Montero
Lo que está ocurriendo a costa del blanqueo (y promoción) de la pederastia por nuestra ministra de Igualdad, Irene Montero, en sede parlamentaria, es de una gravedad extrema por sí mismo; pero por lo que afecta a los católicos, es un síntoma muy preocupante de la necrosis (que dice De Prada) de la jerarquía eclesiástica española. Los que infectaron a la Iglesia con el virus de la pederastia (virus real y virus mediático), sabían muy bien lo que se hacían.
Ahora resulta que además del complejo de la jerarquía eclesiástica sobre este tema, que la lleva a acciones tan disparatadas como poner en marcha una investigación interna de los últimos 70 años (¡menos mal que no son 700!), como la que ha contratado nuestro cardenal con un prestigioso bufete de abogados; además de esa lacra con que la Iglesia se ha dejado tapar la boca, tenemos ahí nada menos que al secretario de la Conferencia Episcopal Española esmerándose en blanquear a la blanqueadora pública, notoria y confesa de la pederastia. Una acción que nos deja abiertos un montón de inquietantes interrogantes.
El Secretario General de la Conferencia Episcopal Española se ha esforzado en poner el foco (los focos desenfocan, dice) en la interpretabilidad de unas palabras tan directas y tan claras, que no necesitan interpretación alguna. Simplemente, dicen lo que dicen. Y hay que ver cómo se retuerce monseñor Argüello desviando el tema. Y se contradice lamentablemente. Así que declara tener severas objeciones contra determinadas leyes y sobre todo en la exposición de motivos, es decir en la filosofía de la ley, y en cambio se decide a defender unas palabras concretas y delatoras de la impulsora de esas leyes. No podía ser más disparatado e incoherente. Esa forma tan jesuítica de razonar (no sufráis, tenemos justificación para todo) produce rubor. Y desacredita severamente al autor de esos razonamientos.
Y claro, entre los interrogantes que se abren, está en primer lugar el incuestionable cui prodest, a quién aprovecha, quién se beneficia de que el representante de los obispos de España salga diciendo esas memeces, cuando se supone (habrá que suponerlo, ¿no?) que nadie le obligó a ello. Salir al ruedo de espontáneo para competir con el diestro y lucirse más que él. Extravagante cosa, muy extravagante.
Llegados aquí, uno cae en la cuenta de que monseñor Argüello, que se supone que ha hablado en su calidad de Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, lo ha hecho en nombre de todo el episcopado español. Por consiguiente, hemos de suponer que si no sale nadie a contradecirle o a matizarle (y hasta ahora no ha sucedido tal cosa), ésa es la postura de todo el episcopado español y ése es su pensamiento. Y francamente, no es como para estar quietos y sosegados, viendo en qué manos estamos. De manos muertas hablan la economía y la historia; de necrosis habla Juan Manuel de Prada.
Pero sabiendo que monseñor Argüello tiene
un jefe, no perdemos la esperanza de que en cuanto se haya estudiado el caso,
pondrá a cada uno en su sitio y colocará los puntos sobre las íes, las tildes
sobre las palabras que lo requieran, y los signos de puntuación donde
corresponda. Mantenemos esa esperanza, aunque sin impacientarnos; porque
aceptamos a priori que las cosas de
palacio van despacio. Y por lo que vamos viendo, las cosas de palacio
episcopal, más despacio aún.
El jefe máximo de los obispos españoles, el cardenal Omella está al tanto de todo esto, y está también, por su oficio, tendiendo puentes con los poderes civiles. Quien piense que está en Belén con los pastores, va errado. Omella está ahí y sabe de su responsabilidad. Y sabe que, mal que le pese, demasiado a menudo le tocará ponerle una vela a Dios y otra al diablo.
Quien quiera, puede pensar, y está perfectamente legitimado para ello, que monseñor Argüello no se ha tirado a la piscina sin comprobar previamente si tenía agua, es decir sin contar con el mando superior, es decir con el cardenal Omella. Porque en realidad quien ha hablado, ha sido la Conferencia Episcopal, es decir la voz oficial de todos los obispos españoles. Y eso sólo podía hacerlo con el consentimiento expreso de Omella. Ésta parece la hipótesis más razonable.
