De momento tenemos a un Presidente de la Conferencia Episcopal Española que a causa del tremendo atracón de propiedades con que le ha llenado la boca y el estómago Pedro Sánchez, su nuevo admirador, sólo podrá hacer y decir lo que le dicte el gobierno, que con tamaña generosidad lo tiene bien amordazado. Y está claro que de acuerdo con la novísima corriente ideológica que nos prohíbe apartarnos de lo políticamente correcto, Omella nos dará una Semana Santa tan pandémica o tan postpandémica como le dicte el gobierno, para no contradecir sus postulados y las ponderadísimas decisiones de sus comités de expertos.
Si ya antes de este idilio, Omella se adelantó en las medidas restrictivas al inicio de la pandemia, y adivinando los deseos del gobierno cerró los templos a los fieles para evitar cualquier posibilidad de contagio (de hecho, la versión eclesiástica del confinamiento de varios meses que impuso el gobierno a todos los españoles); y si luego aceptó sumiso las restricciones absurdas y evidentemente discriminatorias para la libertad religiosa, no sería nada extraño que en esta última etapa de la pandemia, nuestro cardenal abunde en la prudencia que sin duda reclamará el gobierno, y siga siendo fiel a sí mismo.
Una vez más tendremos que mirar al Vaticano, el primer Estado del mundo que impuso el pasaporte covid, y ver qué hace la diócesis de Roma, la primera que cerró las iglesias ante el pánico por la pandemia. Y estar pendientes de cómo el mandatario máximo de los obispos de España adapta en su jurisdicción las praxis ejemplarizantes de la más alta jerarquía de la Iglesia. Si el papa proclama que suspender el culto y las procesiones de Semana Santa es un acto de caridad cristiana y de exquisito civismo; y si el gobierno se inclina por mantener o aunque sólo sea sugerir restricciones, poco podrá hacer nuestro cardenal por romper esta racha nefasta de suspensión de celebraciones litúrgicas y paralitúrgicas, porque con tanta inmatriculación (gestionada de tú a tú, de presidente a presidente) se ha dejado atar de pies y manos.
En cualquier caso, es poco probable que volvamos al drástico cierre del culto público que ya hemos experimentado en esta diócesis. Esa fue una lamentable experiencia, fruto de la presión del miedo: que ante la enfermedad y la muerte, todos nos parecemos, sin que valgan gran cosa las categorías y las dignidades. En este momento parece que prima la desactivación paulatina de la alarma covid: eso es al menos lo que dejan traslucir los medios que administran y dosifican el pánico; de tal manera que están dejando entender que para mediados de abril hayan vuelto a la normalidad previa a la pandemia, el culto, el turismo y los servicios, además del deporte y demás actos culturales.
Sería de agradecer, de todos modos, que la alta jerarquía eclesiástica estuviese atenta a no hacerle el juego a la obsesión anticristiana de la mayoría de las autoridades políticas, que se empeñaron en considerar la asistencia al culto, tanto dentro como fuera de los templos, como una actividad mucho más peligrosa para la salud, que la asistencia a los conciertos, los estadios, el teatro, los festivales. Y en su virtud, le impusieron al culto religioso unas restricciones absurdamente exageradas y desproporcionadas, sin que los obispos dijesen esta boca es mía. Tanta docilidad y obsequiosidad ante la arbitrariedad, salta de la categoría de obediencia cívica a la de humillante adulación. Menos mal que Abogados Cristianos se ha movilizado para denunciar ante los tribunales ese abuso de poder. Una vez más, son los laicos los que tienen que pasar por encima del clericalismo burocrático dócil y adulador que tiene a la Iglesia a los pies del poder civil: de un poder descaradamente anticristiano.
