La obsesión del Papa Francisco por las malas homílias no afecta a todos los sacerdotes ni mucho menos

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Hace unos pocos días el Papa Francisco volvió a sacar el tema de las homilías en las Misas, una de sus múltiples obsesiones, todos sabemos que es una cuestión mejorable y los laicos nos hemos tragado muchos sermones infumables, pero de ahí a decir que "son un desastre en general", creo que es muy injusto, porque igual que he oído homilías horrendas también he escuchado muchas fantásticas. La generalización es mala, y aunque es bueno intentar corregir lo mejorable, también se debería reconocer el esfuerzo de muchos sacerdotes por el tiempo que dedican a preparar sus sermones y con el cariño y buen hacer con que las trasmiten a sus fieles.
 
Por motivos familiares voy normalmente a dos parroquias a cumplir con el precepto dominical, la que está más cerca de mi casa y a la que va mi hijo, que es la que frecuento cuando le visitamos los domingos, la diferencia es abismal y refleja esas dos caras de la misma moneda. En la primera parroquia el sacerdote mayor, claramente identificado con el nacional-progresismo, hace unos sermones que no hay quien los aguante, sin aparente preparación, improvisando, repitiendo y dando vueltas sobre lo mismo, y en muchas ocasiones propiciando que los fieles desconecten definitivamente de sus palabras con una sensación de "rollo inaguantable". Por suerte hay que agradecer que aunque todos conocemos sus simpatías por el Procés no hace referencias políticas en sus sermones, porque en ese caso hubiera dejado definitivamente de acudir a esa parroquia, por muy cerca que esté de mi casa.
 
En la otra parroquia, un sacerdote relativamente joven, vestido como tal, confesando hasta el último minuto antes de empezar la Misa, hace unos sermones que "mueven los corazones y no los traseros en los asientos". Solo hace falta mirar a la gente como tiene sus ojos fijos en el celebrante, escuchando con gozo sus explicaciones, comprensibles, directas, bien esquematizadas, que no son largas, y que además se hacen cortísimas.
 
No quiero ser injusto ni maniqueo, como creo que hace el Papa, he conocido sacerdotes "progres" que hacían muy buenas homilías, y otros sacerdotes jóvenes y "carcas" con sermones de "fervorín" que parecían pensados para niños de cuatro años de hace unos siglos. Hay de todo en la viña del Señor, también en nuestro clero.
 
 
Pero está claro que el pastor que ama a sus ovejas y se preocupa por ellas, independientemente de su edad y de su ideología eclesial, prepara a conciencia sus homilías porque sabe que ese alimento espiritual es muy necesario para sus fieles, se adapta al público que tiene y se preocupa de que su manera de explicarse no provoque somnolencia entre los asistentes. En cambio, el sacerdote "funcionario", se toma la homilía como una obligación, algo que tiene que hacer porque no tiene más remedio, pero no pone ningún interés ni dedica tiempo para prepararse.
 
Incluso hay sacerdotes que en la Misa diaria no hacen homilía porque dicen que la gente quiere una misa rápida, ya que tienen muchas obligaciones; no es verdad, la última razón es que les es más cómodo a ellos, porque a los feligreses como yo, nos encanta que el sacerdote nos diga unas cuantas palabras para ayudarnos a entender y profundizar la Palabra de Dios de cada día. 

Personalmente, estoy esperanzado porque veo que en las nuevas generaciones de sacerdotes, mayoritariamente hay voluntad y deseo de que sus homilías sirvan para enriquecer espiritualmente a la feligresía, esperemos que esas buenas intenciones no se conviertan en rutina con el paso de los años. Por eso me parecen muy injustas las palabras de nuestro actual Pontífice, debería reñir a quien se lo merece, no a quien se esfuerza con todo su empeño para el bien de su rebaño, y que al final es metido en el mismo saco.

Francisco Fabra

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15 comentarios

  1. Le he preguntado a esta nueva Inteligencia Artificial (IA) llamada GPT-3 en ChatGPT, chat.openai.com/chat, sobre por qué el papa Francisco está tan preocupado por las homilías que se dan en las misas católicas, y me dice eso (la IA de GPT-3 es un dios, y lo que dice, va a misa):

    RESPUESTA 1: "El Papa Francisco es conocido por su énfasis en la importancia de las homilías claras y atractivas durante la misa. Cree que la homilía es una parte esencial de la liturgia y que debe ser un momento para que los fieles reflexionen sobre la palabra de Dios y la apliquen a sus vidas. También anima a los sacerdotes a utilizar un lenguaje sencillo y cotidiano y ejemplos para que el mensaje de la homilía sea más accesible a todos. Además, el Papa Francisco ha dicho que la homilía es una oportunidad para que el sacerdote conecte con la congregación y les ayude a comprender y vivir el mensaje del Evangelio."