Aunque cabe también deducir que con la proliferación de cargos y cargas que gravitan sobre los hombros de Omella, obviamente no alcanza a ocuparse personalmente de cada asunto, por lo que se ve obligado a confiar (pero sin abandonarlos a su suerte) en los mandos intermedios de que se ha rodeado. Y quizás esté ahí la clave de su silencio tan comprometido. Porque los que trabajan en el equipo ejecutivo de Omella, saben que éste no los abandonará en manos de sus enemigos como chivos expiatorios, como se usa en todos los niveles de poder, sino que defenderá sus decisiones y sus procedimientos como si los hubiera adoptado él en persona. Ése fue probablemente el caso de la venta de la parroquia del Espíritu Santo. Cuando bien pudo descargar la responsabilidad sobre el ejecutor del proyecto, que es lo que se suele, prefirió dar la cara él mismo. Es su singular estilo.
Otro tanto puede haber ocurrido con las desafortunadísimas declaraciones de Argüello echándole un capote a la Montero cuando pronunció la mayor inmoralidad que hasta hoy se ha escuchado en el parlamento. Es posible que el cardenal, que cada dos por tres está en Roma, haya depositado todo el peso de la Conferencia Episcopal Española en su Secretario, y esté dispuesto a asumir todo lo que éste haga y diga, como si él mismo lo hubiera hecho y dicho. Es posible que así sea, y que el bueno de don Juan José cargue con el muerto sin rechistar.
Pero claro, el verdadero problema no son ni el Secretario Argüello ni el Presidente Omella; el problema estremecedor es la actitud pasiva de la totalidad de la jerarquía eclesiástica española ante la desvergonzada promoción de la pederastia en el parlamento español, con el burdo pretexto del derecho de los niños a dar su consentimiento a cualquier relación sexual pretendida por adultos. Es que se trata de un derecho de los niños (sin la menor especificación de edad), insiste la Montero. ¿Pasividad estoy diciendo? No, no, no, el problema sobrevenido es la respuesta proactiva del episcopado español expresada por su Secretario General, ante el silencio de su Presidente. ¿Y esto no es estremecedoramente grave?
Sí lo es, es espeluznante. Sobre todo cuando tenemos con quién compararnos. Resulta que estos días, una organización evangélica en Perú, llamada Movimiento Misionero Mundial, se ha plantado ante la OEA para denunciar su empeño por imponerle a Perú y a toda Hispanoamérica su Agenda Globalista, con la ideología de género, la corrupción institucional de los niños, etcétera. Y no han sido cuatro gatos. Han llenado el estadio San Marcos, el más grande de Perú y se han manifestado por las calles. ¿Alguien tiene noticia de que el episcopado español haya promovido algo semejante? Los protestantes en Perú (33 millones de habitantes) tienen tan clara la doctrina y la moral, que han sido capaces de semejante movilización, mientras que la poderosa Conferencia Episcopal Española no sólo está catatónica, en avanzado estado de necrosis, sino que cuando se despierta de su modorra, lo que se le ocurre es intervenir piadosamente para que no lapiden a la gran corruptora oficial de menores por haberse atrevido a abrirle de par en par las puertas de la ley a la pederastia.
¡Qué desmoralizador es todo esto! Desmoralizador en su doble sentido.
Virtelius Temerarius
Aquí tenemos al mejor y entregado de los entendidos, en esa materia.
ResponderEliminarMn. Custodio.
Pero si tiene las alas cortadas..., poco fructifero puede hacer.
¡Pobrecillo, lo que debe estar sufriendo.
¡A ver si Su Eminencia Reverendísima le redescubre, por fín!
¡No sé yo...!