Este año soplan vientos favorables: se anuncia cada vez con más insistencia el fin de la pandemia y de las restricciones ligadas a ella. Se están calentando ya motores, y se ven signos cada vez más audaces de la determinación de celebrar la próxima Semana Santa con la solemnidad acostumbrada. Acabo de ver el video en que se anuncia la Semana Santa de Cuenca. ¡Una preciosidad! Las hermandades tienen muy claro que este año vuelven con sus pasos a llenar de pasión religiosa las calles de su ciudad.
El arzobispo de Sevilla (nuestro Saiz Meneses) ha manifestado ya su voluntad de celebrar este año la Semana Santa a hombros de las hermandades, ocupando calles y plazas como debe ser. Y ya por toda España se están moviendo las hermandades (ellas son las protagonistas: de nuevo los laicos) para salir a las calles con sus pasos, ante la mirada atemorizada y silenciosa de los obispos, salvo raras excepciones, como la de Saiz Meneses.
Hemos pasado del “Quédate en casa” de la Semana Santa de 2020, que se alivió en la pobre Semana Santa de 2021 confinada en los templos, a las ansias por salir de nuevo a llenar las calles de Semana Santa. La sensación de que nuestra Semana Santa la ha frenado y confinado algo más que la pandemia, es cada vez más potente. Van saliendo las cifras de la pandemia y cada vez es más evidente que lo más espectacular ha sido su descarada manipulación, que ahí ha estado lo más fuerte de la pandemia: las cifras van poniendo las cosas en su sitio y nos están ofreciendo el retrato más fiel de la realidad. Tanto más evidente es todo esto, cuanto más recurrimos a las estadísticas de pasadas pandemias y las comparamos con la presente; y sobre todo, a las estadísticas internas de cada fase de la pandemia, que nos permiten valorar los aciertos y desaciertos de su gestión.
Tras dos años de ayuno forzado, apoyado y hasta reforzado por la jerarquía, hay muchas ganas de Semana Santa. Intuyo que si el tiempo y las autoridades no lo impiden, este año tendremos una Semana Santa nueva, con la alegría de su recuperación después de haberla perdido; porque, efectivamente, estas celebraciones no caben en la Agenda 20-30: de tal manera la distorsionan, que en ella está prevista su eliminación, junto con todo lo que sea culto religioso y fervor popular.
Una vez más es oportuno recordar esa sapientísima sentencia que dice que Dios escribe recto con renglones torcidos. Estos dos años de purga (¡de purgatorio para tantos!) estos dos años de abstinencia de Semana Santa, nos habrán servido efectivamente para que caigamos en la cuenta de que nuestra Semana Santa es mucho más, muchísimo más que folklore y turismo, y para purgarla de las rémoras que la tenían lastrada y desfigurada. Este año, la Semana Santa lucirá mucho más bella, lucirá como la manifestación de la profundidad cristiana de esta nación (me resuena todavía el video promocional de Cuenca) que va mucho más allá de la religión administrada. Este año ardemos todos en deseos de echarnos a la calle a vivir con pasión nuestra apasionante Semana Santa.
Virtelius Temerarius
"Si ya antes de este idilio, Omella se adelantó en las medidas restrictivas al inicio de la pandemia, y adivinando los deseos del gobierno cerró los templos a los fieles para evitar cualquier posibilidad de contagio (de hecho, la versión eclesiástica del confinamiento de varios meses que impuso el gobierno a todos los españoles)"
ResponderEliminarEl texto sugiere que hubo un pacto a tres bandas, Bergoglio, Sánchez y Omella, no importando la modalidad, es decir, si era explícito, implícito o tácito. Lo hubo, y punto.
Un indicio de que pudo haberlo es la literalidad del artículo 11 del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, que reza en el siguiente tenor literal:
Artículo 11. Medidas de contención en relación con los lugares de culto y con las ceremonias civiles y religiosas.
La asistencia a los lugares de culto y a las ceremonias civiles y religiosas, incluidas las fúnebres, se condicionan a la adopción de medidas organizativas consistentes en evitar aglomeraciones de personas, en función de las dimensiones y características de los lugares, de tal manera que se garantice a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de, al menos, un metro.
