No sabría decir si con el
entierro de Benedicto XVI (última venganza contra el pontífice restaurador del
Vetus Ordo) ha quedado enterrada la situación de vergüenza que sufría la
Iglesia con la existencia de dos papas: el uno derrotado por los enemigos internos,
y el otro triunfante, gozando del trono papal. Porque el hecho de que no se
hablase de esta situación, no significa que no existiera, o que se hubiesen
resuelto definitivamente los problemas que dieron lugar al duro enfrentamiento
y a la derrota del que resultó más débil, con la derivada victoria del más
fuerte (o del que tenía más fuerzas en su bando). Aunque sí puedo decir que con
Benedicto XVI no queda sepultada también la porción de Iglesia que compartió la
derrota con el papa Benedicto. O al menos, eso parece. «No tengáis miedo al
mundo ni al futuro, ni a vuestra debilidad -dijo fuera ya de la cátedra de
Pedro, al percibir el pesimismo en muchos sectores de la Iglesia- El Señor os
ha otorgado vivir en este momento de la historia, para que gracias a vuestra fe
siga resonando su Nombre en toda la tierra.» Ni la celebración ni la homilía
han hecho el menor esfuerzo por suavizar las heridas de ese tremendo conflicto.
«Domina la impresión de que crecen los poderes oscuros -había dicho el papa-, de que el bien es impotente. ¿Podrá el bien conservar su sentido y su fuerza en el mundo?» Lo mismo podía haber dicho respecto a la Iglesia, claro está. Tan clara tenía la situación de lucha a la que estaba abocado su pontificado, que ya en la misa de entronización como papa, pidió explícitamente: «Rogad por mí, para que el miedo no me haga huir ante los lobos» Ahí estaban acechándole fieros lobos desde el primer momento: y tenía miedo, claro que sí. Y demostraron bien a las claras que su miedo tenía un sólido fundamento. Le acosaron, le hicieron la guerra y lo derrotaron, quedándoselo cautivo como valioso rehén. Decidieron que eso era mucho mejor que convertirlo en mártir. La derrota y el derrotado, ahí estaban; les quedaba pendiente administrar su victoria. Y lo que ahora nos ocupa es la muerte del papa derrotado y su entierro. Una situación en que fluye un buen caudal de información. Efectivamente, el visionado del funeral de despedida del papa derrotado, nos ofrece valiosísima información sobre la voluntad de profundizar en la derrota. Faltaban muchos; y se veían lobos, claro que sí, muchos lobos en primera fila.
Cuando se produce un crimen, los detectives consideran imprescindible asistir al funeral de la víctima, porque ahí suele estar el asesino en primera fila vertiendo lágrimas y rindiendo honores; y ahí es donde acaban de perfilar el escenario completo del crimen, con sus actores y comparsas, a los que el criminal prodiga apretones de manos, abrazos, golpecitos en la espalda, sonrisas y lágrimas. ¿Y cuál es la fotografía que obtenemos de este funeral? Tengo la impresión de que la sensación más generalizada de la Iglesia en este entierro, es de VERGÜENZA, enorme vergüenza colectiva, al margen del papel que haya jugado cada personaje, porque de todo hay en la viña del Señor. Y menos mal que no tengamos que hablar de desvergüenza. Al intentar seguir el acontecimiento en los medios de la Iglesia, es evidente que ahí sigue el muerto, de los causantes de cuyo fallecimiento nadie quiere hablar, ni se ha intentado siquiera, porque todos saben que no murió de muerte natural, ni llegó por su pie a la condición eufémica de «emérito». La sensación más poderosa y más persistente es la de VERGÜENZA y bochorno.
Para los cristianos que hemos asistido a la caída y a la
muerte de Benedicto XVI, el sentimiento más generalizado es el de impotencia,
seguido del de vergüenza.
