El cuerpo, ¿amigo o enemigo?
En algunas presentaciones de la fe de otros tiempos se nos decía que el cuerpo, la carne, era enemigo del alma. Hoy, viendo la exaltación de los cuerpos, parece que es al revés...
El Catecismo de la Iglesia católica nos presenta una rica enseñanza sobre el cuerpo humano a la luz de la fe: «El cuerpo del hombre participa de la imagen de Dios: es cuerpo humano precisamente porque está animado por el alma espiritual, y es toda la persona humana la que está destinada a ser, en el Cuerpo de Cristo, el templo del Espíritu.» Este texto remite a la doctrina expuesta por el Concilio Vaticano II: «Uno en cuerpo y alma, el hombre, por su misma condición corporal, reúne en sí los elementos del mundo material, de tal modo que, por medio de él, estos alcanzan su cima y elevan la voz para la libre alabanza del Creador. Por consiguiente, no es lícito al hombre despreciar la vida corporal, sino que, por el contrario, tiene que considerar su cuerpo bueno y digno de honra, ya que ha sido creado por Dios y ha de resucitar en el último día.» El texto recoge elementos fundamentales de la antropología cristiana.
La doctrina sobre la creación expuesta en la Revelación se complace en presentar la bondad de la misma. La expresión «y vio Dios que era bueno» expresa que todo lo que sale de las manos de Dios es bueno y digno. Se presenta también la perspectiva cristológica de la creación del hombre, pues Dios lo hizo todo «en Él, por Él y para Él» y comprende la Encarnación de Cristo que implica su corporeidad. Y, finalmente, se recuerda la perspectiva escatológica que exige la resurrección de la carne, eso es, de la dimensión más frágil y concreta de la corporeidad. Por tanto, minusvalorar o despreciar el cuerpo no es cristiano. El cuerpo es «amigo» y amable. En la próxima semana veremos la dimensión de «enemigo».
Creo que quedó claro que, según la fe cristiana, el cuerpo es bueno y «amigo». Pero puede ser también «enemigo» o, mejor dicho, fuente de lucha, conflicto y sufrimiento. «Dios vio que era bueno», efectivamente, pero el pecado deja su huella. En el Catecismo (CEC, 2516), leemos: «En el hombre, porque es un ser compuesto de espíritu y cuerpo, existe cierta tensión, y se desarrolla una lucha de tendencias entre el “espíritu” y la “carne”. Pero, en realidad, esta lucha pertenece a la herencia del pecado. Es una consecuencia de él, y, al mismo tiempo, confirma su existencia. Forma parte de la experiencia cotidiana del combate espiritual.» Consecuencia del pecado que rompe el equilibrio querido por Dios y, al mismo tiempo, fuente de lucha, de combate. El cuerpo debe ser integrado en la persona y no debe permitirse que nos tiranice. Un santo de nuestros tiempos decía con acierto que «al cuerpo siempre hay que darle un poco menos de lo que pide». Norma sabia no solo para la santidad sino para la salud. Por esto, «la moral exige el respeto de la vida corporal, pero no hace de ella un valor absoluto. Se opone a una concepción neopagana que tiende a promover el culto del cuerpo, a sacrificar todo a él, a idolatrar la perfección física y el éxito deportivo. Semejante concepción, por la selección que opera entre los fuertes y los débiles, puede conducir a la perversión de las relaciones humanas» (CEC, 2289).
Aludiendo a esta posibilidad, enseñaba Benedicto XVI: «El hombre considera ahora el cuerpo como la parte únicamente material de sí mismo que utiliza y explota de manera calculada. (…) Nos encontramos ante una degradación del cuerpo humano que ya no es la expresión viva de la totalidad de nuestro ser, sino que se encuentra como relegada en el ámbito de lo puramente biológico. (…) El ser humano se convierte en una simple mercancía» (Deus Caritas Est, 5). Efectivamente, se degenera el cuerpo y con él a la persona, en una mercancía que se compra, se vende, se utiliza, se alquila y, finalmente, cuando ya no nos sirve, se tira. ¿Cómo no pensar ante estas proféticas palabras del papa Benedicto en esta aberración que presenciamos en los llamados «vientres de alquiler» donde se instrumentaliza el cuerpo de la mujer de manera tremendamente degradante separando artificiosamente la corporeidad de la totalidad de la persona y de sus sentimientos?