Las medidas sanitarias que desde un primer momento se impusieron, y que cualquier especialista de enfermedades respiratorias aceptó, era legalmente sólo el distanciamiento para evitar aglomeraciones (chequeado, 1 metro, muy generoso), entendiendo el RAE por "aglomerar" el "amontonar, juntar cosas o personas", sobreentendiéndose a menos de 1 metro, por lógica.
Otras medidas en otras normas sanitarias eran la higiene de las manos con el hidrogel (chequeado, estaba en todas las parroquias), el tapabocas o bozal (chequeado, en aquel momento hasta de tela doméstica se admitía) y la ventilación de espacios interiores (chequeado, mira que grande y alta suele ser una iglesia y qué puertas tiene). Como puede observarse, no se exigía la vacunación ni el pasaporte covid, pues esto hubiera ido en contra de los derechos humanos al libre consentimiento informado (¿o es que esta vacuna de emergencia carece de ningún efecto adverso?)
Pero parece que el trío de la bencina decidió que el malo de la película fuera la Iglesia, y que ésta privara de los derechos humanos religiosos de los fieles, reconocidos en la Constitución, en los tratados y convenios europeos e internacionales (como la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, después de Hitler), así como la Lex Ecclesiae Fundamentalis, más toda la tradición histórica de la actividad pastoral de la Iglesia en caso de epidemias, hambrunas y guerras.
Vaya, que nuestros consagrados se quedaron encerraditos en casita, con la mantita y la mecedora, y a descansar, mientras muchos católicos fallecían o se recuperaban en hospitales y geriátricos desprovistos de la asistencia espiritual, bien por prohibiciones, por falta de curas o por inexistencia de los mismos.
Así, en Barcelona, la Carta pastoral del Cardenal Omella con motivo del coronavirus del 14 de marzo del 2020 nos prohibió la misa (que el Real Decreto permitía), y no se restauró el culto público hasta que promulgó el Comunicado sobre el retorno al culto público de 16 de mayo del 2020 (previsto para el 18 de mayo): 2 meses y 4 días.
Finalmente, la guinda la dio Bergoglio, con la cancelación de las misas de Semana Santa mediante el Decreto de la Congregación para el Culto Divino en relación a la próxima Semana Santa, de 19 de marzo, que el Real Decreto sí permitía con los límites indicados por la ley.
Esto ha sido un escándalo mayúsculo, y espero que del mismo salgan responsabilizados, de la manera que la Providencia determine, los obispos que se olvidaron de nosotros los laicos, los que necesitábamos como nunca el templo y la misa abiertas, con los sacramentos abiertos y disponibles, y que vosotros, por vuestra egoísta conveniencia, obispos, las cerrasteis.
"para salir a las calles con sus pasos, ante la mirada atemorizada y silenciosa de los obispos, salvo raras excepciones, como la de Saiz Meneses."
ResponderEliminarUna de las actitudes psicológicas de falta de defensa de los derechos humanos de los fieles por parte de los obispos, fue, entre otras muchas cosas, la curiosa redacción que dio el Card. Omella a la posibilidad de comulgar en la boca.
De entrada, la prohibición de comulgar en la boca es una falta de criterio sanitario y una violación de los derechos humanos de los fieles. En efecto, la comunión en la mano se daba sin garantías de higiene, pues la gente tocaba los asientos y la mascarilla aún habiéndose puesto gel.
De otro lado, la comunión en la boca era posible hacerlo con garantías sanitarias si se da de un tamaño de 35-40 mm., que es lo que se está haciendo, yendo directo de la mano del sacerdote a la boca, sin intermediar las dos manos, la receptora y la introductora.
