Es lo que trae consigo el coleccionismo de cargos, que sí, sí, serán muy honoríficos, hasta que alguien descubre que el más alto cargo de cualquier institución es el mayor responsable de las acciones y omisiones de esa institución. El tema de la parroquia del Espíritu Santo lo está llevando el cardenal como una auténtica blitzkrieg (el estilo de impacientes con total autoridad); pero le está representando un tremendo desgaste de imagen, que será difícil enmendar con maquillajes o con operaciones de Photoshop. Sin que podamos menospreciar el resentimiento que está creando en algunos esta forma de proceder tan ventajista. Evidentemente, su popularidad ha descendido en picado. Entró con muy buen pie, pero actualmente sus claudicaciones están creando de él una imagen ciertamente emborronada.
Ahí tenemos la imagen ya prácticamente imborrable de nuestro arzobispo cardenal líder en operaciones inmobiliarias. Es prácticamente imposible dejar de verlo como el gran gestor inmobiliario (claro que sí, su mayor hazaña –o fechoría según otros- fueron las inmatriculaciones). También fue el Doctor Modrego, el arzobispo de las grandes (grandiosas) operaciones inmobiliarias: las viviendas del Congreso, impresionante obra social de la Iglesia, y la creación de un centenar de nuevas parroquias para una ciudad en pleno crecimiento. Sí, claro, el Doctor Modrego fue el gran campeón inmobiliario constructivo; su remoto sucesor el cardenal Omella es también un extraordinario agente inmobiliario… pero demoledor y liquidador. Lo que uno construyó, el otro lo destruye. Otro tanto ocurre, mutatis mutandis, con los seminarios: el sucesor del Dr. Modrego, cuando expulsado de Barcelona fue promovido a Primado de Toledo, la primera gran obra que acometió fue la creación de un gran Seminario que se convirtió en potente foco de atracción para seminaristas de toda España. Aquí en Barcelona, el Seminario no pasa por su mejor momento. De ahí puede salir también una fabulosa operación inmobiliaria. Algo es algo, dirá el obispado. Han cambiado muchísimo la calidad de los tiempos y la calidad de las personas. Y uno piensa con añoranza si no son precisamente las personas las que hacen los tiempos.
Y por si le faltase algo a nuestro cardenal, ahora le viene lo de la Escuela Cristiana de Cataluña, fundación que agrupa a todos los colegios religiosos de la Comunidad. Se trata, claro está, de una fundación que preside, como no podía ser menos, el arzobispo de Barcelona. Lo serio es el relato, que va afianzando una inquietante proyección de la figura del prelado. Nada que se parezca al Dr. Modrego o a Don Marcelo.Una de las formulaciones de la noticia que circula por ahí, es: “El cardenal Omella se posiciona en el conflicto lingüístico de Cataluña aceptando que su Fundación mande una circular a todos sus colegios para que se resistan al cumplimiento de la sentencia sobre el 25% de enseñanza en español”. Claro, Omella de protagonista (porque lo es). Más desgaste de imagen.
Todos sabemos que éste es un tema en el que Omella se deja llevar suavemente por los accidentes del territorio (y claro, predominan los que predominan), sin mostrar el menor entusiasmo ni por una opción ni por otra. Obsequiosidad sí, por supuesto; pero dejando totalmente claro que lo suyo es la inclusividad: está a favor de todos, Incluso de los exclusivistas. Y como éste es un tema que tiene soliviantada a la sociedad, es previsible que le salpique por ambos bandos. Es que una vez que le pones cara al problema (y mucho mejor si se trata de una cara notoria), empiezas a considerar que lo tienes ya personalizado, y por tanto dominado. En efecto, a la que se descuide el cardenal, este tema de la lengua que tanto le resbala, se convertirá en el conflicto Omella. Con tantos resbalones, no se sabe con cuál se le romperá la cadera. O la crisma.
Y como era inevitable, ya hay quien le exige que actúe ante el gobierno de la nación en defensa de la legalidad. Claro que ése no es su terreno de juego; ¿pero quién le llamó a jugar en ese terreno utilizando nada menos que el gran ejército de la Fundación que agrupa a todas las escuelas de la Iglesia en Cataluña? Él es el capitán general de ese ejército, ¿no? Si entra en el juego, ha de jugar: con todas las consecuencias. Igual que se ha posicionado al lado de los promotores de la escolarización en lengua única, como pastor no le queda más remedio que posicionarse también junto a los que reclaman ese 25% de escolarización en la lengua materna. Porque obviamente es pastor de todos. De no haber intervenido en favor de unos, ahora no se vería en la obligación inexcusable de hacerlo en favor de los otros. A no ser que decida mostrarse definitivamente partidista.
