En horas bajas

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Ya sé, ya sé, mi amigo Juanjo, que mortales como somos y cargando cada uno con sus limitaciones (ya ves, yo con mi cojera), no podemos estar siempre de enhorabuena. Con lo ufano que estaba yo con el airosísimo papel que hiciste en la parroquia del Espíritu Santo metiéndote a los parroquianos en el bolsillo, y con el párroco pidiéndote perdón casi de rodillas; con lo venido arriba que andaba yo contemplando y cantando tu triunfo frente a tus detractores, que tan bien se habían trabajado a la parroquia y al párroco, y te habían montado manifestaciones y todo, me encuentro ahora con una avalancha de informaciones totalmente verídicas que echan por tierra no sólo todo lo que dijiste en esa gloriosa sesión autodefensiva, sino lo que es peor aún: ponen tu credibilidad en entredicho.

Poco puedo replicarles a los que me dicen que a lo que fuiste en realidad a la parroquia fue a enredar a los parroquianos. Cuando tenías decidido ya (porque ahora eso lo sabe todo el mundo) que todo lo que quedaría de la parroquia sería una capillita u oratorio en la construcción de las nuevas instalaciones de la universidad para uso de ésta, pero con el acceso abierto a los parroquianos (obviamente en los horarios y calendarios propios de la universidad); cuando tenías decidida ya la práctica liquidación de la parroquia, vas y le dices a la gente que no hay nada decidido, que se abre un “itinerario de diálogo” en el que, “si queréis, participará también la empresa compradora de la parroquia”. ¿Qué puedo decirles a los que así me arguyen y me avergüenzan? Lo único que me queda es agachar la cabeza y farfullar algunas explicaciones ininteligibles. Créeme, amigo Juanjo, me lo estoy pasando francamente mal.

Porque en el desnudamiento de tu recia alma ante los fieles del Espíritu Santo, no dijiste nada de la capillita u oratorio en que estaba proyectado que se convertiría la parroquia, quedando el resto del espacio (y en cierto modo, también el oratorio) para construir las dependencias de la universidad. Ese dato tan importante se lo ocultaste a los pobres ingenuos que te escucharon como a su pastor. ¿Y yo, qué les digo? 
 
 
Los más audaces me dicen simplemente que les engañaste de todas todas; y que incluso si repasan con lupa el video de esa penosa jornada, pueden demostrar que llegaste a mentirles. Literalmente. No sólo les ocultaste información esencial, sino que llegaste incluso a mentirles. Eso dicen ellos, no yo, pobre de mí. Dicen que estuviste ciertamente tan hábil como tu nuevo amigo Pedro Sánchez; y hasta aseguran con recochineo que esa nueva amistad, tan decisiva para tu Nueva Evangelización Inmobiliaria, tu más caro apostolado, te ha hecho mucho daño, y más que te hará. Le cuentan a quien quiera escucharlos que, por imperativo de tu oficio, has abrazado con la fe de quien abraza su cruz los nuevos modos de hacer política, tan huérfana de valores y de principios, y tan practicada por esta generación de políticos corrompidos con los que te ves obligado a cohabitar por tu alto oficio. Les digo en tu defensa que tú no eres así, sino que eres una víctima inocente de la servidumbre y de la podredumbre del poder.

Porque, claro, a los fieles de esa parroquia puedes vestirles el santo como quieras; pero la verdad última es que cuando te presentaste a darles explicaciones, tenías ya tomada la decisión de venderla (si es que no estaba la venta hecha ya), cosa que se trasluce incluso en tu misma comparecencia ante los fieles. Y claro, con el nivel en que estaban ya las negociaciones o las decisiones, con la capillita ya definida dentro de la universidad con una especie de servidumbre de paso para los fieles, chirría un montón presentarse con todo eso proclamando que todo estaba abierto porque “aún no se había decidido nada”, proponiendo por tanto un “itinerario de diálogo” para reconducir las cosas y volver las aguas a su cauce. Juanjo amigo, me lo has puesto tremendamente difícil.
 