Porque lo importante que ahí
ha ocurrido, no es que haya muerto el papa Rátzinger: lo importante es que con
él se ha pretendido enterrar también al sector de la Iglesia que le seguía.
VERGÜENZA para los enterradores. Sí, sí, un funeral de vergüenza.
Sólo al final del drama estaremos en condiciones de ponerle el título. Pero ciertamente nos encontramos en un momento muy dramático de la historia de la Iglesia. Y hoy por fin descansa en paz Benedicto XVI, el papa que ha llevado sobre sus hombros el peso y las amarguras de este drama que marca el fin de una era de la Iglesia y el principio de otra. Aunque son muchos los que especulan con que detrás de esta era no venga otra, sino que estemos asistiendo al principio del fin de la Iglesia tal como la conocemos.
Nos habíamos acostumbrado a ver de vez en cuando en los medios, al papa derrotado y cautivo en el Vaticano. Sus enemigos estaban empeñados en denunciarlo ante tribunales internacionales y juzgarle como responsable del encubrimiento de los abusos sexuales del clero. Su estatus era el de un rehén muy valioso. La feroz persecución externa ayudó a desviar la atención de la no menos feroz persecución interna: la auténtica responsable de su situación. Siempre son los de dentro, los enemigos más peligrosos. Benedicto XVI fue, durante estos últimos años, al papa derrotado por sus poderosos enemigos internos. Derrotada también con él, la porción de la Iglesia que le seguía.
Un papa, un gran teólogo, al que le importó la doctrina por encima de todo, y quizá por eso tuvo tan difícil, gobernar una Iglesia en la que tanto la doctrina como la moral y la liturgia llevaban decenios a rastras, adaptadas a las conveniencias de cada momento y lugar. Una Iglesia seducida por los cantos de sirena de una moral hedonística que abrió las puertas a unas conductas que degradaron al clero católico y pusieron en entredicho su credibilidad. Este papa, armado con la doctrina de la fe católica, tuvo que hacer frente a la inquietante eclosión doctrinal del mundo, que avanza imparable incluso dentro de una parte no pequeña de la Iglesia, empeñada en adoptarla como doctrina evangélica, tras revestirla con esperpénticos ropajes teológicos. Ya estaba entrenada la Iglesia a revestir de pontifical teológico, las doctrinas anticristianas del mundo. Por ahí anduvo la teología de la liberación, que tan generosa cobertura ofreció a movimientos terroristas. Y ahora siguen modernizando a la Iglesia con teologías abominables.
Hemos enterrado a un papa que fue apartado del mando supremo de la Iglesia por los que decidieron que la era del poder conciliar unitario se había agotado, y tenía que dejar paso a la era sinodal, de disgregación de la Iglesia: la del grupo de obispos que hacen camino juntos, con rancho aparte, construyendo doctrina por su cuenta.
Benedicto XVI ha sido durante los últimos años de su vida en su condición de papa destronado y apartado de su ministerio como vicario de Cristo, la imagen viva de una Iglesia recluida, en momentos perseguida por los reformadores a ultranza, dejada ahí para que se extinga ella sola. Con Benedicto estaba esa Iglesia a extinguir que no hay manera de que se extinga, como la zarza ardiente de Moisés. Su alma sigue alimentando el fuego de esa zarza.
En cuanto a la autoridad doctrinal, parece que se han hecho grandes esfuerzos por pasar de la era conciliar, en la que son los concilios ecuménicos los que fijan la lex credendi y el magisterio, a un difuso concepto de sinodalidad, en el que son los obispos (no se sabe cuántos; porque si son todos, ya es concilio) los depositarios de la fe. Hemos pasado de la era conciliar (universal) a la era sinodal (por parcelas), con la división doctrinal a que pueden dar lugar. Estamos fuertemente sometidos a la presión del «Camino Sinodal» de los obispos alemanes. Precisamente en ese escaléxtric sinodal tan democrático, en el que hasta los Mandamientos de la ley de Dios son sometidos a votación, el papa Benedicto era el gran obstáculo a eliminar. Y fue eliminado.
