DE LA IGLESIA DE LOS PECADORES A LA IGLESIA SIN PECADOS

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                                                                                                                                   Agnus Dei,
                                                                                                           qui tollis peccata mundi 

Es cierto que la Iglesia vivió una fuerte tendencia a ampliar todo lo posible la lista de los pecados, igual que los médicos no paran de alargar hasta el infinito, la lista de las enfermedades. La comparación es pertinente y esclarecedora: los administradores de la salud del alma entendieron que ésa era la manera de tener a los fieles alerta, cuidando su salud espiritual; mientras que los médicos aspiran a tener a los pacientes (a ser posible, a toda la población) pendientes de su salud corporal. Y para ello, acostumbrarlos a echar mano de la lista infinita de enfermedades ante cualquier síntoma, a ver si se incurre en alguna de ellas; recomendando en todo caso, acudir automáticamente al que se ocupa de “curar” (cuidar) la salud de nuestro cuerpo. Y por ese camino, llega el momento en que nos pasamos de rosca, proclamando por decreto las enfermedades (de hecho, sólo “la enfermedad”) de toda la colectividad, con lo que dejan de atenderse las enfermedades del individuo: porque al perder valor, se han borrado de la lista oficial de enfermedades.

Y parece que, por la ley del péndulo, y hartos de tanta virtud, de tanto cuidar la salud del alma, ahora estamos en el extremo opuesto, en el descuido total. En cualquier momento caeremos en la cuenta de que hemos pasado de la confesión diaria porque cualquier cosa puede ser pecado, a declarar la proscripción definitiva del pecado en la Iglesia y a sacar de la iglesia los confesionarios y hasta la misma confesión, porque los pecados lo son de la colectividad: no os lo perdáis, hay quien en el Camino Sinodal se empeña en encomendar el sacramento de la confesión a seglares.


Porque parece ser que el ala más moderna de la Iglesia se ha empecinado en convertir la Eucaristía en un sacramento de sanación; en encomendar a la Eucaristía las funciones del sacramento de la penitencia (e incluso las del bautismo) y abrir el acceso al misterio nuclear de la Iglesia, incluso a los que de una u otra forma se apartan de ella y de su moral. Es más que evidente que estos movimientos no pretenden construir la Iglesia o ponerla al alcance de mayor número de fieles, sino justamente lo contrario: destruirla.

No veo claro cómo ha de acabar esto. Pero si todos somos pecadores, igual que Hacienda somos todos, queda claro que, en virtud de un extraño razonamiento -hoy muy de moda-, todos somos tan virtuosos, tan perfectos y sobre todo tan incuestionables como las autoridades sanitarias, civiles y hasta las religiosas. Queda claro, por tanto, que a partir de ahí queda desdibujada la virtud. En efecto, si todos somos pecadores, ¿qué diferencia hay entre unos pecadores y otros? Si se niega el acceso a la Eucaristía a unos pecadores, ¿por qué no se les tendría que negar a todos los pecadores, porque todos lo somos? Claro, con afirmaciones de ese tipo, vamos a parar a nuestro “o todos moros, o todos cristianos”.


Y al final, si creemos que la Eucaristía no ha de ser el remedio del pecado, puesto que hay que acercarse a ella sin pecado; si creemos lo que dice la Iglesia sobre la Eucaristía (clarísimo lo proclama san Pablo: quien come y bebe el cuerpo y sangre de Cristo en pecado, come y bebe su propia condenación (1Co 11,27), y bellísimamente lo catequiza el Lauda Sion de la fiesta del Corpus); y si, como dicen los voceros del “Camino Sinodal”, todos somos pecadores, si decidimos escucharles  y obedecerles, hemos de ofrecer la Eucaristía a toda clase de pecadores; mientras que, si obedecemos a la Iglesia Santa y Católica, hemos de acercarnos a este sacramento con el alma limpia de pecado. ¿A qué nos lleva esta contradicción? ¿A quién hemos de seguir, a san Pablo, al Magisterio de la Iglesia y a la Tradición, o a los corifeos del sínodo alemán? Porque la realidad es que esa batalla por regalarle la Eucaristía a cualquiera (echar piedras preciosas a los cerdos (cf. Mateo 7,6), lo que hace es atentar contra la misma Eucaristía; lo que hace es precisamente trabajar por su extinción.

