Como me decía un artista-decorador, la crítica siempre es buena; incluso aunque no sean buenas sus motivaciones. En este sentido, la crítica, incluso a pesar suyo, siempre es constructiva: porque te obliga a perfeccionarte. Ésa ha sido la función más visible de Gérminans a lo largo de sus 15 años de existencia: obligar a los altos responsables de la Iglesia a responder sobre todo por su inacción, tantas veces injustificable.
Eso no es fácil verlo en el día a día. El exceso de proximidad, dificulta la perspectiva: son los árboles que te impiden ver el bosque. Por eso ha sido tan oportuno y tan bien recibido el repaso de estos 15 años que ha hecho nuestro web máster cubriendo el período vacacional mediante la recuperación de los temas más destacados en que hemos centrado nuestra atención cada año. En efecto, al repasarlos formando todos ellos el bosque en que hemos estado viviendo, tiene uno la clara sensación de lo necesaria que era y de lo oportuna que ha resultado esa visión por libre, frente a la visión y la acción oficial, casi siempre de carácter dogmático y por ende autoritario que se nos imponía. Piénsese por ejemplo en lo escandaloso que resultaba en el conjunto de la Iglesia, el silencio sobre la incitación al aborto de algunos de nuestros eclesiásticos. Silencio del obispo-cardenal y silencio de los medios eclesiásticos, cuando esos posicionamientos de miembros de la Iglesia en favor del aborto, eran lanzados a los cuatro vientos por los grandes medios de difusión.
Y tanto más grave ha sido este estilo, cuanto que en paralelo se ha consentido todo tipo de apostasías y ataques al dogma (hasta llegar al Camino Sinodal y al Sínodo de la Sinodalidad con unas aristas escalofriantes: quien calla, consiente; y quien colabora, mucho más), aunque no podamos decir que esos ataques hayan procedido directamente de nuestra jerarquía local. Otra cosa es el eterno debate sobre la pertinaz implicación de la Iglesia en el nacionalismo militante, siendo la decadente diócesis de Gerona, la más combativa. Así son las casualidades.
Hemos vivido bajo dos pontificados, el del papa Francisco, caracterizado por lo mismo que caracterizó a nuestro alto mando (Sistach y Omella): dejar hacer, dejar pasar, hasta llegar al Camino Sinodal alemán que, siguiendo altísimas consignas, está arrastrando a toda la Iglesia mediante el Sínodo de la Sinodalidad por el que tan profunda simpatía muestra nuestro cardenal, fámulo del papa y presidente de la Conferencia Episcopal Española. Otra cosa muy distinta fue el pontificado de Benedicto XVI.
La gran pregunta, es: ¿Cómo estaría hoy la Iglesia si no hubiese existido la disidencia (aquí, la de Gérminans, junto a muchas otras voces en el resto de la Iglesia) que ha obligado al menos a frenar el ritmo enloquecido de “reformas”, en espera de que amaine por lo menos la brutal presión en esa dirección? Unas “reformas” que, al decir de los grandes promotores del Camino Sinodal, pretenden dejar chiquita la Reforma de Lutero, tanto por su extensión, como por su vuelco doctrinal.
Es lo que pasa con la disidencia, que como todas las cosas, ha de tener unos cauces y una medida; y si no se consiente de ninguna manera, si finalmente se asfixia, acaba desbordándose: que es justamente lo que empujó a Lutero a su reforma salvaje. Pero en el caso de la actual disidencia en la Iglesia (del tormentoso movimiento cismático), son muchos los que piensan que justamente esa disidencia ha conquistado el poder en la Iglesia, y lo va ensanchando.
