No es un montaje, de esos que salen últimamente en los memes burlones, para reírse de un club que está en una situación económica crítica y que ante la dificultad de fichar caros futbolistas tiene que tirar de la cantera o echar mano de un futbolista de 38 años como Dani Alves, a coste cero por su contratación y que jugará casi gratis. La foto es real, aunque lógicamente el abad de Montserrat no se va a vestir de corto para dar patadas al balón, simplemente ha recibido la visita de la directiva azulgrana en el monasterio, que le ha obsequiado con una camiseta con su nombre a las espaldas.
La foto no tendría más trascendencia más allá de la broma fácil de que parece que viendo lo complicadas que están las cosas en "Can Barça", la directiva ha ido a pedir ayuda divina, para ver si se para la dinámica negativa en la que hace unos meses ha entrado. Pero ya sabemos que hay algo más que eso y son las conexiones irrompibles entre Barça, Cataluña nacionalista y Montserrat. El abad Manel Gasch dijo al tomar posesión que quería que el monasterio fuera un lugar abierto a todos, pero parece que sigue habiendo distinciones, a unos más que a otros.
Porque la visita de la directiva azulgrana parecía una visita de Estado más que una visita protocolaria como la de tantos grupos que suben a la montaña santa, Tanto el abad Gasch como el prior Bernat Juliol se desvivieron para dar una buena acogida a los visitantes, como si se tratara de personajes importantísimos para el monasterio. Laporta saludó uno a uno a los "escolanets" con la mano, y eso que estamos en pandemia.
Laporta dando la mano, uno a uno,a todos los "escolanets" de Montserrat
Es evidente que el F.C. Barcelona es el club con más simpatías en Cataluña, pero hay muchos catalanes que no profesan esa fe deportiva, hay bastantes del Español, del eterno rival el Real Madrid, y de otros equipos como el Atlético, Sevilla, Betis... Si no se va con cuidado, se acaba cayendo en el tópico de que para ser buen catalán hay que ser nacionalista, del Barça y devoto de la Virgen de Montserrat, como si esas tres condiciones fueran inseparables. Haría bien el nuevo Abad en empezar a demostrar que él está por todos, también los que no son del Barça y los que no son nacionalistas catalanes muy maltratados por su antecesor el abad Soler.
Y es que esta noticia no es un hecho aislado, hay múltiples conexiones históricas entre el cenobio y el club azulgrana. Así por ejemplo, el F.C. Barcelona decidió celebrar su 75 aniversario en Montserrat, cuando aún vivía Franco, porque eso le permitía actuar con completa libertad para vincular los colores azulgranas con el nacionalismo catalán, en un terreno propicio, que además quedaba bien aislado y sin posibilidad de que el gobierno y la policía pudiera hacer nada, ya que era inviolable espacio religioso.
El pillo de Jordi Pujol aprovechó la circunstancia para fundar en ese momento su Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), con la excusa de que se estaba celebrando el aniversario "culé", se estaba montando en el monasterio de Montserrat el que después acabaría siendo durante muchos años el partido hegemónico en Cataluña, nacía un partido político en un espacio sagrado y con la tapadera de una conmemoración deportiva.
Marc Taxonera, fallecido en 2014, fue clave en la fundación de Convergència.
Para llevar a cabo esa fundación, Pujol contó con el apoyo total y absoluto del monje Marc Taxonera (1919-2014), que fue el que preparó desde Montserrat el nacimiento del partido. Ese monje, como otros, de padres conservadores, tuvo que refugiarse con su familia en Pamplona, huyendo de la persecución de la FAI. Y como era de esperar fue uno de tantos religiosos que acabaron recibiendo de manos del President la famosa Creu de Sant Jordi.
La historia de Montserrat está demasiado manchada de implicación en el nacionalismo catalán y de una vinculación demasiado estrecha con el club azulgrana, esperemos que lo de la visita de Laporta y su junta no sea más que un detalle, y que el nuevo abad cumpla lo que dijo y haga de ese lugar tan querido por todos los catalanes, independientemente de sus afectos políticos o deportivos, la casa de todos.
