Uno de los misterios más insondables de la existencia es la muerte de una persona joven. Nadie llega a entenderlo. Si difícil resulta comprender una muerte violenta, por accidente o por catástrofe natural, a veces todavía es más incomprensible un tumor maligno o una enfermedad irreversible a una edad temprana, la cual conduce a un tiempo de sufrimiento y antesala de la muerte, que nos lleva a la pregunta: ¿por qué a mí? O ¿por qué a él? ¿Por qué Dios se lo lleva a una edad que no tocaba? ¿Por qué unos se van jóvenes y otros duran tantos años? ¿Por qué se mueren personas más que necesarias y útiles y viven años y años otras que solo vegetan? Nuestra mentalidad no puede entenderlo. Es la voluntad del Padre, ciertamente, pero han de regir otros parámetros. Los parámetros humanos no lo alcanzan. Pero es así. Siempre ha sido así. Ha pasado de esta manera y pasará. Y seguiremos sin comprenderlo.
49 años no es una edad para morir. 49 años es la edad que tenía el obispo auxiliar Toni Vadell. 49 años es la edad en la que le diagnosticaron un tumor en el páncreas; uno de los tumores más dolorosos y difíciles de diagnosticar, hasta el punto de que, cuando llega el diagnóstico, suele ser con el cáncer muy avanzado. 49 años y solo 4 de obispo auxiliar de Barcelona. Un obispo joven, dinámico, vitalista, emprendedor, que supo caer bien a todos los sectores de la diócesis. ¡Cosa bien difícil en esta Barcelona de odios cainitas! Probablemente, por este motivo lo eligió el cardenal Omella para auxiliar. Un desconocido que no estuviese contaminado por las pugnas ancestrales barcelonesas. Y lo consiguió, a pesar del poco tiempo que estuvo entre nosotros. Eso que llegó timorato, haciéndose perdonar, pidiendo que le llamasen Toni, guiándose con el GPS del móvil por una Barcelona que desconocía, pero enseguida supo hacer de obispo y era el obispo, aunque fuese auxiliar y se hiciese llamar Toni. Era un servidor, pero iba de pastor, no en medio del rebaño, sino liderándolo, porque tenía manera de líder.
Le habían llamado como experto en el tema de las unidades pastorales, dado que las había creado en Inca, a contento de todos. Barcelona era muy diferente. Y se acometió la “operación cierre” a disgusto de casi todos. Pero esa obra no está aprobada y desconocemos como habría finalizado, caso de seguir con vida el obispo Vadell. Mayor acierto tuvo al pacificar la zona del Maresme con acertados nombramientos que contribuyeron a acabar con unas comunidades fragmentadas y divididas. Igual de fructífera fue su labor en el episcopado español; muy querido por sus hermanos en el episcopado, los cuales le habían llamado para jornadas, conferencias o retiros en esos cuatro cortos años de mitrado. El afecto y la cercanía de muchos prelados del resto de España se vio este lunes en sus exequias, a las que asistieron 27 obispos.
Han sido dos meses de agonía terrible. La última vez que se le vio fue en la ordenación episcopal del nuevo obispo de Ibiza, el día 4 de diciembre último, en el que resultó singularmente emotivo el largo abrazo que se dieron el ordenado y el obispo auxiliar. 15 días después ingresaba en la Uci del Clínico y solo salió por un breve período de tiempo. Junto a él ha estado su madre y su hermano, venidos de Mallorca, con la particularidad de que no hace ni un año que su madre quedó viuda. El cardenal Omella se ha volcado con ellos y les ha facilitado vida y alojamiento en estos dos meses angustiosos. Un Omella al que se le veía profundamente apenado en el funeral que presidió este lunes en Barcelona, en el que llegó a calificar a Vadell como “todo un hermano pequeño”. Y al igual que se iniciaba este artículo se preguntaba: “¿por qué se ha ido tan pronto? No tenemos respuesta”. Y seguiremos sin tenerla.
