La semana pasada llegaba una gran noticia para la diócesis de Terrassa, después de 17 años de pontificado de Don José Ángel Saiz Meneses, que fue el primer y único obispo titular hasta el momento, llegaba el primer relevo al frente de la diócesis, el elegido ha sido Don Salvador Cristau, el candidato perfecto y esperado para la sucesión, aunque sonaron otros rumores que han hecho sufrir mucho a la mayoría católica de esta diócesis que está más que contenta con la línea seguida hasta ahora y que lógicamente, ahora ya lo sabemos, tendrá continuidad.
Esos miedos venían por la posibilidad de que Don Juan José y el hombre del gran poder (P. Germán Arana SJ) intervinieran en ese nombramiento para buscar otro candidato, digamos que más dócil para sus intereses. Al jesuita no le gusta el estilo de estos obispos "toledanos", formados por el gran Don Marcelo y no por él o por otros eclesiásticos de su estilo y de su línea pastoral, y para el cardenal Omella, era una gran oportunidad de poner a alguien de los suyos para tener un mayor control de una de las diócesis que forman la provincia eclesiástica de Barcelona, que el mismo preside.
Esa posibilidad podría cargarse el fructífero Seminario egarense, en favor de un único Seminario interdiocesano de la Provincia eclesiástica, ya que Barcelona y Sant Feliu tienen a sus seminaristas en la capital catalana bajo la dirección del Rvdo. Salvador Bacardit. El motivo es que Don José Angel no quiso poner a sus candidatos al sacerdocio bajo la tutela del Rvdo. Turull y n.s.b.a. y jubilado cardenal Martínez Sistach no cedió ni un milímetro para que los seminaristas de Terrassa tuvieran en el Seminario barcelonés a uno de sus formadores, algo que actualmente ya sucede (desde que está Omella) con el Seminario de Sant Feliu.
Don José Ángel y Don Salvador (hasta ahora rector de ese Seminario) después de su experiencia en Toledo eran conscientes de que uno de los grandes principios de Don Marcelo ("Una gran diócesis empieza por un gran Seminario") era fundamental para el nuevo proyecto diocesano egarense, y así lo han llevado a término, cuidando con esmero un Seminario floreciente que en algunos momentos ha sobrepasado en número de seminaristas al de Barcelona.
Es cierto que al principio se cometieron algunos errores, y el deseo de llenar el Seminario les jugó alguna que otra mala pasada, aceptando algunos candidatos inadecuados, pero tomaron nota y aprendieron la lección, tanto en Terrassa como en cualquier punto de la catolicidad hay que aceptar que lo importante no es la cantidad sino la calidad, y que más vale tener menos seminaristas que aceptar a futuros sacerdotes que no sean dignos de esa condición.
Con el nombramiento de Don Salvador Cristau no sólo se asegura la continuidad del estilo que Don José Ángel ha ido dando a la diócesis, sino también el de un estilo de Seminario que está conformando el presente y el futuro de la Iglesia egarense. Porque esta diócesis es la que mejor panorama para los próximos años tiene en toda Cataluña. Mientras en Barcelona se entra en fase del Nuevo Mapa Pastoral que llevará al cierre o a la reducción de vida pastoral de muchísimas parroquias, en la vecina Terrassa, con una muy similar situación sociológica, la Iglesia goza de bastante buena salud y no necesita de este tipo de medidas drásticas porque no se han hecho las cosas bien durante demasiados años.
Y que decir del resto de diócesis catalanas, o bien han optado por la fórmula de importación de clero foráneo, o las más xenófobas y nacionalistas como Girona se encuentran en una situación delicadísima con un futuro que se antoja desértico. Curiosamente, la de Solsona a pesar de muchas actitudes injustificadas del ahora obispo casado, era de las que estaba aplicando una pastoral que estaba empezando a dar frutos.
Terrassa respira tranquila, los fantasmas de un cambio de rumbo en la diócesis se han esfumado con la gozosa noticia del nombramiento de Don Salvador. El nacionalprogresismo no tiene nada que hacer ahí, pero tampoco otros experimentos con gaseosa, de consecuencias imprevisibles. El tiempo seguirá demostrando que cuando las cosas se hacen bien, los frutos acaban llegando, y cuando se hacen mal, llegan sus nefastas consecuencias.