Francesco Della Rovere
"se acaba cayendo en el tópico de que para ser buen catalán hay que ser nacionalista, del Barça y devoto de la Virgen de Montserrat, como si esas tres condiciones fueran inseparables."
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El Barça, Montserrat y la Generalidad son ahora tres decadencias absolutas que se autosostienen en su degradación. El Barça está arruinado, con un estadio envejecido, sin plantilla y necesitará años. Montserrat sigue en su imparable decadencia y extinción como orden benedictina, carente de reemplazos vocacionales que cubran las bajas; la Generalidad independentistas de los carlistas de ERC (ultraizquierda) y los liberales de Junts-PdCat (ultraderechistas), han sido derrotados total y absolutamente en su proyecto independentistas, el prusés: nos engañaron, todo fue mentira, ni pudieron y ya no podrán más.
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Se dice que cada 100 años, se renueva toda la población; los que nacieron en el 1920, los que fueron los últimos soldados de la II República, la quinta del biberón, los que tenían 18 años en la ofensiva sangrienta del Ebro en 1938, y que causó entre 30.000 a 7.500 muertos y 20.000 heridos al ejército rojo, en su mayoría de aquí, Cataluña, hoy en día sólo quedan 340 hombres mayores de 100 años: en muy poquitos años más, desaparecerá totalmente el último soldado de la República, y por tanto, todo recuerdo vivo de la guerra civil, como en el 2010 desapareció toda la generación de la II República y la Generalidad de Macià y Companys (Heribert Barrera muere el 2011, Tarradellas murió en el 1988). Y en el 2030 desaparecerá todos los que vivieron el franquismo de posguerra, el más duro. Y en el 2080, todos los que vivieron la transición.
Pero se dice que las guerras civiles acaban sus efectos hasta pasados 150 años: en Cataluña y España, para la década del 2080. De hecho, son 5 generaciones largas (de 30 años) y 10 generaciones cortas (15 años). Es decir, que para el 2080, más o menos, se habrá acabado toda la generación que conoció la posguerra, el franquismo y la transición (1977-79). Los insultos que lanzan los hijos y nietos de la burguesía del franquismo, "fachas", "fascistas", "franquistas", carecerán de total significación para esta generación del 2080, si es que no se acaban antes los efectos del franquismo, quizás por el 2030-2040, por causa de su abuso.
De hecho, durante el Alzamiento Nacional de 1936, resonaba en la Cataluña rural las luchas contra los burgueses liberales masones de Barcelona y Madrid, las guerras carlistas (1830-44; 46-49, la de más impacto; la de 1872-76; y la cuarta, 1936-39) contra estos sinvergüenzas ladrones, los llamados escarabats (cucarachas) o negres (negros), en referencia al vestido de frac con que se vestían estos atracadores de guante y cuello blanco, la burguesía liberal masona barcelonesa y madrileña, con sus Desamortizaciones de los bienes eclesiásticos (Mendizábal se compró un bien eclesiástico), o con sus compras de bosques, areneras, tierras de cultivo, minas, riberas de río, molinos... para poner sus industrias textiles y sus colonias de trabajadores que eran explotados en trabajos extenuantes en sus máquinas de vapor (algunos niños, en Tarrasa y Sabadell, eran atados con cadenas a las hiladoras, para que sus manos pequeñas estuvieran siempre separando hilos), mientras que otros, como la estirpe de Artur Mas, se dedicaba al transporte naval de esclavos. O Aragonés, que proviene de una familia franquista de hoteleros, de los cuales presumiblemente ha salido en parte su fortuna y sus privilegios de clase. Y es que no nos acordamos de nuestro pasado, por eso queremos hacer una ley de memoria histórica que lo borre.
