Generalmente es difícil saber a ciencia cierta cuál es el pensamiento del papa. En esta ocasión se ha expresado con suficiente claridad para no llevarnos a confusión. En las declaraciones a Associated Press expresa claramente que su intensa preocupación son las leyes que hay a lo largo y ancho del mundo, que criminalizan la homosexualidad. Y manifiesta su preocupación por el hecho de que haya obispos que están en esa idea, en la idea de condenar de una u otra forma la homosexualidad. Es fácil entrever en estas manifestaciones de su pensamiento (casi diría de su alma) el deseo de que la Iglesia se decida a luchar para que tampoco sea un pecado. Lo que sí parece evidente (y no sólo por estas declaraciones) es su deseo de que la Iglesia, para acompasar su paso al del mundo, tras abrir sus brazos a los homosexuales, los abra a la homosexualidad.
Es que ahí está el empeño del Camino Sinodal alemán por homosexualizar a la Iglesia: y el hecho muy significativo de que el papa nunca se haya opuesto frontalmente a ese Camino Sinodal cuyo evidentísimo eje doctrinal es la homosexualización de la Iglesia en general, y del clero en particular. En efecto, poco sentido hubiese tenido que se opusiese a los obispos que se han posicionado a favor de la homosexualidad, cuando lamenta de forma intensa que haya obispos (particularmente en África) que se oponen a ella porque los pobres están en culturas de esa tendencia. Son buenos obispos, dice el papa, pero los pobres son parte de esa cultura y tienen todavía la mente en esa cultura. Esos obispos sí, están en esa cultura tan poco cristiana, es decir tan poco caritativa; pero el papa no, el papa no, evidentemente. No olvidemos que la JMJ de Lisboa está bajo los auspicios de la Agenda 2030.
No es mi objetivo en este momento entrar a juzgar si la homosexualidad es moralmente buena o mala para un católico, y si el papa acierta o yerra en eso. No voy a entrar en ese aspecto. Mi intención es únicamente arrojar luz sobre el pensamiento del papa a este respecto. Lo había dejado entrever por sus actuaciones y por las personas de que se ha rodeado; pero nunca lo había puesto en palabras tan claro como ahora.
Y evidentemente hemos de poner el acento en el núcleo y síntesis de sus declaraciones: “la homosexualidad no es un delito”. Declaraciones tremendamente preocupantes. Así que la Iglesia y su máximo líder se han de guiar por la posición del mundo respecto a la homosexualidad; y por idéntica razón, respecto a las demás cuestiones morales. Si el mundo ha decidido santificar la homosexualidad con sus leyes, la Iglesia no puede, no debe condenarla en su código moral. ¡Y qué bien que lo explica! La homosexualidad no es un delito, pero es un pecado. Y para dejarlo claro, recurre a la típica jesuitada: Bueno, sí, pero hagamos primero la distinción entre pecado y delito. Pero también es pecado la falta de caridad de unos con otros, así que, ¿qué pasa con esto? ¿Que qué pasa? Bien sencillo, ¿no? Si somos tan indulgentes con la falta de caridad de unos con otros, cosa mucho más grave, ¿cómo vamos a ser tan quisquillosos con la homosexualidad, que comparada con la falta de caridad sería en todo caso un pecadillo de nada? Tan leve como para descatalogarlo. ¿Cómo vamos a comparar la falta de caridad de los que dan dinero para envíar armas a Ucrania para alargar la guerra, con conductas que sólo afectan a quienes las practican? ¡Por favor!, ¡cómo vamos a ser tan desproporcionados!
Pero aún hay más: de las palabras del papa se deduce
que, en su imaginario, la Biblia y las religiones que en ella se sostienen son
un subproducto de una cultura totalmente superada por la modernidad occidental.
Una cultura, por cierto, que han de superar los obispos africanos que están en
ella de buena fe; una cultura obsoleta de la que son víctimas inocentes. Sí, son buenos obispos, son parte de la
cultura y algunos tienen todavía la mente en esa cultura. Sí, claro, tienen
“todavía” la mente en la cultura esa adoptada por la Biblia. Son obispos
anticuados que tienen todavía la mente en la Biblia y han de pasar por ello “un proceso de conversión”. Sí, sí, tal
como suena.