TEROL
Bienaventurados los perseguidos por la Justicia…
EliminarTEROL, a ti te persigue algo o alguien? porque nadie dijo, bienaventurados los que escriben en las redes desde su sofa
Parece que el tema lo reservan para tratar en el confesionario, para que se enteren solo los interesados y no la gran masa. Es similar al mayor pecado sexual que existe llamado Adulterio nombrado en los Mandamientos y repetido enésimamente en los escritos bíblicos y que luego el clero católico lo cepilló afinándolo hasta convertirlo en "acciones impuras". Por cierto, que en el Catecismo Católico cuando trata los pecados del sexo pone en primer lugar la masturbación y en segundo lugar el adulterio, cuando por la gravedad deberían invertirse estos dos términos y el segundo debería pasar a primero. Sólo hay que ver en la Tele y Cinema donde la mayoría de películas juegan con el tema del Adulterio para cazar activos monetarios de grandes mayorías asistentes que gozan de ver como las parejas se rompen y practican poliamores. Cuando yo era niño recuerdo que desde el púlpito el cura repetía frecuente los pecados de las modas en los vestidos que se enfundaban las mujeres que empezaban a enseñar demasiado. Ahora del sexo en el púlpito ni pio, por miedo a que este 0,2 por ciento de problema clerical pegue bastonazos a la Iglesia. Ciertamente es una necrosis clerical donde los temas que ocupan los titulares periodísticos no son interpretados valientemente en los púlpitos eclesiales. Los sacerdotes del Dios Política ganan la partida a los sacerdotes del Dios Verdadero.
ResponderEliminardonde la sangre caliente no fucircula.
Si usted pretende corregir el Catecismo, va mal encaminado. Medite más bien, por qué dice lo que dice. Dicho esto, y a efectos prácticos, todas las acciones impuras son hijas de Satanás y basta hacerse esclavo de cualquiera de ellas, para iniciarse en el descenso a los infiernos. Bajar cuesta poco, subir no todos lo logran y, si no recuerdo mal -me corrigen, en su caso-, la Santísima Virgen dijo a los Pastorcitos de Fátima, que los pecados de la carne son los que más almas llevan al infierno. Sólo la idea de mentar el pecado que usted califica de menor, me da un asco que no se puede imaginar. Le recomiendo que haga la Consagración de San Luis Mª Grignon de Montfort y la Santísima Virgen le abrirá los ojos.
EliminarEsta señora siempre habla a grito pelado para defender a Satanás.
ResponderEliminarEn ningún caso la puede defender la Conferencia Episcopal ni nadie.
Vergonzosa, vergonzosa y mil veces vergonzosa, la actitud del Cardenal Omella y el obispo Argüello. Que aprendan a defender los principios de nuestra Fe, como lo han hecho los evangelistas en Perú y seguramente en otros países donde estén presentes. El Papa Francisco, también debería oponerse a esta actitud de los podemitas y colegas en España. ¿A donde llegaremos?. Nos están abandonando a nuestra suerte. Que María Auxiliadora nos auxilie.
ResponderEliminar¿ Qué tal si los laicos nos organizamos en una Liga de la Santa Pureza y predicamos con la Palabra y el ejemplo ? Venga, pues y que los que se escandalizan, pasen revista primero a esposas, hijas y nietas, vestidas que dan pena, por decirlo de modo suave. Así salen a la calle, se presentan hasta en la Santa Misa, en las Adoraciones y dónde haga falta. ¿Y ellos qué? con pantalones apretados y camisas afeminadas, o pantaloncitos y chancletas, si el calor se tercia. Sin sentido del pudor (no entro ya en la estética), mal se puede predicar la pureza, porque es claro y manifiesto que no se tiene esta virtud. ¿No són autónomos los padres para educar a los hijos y pues, qué culpa tienen los Obispos? ¿No son éstos los mismos padres que pretenden "enseñar" a los sacerdotes cómo debe ser la castidad en el matrimonio, porque son incapaces de aceptar la verdad que ha predicado siempre la Santa Iglesia? ¿ Y no son los que hasta pretenden que la Santa Iglesia legitime la ruptura de sus matrimonios ? Es que la impureza es un monstruo de muchas caras y ¿cuántos son los que vigilan?.