Claro que la Iglesia a la que se enfrentó Lutero, necesitaba reformas, claro que sí. Pero en aquel momento la Iglesia, sobre todo la alta jerarquía, no quería saber nada de reformas. Y así acabó. Uy, la justificación, ¡la eliminación del pecado! De hecho, es ahí donde desembocó la teología luterana: si Cristo nos justificó con su muerte, ¿quién nos va a condenar? Su gran maniobra fue cargarse el pecado para conseguir mucha mayor libertad de conducta. Pues como ahora mismo: no se puede tolerar esa moral estrecha de la Iglesia condenando la homosexualidad (detrás vendrá idéntica reivindicación para la pederastia), el aborto, la eutanasia. Son legión los católicos que se sienten incómodos con esa moral tan estrecha de la Iglesia. Y por eso piden reformas profundas.
Justamente porque la autoridad no cuenta con la garantía de acierto, justamente por eso es tan importante que exista la crítica que tampoco tiene garantía de acierto, claro está: pero que al menos hace preguntas… y pide respuestas coherentes. Y conformes con el magisterio de la Iglesia, con la tradición y con el sensus fidei. Y aquí en nuestros lares, la autoridad eclesiástica se ha inclinado descaradamente por la apostasía nacionalista (me refiero al nacionalismo tan y tan y tan vendido por nuestros curas como un hecho religioso capital; tan capital, que hasta santifica la exclusión de los “infieles”). Pues ahí hemos tenido ese caballo de batalla que lo ha impregnado ¡y justificado! todo.
Precisamente el obispo Novell nos dio muchísimo que comentar y criticar. Al margen de cuál haya sido su final eclesiástico. Y con él la monja Forcades, tan volcada hacia el nacionalismo, que hasta se exclaustró para emprender una aventura política de la que salió con el rabo entre piernas, de vuelta al monasterio. Y la monja Molins, y la Caram, tan mediáticas todas ellas, tan íntimamente convencidas de los dogmas nacionalistas, y tan poco adheridas a los dogmas religiosos, de lo que hacían gran alarde en los medios. Ahí estuvo Gérminans denunciando sobre todo el silencio del cardenal Sistach en su momento, y el de Omella luego. Un silencio que se extendía a hechos tan escandalosos como la proclamación de mosén Pousa de que pagaba abortos (¿con dinero confiado a la Iglesia?). Y en el capítulo abortos, tuvimos también la información sobre los que se practicaban en el hospital de San Pablo, del que es cotitular el obispado. Y de ahí, las manifestaciones mensuales de oración que iban del hospital de san Pablo a la Sagrada Familia. De todo ello hizo el seguimiento Gérminans.
Y ante las promociones al episcopado, estuvo vigilante para publicar las características de candidatos especialmente significados en cuestiones conflictivas. Creemos que éste fue un gran servicio a la Iglesia. Con aciertos y con errores: como los tiene el gobierno de la Iglesia, y como los tiene quien ejerce la crítica.
En cuanto a la visita del Papa a Barcelona, con la consagración de la Sagrada Familia (que dejó de ser por un día el parque temático que es) como epicentro de la visita, era mucho lo criticable (en realidad fue un auténtico desastre); pero acordamos que sería contraproducente crear un entorno de crítica, por lo que nos limitamos a comentar todo lo que hubo de positivo.
En fin, creemos que la Iglesia necesitaba también este servicio nuestro.
Virtelius Temerarius
https://www.vatican.va/content/romancuria/it/dicasteri/dicastero-vescovi/struttura.html
ResponderEliminarNovell fue un excelente obispo solo resbaló con la funesta Nación y en cuanto a casarse no le critico nada. Recuerdo que en la Cáritas de su diócesis había varios voluntarios de "misa cero" y el declaró que como mínimo para trabajar en Cáritas los voluntarios deben estar bautizados. Dijo de una verdadera "invasión" en ámbitos eclesiásticos de personas de misa cero y ni siquiera bautizadas. Yo por mi parte me pregunto si en las iglesias y catedrales quienes hacen la limpieza estan bautizados-as al menos. Para tocar los sagrarios y sacar el polvo de los altares se debe ser cristiano como requerimiento mínimo, además de que la Iglesia paga un salario a los trabajadores que hacen esta faena, otra cosa es en el ámbito técnico de albañiles y electricistas que las leyes obligan que sean profesionales del sector. En algunas iglesias existen pinturas o murales realizadas por artistas de "misa cero", esto no es lo que llamamos Comunión, y debe revisarse, existiendo muchos artistas creyentes que no se les ha pedido para realizar estos trabajos decorativos. Por cierto, hace años hubo un encuentro de Testigos Jehovistas y se montaron todo el tinglado entre ellos mismos entre carpinteros y electricistas sin pedir mano de obra "infiel" de fuera de su religión. Por decir algo resumido, en la Iglesia existen muchos de misa cero que chupan el bote sin ser ni siquiera bautizados. Un aplauso al obispo emérito Novell por este detalle.
