Parece que después de dos años en el cargo el nuncio Bernardito Auza se ha hecho con el puesto y en un mes se han sucedido las provisiones de vacantes episcopales a un ritmo tan frenético que han pasado de nueve diócesis sin pastor a únicamente dos. Actualmente, solo se hallan sin cubrir las de Calahorra-La Calzada--Logroño y Solsona, si bien en un mes ya serán cuatro cuando tomen posesión de Salamanca-Ciudad Rodrigo y Orihuela-Alicante los hasta ahora prelados de Plasencia y San Sebastián. Pero la velocidad en las designaciones ha alcanzado unos registros inusuales, dentro de la tradicional lentitud vaticana. Muy bien por el Nuncio que, además, tiene que lidiar con una comisión alegal con Omella y el jesuita Arana a la cabeza, que no se sabe bien quién la ha nombrado (oficialmente no consta su existencia) pero que pretende fiscalizar su misión y controlar las ternas que presenta a Roma. Algunas veces con éxito y las más sin él.
En cuanto a la Iglesia en Cataluña, una vez cubierta Terrassa de la forma más lógica y acertada, con el auxiliar Cristau pasando a ordinario de una diócesis que conoce a la perfección, quedaría la vacante de Solsona y la posible designación de nuevo obispo de Gerona, al haber presentado Pardo su renuncia por edad el pasado 26 de junio de 2021. Parece que hay consenso entre las partes que ahora intervienen en los nombramientos (Nuncio, Comisión Omella-Arana y Congregación de Obispos) que debe abordarse previamente la provisión de Solsona. Al designarse administrador apostólico al obispo Román Casanova se pensó en la idea de unir Vic y Solsona in persona episcopi, cual se acaba de efectuar con Salamanca y Ciudad Rodrigo y cual se viene efectuando con varias diócesis italianas. No era una idea desacertada. Sin embargo, el escándalo mediático de Novell y la oposición firme y decidida del obispo de Vic, al que endosaron un marrón considerable, han propiciado que se hayan iniciado los trámites para cubrir Solsona.
La voluntad de las partes que van a intervenir en la designación es no repetir el fiasco Novell. Ni obispo perteneciente a la diócesis ni obispo de estreno. Se habla de un auxiliar de Barcelona, pero la enfermedad de Vadell - que se va recuperando, aunque al ritmo lento de su grave dolencia- no aconseja que Omella se desprenda de Gordo o Vilanova que cada vez tienen más trabajo, aunque al cardenal no le designarían auxiliares, sino que más bien se los nombraría él mismo, con lo que los cambios no tendrían por qué ser complicados.
Mons. Francisco Conesa Ferrer
De no ser así, suena también con insistencia el nombre del obispo de Menorca, Francisco Conesa Ferrer, alicantino nacido en 1961. Foráneo, con suficiente experiencia, sin problemas de idioma y avalado por la triada de mallorquines con rango episcopal: Ladaria, Taltavull y Vadell. Además, se seguiría con la costumbre de que el prelado de Menorca recale en tierras catalanas. Así ha sucedido con sus últimos cinco obispos: Moncadas y Deig en Solsona y Ciuraneta, Piris y Giménez Valls en Lérida.
Cubierta Solsona ya se encararía Gerona. Con las renuncias por edad se le presenta más trabajo al Nuncio y a la comisión Omella-Arana que con las vacantes. De los nacidos en 1946, si se elude al cardenal de Barcelona que no va a cesar mientras sea presidente de la CEE, una vez aceptada la renuncia de Murgui en Alicante es Pardo el primero en la línea de salida. Cierto es que Blázquez nació en 1942, el de Tarazona en 1944 y quedan Osoro y Cañizares de 1945, pero, salvo el aragonés, los otros tres son cardenales y la aceptación de sus renuncias suele acometerse con mayor lentitud. La lógica empujaría a que una de las próximas remociones fuese la gerundense. No está nada claro. Ni el lugar es apetecible ni tampoco hay prisa en jubilar a Pardo. Se había hablado de la candidatura del obispo de Tortosa, máxime cuando sus pretensiones de ser trasladado a Alicante se han visto frustradas con el nombramiento de Munilla. Y parece que Valencia es caza mayor que buscan otras escopetas. Sus indisimulados deseos de volver a Levante se han malogrado. Le puede quedar Sant Feliú, que parece más digerible que Gerona, pero Cortés no presenta su renuncia hasta finales de octubre de 2022. Quizás piense que vale la pena esperar.