ResponderEliminarCierto que en los vestidos femeninos los musulmanes nos van a dar ejemplo y cuando haya más diputados musulmanes en los parlamentos españoles las cosas cambiaran. ¡¡¡Esto del destape es una ofensa al islam!!!, diran, y los gobiernos melengues europeos pensarán, "no queremos problemas con estos, así que a mandar tapar feminas.
Eliminar"¿Alguien tiene noticia de que el episcopado español haya promovido algo semejante? Los protestantes en Perú (33 millones de habitantes) tienen tan clara la doctrina y la moral, que han sido capaces de semejante movilización, mientras que la poderosa Conferencia Episcopal Española no sólo está catatónica, en avanzado estado de necrosis, sino que cuando se despierta de su modorra, lo que se le ocurre es intervenir piadosamente para que no lapiden a la gran corruptora oficial de menores por haberse atrevido a abrirle de par en par las puertas de la ley a la pederastia."
ResponderEliminarHemos de tener paciencia y saber que hasta los cabellos nuestros están contados, y no cae ni un pajarito sin que lo consienta Dios. Paciencia, porque a cada garrí li arriba el seu Sant Martí...
La Iglesia es la intercesora del mundo ante Dios, y como dijo el mismo Jesús en una revelación, no mires al mundo sino a la Iglesia para saber cómo va el mundo, y no permanecerá ningún Estado que vaya sin Dios, contra Dios.
Estamos en el peor y pésimo pontificado que nunca jamás haya tenido la Iglesia, el de Bergoglio, susceptible de empeorar más, puesto que ya estamos en un cisma de facto avanzado, que pasó de la fase in situ (Camino Sinodal alemán) para avanzar a la fase local (bendiciones gays de la Iglesia flamenca) y seguir avanzando a la mayor fase locorregional (España: documento conclusivo presinodal apostático de 11 de junio del 2022: celibato opcional en el caso de los presbíteros, la ordenación de casados y la ordenación de las mujeres), y que en meses o pocos años acabará en la fase global y mundial, terminal, progresiva e irreversible (incurable): cisma de iure general, si siguen las mismas circunstancias.
De estos dos personajes episcopales españoles, lamentablemente, Mons. Omella es sobradamente conocido por sus aficiones cinegéticas de caza y montería, dedicada al huroneo y apresamiento de ureñas zaragozanos como ayudante de campo del Yanero Solitario.
De Mons. Argüello, es el único obispo ejerciente que formaba parte del Equipo Sinodal junto con Mons. Vicente Jiménez Zamora, arzobispo emérito de Zaragoza, coordinador del equipo sinodal y 6 laicos, curas y religiosos, que aprobaron la recepción de los documentos diocesanos apostáticos e hicieron la síntesis conclusiva antedicha, el documento apostático presinodal español del 11 de junio del 2022.
conferenciaepiscopal.es/wp-content/uploads/2022/06/SINTESIS-FINAL-FASE-DIOCESANA-DEL-SINODO.pdf
Del resto de obispos españoles, sólo hay que decir que son unos cobardes en la defensa de la verdadera Fé, pues no sólo consintieron la aprobación en Asamblea final del referido documento presinodal español apostático del 11 de junio, sino que muchos, quizás la mayoría de obispos, también aprobaron sus respectivos documentos de síntesis apostáticos, donde se admitieron la bendición de gays, el celibato opcional, la ordenación diaconal, presbiterial y episcopal de mujeres, absolución y comunión de adúlteros impenitentes y también de otros tipos de parejas, cambio de la moral familiar y matrimonial... (Barcelona, Solsona, Zaragoza, León, San Sebastián, Coria-Cáceres, Mallorca, Valladolid, Cartagena...).
Hay que recordar que la Asamblea final del sínodo español participaron 58 obispos, el nuncio apostólico en España, 80 sacerdotes, 360 laicos y más de 100 representantes de la vida consagrada: religiosas y religiosos, monjas de clausura, miembros de Institutos seculares, vírgenes consagradas (a mí no me representa nadie).