ResponderEliminarPara ver cómo de mal en peor a pésimo están las cosas en Barcelona, bajo este inhumano gobierno episcopal de Barcelona, que parece tomado y asaltado por unos piratas masonetas enemigos de Dios y del hombre, este nuevo esperpento arquitectónico en un templo:
EliminarSacerdote critica la nueva capilla del Santísimo en una importante basílica en Barcelona
https://www.aciprensa.com/noticias/religioso-critica-la-nueva-capilla-del-santisimo-en-una-importante-basilica-en-barcelona-63324
...
Se trata de una espantosa, horrible y terrorífica remodelación del año 2022 de la capilla del Santísimo de la basílica de Santa María del Mar, en Barcelona, templo gótico de nada menos que el siglo XIV, construida concretamente entre 1329 y 1383.
Realmente, el gusto estético de la jerarquía católica barcelonesa del 2022 es brutalista, poberista y de mal gusto infinito...
Otro ejemplo es la capilla del nuevo Hospital de Sant Pau... todo feo... si es que reflejan exteriormente cuál es el interior de su corazón...
Con el tiempo, los templos hechos antes del Concilio Vaticano II, es decir, los que fueron hechos con gusto por la tradición arquitectónica católica, y no fueron afectados por el poberismo brutalista postconciliar, son verdaderas joyas y lujos para la vista y la estética y la espiritualidad...
Oración
Señor, que la fea arquitectura que nos impone el arzobispado de Barcelona sin sinodalidad alguna, de manera clericalmente despótica, nunca jamás nos aleje de Ti.
Amén.
Totalmente de acuerdo con el Sr. Silveri Garrel, hizo bien Novell al exponer estas situaciones, que cada vez vemos con más frecuencia en nuestras parroquias, voluntarios, colaboradores y trabajadores que no son católicos y en el momento de comenzar la Eucaristia salen deprisa de la iglesia.
EliminarEs por eso que me ha llegado a preocupar que clase de trabajo le ofreció el obispo a Silvia Caballol, no tanto por novelar sobre pederastia y pornografía (que también) sino por ser satanista. Trabajar con documentación de la diócesis no me parece apropiado, pero pensar en la posibilidad de que ella pusiera sus manos en el sagrario me intranquiliza.
Confio en que Novell tuviera en cuenta las circunstancias de ella al mismo tiempo que los valores que él representaba y tenía la obligación de proteger y realmente le ofreciera un puesto de trabajo adecuado a su perfil.
Muy buen trabajo.
ResponderEliminarA por otros 15 más, dando caña a herejes, modernistas -masonicos y demás gentecilla que cobrando de la Iglesia la destruyen desde dentro!!!
A por ellos!!!
¡¡¡... que son pocos y mal armados, y dando caña al mono que es de goma!!!
Eliminar15 años de tema "manido", de crítica ácida, sobretodo a los Pastores de la Iglesia que casi no los dejan ni a sol y sombra. Faltando, a veces, al respeto y a la caridad. Conozco alguna persona que se ha instalado en el pesimismo, en una cierta depresión y desánimo, por la repetición crítica, constante, de este medio que agosta ilusiones y entusiasmo en la vida pastoral pero hay quienes de " gozan" hurgando defectos creyéndose que los "criiticantes" o criticones de turno hacen un bien pero en realidad siguen instalados en la inercia de una falta de comprensión y respeto.