Antoninus Pius
Lo malo es que D. Salvador Cristau está próximo a cumplir 72 años, por lo que su pontificado será muy breve.
ResponderEliminarSu pontificado, el de Cristau, llega hasta su jubilación a los 75 años (2025), pues el canon 401.1 del Código de Derecho Canónico prevé que cuando cumplen 75 años pongan su cargo a disposición del pontífice romano, algo que para nada implica la aceptación automática del de Roma, pero puede llegar a los 78-79 años, una prórroga de hasta 4 años por los precedentes existentes, dependiendo si le cae en gracia o es misericordeado por el residente de Santa Marta, y por lo tanto, puede arribar hasta el año 2029.
EliminarEs evidente que su nombramiento indica que el Vaticano está en una situación terminal y de interinaje, con Bergoglio en sus años, sino meses, finales, siendo un pontífice ya "pato cojo", y que no va a durar, previsiblemente, más allá del 2023 (dos años antes de la jubilación formal de Cristau), viendo el tipo de enfermedad que arrostra, que ya es demasiado, demasiado mucho para todo lo que está haciendo de mal...
Por otro lado, visto el caso Novell, los experimentos los van hacer en ordenador cuántico con inteligencia artificial para modelar escenarios y situaciones virtuales con avatares digitales, antes de encarnarse en personajes que nunca debieron ser mitrados, tal como el de Santa Marta nunca debió de ser tiariado...
De otra banda, la Iglesia en Cataluña está en una situación muy delicada pues en los próximos años deberá de renovar casi la totalidad de sus obispos, lo que implica la entrada de una nueva generación.
Los datos de la jubilación a los 75 años y la prórroga máxima de 4 años, s.e.u.o.:
GENERACIÓN 2020
Omella... 2021...2024 (Barcelona; elector en cónclave hasta los 80 años)
Pardo... 2021...2025 (Gerona)
Cortés... 2022...2026 (Sant Feliu)
Giménez... 2023...2027 (Lérida)
Vives... 2024...2028 (Urgell)
Cristau... 2025...2029 (Tarrasa)
GENERACIÓN 2030
Planellas... 2030...2034 (Tarragona)
Casanova... 2031...2035 (Vic + Solsona por baja de Novell)
Benavent... 2034...2038 (Tortosa)
VACANTE
Tortosa... Vacante por baja matrimonial de Novell, quien podía haber durado hasta el 2044
AUXILIARES POSIBLES OBISPOS TITULARES
Gordo... 2042 (auxiliar de Omella)
Vadell... 2047 (auxiliar de Omella: baja por enfermedad)
Vilanova... 2048 (auxiliar de Omella)
Parece evidente que muchos, sino todos, pueden ser renovados bajo otro Papa o dos pontífices (esperemos que sean ortodoxos y ortopráxicos, fieles a la doctrina).
Es evidente que tenemos actualmente, y lo siento decir, a toda una generación de obispos mediocres y cobardes ante los grandes desafíos que tiene Cataluña, pasarán a la historia como inanes, vacíos, estériles e irrelevantes, tal como es su nula defensa de la civilización del amor de San Juan Pablo II contra la cultura de la muerte y el relativismo moral reflejado en leyes y costumbres (aborto, eutanasia, anticoncepción, reproducción artificial, divorcio y emparejamiento, ideología de género, laicismo excluyente y beligerante, nacionalismo y progresismo radicalizado).
A la Iglesia le ha sentado fatal tanto la democracia como el Concilio Vaticano II. A los efectos prácticos y visibles, la Iglesia actual es cómplice de la extensión e intensificación de la cultura satánica de la muerte y del relativismo, y este dato objetivo y veraz indica que no tiene la bendición y la unción divinas, pues la Iglesia debe de extender e intensificar la Fé, justicia, verdad y santidad, y luchar contra las potencias antiteocráticas (demonios y hombres malos) con la ayuda de Dios.
La consecuencia es el castigo divino a la jerarquía y a los fieles de la Iglesia Peregrina en forma de falta de vocaciones sacerdotales y religiosas, apostasía, cisma y herejía de fieles (alejados o dentro de la Iglesia con graves defectos), pérdida de parroquias y conventos, pérdida de ingresos y patrimonio, y lo peor de todo, ya no intercede ante Dios por el mundo, pues es ya ahora una Iglesia del mundo, con el mundo y para el mundo, y es contra Dios, sin Dios, de los ídolos de este mundo. Lástima.
