La triste irrelevancia de la Iglesia (Por Francisco Marhuenda)

La mediocridad no se circunscribe al episcopado actual. También son mediocres los políticos, los intelectuales, los líderes sociales, los actores... Vivimos en una sociedad muy decadente.

Si los obispos de España fueron buenos y bienintencionados en algún momento, hace tiempo que dejaron de serlo, pues tan tontos no son.

Una hipótesis de la atonía intelectual y espiritual de la Iglesia española es observar los orígenes del mal, y están en la elección de Bergoglio.

Ya es un lugar común que Bergoglio fue elegido gracias a la influencia de la Mafia de San Galo. En esencia, bajo la dirección intelectual del ya fallecido cardenal de Milán Martini, plantearon la transformación de la Iglesia Católica en una comunidad luterana, plenamente al servicio del Estado y de la ONU, cuya moral se fundamenta en una primera etapa en la moral de las circunstancias, donde un acto moral intrinsece malum es un acto bonum imperfectum et incompletum, salvífico y santificable, si tienes alguna circunstancia atenuante o eximente (que siempre puedes encontrar fácilmente), como Amoris laetitia y el Rescripto de 5 de junio del 2017 (AAS 7 octubre 2016), que establecen como magisterio autèntico, con deber de obediencia bajo pena justa, la comunión y absolución de adúlteros impenitentes, violando así el VI Mandamiento, y finalmente, la segunda fase consiste en la gran apostasía, donde se retuerce directamente el cuello de la verdad, convirtiendo el pecado en virtud, como hacen los luteranos radicales, donde por ejemplo, la homosexualidad es directamente un intrinsece bonum per se, ya no un bonum imperfectum et incompletum. Paso uno y dos: se cierra el círculo.


Bergoglio es un animal político, de la escuela demagógica y populista peronista, de una biografía accidentada, tanto con la dictadura militar como con los jesuitas y el clero y jerarquía argentina, lo cual lo convierte en un superviviente con sus instintos, como Sánchez. Caerán, como cualquier otro hombre.


Actualmente, en mi exclusiva opinión, Bergoglio tiene una serie de grandes problemas:


1. Fue elegido por los progresistas de la Mafia de San Galo para dar el golpe de Estado revolucionario en la Iglesia Católica


2. Pero Amoris laetitia, que se quería como el primer paso para introducir en la Iglesia los actos morales luteranos bonum imperfectum et incompletum (la homosexualidad es lícita si hay circunstancias) y luego intrinsece bonum dentro del VI Mandamiento, ha sido un fracaso como modelo de implantación universal, por lo que el programa de revolución progresista y de golpe de Estado está totalmente bloqueado. El intento de que el apostático Camino Sinodal alemán entre en el Sínodo de la sinodalidad para que la apostasía entre a su vez en la Iglesia Universal, también está detenido, pues se ha debido de alargar un año más la finalización del Sínodo de la sinodalidad, para el 2024-2025. Ello hace que Bergoglio no tenga la simpatía del sector progresista: "La Revolución y el golpe de Estado está detenido, nos disgusta".


3. Por su parte, el llamado sector conservador o tradicionalista, también está disgustado, debido a que ve cómo Bergoglio no para de difamarlos en el sentido de llamarlos involucionistas, prohibiendo la misa tradicional con Traditionis custodes, enredando los seminarios, el Opus dei, las órdenes y congregaciones, la Pachamama, nombrando obispos inútiles, no sancionando al abortista Biden, pactando con los comunistas chinos, disimulando, omitiendo sus funciones y tolerando la apostasía de las iglesias de Alemania, Inglaterra y Flandes, entre otras, al seguir el proceso golpista-revolucionario progresista.

El sector tradicionalista, pero, es cobarde como una gallina mojada, porque si fuera congruente, al vanagloriarse de ser defensora de la salvación de las almas, a estas horas ya tendríamos la dimisión de Bergoglio y un nuevo Papa. Pero uno de los males que nos dio el Concilio Vaticano II fue la instalación del dogma implícito de que "la Unidad es la ley preferente de la Iglesia, por encima de la Verdad y la Justicia, por lo que hay que aceptar al heresiarca y apóstata en el interior de la Iglesia". Esto es lo que aún ha de estallar, y explotará pronto, porque Jesús no lo tolerará. Todos moriremos algún día, pero unos lo harán con la ignominia de no haberse opuesto a la herejía dentro de la Iglesia.