¿Qué hay debajo de esas humildísimas declaraciones? Pues lo que hay es la igualación del mal con el bien. Si todos somos igualmente pecadores, todos somos igualmente virtuosos. Tan virtuosos y tan pecadores como cualquiera. Si somos declarados virtuosos nos comportemos como nos comportemos, y se nos permite acercarnos a la Comunión en cualesquiera condiciones, (divorciados vueltos a casar civilmente, concubinarios o fornicarios habituales), es porque se está dando por desaparecido definitivamente el pecado de la moral de la Iglesia. Porque lo que se pretende mediante esa “licencia”, no es devaluar el sacramento de la Eucaristía, sino utilizar este sacramento para blanquear unos pecados muy concretos, para acabar al fin blanqueándolos todos: poniendo en el mismo saco el bien y el mal. O afinando más, poniendo el bien y el mal donde los pone el mundo: en la inopia.

Y obviamente, la pregunta que me inquieta, es: ¿qué pasará cuando ya casi nada y al final, nada sea pecado? Nos quedaremos sin pecadores, sin sacramentos (al menos los que lavan los pecados, puesto que ésa es su finalidad) … ¿Es ése el final que le tienen asignado a la Iglesia los nuevos teólogos de la bondad intrínseca del hombre y de todos sus actos?

Vamos a rastras con la teología (finalmente antropología) o moral fundamental, la que define el bien y el mal; la que distingue por tanto a los buenos y a los malos: buenos, los que hacen el bien, los que practican las buenas obras; malos, los que hacen el mal, es decir los que practican malas obras. Pero como estamos haciendo seguidismo de las doctrinas del mundo que proclaman la bondad intrínseca del hombre y de todas sus obras, he aquí que estamos vaciando de todo significado, la religión y sus sacramentos.


Y de paso, vaciamos de sentido la Redención. El Cordero de Dios que carga con los pecados del mundo y los redime con su sacrificio, deja de tener sentido, hasta tropezar con esas genialidades teológicas, sobre “la crueldad de Dios” al aceptar el sacrificio de su Hijo por salvar al hombre. Es lo que tiene andar jugando con la Eucaristía. Se socavan los cimientos como si eso no importara, y lo que pasa es que se tambalea todo el edificio.

Eso de que todos somos pecadores (sin más), acaba siendo tan hueco y tan trivial como que todos somos justos. Es colectivizar el pecado y la virtud; es negar la responsabilidad moral de cada uno por sus actos; es finalmente ir a parar a la acomodación de la moral a los apetitos de cada uno en cada momento. Es acabar con la existencia del bien y del mal objetivos; es acabar con la moral cristiana para establecer la de este podrido mundo.
 
Custodio Ballester Bielsa, Pbro.

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26 comentarios

  1. Dijo un cura muy sabio que Dios primero puso una lista cortita de preceptos morales esenciales en el Sinaí con el Decálogo o los Diez Mandamientos en Éxodo 20, y luego desarrolló la lista de pecados más extensa en Ley de Moisés o la Ley Levítica y luego en las Maldiciones y Bendiciones de Deuteronomio 27 y 28, pero que algunos sólo son para la etapa histórica de la Sinagoga (Ley Mosaica y adoración de Dios en la Alianza), pero no para la Iglesia (desde la muerte, resurrección y ascensión de Cristo y la adoración de Dios dentro del Nuevo Testamento y la Iglesia) que deroga definitivamente a toda la Sinagoga, ya superada.

    Por eso, de los preceptos morales del Decálogo se pueden extraer todos los pecados que se dan a cada momento histórico. Por ejemplo, la eutanasia no está recogida ni por la Ley Mosaica ni por las Bendiciones y Maldiciones, pero sí se puede hacer una deducción o inferencia lógica del quinto mandamiento, "no matarás".

