Me he alegrado de reencontrármelos en ReL. Unas cuantas cosas me han sorprendido: la primera es que, aunque llevan ya más de un decenio en su actividad y por tanto los fundadores van cumpliendo años, siguen haciendo honor a su nombre de “Jóvenes”. Esta iniciativa laica de evangelización sigue estando formada en gran parte por jóvenes; diríamos en lenguaje eclesiástico, que no les faltan vocaciones, puesto que se mantienen en un número potente y creciente; y además predominan los jóvenes. El relevo lo tienen perfectamente asegurado. He entendido además que están trabajando por expandirse en Madrid.
Cada vez parece más cierto que es la hora de los laicos. Ahí
tenemos en efecto un grupo de laicos de gran pujanza que ejercen su apostolado
evangelizador en la forma intensa en que antaño lo ejercieron las
congregaciones religiosas. Congregaciones que hemos visto extinguirse una tras
otra por falta de vocaciones, debida probablemente a la falta de nitidez del
contenido religioso de su misión, en aras de la mayor eficacia profesional:
deduciendo ese plus de profesionalidad, de la función religiosa-evangelizadora.
Eso ha ocurrido tanto en las congregaciones dedicadas a la enseñanza como en
las que eligieron la sanidad o la asistencia a los pobres para volcar en esos
sectores su vocación religiosa. Y vino a resultar que, al desnudar esas
profesiones de su marca religiosa, al renunciar a su carisma fundacional,
perdieron todo atractivo para los posibles continuadores de esas iniciativas.
El resultado inevitable fue la extinción masiva de un considerable número de
congregaciones religiosas.
Los Jóvenes de San José son una organización cristiana de
laicos que han elegido como campo de acción cristiana evangelizadora, los
pobres sin hogar, los pobres de la calle. Su presidente, en el video
promocional y de petición de ayuda, dice que la asociación Jóvenes de san José
no hace nada especial, nada que no hagan las demás asociaciones que se dedican
a ayudar a los pobres. Pero no, no es cierto. Ellos hacen la clase de caridad
más difícil, y por tanto menos frecuente. Al igual que las demás asociaciones
benéficas, ayudan a los pobres en sus necesidades corporales; pero algo no
menos importante, es que les ofrecen amistad (como muy bien dicen, ven en el
pobre, el rostro de Cristo; ven en su sufrimiento la continuación de la obra
redentora de Cristo). Y sobre todo, les ofrecen, junto a la ayuda material, una
sólida ayuda espiritual. No esconden ni la cruz ni a los ministros de Cristo,
perfectamente identificables, que llevan siempre consigo para ayudar a los
pobres, también espiritualmente. Un estilo de hacer caridad que fue el normal
en la Iglesia durante siglos, pero que hoy es totalmente excepcional y
anacrónico. Ya no se espera eso ni siquiera de los religiosos; con pocas
excepciones, como las hermanas de la Madre Teresa de Calcuta y pocas más. Y
menos se espera eso de los laicos. Por cierto, esas modernas congregaciones
entienden que el hábito religioso las ayuda en su misión de caridad y
evangelización.
Por cierto, hace algo más de 50 años no se había acuñado la
expresión “es la hora de los laicos”, tras la que se agazapa el fracaso de los
religiosos. Y sin embargo, el padre Alba, de la Compañía de Jesús, fundó la
Unión Seglar (una potente asociación de laicos) de la que son fruto y extensión
los Jóvenes de San José. Y tras más de 50 años, sigue en pie y con pujanza la
obra del padre Alba, un grupo de cuyos discípulos fundó la asociación Jóvenes
de San José, que eligió como campo de acción el de la caridad con los más
pobres. Un campo que aparentemente estaba atendido por Cáritas y otras
asociaciones menores; pero no, era un campo yermo del que había desaparecido la
promoción de la Caridad de Cristo. Un campo atendido por asociaciones de las
que se había borrado totalmente la imagen de Cristo.
