¿Qué es lo que mueve el Camino sinodal? ¡Qué va a ser!, el inmenso presupuesto con que cuenta el episcopado alemán. Todos los sinodales están a sueldo del jefe supremo de esa profunda revolución doctrinal y moral de la Iglesia germánica. Todos a sueldo. Mientras tengan presupuesto, habrá sínodo. Y éste se encallará tan pronto como se les cierre el grifo. Y eso es lo que amenaza ocurrir.
Como los reglamentos presupuestarios se rigen por el
principio de unanimidad, he aquí que cuatro obispos de la Conferencia Episcopal
Alemana, ¡sólo cuatro!, han decidido vetar la dotación de personal y
financiación del órgano sinodal permanente, que se ha convertido al final en el
caballo de batalla del enfrentamiento entre la Conferencia Episcopal Alemana y
la Santa Sede. Éste es por ahora el único punto de enfrentamiento directo entre
al episcopado alemán y la Santa Sede: enfrentamiento económico, no doctrinal ni
moral. Porque tal como se nos manifiesta en el Instrumentum Laboris que se ha
redactado bajo el altísimo auspicio papal para el Sínodo de la Sinodalidad, no
hay más diferencias notables entre lo que piden los obispos alemanes y lo que
piden los demás obispos liderados por el papa. Son sínodos convergentes: tanto,
que hasta se dirían siameses inseparables, del mismo padre y de la misma madre.
Lo sustancial es que todos los votos, tanto en uno como en
otro bando sinodal, están sujetos a rigurosa obediencia condicionada por el
sueldo. Quien no se somete a esa obediencia sinodal, pone su sueldo en grave
riesgo: se arriesga, en efecto, a ser excluido de esa Iglesia que lo sostiene
también económicamente. De ello viene advirtiendo en esta orilla sinodal, el
cardenal Omella, gran adalid del Sínodo papal. No, claro, no es la economía la
que invoca explícitamente para forzar las adhesiones sinodales a las que se ha
juramentado, sino la “fidelidad a Pedro”, deber ineludible de todo católico que
quiere seguir en comunión con la Iglesia (“si criticas los Sínodos, no eres
amigo de Pedro”). Como quien no quiere la cosa, ha convertido el Sínodo en la
piedra de toque de la fidelidad a la Iglesia y a Cristo, habiendo pasado, como
quien no quiere la cosa, de llamar al papa “Santo Padre”, a llamarlo “Padre
Santo”. Estamos ante un caso gravísimo de simonía (si no se mezclan los
dineros, el Sínodo no sale ni p’atrás. Y eso, tanto en Alemania como en el
Vaticano). Papolatría pura y dura: una de las formas más peligrosas de
idolatría. “No tenemos que tener miedo de embarcarnos en este nuevo camino (el
Camino Sinodal, ¿no?) que el papa nos señala”, pontifica Omella. Sí, el de las
nuevas formas de familia, el de la multisexualidad, el de la Agenda 2030, el
nuevo Camino que el papa nos señala.
Poderoso caballero es Don Dinero. Porque no les fallará este
gran caballero ni a los alemanes ni a los vaticanos: porque a la Agenda 2030
que late al unísono bajo ambos sínodos, no le han faltado recursos de todo
género desde que empezó su andadura. No, ninguno de los dos sínodos se
frustrará por razones económicas: sus grandes mecenas proveerán abundantemente.
¿Ha olvidado alguien esas imágenes tan elocuentes de la
entrega del Vaticano en cuerpo y alma, presididos por el papa, a las fuerzas
económicas y “culturales” del mundo, para acoger al “capitalismo inclusivo with
de Vatican? Ahí estaba la altísima representación del dinero del mundo con el
Vaticano a sus pies. Imágenes imborrables. Y detrás de eso, la santísima Agenda
2030. Y todo ello documentado en la web oficial del Vaticano.
Lo que tenemos a la vista es una escandalosa operación
económica de la que dependen la doctrina y la moral de la Iglesia para de ahora
en adelante. Es finalmente el dinero lo que está cargando los dados de forma
desvergonzada. Bastaría borrar el dinero de uno y otro sínodo, para que la
doctrina de la Iglesia permaneciese inalterada. Entonces, si es el dinero lo
que mantiene a ambos sínodos en movimiento (¡hacia el precipicio!), es que
estamos ante un caso de flagrante simonía. La alta jerarquía de la Iglesia está
jugando a la ruleta rusa con el dogma y la moral, gracias a que cuenta con
enormes cantidades de dinero para apostar. Al final será el dinero el que
decidirá a ambas orillas del sínodo, cuál ha de ser su desenlace. El peso no
estará en la Revelación ni en el Magisterio de la Iglesia. El peso que acabe
decantando el devenir diseñado para la Iglesia por el papa Francisco, no estará
en la doctrina, sino en el dinero. Simonía se ha llamado siempre a eso. La fe
de la Iglesia a partir de estos sínodos, vendrá determinada por el volumen de
asalariados que se alineen en favor o en contra de cada opción.