Es obvio que no lo hará, porque no era consciente de cuánto emborronaba su imagen personal y la de la Iglesia, ese dejar hacer a sus segundos, aunque su alto cargo no se lo permita. Nuevo frente abierto. Se le recriminará duramente que actúe tan decididamente en favor de un bando, con evidente perjuicio para el otro. Se le echará en cara que no se aproveche de la luna de miel con el presidente Sánchez (sí, las inmatriculaciones) para abogar por los perdedores de la batalla de la lengua. Y claro, se personalizará en él el problema, porque es así como funcionan las cosas.
Pero eso no es todo. Se ha metido la mar de contento en el barrizal de los abusos de clérigos contra menores. Se ha apuntado gozoso a la propaganda (que ya viene de años) que nos quiere convencer de que decir abusos contra menores, es decir Iglesia católica. Y nada más lejos de la realidad, nada más lejos. En vez de investigar a fondo los últimos 15 años, que no está mal para ver el efecto que han tenido las medidas correctivas (¡que lo han tenido!) y situar el problema en la totalidad del horroroso contexto de abusos en que se ha enfangado nuestro mundo (en ese contexto, en el ránking de los abusadores, el clero católico ocupa uno de los últimos lugares, con el 0,2%); en vez de eso, para dar la imagen de escrupulosísimo perseguidor de los abusos (exceptuados los de la Casa de Santiago en su propia diócesis), va y encarga a un prestigioso bufete de abogados que haga un informe exhaustivo sobre los abusos en toda España durante los últimos 70 años. Sí, claro, ¡setenta años de abusos! La intención de estas investigaciones no es correctiva, ni muchísimo menos. Ni aquí, ni en las demás diócesis en que se ha afrontado este problema del mismo modo.
Está por ver cuál va a ser el resultado (¿moralizante?) de esta investigación. Pero cunde el pesimismo, cuando se ve con toda claridad que se tapa lo que conviene (Montserrat, Casa de Santiago…) y se ventila lo que interesa a efectos propagandísticos, que parecen más bien de contrapropaganda. Es difícil ponerle buena cara a ese mal tiempo.
Pero en el circo aún hay más enanos que no paran de crecer para arruinarle el negocio al empresario. Lo del “camino sinodal” en que se han aventurado los obispos alemanes, lo ha universalizado Roma bajo la fórmula de la sinodalidad. Barbaridades, todas las que se quieran; pero ordenadas en un camino sinodal que no puede ser un privilegio de unos pocos, que se han adjudicado ellos por su cuenta y riesgo; sino que ha de haber café y camino sinodal para todos. La operación es muy simple: el papa ha decidido que en vez de gastar esfuerzos en evitar que los disidentes alemanes se alejen de la Iglesia, es más fácil conseguir que sea el resto de la Iglesia el que se acerque a los disidentes por la vía de la sinodalidad. ¿Eh qué sencillo? Si quieres que Eta deje de matar, democratízala, métela en el Presupuesto, en el gobierno, en el CNI. ¿Tanto cuesta entender esto? Y si ha de haber cisma en la Iglesia, mejor que lo protagonicen los conservadores, ¿no? Se notará menos y quedarán mejor repartidos los papeles de buenos y malos.
Y cuando resulta que las conclusiones “sinodales” de Barcelona son calcadas de las que propugnan los disidentes alemanes (¡vaya casualidad tan espontánea!) se ve obligado a salir Omella diciendo que “se trata únicamente de unas propuestas, nunca votadas ni aprobadas. No estamos ante una nota doctrinal, sino un documento generado por todos los bautizados, miembros de la Iglesia que peregrina en Barcelona y que han querido participar y dar su opinión”. Si el documento ha sido generado por TODOS, a eso se le llama consenso y sinodalidad acrisolada. Vamos, que el camino está ya trazado, y está previsto que luego la Conferencia Episcopal aunará todas esas opiniones y decisiones de las distintas diócesis para cocinar su propia síntesis e interpretación, siguiendo las más altas instrucciones. Ahí culminará ese proceso de escucha y reflexión abierto por el papa para hacer confluir finalmente el camino sinodal de Alemania con la sinodalidad del resto de la Iglesia.
Virtelius Temerarius
En efecto, Omella está llegando a cumplir dos principios:
ResponderEliminar1. El principio de PETER o principio de incompetencia de Peter se basa en el «estudio de las jerarquías en las organizaciones modernas», o lo que Laurence J. Peter denomina «hierarchiology» («jerarquiología»). Afirma que a las personas que realizan bien su trabajo se les promueve a puestos de mayor responsabilidad, a tal punto que llegan a un puesto en el que no pueden formular ni siquiera los objetivos de un trabajo, y alcanzan su máximo nivel de incompetencia. Este principio, formulado por el catedrático de ciencias de la educación de la Universidad del Sur de California en su libro The Peter Principle, de 1969,2 afirma que:
En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia: la nata sube hasta cortarse.
