Sí, claro, es cierto que
estamos en la hora de los laicos, porque los clérigos (al menos, los europeos)
están en proceso de extinción. Y el orgullo europeo, tan acentuado en las
diócesis catalanas, impide que vengan clérigos del tercer mundo a
evangelizarnos o a administrarnos los sacramentos, del mismo modo que Europa, y
sobre todo España, envió sus clérigos a evangelizar a esos humildes países. Y
habiendo tocado la hora de los laicos, es natural que el cardenal Omella,
sumándose al debate de Quintana Paz, un laico, se pregunte dónde están y qué
hacen las universidades católicas, todas ellas en manos de laicos, sin que sea
nada seguro que todos los responsables, ni menos todos los profesores de esas
universidades, sean católicos: por más que la institución ostente el nombre de
católica.
Una primera parte de esta pregunta se responde sola: están en los brazos en que las han arrojado los clérigos, ya extinguidos, que las tenían a su cargo. Con las universidades católicas que aún conservan este apodo, ocurre lo mismo que con los llamados colegios católicos, más comúnmente llamados colegios religiosos: conservan esta denominación (¡de origen!) aunque no quede en ellos ni uno solo de los frailes y de las monjas que le habían dado su impronta al colegio. Y lo más llamativo es que precisamente el cardenal Omella, el mismo que se hace esa extraña pregunta sobre las universidades católicas, es nada menos que el presidente del importante conglomerado en forma de fundación, de los colegios católicos de su archidiócesis (o quizá de toda la «Tarraconense»). Acerca de los cuales, por cierto, y hasta ahora, no se le ha ocurrido hacerse ninguna pregunta del estilo de «Donde están y qué hacen los colegios católicos», que conservarán de católicos por lo menos las clases de religión con el potente ejército de profesores que las estarán impartiendo.
Si el cardenal fuese capaz de
responder a la pregunta de qué hacen y dónde están los centenares de colegios
católicos agrupados en la fundación de la que él es el presidente, si fuese
capaz de responder a esa doble pregunta, no necesitaría preguntarse por las
universidades católicas. Porque éstas hacen exactamente lo que hacen los
colegios que él preside. Y están geográficamente donde están; pero
doctrinalmente y moralmente se han situado muchas de ellas (igual que
muchísimos colegios religiosos, ¿la mayoría?) en las antípodas de su
denominación religiosa o católica.
No es nada extraño, pues, que el cardenal, sumándose al debate abierto por Quintana Paz, se sienta tan repentinamente preocupado por las universidades católicas. Y se siente preocupado porque se supone que han de subsanar, suplir o enmendar lo que ha dejado de hacer él, con la Fundación por él presidida, que agrupa los colegios católicos; y que esas universidades católicas han de subsanar lo que ha dejado de hacer la importantísima plantilla de clérigos que gobierna él en su condición de obispo. Me refiero a la difusión y defensa de la doctrina católica, tan furiosamente atacada no sólo por los enemigos declarados del cristianismo, sino también por muchas instituciones cristianas, entre ellas, colegios y universidades.
Parece razonable pensar que siendo un alto príncipe de la Iglesia, está poco al tanto de sus responsabilidades diocesanas, porque le preocupa mucho más lo que ocurre en la más alta cúpula de la Iglesia. Se supone que es ahí, justo ahí donde está su máxima incumbencia. Si el altísimo y numerosísimo colegio cardenalicio, Omella incluido, no opina sobre el vuelco que están experimentando los dicasterios vaticanos (son temas doctrinales al fin y al cabo), parece que con la santísima intención de homologar cuanto antes el genial Sínodo de la Sinodalidad en curso, con el ya largo Camino Sinodal; si cree el señor cardenal que gobierna como puede la diócesis de Barcelona (y de paso el resto de las diócesis de España) que lo de los dicasterios y las sinodalidades no le incumbe y por tanto no le inquieta, ¿para qué quiere la Iglesia ese numerosísimo y carísimo colegio cardenalicio? Quizá se le haya ocurrido pensar que tampoco será eso tan decisivo, teniendo como tenemos las universidades católicas, ¿no?