4. La consecuencia es el decaimiento general de la Iglesia en Europa y en el mundo, lo cual es una dinámica lógica y racional cuando no defiendes tu Fé desde la más alta instancia, la Santa Sede. Este es un mal necesario, pues con Bergoglio vemos la crisis, la decadencia y la extinción de algunas diócesis y órdenes religiosas apostáticas desde el fin del Vaticano II (1965), hace 57 años, dos generaciones, y la purificación es un acto necesario de Dios para luchar contra el mal instalado en la Iglesia.

Actualmente, el heresiarca se queda dentro de la Iglesia y quiere excomulgar al fiel defensor de la Verdad para ocupar toda la Iglesia: tenemos Lutero en casa. Antes, Lutero montaba su propia casa, su Iglesia, fuera de la Iglesia Católica, pero hoy el ecosistema religioso protestante está saturado de miles de comunidades pequeñas y fracasadas.

Al final, la Iglesia Católica triunfarán sobre todas las falsas religiones, creencias, convicciones e ideologías, mientras, hay diferentes procesos históricos de depuración de la acción de la Bestia, la cual envía su vómito de aguas infectas de doctrinas apostáticas hasta la victoria final de Jesús y la Iglesia Católica.

El Magisterio Universal de la Iglesia Católica reafirmó la profecía del Apóstol de las gentes, san Pablo, sobre la conversión de Israel (Romanos 11) y la unidad religiosa del mundo sólo bajo la Iglesia Católica, pues Dios es remunerador y consumador de su Reino divino:

"La Iglesia, juntamente con los profetas y el mismo Apóstol, espera el día, que sólo Dios conoce, en que todos los pueblos invocarán al Señor un una sola voz y le servirán como un sólo hombre (Sofonías 3, 9; Isaías 66, 23; Salmo 65; Romanos 11, 11-32, Nostra aetate, núm.. 4, Concilio Ecuménico Vaticano II).

La Iglesia de Cristo, la Iglesia Católica, debe de desarrollar tres funciones básicas hasta el Reino Triunfal y Definitivo de Dios:

1. La difusión y extensión de la fe católica o extensión territorial y poblacional de la Iglesia Católica (somos 8.000 millones en el mundo y sólo hay 1.000 de católicos)

2. La intensidad de Fé, de justicia y de santidad entre los miembros de la Iglesia Peregrina y la Iglesia Doméstica (las familias) a través de la Oración, los Sacramentos y sacramentales, los Carismas del Espíritu Santo, la Predicación.

3. La finalización de los escándalos y de los impíos, y la destrucción de todos los poderes antiteocráticos resistentes a Dios, que incluyen a todas las falsas religiones y creencias, así como todos los partidos políticos, filosofías, ideologías y estados procedentes de o sujetos a la Bestia.

Si las dos anteriores (extensión e intensidad) son fruto de la cooperación del hombre y Dios, la tercera es una acción específica de Dios, pues Él es el único que puede luchar contra las fuerzas antiteocráticas, más poderosas al actuar desde el poder, la fuerza y la oscuridad, porque:

a) Sólo Cristo Jesús es portador de la paz mesiánica. Los profetas anticipan la paz futura en el tiempo mesiánico, llevada por el Mesías. La paz predicha por los profetas y traía por el Mesías, es triple paz: con Dios, del hombre consigo mismo y de los hombres entre sí

b) Jesús trae la paz del hombre con Dios, porque la paz viene de parte del mismo Cristo, pero siempre necesita de la cooperación del hombre: sin la participación de la libertad del hombre, Dios no puede hacer nada

c) Cristo acercó la paz del hombre consigo mismo, es decir, su paz interna y espiritual, pero en relación con su suficiencia, se requiere la cooperación del hombre

d) Jesús llevó también la paz a los hombres entre ellos, es decir, la paz social y la paz internacional; pero la acercó desde el primer momento ya en raíz y en dependencia de la observancia de su doctrina, condictio sine qua non. Por ello, la paz mesiánica externa es paz social e internacional, fundada en la justicia verdadera y real, segura y tranquila, y no la ofrece nunca jamás ningún estado, empresa, ideología, religión o filosofía.