    En efecto, en Evagelium vitae 65, Juan Pablo II dice que primero hay que definir la eutanasia: Por eutanasia en sentido verdadero y propio se debe entender una acción o una omisión que por su naturaleza y en su intención causa la muerte, con el fin de eliminar cualquier dolor. La eutanasia se sitúa en el nivel de las intenciones o de los métodos usados.

    Luego fija la doctrina inmutable de la Iglesia, la verdad definitiva que si no es creída implica la no plena comunión con la Iglesia Católica: Confirmando que la eutanasia es una grave violación de la ley de Dios, el Papa declara que "tal doctrina [de la ilicitud de la eutanasia] está fundada sobre la ley natural y sobre la Palabra de Dios escrita [el quinto mandamiento], que ha sido transmitida por la Tradición de la Iglesia y enseñada por el Magisterio ordinario y universal".

    Da la impresión de que en la doctrina sobre la eutanasia hay un elemento puramente racional, algunos dirían arbitrario "porque lo dice el Papa", ya que la Escritura desconoce el concepto de eutanasia en la Ley Mosaica y las Bendiciones y Maldiciones. Sin embargo, aquí obra operativa y efectivamente la acción entre el orden de la fe y de la razón, porque la Escritura excluye con claridad en su quinto mandamiento toda forma de autodeterminación, autodecisión y autodisposición de la existencia humana, la cual está presupuesta de manera evidente tanto en la praxis como en la teoría de la eutanasia.

    Hay que notar que la cultura de la muerte NO está solo en los abortorios o CLÍNICAS ABORTISTAS, sino en absolutamente todas las clínicas de REPRODUCCIÓN ASISTIDA (asociadas a los abortorios), pues se practica la heterodisposición, heterodeterminación y heterodecisión sobre la vida humana incipiente, enferma o sana, no nacida, indefensa y vulnerable, por parte de los padres y los médicos, con una mentalidad eugenésica (selección embrional cualitativa y cuantitativa: los mejores y óptimos embriones), son estos s.e.u.o:

    1. Diagnóstico genético preimplantacional (PGD) para seleccionar características no médicas (ojos, pelo, sexo, enfermedad)

    2. Descarte selectivo de embriones excedentes o de viabilidad y calidad inferior: Durante un ciclo de FIV se descartan eugenésicamente los embriones menos viables y de calidad inferior o con defectos.

    3. Congelación y descarte de embriones congelados; en la fertilización in vitro (FIV), los embriones excedentes pueden ser criopreservados y luego destruidos o investigados

    4. Investigación con embriones: es la destrucción de embriones para obtener células madre u otros fines de investigación

    5. Maternidad subrogada o gestación por sustitución: se eliminan o abortan fetos y embriones de menor calidad y menos viables o indeseados

    6. Técnica de los tres padres o técnica de transferencia pronuclear (TPN): los genes sanos que están en el núcleo del óvulo de la madre, se transportan a un óvulo de otra mujer cuyo núcleo ha sido sacado pero se conservan los genes sanos de su mitocondria, con el fin de evitar enfermedades mitocondriales neurológicas, musculares, cardíacas y gastrointestinales.

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    1. Con razón Jesús dijo antes de ascender,me conviene que que venga el Espíritu Santo.

      Las encíclicas de Juan Pablo y de Benedicto son de la autoría del Espíritu Santo, que nos lleva a la completa verdad, en estos momentos.

      Bíblia Católica

      Evangelio según San Juan, 16
      1.Les hablo de todo esto para que no se vayan a tambalear.

      2.Serán expulsados de las comunidades judías; más aún, se acerca el tiempo en que cualquiera que los mate pensará que está sirviendo a Dios.

      3.Y actuarán así porque no conocen ni al Padre ni a mí.

      4.Se lo advierto de antemano, para que cuando llegue la hora, recuerden que se lo había dicho. No les hablé de esto al principio porque estaba con ustedes.

      5.Pero ahora me voy donde Aquel que me envió, y ninguno de ustedes me pregunta adónde voy.

      6.Se han llenado de tristeza al oír lo que les dije,

      7.pero es verdad lo que les digo: les conviene que yo me vaya, porque mientras yo no me vaya, el Protector no vendrá a ustedes. Yo me voy, y es para enviarselo.