Pero lo más importante: ¿se ha de desentender el cardenal de lo que está ocurriendo con los dicasterios (apelo a su condición de cardenal), para ocuparse por lo que ocurre con las universidades católicas, que por otra parte apenas encajan en su jurisdicción? ¿Ha de concentrar en ellas su celo pastoral? Y si no se cuidan los cardenales de ver lo que está ocurriendo en las más altas instituciones de la Iglesia, ¿quién se va a cuidar de ello? ¿No está ese sector de la Iglesia justamente en el nivel cardenalicio, todo él bajo el mando supremo de cardenales? Puestos a preguntar por tantas cosas, dónde están y qué hacen tales o cuales instituciones, ¿no será el vuelco de los dicasterios ocasión propicia para preguntarnos dónde está, qué hace y para qué sirve tan alto colectivo? Uno supone ingenuamente que una de las funciones esenciales de los cardenales será la de asistir y aconsejar al papa en cuestiones graves de la Iglesia: tan graves como el revolcón de los dicasterios, a remolque de las nuevas doctrinas sinodalicias. ¿O no?
El debate que abre Miguel Ángel Quintana Paz es sobre la doctrina de la Iglesia, la que impregna la vida de los fieles y arroja luz sobre el resto de la sociedad. Un debate muy luminoso. Y obviamente ni siquiera roza la responsabilidad de los obispos y el clero, sobre la defensa y propagación de esa doctrina. Pero no porque no tengan nada que ver en él, sino porque parte de la triste realidad en que nos encontramos, donde parece que, desde muy arriba, se haya dado la consigna de que el estamento episcopal y clerical se abstengan de meterse en doctrinas. Algo que resulta hoy políticamente incorrecto. Ahí tenemos, como señala Quintana Paz, la campaña de la Conferencia Episcopal (¿hay alguien ahí?) para recomendar las clases de religión. Da razones que igual servirían para fomentar las clases de botánica.
Al terciar en el debate el cardenal Omella, se preguntaba (supongo que retóricamente) «qué hacen las universidades católicas». «Esos profesores, ¿dónde están, que no se les oye? La pregunta con que arrancaba el debate de Quintana Paz, era: «¿dónde están (escondidos) los intelectuales cristianos?» Y siguiendo en esa bella retórica, el cardenal hizo un llamamiento a «los profesionales católicos para que sean testigos para transmitir la fe con su reflexión y estilo de vida, que es fuego, que quema y que transforma. Y lo tenemos que hacer cultura. El mensaje de Jesús tiene que hacerse cultura, como se ha hecho en el pasado y en todas partes».
Hermosas palabras que prodigó nuestro cardenal para encender la fe de los laicos, sobre todo de los que ejercen su profesión en universidades católicas («¿dónde están esos profesores que no se les oye?»). Entendiéndose, por supuesto, que quedan excluidos de esa invitación los miles de profesores de religión que, bajo la responsabilidad de los obispos, ejercen su profesión en colegios tanto religiosos como públicos. Excluyendo también de esa invitación a los «profesionales católicos a que sean testigos para transmitir la fe», a todos los sacerdotes (uno de cuyos principales ministerios es la palabra), profesionales vocacionales que están bajo la autoridad y responsabilidad de los respectivos obispos. Porque habrá que entender, ¡digo yo!, que no se les niega a éstos la capacidad intelectual y dialéctica para comparecer en ese campo de batalla del que en mala hora se retiraron decenios ha.