    RESPUESTA 2: "El Papa Francisco ha hablado de la importancia de las homilías bien preparadas y significativas. Ha animado a los sacerdotes a ser más creativos en sus homilías y a hacerlas más relevantes para la vida de la gente de su parroquia. También ha subrayado la importancia de la sencillez en las homilías y de evitar un lenguaje teológico demasiado complejo. Ha animado a los sacerdotes a conectar la homilía con la vida cotidiana de la gente y a hacer de la homilía una oportunidad para que crezcan en su fe. El Papa Francisco también ha pedido que las homilías sean más breves y directas, evitando distracciones e información irrelevante."

    Pero la IA se defiende en modo diplomático cuando le pregunto qué dice el papa Francisco sobre la calidad de las homilías:

    RESPUESTA 3: No conozco ninguna declaración específica del Papa Francisco sobre la calidad de las homilías pronunciadas en las misas católicas.

    O sea, dios IA GPT-3 coincide básicamente con el Catecismo 1100, que se remite a Sacrosantum concilium 24, que a su vez se remite a la Sagrada Tradición:

    Cat. 1100: La importancia de la Sagrada Escritura en la celebración de la liturgia es máxima. En efecto, de ella se toman las lecturas que luego se explican en la homilía, y los salmos que se cantan; las preces, oraciones e himnos litúrgicos están impregnados de su aliento y su inspiración; de ella reciben su significado las acciones y los signos (SC 24)

    En definitiva, la doctrina católica tradicional, la "teoría" de Francisco (pero no su praxis) y dios IA GPT-3 coinciden en lo mismo: es obligatorio (1) hacer homilías (2) que sean buenas

    Y el problema está, como dijo Platón, en los bípedos implumes, mientras Diógenes desemplumaba un gallo y gritaba por las plazas: ¡He aquí el hombre de Platón!

    ...

    Pope Francis is known for his emphasis on the importance of clear and engaging homilies during Mass. He believes that the homily is an essential part of the liturgy and that it should be a time for the faithful to reflect on the word of God and apply it to their lives. He also encourages priests to use simple, everyday language and examples to make the message of the homily more accessible to all. Additionally, Pope Francis has said that the homily is an opportunity for the priest to connect with the congregation and help them to understand and live out the message of the Gospel

    Pope Francis has spoken about the importance of well-prepared and meaningful homilies. He has encouraged priests to be more creative in their homilies and to make them more relevant to the lives of the people in their parish. He has also emphasized the importance of simplicity in homilies and avoiding overly complex theological language. He has encouraged priests to connect the homily to the daily lives of the people and to make the homily an opportunity for them to grow in their faith. Pope Francis has also called for homilies to be shorter and more direct, avoiding distractions and irrelevant information

    I am not aware of any specific statement made by Pope Francis about the quality of homilies given at Catholic Masses

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  2. "Homilías para profundizar y entender la Palabra de Dios". Creo que en la misa donde los que cumplimos el precepto dominical religiosamente, las homilias para "entender" la Palabra sobran pues los católicos asistentes ya estamos curados porque practicamos oración frecuente. En este caso la homilia sería eficaz si se redujera de tiempo y se basara en las noticias de la prensa como comentario "mundo-religión". ¿De que sirven las homilias hablando de Dios si ya en las plegarias de la misa hablamos, cantamos y rezamos a Dios?. Siempre que el predicador no se meta en política de partidos, se puede homiliar de lo que pasa en el mundo para ser interpretado desde la Fe. Este detalle nos lo enseñaron en los cursillos de cristiandad: "un rosario en una mano y un periódico en la otra mano".

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    1. De acuerdo. El peligro es la línea fina existente entre lo que es noticia y la incursión en política, pero para eso está la buena preparación de la homilía con tal de no dar pie a suspicacias en los feligreses.
      La homilía debe aprovecharse no solo para explicar las lecturas (¡hay bastantes textos que no se explican por su carácter paradójico!) sino para conectar la Palabra con el mundo real. De esto último, casi nada. Los sacerdotes pasan de puntillas, si es que pasan, por los temas candentes que a todo católico no nos pueden dejar indiferentes: ideologías de género, extensión del aborto legal, ley de la eutanasia, maternidad sin contacto con varón, consumo de pornografía, masonería tras las cortinas, consumo y tráfico de drogas, destrucción de la infancia, adicción a redes sociales, desatención de las personas mayores, animalismo desbocado, maternidad subrogada, hinchazón del ecologismo, corrupción en no pocos ámbitos, normalización de la plaga del divorcio...
      Naturalmente, salvo que sea misa para niños, la homilía dominical debiera durar entre quince y veinte minutos para que al predicador le dé tiempo a expresar esa pedagógica.
      Y si hay fieles a quienes esos minutos les parece mucho tiempo, se podrían interrogar a sí mismos por cuánto tiempo semanal le dedican a Dios.