De lejos nos viene el mal: la Iglesia es un feudo del Estado
en España, en Alemania, en Italia, en medio mundo. Estamos en una especie de
catolicismo fiscal, simoníaco a tope, en el que es la financiación de la
Iglesia la piedra de toque de la doctrina. Sí, sí, piedra de toque de la
doctrina. La prueba más flagrante es el silencio de la Iglesia financiada por
el Estado, que no se atreve a alzar la voz contra las políticas que arruinan la
familia: políticas que permean con total libertad hasta las mismas escuelas de
la Iglesia. Y quien maneja esas subvenciones (¡la Iglesia jerárquica, es decir
el poder!) es quien decide las doctrinas. ¡Y los silencios! Los prudentísimos
silencios. Los sínodos, tanto el alemán como el vaticano, son los que controlan
todos los sueldos eclesiásticos. Sueldos y votos (a mano alzada, por supuesto,
para sabiendo qué es lo que vota cada uno, poder actuar en consecuencia). Un
auténtico catolicismo fiscal, camino empedrado para cualquier operación de
poder y para decantar el cisma hacia donde convenga.
Porque, claro, una cuestión no menor es quién se queda con
las asignaciones estatales en caso de cisma. La facción que se quede con el
patrimonio y el dinero, ni que sea la facción minoritaria, será la “vencedora”.
Y claro, estar en esa tesitura es entregarle al poder político, y finalmente al
poder económico, el fiel de la balanza. Y con el mismo sofisma que el de los
judíos: si lo sueltas, no eres amigo del César; si te resistes a la apostasía,
no estás en comunión con el papa. Lamentablemente, la clave del cisma que se
nos viene encima, es de raíz simoníaca. Y encima, controlada por el Estado.
Como para felicitarnos. Y sobrenadándolo todo, la sacrosanta Agenda 2030.
Aunque la cosa no dé para grandes titulares, porque a nadie
le interesa levantar la liebre, la dependencia del poder temporal (del poder
del dinero) que sufre hoy la Iglesia, es de las más intensas de la historia.
Nunca como hoy, había estado la Iglesia tan domesticada por el poder político y
económico, que encima presume de tener doctrinas propias nada cristianas. Que
sí, que tanto da si se le llama “pago delegado” o como se le quiera llamar,
nuestros clérigos y nuestros obispos están a sueldo del Estado, porque de sus
arcas salen los dineros. Es el Estado quien los mantiene, no la Iglesia (se
salvan Omella y alguno más, que cobra del Vaticano, metido a su vez en líos
financieros de los que te secuestran totalmente la libertad religiosa). Y no
digamos de los centros de enseñanza católicos: el pago delegado los tiene
totalmente amordazados. Se doblegan a silencios infames, porque tienen sus
bocas tapadas con montones de billetes.
Lo más lamentable es que se puede pronosticar el devenir de
ambos sínodos y por tanto de la doctrina de la Iglesia, repasando los libros de
contabilidad de obispados, órdenes religiosas y Conferencias Episcopales.
Mirando las finanzas de cada facción, podemos saber hacia dónde se decantan las
fuerzas, y finalmente hacia dónde se decantará la Iglesia. El presidente de la
Conferencia Episcopal Alemana, cuyo poder económico es inmenso (¡es el primer
empleador de Alemania!) ya ha sentenciado el cisma: está convencido, dice, que
si alguien se separa de la Iglesia, no serán ellos sino los conservadores. De
momento, los hechos le dan la razón: lo acredita el Sínodo de la Sinodalidad
que ellos han impulsado (está claro que si no existiese el Camino Sinodal,
tampoco existiría el Sínodo de la Sinodalidad). Dice asimismo que ellos se
sienten Iglesia católica con total derecho de serlo, pero con visión propia; y
que de ningún modo piensan en cisma. Afirma el presidente de la C.E. de
Alemania que no serán ellos quienes se separen de la Iglesia, porque están
totalmente seguros de que no serán ellos quienes se queden colgados de la
brocha, sino que serán los conservadores quienes quedarán en ínfima minoría (¡y
sin la economía estatal!): de tal manera que se verán obligados a formar parte
de la inmensa mayoría sinodal que dominará la Iglesia. De momento, el papa se
ha unido a ellos (“hago lo que me pidieron los cardenales en el cónclave” –y en
el precónclave). Y salvo que el Espíritu Santo tome cartas en el asunto, la
barca de Pedro ya se ha refugiado en el puerto que los hombres han considerado
más seguro.