Efectivamente, grave es que tantos profesionales católicos (en este caso, adscritos a las universidades católicas), hayan abdicado de su responsabilidad intelectual (llamémosla así). Pero no menos grave es que miles de profesores de religión (excepciones habrá, como en todo), bajo la responsabilidad directa de los obispos, hayan olvidado su razón de ser y se dediquen a esas vaguedades que indica la misma conferencia episcopal al recomendar la asignatura de religión, en vez de enseñar lo que les corresponde: justo religión católica. Con el resultado del retroceso espectacular de la cultura religiosa en España. En flagrante contradicción con esa bella invitación del cardenal Omella: «El mensaje de Jesús tiene que hacerse cultura». Pero es un mensaje para las universidades católicas, no para los colegios católicos ni para los profesores de religión, ni para aplicarse él mismo el cuento. Lo que hay al final, es dejación arriba de todo (en el cardenalato) y dejación abajo de todo (en las clases de religión y en el ministerio de la palabra). Pero el mundo gira; y lo que toca hoy, es apelar a la responsabilidad de los laicos olvidando la de los jerarcas y sus efectivos. Eso sí, todo envuelto en bellas palabras.
Virtelius Temerarius
Hasta poco antes de su cierre di algunas clases en "el químico de sarria" en su sección o subsidiaria EMI, todo en manos de los jesuitas, o sea UNA UNIVERSIDAD CATOLICA DE BARCELONA.
ResponderEliminarDos hechos, nos reunimos en el edificio de ESADE para unas clases con la colaboración de su profesorado, tonto de mi, pregunte por el ORATORIO, es un edificio solitario sin conexión cubierta con el de esade
intente entrar, pero estaba CERRADO, pregunté porqué, la respuesta fue ilustrativa, hay que ir a conserjería general a por la llave y no es seguro que la tengan, era día lectivo en horario lectivo y NADIE podía visitar o rezar con el SEÑOR.
Otro caso en el edificio EMI construido de nueva planta hace poco, al iniciar mis clases, pregunte por el ORATORIO, NO TENIA, ni esta en el plano de la construcción, con alumnos escrudiñamos los planos de la construcción reciente buscando donde podía estar la "capillita" ni estaba planificada.
Total que pregunté si era UNA UNIVERSIDAD CATOLICA, en la reunión general del profesorado, allí había tres señores vestidos de campo y playa, en un intermedio me preguntaron el nombre y NO ME RENOVARON EL CONTRATO, luego me enteré que era lo que restaba de los propietarios o sea "los jesuitas".
Que nadie le extrañe que no surjan directivos cristianos, no les dejan rezar.
Visite IESE, invitado por un amigo, la diferencia es brutal, no solo hay DOS oratorios, siempre abiertos con sacerdotes que hablan varios idiomas, confesionarios siempre abiertos, horario diario de misas, retiros, charlas, etc. y por supuesto indicaciones para ir a los oratorios suficientes para no tener que preguntar, ni salir del edificio.
Luego los obispillos y cardenalicos se preguntarán como es que el OPUS DEI tiene los seminarios llenos y los otros casi vacíos o cerrados como los de los jesuitas.
Un artículo para reírse a carcajadas , sobre lo que son hoy en día las clases de religión: forrando tetrabricks de leche con una cartulina que represente un libro de la Biblia: a uno le toca Filipenses...
ResponderEliminarMiguel Ángel Quintana Paz
Lo católico está de moda
«Para rebelarte contra el sistema en EEUU no tienes por qué acudir a un mitin de Trump, sino que puedes portar un rosario, intentar ser casto e ir a comulgar»
theobjective.com/elsubjetivo/opinion/2022-12-07/catolico-moda/
Al menos, en mi época, los 1970, nos daban clase de marxismo en reli... lástima que el comunismo socialista tropezó en 1989 y se rompión...
La Universitat Ramon Llull es una universidad federativa de inspiración cristiana. Una obra trascendente y avanzada que logró el cardenal Jubany.
EliminarLa perspectiva de futuro es convertir el Ateneu Universitari Sant Pacià (Facultat de Teologia de Catalunya, Facultat de Filosofia, Facultat Antoni Gaudí (Història, Arqueologia i Arts Cristianes) i Institut de Litúrgia) en la futura Universidad Pontifica de Catalunya.
Católicas lo són las que lo llevan en el nombre: Ávila, Múrcia, Valencia,... y no destacan precisamente por su excelencia académica ni transparencia de gestión.
El diálogo fe-secularidad en Barcelona lo cuidan entidades como la Fundació Joan Maragall o Cristianisme i Justícia, ambas de proyección innegable.