 

Y ya ves, yo, pobre de mí, que no tengo ni una pizca del aguante y de la seguridad en ti mismo que tú tienes, me siento alicaído viendo el tremendo calvario que te espera con el alud de operaciones inmobiliarias que tendrás que afrontar. El desgaste que te producirá será terrible. Si con una venta primeriza te has tenido que enfrentar a tantas dificultades, no quiero ni imaginarme cuando crezca el ritmo y te veas obligado a emprender la liquidación de una parroquia por año o quizás aún más. 

Es que ya ves, amigo Juanjo, soy muy sufridor, y no puedo hacerme a la idea de que nadie sea capaz de meterse en tantas dificultades manteniendo la serenidad del semblante y del alma. No es posible que estas batallas te dejen indiferente y salgas de ellas sin un rasguño. Seguro que la procesión va por dentro, porque sabemos muy bien los que te conocemos que eres una persona extremadamente sensible.

La verdad, Juan José, es que no temo tanto por ti como por mí. Sé que tú eres un espartano de esparto, un baturro del estilo del “chufla, chufla, que como no te apartes tú…” Sé que tú resistes todo lo que te echen. Es una de tus grandes virtudes. Por eso has llegado donde has llegado. Pero para mí es una agonía. Sufro viendo a mi gran amigo en tantas dificultades, aunque sé que no lo van a doblegar. Pero compréndelo, yo que tengo a gala ser tu más ferviente defensor, me estoy viendo cada vez más apurado para llevar tu defensa a buen término. Porque por encima de todo, por encima de los ires y venires de cada episodio, la verdad última es que estás haciendo lo que debes, lo único posible. Y lo estás haciendo con enorme dignidad y entereza. Que caso por caso se te escapan algunos flecos, como en éste del Espíritu Santo. Eso es inevitable. No hay persona humana que no yerre nunca. Lo importante es el balance. Y éste es rigurosamente positivo. Sigues el itinerario inevitable no sólo para ti, sino para todos los obispos, de dimensionar las parroquias conforme a la disponibilidad de un clero cada vez más escaso, decís. Y éste es un momento de repliegue. En fin, que el mundo se os ha comido, a pesar de vuestro deseo de no molestarle.
 
 

Pero bueno…, pase lo que pase, yo seguiré viendo y defendiendo en ti al curica de pueblo que te gusta evocar humildemente; un curica de pueblo en el que confía el Santo Padre, y por eso te ha revestido con el capelo cardenalicio y te ha encomendado importantes misiones en la Iglesia. Y admiro el valor que demuestras cuando te ha tocado bailar con la más fea; pero como ése es tu deber, no lo rehúyes. Éste es mi Juanjo valiente. Ya sé que, como tú mismo confiesas, lo tuyo es el oficio de cura, no el de cardenal. Pero ante todo está tu deber, ante todo está tu fidelidad al papa, al que no puedes decepcionar por ningún motivo.

No quiero que se te contagie, Juanjo amigo, mi depresión: que ésa es una enfermedad muy contagiosa. Ya ves, estoy en horas bajas. Pero es bien cierto que vienen curvas, y muy cerradas. No me gustaría que te accidentases y acabases como yo.
 
El Cojo de Calanda
 

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8 comentarios

  1. Los diversos errores de Omella, al menos los visibles, fueron:

    1. Cerrar por dos meses los templos desde el 14 de marzo del 2020 por el tema del covid, cuando la ley permitía abrirlos

    2. Prohibir dar la comunión en la boca cuando podía hacerlo simplemente dando la comunión de 4 cm de diámetro, la más grande, y durando dicha prohibición nada menos que 1 año y 7 meses

    3. Hacer la agrupación de parroquias por una troika de individuos a escondidas, sin sinodalidad alguna del Pueblo de Dios, y durante la pandemia, haciendo una planificación bastante absurda en muchos casos.