Felicidades si existe el dinero en la Iglesia, es una herramienta para evangelizar como cualquier otra. El articulo de Virtelius lo encuentro pesimista, nos viene a decir que por culpa del Dinero la Iglesia se hunde. En el taller de evangelización existe el Dinero, los voluntarios, los templos y catedrales, los grandes doctorados en Teologia, etc, y además el más famoso libro publicado nunca: La Bíblia. Con los milagros espectaculares que narra La Bíblia se podrían hundir todos los otros escritores de chorradas que andan por ahí rodeados de admiradores, Algo falla cuando no se saca partido del yacimiento intelectual de las Sagradas Escrituras. Cuando se tienen grandes herramientas y deficiencia en su uso es como tener un taller con alicates oxidados.
ResponderEliminarCreo que es un error de este articulo mesclar Sinodo y el dinero.
ResponderEliminarPrimero: el Sinodo es un esfuerzo sincero de renovación y actualización, otra cosa es que guste o no lo que se dice.
Pero cuando preguntas al Pueblo de Dios, este responde.
Supongo que habra que esperar al Documento Final y a la posterior Exhortación pontificia postsinodal para poder criticar y analizar el Sinodo y sus resultados.
Segundo: La Iglesia tiene un problema con su autofinanciación y es que muchos fieles católicos en España son muy pocos generosos, para no decirles tacaños.
Quizas hay que cerrar parroquias y crear verdaderas comunidades cristianas donde se comparte con espíritu evangelico.
Viva el Papa y los verdaderos católicos de palabras y de obras.
'Primero: el Sinodo es un esfuerzo sincero de renovación...'
EliminarSi vostè, senyor/a/eta, té raó, cosa que no crec ni remotament, serà un cas únic durant aquest pontificat tan nefasta.
Pontificat de degradació sexual desvergonyida dins del mateix Vaticà; Daneels, Ricca, Borras, Mccarrick, Zanchetta, RUPNIK,(si)
F.E.M.
Goyo
ResponderEliminarVirtelius, una buena reflexión. ¿Cómo es posible haber llegado a esta lamentable situación?. Cada día me hago la misma pregunta y deduzco, según la doctrina de la Iglesia católica que siempre nos han enseñado, que hemos de rezar mucho más y hacer piña junto a los sacerdotes y obispos que sí quieren e intentan seguir la Palabra de Dios. Espíritu Santo ilumina a tu Iglesia con mayor fuerza, no tardes.
Sobre este tema hay un muy recomendable artículo que da cifras concretas y explica pormenores de gran interés:
ResponderEliminarhttps://www.forumlibertas.com/camino-sinodal-aleman-patrimonio-dinero/
Y ahora hacen decir cosas a Maria que no dice. Les recuerdo que la revelación ya esta completa. No digan tonterias.
EliminarEs errónea la afirmación de que la Iglesia está en manos del estado, porque un estado de verdad ya no existe. Lo que hay es algo a lo que equivocadamente se llama estado, pero que no es otra cosa que una pura fachada, una máscara, una ficción, un instrumento controlado por grandes multinacionales y bancos. En ese sentido, son las multinacionales y los bancos quienes deciden. En el cuento del capitalismo inclusivo ni siquiera se han tomado la molestia de disimular, se presentan a cara descubierta.
ResponderEliminarEsta semana hemos tenido una de las peores noticias del año: el nombramiento de ‘Tucho’ Fernández como nuevo Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
ResponderEliminarEste obispo está detrás de la herética "Amoris Laetitia", documento con varias herejías, la más escandalosa es el punto 303:
" Pero esa conciencia puede reconocer no sólo que una situación no responde objetivamente a la propuesta general del Evangelio. También puede reconocer con sinceridad y honestidad aquello que, por ahora, es la respuesta generosa que se puede ofrecer a Dios, y descubrir con cierta seguridad moral que esa es la entrega que Dios mismo está reclamando en medio de la complejidad concreta de los límites, aunque todavía no sea plenamente el ideal objetivo", para que se entienda: Dios nos puede reclamar que pequemos. En fin, ni Lutero lo habría dicho mejor.