La Universitat Pompeu Fabra tiene un espacio para la reflexión de carácter ecuménico y laico. La universidad no ha de ser doctrinariamente militante.
El ecumenismo es un tema para ser tratado en este blog.
Anónimo 7:28 : Su comentario me parece el propio de un caballo de Troya. Una universidad católica no puede sustituir la Capilla por un "espacio ecuménico y laico", es una contradicción.
EliminarSi una Universidad Católica no es militante, ¿ya me dirá para que sirve? la experiencia lo demuestra: se llena de profesores que no son católicos y deja de ser católica. Demasiados ejemplos tenemos para que un iluminado insista en el mismo fracaso.
La neutralidad no existe. La sociedad está repleta de ideologías mundanas y anticristianas. Y usted pretende que los católicos callemos, con la excusa de no ser "doctrinalmente militantes", venga ya !!!. Esta tontuna podría colar en los años 60, pero hoy en día se ha demostrado que es un auténtico disparate.
El ecumenismo que plantea usted, es una renuncia de la propia identidad y de la propia fe, y es propio de gente que no tiene fe.
"Lo que hay al final, es dejación arriba de todo (en el cardenalato) y dejación abajo de todo (en las clases de religión y en el ministerio de la palabra). Pero el mundo gira; y lo que toca hoy, es apelar a la responsabilidad de los laicos olvidando la de los jerarcas y sus efectivos. Eso sí, todo envuelto en bellas palabras."
ResponderEliminarLa dejación empieza con Bergoglio, desde arriba de todo, y tuvo su origen en la famosa entrevista en el avión del 2013 [1], cuando el que tiene el poder de perdonar (o no) y el poder de juzgar y condenar (o no) en el Estado del Vaticano y la Iglesia Católica, dijo aquel absurdo del "¿quién soy yo para juzgar?" (ver el contexto).
También fue destructivo el no medir las consecuencias y efectos colaterales devastadores mundiales de unas frases que, cualquier persona, sabía que serían tergiversadas por la prensa prostituida anticatólica, como fue la entrevista a Spadaro, SJ, de la Civiltà Cattolica del 2013 [2]:
"No podemos seguir insistiendo sólo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos."
La convirtieron en "el Papa se muestra crítico con una Iglesia "obsesionada" con el aborto o los matrimonios gais" [El País, jueves 19 septiembre 2013]
Luego vendría toda la concatenación de líos y confusiones graves, impropios de un pontífice:
- Lutero es testigo del Evangelio y entronización de su estatua en el Vaticano, el ritual de la Pachamama en los jardines vaticanos, el pacto secreto con China, la no condena de Biden proabortista, sus ataques a los "rígidos", sus "misericordaciones" a institutos católicos tradicionalistas, la prohibición de la misa tradicional en Traditionis custodes, los cambios del lavatorio de pies de Jueves Santo, las docenas y docenas de declaraciones erróneas y temerarias sobre catolicismo (muchas con el anciano periodista ateo Eugenio Scalfari, fundador del diario 'La Repubblica'), el juicio Becciu, la magufada de los gritos de la Madre Tierra y la Humanidad, y sobre todo, la anticatólica comunión y absolución de los divorciados impenitentes (Amoris laetitia, 305, notas 336-351, Rescripto 5 junio 2017, AAS 7 octubre 2016 que lo declara magisterio auténtico), junto con los dos sínodos apostáticos, el camino sinodal alemán y el actual sínodo de la sinodalidad vaticano [3].
Entonces queda claro que, hoy por hoy, mientras siga Bergoglio o cualquier otro papa de su línea, es imposible evangelizar, porque existe toda una parte de la Iglesia que no acepta ninguna de la imposible doctrina bergogliana, y además, hay obispos que exigen creer en lo imposible para evangelizar o ser nombrado a un cargo.
Pero la conciencia subjetiva basada en lo objetivo de la verdadera Fé doctrinal lo impiden por siempre.