ResponderEliminarAdemás, la casi totalidad de los obispos españoles prohibieron la misa cuando más falta hacía falta, durante los primeros meses de la pandemia del covid, y muchos prohibieron hasta un año y medio la comunión en la boca. Todo se demostró que era absolutamente innecesario, porque no se detectó ningún caso de contagio en las iglesias posteriormente por el hecho de ir a misa y por comulgar en la boca. Hoy, tenemos las declaraciones bajo juramento de la loca presidente de Pfizer, Janine Small, aseguró que no habían probado la eficacia de su vacuna para evitar la difusión del SARS-CoV-2... tanto pasaporte covid, tanta vacunación quasiobligatoria, tanto internamiento masivo de ciudadanos, tanta prohibición de entrar en locales, para que digan que la vacuna no impedía la transmisión, sino sólo el desarrollo de enfermedades más graves para su receptor, el cual seguía siendo transmisor...
Por tanto, hoy por hoy, la totalidad de los obispos españoles están en el descrédito total y desprestigio absolutos, por esta circunstancia, ninguno de ellos tiene hoy en día ningún tipo de autoridad moral para hacer absolutamente nada, de ahí su decaimiento y derrumbe en estas horas más terribles del PSOE desencadenado en la cultura de la muerte y la ideología de género.
Eso, paradójicamente, es una excelente noticia: la insolvencia moral y deshonor absolutos de los obispos españoles y del mundo (¿a qué esperan a pedir la anulación de Amoris laetitia, Traditionis custodes, el tratado secreto con China, la excomunión de Biden y de los obispos alemanes y flamencos apóstatas?) así como de Bergoglio, en primer lugar es una cosa sabida y querida por Dios desde el principio de los tiempos, y ya sabe su desenlace, pues Dios es omnisciente, omnipotente y omnipresente en todos sitios y en todos tiempos.
En segundo lugar, a Dios le agradan los conflictos, incluidos los graves, con cismas y apostasías, aunque sean masivas. ¿Por qué?. La componente humana de la Iglesia, de los mismos fieles y todos los consagrados, Jerarquía incluida, por razón del pecado original, siempre tiende a la molicie y malicia del pecado, a la comodidad, a no hacer nada, a quedarse quietos, a vivir bien en la blandura, pereza, ociosidad, vagancia, indolencia, holganza, letargo, el dolce far niente y carpe diem, esperando que los problemas se pudran por sí mismos con el tiempo.
Otros, por el contrario, son unos demonios poseídos por el mando tiránico, el placer, el poder, el dinero y la destrucción de la Fé y las personas, si es que no son unos locos, ignorantes, sociópatas o psicópatas.
Así, de tanto en tanto, Dios tolera y deja hacer que los problemas surjan, se desarrollen, crezcan, causen mal y se extiendan e intensifiquen al grado máximo posible, de manera incontenible, para con ello conseguir un bien mayor: aflorar la realidad del mal para que surja una mejor vida teológica, litúrgica, moral y espiritual de la Iglesia, y de paso, que los Jerarcas y teólogos holgazanes durmientes se despierten y trabajen.
Un ejemplo de ello fue la herejía y cisma de Lutero, que propició el Concilio de Trento, el único concilio verdaderamente importante y eficaz, cuya validez llega hoy en día, 2022, 500 años después, por la proeza de sus enseñanzas dogmáticas y pastorales.
La misma crisis apostática, heresiarca y cismática, surgida del Concilio Vaticano II, pero con raíces a fines del siglo XIX, y que ha llegado al clímax con Bergoglio, indica que hoy es un buen momento para reflexionar sobre el fin de un papado, el de Bergoglio, que, en mi opinión, visto lo visto, ha sido el más césaro-augusteo, imperialista, monárquico absolutamente absolutista, corrupto (caso Becciu, abusadores en el Vaticano...), herético (Amoris laetitia), injusto (persecución a los tradicionales), inicuo (Traditionis custodes), mundano (las paganas e idolátricas Querida Amazonía, Fratelli tutti y Laudato si, proAgenda 2030) y con el mayor número de enseñanzas imprudentes y erróneas de la historia eclesial (el lavatorio de pies de todos en Jueves Santo, el milagro de la multiplicación de panes y peces no existió porque fue fruto de la solidaridad, el comunismo es lo más cercano al cristianismo). A reflexionar, catarsis, parresía, la libertad de los hijos de Dios, corrección fraterna a todos a fondo sin cesar, y a depurar responsabilidades...