Y efectivamente, esas tensiones fueron las que acabaron apartando del sumo pontificado al representante de una Iglesia, la conciliar, la tradicional, condenada a la extinción. Sin la neutralización de Benedicto XVI y de la Iglesia que él representaba, no hubiese sido posible darle cancha al «camino sinodal» (en realidad, camino cismático) de los obispos alemanes. No hubiese sido posible organizar el monstruoso «Sínodo de la Sinodalidad», cuya última razón de ser es construir esta nueva Iglesia reformada. Condición sine que non para hacer confluir a toda la Iglesia con el Camino Sinodal de los alemanes que, obviamente, tenían ya montado su gran búnker de poder en el Vaticano, hasta el punto que con la indispensable ayuda del LGTB mundial, consiguieron que el papa renunciase y les dejase el camino abierto. Para gestionar eso, necesitaban otro papa. Con Benedicto hubiese sido imposible.
Y ahora se pretende la unidad de la Iglesia en torno a la sinodalidad, es decir en torno a las «novedades» doctrinales que le aporta el movimiento cismático alemán. Lo que se pretende es hacer desembarcar a toda la Iglesia en ese movimiento cismático para evitar el cisma, para que la Iglesia siga siendo Una. Grandiosa operación.
El papa reinante ha enterrado al papa destronado-depuesto-dimitido («emérito» lo han llamado, por eludir la verdad, ¡tan dolorosa!). Vemos con toda claridad, ante el estado de la Iglesia en el momento de su entierro, que se trata del papa derrotado. Hasta en la liturgia de su entierro. La gran pregunta que surge, es: ¿han conseguido enterrar con él al importante sector de la Iglesia que se sentía representada en él? ¿Ha celebrado también, el papa reinante, el entierro de esa iglesia que pastoreó Benedicto, y que tanta irritación y tantos sinsabores le acarrea?
Pero como la vida sigue, ¿no será el momento de gritar ya sin complejos, «el papa ha muerto, viva el papa?
Virtelius Temerarius
Cita del último artículo de Federico Jiménez Losantos reproducido por Gérminans
"Con Ratzinger desaparece el último gran Papa. De nuestro tiempo y quizás de todos los tiempos, que hoy prevalecen contra la Piedra católica. Sería un milagro muy de agradecer que existiera el Cielo y, desde allí, rezase por nosotros".
Con tanta intriga y lucha de poder la Iglesia da pena y asco. El hombre de fe es utilizado como un títere de feria. Es normal que la gente huya de un medio cruel y falso.
ResponderEliminarA Dios le encanta la crisis, porque es la única manera que tenemos para despertarnos e investigar, estudiar y conocer la Palabra y la Doctrina. Si no hay peligros, riesgos, cismas, herejías e inestabilidades, controversias, discusiones, grandes terremotos eclesiales, nos dormimos y nos amodorramos. Así se lo dijo Jesús a Sor María de Jesús de Ágreda en 1670 en la Mística Ciudad de Dios...
Eliminar- Vaya, vaya, si no os veis en una apretura, no reaccionáis, bribones, malandrines...