Las bullangas de Cataluña contra la Iglesia en 1835, donde el populacho liberal cantaba “Mentre hi hagi frares, mai anirem be” (‘Mientras haya frailes nunca iremos bien’) o los llamaban “paparres” (‘garrapatas’), y la destrucción del archivo y biblioteca del Monasterio de Ripoll en 1835 (una posible incursión de los migueletes de Barcelona que habían quemado conventos, pagada por los burgueses liberales para hacer desaparecer documentos con derechos económicos del Monasterio), fueron sin duda los antecedentes más tempranos del anticlericalismo genocida de la II República y la Generalidad de Companys en 1931 (quema de conventos), 1934 (destrucción de patrimonio eclesiástico en Oviedo) y 1936-39.
ResponderEliminarA ello se suma el primer Gran Genocidio de católicos en la Vendée y la Revolución Francesa por parte de los ilustrados revolucionarios (1789-1792), y sobre todo, el siguiente Gran Crimen de Lesa Humanidad contra los bienes civiles y eclesiásticos, protagonizados por la Comuna de París (1871), verdadero destructor de archivos, bibliotecas y patrimonio al grito de los comuneros socialistas y anarquistas de "que no quede nada", la cual fue inspiración del terrorismo anarquista en España y Cataluña y del Gran Genocidio de 1936-39: 1893, atentado del Liceo; 1896, atentado del Corpus de Barcelona, y otros en España (1878-1923), con el asesinato del arzobispo de Zaragoza en 1923, más el pistolerismo anarquista atracador (1931-1935) y genocida (1936-1939) junto con socialistas (PSOE-UGT de los marxistas Largo Caballero y Prieto), PCE-PSUC estalinistas, POUM de Andreu Nin trosquista, la CNT-FAI y los revolucionarios ERC y republicanos.
El falso historicismo catalanista preconiza una Cataluña del consenso y del diálogo, terra del pactisme, falsa propaganda para venta al exterior (Europa y EEUU), pero que no puede ocultar que Cataluña ha sido una tierra muy violenta y autodestructiva consigo misma, en plena guerra civil constante desde 1830, que sólo tuvo una paz y seguridad durante los 40 años del franquismo para que se pudiera construir en algo más de una década, los 15 gloriosos (1961-1975), toda la clase media actual, la primera verdadera modernización moderna de España y Cataluña.
El encadenamiento sin descanso generacional de guerras civiles en Cataluña durante 190 años, desde 1830 hasta 1939, y finalizando en la actual guerra civil incruenta del independentismo (2012-2019), que eclosionó en el golpe de Estado y sedición del 2017, está desgastando y erosionando a Cataluña en todos sus frentes: lingüístico, cultural, reputacional, económico, social y político.
Cataluña y Barcelona son sólo ahora vulgares ruinas humeantes y decadentes de lo que fueron durante los 1990-2000, con los peores gobernantes que nunca jamás se hayan dado en democracia: Colau, Aragonès, Junqueras, Puigdemont, Mas y Pujol (éste sólo destacando por ser creador de la Generalidad moderna). Barcelona, la que antes se decía que era una de las ciudades más importantes del mundo, ahora está olvidada y aplastada por la crisis, atenazada por el pecado social del aborto, de la ideología de género y del relativismo moral, con una Iglesia prostrada al mundo y sin unción espiritual de Dios por seguir a los ídolos de este mundo.
¿Cómo nos saldremos? Pues sólo con Jesús, dado que es el único que conoce el interior de todos los corazones (la parte más íntima, incluso desconocida por nosotros), y que sana y cura los males del pueblo, pues sin Jesús nada podemos, y en vano se edifica y vigila la ciudad si no la construye y protege Dios...
Estoy de acuerdo en que el actual abad, si no quiere acabar en la misma trampa que su predecesor, debería dejar bien claro y en público, que recibirá exactamente igual a cualquier directivo que se acerque al monasterio. Del Espanyol, el Real Madrid o del club deportivo que sea.
ResponderEliminarLuego, si de verdad no se hace ninguna distinción, podremos decir que el cenobio ha recuperado de verdad la hospitalidad cristiana que perdió hace tiempo.
Veo muy desmejorado al La porta ese.
ResponderEliminarPor cierto, al abad Mitrado, le hubiese gustado más una pelota que una camiseta.
Eso seguro.