Finalmente, la prohibición de la comunión en la boca fue un acto inconstitucional desde el punto de vista de la Constitución eclesial (Lex Ecclesiae Fundamentalis), la cual establece que NINGÚN OBISPO PUEDE PROHIBIR LA COMUNIÓN EN LA BOCA:
1. Instrucción Redemptionis Sacramentum N° 92 Mar-25-2004: “todo fiel tiene siempre derecho a elegir si desea recibir la sagrada Comunión en la boca”
(https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/ccdds/documents/rc_con_ccdds_doc_20040423_redemptionis-sacramentum_sp.html)
2. Notificación acerca de la comunión en la mano N° 7 Abril-03-1985 Prot. n. 720/85 Notitiae N° 226, Abril de 1985, pág. 263: “No se obligará jamás a los fieles a adoptar la práctica de la comunión en la mano, dejando a cada persona la necesaria libertad para recibir la comunión o en la mano o en la boca.”
(http://www.cultodivino.va/content/dam/cultodivino/notitiae/1985/226.pdf#page=19)
3. Institutio Generalis Missalis Romani N° 161: "El que comulga responde: Amén, y recibe el Sacramento, en la boca, o donde haya sido concedido, en la mano, según su deseo"(http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/ccdds/documents/rc_con_ccdds_doc_20030317_ordinamento-messale_sp.html)
4. Respuesta a Pregunta Propuesta "Responsa ad dubia" (P. Paul McDonald) Notitiae N° 392-393, Marzo/Abril de 1999, pág. 160-161: "en las diócesis en donde el pan Eucarístico es puesto en las manos de los fieles, permanece aún intacto el derecho de los fieles de recibir el pan Eucarístico en la lengua" (http://www.cultodivino.va/content/dam/cultodivino/notitiae/1999/392-393.pdf#page=66)
5. Carta, Prot. N. 655/09/L Jul-24-2009 Respuesta a consulta de un fiel de Gran Bretaña:
"No se obligará jamás a los fieles a adoptar la práctica de la comunión en la mano, dejando a cada persona la necesaria libertad para recibir la comunión o en la mano o en la boca.” CCDDS Notificación acerca de la comunión en la mano N° 7 Abril-03-1985 Prot. n. 720/85, Notitiae N° 226, Abril de 1985, pág. 263"
(http://www.cultodivino.va/content/dam/cultodivino/notitiae/1985/226.pdf#page=19)
(CCDDS: Congregatio de Cultu Divino et Disciplina Sacramentorum)
En la práctica, y nunca jamás acepté y aceptaré la recepción de la comunión en la mano, la encuentro absolutamente inadecuada e inapropiada, por mucha permisión eclesial a la misma, la veo un factor más del declive, colapso, derrumbe y extinción de la Iglesia, una verdadera falta de respeto a Cristo, pues se incumple la formalidad establecida por la ley: ni los propios receptores cumplen con la legalidad formal, la toman de cualquier manera (se debe de poner en la mano izquierda y la derecha la eleva y la toma). Por ello, al prohibirme la comunión en la boca, se me privó del libre ejercicio al derecho divino y humano a la comunión en la boca (Dubia: los que tienen problemas demoníacos y no pueden tomar la comunión en la mano por perturbaciones demoníacas, se les priva de su derecho a comulgar en la boca si no tienen importunaciones demoníacas).
Ud. deberia ver que da más importancia a la forma como recibe la comunión, que al contenido.
EliminarPues bien, el Decreto 09/20, de 4 de mayo, con las medidas dispuestas por el Cardenal Omella para el retorno progresivo al culto público, prohibía la recepción en la boca de la comunión (confirmado en el decreto de 3 de diciembre):
ResponderEliminar"4.7. La comunión será distribuida exclusivamente en la mano de cada fiel en todas las iglesias de la Archidiócesis sin excepción, evitando cualquier contacto entre las manos del ministro y la mano del fiel que comulgue, a una distancia prudencial, y siguiendo la forma litúrgica vigente."
Evidentemente, había iglesias que no cumplían esta iniquidad, a las cuales iba. Si no podía ir, en otras, que prohibían la comunión en la boca, aceptaban la comunión recibida en la mano cubierta con un pañuelo para luego comulgar sin tocar manualmente la Sagrada Hostia, una forma especial de recibir la comunión en la boca, de tiempos romanos (el velo servía de pañuelo), y que sugiero que lo hagan.