“Jóvenes de San José: un puente entre los pobres y Dios”,
titulaba el pasado 14 de junio, Religión en Libertad, al tiempo que se hacía
eco de la petición de ayuda económica para seguir sosteniendo este maravilloso
apostolado de la caridad cristiana. El leitmotiv de la Asociación es la
insistencia en la evangelización como núcleo de su actividad. En unos tiempos
en que sectores importantes de la Iglesia tienen a gala no mezclar la caridad y
el Evangelio, a lo que llaman “no hacer proselitismo”, estos Jóvenes confiesan
que lo más importante de su acción caritativa es la predicación del Evangelio a
los pobres (Lucas 4,18) El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha
ungido para anunciar el Evangelio a los pobres.
“Nosotros intentamos estar con los pobres, conocerlos bien,
hablar con ellos. Esto da pie a poder hablar de la fe. Además, en ocasiones nos
acompañan sacerdotes que atienden las confesiones de los pobres. En algunas
ocasiones hemos podido llevarlos a un retiro de Emaús y a Ejercicios
Espirituales” –explica Marcos Vera, presidente de la Asociación-. “Los Jóvenes
de San José brindan ayuda en comida, ropa, calzado y productos de higiene
personal a las personas sin hogar; sin embargo, su enfoque principal consiste
en ofrecerles la fe en Cristo y la Salvación. Rezan junto a ellos y les
anuncian el Evangelio”. Son las “comunidades de amor” que predicaba el padre
Alba.
Cuando el entrevistador le pregunta a Marcos Vera por qué
tanta insistencia en lo espiritual, éste responde con total transparencia:
"Porque, a pesar de todos nuestros esfuerzos, entendemos que éstos de poco
sirven si Dios no actúa en la vida de estas personas. Nuestra intención es ser
meros colaboradores de la gracia de Dios, ser puentes entre el pobre y
Dios".
Y para redondear su actividad evangelizadora han creado el
Hogar de San José y el Hogar de la Sagrada Familia pensados ya para familias
enteras, que constituyen hermosos modelos de compaginación de la ayuda material
y el soporte espiritual, apostando por crear un entorno familiar cristiano que
les proporcione a los pobres acogidos, amor y caridad, de lo que tan faltos
están los pobres confiados a la asistencia institucional (incluso de la
Iglesia): una asistencia que se esmera en ser “religiosamente neutra”. Sin
olvidar la formación y el acceso a los recursos de todo tipo que les permitan
acceder en las mejores condiciones al mercado laboral.
La clave es la propia vida espiritual y de oración en que
los Jóvenes de San José centran su actividad: recogida e íntima unas veces,
como ocurre en la preparación de sus “salidas nocturnas”; y espectacular otras,
como ocurre en la procesión anual de su santo Patrón, frecuentada por miles de
personas, entre ellos los pobres que forman su gran familia cristiana y que
culmina en la Sagrada Familia.
Y ya para rematar su acción evangelizadora, han creado el
canal de YouTube “Tecton” en el que ofrecen contenidos religiosos y morales muy
interesantes. Un canal al que es fácil engancharse.
Es la hora de los laicos, efectivamente. Laicos ocupados en
su propia santificación, comprometidos con la Iglesia y con la sociedad en que
viven, con especial y singular atención a los más necesitados. Con una
peculiaridad, y es que, aunque pasen los años, se mantiene muy alto el
porcentaje de jóvenes y la capacidad por tanto de garantizar el relevo.
Ojalá que además de ser capaces de alcanzar los fines de la
asociación y garantizarse el relevo espléndidamente, los Jóvenes de San José se
constituyan en modelo para otras iniciativas semejantes: toda la acción social
que se quiera, pero sin que ello represente renunciar a la oración y a la
acción evangelizadora.
Virtelius Temerarius
Sabéis si organizan campamentos para jóvenes ?
ResponderEliminarTengo hijos en Suiza que no han podido experimentar la fe , conviviendo con otros jóvenes en un ambiente de alegría y paz.
El Hogar de la Madre es otra opción para los jóvenes, pero casi no tienen plazas para los camps
En cierta forma , los jóvenes de San José son como las primicias.