Respuesta al
ResponderEliminarAnónimo 5 de agosto de 2021, 16:32
Dijo: Pues a más de un sacerdote le he oído decir que no es pecado faltar a misa el domingo. Yo estoy de acuerdo. Creo que a misa no hay que asistir obligado sino que hay que ir por devoción.
A Misa, siempre se debe asistir con devoción. Y hay circunstancias que dispensan de la “obligatoriedad”…, pero:
Catecismo de la Iglesia Católica
www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s1c3a3_sp.html#II%20Los%20mandamientos%20de%20la%20Iglesia
2042 El primer mandamiento («oír misa entera los domingos y demás fiestas de precepto y no realizar trabajos serviles») exige a los fieles que santifiquen el día en el cual se conmemora la Resurrección del Señor y las fiestas litúrgicas principales en honor de los misterios del Señor, de la Santísima Virgen María y de los santos, en primer lugar participando en la celebración eucarística en la que se congrega la comunidad cristiana y descansando de aquellos trabajos y ocupaciones que puedan impedir esa santificación de esos días (cf CIC can 1246-1248; CCEO can. 881, 1.2.4).
El católico asume un deber: Jesús pasa a ser Jesús-Eucaristía en persona a cambio de que un día a la semana, vayas a misa personalmente, y comulgues mínimo una vez al año, o si no puedes ir, la oigas y veas por un medico, o leas la misa, o leas las lecturas, o simplemente, te pongas espiritualmente ante la misa del Cielo que siempre está disponible.
EliminarComulgar eucarísticamente sólo si hay rite dispositus, es decir, no haya pecado mortal o alguna sanción que lo impida y se dé la coherencia eucarística (para el político, no debe de aprobar las leyes de aborto, eutanasia, reproducción asistida...), y si no se puede, que haya una comunión espiritual, pero también se requiere rite dispositus. La comunión espiritual puede hacerse en cualquier momento.
Si no hay rite dispositus (no hay coherencia eucarística o hay pecado mortal o hay una sanción), entonces no se puede comulgar ni eucarísticamente ni espiritualmente. Para estos casos, se puede poner ante Jesús-Misericordia y pedir la conversión, la confesión y la vida de santificación.
La coherencia eucarística afecta a los obispos, principalmente a Omella en su condición de cardenal, arzobispo y presidente de la CEE, la cual debe de emitir ya una norma que prohíba terminantemente el recibir la comunión eucarística y el realizar la comunión espiritual a todos los políticos católicos que han aprobado leyes contra la vida y la familia y el matrimonio. Eso implica a Junqueras, Mas, Puigdemont y muchos otros políticos catalanes y españoles que se dicen católicos.
Anónimo 5 de agosto de 2021, 16:32
EliminarLa justificación teológica está en el Primer Mandamiento ("Amarás a Dios sobre todas las cosas...")
Pero hay unas razones sociológica y psicológica:
Solo yendo a misa uno forma parte de la comunidad católica. Y no yendo deja de serlo.
Por tanto, de la misma manera que cualquier asociación o grupo tiene el derecho y la obligación de señalar quién es y quién no es de esa asociación, la Iglesia Católica, como grupo, también.
Además cualquier religión debe establecer prohibiciones para ser tal. No es un problema de creencia ni de opciones ni de buenismos. Si no hay prohibiciones no hay religión.
?Qué entiende usted por "devoción"?
?el capricho?
?O las novenas al Sagrado Corazón?
Una enfermedad del carácter es obrar al capricho y no tener la voluntad entrenada para hacer lo que manda la razón.