Eliminar"la Sagrada Familia (que dejó de ser por un día el parque temático que es)"
ResponderEliminarOtro parque temático con dinero que hay dejar para pasar, y que como en la Sagrada Familia se camufla como cuestión de seguridad y conservación, es la Catedral de Barcelona.
La Sagrada Familia y la Catedral son dos vergüenzas de Omella y del anterior antístite, al convertirlas en dos desiertos de feligreses, y quedar, de facto, como un corralito para turistas que pagan trinco-tranco.
En las misas, rosarios y exposiciones al Santísimo que voy, realmente va muy poca gente comparado como era antes de bullicioso.
Realmente, estos dos edificios de culto más valdría que no se hubiesen construido si de facto sólo es una feria para turistas.
Temo que para el feligrés, escandalosamente, tanto la Sagrada Familia como la Catedral ya no cuentan como edificio de culto católico. Todo es un impedimento de guardias, vigilantes, puestos de control y taquillas de pago, horarios imposibles, barreras de paso...
Son ya dos zonas hostiles al fiel, más les valdría que pusieran este indicativo:
"LOS FIELES DE BARCELONA NO SON BIENVENIDOS.
VETE, NO ES TU SITIO,
LÁRGATE, NO TE QUEREMOS,
MÁRCHATE, NO HAY LUGAR PARA TÍ."
Y eso, lo mismo en multitud de catedrales de Cataluña y España e incluso lo he visto en "Uropa"... más valía que nunca hubieren sido construidas si son edificios turísticos museísticos...
Nuestros pobres antepasados medievales deben de estar arrepentidos, que sus obras acabarán así después de 600 años y miles de millones dados en legados y donativos...
¿Dónde está todo el dinero y patrimonio recibido durante siglos?
"En cuanto a la visita del Papa a Barcelona, con la consagración de la Sagrada Familia (que dejó de ser por un día el parque temático que es) como epicentro de la visita, era mucho lo criticable (en realidad fue un auténtico desastre); pero acordamos que sería contraproducente crear un entorno de crítica, por lo que nos limitamos a comentar todo lo que hubo de positivo."
ResponderEliminarRecuerdo que los críticos que no practican como católicos, criticaron desde el minuto cero la imagen de las monjas que ponían aceite consagrado encima del Altar Mayor de la Sagrada Familia y luego lo recogían con lienzos y paños.
Decían que los obispos se quedaban sentados y las monjas limpiaban, cuando era todo lo contrario, vertían óleo sobre la superficie marmórea del altar.
Con ello demostraban dos cosas:
1. Sus ganas automáticas de atacar a la Iglesia y sobre todo a Benedicto XVI
2. Su crasa ignorancia litúrgica
Comprobado el buen rumbo, con una certera carta de navegar, Germinans va.Ni las borrascas ni vientos huracanados con puntillas cardenalicias, ni recriminaciones taimadas de seudomoralistas con barragana han podido frenar su andar, fiel al duc in altum del Evangelio. Quince años es toda una generación. Una generación que ha recibido el vino nuevo en odre nuevo. Cuántos sacerdotes se valieron en sus homilías de los trabajos de Dom Gregori o mosén Francesc... Cuántos fieles no han consolidado sus principios morales con Don Custodio... Cuántos no nos hemos beneficiado de los juicios certeros sobre la vida de la Iglesia de Virtellius, de Oriolt, de Prudentius de Barcino o de Antoninus Pius... Conocemos mejor a nuestra Iglesia, a la que queremos con toda el alma y cuyos vicios separatistas que cuartean su naturaleza nos avergüenzan.
ResponderEliminarBien dicho.
EliminarTotalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarY totalmente en desacuerdo con el Sr. Silverio sobre Novell.
El Señor Valderas y Paco Pepe hicieron profecías hace años sobre el sujeto de marras y acertaron.
Felicidades, que os y nos dure muchos años más, los necesarios...
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