Mientras Novell fue hombre de Iglesia, le correspondía asumir las críticas que como tal se le hiciesen: no todas de los mejores modos. De cualquier modo, iba en su oficio. Es el peaje que han de pagar los que gozan de autoridad. Pero hoy que se ha retirado de ese oficio, merece ser tratado como un miembro más de la comunidad cristiana (ojalá siga siéndolo toda la vida, que no es lo más frecuente en los rebotados). Y una vez que se ha convertido en uno más de nosotros, tiene todo el derecho a ser tratado con el espíritu fraternal que nos corresponde a los cristianos. Y del mismo modo que en la misa del domingo me acercaría a felicitar en mi parroquia al feligrés que acaba de ser padre, y lo haría efusivamente, del mismo modo me dispongo a felicitar al hoy señor Novell, al que Dios se ha dignado bendecir con dos hijas gemelas. Me encantaría que su bautizo tuviera la notoriedad que merece, y marcase ya el estilo de padre cristiano del que tan necesitados estamos.
Oiga, que sí, que para la construcción de una vida es mucho más importante ser padre que ser obispo. Y lo digo en un momento en que a la Iglesia le faltan padres y le sobran obispos. Así que no sería ninguna calamidad para la Iglesia que se animase el cambio de trinchera del episcopado a la paternidad, iniciado por el obispo Novell. La exagerada desproporción entre jefes e indios, no para de crecer. Los indios caen a cientos, sin que se cubran esas bajas; las bajas de los jefes, en cambio, se cubren rigurosamente. Aunque la causa de la baja no sea la defunción, sino el cambio de trinchera. Sí, claro, forzoso es reconocer que en el plano humano, para los curas, igual que en el ejército y en el funcionariado, los ascensos en el escalafón (el cursus honorum), están diseñados como un fuerte estímulo. Probablemente sea ése el motivo por el que cada vez tocan a menos curas por obispo. Caen curas, se cierran templos y parroquias, pero los obispados siguen en pie y se cubren puntualmente; y en todo caso se engordan con obispos auxiliares.
Yo que soy padre visceralmente vocacional, que considero que lo absolutamente mejor que he hecho en mi vida han sido mis hijos (han sido mi mayor pasión y mi más intensa dedicación), felicito de corazón a nuestro ex-obispo por el nacimiento de sus gemelas, y le deseo que afronte con ellas ese nuevo reinicio de la vida que representa para nosotros cada hijo, y en su momento cada nieto. Y le deseo que tenga con ellas acierto y éxito, que eso no nos viene de fábrica a los padres.
No nos engañemos, el oficio de padre es mucho más duro, arriesgado y heroico que el de obispo. El fracaso del obispo, tan a la orden del día, queda siempre encubierto por la maraña estadística que diluye las responsabilidades y no llega a dolerle a cada uno de los responsables. Así se les ve a todos ellos, tan satisfechos de lo bien que les va. El fracaso del padre, en cambio, es doloroso y mortificante, y no es fácil extinguirlo. El fracaso del padre no hay manera de diluirlo en estadísticas: es personal e intransferible. Las oraciones que no le dediqué al obispo, se las dedicaré de todo corazón al padre: las necesita. Siempre ha sido difícil ser padre, pero hoy lo es más que nunca. Vivimos en una época desnortada en la que los cristianos hemos de nadar contra corriente. Novell se dará cuenta (si no se ha dado cuenta ya) de que es más difícil ejercer de cristiano de a pie dando testimonio de tal condición, y sobre todo ejercer de padre y esposo cristiano, que ejercer de obispo.
Aprovecho esta felicitación para ponderar la valentía del otrora obispo Novell. Mucho mejor le iría a la Iglesia si todos los clérigos que pasan o han pasado por circunstancias análogas a las de Novell, hubiesen tenido o tuviesen la valentía de ir de cara y coger al toro por los cuernos. Y de dejar el confort (parco, ciertamente, pero confort) que ofrece la Iglesia a sus miembros. Pero lamentablemente la comodidad y la cobardía han hecho su trabajo de carcoma. Novell ha hecho frente con valor a esas dos tentaciones en las que tantos caen.
He de ponderar también por ser dignísimo de encomio, el hecho de que Novell haya optado decidida y valientemente por la paternidad justo en un tiempo en que no para de crecer el porcentaje de hombres que la descartan totalmente de su vida, agazapados a la sombra que les ofrecen las mujeres que aprovechan todas las ventajas que les regala esta sociedad egoísta y engreída para borrar de sus vidas la maternidad. Se necesitan valor y valores para ser padre. Y Novell ha demostrado tenerlos.
