Como sea que la festividad de San Lorenzo cae en pleno éxodo vacacional del mes de agosto, la comunidad barcelonesa que lo tiene como patrón traslada normalmente su celebración al segundo domingo de noviembre. Este año, además, se conmemoraban los 75 años de la fundación de la parroquia, por lo cual se organizó fiesta grande, cual era obligado. Fiesta grande a la que se invitó al cardenal-arzobispo de Barcelona, Monseñor Omella. El párroco, Mn. Jaume González Padrós, había venido preparando a los feligreses para que la efeméride se celebrase con especial lucimiento y creo que el éxito sorprendió a la propia empresa: 400 personas en una misa no suele ser una cifra normal por estos pagos. Pues ahí estaban, en este domingo otoñal, en la parroquia de Sant Llorenç, para satisfacción de su rector y de toda la comunidad de fieles. Obviamente a ello contribuyó la presencia del cardenal barcelonés, al cual le reservaban plaza de aparcamiento con una silla delante de la iglesia y, en lugar de presentarse con su Nissan Qashqai, se les acercó en metro. Pero sin el ahínco y el celo de Mn. González Padrós no se habría conseguido esa extraordinaria participación.
La parroquia fue erigida canónicamente el 16 de junio de 1946 por decreto del obispo Modrego (otro aragonés, dijo Omella). Inicialmente se llevaba a cabo el culto en el Patronato Jesús Nazareno de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl de la Avenida de Roma hasta que se edificó el actual templo de la calle Entenza. La primera piedra se colocó en 1954 y no estuvo acabado hasta 1966. Es un templo tan original como bello, con una amplia nave sin columnas, de una gran visibilidad y luminosidad natural. Destacan las dos tallas de madera de San Lorenzo y la Virgen con el Niño obra del escultor Josep Mª Subirachs. Un templo limpio, cuidado, espacioso, de aquellos que invitan a entrar.
Mn. Jaume González Padros, doctor en liturgia y consultor de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, no solo es un liturgista de renombre, sino un párroco abnegado, muy celoso de la porción de rebaño que le ha sido confiada. Persona culta, muy formada, para nada engreída; lleva 15 años en la parroquia, absolutamente solo, sin otra ayuda que la de un salesiano en los inicios y ahora con la de otro cura de campanillas de la diócesis, Mn. Pere Montagut, que acude a celebrar algún domingo que otro. En esos 15 años, en los que la secularización ha venido avanzando sin tregua en la diócesis de Barcelona, Sant Llorenç ha sido uno de esos atípicos oasis en los que aquella no ha campado por sus anchas. ¡Algo tendrá que ver su párroco! Algo tendrá que ver su dedicación diaria, su esmero litúrgico, su rica capacidad homilética, su buen trato e incluso ¡su ortodoxia en fondo y forma! Porque Mn. Jaume es de los que habla claro, con mucha educación, pero sin someterse a la dictadura de lo políticamente correcto.
A la misa de este domingo acudieron varios presbíteros: su antecesor en la comunidad, Mn. Joan Rodríguez, hoy Canónigo de la Catedral; Mn. Xavier Pagés, rector de la vecina Miraculosa; Mn. Marc Labori, secretario del cardenal y el citado Mn. Pere Montagut; contando con la asistencia del diácono Mn. Alfonso de Alarcón. Omella pudo cerciorarse de la existencia de una parroquia viva y dinámica. Sin embargo, esa parroquia viva, si nadie lo remedia, va a ser suprimida como tal, según el plan de reordenación pastoral. El arzobispo de Barcelona venía a presidir la celebración de los 75 años de una parroquia, a la que no se podía desear aquello de que “cumplas muchos más”. El cardenal, que sabía el terreno que pisaba, dijo en su homilía que qué más da que la comunidad sea jurídicamente parroquia o centro de culto, que lo importante es que esté llena de vida, recen juntos, hagan labor social, bla bla, bla… Entonces, si no es importante por qué se suprime. Si esa parroquia, que ha cumplido 75 años, sigue plenamente activa, bajo el impulso de un buen párroco y con la ayuda de unos fieles bien dispuestos, cual se pudo comprobar este domingo, a qué fin suprimirla jurídicamente.
Mientras asistía a la celebración pensaba qué menuda paradoja era aquella de conmemorar el aniversario de una parroquia a la que le van a dar la puntilla. La feligresía que estaba informada de los planes episcopales solo tenía un ruego para el cardenal: que reconsidere la decisión de suprimir Sant Llorenç como parroquia. Máxime cuando este domingo pudo comprobar su vigor y buena salud. Todavía no se ha aprobado el proyecto de reorganización parroquial y se está a tiempo. No deben cercenarse las plantas que dan savia.