La magna figura de Benedicto debe iluminar nuestra fe y nuestra acción. Es hora de leer, a modo de libro de cabecera, la Vida de Jesús, compendio de sus enseñanzas sobre el núcleo del menaje cristiano. Y dar la cara por él. Desde su muerte un ejército de jesuitas, desde Granada hasta Deusto pasando por Comillas y Barcelona, se han conjurado para lanzar pellas de barro contra el pontífice bávaro. Al no poder afearle ningún error dogmático o moral, lo que no puede decirse del que ocupa ahora la silla de Pedro, ven en el Papa muerto el reproche, a modo de espejo, de la situación doctrinal a la que nos está llevando Francisco. Se han conjurado para negarle el pan y la sal, llamándole inquisidor, teólogo mediocre, vengativo y otras lindezas. De Deusto a Granada. Otros de la Compañóa, en una suerte de cinismo redomado, dicen que la homilía de Francisco --considerada mezquina por muchos, y ahí está para el que quiera juzgarla-- es la que Benedicto hubiera querido. Omella se ha sumado a la infamia con su comentario extemporáneo de que un funeral no es un eulogio. Bastaba con recordar, cardenal Omella, no hacían falta diritambos, ni loas. Pero, ¿qué iba a recordar? ¿Que el sacramento de la Eucaristía es la presencia real, no meramente simbólica, y que para recibirlo hay que estar en comunión con la Iglesia?
ResponderEliminarLa Iglesia ha entrado en un túnel. En el más obscuro de todos, el de la destrucción del contenido de la fe y de la moral. A todos y a cada uno nos toca develar la mentira envuelta en el celofán de las buenas palabras sobre Iglesia en salida, avance conjunto con el sínodo y demás banalidades. Porque lo que hemos visto de la Iglesia en salida es la entrada de la ideología de género en santa Marta y la entrada de partidarios del aborto y de la manipulación genética en el dicasterio sobre la dignidad de la vida. El sínodo supone la negación de los sacramentos, de la doctrina moral sobre la familia, de todas las líneas rojas que marcó Benedicto XVI. Cuantas veces se esfuercen en santa Marta y en sus terminales por borrarlas, habrá que empeñarse en repintarlas. Sin miedo. Es lo que hizo Benedicto XVI.
Totalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarBien por Valderas.
EliminarNo sólo rezará por nosotros, ACTUARÁ, en compañía de San Juan Pablo II CON LA AYUDA DE JESUS EL CRISTO !!!!
ResponderEliminarYa está actuando: https://www.youtube.com/watch?v=sBEaeVGlpCU&ab_channel=AdveniatPerMariamTV
Eliminar(minutos: 22:05 en adelante)
¡Se niega en la Pza. de S. Pedro la Comunión a los que querían recibirla de rodillas! (minutos : 31:20 en adelante)
MT
Un papa tiene sus seguidores fervientes como cualquier cura de pueblo que gusta a muchos y de enemigos no le faltan. Al igual que los políticos los jefes de iglesia gozan de sus amigos y padecen de sus enemigos. En cuanto a la "línea" de cualquier papa no todos deben ser calcados como producidos en cadena de serie, han existido papas de muchas líneas diferentes sin apartarse del Dogma, y esto último es lo que importa: el Dogma Católico. No creo que el papa actual Bergoglio se aparte del Dogma a pesar de sus excentricidades y su campechanismo. Por cierto que, Juan Pablo II a quien tenemos por santo súbito se arrodilló dentro de alguna mezquita y besó el Corán y existen fotos en internet, esto estaba penado en la época medieval con condena sumarísima.
ResponderEliminarJuan Pablo II besó el Corán, para aplacar un poco a los salvajes yihadistas.
EliminarPero llevaba una mascarilla invisible a los humanos.
Al loro!!!
Francisco ya ha cambiado la doctrina, permitiendo comulgar a los adúlteros impenitentes, en la Amoris Laetitia. Esto es una herejía.
EliminarEl punto 303 de este documento es herético, al afirmar que se puede estar en una situación de pecado "y descubrir con cierta seguridad moral que esa es la entrega que Dios mismo está reclamando en medio de la complejidad concreta de los límites, aunque todavía no sea plenamente el ideal objetivo".
Como dijo el filosofo Seifert, este documento es una bomba atómica contra la moral católica.
Desde arriba , las cosas se ven con mas perspectiva.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el Sr. Garrell.
ResponderEliminarNi siquiera Alejandro VI, con su vida nada ejemplar se atrevió a tocar EL DOGMA.
Bien por Garrell.