Don Salvador asegura el presente de la diócesis egarense. Pero el futuro aún debe acabar de definirse. Como ya se ha dicho, mucho dependerá del nuevo auxiliar. Tiempo al tiempo.
ResponderEliminarLo que está claro es que ni el Vaticano ha querido arreglar lo que no está ni mucho menos roto. A nivel eclesiástico catalán, Terrassa tiene una voz propia. Para algunos incómoda y para otros hasta insoportable. Pero nadie con dos dedos de frente puede negar que exitosa.
Le vienen al nuevo obispo algunos grandes desafíos que quizás puedan verse como oportunidades más que obstáculos. El nombramiento demuestra que en lo más alto nadie está en condiciones de poner palos en las ruedas a la vista de los resultados. Mis mejores deseos para el flamante Don Salvador. Que el Espíritu Santo, que consagra la catedral y la Virgen de la Salud, patrona de la diócesis, le iluminen y le guíen.
Anónimo 4:11,se imagina que a usted le quedaran menos años o meses que a ese señor al que usted denomina "pato cojo"? Quién sabe. La vida da muchas vueltas... El Señor no lo permita, claro. 🤭
ResponderEliminarLa expresión pato cojo se refiere al mandatario que le queda poco tiempo, tanto porque ha agotado los mandatos legales, porque se observa por las encuestas que va a perder las elecciones, o porque ya no se presenta más. El pato cojo, no obstante, gobierna hasta el último día. En cuanto a mí, p'arriba puedo irme al momento siguiente de enviar este comentario.
EliminarLo cierto es que me inclino por el comentario de Juan María y Unknown y mi impresión: una persona absolutamente plana como una superficie pulida, buena, continuista, que hará lo que el conjunto determine, un Vaticano que aparenta estar en las últimas (no nombra un obispo "nuevas primaveras" o "iglesias en salidas"), se pone a uno de la casa que ya se conoce de sobra y tiene fecha de caducidad cercana, y finalmente, cero experimentos caseros por aficionados: en resumen, un exceso de prudencia, un equilibrio de poderes, ya se ha perdido el ímpetu, y se pospone el estilo episcopal para el próximo Papa, que deberá de elegir a diversos obispos catalanes.
Pero la realidad será la que se demuestre en los próximos años.
Habra ganado la batalla.la masoneria? Esperemos.que no pero el olor.es a azufre.
ResponderEliminarNo era fácil la sustitución de Sáenz Meneses por la condición que ponía Omella a su candidato: cerrar el seminario de Terrassa y trasladar a los seminaristas al de Barcelona. Omella, como hizo con Sant Feliu, aceptaba que Terrassa nombrara también un formador e, incluso, un 'vicerrector'. Ante la negativa de 'su' candidato la opción más lógica (y la del Nuncio) era Cristau. Me parece un nombramiento de continuidad en una persona buena, cercana y nada más.
ResponderEliminarLo intentaron, pero no pudieron. Sant Feliu, al final, ha renunciado a tener voz y criterio propios. Terrassa se ha negado a someterse. Y Cristau aún se verá más o menos presionado durante un tiempo. Pero puede mostrar unos resultados más que dignos. Y eso pesa.
EliminarQuien no se arriesga no gana. Así lo ha entendido la diócesis egarense. Y aquí mencionar el respaldo recibido por el pueblo fiel y las fuerzas vivas locales, que a menudo se olvida y han tenido su peso a la hora de optar por la continuidad.
Queda aún mucho por hacer. Pero los cimientos son buenos y sólidos. A partir de ellos, hay que rematar el edificio para que el siguiente obispo tenga un mejor asiento. Esperamos que, con la ayuda de Dios, se llegue a esa culminación.
Un Obispo Germinante como Dios manda.
ResponderEliminarDon Ricardo lo dejó bien atado todo.
Hace unos meses preguntaba si alguien me podía informar y explicar qé son las Parroquias Germinantes; Obispos germinantes, y si hay alguna parroquia germinante en la Diócesis de Barcelona. Agradecería, pues, que alguien me explicara el término germinante.
ResponderEliminarMuchas gracias. A la primera `pregunta no recibí ninguna respuesta.