No ir a Misa cuando se debe es solo una manifestación de este vicio de perdedores que, como es natural, impregna el resto de las actividades de usted.
Así es imposible prosperar y, como justificante, se echará mano a la envidia y a la codicia de los bienes ajenos.
Le revelare que nos influye el grupo mucho más de lo que pensamos, de modo que si pertenecemos a un grupo que no va a misa, tarde o temprano dejaremos de ir y lo racionalizaremos con frases tales como:
"Creo que a misa no hay que asistir obligado sino que hay que ir por devoción"
Advierta por último que Dios no necesita ni que tengamos devociones ni que vayamos a Misa.
Sí; la persona con madurez psicológica tiene derechos y obligaciones; pero también obligaciones.
Somos nosotros los que necesitamos la relación con Dios, con el resto de los católicos y con nosotros mismos.
Aunque solo sea para dejar de ser un "looserñ y dejar de ser arrastrado por la sociedad de consumo.
Un católico va a misa además de cumplir con el precepto( que es lo que hacía antes mucha gente) insisto, además del precepto, el Cristiano va misa a ser fortalecido en su FE, pero si el que celebra la misa NO tiene FE no transmite NADA, ni fortalece a nadie, y esto suele ocurrir much. La Eucaristía nos es básica e importantísima para los creyentes, pero debiera serlo MAS AÚN para el sacerdote que la celebra y esto, insisto, no siempre ocurre. Hay sacerdotes que no tienen FE y la misa se convierte a veces incluso en un acto político incluso con banderas y banderitas, pero no transmite espiritualidad porque para transmitir espiritualidad hay que VIVIRLA (al margen del materialismo de este mundo).
EliminarOtro aspecto importante es la coherencia del clero. El pueblo quizás prefiere menos palabras, menos homilías que no dicen nada o incluso sería mejor que no hicieran homilía y que su predicación fuese su vida. Resumiendo: sin una buena base espiritual del clero se pierde el sentido de la CARIDAD y el AMOR que es fundamental tánto como la misma misa diaria....
Alguien dijo: no hay Iglesia porque no hay amor.
Para mi asistir a misa es como participar en un banquete y/o una celbración con amigos y fmiliares. Si vas obligado o por no quedar mal, simplemente está, pero no participas de la FIESTA.
ResponderEliminarCreo que lo mejor que instauró el nuevo misal fu e el hecho de darse la paz.
Mal pese algunos el Concilio Vaticano II instauró un gran sentido cristiano a la liturgia. Cambió de alguna manera el paradigma, se pasó del concepto Sacrificio de la misa a Celebración Eucaristica con los hermanos.
Bendito sea el CVII.
Magnifica exposición de la "religión a la carta, o "religión de los sentimientos", donde la verdad ha sido sustituida por "lo que siento" o "lo que me parece".
EliminarUsted tiene de cristiano lo que yo de marciano. Apúntese a una religión "new age", estará más en su salsa.
ERROR TOTAL, la misa es Sacrficial, de forma preferente y suprema. Su opinión es típicamente protestante, donde muchos protestantes no creen además en el concepto de misa católica ni en el de transubstanciación. Suspendido.
Eliminar?Usted cree en la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía?
EliminarO ?como los luteranos, los anglicanos y los calvinistas usted no cree?
!Fenomenal!
?Pero no sería mejor que usted crea en sus historias festivas y deje a los católicos creer en la misa católica?
?o es que usted se cree mejor que los demas?
Pocas fiestas ha ido usted.
EliminarSalvo cuando se es joven, donde lo que importa, además de estar con otros jóvenes, es beber y ligar, hay fiestas y fiestas...
el hecho de que no se participe plenamente (?"dionisiacamente"?) eso no invalida la fiesta: si no se sacara algo, no se iría.
y eso vale también con su "fiesta", la Santa Misa.
como con otras actividades a veces se sacará más y a veces menos, pero siempre algo.
y precisamente cuando más cuesta asistir a Misa, mas efectiva es para nuestra alma y mas beneficios espirituales obtendremos.