Christus vincit.

Es una entrevista que se titula

Vittorio Messori: «Los verdaderos enemigos de la Iglesia están en su interior, no los tiene fuera»

y hay un párrafo que es de gran interés sobre la intervención de Dios en la historia y del cumplimiento de la profecía de Jesús sobre la persecución secular de la Iglesia:

--- Entrevistador. Las leyendas negras que usted desenmascara en su libro del mismo nombre [«Leyendas negras de la Iglesia», Vittorio Messori] son ataques directos contra la Iglesia basados en mentiras. ¿Por qué este afán de echar en cara a la Iglesia mentiras y maldades que no ha cometido?

--- Messori. Nos debería asombrar lo contrario. Jesús ha dicho: "Si me han perseguido a mí, os perseguirán también a vosotros; y pobres de vosotros cuando los hombres os aplaudan". Es lo que ha dicho Jesús a diferencia de lo que afirman tantos clericales de hoy. Jesús no ha venido a traer la paz, en el sentido fácil. Todo lo contrario, en el Evangelio de san Lucas se dice claramente: "No creáis que he venido a traer la paz, he venido a traer la división".

»Dice incluso que el creer o no creer traerá la división dentro de las mismas familias. "El padre estará contra la madre, los padres contra los hijos". Si Jesús ha sido signo de contradicción, la institución humana a la que se ha confiado la misión de continuar su encarnación en la historia necesariamente será ella también signo de contradicción. Lo ha sido desde el inicio y lo será siempre.

»No me asombro de la hostilidad contra la Iglesia, que en un principio fue por parte de los hebreos, como se descubre por los Hechos de los Apóstoles, después los paganos, después las sectas heréticas del medievo, después los iluministas del setecientos, después los positivistas del ochocientos, después los marxistas, los liberales, los nacionalsocialistas... la aversión contra la Iglesia forma parte de esa vocación a signo de contradicción que Jesús mismo ha previsto para los suyos. Esto no me da miedo, lo que sí me da miedo es el hecho de que hoy se tiene la impresión de que los verdaderos enemigos de la Iglesia estén en su interior.

»Se tiene la impresión de que hoy la polémica más áspera contra el Magisterio, contra la jerarquía, contra la enseñanza tradicional de la Iglesia, tenga lugar dentro de la Iglesia, no fuera. Esta es la novedad que más miedo da. Buena parte de mi tiempo y de mis energías las he debido dedicar no a contrastar los argumentos de quien está fuera, sino a contrastar el sabotaje de quien está dentro.

Yo creo que desde antes de Tarancón y antes de la Transición de cuando la Iglesia tenía categoría política, pero Tarancón que por algo los de Extrema Derecha le pusieron pintadas de "Tarancón al paredón", se alió amablemente con típicas sonrisas cómplices, con los comunistas. Existe una fotografia en que se ven Tarancón y Carrillo fumándose juntos un cigarrillo como si compartieran el tabaco entre los dos. Una cosa es la bondad cristiana y otra el "bonismo" cristiano, conviene distinguir. En el Franquismo había algun obispo también en el Parlamento como diputado defensor de los católicos. Para tener voz en la sociedad en primer lugar se precisa sentarse de diputado en el Parlamento, desde el momento en que el "Partido Político Iglesia" no tenga representación parlamentaria ya no se puede esperar que tenga voz, el Parlamento es para "parlar". En el artículo no menciona Marhuenda en que períodos después de la Transición los obispos cantaban las cuarenta y el pueblo los escuchaba. Ahora aparece de vez en cuando algún artículo en Lavanguardiadigital firmado por el obispo Vives, que ya es algo porque es un campo libre para que pueda escribir cualquiera que sepa actualmente en este digital. El obispo Vives en los últimos artículos solo ha hablado de la Liturgia, que por cierto no molesta a nadie con este tema, y todos contentos.