Por eso tenemos ahí los caminos sinodales que convergen en la homosexualización de la Iglesia. El papa se ha expresado con mayor claridad de la que suele, y ha dejado bien claro que la condena de la homosexualidad (en la Iglesia, condena moral, calificándola de pecado) es cosa de culturas: “Lo que pasa es que son culturas, culturas en un estado y en obispos de ese lugar, sí, son buenos obispos, son parte de la cultura y algunos tienen todavía la mente en esa cultura. Esos obispos tienen que tener un proceso de conversión”. Obvio: esos obispos tienen que tener un proceso de conversión.
La Iglesia católica tiene que trabajar, dice el papa, para acabar con esas leyes injustas que penalizan las relaciones homosexuales en todo el mundo. No me digan que no es éste un gran programa de la Iglesia católica para hacer un mundo más justo. Si son unas leyes que atentan contra la caridad cristiana, la Iglesia, extendiendo su misión más allá de su terreno, que es la moral, en un tema tan inmensamente serio para ella y para el mundo, ha de trabajar para acabar con esas leyes. Y por no quedarse atrás, se supone que trabajará en la despenalización moral de esas conductas. Por imperativo categórico, por coherencia.
Y claro, ante eso surge una pregunta incomodísima: si la Iglesia asume como misión propia acabar con leyes injustas, ¿para cuándo tiene programado acabar con las leyes que santifican el aborto? ¿Y con las que consienten el infanticidio prenatal y perinatal? ¿Y cuándo tiene previsto salir en defensa de los niños que, siguiendo vivos tras ser abortados, la ley permite dejarlos morir o matarlos? Si el papa está dispuesto a trabajar por abolir leyes injustas (y sobre todo inmorales), haría bien por iniciar una valiente campaña para acabar con estas leyes en todo el mundo.
Sí, claro, en estas cuestiones a la Iglesia sólo le importa la condena moral: y sin entrar en detalles, sin insistir en exceso, por no producirles incomodidad a los legisladores. Pero lo de la homosexualidad es otra cosa, mucho más seria y mucho más urgente, ¿eh que sí? La homosexualidad no es un delito, el aborto tampoco, los infanticidios relacionados con el aborto, tampoco; tampoco es delito la eutanasia y la asistencia al suicidio, ni los vientres de alquiler en algunos países; ni será delito de aquí a poco, mantener relaciones sexuales con menores, con tal que ellos las consientan. Sin entrar a valorar el precio del consentimiento.
Pero parece ser que lo más importante en todo esto es la ternura. Lo importante es ponerle ternura, mucha ternura. He ahí un enorme y arduo campo de trabajo para la Iglesia, una vez que decide dejar de lado la moral y la moralidad, para ocuparse en trabajar para la abolición de leyes injustas. Y de paso, hay que suponer que pondrá especial atención en las leyes inmorales, ¡claro!
¿Qué pasa entonces? ¿Que la Biblia y las religiones que en ella se fundan, son un mero subproducto de una cultura que la Iglesia ha de luchar por superar? ¿Es eso? Si no lo es, lo parece. Vemos a un papa enamorado del Camino Sinodal alemán (el de la cultura que ha sabido superar los prejuicios contra la homosexualidad). Tan enamorado que, a la hora de expresarse al respecto, consigue hacerlo con mucha mayor transparencia de la que suele. Tan enamorado, que de hecho ha impuesto en el resto de la Iglesia un camino sinodal que converge con el alemán en la mayoría de postulados. Y en los que no existe de momento esa convergencia, deja la puerta abierta para abordarlos más adelante. Eso sí, dejándose llevar por la demanda sinodal de fieles y clero oportunamente elegidos y guiados. Son los avatares de la sinodalidad.
Lo más importante de las declaraciones que ha hecho el papa Francisco en su entrevista con la Associated Press, es que en ellas se transparenta como nunca su pensamiento y su sentimiento sobre el delicado tema de la homosexualidad en la Iglesia y sobre todo en el clero, que es donde más aprieta el Camino Sinodal. A partir de ahí va a ser sumamente fácil seguir los movimientos del papa respecto al cisma de la iglesia alemana; un cisma que intentó abortar con su Sínodo de la Sinodalidad, cuya principal razón de ser, tal como estamos viendo, fue acercarse todo lo posible al Camino Sinodal, a su núcleo doctrinal. Y por momentos parece que hasta adelantarle. Pronto veremos si lo consiguió.