Oriolt
Un templo heredado de los tan denostados años del mal llamado "nacionalcatolicismo", de cuyas rentas la Iglesia sigue viviendo en buena parte.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el Señor Hermenegildo.
Eliminar"Pero sin el ahínco y el celo de Mn. González Padrós no se habría conseguido esa extraordinaria participación."
ResponderEliminar1. Para muchas parroquias, diría que la mayoría de las 208 de la diócesis de Barcelona, tener un arzobispo se ha convertido en una maldición multiplicadora: al ser nombrado Cardenal va para Roma, al ser nombrado para "algo" de la CEE va para Madrid, y si además tiene algún carguito o carguitos en la Curia va a Roma por partida doble, triple, cuádruple...
Ser arzobispo de Barcelona es ya un cargo político, para nada eclesial. ¿Dónde está Wally?. La lógica de los primeros apóstoles y obispos, y de los buenos obispos de todas las épocas, de los que se dicen de ellos "Visitó repetidas veces toda su diócesis, de la que nunca salió, y dio buena parte de su patrimonio para el sustento de los pobres", ha desaparecido desde hace muchos años en Barcelona: Toribio de Mogrovejo, San Antonio María Claret, San Juan Pablo II en Cracovia serían tres modelos ejemplares que deberían de venir a Barcelona...
Un arquetipo de vida apostólica: "Toribio de Mogrovejo les respondía que «Cristo es verdad y no costumbre», y empezó a atacar fuertemente todos los vicios y escándalos. Las medidas que tomó contra los abusos que se cometían le atrajeron muchas persecuciones y atroces calumnias. Sin embargo, prefirió callar y solía decir: «Al único que es necesario siempre tener contento es a Nuestro Señor».
Un arzobispo debería de venir a estas poquitas cosas que son las parroquias. Sí, ya sé, no son los cargos fardones de Roma y Madrid donde se arreglan los problemas de la galaxia y del cosmos, hablando con los senadores planetarios y el Emperador. Pero son 208 parroquias, y debería como apóstol venir a todas las parroquias, ÉL EN PERSONA, no a través de obispos auxiliares, y confesar y oír a los fieles de una forma en la que se aceda a él en libertad individualizadamente y no de manera preparada, y se enteraría de la realidad de las parroquias si quiere.
Está muy mal esta visita, en mi opinión, es un grave error estratégico, pues si es bueno para los parroquianos beneficiados, en realidad está diciendo que el arzobispo sólo va en persona a una parroquia si el rector es un aureolado especialista por la Supergregoriana de Bizancio y con el templo bonito, iluminado y limpio, con la tropa y oficialidad formada en traje de gala con las respuestas aprendidas de memoria por si el general se digna a entablar conversación. En nuestra parroquia tenemos aún el "Bienvenido Míster Marshall" colgado desde hace decenios, sino siglos, lleno de polvito secular...
Y la sensación es que se abandona a las parroquias a su propia desaparición. Unas tienen excelentes curas, otros mediocres... con una supervisión episcopal que es del todo inútil e incompetente, sino ausente... ¿Esto quiso Jesucristo? Desde luego que no...
Sí, ya sé, asusta pensar que se debe uno de rebajar a ir a las parroquias, y más a las que son duras y difíciles, y no son agradables de ver ni de estar, donde no hay nada preparado, sobre todo ver la miseria de algunas, muchas, ver su decadencia y extinción, ver cosas feas y malas, que no es el Barcelona posa't guapa i maca, y multiplicar la desolación y decrepitud por 10, 100... pero para eso aceptamos libremente ser arzobispo, ¿no?...
2. Se reitera en el error sistemático y estructural de no convocar un sínodo sobre la agrupación de parroquias, asignación de recursos humanos y económicos y delimitación parroquial. Pasamos del error de la redacción en petit comité de tres, para seguir por el Error de consolidar las agrupaciones, después de una consulta clerical cerrada entre el arzobispo con los curas.
ResponderEliminarEl sínodo es un ir juntos a la santificación, y sirve para tratar cuestiones pastorales, no dogmáticas, que afectan al Pueblo de Dios, por eso el canon 1752 CDC dice "teniendo en cuenta la salvación de las almas, que debe ser siempre la ley suprema en la Iglesia", y el canon 529.1 dice que "el párroco debe procurar conocer a los fieles que se le encomiendan", o sea, conocerlos para salvarlos. Y así, docenas de normas...