    4. Intentar vender mediante subterfugios la parroquia del Espíritu Santo, degradándola de parroquia a centro de culto, con lo que iba contra la expresa voluntad, determinada en escritura pública, de vender el terreno bajo condición resolutoria de sólo construir y mantener una parroquia que tendría el nombre de Espíritu Santo, todo ello para la salvación de las almas, que es la ley suprema de la Iglesia.

    5. Luego un peculiar seguidismo a la acción del gobierno socialista, manifiestamente anticatólico, tanto en el tema de las inmatriculaciones de los bienes propios de la Iglesia (¿por qué no tocan a los bienes de sindicatos y partidos que bienviven de la mariscada a cargo del presupuesto público?), y en especial, para esta indisimulada causa general inquisitorial de estos anticatólicos diputados y políticos en relación con los abusos a menores, que con injustitica e iniquidad, han querido hacer una comisión de investigación sobre el 0,5% de los casos de abusos eclesiales a menores, olvidando el 99,5% restante, que implica a familias y entidades públicas, como pueden ser las entidades tutelares de menores.

    6. Finalmente, el seguidismo a Bergoglio y sus peculiares y raros temas eclesiales: ecología, economía, educación... pero con grave olvido de los temas que Juan Pablo II y Benedicto XVI establecieron: la vida desde su nacimiento hasta la muerte, la familia y el matrimonio, la educación de los hijos por los padres y el bien común de la patria y nación.

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  2. Pues menos mal que el cardenal está en horas baja... su participación ayer en el Forum fue seguida con el mayor interés por todos los asistentes. Y lo que dice, siempre está en las coordenadas de entendimiento, tolerancia y doctrina. En lugar de criticar, tal vez debieran arrimar más el hombro.

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    1. Haced lo que ellos dicen, pero no lo que ellos hacen.

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  3. Lo del forum Europa no tiene nombre. Espero que el Cojo le dé pal pelo al tal Omella...

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  4. Transcribo algunas frases que leo en un confidencial, sobre el coloquio de Juan José Omella, en el Foro de Nueva economía:
    -En el Coloquio con el presidente de los obispos españoles. En hora y media, Juan José Omella no habló de Cristo
    -Omella solo se ha referido a Dios en dos cuestiones. La primera: no se puede invocar a Dios en la guerra, y la otra, en referencia a esta crisis, cuando se ha detectado un "movimiento de búsqueda" de Dios. Bien podría ser el discurso del director de una ONG tratando temas en los que solo muestra su tibieza, justificando toda postura con una moderación que espanta.
    -Entre los grandes retos de la Iglesia actual, para Omella no están ni la descristianización de España, ni la persecución de los cristianos en el mundo.
    - Ha reprochado al Gobierno que "mezcle" la política con asuntos morales, y no, no ha sido en relación a las políticas cristófobas del Ejecutivo, sino sobre el borrador de la nueva ley del aborto. Y añadía un mantra idéntico al asumido por Feijóo: "Es curioso que en estos momentos de cierta crisis política saquen ese tema a lo mejor para desviar la atención de otras cuestiones que son importantes”. Monseñor, ¿otras cuestiones que son importantes? ¿Más que la matanza que supone el aborto?
    -Omella aboga por "un gran pacto social" por la Educación y porque la iniciativa privada conviva con la pública. Hombre monseñor, la persecución del Gobierno social-podemita a la educación concertada es algo ideológico y real.
    -Pero el lamentable show no acaba aquí, Omella pide “un brindis y un aplauso para los políticos”. Presenciando tal espectáculo, no tengo claro si el que habla es un cardenal de la Iglesia Católica o Pedro Sánchez.

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    1. No me magino a Jesús tomando una copa y pidiendo «un brindis y un aplauso por los políticos» Más bien pediría oraciones y sacrificios por su conversión. No se puede servir a dos señores.
      AMIEES

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  5. Totalmente de acuerdo con el Señor Fred .

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  6. En este tema de esta parroquia pasa lo mismo que con el tema de las Comunitats Pastorals.
    Me explico: si en privado dices una cosa, y en público otra, entonces cuando te debo creer.

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