Bueno, ahí tiene el papa una patata caliente, la que le ha echado en el regazo el cardenal Robert McElroy, obispo de San Diego, que escribió en la revista jesuita (¡qué boda sin la tía Juana!) que los actos homosexuales no son pecado; y en su largo artículo extrajo todas las consecuencias, hasta llegar a la bendición (de momento, sólo solemne ceremonia de bendición) de los que las leyes llaman matrimonios homosexuales.
Ahí hubiese quedado eso como una más de las infinitas barbaridades que han publicado y predicado los diligentes operarios de la homosexualización de la Iglesia. Pero he aquí que se dignó responderle el obispo de Springfiels (Illinois), Thomas Paprocky, experto en derecho canónico. Y lo hizo de forma apocalíptica: manifestó que por incurrir en herejía y por tanto en excomunión automática (latae sententiae), el cardenal McElroy está fuera de la Iglesia, fuera de sus cargos y fuera del cónclave, si fuera el caso. ¡Pero si lo único que hizo fue disentir levemente de lo que manifestó recientemente el papa en sus declaraciones a Associated Press!: es pecado, pero de aquella manera.
¿Y qué va a hacer el papa? Pues emplear raudales de ternura, como los que empleó con el cardenal McKarty, con monseñor Ricca, con el obispo Zanchetta y con tantos otros casos notorios de abusos que han quedado archivados. Ternura a raudales: porque el tema lo merece. En los albores de su pontificado esgrimió el arma de la misericordia (¡con el genial despliegue propagandístico de la misericordina!); y en su ocaso, con los mismos problemas en la Iglesia, la solución que propone son raudales de ternura.
Virtelius Temerarius
Se agradecería opinión del Sr. Valderas sobre tan candente tema y los DISLATES del obispo de Roma.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Parece obvio que la falta de preparación teológica del Papa está desconcertando a la Iglesia. Como diría Pell, el cardenal australiano, de Roma no viene la luz, viene la confusión. Y anda que no le gusta hablar. Con sus ocurrencias, que le deben parecer genialidades, no para de disparatar. Sofismas bastos, como la distinción entre la homosexualidad y la justicia penal, que no acierta siquiera a separar la doctrina del acto individual, del valor salvífico de los sacramentos, como cuando iguala al pastor protestante --que no ha recibido el sacramento del orden, sólo el del bautismo-- con el sacerdote católico, y mil dislates más, no nos podía haber caído una plaga bíblica peor. Porque el efecto de ese desamparo doctrinal es el Sínodo de los Obispos Alemanes. Y los que le seguirán. Con todas sus consecuencias.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarDe preparación teológica anda sobrado.
Y también va sobrado de MALA FE!!!
¿Esta es la respuesta que da al Anónimo 17:56? Qué pena me da leer su "pontificación" respecto al Papa: sof ismas bastos, distinción entre homosexualidad y justcia penal!
EliminarRezo para que el Señor no le ponga en el tribunal que ha de juzgarme a mí, pobre pecador!
Cita: "¿Que la Biblia y las religiones que en ella se fundan, son un mero subproducto de una cultura que la Iglesia ha de luchar por superar?. --------Respuesta: Según el Catolicismo la Bíblia ha sido superada con el Evangelio, y la prueba es que los grandes divulgadores de La Bíblia han sido los jehovistas y los protestantes hasta el momento presente. No nos quejemos pues de que el Papa se salte olímpicamente detalles bíblicos porque la Iglesia en bloque es culpable de que los devotos católicos desconozcan los escritos bíblicos, empezando por la Creación en 6 días y El Diluvio que han sido descatalogados como históricos y relegados al rincón de las metáforas. Tuve una discusión con un cura del Opus sobre el Diluvio y me dijo una "metáfora", luego se metia en el confesionario mucho tiempo (estilo Opus). Cuando ni los del Opus creen en La Bíblia estamos apañados. Sobre la homosexualidad al final quedarà como una metáfora más y solo valdrà el Amor Evangélico. Ya pasó esto de predicar el castigo del Diluvio y del fuego de Sodoma. Hoy en día en los púlpitos sólo es rentable predicar el "bonismo" de Dios, y punto.