Oriolt
Un fallecimiento muy misterioso, no en el plano de hipotéticas conspiraciones, sino dentro del Plan de Dios: evidentemente, dicho óbito debe de tener un significado de tipo profético no sólo para la diócesis de Barcelona, sino para Omella, pues él es arzobispo:
ResponderEliminar1. dirige una diócesis, Barcelona, y dos sufragáneas
2. tiene poder fáctico real sobre el arzobispo de Tarragona y sus 6 diócesis sufragáneas, por lo que dirigen indirectamente a la Conferencia Episcopal Tarraconense o CET
3. es presidente de la Conferencia Episcopal Española o CEE
4. es el hombre de Bergoglio en España junto con Osoro y el parece ya retirado por enfermedad Arana, sj
5. es un Príncipe de la Iglesia, porque es cardenal
6. es un ministro de la Congregación para los Obispos, él interviene en la selección y elección de obipos, que obviamente, serán de su cuerda y la de Bergoglio: es un hacedor de reyes
7. Omella es doblemente responsable, conjuntamente con todos los obispos de la CET y la CEE, de la aprobación de los apostáticos documentos conclusivos del presínodo, tanto por acción (cambio de moral, sacerdocio casado femenino) como por omisión (silencio sobre bioética, vida, familia y matrimonio, educación de los hijos por los padres, bien común), que fueron promulgados en Barcelona el 29 de mayo y en Madrid el 11 de junio de este año.
También es indudable que el obispo Vadell, en un momento biográfico (2017) no estuvo muy afortunado en su condena explícita del aborto, tal como pedía la Evangelium vitae y la Veritatis splendor:
https://ib3.org/carta?id=26a679ea-28a7-4aec-9335-5877aa239e40
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Aún a riesgo de ofrecer un comentario enormemente desafortunado y fuera de lugar, y la de dar una interpretación como si fuera un profeta enviado por la divinidad, pero para mí me resulta muy informativo y muy significativo que puede ser que Dios, mediante el uso instrumental de una enfermedad muy grave y dolorosa, haya efectuado este hecho que me parece que es inédito, al menos durante el siglo XX y XXI (y más anteriores): el fallecimiento de un joven obispo auxiliar, Mons. Vadell, junto con el caso del obispo Novell y su matrimonio sorpresivo.
Es evidente que debe de existir algún tipo de interpretación (Ni un pajarillo cae a tierra sin la voluntad de Dios), por lo que una posible interpretación es que Dios se ha valido de Novell y Vadell, los dos de la Iglesia en Cataluña (otro caso inédito en la historia eclesial), con un multpropósito factorial:
1. la dignidad que tiene y debe de tener un obispo, que su vida y su mente deben de estar regidas de manera congruente, coherente, racional y sensato. En el caso de Novell, era un imposible metafísico de un lado defender a la vida, familia y matrimonio, la educación paterna de sus hijos, practicar exorcismos y oraciones de todo tipo, y de otro lado, apoyar políticamente e ideologizarse a favor de unos partidos independentistas de izquierdas y derechas que son partidarios del diseño satánico de la sociedad: aborto, eutanasia y suicidio asistido de ancianos y enfermos, anticoncepción, reproducción asistida, congelación de embriones, ideología de género...
2. que el obispo, cuando aceptó el cargo de manera libre y sin coacciones, se enamoró de su Iglesia y que por ello, está casado matrimonialmente de manera mística con su Pueblo de Dios asignado a su Iglesia Particular. En Barcelona, nuestro arzobispo es un político, que poco pastorea (no lo he visto nunca) y mucho sobrevuela Madrid, Barcelona y Roma. Para qué tantos cargos si no le vemos ni parece saber nada de nuestras necesidades (agrupación pastoral, caso cierre parroquia Espíritu Santo que viola lo dispuesto por Christus Dominus de Pablo VI: 32. La misma salvación de las almas ha de ser la causa que determine o enmiende la erección o supresión de parroquias o cualquier género de modificaciones que pueda hacer el Obispo con su autoridad propia)
3. que el enfermo debe de ser revalorizado, implicando una defensa martirial de los enfermos y ancianos contra la eutanasia y el suicidio asistido, que un Estado corrompido y satánico, manejado por políticos incompetentes, ineptos y corruptores, nos quiere imponer la cultura de la muerte, ajena del todo a la tradición católica de Cataluña y España
ResponderEliminar4. que el valor salvífico de la enfermedad y su dolor deben de ser revalorizadas de nuevo a la luz de la doctrina de la Iglesia, como por ejemplo, la carta apostólica de San Juan Pablo II, titulada
SALVIFICI DOLORIS
sobre el sentido cristiano del sufrimiento humano (en el caso de Vadell, se suma el dolor dúplice de su madre)
5. Se han de revalorizar todas las funciones de santificación, enseñanza y gobierno de los obispos: hay que defender martirialmente la verdadera doctrina católica, aunque signifique enfrentarse a otros obispos o al papa: la unidad no se basa en el consenso en la heterodoxia, sino en la defensa de la verdad.