Finalmente, esta injusta prohibición de comunión bucal se levantó por el Decreto 62/20 del Arzobispado de Barcelona ante las recientes disposiciones de la autoridad civil, de ¡¡¡22 de octubre 2021!!!
"Dispongo la derogación de los anteriores decretos de 4 de mayo y 3 de diciembre de 2020, y que aquellas disposiciones sean sustituidas por las siguientes:
Séptima.- La comunión tiene que ser distribuida preferiblemente en la mano, evitando el contacto físico y asegurando la protección sanitaria de los fieles."
Un redactado abstruso que permitió a algunos sacerdotes inicuos el continuar prohibiendo la comunión en la boca a la que teníamos derecho humano los fieles, y reconocido por la misma legislación canónica litúrgica.
.....
Por lo tanto, la prohibición de la comunión en la boca fue mucho más larga y más dañina para los derechos humanos:
1.-/ 14 de marzo del 2020: Omella comunica que suspende las misas en el punto 2 de su Comunicado, y de hecho, las iglesias cierran a cal y canto. Sólo abren las iglesias clandestinas (por primera vez desde la II República en Guerra Civil, las iglesias se cierran en Barcelona)
2.-/ 18 de mayo del 2020: Comunicado de 14 de mayo sobre el retorno al culto público para el 18: 2 meses con 4 días sin poder ir a misa y comulgar.
3.-/ 4 de mayo y 3 de diciembre del 2020: prohibición explícita de la comunión en la boca (Decretos 9/20 y 31/20): vamos a la misa el 18 sin poder comulgar en la boca, lo que para muchos fue condenarlos a no comulgar, o a buscar una parroquia que se saltara la norma inicua (que existían), o bien comulgar en la mano con pañuelo como forma especial de comunión en la boca.
4.-/ 22 de octubre del ¡¡¡2021!!!: el Decreto 62/20 ya permite la comunión en la boca (se intitula Decreto 62/20 del Arzobispado de Barcelona ante las recientes disposiciones de la autoridad civil)
......
O sea, que la prohibición de comunión en la boca, equivalente a la prohibición de comulgar para quienes NUNCA JAMÁS queremos o podemos usar de la comunión en la mano, duró desde el 14 de marzo de 2020 (prohibición de comulgar ni en la boca ni en la mano por el cierre de templos) hasta el 22 de octubre del 2021, totalizando nada menos que 587 días, o 1 año, 7 meses y 8 días, mientras que el cierre de templos y misas duró del 14 de marzo del 2020 al 18 de mayo, 2 meses con sus 4 días. ¡Qué poco aman los obispos al Divino Pastor y sus ovejas!
Nuestros obispos tuvieron muy poco amor por sus ovejas, por Jesús-Eucaristía, por la Santa Madre Iglesia, por Jesucristo y por las necesidades perentorias del Pueblo de Dios a ellos encomendados, además de tener nulo conocimiento teológico, eucarístico, sacramental y canónico, violando diversos derechos humanos: a recibir los sacramentos, sacramentales, oraciones y ayudas espirituales en tiempos de guerra, pandemia y hambruna (tradición eclesial), a tener las iglesias abiertas y a recibir la comunión en la boca.
Ud. está obsesionado con las leyes y normas. Lo suyo no es "normal".
EliminarAnónimo 10:42
EliminarPues adelante, ¡a vivir sin Mandamientos, reglas, preceptos, decretos, órdenes, prescripciones, disposiciones!... ¿Seguimos?
12:29,
EliminarVive en un mundo irreal. Estas parrafadas a diario, citando normas, decretos, cánones etc. etc. a espuertas... quizá lo hace de buena intención, o es una especie de penitencia autoimpuesta... no sé lo que es, pero es enfermizo. A este señor le recomendaría que tome el aire, que deje de leer el BOE antes de dormir, en fin, que deje de darle vueltas al coco de esa manera. Se va a volver majareta si sigue así. A mí me da un poco de lástima.