      8.Cuando venga él, rebatirá al mundo en lo que toca al pecado, al camino de justicia y al juicio.

      9.¿Qué pecado? Que no creyeron en mí.

      10.¿Qué camino de justicia? Mi partida hacia el Padre mientras ustedes ya no me vean.

      11.¿Qué juicio? El del gobernador de este mundo: ya ha sido condenado.

      12.Aún tengo muchas cosas que decirles, pero es demasiado para ustedes por ahora.

      13.Y cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, los guiará en todos los caminos de la verdad. El no viene con un mensaje propio, sino que les dirá lo que escuchó y les anunciará lo que ha de venir.

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  2. En primer lugar, Cristo no confesó a nadie, las gentes le seguían y solo con tocar sus vestiduras con Fe quedaban perdonados de sus pecados. Cristo no se sentó en ningún confesionario con una cola de penitentes. Cristo en su taller de carpintero no construía confesionarios para la futura iglesia como algunos dicen. En Los Hechos solo aparece la escena de una familia que practicaban la magia y que se convirtieron a la Fe confesando sus prácticas. La famosa Confesión Frecuente es un estado de "morada mística" (Teresa de Avila) en la que no todos estamos llamados, si así fuera se necesitarían un gran ejército de sacerdotes pegados a los confesionarios que dada la escasez de Clero hoy es impensable. Como detalle curioso el gran santo papa Juan Pablo II se confesaba, no frecuente, sinó a diario. Je me diréis que pecados mortales debía confesar diariamente Juan Pablo II.

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    1. Cristo tampoco rezaba el rosario, ni celebraba la Navidad, etc, etc. ¡Cristo no era cristiano! Nosotros sí lo somos, pero no somos Cristo, Sr. Garrell. Y con respecto a Juan Pablo II y sus pecados ¿quién puede saber, fuera de él mismo y de Dios, lo que pasaba en el interior de su alma?

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    2. Cristo era el verdadero CRISTIANO con mayúscula, faltaría más y en monte olivos rezaba repitiendo las mismas súplicas y pasando mucho tiempo, uns especie de rosario a Su Padre. Nosotros rezamos el rosario que consiste en unas oraciones repetidas durante largo espacio y a Su Madre. No veo tanta diferencia.

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    3. Cristo tampoco bautizó ni casó a nadie, no se a que viene su comentario tan extraño. Pero Cristo instituyó los 7 sacramentos.
      La Confesión no sólo es para perdonar los pecados mortales, sino también los veniales. Los santos siempre se han considerado grandes pecadores, no porque cometieran muchos pecados mortales, sino porque cuanto una persona es más santa, más se da cuenta de sus miserias, cuando está delante de Dios.
      Cuentan de un santo, que pidió a Dios, ver su alma tal como la ve Dios, y cuando la vio, pidió enseguida que Dios le apartara tal visión, al ver una alma tan imperfecta. Por eso, casi nadie se escapa de una buena temporada en el Purgatorio.

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  3. ¿Cuál es la norma que debe regir la actuación de todos? La concencia (ilustrada). Más o menos ilustrada, pero es la conciencia. No lo que me digan.

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    1. Técnicamente, la Iglesia dice que «Cuanto mayor es el predominio de la CONCIENCIA RECTA, tanto más las personas y los grupos se apartan del arbitrio ciego y se esfuerzan por adaptarse a las normas objetivas de moralidad» (GS 16)

      El criterio es la recta conciencia, es decir, la recta conciencia en el catolicismo se refiere a la capacidad y la responsabilidad de discernir y seguir la ley moral objetiva de acuerdo con los principios y enseñanzas de la Iglesia Católica, buscando siempre el bien y evitando el mal.

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  4. Estoy totalmente de acuerdo con los postulados de Mosén Ballester SIEMPRE.

    El problema es cuando ves que desde Roma el depósito de la Fe se va por las alcantarillas.

    Que podemos hacer los Católicos de base, como un servidor?

