Silencio episcopal y cardenalicio ante las persecuciones

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Sí, claro, lo de Nicaragua es un hecho puntual que sale en los noticieros. Daniel Ortega se está dedicando a perseguir a la Iglesia. Más concretamente, a la Iglesia que no se ha sometido al poder político: un poder político canonizado por parte de la Iglesia durante muchos decenios. Con la particularidad de que quienes hace mucho alzaron la voz por entender que en esa línea política estaba la redención de los pueblos fueron los valientes que se atrevieron a replicar a la autoridad tanto civil como eclesiástica, porque ésas eran sus convicciones. Pero los que hoy callan, los que no piensan hacer otra cosa por las víctimas de esa persecución, que dedicarles todos los minutos de silencio que aconseje la corrección política, son los acomodados, los que se dejan llevar por los vientos que soplan en cada momento: son los cobardes.
 
Claro que es en esos entornos donde se fraguó la teología de la liberación. Es ahí donde fueron canonizados los modos de liberación que ahí se usan, alcanzando nada menos que la categoría de teología. De aquellos polvos, estos lodos. Y claro, ahora los que se apuntaron gozosos a esa teología, no pueden condenar hoy al que proclamaron ayer redentor del pueblo. Pero es que, además de sentirse obligados a guardar silencio por coherencia intelectual, resulta que al lado del poder se está más confortable. Y si encima es un poder avalado por teologías salidas (en salida, las llaman), en las que cabe hasta el terrorismo, pues todo en orden.
 
 
 
Es una lástima que la Iglesia haya olvidado que siendo tan efímero el poder temporal, no se puede abandonar en sus manos la salvación eterna. Es una lástima que la Iglesia (no sólo la de Nicaragua) dé tanto valor a la intendencia, olvidando las batallas por las que se justifica el despliegue de toda esa intendencia. Es una lástima que la estructura jerárquica de la Iglesia, de obispos para arriba, esté volcada casi íntegramente en esos menesteres mundanos, en la gestión burocrática de su patrimonio y de su personal y en el mantenimiento de unas buenas relaciones con el poder: en detrimento, claro está, de la defensa inequívoca de los valores y los principios que justifican su existencia.
 
Y efectivamente, cuando todas esas cosas son tan importantes que ocupan con mucho el mayor espacio anímico y la mayor parte del tiempo de los máximos responsables de la Iglesia, nos encontramos con estos extraños fenómenos de obsequioso silencio ante las autoridades que, en el legítimo ejercicio de sus funciones, persiguen a la Iglesia de una u otra forma.
 
En España, de momento se persigue a los símbolos. La asociación Abogados Cristianos se está empleando a fondo en la defensa de la cruz. Casi nada lo del ataque a la Cruz, el gran símbolo del cristianismo. Y parece que es un timbre de honor para muchos alcaldes derribar cruces. Y ahora, gran objetivo político e ideológico, van a por la mayor cruz del mundo, la del Valle de los Caídos. Nuestros gobernantes están ansiosos por pasar a la historia, igual que los talibanes en Afganistán, por derribar el mayor símbolo religioso de España.
 
 
 
Y es curioso que en España no se pueda hablar de sacerdotes perseguidos por el poder político ni por la justicia, a pesar de los casos sonadísimos de clérigos metidos de hoz y coz en la ETA. Y no fueron ni tres ni cuatro. El miramiento del poder político y judicial con esos curas terroristas en plena ebullición del problema, fue exquisito. Tenían el escudo protector del obispo Setién, con todo su poder. Si el gobierno hubiese actuado contra esos sacerdotes, como lo está haciendo Ortega con los sacerdotes y obispos que denuncian sus atropellos, se hubiese armado la mundial. Entonces sí que hubiese habido protestas de numerosas conferencias episcopales. Y declaraciones furibundas, claro está, y manifestaciones. Es que esas instituciones nacidas en la Iglesia y mecidas por ella, son intocables.
 