ResponderEliminarNo murió papa pero tuvo un funeral extraordinario y casi papal. Qué más quieren.
ResponderEliminar¿Un funeral casi papal? Un funeral vengativo y humillante. Mi madre tuvo un funeral litúrgicamente más digno. Y nás acorde con sus deseos y con su concepto de la liturgia.
EliminarHemos enterrado a un papa que se apartó del mando supremo de la Iglesia libre y voluntariamente, como él mismo se encargó de recalcar; de no ser así estaríamos ante un hombre débil y chantajeable. Es cierto que se encontró dificultades, pero Ratzinger no era hombre de gobierno, como buen intelectual. Aun así, creo que no debió renunciar, sino inmolarse por la Iglesia en la cruz del papado, como Juan Pablo II.
ResponderEliminarEl funeral tenía que haberse celebrado con el Vetus Ordo anterior a la reforma del 1962.
EliminarY a quien no le guste o se siente incómodo: PUERTA!!!
Ya está bien de tanta falsedad modernista descreída.
El Cigoña tal vez se ha pasado, llama imbécil al nuncio, porque ordena levantar a la gente arrodillada que quiere la Comunión en la boca, aquí clicar el video https://infovaticana.com/blogs/cigona/el-nuncio-en-costa-rica-bruno-musaro-otro-imbecil/
ResponderEliminarNo va mal encaminado La cigüeña,no !!!!
EliminarParece, ser Garrell, que por la plaça Sant Agusti, o de la Independencia (ojo, la independencia de la nación española frente al invasor francés, con Alvarez de Castro, un granadino, al frente y toda la ciudad a una defendiendo intramuros, frailes incluidos, la soberanía nacional), parece, digo, andan liados con esto de la liturgia y el vetus ordo. Basta abrir el Diari de Girona de hoy.
EliminarUno, que agradece a Benedicto XVI su decisivo apoyo a esa forma litúrgica en provecho de los fieles, siente alergia a las patochadas, sean positivas o negativas, es decir, negando su empleo. Una patochada positiva es la recreación de un culto a una diosa de la fertilidad con signos fálicos incluidos en el cortejo. Una patochada negativa es anatematizar la liturgia que nos llenó de santos la Igesia y ha servido para despedir al gran Benedicto XVI. Los autores de las patochadas son, aquí y en Montagut-Oix imbéciles. El Señor los llamó hipócritas y sepulcros blanqueados. Por cierto, en Gerona, cuando se quiere, se habla un español muy correcto. Y no me refiero al señor Cercas y otras plumas, sino al común. Lo de "El Cigoña" queda "una mica lleig". Por cierto, al imbécil le llamábamos los niños de la Garrotxa "gamarús". Es lo que un servidor hubiera dicho del prelado embajador.
"¿han conseguido enterrar con él al importante sector de la Iglesia que se sentía representada en él? ¿Ha celebrado también, el papa reinante, el entierro de esa iglesia que pastoreó Benedicto, y que tanta irritación y tantos sinsabores le acarrea?"
ResponderEliminarBergoglio tiene el tiempo tasado, faltan 61 días para el cisma alemán, aunque hay que ver su intensidad en Alemania y su extensión a otros países (Austria, Suiza, Holanda, Bélgica...).
La quinta y última asamblea plenaria del apostático Camino Sinodal, apoyado por bastantes obispos alemanes, se celebrará del 9 al 11 de marzo de 2023 y se aprobarán definitivamente todos los documentos... apostáticos, claro.
El Camino Sinodal empezó en marzo de 2019 después de la divulgación de un informe que desvelaba graves fallos en la gestión de los abusos sexuales.