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    1. Rezar y replicar: "No está bien lo que haces"

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  5. Me confieso una vez a la semana cuando lo he dicho algunos ,incluidos clérigos, han echado las manos a la cabeza. Siempre her respondido que si a una casa no se le pasa el polvo una vez a la semana se nota, en un mes…imagínate en uña año.

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    1. El papa actual dijo hace poco que la confesión no es ninguna "lavanderia". Por lo de limpiar, claro.

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    2. En principio, la ley de nuestra Iglesia nos recuerda que hay la obligación de confesarse al menos una vez al año, sólo si hay pecados graves. Si, gracias a Dios, no hay tales pecados, no surge esa obligación.

      Ahora bien, aunque no hubiera pecados graves, siempre hay de qué pedir perdón, claro...

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  6. Muy oportuna reflexión, padre Custodio. Hoy la eliminación de los confesionarios ha eliminado la invitación al sacramento de la Penitencia. Alguna vez he tenido que ir a la sacristía, con sorpresa del sacerdote, pidiendo la administración del sacramento. Aquellas filas de penitentes que había antes esperando la tranquilidad de la conciencia y la absolución de los pecados ha desaparecido inexplicablemente.
    Lo peor, lo tremendo del caso, es que no sólo no se confiesa, sino que desde santa Marta se ha difundido el disparate teológico de que, como la Eucaristía es un sacramento para los débiles, éstos, los pecadores pueden, deben acudir a la comunión, sin romper con las ataduras del pecado, como es el caso del adulterio.
    No es esta situación la menos mala del desorden en que vive la Iglesia y sí quicio sobre el que se basan tantas aberraciones vaticanas.

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    1. Sr. Valderas, Ud sí que es un buen cristiano (o lo cree).

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  7. Algunas instituciones de la Iglesia recomiendan la confesión semanal. En alguna aparición de la Virgen, ha recomendado la confesión mensual.
    La Iglesia manda confesar los pecados al menos 1 vez al año, y siempre que haga falta, cuando se tiene conciencia de pecado mortal.
    A partir de ahí, la libertad de cada uno, teniendo en cuenta que todos somos pecadores, y que el justo peca 7 veces al día, según la misma Biblia.
    El problema actual de la sociedad, que ha contagiado a la misma Iglesia, es que "yo lo valgo", o "yo no me arrepiento de nada", como se oye con frecuencia en la TV. El hombre moderno se ha erigido en medida de todas las cosas, y el subjetivismo moral se han implantado en toda la sociedad, pero todo es pura soberbia: el primero de los pecados.

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  8. Si sigue así, teniendo más razón que un Santo, a usted Mosén, lo van a misericordiear a base de bien.

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  9. Pienso que la conciencia humana es clave, la evangelización quizás es la culminación de la profesia

    , Dios iba a poner a la humanidad u corazon nuevo y un espiritu nuevo

    un corazón de carne que sustituye al corazón de piedra , donde el Espíritu nos ayudaría con una nueva ley interior en el corazon , ya nadie tiene que instruir a su hermano .

    Quizá esa conciencia humana , como la explica el Catecismo de la Iglesia , como una ley no puesta por cada uno, sino que es puesta por Dios en nuestro interior, es una ley que nos indica constantemente hacer el bien y evitar el mal,

    ?Y cono hacemos para que se mantenga despierta mediante?

    Mediante la lectura de la Palabra de Dios, también mediante el examen de conciencia , no solo de la propia vida , sino del acontecer del mundo y de la Iglesia.


    Cuando mediante de las webs catolicas , colaboramos con ese examen de conciencia,por ejemplo cuando van saliendo leyes civiles que contradicen la ley natural y expanden la confusion

    cuando los medios ee comunicacion expande modas inmorales

    la conciencia se defiende y con la apologética, confirmanos en la fe a los que buscan la fe y la verdad , en estos tiempos ayudamos a mantener fina la conciencia de los creyentes.

    Benedicto xvi, nos dice que matar la fe de los pequeños es aquello que merece las palabras de Jesus evangelicas, merece que le lancen al mar atado a una piedra en el cuello.