ResponderEliminarhistoricas y relegadas a
Sr. Garrell, estudiï una mica més de Bíblia, abans d'escriure: vostè creu que la creació va durar 6 dies? "porro unum est necessarium".
EliminarNuestro Señor dijo a los maestros de la ley, que el no vino a abolir la ley del AT, sino a darle cumplimiento.
EliminarMás claro no lo pudo decir.
Raudales de ternura para herejes y blasfemos inmorales.
ResponderEliminarY caña al mono a los auténticos Católicos.
Eso pinta muy mal, Sr. Temerarius!!!
'LA HOMOSEXUALIDAD NO ES UN DELITO, DIJO EL PAPA'
ResponderEliminarCom que no és advocat, no ens interessa la seva valoració jurídica.
Gens.
Tenint en compte que sí que és Bisbe de Roma, la seva valoració de les relacions homosexuals com a pecat ens interessa.
Molt.
"Quien soy para juzgar?" !!!!!
Su artículo me ha ayudado a seguir viendo lo mal que está nuestra Iglesia católica. El papa Francisco, con todos mis respetos, sigue liando la madeja. No comprendo cómo con las referencias sobre el tema de hoy, tanto en el AT como en el NT, puede decir que la Iglesia ha de cambiar y adaptarse al mundo de hoy con la agenda 2030. Que Dios me perdone, pero no estoy de acuerdo en absoluto con bastantes de sus opiniones.
ResponderEliminarLos antecedentes de la debacle doctrinal católica con Francisco empezaron, para el profesor Seifert, con los sínodos de la familia de 2014-2015 y que concluyó con la devastadora Amoris laetitia y su plan:
ResponderEliminar1. PREMISA: Capítulo VIII, numeral 305 y notas 336 y 351, de Amoris laetitia (firmada el 19 de marzo del 2016, San José, publicada el 8 de abril), por el que se justifica la errónea comunión y absolución de los adúlteros no arrepentidos
2. CONCLUSIÓN: Rescriptum ex audientia SS.MI. (firmado el 5 de junio 2017, publicado en el AAS de 7 octubre 2016, pág. 1071-76), por el que se eleva este error doctrinal a Magisterio Auténtico, amparado por los cánones 752 (deber de asentimiento religioso del entendimiento y voluntad, sin que llegue a ser de fe) y 1371 (sanción de pena justa contra quien rechaza pertinazmente el Magisterio Auténtico) del Código de Derecho Canónico.
3. IMPLEMENTACION
a) No contesta a las Dubias del 2016 de los cuatro cardenales
b) No hace caso de ninguna de las muchas correcciones fraternas que se le plantean durante el 2016-2018
c) Permite que muchos obispos implanten Amoris laetitia: Buenos Aires, Roma, Sicilia, Valle de Aosta, Piamonte, Emilia-Romaña, Las Marcas, Malta, Alemania, Bélgica, Lisboa, Fatima-Leiria, Braga, Oporto, Coimbra...
.....
¿Qué ha pasado desde Amoris laetitia (2016) hasta el reciente cisma del camino sinodal alemán? Radicalización luterana extremista.
1. Amoris laetitia en 2016 derogaba los actos morales catolicos intrinsece malum per se semper et pro semper in omnibus locis, y lo sustituía por los actos morales del sector moderado luterano "bonum imperfectum et incompletum", por el que un acto intrinsece malum es santo y salvífico si tiene presente algún bien posible como pueda ser el amor, el respeto y los cuidados mutuos, atenuantes culturales o psicológicas..
2. Pero el camino sinodal alemán del 2023 ha asumido los actos morales del sector radical luterano, por el cual quedan derogados todos los actos morales intrinsece malum si se ejercitan de acuerdo con el principio de libre autodeterminación moral (El Camino sinodal alemán aprueba bendecir las uniones de homosexuales y adúlteros y pide ordenar a transexuales y cambiar su sexo en la partida de bautismo; Infocatólica).