Y en cuanto a su posicionamiento político, que tanto ha dado que hablar, se ha despojado del abuso que representaba defenderlo desde el púlpito y con ornamentos sagrados, colocando así a la Iglesia demasiado explícitamente en su bando. Como el abuso de Caram y Forcades en el mismo orden, que para defender sus ideas políticas (y hasta doctrinales contra la Iglesia) recurren a su hábito monacal: porque sin hábito no son nada.
He de decirle sinceramente, que me siento más a gusto con el Novell padre, que con el Novell obispo. Quizá sea porque la autoridad me produce alergia, por más que crea en su necesidad. Mucho más necesaria, por supuesto, la autoridad del padre, que la del obispo: que por cierto, está de moda no ejercer. Bien poco ayudan éstos, en efecto, a los fieles, callando tan discretamente (o quizá tan indiscriminadamente) sobre la doctrina de la Iglesia en cuestiones tan vitales. Han renunciado a su magisterio por no chocar con el magisterio de Satanás implantado en todos los medios y en todos los ámbitos; siendo los niños las más lamentables víctimas de los excesos del magisterio de éstos, y de la casi total ausencia del magisterio de aquéllos.
Y a pesar de que Novell obispo fue de los pocos valientes que se atrevieron a proclamar el Evangelio de la Vida, mayor es mi confianza en el Novell padre, que ha de afrontar la vida (y lo está haciendo) conforme a ese Evangelio, inmerso en las mismas dificultades en que nos encontramos los cristianos de a pie.
En fin, Dios bendiga a esta nueva familia en medio de las grandes dificultades en que está inmersa, en este mundo tan enemigo de la familia: sobre todo si se empeña en ser una familia cristiana.
Virtelius Temerarius
" Y una vez que se ha convertido en uno más de nosotros..."
ResponderEliminarNovell no se ha convertido en uno más de nosotros. Sigue siendo Obispo emérito de Solsona, ya que no ha sido reducido al estado laical.
don hermenegildo, toque de pies en el suelo.. nuca será rducido al estado laical. sacerdote para siempre...
EliminarCita: Yo que soy padre visceralmente vocacional, que considero que lo absolutamente mejor que he hecho en mi vida han sido mis hijos (han sido mi mayor pasión y mi más intensa dedicación)"-----Pues ahora nos descubres que eres casado, Virtelius, un gran descubrimiento en estas páginas donde eres de los mejores articulistas y casi haces sombra a los otros célibes que también escriben aquí. Eres de los mejores candidatos a ordenación para cura casado, eres un auténtico intelectual para predicar homilías y sermones, faltaría más....un elemento que la Iglesia rechaza por no responder a los cánones establecidos del Celibato Obligatorio. EF.
ResponderEliminarPara mí es un misterio que contrajera matrimonio civil
ResponderEliminarUna opción respetable.
EliminarMagnífico y artículo.
ResponderEliminarXavier Novell está inmerso en una realidad familiar que ya no es tan atípica, siendo él católico, y según parece practicante, tiene que convivir con los hijos musulmanes del primer matrimonio de su mujer.
ResponderEliminarSus hijas van a recibir una gran influencia musulmana, tiene una importante tarea como padre. Confiemos.
Tiene que descolocar un poco pronunciar nombres católicos y nombres musulmanes, y no digamos celebrar la Semana Santa y el Ramadán al mismo tiempo, este año ha coincidido.
ResponderEliminarSi quieren ser respetuosos con la voluntad del padre de los niños musulmanes y con la religión que ya profesan han de tener mucho tacto.
En primera fila estaba en la parroquia de Súria el domingo de Ramos, tanto en la bendición como en la misa posterior. Con sus tres hijastros y especialmente acaramelado con uno de ellos. Siguió muy devotamente la celebración, pero a comulgar no fué... Me parece magnífico que continúe yendo a la iglesia, no me parece tan adecuado el situarse en el primer banco para que todo el mundo lo vea.
ResponderEliminarMe alegra enormemente leer esto, le agradezco sinceramente este comentario.
EliminarMe impresionó mucho saber que un religioso tan ortodoxo, que tanta ilusión y trabajo había puesto en la Nueva Evangelizacion, habia quebrado, me hace pensar que ha cambiado de dirección pero su fe permanece.
Y yo si he rezando por él obispo, ahora también por el padre.
En su ordenación episcopal en los primeros bancos situó a los niños, por delante de sus padres y hermanos.
EliminarQuizás las razones que tuvo hace 11 años para situarlos cerca del altar seguirán vigentes ahora, posiblemente no busque su notoriedad sino que los niños se centren y familiaricen con la ceremonia.
Necesitamos familias católicas, ojalá la suya sea una de ellas.