Oriolt
Pasar de Menorca a Solsona es una promoción escasísima.
ResponderEliminarEs pasar de una diócesis irrelevante a otra de irrelevante.
EliminarPor cierto, estuve hace tiempo en Menorca, y aquello parece una isla de la cápsula del tiempo, como Stargate yendo al pasado, eclesialmente hablando. Parece que bajó San Salvador Dalí, Sumo Portal Cósmico-Telúrico y Sublime Maestro Venerable Sutil de las Surrealidades Ampurdanesas, pues vi un convento (Monasterio de Santa Clara) y una parroquia (Sant Esteve, creo, y otra más) con unas decoraciones del altar que, simplemente, parecían puro arte psicodélico, vestidas las monjas (lo supongo, me dijeron que eran clarisas franciscanas) con unos hábitos que me dieron la impresión de pijamas de abuelas, color claro, sin toca o velo, y estuve mirándolas a ellas con su indumentaria extranísima y al rarísimo retablo, más que al Santísimo expuesto: pregunté qué era aquello del retablo, y me dijeron que era algo muy raro, que no lo entendían. De otro lado la referida parroquia con un mural cósmico años 1970, toda la decoración muy progre, que no sé si se lo copió de la escena final de "2001, una odisea en el espacio".
Por lo que me contaron por allá, al obispo de Menorca no lo tienen en cuenta para nada, ni siquiera el ministerio, pues le lijó todas las piedras exteriores de la catedral, nada menos que piedras del siglo XIV, y lo pueden ver por Street View de Google Maps, Catedral de Santa María de Ciudadela... allá lo verán, hala, piedras de 700 años lijadas por una tonta moda de la época...
Vi también, hace tiempo, a su vicario general, un hombre atareado p'rriba p'bajo, con cara de preocupado, o más bien, de que no le llega el reloj. Me dio la sensación de un sacerdocio, en general, tipicamente isleño, perdido en sus enredos, fosilizado en el tiempo del progresismo setentero, pero que es una delicia sociológica y antropológica para todo arqueólogo eclesial Indiana Jones para el estudio de usos y costumbres de tribus, clanes y chamanes diocesanos y religiosos. Esa fue mi impresión, con algunos oasis desperdigados aquí y acullá...
Desconozco al obispo de Menorca, pero sospecho, espero que no, que va a ser una nulidad trasladada en mudanzas de una isla a otra isla trabucaire, Solsona, allá donde pacen las huestes llaçindepes, encerradas en su mundo burbuja del Capità Esberginia i Coronel Pebrots...
"La lógica empujaría a que una de las próximas remociones fuese la gerundense. No está nada claro. Ni el lugar es apetecible ni tampoco hay prisa en jubilar a Pardo."
Eliminar.....
Según las estadísticas oficiales, la diócesis de Gerona tiene 880.000 habitantes y una superficie de 4.700 km2, como un cuadrado de 70 km. de lado, y cuenta 13 arciprestazgos y 382 parroquias. En el 2003 empezó la agrupación de parroquias y de las 36 agrupaciones programadas, en este 2021 ya hay 29 constituidas y las otras están en construcción, eufemísticamente "caminando en una espiritualidad de comunión y misión).
En diciembre del 2021, según la última cifra oficial, tenía 123 presbíteros diocesanos (144 en agosto del 2018), pero descontando a 7 en otras diócesis, 4 curas de otras diócesis y 7 del Opus dei (hace pocos años eran 11), pero hay un mínimo de 97 sacerdotes ya en la edad de jubilación, con un mínimo de 31 curas repartidos en 3 residencias sacerdotales. Sumando y restando, no llegan quizás a 90 los curas actuales, y casi todos achacosos. Según mis cálculos, los curas gerundenses tienen un promedio de edad de unos 75 años, y la media del año de nacimiento de todos los presbíteros es de 1946 (hace 10 años, por el 2010, el promedio de edad era de unos 71 años). El seminario diocesano sólo cuenta con 3 seminaristas, y desde abril del 2018, sólo se ordenó 1 sólo sacerdote (enero 2020).