Por eso la Iglesia hoy, al menos en Europa, está colapsando en pérdida de fieles, curas y religiosos (no así en obispos y curias, que aumenta), no sólo por la pandemia, sino porque nadie sabe si está cristalizando una nueva doctrina apostática, que los alemanes y el Vaticano están dispuestos a dar para toda la Iglesia Universal en el cruce de los dos sínodos, el alemán y el vaticano antedichos.
Mientras, Omella sigue sin enterarse de la tremenda crisis católica europea [4], además de participar como líder supremo de la cosa sinodal catalana apostática [5] y de la otra cosa sinodal española apostática [6] en su camino confluencial hacia la apostasía general eclesial en el punto de encuentro alemano-vaticano, que lo veremos en la Semana Santa del 2023, cuando los alemanes hagan la última y definitiva declaración apostática [7].
¿Cuál sería la solución? Sólo una posible, la urgente cesación de Bergoglio, y nuevo papa en la línea Juan Pablo II y Benedicto XVI (aún con sus errores y carencias)... ¿Otras soluciones? Pues no, pasados 10 años de Bergoglio, ya no hay opciones ni plan B...
Veo que es un gran defensor de un señor al que llama Bergoglio. ¿Quién soy yo para juzgar?
Eliminar10:38 : no hay que negar que Bergoglio tiene sentido del humor... él, como papa, tiene el poder de perdonar o no los pecados, y como jefe de la Iglesia y de Estado, tiene los poderes legislativo (dar normas penales y administrativas), ejecutivas y judiciales (penales y administrativas sancionadoras)... juzga delitos y faltas civiles, penales, administrativos y laborales, perdona pecados... en fin...
EliminarNOTAS
ResponderEliminar[1] vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/july/documents/papa-francesco_20130728_gmg-conferenza-stampa.html
[2] vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/september/documents/papa-francesco_20130921_intervista-spadaro.html
[3] Los diez puntos más polémicos del primer documento oficial sinodal, infovaticana.com/2022/10/29/los-diez-puntos-mas-polemicos-del-primer-documento-oficial-sinodal/
[4] Omella afirma que «el Sínodo ha abierto una etapa de esperanza para nuestra Iglesia», infovaticana.com/2022/12/10/omella-afirma-que-el-sinodo-ha-abierto-una-etapa-de-esperanza-para-nuestra-iglesia/
[5] Documento presinodal Barcelona 29 mayo: esglesia.barcelona/wp-content/uploads/2022/06/Extra-CATCAST-Si%CC%81ntesi-Si%CC%81node-Bisbes-29-05-22-web.pdf
mujeres sacerdotes, celibato opcional y reforma litúrgica
[6] Documento presinodal España 11 junio: conferenciaepiscopal.es/wp-content/uploads/2022/06/SINTESIS-FINAL-FASE-DIOCESANA-DEL-SINODO.pdf
celibato opcional de los presbíteros, la ordenación de casados y la ordenación de las mujeres
[7] Quinta y última reunión del camino sinodal alemán, 9-11 marzo 2023: religiondigital.org/mundo/Camino-Sinodal-primavera-2023-Caminar-Juntos-Iglesia-Alemania_0_2404859494.html
Las universidades fueron fundadas por la Iglesia en la historia medieval. Ya sería hora de que la Iglesia recuperara su puesto que le corresponde empezando por instalar capillas adyacentes en estos templos del saber llamadas "universidades". Además, en el cristianismo van aparejadas muchas ciencias que le dan la razón y lo avalan perfectamente, no hace falta reducir la temática solo a pecados, gracia y sacramentos, esto es para predicar en el púlpito, en las universidades católicas es muy importante incidir en la Antropología, la Geologia, y la Astronomía. Estas 3 ciencias que menciono son las más aprovechadas como arma arrojadiza contra la Iglesia por parte del Laicismo. Antropología: Descendientes de una pareja de perfectos humanos. Geología: Los estratos que se formaron muy rápidamente. Astronomía: Dando la razón a San Bellarmino que contra Galileo objetaba la tierra centro del universo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con los principios universales del Señor Silver Garrell.