Además este siniestro personaje, ha dado muestras sobradas de que no profesa la fe catolica, soltando herejías en sus homilías: afirmando que se puede comulgar sin estar en gracia de Dios, o que se puede dar la absolución sin estar arrependido, con lo cual estaría en excomunion latae sententiae.
Por si fuera poco la carta de nombrabiento, Francisco suelta una de sus muchas burradas: "El Dicasterio que presidirás en otras épocas llegó a utilizar métodos inmorales. Fueron tiempos donde más que promover el saber teológico se perseguían posibles errores doctrinales. Lo que espero de vos es sin duda algo muy diferente", o sea si el dicasterio de la Fe no persigue errores doctrinales, ya me dirán para que sirve.
Si esto lo juntamos con el Sinodo de la Sinodalidad, cada día se ve más claro que el pastel resultante, es que el nuevo Prefecto de la Fe, va a dar por buenas varias herejías. O sea, el plan perfecto para cargarse la doctrina de la Iglesia y el papado.
Mientras el resto de obispos mudos, o aplaudiendo con las 2 manos. ¿Jesucristo encontrará Fe, cuando vuelva a la tierra?.
Agradeceremos que ponga los documentos donde aparecen las herejias que usted afirma que dice, y menos palabreria. Para ser hereje uno deber ser un poco listo, cosa que aquí no abunda mucho. Mucha critica pero lo de la correccion fraterna no saben lo que es. Y como siempre inventamos temas, como en el articulo
EliminarPara entender a Fernández, peronista rabioso, hay que entender el peronismo, sus aberraciones y su naturaleza corrupta. A quien no conozca a fondo la Argentina le resultará difícil, pero eso explica mucho, casi todo en este pontificado...
Eliminar' Para ser hereje uno deber ser un poco listo,...'
EliminarQuina ximpleria !
F.E.M.
Anonimo 8:51. Por lo visto usted no sabe leer o comprender un texto. He transcrito una herejía de Amoris Laetitia, y por lo visto no lo ha leído o comprendido.
EliminarEn este video el susodicho prelado suelta las mencionadas barbaridades.
https://caminante-wanderer.blogspot.com/2023/03/mons-tucho-fernandez-y-las-maldades-de.html
Este video habla de la Misericordia y el perdón. NO anatematizar todo como a ustedes les gusta. Una Iglesia del encuentro con Dios no del expulsar al que no piensa como yo
EliminarAnónimo 10:56. Este video habla de que el pecador no tiene que arrepentirse para comulgar o recibir la absolución. El encuentro con Dios no es posible sin arrepentimiento de los propios pecados.
EliminarNo se haga la victima, porque el que no se arrepiente se autoexcluye del Reino de Dios, y los errores doctrinales no son opiniones sin importancia, sino que está en juego la salvación eterna de mucha gente. Por eso la Virgen en varias apariciones ha advertido que muchos clérigos, con sus errores, llevan muchas almas al infierno.
El trucho no es Cardenal.
ResponderEliminarVaya prefecto.....
Un poco de paciencia, que eso no tardará en llegar. Por el momento seguro que es cardenal in pectore. Con toda probabilidad Francisco lo quiere como sucesor.
EliminarEsclarecedor artículo de Virtellius, con denuncia nítida del viejo pecado de simonía que ya tentó a la Iglesia en sus mismos comienzos. Pero si en aquel caso histórico el alcance era limitado, en éste supone un obús contra la línea de flotabilidad de la Iglesia, su depósito de la fe y de la moral. Francisco puso en aprietos la moral con documentos y nombramientos, como el del dicasterio sobre la vida y la familia, auténtico deshonor y bochorno para cualquier persona de mediana formación moral. Ahora viene el nuevo Prefecto para deshacer el dogma. Sin honor, por un puñado de dólares.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarNo se preocupe,en un abrir y cerrar de ojos, tendrá la birreta cardenalicia.No olvide quién le apadrina.
ResponderEliminarLo seguiré diciendo hasta que deje de tener sentido:Bergo y sus adláteres(tucho es uno de ellos)son intrínseca-axiológica y ontológicamente PERVERSOS.Muy mala gente.Nada bueno se puede esperar de ellos,cada día se superan a sí mismos.De profundis clamavit a te Dómine:Domine exaude vocem meam....
Carolus, totalmente de acuerdo con su comentario.
EliminarEl Sínodo es un engaño para apostatar la fe,
ResponderEliminarNos llevan a colaborar en decidir lo que no es la verdad
Nos proponen pecar, cambiando el bien por mal,
Dirán que es compasión,
ducificando el hablar,
Traicionan el Mesías por Francisco apoyar
Y persiguen al que se niega la Doctrina cambiar.