EliminarMe alegra saber que sigue adelante manteniendo su fe con valentía.
Anónimo de las 9,39. Es muy libre el Sr.Novell de ponerse donde le parezca en la iglesia. Hay personas, que teniendo bancos suficientes se quedan con cara de aburridos, apoyados en la pared sin con un ademán ajeno a la participación más activa.
EliminarParece que los sres. del directorio floreal no tienen temas de qué hablar, así que le dan al siempre socorrido tema Novell.
ResponderEliminarEn cualquier caso, este de hoy es un artículo mucho más interesante que el de ayer. Hoy se ve mucha sabiduría en las palabras del autor. El de ayer era insustancial, simplemente criticar por criticar.
Para cuando una actualización de realidades germinantes en Barcelona
ResponderEliminarHace tiempo y en repetidas ocasiones preguntaba dónde se encuentran en Barcelona las Parroquias llamadas"Germinantes".
EliminarSi me pueden informar. Muchas gracias.
Magnífico artículo. Me alegra ver que está web también hay personas que son ecuanimes y escriben con sentido común.
ResponderEliminarMe parece estupendo que tenga una gran familia multicultural, donde se respeten las creencias de cada hijo, propio o de una parte. Mi más sincera enhorabuena a Novell por sus hijas y su valentía para afrontar las dificultades de su enamoramiento. Ojalá hubiera muchos como él, porque la mayoría vive negándose a la realidad de ser persona que se enamora. Eso los hace infelices y desquiciados.
ResponderEliminarSigue en concubinato o amancebamiento, sin poder comulgar. Esperemos que pronto consiga de sus ex.compañeros obispillos las licencias necesarias para obtener el Sacramento Matrimonial.
ResponderEliminarMuy escasas personas en la historia han recibido los 7 Sacramentos completos (recibió la plena ordenación sacerdotal al consagrarse Obispo) de recepción de los 7 incompletos hay muchos, quizás demasiados al no discernir bien su vocación.
Recemos para que pueda Comulgar pronto y eduque santamente a sus dos hijas y sus hijastros.
Recordemos en NO poner la X en el IRPF, como se menciona en el excelente artículo hay exceso de obispillos y además de pésima espiritualidad, que empiecen a cerrar obispados como han cerrado parroquias.
Totalmente de acuerdo con el Señor Quim Marcos.
EliminarNecesitaba leer un artículo como este, gracias Virtelius.
ResponderEliminarSi no ha sido fiel a su primera y voluntaria vocación del sacerdocio (primer matrimonio) por qué se supone que lo va a ser en el segundo? No jugamos con las palabras y los conceptos como con fuego? Quien es fiel en lo poco... La madurez ayuda al verdadero discernimiento vocacional? Pues eso...
ResponderEliminarVirtelius me ha convencido del todo. Nada que añadir o quitar de sus palabras.
ResponderEliminarSólo desearle suerte al señor (que no mossen) Novell.
He leído el texto más de una vez para no perderme ningún matiz, y cuando sienta rabia por pensar que el obispo Novell ha abandonado y defraudado a personas que confiabamos en él y en su labor evangelizadora lo volveré a leer. Gracias Virtelius. Mucha suerte y mi enhorabuena Novell.
ResponderEliminarLa aceptación y aplauso de la nueva situación de Novell, me recuerda a la bajada de exigencia en el curriculum escolarización: no sube de nivel el que no sabe, han bajado todos de nivel.
ResponderEliminarEl sínodo aleman dice que la homosexualidad tiene que ser aceptada. Eso es católico? Si se acepta dejara de ser pecado? No, pero se habrá generalizado y se notará menos. Como James Martín dice que Sodoma y Gomorra son exageraciones literarias... Si la sal se de sala, quien la salara?
Observación exaacta y acertada. Totalmente de acuerdo. Por otra parte, también ha en el artículo hipocresía y sectarismo. Si Novell no hubiera pasado por "tradicionalista" y en cambio hubiera sido "progresista" no le perdonarían nada. Vamos por muy mal camino.
EliminarLo de convertir de un día para otro a este señor en un héroe porque siendo obispo dejó embarazada a una señora y ésta ahora ha dado a luz y él se ha convertido en padre, me parece un gigantesco disparate. También son padres Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y no sé cuántos millones de hombres más en este mundo. ¿Felicita el autor a todos con tanto entusiasmo admiración? ¿Qué tiene de especial un obispo renegado para merecer tanta la? Será que, aunque renegado, es obispo. Y no me vengan Uds. con historias de perdón, amor, etc. Si es aaí perdonen también y sean igual de misericordiosos con todos esos a los que critican tanto. No por ser padre deja Novell de ser también un pésimo ejemplo como clérigo.
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