando Prado Ayuso, aprobó en diciembre un decreto que prohíbe a Betania, el canal de la diócesis de San Sebastián, emitir «cualquier contenido de la cadena EWTN», según un informe de InfoVaticana.
Mons. Prado Ayuso, que fue nombrado obispo por el Papa en octubre, justificó la orden afirmando que «trataba de favorecer la comunión de la diócesis con el sucesor de Pedro».
infocatolica.com/?t=noticia&cod=47361
Excelente descripción de la deprimente situación en que se encuentra la Iglesia. Los disparates doctrinales se quieren velar con gestos de cara a la galería. Cada vez que habla Ftancisco, se estremecen las cuadernas de la Iglesia. Con sus frases simplistas que algunos glosan como geniales siembra más confusión que caridad.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarA mí se me estremecen hasta las meninges, por no decir cosas fuera de lugar!!!
Cita. "Teniendo en cuenta que Bergoglio es un absoluto mediocre en cuestiones de teología y que carece de todo tipo de valentía". Digo que este parrafo sobra, se puede estar en desacuerdo pero no hace falta llegar al insulto.
ResponderEliminarLa Iglesia es sacramento de salvación , osea instrumento
ResponderEliminarde Cristo para la universal de salvación .
Es decir que sin Ella , nos descaminariamos
La Biblia dice que todos pecaron ( con la excepción de la Mujer del Apocalipsis o del Génesis ),entonces estábamos muertos ...
Así lo dice la carta a los romanos y el salmo
'Todos se desvían y juntos se han llenado: no hay nadie que haga bien, ni siquiera hay uno". Este versículo también enfatiza la universalidad del pecado, que se enfatiza en Romanos 3:10-12
"todos pecaron y están privados de la gloria de Dios"
Entonces Cristo toma a Doce y los envía con su poder ..a regerarnos con el bautizo, a predicarnos el Reino, a curar enfermedades, a darnos el Pan vivo , para tener vida eterna, y sobretodo a Pedro le da las llaves del Reino de los Cielos.
La Iglesia cumple con el querer de Dios que todos se salven y que vendamos al conocimiento de la Verdad
Timoteo 2:4
4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
Entonces si alguien ama la verdad debe ir a investigar , a buscar la verdad en el Magisterio de la Iglesia, en los Padres y doctores.. en la vida de los Santos, pero este ultomö Papa Francisco contradice la Verdad y la misma Iglesia nos dice que fe y razón son dos alas que van juntas ...por tanto se está portando como un obstaculo para la enseñanza de la Doctrina de Cristo.
Sinceramente yo pienso que es el Pastor Insensato de Zacatias
Timoteo 2:4
R
4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
La Iglesia es una red con peces buenos y malos y pronto vendrá el juicio para desechar los malos
La Iglesia debe continuar siendo sacramento universal de salvacion y predicando el Evangelio de Jesus siguiendo el Magisterio, donde haya contradicción con el magisterio allí sabemos que habrá una crisis para purgar esa herejía y sino es hoy será en unos años
ResponderEliminarLos obispos deben ser como habian sido siempre, PREDICADORES DE LA VERDAD Y BUENA DOCTRINA es decir tener el EVANGELIO en la boca siempre y con LOS PADRES DE LA IGLESIA prediccar la BUENA NUEVA, cosa que haoy muchos obispillos ni lo intentan.
ResponderEliminarDesde siempre han existido obispos mundanos en temas terrenales pero TODOS predicaban bien. Ahora hablan como unos directivos de ONG que no llegan ni a explicar el porque lo hacen y ni predican ni dejan predicar,estan apagando la LUZ DEL MUNDO.
Por suerte Mria no nos abandona y hace tiempo desde La Salette nos lo vienen anuncaiando.
Jesús les respondió: ¿No os escogí yo a vosotros, los doce, y sin embargo uno de vosotros es un diablo?
ResponderEliminarPues aquí un comentarista habla de tres o más cismas.
El Diablo etimológicamente del griego es el que designe olanza algo entre ellos, para desunirlos o descaminarlos.
El que separa o divide o crea con odios, cólera, y injusticia calumniador a.
la tradición judeocristiana, príncipe de los ángeles rebelados contra Dios, que representa el espíritu del mal. EL diablo.
2. m. En la tradición judeocristiana, cada uno de los ángeles rebelados contra Dios y arrojados por él al abismo.