Se está haciendo un Sínodo de la sinodalidad y, de otra banda, tenemos que esta sinodalidad no se aplica en absoluto en Barcelona:
a) ni en el traslado de los curas de una parroquia a otra
b) ni en la agrupación de parroquias y delimitación territorial
c) ni en las políticas de información y transparencia en materias de interés general
No sabemos cuál es el gasto medio y desglosado de tener abierto el total de las 208 parroquias, no sabemos qué cuantía hemos de destinar de urgencia y ordinariamente, sabiendo que las recaudaciones de Germanor son insuficientes, como lo es el IRPF y las donaciones diarias, y eso sabiendo que Barcelona tiene muchos sacerdotes, 160 diocesanos en activo y 228 jubilados, más 395 sacerdotes religiosos.
No es problema de curas, es problema económico: cuál es el coste de cada parroquia, al mes y al año, es una obligación de transparencia e información... ¿Hace falta un millón de euros más? Eso son 2.800 euros al día, repartidos entre cientos de miles... ¿Se puede hacer o no?... Pero claro, se cerró toda iglesia durante 3 meses y Semana Santa del 2020, y se dijo frívolamente que no importaba, que se podía ver por la tele, internet u oír por la radio... el mensaje era claro: la Iglesia vivía del aire, nada importaba...
No sabemos cuál es el patrimonio global de la diócesis de Barcelona, pues tiene mucho patrimonio inmueble (cerca de donde vivo hay un edificio del arzobispado), y no sabemos cuál es el manifiesto de intenciones finales del arzobispo ni del aparente grupo de poder y presión que promociona las agrupaciones al margen de las sinodalidad.
La vida de una diócesis moderna se debe de hacer combinando la sinodalidad, la clericidad y la episcopalidad, pues todos, algunos y uno, dentro de cada función eclesial, tiene su propio papel en el gobierno conjunto y global.
Hay muchas preguntas:
- ¿Dónde está esta sinodalidad prometida?
- ¿Por qué no se hace una sinodalidad para tratar de las agrupaciones parroquiales?
- ¿Dónde está la transparencia e información económica del gasto medio y desglosado de todas las 208 parroquias?
- Si la agrupación sólo es por motivos económicos ¿por qué no se motiva el gobierno episcopal para hacer un plan misional-financiero dentro de Barcelona?
- ¿Por qué Omella no visita a las parroquias, sean agradables o no, de forma no preparada, a todas sin excepción, y se entera de la verdadera realidad por sus propios ojos?
- ¿Por qué el cargo de Arzobispo de Barcelona está literalmente ahogado y estrangulado por el politiqueo de Roma y Madrid?
- ¿Por qué no se hace vida episcopal tal y como quiso Jesucristo y tal y como la hacían Mogrovejo, Claret y Juan Pablo II?
- ¿Por qué el arzobispo no visita a todas las 208 parroquias y se informa de la realidad?
- ¿Por qué el arzobispo no visita a todos los conventos y monasterios, así como colegios católicos y otros centros, para que vea y se entere de la verdad de lo que están haciendo?
- ¿Por qué se vive en clericalidad y episcopalidad y no además en sinodalidad, y sólo se cuenta con el laicado más que en el momento de pedirle que afloje la mosca, el donativo?
He oído que Omella pide perdón. Vamos a poner un poco de precisión.
EliminarLa agrupación de parroquias sí es tema de sinodalidad, porque es una cuestión pastoral que afecta a materia grave (parroquias) y causa perjuicio grave (pérdida del rector). Punto final.
Pero si fuera maquiavélico, vería la oportunidad de descargar la responsabilidad en el sínodo, como hacen los políticos con la democracia, que culpan al ciudadano por votar o no votar, y por votar nulo, en blanco o a un partido parlamentario o extraparlamentario: "Tú tienes la culpa por haber votado esto, y por no haber votado lo contrario". De ahí aquella fina ironía que dice "que te vaya bien lo votado". La democracia ha acabado pervirtiéndose inculpando siempre al ciudadano que vota, no al político que gestiona y ha sido votado...
La cuestión de la agrupación de las parroquias empezó muy mal cuando Omella nombró al petit comité de los tres Ocultos Señores de la Sombra, faciendo e desfaciendo parroquias y territorios.