ASAMBLEA CONSTITUYENTE
El Camino Sinodal alemán es, en realidad, una asamblea constituyente, y goza tanto de una estructura organizativa como un programa de acción („Organisationsstruktur und Aktionsprogramm"):
A. Estructura organizativa, ya que tiene de unos 230 miembros -principalmente 67 obispos y 69 representantes del Zentrum der Deutschen Katholiken (ZdK)- que se reúnen en 4 "foros" distintos:
Foro I. "Poder y separación de poderes en la Iglesia"
Foro II. "La vida sacerdotal hoy"
Foro III. "La mujer en los ministerios y funciones de la Iglesia"
Foro IV. "Vivir con éxito las relaciones: vivir el amor en la sexualidad y la pareja"
B. Programa de acción, porque adopta y presenta a Roma documentos destinados a responder a las causas estructurales que, según sus ideas apostáticas, están en el origen de la grave crisis que afecta a la Iglesia alemana.
ACUERDOS
Tras 4 sesiones plenarias y antes de la 5ª mencionada para dentro de 61 días, los acuerdos adoptados provisional o definitivamente se alejan de forma impresionante del Magisterio y del Catecismo de la Iglesia:
a) participación de los laicos en la elección de los obispos
b) destitución de obispos y párrocos tras la votación del consejo episcopal o del consejo parroquial
c) ordenación de hombres casados
d) ordenación de laicos (hombres y mujeres) boni viri probati theologicus, de buena vida católica probada y con formación teológica
e) matrimonio de sacerdotes
f) diaconado femenino y el "ministerio sacramental de personas de todos los sexos"
g) admisión de la homosexualidad y la anticoncepción
h) modificar los registros de bautismo en caso de cambio de sexo
Es decir, que quieren sacerdotes de todos los sexos, géneros y orientaciones, casados monogámicos o poligámicos, divorciados o emparejados... lo que usted quiera, hoy hay platos servidos en autoservicio...
.....
LUTERANIZACIÓN DE LA IGLESIA
La luteranización de la Iglesia Católica ha venido de la mano de Bergoglio, con su aprobación de la herejía de la comunión y absolución de los adúlteros impenitentes que renuncian cumplir con el VI Mandamiento, como consecuencia del preparado montaje del sínodo de las Familias (2013-2015), primero en Amoris laetitia del 19 marzo 2016 (num. 305, notas 336-351), y posteriormente, se aprobó como falso magisterio auténtico en el Rescripto de 5 de junio del 2017 (publicado en AAS 7 octubre 2016, pág. 1071-76), despreciando las Dubia del 19 septiembre 2016, presentada por 4 cardenales, y las docenas de correcciones filiales enviadas para enmendar tal herejía.
La luteranización presente de la Iglesia Católica, cortesía de Bergoglio, no viene tanto de la comunión y absolución de los adúlteros, sino de la bomba atómica teológica de tiempo retardado y de destrucción masiva, que lanzó el argentino a toda la Fé y moral católicas, en palabras proféticas de Josef Seifert, en medio del silencio de casi todos los cardenales y obispos del mundo. Esta bomba estallará en 61 días, en el Camino Sinodal alemán.
LA PROFECÍA DE JOSEF SEIFERT
ResponderEliminarEn efecto, la disparatada Amoris laetitia, tal como demuestra Seifert.
El problema principal en Amoris Laetitia es un pasaje que afirma que Dios voluntariamente quiere que la gente, en ciertas situaciones, cometa actos que siempre han sido considerados objetivamente malos (intrinsece malum per se semper et pro semper in omnibus locis) por la Iglesia Católica, y es el pasaje 303 de Amoris donde Bergoglio habla de “parejas irregulares” que viven en adulterio habitual y que deciden renunciar a obedecer al VI y IX Mandamiento.
“Pero la conciencia puede hacer más que reconocer que una situación dada NO corresponde objetivamente a las exigencias generales del Evangelio”.