EliminarEl problema es que el alto mando eclesiástico se ha aburguesado y le da vergüenza salir a la palestra defendiendo el GENESIS.
Así las cosas!!!
" El orgullo Europeo impide que vengan clérigos del tercer mundo a evangelizarnos, del mismo modo que España envío sus clérigos a evangelizar esos humildes países"...
ResponderEliminarVeo una diferencia importante: España-Europa, fue a esos humildes países para abrir los caminos nuevos del Evangelio, España fue a explicar una religión nueva.
Aquí, ya lo sabemos todo, actualmente ya estamos de vuelta. Estos sacerdotes que vienen de fuera deben ir con cuidado de no reducir su religión a "sólo decir misas" por todas partes.
La Tierra es el centro del universo, gire por donde gire.
ResponderEliminarUn Católico que no crea esto: SEA ANATEMA.
Por cierto, con la cantidad de dinero público para contactar con extraterrestres y aquí no contesta nadie.
Sobre extraterrestres soy especialista en mi bloc, a ver si sabéis encontrarlo.
EliminarTema acertadísimo el elegido por Virtellius. De Roma no viene ya la luz. Por consiguiente, resulta pérdida de tiempo esperar directrices de lo que antaño fue el dicasterio de seminarios y universidades católicas. Algunas que fueron punta de lanza del catolicismo han quedado zaheridas por un profesorado empeñado en exhibir como doctrina católica tesis contrarias a las enseñanzas de la Iglesia, tal la Georgetown norteamericana de los jesuitas, que recibieron sustanciosas donaciones de Joseph y Rose Kennedy, los padres de los políticos John y Robert, amén del senador de infausta memoria.
ResponderEliminarPor no salirnos de Barcelona. Hay varias: la Ramón Lull, la Internacional, del Opus Dei, y la de los Propagandistas.Con el Instituto Químico, Esade y la Arquitectura de La Salle parecía una universidad prometedora. Pero empezaron a entrar profesores sin preparación suficiente, sólo por razones de sectarismo político en las facultades de humanidades, es decir, filosofía, periodismo, psicología, que han abortado cualquier iniciativa digna de una universidad. Periodistas de El País o La Vanguardia, de mejorable preparación académica, que se quiere paliar con un sesgo anticristiano y secesionista a partes iguales, han ahogado lo que pudo haber sido y se puso en germen en la antigua escuela de periodismo de la Iglesia. Desde otras instituciones de la Iglesia llegaron militantes socialistas o independentistas que dieron un pésimo ejemplo a la sociedad.
Con esos mimbres no podía funcionar una universidad. Sin tomar lo bueno de las universidades públicas --la competencia investigadora, el afán de publicar en revistas revisadas por pares, la búsqueda de financiación internacional (Comunidad Europea, laboratorios y empresas internacionales, contratos interuniversitarios europeos)-- se quedaron con lo malo --clases mal dadas, onfalocentrismo--, cuando no zahúrda de obscuros mensajes.
Totalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarAun estando de acuerdo, creo ha de irse mucho mas alla, el mensaje de Jesus, debe hacerse religion y enseñarla por TODOS, laicos y consagrados, siempre que hablen y/o prediquen, empezando por la enseñanza infantil y siguiendo con las catequesis de comunion y confirmacion tambien solo vaquedades
ResponderEliminarAclaración.- La Universitat Pompeu Fabra es pública y hace años que creó y mantiene un espacio espiritual apto para todas las creencias.
EliminarFred tilda de iluminado y de poca fe. No son maneras. El contraste de pareceres debe ser expresado con respeto y educadamente. Como dice el refrán: lo cortés no quita lo valiente. Gracias.
Eliminar17/25, totalmente de acuerdo con su comentario.
EliminarAntes se llamaban congregaciones, ahora dicasterios.
ResponderEliminarAlguien me puede explicar cómo es ésto???
Para mí es simple, no creen en Jesús el Cristo. De ahí todo lo demás, solo se llenan el estómago como decía alguien en el N. T.
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