ResponderEliminarLos primeros frutos antes de la cosecha tenían un gran valor para Dios por eso estableció una fiesta en el Antiguo Testamento para celebrar la futura cosecha .
Resulta que hemos vivido una gran sacudida de la fe, en Catalunya y revolución sexual y mala interpretación del CVII, nacionalsocialismo y materialismo y una Iglesia que adora a la nación
Pero estos jóvenes vielven al amor primero,
Aún así
Elementat querido Virtelius, son los jóvenes que se mueven lo que pueden pero aún se podria mover más si no acudieran a fiestas laicas y emplearan este tiempo de playa y discotecas en estos movimientos. Una forma de ser monjes sin llevar hábito.
ResponderEliminarUn monje sin hábito no es ningún monje, Sr. Silver!!!
EliminarViven estos en las afueras desde hace tiempo. Unas afueras que no es más que una prolongación de su vida interior que da sentido a su apostolado y ayuda al otro. Sin esa poderosa vida interior se es como campana que tañe, huera. La Iglesia no es una ONG, un hospital de campaña al estilo de aquella serie televisiva sobre médicos en el campo de batalla. Estos jóvenes anuncian a Cristo. Gracias, Virtellius, por darnos a conocer su labor ejemplar.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarResulta que Benedicto nos hablaba mucho de una comunidad del Qmram, serían como aquellos israelitas casi coetáneos de Jesús que esperaban al Mesías y no querían participar del modo de vida de los Fariseos, Escribas y Publicanos, eran como los que optaban por ser los pobres alejándose en el desierto y práctiando la Caridad.
ResponderEliminarResulta que el profesor Ratzinger cuando sufrió la revuelta marxista estudiantil, cuando vio como sus colegas en la Universidad teológica de tubingen fabricaban la teología marxista de la liberación y como afrontaban inesperadamente una revolución sexual incluso que alcanzaba a los seminarios de la Iglesia , el público que la Iglesia iría perdiendo su poder temporal hasta hacerse muy pequeña, y entonces los cristianos no tendrían sino unos trabajos muy humildes, no brillarán en la política y economía ,
Pero este grupo de cristianos pobres practicaría la caridad, de tal forma que se amaran unos a otros, que mientras en el mundo las personas sufrirán una pobreza peor que la del aislamiento, ellos mirarán a los cristianos pobres con esperanza,
Los jóvenes de San José siguen el Evangelio al pie de la letra lo mismo que los santos más conocidos
Mientras NO escondan en sus --"actividades cristianas"-- a la sucia POLÍTICA que todo lo pudre...., pues bien....Pero creo que, en este caso, va a ser difícil que esto ocurra...La Santa Iglesia debía tomar conciencia ya, de que politizar el Evangelio es de lo más antievangélico.
ResponderEliminarTengo muy buenas referencias de su entrega a la evangelización, acompañada de su ayuda a los que más lo necesitan. Loado sea Dios. Que María Auxiliadora os siga ayudando y que el Espíritu de nuestro Señor os mantenga en la Fe, para que podáis seguir estando juntos a los más pobres. Amén.
EliminarPués supongo que irán a. Votar, no?
EliminarPués que no vayan con tonterías y voten a VOX.
El último clavo que nos queda para no caer en el precipicio!!!
Que un joven opte por no ir de marcha con sus amigos los fines de semana por la noche y opte por visitar a los sinte ho, por llevarles abrigo y comida, por darles aliento y sembrar una verdera amistad es precisamente lo mas antipolitico que hay.
ResponderEliminarPorque precisamente se renuncia al yo en un primer momento para dejar que Dios actúe con su Amor y luego se recibe mucho, pero no poder del mundo, sino que se atesora para el Cielo .
Pues Jesús dijo que su reino no es de este mundo..
El reino de Dios por las calles de Barcelona comienza por el reinado de Jesús en los corazones sanando heridas, alimentando a los hambrientos,vistiendo a los desnudos, consolando Alós que lloran, dando aliebrp a ls que sufren:sirviendo a Dios sirviendo a los más desvalidos