En Nicaragua estamos ya en palabras mayores. Ahí tenemos cada vez más casos de sacerdotes y obispos extravagantes, en el sentido de que vagan fuera de los límites marcados por los “niveles de convivencia” pactados con las autoridades. Aunque por lo general se trata de pactos tácitos (sí, en el marco de los silencios -tacere significa callar- consensuados en silencio). Pues bien, a las autoridades civiles no les queda más remedio que actuar en consecuencia con esos clérigos díscolos, que por supuesto no siguen las directrices de sus líderes. Por eso asistimos a agresiones, detenciones, desapariciones, sustos, y lo que venga (políticamente, lo que convenga). Y por lo que parece, a las autoridades eclesiásticas no les queda más remedio que aceptar de buen grado y con ánimo comprensivo lo que hacen las autoridades civiles. Así que nada de condenar, de presentar protestas, de movilizarse en contra… nada de eso. 
 
 
Bueno, aún está bien viva la memoria de los cristeros en Méjico. Fue la corporación de los obispos la que se cuidó de desarmar a los fieles que luchaban contra la persecución religiosa, de una ferocidad muy parecida a la que se produjo en España en la República. Sí, claro, los obispos pecaron de ingenuos y dejaron a los cristeros desarmados a merced de sus perseguidores.
 
Pero bueno, ¿alguien tiene alguna duda de que el comportamiento de los obispos tanto entonces en Méjico como ahora en Nicaragua está en el orden natural de las cosas? Y nos queda ahí pendiente la iglesia patriótica china, que ha pasado a ser la “oficial” por ambos bandos: el civil y el eclesiástico. Los que se salen del cauce marcado, ya saben a lo que se exponen. Lo de Nicaragua no está oficializado todavía, pero tiene la misma pinta.
 
Por otra parte, está claro que ni en Nicaragua ni aquí, ni el cardenal ni los obispos están para defender a los díscolos. Son gente muy dialogante, muy diplomática y educada, y evitan los enfrentamientos y la crispación. Ellos están para tender puentes y estrechar manos. Y ése no es un fenómeno que afecte a uno u otro país: afecta a toda la Iglesia. Por lo visto, es la línea de formación que reciben los destinados al episcopado y al cardenalato. Dialogar, respetarse mutuamente (más nosotros a ellos, que ellos a nosotros) y rezar: poner los problemas en manos de Dios. Bien lo decía el papa en el Ángelus del domingo: “Sigo de cerca con preocupación y dolor la situación creada en Nicaragua, que involucra personas e instituciones. Quisiera expresar mi convicción y esperanza de que, a través de un diálogo abierto y sincero, aún se puedan encontrar las bases para una convivencia respetuosa y pacífica. Pidamos al Señor, por intercesión de la Purísima, que suscite esa voluntad concreta en el corazón de todos.”  
 
Realmente genial. Condenar, protestar, pedir explicaciones… eso no entra en el oficio de obispo ni en el de cardenal. El papa marca el camino. Y no van a ser el cardenal y los obispos de Nicaragua, ni los de aquí, por supuesto, más papistas que el papa.
 
Virtelius Temerarius  

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10 comentarios

  1. El ejemplo lo tenemos en el mismo Jesucristo que nunca se metió en política. Ha sido representado en algunas películas en que las autoridades romanas enviaban espías para descubrir lo que realmente decía Jesús en sus discursos y estos espías romanos luego declaraban a las autoridades que no se metia para nada contra el gobierno. Luego del paso a casa de Caifás (sacerdote) y la condena del pueblo (no del gobierno), que en resumen a Cristo lo crucificaron los mismos "curas" de su pueblo no el gobierno romano. ¿¿Me pregunto que prédicas proclaman estos sacerdotes perseguidos para ser criminalizados por Ortega??. No creo que proclamar a los cuatro vientos que el Aborto es pecado, que el Adulterio es pecado y que el no asistir a misa los domingos es pecado, sean estas cuestiones principales de la moral cristiana motivo de persecución política, al fin y al cabo ayudan a que la gente sea buena y obediente al gobierno. Los primeros cristianos proclamaban que obedecían a los gobiernos pero no adoraban a los idolos, solo eso. Habría que descubrir exactamente que dicen estos clérigos en sus homilías para ser objeto de condena del gobierno comunista.

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    1. " Habría que descubrir exactamente que dicen estos clérigos en sus homilías para ser objeto de condena del gobierno comunista."

      Eso es culpabilizar a la víctima, Garrell, culpabilizar a la víctima.