    Es labor del Papado pero tambien de nosotros, poeque la Iglesia es santa y muchasveces San Pablo nos insto a exhortarnos unos a otro, a reprendernos tambien, siguiendo la orden de Jesus( en los evangelios citada tambien )

    Parece que la batalla final trata de doblegar la conciencia con la cultura de la muerte, con la mentira..

    Pues también hay una profesión, varias, en el Antiguo y Nuevo Testamento.

    Al mal llamarán bien y al bien al mal.
    Lo más doloroso, como explica el artículo aquí, y considera laaeucaristia medicina y no como lo que es Jesucristo vivo , que sufre con nuestros pecados, y que no puede habitar en un alma muerta en pecado mortal y que este acto de recibirlo así es una auto-condenación.

    Si conseguimos ponernos en contacto con Dios antes de tal ofensa, y en ese santuario interior de la conciencia nos comunicamos con El, para preguntarnos y examinarnos..con la gracia de Dios escucharemos la voz interior de aquello que es descamisado en nuestra vida y con humildad dupliquemos la gracia para remediar es decir , la conversión

    Luego acercarse a la Iglesia, para conseguir la conversión a través del sacramento del perdón y de la dirección espiritual.


    Ya que San Pablo nos dice "examina y también la gloria a Dios se tiene que hacer en la Iglesia de Dios vivo.

    CartaSan Pablo a los Corintios

    27De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor.

    28Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y luego coma del pan y beba de la copa.
    29Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí. 30Por esta razón hay muchos debiles y enfermos entre ustedes, y muchos duermen (han muerto). 31Pero si nos juzgaramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados. 32
    Pero cuando somos juzgados, el Señor nos disciplina para que no seamos condenados con el mundo.

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  10. La conciencia es como un juicio de Dios, sinos enfrentamos a ella con humildad , por ejemplo tras haber obrado mal, ella nos permite discernir, es que aceptamos el juicio de Dios , y comprendemos como obrar para recuperar el camino correcto.

    Por ejemplo , uno miente normalmente por temor al ridículo, o al castigo humano,.

    Tras una mentira, y examinando nos,el juicio de la conciencia, nos recuerda confesar la mentira, y hacer propósito de no mentir.


    Cuando uno se niega a escuchar al juicio de la conciencia propia, hace como Adán y Eva , se esconden de la presencia de Dios, o como Caín que hace caso omiso de laadvertencia prudente de Dios,

    Génesis

    Yavé le agradó Abel y su ofrenda, mientras que le desagradó Caín y la suya. Ante esto Caín se enojó mucho y su rostro se descompuso.

    6.Yavé le dijo: «¿Por qué andas enojado y con la cabeza baja? Si obras bien, podrás levantar tu vista.

    7.Pero tú no obras bien y el pecado está agazapado a las puertas de tu casa. El te acecha como fiera, pero tú debes dominarlo.»

    8.Caín dijo después a su hermano Abel: «Vamos al campo.» Y como estaban en el campo, Caín se lanzó contra su hermano Abel y lo mató.

    9.Yavé preguntó a Caín: «¿Dónde está tu hermano?» Respondió: «No lo sé. ¿Soy acaso el guardián de mi hermano?»

    10.Entonces Yavé le dijo: «¿Qué has hecho? Clama la sangre de tu hermano y su grito me llega desde la tierra.

    11.En adelante serás maldito, y vivirás lejos de este suelo fértil que se ha abierto para recibir la sangre de tu hermano, que tu mano ha derramado.

    12.Cuando cultives la tierra, no te dará frutos; andarás errante y fugitivo sobre la tierra.»

    13.Caín dijo a Yavé: «Mi castigo es más grande de lo que puedo soportar.

    14.Tú me arrojas hoy de esta tierra, y me dejas privado de tu presencia. Si he de ser un errante y de andar vagando sobre la tierra, cualquiera que me encuentre me matará.»

    15.Yavé le dijo: «No será Bíblia Católica

    Génesis, 4
    1.El Adán se unió a Eva, su mujer, la cual quedó embarazada y dio a luz a Caín. En esta oportunidad dijo: «Gracias a Yavé me conseguí un hijo.»

    2.Después dio a luz a Abel, el hermano de Caïn. Abel fue pastor de ovejas, mientras que Caín labraba la tierra.

