Omella con el grupo de tambores de Calanda (Barcelona 02/02/2019) |
Amigo Juanjo, bien sabes que aquí en Calanda y en sus aledaños, eres nuestro ídolo. Estamos orgullosos de ti y sacamos pecho por ti. Aquí no nos vale eso de que nadie es profeta en su tierra. Tú eres nuestro profeta indiscutible, tú eres guía y faro de nuestras gentes, tú eres la gloria de tu pueblo… En ti nos miramos todos. Aquí, de mayores todos queremos ser como tú.
Por eso, paisano y amigo nuestro, nos hiere profundamente que los envidiosos (que aquí también los hay), se pasen el día murmurando contra ti y buscándole los tres pies al gato: a todo lo que haces y dices, le tienen que encontrar un pero. Son gente estragada que no soportan el bien ajeno. Y no veas cómo se han puesto buscándole fallos a tu brillante plan pastoral para tu archidiócesis. No se les ocurre otra cosa a los muy cafres, que llamarte Omella el enterrador. Dicen que eres el prototipo del director general de pompas fúnebres que para quitarle gravedad al asunto y darle a la cosa un aire más festivo, solemniza su gran misión vistiéndose de rojo púrpura. Dicen que tu plan de reducción drástica de las parroquias de tu archidiócesis, es como el milagro de la multiplicación de los panes y los peces: pero no en las vulgares matemáticas de dos y dos son cuatro, que ahí sí que les salen sus cuentas, sino en el nuevo sistema algorítmico, a cuyo alcance están todos los milagros. Si quieres ser algo, ¡pon un algoritmo en tu vida! Y tú lo has puesto, Juanjo amigo, y a ti te salen las cuentas: ¡claro que te salen! Desde tu alto trono se ven las cosas con estremecedora objetividad.
Y no te vayas a pensar, amigo, que tus taimados enemigos son de un solo color político o religioso, o político-religioso. ¡Ni lo sueñes¡ Eres fustigado por la izquierda y por la derecha; unos y otros dicen de ti que has sabido siempre nadar y guardar la ropa para salvar tu preciosa personita. Y que lo estás consiguiendo a pesar de haberte metido en toda clase de berenjenales… Diestro te llaman los de la diestra, aunque con poca convicción, y siniestro los de la parte siniestra: éstos sí, convencidos de que te tienen en el bote.
A quien está dispuesto a escucharlos, le cuentan que te comiste con patatas al bueno de D. Manuel Ureña con el inconfesable deseo de sucederle en la sede cesaraugustana de la mano del funesto y ya cadavérico Elías Yanes, tu padrino y mentor. Y que justo por eso te empleaste a fondo para destruir -aparentemente porque sí- al cura de Épila, Miguel Ángel Barco, a cuenta de una presunta paternidad que nadie reclamó y nunca se demostró. Y dicen los muy ladinos que eso lo hiciste para certificar de una vez la canónica defunción de Ureña.
Que sí, que usaste a ese cura como lápida sobre su tumba. Y siguen y no paran diciendo que Roma, deslumbrada por tu arte, te entronizó como inquisidor justiciero en la Signatura Apostólica y miembro de la Congregación de Obispos. Sí, amigo, en las cunetas de tu fulgurante blitzkrieg han ido quedando cadáveres de enemigos tuyos que aún se revuelven contra ti. Sin embargo, tus forofos sabemos y proclamamos que todo lo hiciste bien, Juanjo, y es justo que te reconozcan el mérito. A nosotros, igual que a ti y a tu gran amigo, nos concome tanta maledicencia.
Fíjate que hay todavía mucha gente que no te perdona tus merecidos éxitos. Son los menos, créeme. Siguen empecinados en calumniarte miserablemente diciendo que te comportaste contra la Iglesia y sus fieles más sañudamente que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, nuestros más feroces enemigos. Les hiciste, Juanjo, el trabajo más sucio, que fue decretar el cierre de las iglesias y prohibir a los fieles asistir a misa durante la pandemia. Pero no les hagas caso, Juanjo, que es la cochina envidia la que habla por ellos.