Semana Santa = a folklore y turismo y res més!!!
ResponderEliminarNo sea tan simplista, ni juzgue las apariencias. Hay de todo, pero hay Hermandades que se toman muy en serio su fe.
EliminarFolklore y res mes son lo que hacen la multitud de curatos heréticos que no creen lo que es su TRABAJO.
EliminarEso sí que es deleznable!!!
"las cifras van poniendo las cosas en su sitio"
ResponderEliminarPues sí. Los negacionistas de izquierdas y derechas decían que mataría unos 3.000 ancianos al año, que sería como una gripe, que dejáramos que se murieran los viejos.
El Momo detecta en España de marzo de 2020 a diciembre de 2021 un exceso de mortandad de 100.000 personas (70.000 en primer año de pandemia, 30.000 en el segundo).
Sin los distanciamientos no habríamos podido llegar a las vacunas y las muertes habrían sido muchas más.
Creo que 100.000 muertes no son cosa de broma.
9/32, totalmente de acuerdo con su reflexión.
ResponderEliminarHa caído Casado? Esepra lo que viene.
EliminarCae Ayuso, un gran paso para VOX.
ResponderEliminarHa caído Casado, una gran noticia!
EliminarMe ha dolido la frivolidad de algunos comentarios y el mismo artículo base del tema. De mi familia han muerto 4 personas. No llegó la vacuna, cumplían la normativa sanitaria del momento....
ResponderEliminardebían quedarse en casa...
Sobre este tema ya tan "manido" comunión boca, mano... Una señora me dijo_ mis manos no están consagradas y no puedo recibirla así. Le dije, a ver, si la "lengua" sí estaba consagrada....Ridículo.
ResponderEliminarCae Ayuso , un Casado que no tolera corrupción . Un cambio copernicano en el PP , que le puede devolver la dignidad y la credibilidad .
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el Señor Unknown, peroooo, matizando.
ResponderEliminarDe momento,de momento, VOX está limpio de polvo y paja.
Al LORO!
¿Qué tiene que ver el PP y sus "responsables" con la fe cristiana? Creo que se equivocan de blog.
ResponderEliminarLos del PP hace años que abandonaron los postulados Católicos heredados del Caudillo.
ResponderEliminarHasta abandonaron a su suerte a sus venerables restos, Osoro mediante.
Por eso están llenos de confusión.
Léase la declaración de Aznar sobre armas nucleares dentro del partido.
Virtelius Temerarius pidiendo la libertad religiosa (ante el COVID)- ¿se ha vuelto liberal? Lo de pedir la libertad religiosa es de protestantes y de liberales. Y el liberalismo es pecado.
ResponderEliminarEsta pandemia ha sido la pandemia del egoismo. Si hubiera sido como la gripe española, que no distinguia entre niños, jovenes y viejos, todo el mundo hubiera cumplido con las vacunas y las normad sanitarias. Pero como la afectacion del covid es distinta, a mayor edad mayor afectacion, pues los que se suenten inmunes, jovenes y saludables les importa un pepino todo,las normas no van con ellos, y asi muestran su desacuerdo. Egoismo en estado puro, nada cristiano, por certo!
ResponderEliminarNo me gusta la veneración tremenda que se le tiene a José Ángel. Me alegro que en Terrasa lo hayan sustituido por Cristau.
ResponderEliminarEl Sagrado Corazón de Jesús nos protege, el que tenga miedo que se vacune y se quede en casa.
ResponderEliminarJosé Ángel es del sector Tradicionalista como yo.
ResponderEliminarUn buen fichaje para Sevilla.
Lástima que no lo tengamos de metropolitano en Cataluña!
En Cervera ya se ensayan para celebrar La Passió de Cervera.
ResponderEliminarHombre de Dios, si son de Cervera no ensayarán la de Olesa.
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