El ninguneó empezó dando la espalda a todo el mundo luego se ha corregido parcialmente ninguneando a todo el pueblo de Dios que no fuera rector de parroquia, en una política pura y dura de ultraclericalismo.
El ninguneo de todos los que no son rectores continúa haciéndose patente y vigente. Me parece totalmente inmoral que se hable de sinodalidad pero de otro lado la agrupación pueda continuar tal y como ha sido planificada por los Tres Caballeros Oscuros, olvidándose de todo el Pueblo de Dios y de sus reivindicaciones, y también es totalmente irresponsable la actitud del arzobispado por negarse a convocar un sínodo y permitir la continuación de una planificación antisinodal.
También es totalmente irresponsable la intención de los responsables de la agrupación de no tener un plan económico, financiero y presupuestario que permita el sostenimiento individual y en comunidad de las 208 parroquias: la totalidad de las fuentes de ingreso actuales son patentemente insuficientes, lo que implica la inevitabilidad de la venta del patrimonio inmobiliario y de las mismas parroquias, y es absolutamente inexistente la transparencia e información económica que proporciona el arzobispado de Barcelona: no sabemos el monto del costo global de las parroquias ni cuál es el gasto pormenorizado y desglosado de cada una de ellas.
Y ello es así porque según dice el arzobispado unas veces alega que el problema sólo se debe a la falta de dinero y otras veces dice que es sólo a la falta de sacerdotes: ¿en qué quedamos?
De otro lado no hay absolutamente ni una palabra del arzobispado, ni siquiera de toda la clerecía, ni tan siquiera de la clerecía revoltosa que firma manifiestos de independencia por aquí y por allá, sobre las implicaciones espirituales gravísimas que representa que las parroquias se queden sin rector y sólo servidas por unos anónimos vicarios volantes, o que sólo se abran dos horas al día, o que se degraden a simple centros de culto sin misas, o a que simplemente se cierren y se alquilen por 100 años y se vendan, pues todas estas medidas consideradas en su globalidad representarán a ciencia cierta el inicio del fin del catolicismo en Barcelona, porque no se abordan los problemas teológicos profundos de fondo, y esto es una absoluta inmoralidad y antijuridicidad, además de ser una absoluta falta de competencia técnico-científica de análisis de la realidad. No es el silencio de los corderos es en silencio de los cobarderos, indiferentes, malos pastores, la conjura de los necios, la cacocracia de los ineptos, incompetentes e incapaces...
Quién conoció el desarrollo del Concilio Vaticano segundo sabe muy bien que hubo un grandísimo interés que contrasta con la absoluta inanidad de los momentos actuales, pero la situación objetiva de hoy en día, 2021, es muchísimo más pésima que 1960 y de una manera ilógica irracional no hay ninguna reacción, y al laico se le tiene más apartado qué aquella parte de obispos medievales que eran príncipes y cometían el abuso de nunca jamás tomar posesión de su residencia episcopal...
Antes de la pandemia, el Sr. Cardenal visitó la parroquia considerada principal de una importante ciudad del área metropolitana de Barcelona,cuyo párroco está muy en boga en la actualidad.
ResponderEliminarAnte mi sorpresa, la asistencia apenas alcanzó el cincuenta por ciento del aforo. Qué pasó? Pues que la comunidad castellano parlante se abstuvo, sin que ello supusiera, que yo sepa, ni la más mínima autocrítica por parte de los sesudos organizadores, llámese consejo pastoral. No es de recibo que en una zona dónde más del setenta por ciento de la población habla castellano, no se pronunciara, como era de esperar, ni una sola palabra en ese idioma durante la Misa.
Al finalizar la ceremonia tuve la oportunidad de hablar unos segundos con el cardenal Omella y le dije que sentía la poca asistencia que, sin duda, tenía que ver con el desprecio que se efectúa sobre un determinado colectivo ( sin dar más detalles). Su eminencia sonrió y pasó al siguiente que esperaba en el besamanos.
Pero lo que son las cosas ( en el pecado se lleva la penitencia) desde entonces y aunque ahí esté la pandemia, lo cierto es que la asistencia ha bajado hasta alcanzar poco más del veinticinco por ciento del aforo. Como diría mi abuela, que luces que tienen!. Cuanto daño hacen estos consejos parroquiales con el beneplácito, en la mayoría de los casos, de los rectores de turno.!
Y así nos luce el pelo...
Si es correcto lo que dice, demuestra que Omella lo sabe y no hará nada más que exhibir una sonrisilla tontuca y nada más...