Y aunque Francisco llama a la ideología de género "una de las colonizaciones ideológicas más peligrosas" en una entrevista con la periodista Elisabetta Piqué, lo cierto es que el monstruo cismático alemán está ya fuera de control, y como dice el P. Santiago Martín, debe excomulgarlos y los cardenales deben de pedirlo... y yo añado que si no lo hace ya, mejor que dimita como Benedicto XVI y deje que el cónclave elija un nuevo papa para derogar Amoris laetitia, Traditionis custodes y el pacto con China, dicte la sumisión doctrinal de Biden y los políticos católicos favorables la cultura de la muerte y de la ideología de género, establezca la intervención de cientos de gobiernos de diócesis y órdenes y congregaciones religiosas decadentes en extinción…
.....
1. Carta de 45 profesores y sacerdotes sobre la Amoris Laetitia que reprueba 19 proposiciones: "La exhortación apostólica Amoris Laetitia: una crítica teológica":
infocatolica.com/?t=noticia&cod=27245
2. Actos intrinsece malum per se semper et pro semper in omnibus locis:
a) Catecismo 1753-1756: actos que, por sí y en sí mismos, independientemente de las circunstancias y de las intenciones, son siempre gravemente ilícitos por su objeto (1756)
b) Veritatis splendor (Humanae Vitae y Donum vitae): nn. 79-83 y 95-97.
3. EMPEZÓ EL CISMA, ¿CALLARÁN TODOS?:
religionenlibertad.com/video/146152/empezo-cisma-callaran-todos.html
El P. Santiago Martín: llegó el momento de que el Papa intervenga para imponer la autoridad de la Iglesia, porque sólo él tiene capacidad para hacerlo; pero también el momento de que cardenales y obispos lo exijan
4. La Iglesia después de Amoris Laetitia: Entrevista con Josef Seifert:
infovaticana.com/2017/09/08/la-iglesia-despues-amoris-laetitia-entrevista-josef-seifert/amp/
Efectivamente el sinodo de la sinodalidad del Papa Francisco tiene los mismos fines y objetivos que el sinodo Aleman! Las encuestas de las diócesis del orbe enviadas a Roma tienen las mismas peticiones que las de Alemania e incluso mucho mas; como la “inculturación amazónica de la pachamama” entre otras cosillas!
ResponderEliminarDe hecho las bendiciones a parejas homosexuales ya se están llevando a cabo en Belgica, Luxemburgo, Austria, Sur America, Inglaterra, Estados Unidos (que le pregunten al jesuita James Martin, asesor vaticano), en fin, el cisma Aleman llego tarde, ya se le adelantaron muchos países de occidente!!!
No salgo de mi asombro!
ResponderEliminarVolveré a leer ésto pero no creo haber entendido mal.
Ahora resulta que la doctrina de la Iglesia durante 20 siglos está anticuada y lo que hace falta es que se "modernicen" los Obispos que todavia la mantienen?
Donde vamos a llegar con el dichoso camino sinodal y con este Papa!
Eso sí, con mucha ternura...
Espero que algun Germinante de los de ideas claras nos ilumine.
Lo que merece ese señor es un buen estirón de orejas y como postre una buena reprimenda.
ResponderEliminarA ver si hay algún VALIENTE que se atreva.
Virtelius es, con mucho, el peor articulista de Germinans, nunca aporta datos nuevos o concretos y sus análisis en vez de aportar luz aportan más confusión. Aquí interpreta lo contrario de lo que dice el Papa (quien ya de por sí es poco dado a matizar con finura).
ResponderEliminarHay países en África donde se castiga con CARCEL Y MULTA, además de oprobio público, que una persona tantee el tener una relación sexual con alguien del mismo sexo, incluso consentida y entre adultos. El Papa -como casi todo el mundo- no dice que tener relaciones homosexuales esté bien, pero dice que no debe ser algo castigado por el Estado con cárcel, multa y "muerte civil".
Lo mismo pasa con muchas otras cosas que son pecado pero no delito: la vanidad, la gula, el orgullo, la envidia, son vicios como tendencia, pecados cuando se practican, alejan de Dios, facilitan el camino a actos peores (el perezoso y soberbio robará y mentirá para mantenerse) pero no pedimos leyes que multen y encarcelen a los perezosos o soberbios... A eso se refiere el Papa.
Hay países, como el nuestro, en los que se castiga con cárcel y multa la conducción de un vehículo a una velocidad elevada aunque no se cause daño ni a sí mismo, ni a ninguna otra persona. Es posible que sea un pecado contra el quinto mandamiento, por imprudencia temeraria. Pero no deja de ser notable que conducir a la misma velocidad en una autopista vacía sea delito en España pero no lo sea en Alemania, incluso si la autopista española está proyectada y construida en los tiempos en los que no había límite de velocidad en nuestras autopistas.