No espere a ir hasta que le vengan las ganas ("por obligacion"), porque puede que no vengan nunca. Y una vez que se falta un domingo, luego se falta dos, luego tres....hasta que, como pasa en cualquier otra actividad, acabamos resentidos con tanta "obligación".
en fin; espero que su trabajo con el que se gana la vida sea una FIESTA. Si no, lo va a pasar muy mal.
Sr@ anonim@ de las 11:53, pues que disfrute con SU paz.
ResponderEliminarCreo que está más en onda con una misa de Peret que con la auténtica.
Que le vamos a hacer.
Ahora me va usted a decir que no prefiere misas con:
Eliminar"No me gusta que a los toros te pongas la minifalda"...
O
"Con la pluma de una gallina y la tinta de un calamar"...
?Tiene algo contra la rumba catalana?
?Es tradicionalista-leFebrista?
¿ Ha participado usted alguna vez en las Eucaristias del Camino Neocatecumenal ?
ResponderEliminarVaya y luego dirá.
Yo he participado en muchas, en las que fueron antes, durante y después de la misa ad experimentum que aprobó el Vaticano, en unas pocas vi abusos, pero nunca has se discute la verdad prevalente y superior de su naturaleza sacrificios, de lo contrario cometerían herejía eucarística y no habría la conversión del pan y el vino en el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesús, por no existir la intención de que la misa sea Sacrificial.
EliminarYo prefiero mil veces una Misa de la Fraternidad S. Pio X vista en internet, que todo esa amalgama modernista guitarrina.
ResponderEliminarPor cierto, cuando veo incluso una batería preparada para semejante fandango, me sale urricaria!
Menos urticaria y más actos de reparación por ese acto de profanación protestantizante.
EliminarY si tanto ruido le distrae, aproveche para rezar el rosario, que los Papas han concedido indulgencias para aquellos que recen el rosario durante la misa.
Comprobar una y otra vez que para los integristas, la fe en Jesús es un pretexto, una excusa. Lo importante, para ellos, es la recta doctrina. Se nota en que se cabrean más con los católicos heterodoxos y con los protestantes que con gente atea o de otras religiones.
ResponderEliminarEn cualquier religión \ideología, lo importante es la recta doctrina (ortodoxia)
EliminarPorque la religión cumple una función ("religiosa") muy importante.
Entonces se trata de garantizar que eso "cumple" o "no cumple", "sirve" o "no sirve"
Respecto a lo del "cabreo",
?Como se sentiría usted si le roban de la noche a la mañana su religión y le meten otra por el ano?
Pues si de verdad le importa su religión, pues muy cabreado...
Lo que pasa es como estos sinvergüenzas han tenido la sartén por el mango, pues te han impedido quejarte.
Siguen teniendo la sartén por el mango; lo que han perdido es la seguridad en si mismos debido al hundimiento total de su Iglesia de su Concilio.
Y entre esas grietas sale el descontento de los burlados y humillados y represaliados. Seguramente a presión.
Afortunadamente ese odio natural no se dirige contra ateos y gente de otras religiones, porque ellos no les han hecho nada malo.
Mire lo que escribe Michael Brendan Dougherty, comentarista invitado, en el New York Times de 12 de agosto de 2021 con el título: "Pope Francis Is Tearing the Catholic Church Apart"
Eliminar..."A freshman religious studies major would know that revising all the vocal and physical aspects of a ceremony and changing the rationale for it constitutes A TRUE CHANGE OF RELIGION (subrayado mío). Only overconfident Catholic bishops could imagine otherwise..."
Ni que decir tiene que el New York Times no es precisamente católico.
Pues nada, lo dicho.
ResponderEliminarY muy bueno lo de que te metan una religión por el ano: excelente nivel dialéctico.
Anónimo 11 de agosto de 2021, 23:22
EliminarSí; muy gráfico.
Anónimo 11 de agosto de 2021, 23:22
Eliminar?Es usted LGTB?