EliminarLa Iglesia siempre será un pequeño rebaño, lo dijo Jesús. Mucho mejor pocos y buenos. Y si son sencillos, mucho mejor!
EliminarMossèn Gonzàlez Padrós es Doctor en Liturgia y a bien seguro tiene un cuidado exquisito en sus celebraciones.
ResponderEliminarCreo que todos los que visitamos esta página somos un poco conservadores y sabemos que el servicio al altar es clerical y por tanto lo deben realizar varones. Hacerles notar que en la segunda fotografía, donde aparece el altar, el "acólito" tiene un aspecto bastante femenino.
De ninguna manera voy a hacer de esto una crítica negativa, sinó un apunte de la complejidad en la que estamos viviendo.
La verdad que no entiendo nada de lo que se está hablando en los comentarios. Son comentarios muy exclusivos de los círculos clericales que los pobres fieles de a pie, no sabemos ni de que se habla.
ResponderEliminarYo personalmente ignoraba la existencia de la parroquia que habla el articulo.
Pienso que G. G. es solo para un circulo muy reducido y cerrado de sacerdotes y los demás nos quedamos fuera o entendemos muy poco de lo que se habla
Y la bandera vaticana, Oriolt. Plenamente de acuerdo con el santo mártir Paciano, que se definía por ser discípulo de Cristo. Cuando a la derecha se nos informa del infame comportamiento del cura de Cardona, el comportamiento de ese párroco de san Lorenzo es una ráfaga de aire fresco.
ResponderEliminarNuestro simpático Arzobispo ha decidido ser el sepulturero de un moribundo. El enfermo - la diócesis de Barcelona- ya estaba terminal cuando él llegó. No es que no haya hecho ningún esfuerzo por reanimarlo sino que sin aplicarle paliativos y sin esperar a que se muera,no le aplica la eutanasia,sino que lo sepulta cuando aún respira en algunas comunidades diseminadas pero vivificantes. Parecía que algo revivia en nuestra diocesis cuando ibas a algunas parroquias de Barcelona. Fue un espejismo. El espectro de Parca no espera nada...da por perdido todo...solo ve inmuebles negociables...curas incómodos que aún tienen fe...pero la cuenta atrás es inexorable y hemos de abrir paso a la devastación de lo que quedaba. Cincuenta años devastando la Iglesia de Cristo, ¿para qué esperar más? Mejor matamos a la anciana madre nosotros mismos y nos quedamos con sus ahorros...
ResponderEliminarYo me alegro mucho de la laicidad (católica) de los últimos años en España,ya es hora de que la gente sepa distinguir que es cristianismo de lo que es "Religión". La Iglesia primitiva duró los primeros III siglos.. Después el emperador Constantino la convirtió en una religión de Estado, mezcla de judaísmo, cristianismo, paganismo y derecho romano.. Es hora de derribar la religiosidad y que la gente tenga fe en Cristo a través de su Palabra (la biblia) y nada más.
ResponderEliminar«Tu es Petrus, et super hanc petram aedificabo Ecclesiam meam;...»
EliminarAMIEES
Anònim de les 19:39
EliminarPlanament d'acord amb el seu comentari. No pot ser més assenyat i amb un profund sentit Cristià.
19:39, que hace un Luterano dando lecciones de Catolicismo???
ResponderEliminarA veces en algunos comentarios hay mucha "religiosidad" y gran escases de cristianismo.
EliminarAnonimo:22:45 Yo, que NO soy luterano,añadiría que en los tres primeros siglos no hubo UN cristianismo, coexistieron al menos cuatro o cinco,si no más, que fueron derrotados y por lo tanto perdidos o silenciados(carprocracianos,ebionitas,docetas,gnósticos,marcionitas etc,etc) por lo que dicho anónimo no sólo tiene cierta razón.A mi modo de ver,se ha quedado corto (quizás interesadamente).Lo siento pero así es la historia.Solo hay que leer a S.Justino,S.Hipolito,S.Ireneo etc.Leyéndolos se ve,claramente,que había más de un cristianismo.
ResponderEliminarAl 19:39 le diría "la Biblia y nada más" ¿seguro? ¿Que hacemos con el tiempo que va de Jesús hasta que queda fijada definitivamente la Biblia tal como la conocemos?.El kerigma se transmitió inicialmente por tradición oral.
La Iglesia es una, santa, católica y apostólica. Así lo reafirmó la Constitución Apostólica Lumen Gentium.
ResponderEliminarHerejías, las justas. Es decir: ninguna.