EliminarCuriosamente, la doctrina cristiana trata mucho más los efectos nocivos y la maldad innata en actos homosexuales que los daños resultantes de imprudencias temerarias al volante.
Anónimo 8:50
EliminarEsto de que la homosexualidad no deba ser delito, habría mucho que discutir. Ahora se impone lo contrario: es delito ayudar a alguien a dejar de ser homosexual. Se está imponiendo la ideología gay y trans en la sociedad y en las escuelas, quitando la patria potestad a los padres, y con sanciones a quien se atreva a contradecir esta ideología.
Esto pasa como todo, cuando el aborto dejó de ser delito ha pasado a ser derecho. La homosexualidad no es un tema puramente privado, tiene una dimensión social ideológica, que se está imponiendo a base de propaganda y sanciones.
En cuando a otros vicios o pecados también está penados indirectamente, por su dimensión social. Por ejemplo, si poner cuernos a tu mujer, es causa de divorcio, estás penando la lujuria; también se está estudiando que sea delito el consumo de prostitución. También se penaliza el alcohol con impuestos elevados, etc.
Cuando un pecado tiene repercusiones negativas a la sociedad, esta siempre ha tomado medidas para convertirla en delito. Lo demás es pura ideología.
Queda lejos ya donde en la iglesia de debatía, hasta incluso ser mártir por defender la fe ortodoxa, con fuerza los pilares de nuestra fe. Las bofetada a Arrio hoy en día sería visto como un acto en contra de la caridad. La fe era defendida definida en los concilios, por eso no encontramos en los santos Padres ningún argumento de que hay que ser católicos para estar "bajo el Papa (de Roma, no el de Alejandría).
ResponderEliminarEl papel fundamental del fiel de la iglesia de Roma es dejarse la cabeza para interpretar las palabras del papa, para encontrarle sentido y no reconocer su espíritu heterodoxo. No es algo nuevo, cuando JPII besoyel Corán o dijo que San Juan Bautista defienda el Islam ya salían legiones de católicos intentando justificar sus palabras. O cuando Benedicto XVI dijo que la resurrección de nuestro señor Jesucristo no fue física pues más de lo mismo
Por eso cada vez más gente se plantea la duda de dejar de mirar a Roma y mirar más allá ad Orientem.
¿Mirar a Oriente? ¿A qué Oriente? Los ortodoxos llevan mil años sin ser capaces de convocar un Sínodo ni un Concilio conjunto. Moscú ha cortado relaciones y declarado cismáticos a Constantinopla y Alejandría y envía curas rusos a África saltándose el territorio canónico del Patriarca Alejandrino. Cada Iglesia Ortodoxa es tremendamente dócil al nacionalismo local y al poder político local. Ni siquiera tienen claro el tema del divorcio, ya no digamos el de la unidad que Cristo exige ("que sean uno", "apacienta mis corderos").
EliminarY qué tiene que ver el Islam con San Juan Bautista???
EliminarPues entonces miraremos a la Pachamama
EliminarGracias Francisco, por los 10 años de luz e inspiración que nos has regalado
ResponderEliminarGracias por 10 años de obscuridad y tinieblas!
EliminarEn Canadá, un estudiante de una escuela supuestamente católica ha sido arrestado por afirmar que hay diferencias entre hombres y mujeres.
ResponderEliminarhttps://www.foxnews.com/media/canadian-catholic-student-arrested-charged-saying-men-women-different-embarrassing
Pobre de mi, yo de esto no sé, no he estudiado teología.. Pero si sé que hay mucho clero, mucho católico/ca practicante, que es homosexual y son muy buenas personas; esto es una realidad. Que hacemos con todo esto?... ¿cortamos por lo sano y lo que quede a la Gehena?.. puede la condición sexual cerrar las puertas de la iglesia a buenas personas por su condición sexual?.
ResponderEliminarOtra cosa bien distinta es el escándalo de una homosexualidad sacada de tiesto. Bien ha dicho el papa que la homosexualidad no es pecado. Y si no es pecado porqué rechazar?.