Tanto cambio no nos debe ser extraño!
Pues bien profetizado estába
por el Mesías y su apóstol Pablo
Al final de los dias , "Vendrán falsos maestros"
"Cambiarán el bien por mal *
La Virgen en Garabandal a Conchita advirtió:
después de un Sínodo el Aviso vendrá"
Pues cardenales y Obispos os descaminarán;
Si la Virgen nos lo dijo , os exortamos este año
A renegar de tan siniestro engaño
y a estudiar la Palabra de Dios para alumbrarnos.
Conocéis al Padre Luis Toro que es un enviado?
Os aconsejo escucharlo
pues desgrana la Palabra de Dios con mucho cuidado,
Nos ayuda a comprender el Magisterio con la Escritura confrontando
para cuidar del Depósito de la Fe y amar así al Espíritu Santo;
Benedicto XVI nos dejó un gran legado,
Su dudais de la fe, solo habrá de consultarlo
Ese Papa nos confirmó en la fe en un tiempo probado,
Tenemos el Catecismo que encierra el Magisterio guardado
Continuemos con fervor, recibiendo
la gracia de los sacramentoss
No abandonemos la fe del Rosario diario
Vivamos la caridad en duros momentos
En comunión continuemos rogando al Señor su sustento
Exortarnos y vivir como una sola mente es lo que haremos
Como lo hicieron los primeros cristianos,
Defender el Depósito de la Fe también es misión del Pueblo
Y no de un dicasterio de Fe, robado al Cielo
En el apocalipsis un candelabro representa a las Iglesias
Jesús nos advirtió de retirarlo si el candelabro sin luz nos deja a tientas
Yo no esperaré a ver mi candelabro apagado
y es que en el Dicasterio para la Fe la luz se está apagando
Hablan de malas Praxis el condenar el pecado
Pero Dios nos advierte siempre de las heridas del pecado
Y condena con ayes a quienes se empeñan en desoír su voz y reafirmarse en tal pecado
Desde 1965 Doctrina para la Fe ha colaborado
Con la misión de Dios de cuidar del rebaño
Para que vivamos siempre y no muramos.
Hay mil pasajes bíblicos
Para advertir del pecado
Así si el pecador se arrepiente
Su alma se habrá salvado
Pero si nadie le advierte
El apóstol centinela tampoco se habrá salvado
Tenemos más centinelas
Que están a nuestro lado
Se llaman testigos sufrientes
Los que la verdad han amado
Porque la verdad los posee
A ellos nos acercamos
Pues la Iglesia es valiente
Cuando la novia se vista
Del cordero inmolado
Sus vestidos son blancos
Y su puel no se ha arrugado
Pues el Cordero mismo
Es quien siempre la ha acompañado
Cardenal Gerhard Müller: La decisión de quién será prefecto de la congregación principal (o dicasterio) que asiste directamente al Romano Pontífice en su magisterio universal pertenece únicamente al Santo Padre. También debe responder de ello en su conciencia ante Cristo, el Señor y Cabeza de su Iglesia. Esto no excluye la preocupación de muchos obispos, sacerdotes y fieles en todo el mundo. Tienen derecho a expresar libremente sus preocupaciones (Lumen gentium 37).
ResponderEliminarLa opinión, que entonces critiqué, de que cualquier diócesis podría convertirse en la sede del sucesor de Pedro, ya está directamente calificada por los Padres del Vaticano I como una contradicción herética a la fe revelada en el 2° canon de la Constitución “Pastor aeternus” ( Denzinger-Hünermann 3058). El concepto de que “el Romano Pontífice tiene potestad plena, suprema y universal sobre la Iglesia” (Lumen Gentium 22), es decir, la plenitudo potestatis no tiene nada que ver con el dominio ilimitado de los potentados seculares que se refieren a un poder superior.
La Iglesia del Dios Triuno tampoco necesita nueva fundación ni modernización, como si se hubiera convertido en una casa ruinosa y como si los hombres débiles pudieran superar al divino maestro de obras. Ella está ya históricamente establecida en Cristo de una vez por todas y perfectamente concebida en su doctrina, constitución y liturgia en el plan de salvación de Dios.
En el Espíritu Santo, ella sirve continuamente a las personas como sacramento de la salvación del mundo. Su enseñanza no es un programa para ser mejorado y actualizado por los hombres, sino el testimonio fiel y completo de la revelación escatológica de Dios en su Hijo encarnado “lleno de gracia y de verdad” (Jn 1,14).
Entrevista lifedirw a Cardenal Muller