Sólo para recordar la absoluta tragedia de Gerona, que técnicamente ya está hoy 2021 en la casi completa desaparición del sacerdocio, baste decir que según las estadísticas del sacerdocio gerundés antes del Concilio Vaticano II (allá por los años 1950), de la peor a la mejor, hoy deberían de existir este número de curas:
- si se establece un ratio de un capellán por cada 1.000 habitantes, deberían de haber 880 curas hoy en Gerona
- si es por cada 1.500, entonces tendríamos 586 presbíteros
Comparen con los menos de 90 que hay hoy y las 3 vocaciones y todos ancianos...
De otro lado, mis datos dicen que hay unos 40 seglares presidiendo la celebración de la Palabra los domingos (misa sin cura ni consagración) y unos 640 catequistas cubriendo la falta de curas.
Mis números dicen que Gerona cuenta con unos 380 religiosos, también en decadencia y extinción, repartidos entre 11 y 47 comunidades masculinas y femeninas respectivamente. En el catolicismo educativo, hay unos 42 centros educativos católicos con unos 22.000 alumnos: un verdadero erial en vocaciones sacerdotales y religiosas masculinas y femeninas.
La caída de los religiosos es enorme, y para el 2030 se habrá extinguido o quasiextinguido la totalidad de la vida religiosa, un gran desastre, pues el la parte orante frente a Dios intercediendo por el Pueblo y defendiéndolo de los ataques e insidias del diablo y los hombres malos, siendo los sacerdotes los proveerdores de los grandes sacramentos para la revitalización y progreso de la Iglesia, el bautismo y confirmación, el matrimonio, la confesión y la eucaristía, la extremaunción:
- RELIGIOSOS NO SACERDOTES: 20 (2020); 22 (2019); 26 (2018); 27 (2017)
- RELIGIOSAS: 365 (2020); 388 (2019); 413 (2018); 424 (2017)
Las cifras de los sacramentos son bajísimas, según dispongo de las cifras precovid del 2019:
- 2.073 bautismos (nacieron 6.745 en 2018), 2.524 en 2017
- 1.543 primeras comuniones (hay 9.080 niños de 9 años el 2019), 1.852 en 2017
- 327 confirmaciones (hay 8.597 jóvenes de 14 años el 2019), 419 el 2018.
- 537 matrimonios, 615 el 2018
- 4.315 exequias (hubieron 6.574 defunciones en 2018)
Gerona ya está en números rojos y en alerta de hundimiento total...
Es indudable que, para mí, la explicación a esta extinción del dinosaurado clerical en Gerona es más bien un castigo de Dios, una eliminación de toda una generación nacional-progresista. En efecto, los que conocen y están interesados en Gerona saben que es el clero más perdido espiritualmente para el catolicismo (las misas inválidas por no consagrar según la fórmula, en Gerona ya son demasiadas, y vistas desagradablemente por mí). Es un verdadero castigo que aniquilará a una generación malvada y perversa de presbíteros y religiosos, no quedará ni uno para que no pervierta ya nunca jamás más ni a los fieles ni a las vocaciones venideras. Pero en el ínterin, vamos a sufrir.
ResponderEliminarUnos ejemplos de este destructivo nacional-progresismo herético y enemigo de la unidad nacional de España, y que he visto desde los 1980:
1. En el 2002, un documento, firmado por 71 sacerdotes en activo de la diócesis de Girona, miembros del Foro Joan Alsina, en favor del celibato opcional, el sacerdocio femenino y la democratización de la Iglesia, tres peticiones heréticas y contrarias a las verdades de Fé católica. ¿Qué fue del Fórum Alsina? un club de curas retirados y jubilados.
2. En el 21 de septiembre del 2018, curas de Gerona firmaron la «Declaració sobre el referèndum d’autodeterminació convocat pel Govern de Catalunya el proper 1 d’octubre» (firma de 412 mosenes y 38 diáconos).
3. En el 15 de noviembre del 2018, volvieron otra vez a firmar la «Carta abierta de sacerdotes y diáconos catalanes a sus hermanos en el ministerio y a los obispos de España. Por el diálogo, el respeto y la justicia» (254 curas y 22 diáconos).
Gerona es, por tanto, una crónica de una desaparición y extinción anunciada, que tiene todas las causas absolutamente conocidas por los obispos y por Roma: la herejía del progresismo y modernismo, más el independentismo contrario a la unidad nacional de España. Es decir, el nacional-progresismo. ¿Quién se acuerda ya de Mn. Modest Prats, contertulio de l'Orquestra de Jordi Vendrell a Cataluña Radio, capitoste del nacional-progresismo gerundés?