(Wikipedia)
2. La ley de MURPHY es un enunciado basado en un principio empírico que trata de explicar los hechos acontecidos en todo tipo de ámbitos. A grandes rasgos, se basa en el siguiente adagio:
«Si algo malo puede pasar, pasará».
Esta frase, que denota una actitud pesimista y resignada ante el devenir de acontecimientos futuros, puede aplicarse a todo tipo de situaciones, desde las más banales de la vida cotidiana hasta otras más trascendentes.
Esto se ejemplifica con el hecho de que cada vez que una rebanada de pan untada de mantequilla y mermelada cae al suelo, siempre cae por el lado de la mantequilla y la mermelada hacia el suelo. (Wikipedia)
3. El principio de los ENANOS DEL CIRCO, expresión acuñada por la sabiduría secular española, hace alusión (referencia, es decir, que se refiere) a la mala suerte. Un enano es una persona que es más bajita de lo normal y muchas veces trabajan en los circos (esos recintos cubiertos por una carpa, con asientos para los espectadores, que tiene en medio una o varias pistas donde actúan malabaristas, payasos, equilibristas, animales amaestrados para entretener a adultos y pequeños). Pues bien, no es muy normal que un enano, después de llegar a su edad adulta, crezca. Por eso, el colmo de la mala suerte es que se organice un espectáculo circense en el que una de las atracciones sea una actuación de enanos y que éstos crezcan (con lo cual, se acabó el espectáculo).
expresionesyrefranes.com/2007/07/23/monto-un-circo-y-me-crecen-los-enanos
El pobre Mn. Omella, desde el momento en que prohibió indebidamente la celebración de la misa el 14 de marzo del 2020, vigencia del inconstitucional primer estado de alarma de NecroSánchez, porque el decreto de éste le permitía celebrar misas, cada vez que Mn. Omella voltea la tortilla con la sartén, ésta se le cae -pataplof- al suelo, con las patatas y cebolla y todo... eso es tener el yuyu detrás, espantar a la baraka...
Quien mucho abarca poco aprieta.
ResponderEliminarNo se puede estar en misa y repicando campanas a la vez.
Ahora solo nos queda ver quien sale de obispo auxiliar.
Perdone, Omella oficia, toca el órgano, dirige el coro y toca campanas... Aunque opino que sólo siente tocar campaniles...
EliminarSegún he podido constatar la Fundación Escuela Cristiana envió un escrito a los centros adheridos para no caer en la trampa jurídica de que "como usted ha contestado ya debe cumplir".
ResponderEliminarEn el momento que se envió dicho escrito aún no se había cumplido el plazo dado por "el tribunal" erigido, él sí en separador y segregador de niños.
De la misma manera al haber un vacío legal los directores maestros y maestras podrían haber caído en la culpa amenazante del tribunal y haber incluso podido perder su puesto de trabajo sin ninguna culpa. Siguiendo este camino dentro de poco veremos como los cirujanos se verán obligados a realizar su trabajo con el bisturí con el beneplácito de algún juez que determinará por donde debe hacer la incisión a petición de los padres. Mal camino tiene nuestra dolorida educación si debe ir siguiendo su camino a expensas de los padres que, cuando no están contentos van a buscar justificación en la justicia. Así en poco tiempo veremos que cuando un alumno no apruebe un examen, su solícito padre irá al juez para que lo redima. Fíjense en los resultados, sin manipular i verán que nuestros estudiantes son capaces de dominar ambas leguas.
Un buen cuadro de la situación de la arquidiócesis y de la Iglesia en Cataluña, por extensión. En la fotografía del arzobispo Modrego aparece, si no lo reconozco mal, el que fue uno de los primeros sacerdotes del templo de San Juan Bautista de Santa Coloma. La evolución de ese clérigo epitomiza la deriva de la Iglesia hacia el desastre. Del evangelio radical en misión obrera pasó a la militancia política y separatista con bochornosos y humillantes arrebatos para la conversión de los inmigrantes a la causa secesionista. El papel de la jerarquía católica en educación resulta penoso, ominoso. No menos despreciable que la afición a la especulación inmobiliaria. Muy buen artículo, Virtellius. Como siempre, como la flecha en la diana, que diría Ortega en famoso ensayo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el Señor Valderas Gallardo.
ResponderEliminarEse cura quería descharneguizar Cataluña.
Le importaba tres pepinos la Santificación de los fieles!
"¿Prometes respeto y obediencia a mi y a mis sucesores?" Uy, espera... 🙊
ResponderEliminarOmella es el mal. Ha ocultado escándalos muy fuertes en la diócesis y en su seminario.
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