    3.Pasado algún tiempo, Caín presentó a Yavé una ofrenda de los frutos de la tierra.

    4.También Abel le hizo una ofrenda, sacrificando los primeros nacidos de sus rebaños y quemando su grasa.

    5.A Yavé le agradó Abel y su ofrenda, mientras que le desagradó Caín y la suya. Ante esto Caín se enojó mucho y su rostro se descompuso.

    6.Yavé le dijo: «¿Por qué andas enojado y con la cabeza baja? Si obras bien, podrás levantar tu vista.

    7.Pero tú no obras bien y el pecado está agazapado a las puertas de tu casa. El te acecha como fiera, pero tú debes dominarlo.»

    8.Caín dijo después a su hermano Abel: «Vamos al campo.» Y como estaban en el campo, Caín se lanzó contra su hermano Abel y lo mató.

    9.Yavé preguntó a Caín: «¿Dónde está tu hermano?» Respondió: «No lo sé. ¿Soy acaso el guardián de mi hermano?»

    10.Entonces Yavé le dijo: «¿Qué has hecho? Clama la sangre de tu hermano y su grito me llega desde la tierra.

    11.En adelante serás maldito, y vivirás lejos de este suelo fértil que se ha abierto para recibir la sangre de tu hermano, que tu mano ha derramado.

    12.Cuando cultives la tierra, no te dará frutos; andarás errante y fugitivo sobre la tierra.»

    13.Caín dijo a Yavé: «Mi castigo es más grande de lo que puedo soportar.

    14.Tú me arrojas hoy de esta tierra, y me dejas privado de tu presencia. Si he de ser un errante y de andar vagando sobre la tierra, cualquiera que me encuentre me matará.»

    15.Yavé le dijo: «No será así: me vengaré siete veces de quien mate a Caín.» Y Yavé puso una marca a Caín para que no lo matara el que lo encontrara.

    16.Caín se fue de la presencia de Yavé y habitó en el país de Nod, al oriente del Edén.

    17.Caín tuvo relaciones con su mujer, la cual dio a luz un hijo, al que llamó Henoc. Construyó una ciudad y la llamó Henoc, con el mismo nombre de su hijo.

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    1. Usted señor Copisteano se debe confesar esta falta de largo texto porque el que pone el artículo queda pequeño de categoria al lado de su comentario.

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  11. La masa de gente se apelota al grupo, la masa es gregaria como lo demuestra la imagen donde existe larga cola para comulgar y nadie para confesar. En el mismo Catolicismo no nos han educado para salirse de ser gregarios y ser en cambio "inteligentes", de ahí que gran parte de los que comulgan lo hacen como rutina para juntarse al grupo, no como acto de Fe.

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  12. Le recomiendo un libro. Sobre los géneros literarios en la biblia, para no decir tonterías y es de la Comisión bíblica internacional y san Juan Pablo II. " La interpretación de la Biblia en la Iglesia" esta en pdf

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  13. El papa actual dijo hace poco que la confesión no es ninguna "lavanderia". Por lo de limpiar, claro. "

    No entenc

    No entenc gens.


    Vostè és un dels contribuents més habituals ací, però és evident que ja ha oblidat les notícies recentes i escandaloses publicades en aquest bloc el 12 de desembre de l'any passat on, en parlar de les paraules dirigides pel Sant Pare als seminaristes de tot Catalunya va publicar:


    ¿Pero qué dijo el Papa? Según me han contado varios seminaristas les hizo especial hincapié en que hay que perdonar todo, que, aunque se vea que no hay propósito de enmienda, siempre se ha de perdonar y que en ningún caso se puede negar la absolución, pues entonces el sacerdote se convertiría en vehículo de un juicio maligno, injusto y moralista.

    No entenc.

    No entenc gens.

    Gens.

    F.E.M.


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  14. "Si no entens res es que
    tot es un Misteri amb majúscula."

    Sens dubte les inconsistències flagrants i repetides del Papa Francesc són un MISTERI per als catòlics del carrer

    Aquelles d'altres persones molt menys importants?

    També.

    F.E.M.

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