ResponderEliminarTambién es la constatación del irreversible fracaso del cardenalato y del episcopado, que no han querido corregir al Papa, sólo para proteger sus prebendas, sus cargos, su promoción y sus privilegios, así como también afecta a las órdenes religiosas y los movimientos (¿por qué el Opus Dei obedece sin chistar al peor papa de la historia, sabiéndolo y queriéndolo?): han llegado a un colapso total y pleno, por razón de su papolatría y de la obediencia del mal ("el que obedece nunca se equivoca").
La actual apostasía de Alemania, Flandes y España, y la incomprensible pasividad y omisión de Bergoglio, los cardenales y obispos, indican que ya es necesario que la eclesiocatástrofe aflore en su plenitud en la Iglesia, para así pensar en un nuevo Papado, cardenalato, episcopado y también en un nuevo Pueblo de Dios (fieles, consagrados y religiosos) más implicados en la vida eclesial, más fieles en la Verdad. La crisis se resolverá, pero mientras tanto, será crecientemente más dura por la cerrazón obtusa y cerril de la jerarquía y de muchos otros cardenales y obispos...
Anónimo 4:05
Eliminar«...el milagro de la multiplicación de panes y peces no existió porque fue fruto de la solidaridad,» ¿Realmente fue dicho o escrito por el Papa? Espero que no sea cierto... Pues el milagro de la multiplicación de los alimentos, sigue existiendo hoy en dia. Un buen amigo mío fallecido en 1993 y que vivía solo, invitó en una ocasión, a alguien a su hogar, advirtiéndole que no podría ofrecerle prácticamente nada como refrigerio. Llegados a su cocina, fueron a la nevera ¡y se la hallaron colmada de todo tipo de alimentos y congelados!
AMIEES
El obispo Argüello TIENE RAZÓN y se limita a aplicar la obligación cristiana que explicaba tan bien San Ignacio de Loyola: estar siempre más dispuestos a salvar que a condenar las declaraciones del otro.
ResponderEliminarSi alguien dice la frase ""Los niños tienen derecho a conocer que pueden conducir coches, motos, incluso autobuses o aviones, eso sí, cumpliendo los códigos de circulación"...
--- ¿diremos que esa frase incita a los niños a ponerse YA al volante? No, entenderemos que quiere decir que los niños han de saber HOY que pueden ponerse al volante CUANDO SEAN ADULTOS.
Sólo un manipulador malpensado dirá que esta frase pretende implantar niños conductores.
Pues lo mismo con la frase de Montero (enseñar a los niños HOY que CUANDO CREZCAN pueden acostarse con quien quieran), que es progre y defenderá la fornicación y la promiscuidad, pero no la pederastia.
No soy amigo de Montero, ni lo es Argüello, somos amigos de la enseñanza católica que obliga a pensar bien. No quiero que Montero eduque a mis hijos, pero aquella frase en concreto NO era propaganda de la pedofilia, y Argüello hace bien en defenderla.
Ya está bien de meterse con un obispo por amar la verdad y la enseñanza católica que obliga a tratar de salvar la proposición del otro.
Bravo. Genial comentario. Gracias!
EliminarEl congreso de California acaba de hacer legal las relaciones sexuales "consensuadas" con menores de edad hasta de una diferencia de 10 años entre el adulto yel menor. Senate Bill 145: "This bill states non-forcible sodomy, oral copulation, and sexual penetration with a minor do not require mandatory sex offender registration unless there is a ten-year gap between the minor and the other person [...]".
ResponderEliminarLo que viene al resto del mundo va por ahí ...