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    2. La homilía debería siempre centrarse en Dios, en Jesús y en su mensaje. A veces puede y debe ser doctrinal, incluso didáctica, es medio para difundir el magisterio de la Iglesia. Ciertamente a veces debe referirse a los acontecimientos cotidianos, a los hechos históricos, etc. Pero limitarla a eso es desvirtuarla y renunciar a su naturaleza catequética, que también la tiene. En general, las homilías que se oyen son cada vez más pobres, más superficiales y rutinarias, si no escandalosas, y sobre todo ponen en evidencia la falta de preparación intelectual y de profundidad espiritual de muchos, demasiados sacerdotes. Una buena homilía es la excepción. Seamos sinceros, lo fue siempre, pero ahora muchísimo más. Francisco I tiene razón. El problema es a qué llamaría él una buena homilía, pues cada vez que él mismo abre la boca, en fin...

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  3. El que pronuncia homilías infumables es el Papa.

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    1. Una pregunta ya se las lee. Porque largas no són jjj

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    2. Se le agradecería al alto mando Católico Romano actual una condena RADICAL de la matanza perpetrada en Algeciras.

      Ya está bien que miren pa otro lado en un tema tan sensible.

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  4. Más de una vez he comentado con amigos este asunto. Creo que está bien que el Papa haya dado un toque de atención sobre el tema de las homilías. A veces una mala homilía "estropea" toda la Eucaristía. En una ocasión me tuve que salir del templo y otras no lo he hecho por vergüenza; en una ciudad grande puedes ir a otro sitio pero en un pueblo no.
    Una explicación de la palabra en festivos me parece bien pero la "homilía" todos los días, en "ciertos curas", puede ser un; ---adios, ahí te quedas guapo.....
    Que se escriban la homilía (breve) que la estudien y después que la lean. Lo que dicen los curas no es palabra de Dios, tampoco el pueblo tiene porque aguantar todo. Por tanto muy bien en cuidar las homilías. Hay mucha dejadez en esto.



    estudien y después que

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    1. Desde el Concilio Vaticano II, ha existido una degradación del arte de hacer homilías y sermones orientados sólo a la salvación de las almas, debido a la irrupción del payasismo, espectacularismo, modernismo y progresismo en las misas de la Misa Nueva de Pablo VI de 1970. Hasta que no se marche la generación del Espíritu del Concilio, no habrá normalización. Lo de Bergoglio son sólo recomendaciones sin valor obligatorio alguno.... Consejitos, si cabe...

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  5. Hay tres clases de homilías a mi entender:
    a) El sacerdote y/o Diácono que hace oración, reflexiona, y la prepara, con su espiritualidad, con su vivencia del Evangelio y la Palabra de Dios, formación teológica, y experiencia ministerial y pastoral.
    Y intenta ayudar a su comunidad haciendo digerible ese mensaje de la Palabra de Dios (doctrinalmente) y su praxis en nuestra vida ordinaria de cada día.

    b) Los que improvisan, no se la preparan, no hacen oración, no aportan nada útil para nuestra vida de creyentes.
    O simplemente no la hacen.

    c) Los que quieren demostrar que tienen un titulo de doctor y/o licenciado en Teologia o Sagrada Escritura, para que les digamos ohh que inteligente.
    Pero que no nos sirve a los fieles para nada en nuestra vida de fe.

    Resumiendo:
    Lo que dice un amigo mío sacerdote, hay pastores de despacho (desconectados) y pastores de sagrario y Pueblo de Dios (conectados).

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  6. La gente que va a misa entre semana no va por la homilia, sino por el sacramento eucaristico. La predicacion es para el domingo. Entre semana la Santa Misa sin homilia.

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  7. Sr. Fabra, Ud. no quiere ser ni injusto ni maniqueo. Siento ddecirle que creo que aunque no lo quiera, lo es. Y siempre del mismo color.

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  8. A los qué tiene que meter en vereda es a los HERÉTICOS Alemanes.

    A los demás que nos deje tranquilos.

    Vaya personaje que eligieron los de San Gallent!!!!

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  9. Hace tiempo que desapareció la figura del orador sagrado, distinto del celebrante, subido en el púlpito y disertando largo y tendido con las técnicas que había aprendido en la clase de oratoria, parte entonces del curriculum sacerdotal.

    Las homilías a las que asistimos los fieles son, en general, muy buenas, directas y de doctrina sólida. Más cercanas a san Juan María Vianney que al Padre Lacordaire. Unas mejor trabadas que otras, pero en general exponiendo el mensaje de la domínica en cuestión, glosando las tres lecturas.

    Por eso no parece acertada la obsesión de Francisco. Se ha inventado un monstruo al que hay que asaetear. Si está disconforme, lo normal es que redacte unas normas sobre la homilía y sus partes. Pero carece de sentido arremeter gratuitamente generalizando. Cui prodest?

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  10. Sería interesante dentro se Germinans un comentario semanal sobre homilías dominicales en las diversas parroquias de Barcelona (similar a lo que un tiempo se hacía en ABC)...

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