Esa conciencia puede reconocer NO sólo que una situación no responde objetivamente a la propuesta general del Evangelio, “también puede reconocer con sinceridad y honestidad lo que por ahora es la respuesta más generosa que puede darse a Dios, y llegar a ver con cierta seguridad moral que es lo que Dios mismo está pidiendo en medio de la complejidad concreta de sus límites, pero no totalmente el ideal objetivo”
El disparate teológico de Bergoglio lo descubre Seifert:
“Además de llamar a un estado objetivo de pecado grave (intrinsece malum), eufemísticamente, ‘todavía no sea plenamente el ideal objetivo,’ Amoris laetitia dice que podemos saber con ‘cierta seguridad moral’ que Dios mismo nos pide que sigamos cometiendo actos intrínsecamente malos, como el adulterio o la homosexualidad activa”
Seifert señala que si sólo un acto intrínsecamente inmoral, como el adulterio, puede ser permitido e incluso querido por Dios, entonces no hay nada que impida que un principio semejante se aplique a ‘todos los actos considerados intrínsecamente malos (autoerotismo, adulterio, homosexualidad, incesto, prostitución, pederastia...).’
Si es cierto que Dios puede querer que una pareja adúltera viva en adulterio contra el Sexto Mandamiento, dijo, entonces no hay nada que impida que los otros nueve Mandamientos caigan también.
De acuerdo con esta lógica, continuó Seifert, otros males fuera de la esfera sexual como el asesinato, el aborto, la eutanasia, el suicidio, la mentira, el robo, el perjurio y la traición pueden "justificarse en algunos casos y ser lo que el mismo Dios pide en medio de la complejidad concreta de sus límites, mientras que todavía no es plenamente el ideal objetivo".
Seifert dijo la consecuencia puramente lógica de esa afirmación de Amoris Laetitia es la destrucción de toda la enseñanza moral de la Iglesia. Y como víctima principal, declara inválida la enseñanza de San Juan Pablo II en Veritatis Splendor de que existen “normas morales absolutas que prohíben actos intrínsecamente malos y que son vinculantes sin excepciones", y que Dios a veces quiere que la gente cometa actos intrínsecamente malos si hay una causa de justificación.
Amoris laetitia es, entonces, la punta del iceberg, el suave comienzo de una avalancha de nieve o a los primeros edificios destruidos por una bomba atómica teológica-moral que amenaza con derribar todo el edificio moral de los Diez Mandamientos y de la enseñanza moral católica... y de hecho, esto se hará realidad el 11 de marzo del 2023, en 61 días, con el Camino Sinodal alemán, que causará la destrucción total de las enseñanzas morales de la Iglesia Católica.
Los errores de herejía de Amoris laetitia fueron muy bien expuestos en estos documentos:
1- 94 clérigos y académicos declaran que el Papa es heresiarca por Amoris laetitia. Carta Abierta a los Obispos de la Iglesia Católica:
adoracionyliberacion.com/2019/04/30/ultima-hora-francisco-acusado-de-herejia-se-pide-a-los-obispos-que-le-amonesten-y-si-se-niega-a-rectificar-que-declaren-que-se-ha-auto-privado-del-papado/
2- Carta de 45 profesores y sacerdotes sobre la Amoris Laetitia que reprueba 19 proposiciones. La exhortación apostólica Amoris Laetitia: una crítica teológica
infocatolica.com/?t=noticia&cod=27245
Sr,Garrell:No sólo no creo que se haya pasado,la cigoña, al llamar imbecil al monseñor.Creo que se ha quedado corto.Ademas de .imbecil es prepotente,mal educado, abuso de autoridad (sólo le falto darle una hostia-ésta con la palma de la mano al comulgante-) además de escandalizar, "hay de aquel que escandalize....¿Le suena?.
EliminarAl ver el vídeo me escandalizé y lo único que podía hacer es quejarme; cosa que hize enviando un email a la nunciatura.Estoy seguro que lo han tirado directamente a la papelera, pero ¡no me podía callar!!
Totalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarACTOS MORALES INTRINSECE MALUM
ResponderEliminarLas fuentes explicativas de los actos morales católicos intrinsece malum están aquí:
1. Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae, Ia. IIae., q. 18, a. 2. (siglo XIII)
2. Gaudium et spes, num. 27 (1965)
3. Humanae vitae (1968)
4. Veritatis splendor, 79-83/95-97 (1993)
5. Catecismo, 1753-56 (1997)
ACTOS BONUM IMPERFECTUM ET INCOMPLETUM O INTRINSECE BONUM PER SE
Ahora bien, el sector moderado de la Iglesia luterana, que copia el Camino Sinodal alemán, admite que los actos morales intrinsece malum se convierten en bonum incompletum et imperfectum, mediante la presencia de bienes posibles que lo transforma en un acto bueno imperfecto e incompleto, pero virtuoso, salvífico y santificable.
Otro sector, el radical fundamentalista, va más allá y afirma directamente que los actos bonum imperfectum son mucho mas, son ya un intrinsece bonum per se.
BIENES POSIBLES Y MORAL DE CIRCUNSTANCIAS
Toda conducta inmoral según la verdad dogmática de los actos intrinsece malum, se transformará en bonum imperfectum et incompletum, o bien en intrinsece bonum per se, si existe la presencia de algún o algunos de estos biene posibles o circunstancias atenuantes o eximentes (moral de las circunstancias), en el caso de Amoris laetitia:
- dignidad de hijos de Dios
– autodeterminación o libre decisión de la voluntad
– amor
– fidelidad
– responsabilidad mutua
– respeto, atención, ayuda y cuidados mutuos
– dimensiones específicas de la fertilidad: como los hijos posibles y como contribución al bien de la sociedad
– relaciones diseñadas para ser exclusivas y duraderas o permanentes
- integración de la personalidad e identidad psíquica
Como dijo Seifert, con tal programa, cualquier tipo de acto moral católico en toda su esfera universal (vida, familia, matrimonio, hijos, bien común, propiedad, contratos, Estado...) puede ser sencillamente justificado en su plenitud para que uno pueda salvarse, arrasando así con toda la moral y Fé católicas: todo vale si tienes una justificación.
MODO DE ARGUMENTAR
Según el boletín que ahora tengo disponible, el modo de argumentación del Camino Sinodal, por ejemplo, en el caso del documento „Frauen in Diensten und Ämtern in der Kirche“ ["Mujeres en los servicios y oficios en la iglesia"], según el Boletín del Camino Sinodal 5/2022 [Newsletter zum Synodalen Weg 05/2022, publicado 22.12.22], parte de la idea jerárquicamente superior de la presencia de leyes civiles de equidad de género, para luego ir retorciendo la verdad de los textos católicos bíblicos y eclesiales a conveniencia: Concilio Vaticano II, Lumen Gentium 31; Sínodo de Würzburg, proclamación 2.1; Marcos 10,43; tradición histórica).
Para eliminar la objeción de que el sacerdote debe de ser masculino porque es un Alter Christus, representa o se configura como Jesús, se justifica mediante la espiritualización (geist) y la pérdida de la real encarnación (Menschwerdung) de Dios en Jesucristo, hombre verdadero.
"La cuestión de la representación de Cristo debe distinguirse de la cuestión de la semejanza natural con un hombre. Jesucristo está presente cuando las personas actúan en su espíritu."
"Die Frage nach der Christus-Repräsentation ist von der Frage nach der natürlichen Ähnlichkeit mit einem Mann zu unterscheiden. Jesus Christus ist gegenwärtig, wenn Menschen in seinem Geist handeln." (líneas 1478-80)
El mayor PIB per cápita correspondió a Madrid, con 32.048 euros.
ResponderEliminarLuego se sitúan los PIB per cápita de los 2 medievales foralistas, País Vasco (30.401 euros) y la Comunidad Foral de Navarra (29.314 euros), mientras que Cataluña es el siguiente (27.812 euros)