      ¿Qué dijeron Edith Stein, Maximiliano Kolbe, Pablo Miki o Manuel Irurita para que sus respectivos gobiernos los asesinaran?

      El odium fidei existe.

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  2. Goyo
    Virtelius, con lo que está cayendo, me ha parecido su comentario lo más idóneo y acertado. Salvo honradas y notables excepciones, paraqué queremos tantos obispos y cardenales, si desgraciadamente no cumplen con su misión de pastores de sus presbíteros y de los católicos que tienen encomendados. Necesitamos y pedimos a Dios Padre y a la Santa Iglesia católica, pastores ilusionados con pastorear a sus feligreses. Que el Santo Espíritu del Señor Jesucristo ilumine y guíe con fuerza la Iglesia de Xto.

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  3. Formidable artículo necesario para recordar que si la Iglesia se mundaniza se debe en buena medida a la simpatía de parte del clero con el poder civil. Supongo que sí, que la intendencia tiene su peso en el asunto. Triste, muy triste. Siempre había oído hablar excelencias de la diplomacia vaticana.

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  4. En ciencia una causa se descubre por los efectos que desarrolla.

    Aquí tenemos que el Vaticano, Bergoglio, los obispos y cardenales desarrollan una política de silencio y tolerancia hacia los siguientes personajes y hechos:

    1. El agua artista viven y el Partido Demócrata

    2. La dictadura de China del Partido Comunista

    3. La dictadura izquierdista de la Nicaragua de Daniel Ortega

    4. En el Sínodo de la sinodalidad, la aprobación por las diócesis y conferencias episcopales, así como la recepción por el Vaticano de Bergoglio, de los documentos apostaticos progresistas y modernistas de Barcelona de 29 de mayo y de España de 11 de junio así como de otras conferencias episcopales europeas.

    5. La total inactividad de Bergoglio frente al apostático padre James Martin líder de la homosexualidad en la Iglesia

    6. La total omisión de Bergoglio frente al camino sinodal alemán apostático

    7. La aprobación de Amoris Laetitia por la que permite la comunión y absolución de los adúlteros impenitente, tal como hacen los cismáticos luteranos

    8. La prohibición de la misa tradicional que permitió Benedicto XVI en Summorum pontificum


    Todo ello indica que tenemos un Papa Bergoglio totalmente politizado hacia la izquierda, el progresismo modernista y sus variantes apostaticos, heréticas y cismáticas; lo que implica que en las decisiones políticas no tenemos por qué acatar las, dado que son políticas; y en las cuestiones fideísticas tampoco hay que obedecer las, porque no son ortodoxas ni defienden materialmente la fe católica verdadera.

    Se impone pues, una doble defensa de la fe y moral católicas en la vida pública y privada: por un lado, la de ser guardianes defensores de la verdadera fe católica y de otro lado, la objeción de conciencia ante decisiones políticas y decisiones apostáticas que causan un grave perjuicio porque afectan a materias graves y porque el Papa no está ejerciendo su cargo de Papa sino de político izquierdista y la de apóstata.

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    1. Veo que el Papa Francisco no le cae bien. Supongo que se refiere a él, cuando habla de un tal Bergoglio.
      En lo que se refiere al escrito de hoy, entiendo que lo firme un anónimo, como yo, que se presenta como Temerarius.

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  5. Nunca he sabido cuando dar la otra mejilla y cuan dar un pescozón. Así nos va.

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    1. Esto, ni es Papa ni nada.

      Tenemos ,parece ser, lo qué se merece el mundo actual.

      Pero de PAPA, NADA!

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  6. Los estómagos agradecidos de sexo y placer además de comida cada vez ocupan mas la jerarquía eclesiástica segregando a la nada los Sacerdotes de Cristo, el gran cisma ya esta aquí además de herético es mundano. Hace tempo que se ven cubanas en los obispados y parroquias y cada vez mas se comulga con LAZOS AMARILLOS obviando a Cristo y vaciando iglesias, al igual que las Vascongadas. Por cierto magnifico artículo.

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  7. Sr. Marcos, pués entérese del estómago agradecido de Paglia, futuro Papá.

    Léase Infovaticana de hoy.

    Quedará HORRORIZADO!!!

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