Lo dice Dios, y Cataluña, tanto la Iglesia, el gobierno y el pueblo lo rechazó:
"Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles; si el Señor no protege la ciudad, en vano vigila el centinela.
Es inútil madrugar; es inútil velar hasta muy tarde y desvivirse por ganar el pan:
¡Si Dios mismo se lo da a sus amigos mientras duermen!
Los hijos son un regalo del Señor, el fruto del vientre es una recompensa..."
[y Cataluña, con el aborto, hace un monumento al asesinato de inocentes de 20.000 niños no nacidos cada año, 600.000 desde el primer aborto legal ¿y esperan la unción de Dios?]
Salmo CXXVII
Se equivoca usted con las cifras, que son mucho peores. Según las estadísticas de la CEE, el número de sacerdotes seculares en activo es de solo 34; el resto están jubilados. Piense que hay un solo cura para todo Figueres, que pasa de los 43.000 habitantes. Cómo se come eso? Es evidente que la atención pastoral tiene que ser muy deficiente, y más si se considera que los que hay son muy mayores y no tienen demasiadas energías. Si varios pueblos dependen sólo de ti, cómo lo haces? No puedes estar en varias iglesias al mismo tiempo.
EliminarHoy por hoy, aunque parezca increíble, es más apetecible ser obispo auxiliar en Terrassa que titular en Girona.
ResponderEliminarCualquiera que vaya a la diócesis gironina tiene por delante un trabajo ímprobo y poco agradecido. Es como empezar desde abajo con cimientos inseguros. Todo un desafío. Excelente si sale bien pero desastroso si sale mal. No sé quién encontrarán para ese "doble o nada".
Antes de nombrar un Obispo para Solsona, que hagan el favor de hacer un Exorcismo Magno.
ResponderEliminarY no ser tan condescendientes con el anterior Prelado, porqué él tema DA ASCO.
Solsona es una diócesis para un sacerdote recién ordenado obispo, no para el obispo de Menorca al que seguramente la iglesia le llame para cometidos más altos, hay que recordar que estuvo en la terna para ser arzobispo castrense. Lo más probable es que Solsona no se cubra en un tiempo, como ha ocurrido en Ciudad Rodrigo, ambos casos presentan similitudes, y más tarde sea unida a otra diócesis en la persona del obispo.
ResponderEliminarBastante tiene el Nuncio con las jubilaciones y las sustituciones de los cardenales de Madrid, Valencia y Valladolid como para cubrir Solsona…
ResponderEliminarFrancisco Simón Conesa Ferrer (Elche, Alicante, 25 de agosto de 1961), con 60 años de edad, y por tanto, con un futuro de 15-19 años de activo, es el actual obispo de Menorca desde el 2016, su primer destino episcopal.
ResponderEliminarSu Alma Mater Studiorum («madre nutricia de los estudios») fue el Seminario Mayor Teologado de Alicante y la Universidad de Navarra. Realizó dos tesis, una titulada "Dios y el mal. La defensa del teísmo frente al problema del mal según Alvin Plantinga" y la tesis «Fe y conocimiento. Estudio sobre el valor cognoscitivo de la fe en la filosofía analítica», lo que amerita que conoce el bien y el mal y la fe e increencia, en teoría.
En la CEE es miembro de la Comisión Episcopal de Doctrina de la Fe desde marzo de 2017. Ha sido profesor del Seminario y de Teología en Navarra. Constan unas 7 obras referidas sobre la Filosofía de la religión, la Teología fundamental, la relación entre fe y razón, el problema del mal, la Teología de las religiones, la increencia contemporánea y el Misterio de Elche.
Ello implica que es, en teoría, una persona competente, pero también no obsta el hecho de que se encuentre en una diócesis cuya importancia es nula y donde el cargo de obispo no cuenta para nada. Es, en mi opinión, un lugar para formar a un sacerdote en la burocracia episcopal, y si es competente, para ir a otros sitios. Pero ojo, es también responsable en su parte que le toca del actual peor gobierno que nunca jamás haya tenido la Iglesia, el pontificado de Bergoglio.
Por lo tanto, él como cualquier otro obispo que venga, lo hará con el tanto de culpa que tiene por la actual pésima situación de la Iglesia en el terreno moral, fideístico, litúrgico y eclesiológico.