Para eso los obispos deben de leerse los Evangelios, la muerte martirial de todos sus primeros en el episcopado, los apóstoles, leer la historia de la Iglesia, y leer su propio directorio, aprobado por San Juan Pablo II:
DIRECTORIO PARA EL MINISTERIO PASTORAL DE LOS OBISPOS
“APOSTOLORUM SUCCESSORES”
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Los obispos catalanes y españoles están muy ausentes de la vida espiritual de su propio Pueblo, no se les ve para nada, no se les nota defensores martiriales de su Fé, son muy mediocres...
Las diócesis sufren muchas bajas de presbíteros por razón de vejez y por falta de vocaciones. Muere o se van obispos, y lo mismo religiosos y presbíteros, el Pueblo de Dios desfallece por falta de pastos sanos, los pastores y labradores abandonan a sus ovejas y viñas, las dejan a merced de los lobos y las raposas y las malas hierbas, los rebaños menguan y las tierras de cultivo se desertifican y erosionan, sube el riesgo de incendios, la pérdida de biodiversidad y la destrucción del paisaje: de cultivos a pedregales. Este pontificado de Bergoglio agoniza, y la Iglesia sufre ya en demasía esta pésima administración vaticana...
Los obispos se han despreocupado, se han encogido de hombros como malos pastores y labriegos contratados, y se encierran en sus palacios para pasar lo más desapercibidos posibles... total, si va bien o mal la diócesis ¿a quién le importa? Viva yo caliente y ríase la gente...
Pues no... Dios les avisa de su mala conducta, y les va a exigir responsabilidades...
"49 años no es una edad para morir". ¿Por qué no?. Grandes santos se han marchado a edades más tempranas y han alcanzado el fin para que fueron creados. Es más, murieron jóvenes porque ya no podían alcanzar mayor grado de santidad. ¿Acaso dudan de que desde el cielo nos ayudan, interceden por nosotros?.
ResponderEliminarTambién quienes, difuntos, todavía se purifican y no pueden merecer ya para ellos mismos, nos pueden hacer un gran bien, con sus oraciones.
Olvidamos, a veces, que Dios conoce de antemano cuál es la hora de partida la Casa del Padre, de cada uno, sin excepción y lo dispone siempre para el mayor bien de sus hijos.
De los Santos Inocentes, se dice que se libraron de la suerte de quienes pidieron que la Sangre de Cristo cayera sobre su cabeza. Dios los preservó de esa desgracia.
Otros, anónimos, murieron en un acto heroico de caridad que interrumpió su carrera hacia el infierno.
Del Libro de la Sabiduría "3, 1: ... la vida de los justos está en manos de Dios y ningún tormento los alcanzará.
2 Los insensatos pensaban que habían muerto, y consideraban su tránsito como una desgracia,
3 y su salida de entre nosotros, una ruina, pero ellos están en paz. 4 Aunque la gente pensaba que cumplían una pena, su esperanza estaba llena de inmortalidad.
5 Sufrieron pequeños castigos, recibirán grandes bienes, porque Dios los puso a prueba y los halló dignos de él.
6 Los probó como oro en el crisol | y los aceptó como sacrificio de holocausto. 7 En el día del juicio resplandecerán".
Bien recordado
EliminarPlanellas será el finiquitador de la Iglesia en Tarragona y su jefe ya está en ello en el Mundo.
ResponderEliminarSólo nos quedan la esperanza de Burke y Brandmuller.