La irrelevancia en política pudiera ser incluso positiva. No es de este mundo, no tiene ejércitos, ni siquiera tiene partidas guerrilleras.

Lo grave, lo gravísimo, es la irrelevancia moral. Una irrelevancia que deriva de la ignorancia supina de la ética iusnaturalista, no sólo en España, sino, lo más grave, desde santa Marta. So capa de discernimiento ha entrado en tromba un relativismo moral que afecta no sólo a la vida privada, sino también familiar y pública. Y como en la Iglesia, la moral tiene una vertiente que dimana del dogma, el obtusismo doctrinal es apabullante.
Con métodos burdos se desvía la atención a lo central para hipertrofiar supuestos errores que sólo está en la mente sectaria de quien los denuncia. Tal, el concepto de tradición. Como una novedad se dice que la Tradición implica evolución, para añadir que los tradicionalistas van contra el mensaje de Cristo. Y quien eso profiere se queda tan ancho. ¿Será porque está pensando no en una evolución homogénea, sino heterogénea de la doctrina? Para pareceerlo sólo da pasos de gigante en sentido contrario. Abochorna el desconocimiento de la doctrina sacramental relativa al bautismo, a la Eucaristía, al matrimonio. Y, desconocido y, por consiguiente, ni apreciado, el significado que ha venido otorgándoseles el patinazo está servido. A eso se le llama la moral del plano inclinado, o slippery slope, hoy de extraordinaria vigencia en bioética y que en Santa Marta y dependencias anexas se han puesto por montera.

Fijémonos por ejemplo en el caso del énfasis en el cambio climático. Ese fenómeno que viene de lejos y que los ecólogos estudiaban ya en los años setenta atendiendo al desarrollo temporal de los estomas de las plantas, se ha convertido ahora en centro de documentos romanos y episcopales de nuestro país. Hay que ver la de tonterías que se propalan en los medios eclesiásticos. Tonterías por simplezas y tautologías. Sin ir más lejos ni salir de Barcelona, uno ha leído algún resumen de lo que se dijo en la conferencia esa de sant Jordi, integrada por instituciones jesuíticas, políticas, secesionistas y otras hierbas, y hay que ver lo que se dijo sobre el pensamiento vigente en santa Marta. Ese era el "nivelazo" de los teólogos asistentes, en línea con la altura de la bioética del Borja, defensora del derecho a decidir, eufemismo para no decir derecho a matar. Chúpate ese discernimiento.
En errores crasos cayó el arzobispo de Tarragona cuando aplaudió las medidas antinaturales de la Generalidad en el bochornoso traije que enviaba a la morgue a los mayores de setenta años que entraban en las UCI por el Covid. Tan grosero fue el disparate que surgieron voces laicos denunciado semejante crimen. O la simpleza sobre la ducha de Omella.
Confunden el buenismo con el silenciamiento de la doctrina de la Iglesia ante leyes inicuas sobre el aborto, la estructura familiar, la eutanasia, la moral pública. Sin rebozo reciben a políticos que han dictado leyes anticristianas en mangas de camisa como si fuera un copain. Han perdido la dignidad, que no tenía por qué ir ligada a falta de luces. Son mitrados que llaman la nostra a una televisión que ataca a Benedicto XVI o acuden despechugados a las emisoras de radio que siembran cizaña en el pueblo; aquél, cardenal; éste, su obispo auxiliar.

No sé si vale más que sean irrelevantes.

Enric Juliana, un intelectual sobre Tarancón
https://www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20110814/54199670981/el-dia-que-el-papa-abronco-a-tarancon.html

Menos mal que el actual Prefecto del Santo Oficio para los pies a los HERÉTICOS CABEZAS GRANDES,QUE SI NO.....

Para que luego digan que el Caudillo, que en Gloria está, no hacía nada para la causa Católica.

Tarancón, lo único que hizo es guiñar el ojo a los asesinos de sus ancestros de profesión.

Claro ejemplo de cobardía para acabar sus días de gloria mundana, pero del de ARRIBA NADIE SE BURLA.