La Iglesia no le cierra las puertas a nadie. El que tiene tendencia homosexual pero no fornica, no peca, y puede comulgar, y hacer lo mismo que cualquier otro católico. El que fornica (sea gay o hetero) peca, y debe confesarse y cambiar de vida. La Iglesia le recibe en el confesionario y puede ir a misa (sin comulgar hasta que se confiese), a adoraciones, a rezar en comunidad, a hacer mil cosas de fe. El que además de pecar lo hace de forma regular e incluso desafiante y con orgullo, es un pecador público y causa escándalo. También él puede ir a misa y a oraciones, escuchar llamadas a la conversión, confesarse, cambiar de vida, ser casto o al menos intentarlo una y otra vez. La Iglesia acoge a todos, pero para ayudarte a limpiar tu pecado.
EliminarAl anónimo 22:06
EliminarTotalmente de acuerdo: ¡excelente!
MT
Lo que pasa en Roma es peor que mil pandemias juntas.
ResponderEliminar'Curiosamente, la doctrina cristiana trata mucho más los efectos nocivos y la maldad innata en actos homosexuales que los daños resultantes de imprudencias temerarias al volante.'
ResponderEliminarLa veritat, en temps bíblics no hi havia ni autopistes ni cotxes; així garantia absoluta que ni l'un ni l'altre s'esmenten ni en l'Antic Testament ni en el Nou.
Ni piu.
Tampoc el Concili de Nicea. O de Trent.
No obstant, el juny de 2007, el BXVI va publicar un document (amb referències a altre document de PXII el 1956) que es troba fàcilment a la xarxa, de consells i valoracions morals.
Diu entre altres coses:
' La ley moral prohíbe exponer a alguien a un peligro grave, sin motivos serios, así como negar la asistencia a una persona en peligro. Además, el Catecismo de la Iglesia Católica enseña que “la virtud de la templanza nos dispone a evitar toda clase de excesos: el abuso de alimentos, alcohol, tabaco o medicinas. Incurren en culpa grave los que, por embriaguez o por afición a la velocidad, ponen en peligro su seguridad y la de los demás en el camino, en el mar o en el aire”. "
No obstant, sí que la Bíblia parla de la homosexualitat. Sempre en contra.
Sempre?
Sí, sempre.
Molt bona!
EliminarTienen miedo a quedarse sin clientela y quiere suplir la llenando la Iglesia de pecadores sin ánimo de arrepentirse de NADA.
ResponderEliminarLo que conseguirá será quedarse SIN NADA.
Igualito que lo conseguido con el CV II, pero PEOR!
Pecado y delito no tienen por qué coincidir, es evidente. Pero aquí en realidad eso es lo de menos.
ResponderEliminarTraduzco un extracto de una noticia publicada el 10 de marzo en el periódico alemán "Die Welt" acerca del "camino sinodal" alemán, la homosexualidad y Francisco I:
"El obispo de Amberes Johan Bonny informó en la asamblea sinodal sobre la celebración de bendiciones para parejas del mismo sexo, celebración que ya ha sido adoptada en Bélgica. Relató que en Bélgica, esto había acaecido de modo relativamente silencioso. Se habría obtenido un acuerdo informal con el Vaticano y con el Papa Francisco. El Papa le habría dicho: 'Esa decisión es suya'. Para él [Francisco] habría sido importante el hecho de que todos los obispos apoyaban esta decisión".
(https://www.welt.de/vermischtes/article244222701/Katholische-Kirche-Segensfeiern-fuer-homosexuelle-Paare-ab-Maerz-2026.html)
En otras declaraciones en septiembre pasado el obispo de Amberes ya afirmaba que este tipo de bendición a parejas homosexuales "está en consonancia" con Francisco I (https://www.katholisch.de/artikel/41265-bonny-unsere-segnungen-fuer-homosexuelle-sind-auf-linie-mit-dem-papst).
Si es cierto que el obispo de Amberes dijo esto y si este mismo obispo dice la verdad, la actitud de Francisco I sería inequívoca. En todo caso no ha habido, que yo sepa, ningún desmentido de la Santa Sede a las informaciones publicadas.
@Cultrarius
Eliminar'la actitud de Francisco I sería inequívoca.'
Als 10 anys del pontificat seu, cap dubte queda.
Cap.