Y te acusan, los muy mendaces, de que le hiciste la ola al incompetente ministro Salvador Illa para ayudarle, con tus geniales trapicheos, a salvar el gobierno de Sánchez e Iglesias en sus horas más bajas, porque la pandemia estaba minando su popularidad. Te acusan de que pusiste toda la carne en el asador para salvar a un gobierno cuya infinita bondad no se ha sabido apreciar: porque con las inmatriculaciones han hecho más bien a la Iglesia que los beatorros del PP. Para remediar las desamortizaciones, amigo, has conseguido las inmatriculaciones. Créeme, Juanjo, pasarás a la historia por esto.
Y siguiendo en su mezquindad, no están dispuestos a reconocer la reciedumbre de tu alma robusta cuando soportaste estoicamente la bronca del catolicísimo Puigdemont en la sacristía de la Sagrada Familia. Todo por haberte atrevido a saludarle en la homilía como presidente del gobierno regional. Tú, Juanjo, sabes manejarte muy bien con esos politicuchos, porque eres un hombre de bien que sólo buscas lo mejor para tus semejantes. Por eso no tenías el menor empacho en bendecirle complaciente las rosas en el palacio de la Generalidad el día de San Jordi, y en pasar por alto que él financiaba, a cuenta del erario público, todos los abortos practicados en Cataluña. Pero eso era lo de menos antes y ahora.
¿No dice tu gran amigo, el cardenal Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que lo del aborto y la eutanasia no constituyen por sí solos los únicos asuntos graves de la doctrina social católica? Pues claro que no, hombre. ¡A ti te lo van decir! Fíjate que en vez de llamarte “la voz del que clama en el desierto” por tu empeño en predicar el Evangelio incluso a los que se empeñan en no escucharte, te llaman “la voz de su Amo”, que dice que no va a estar insistiendo siempre con lo del aborto (y ahora con la eutanasia) porque ni puede ni debe ni quiere oponerse con diatribas estériles al Nuevo Orden Mundial. ¡A ti te lo van a contar!, que te has pasado la vida haciendo una plancha detrás de otra al gobierno constituido y machacando sin piedad a quien se atreviese a poner en duda tu rectitud. ¡Porque hasta ahí podíamos llegar! Y dicen los muy bribones de tus enemigos que te has cebado con los pobres desgraciados, porque con los poderosos nunca te has atrevido.
Aún recuerdo, amigo Juanjo, lo mal que te sentó -me lo dijeron tus condiscípulos en Calanda- aquel melifluo video donde unos jovencitos santurrones se dirigían a los obispos durante el confinamiento pandémico y les suplicaban: ¡Devolvednos la misa! Ay, Señor… Es que la gente no entiende, hombre. Tú, Juanjo, por el bien de la Iglesia y de las almas, debías ir más allá de las disposiciones restrictivas del gobierno y cerrarlo todo a cal y canto, para darles seguridad a los fieles más vulnerables, de edad muy avanzada y muy asustadizos, por tanto.
Así es como se da ejemplo, ¿no? Otra cosa es que la carcundia se lo tome a la tremenda y encima quiera marcarte la agenda. ¡Hasta ahí podíamos llegar! La agenda te la pueden marcar Illa, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Puigdemont o el Nuevo Orden Mundial, pero nunca unos pelagatos que votan a Vox y huelen a incienso. Y haces bien, ¡claro que sí! Ellos son los ratones que no ven tres en un burro y quieren darle lecciones a la élite de esas águilas tuyas que atisban el horizonte y preparan el futuro de la Iglesia.
Es de ese futuro tan prometedor que tú anuncias, Juanjo, del que quiero hablarte. Sí, sí… de ese proyecto de reducir las 200 parroquias de Barcelona a 48 comunidades pastorales. Los malpensados dicen que te has pasado tres pueblos: Querías viajar a Cretas y has llegado hasta Alcañiz. Sí, hasta una Barcelona desolada con 48 decadentes comunidades pastorales, algunas de ellas en manos de laicos/as generosamente remunerados/as. ¡No van a cobrar lo mismo que un pobre cura del montón! ¡Faltaría más! Y los muy ciegos no quieren darse cuenta de que, sin tu encuentro con Illa, tu auténtico Salvador, eso no hubiera sido posible.
Sin las inmatriculaciones, que tan brillantemente te cobraste por echarle una manecica al gobierno, no habría plan pastoral, sino pura debacle. La cobertura económica, indispensable en una operación de esta envergadura, está garantizada gracias a los recursos que tan sabiamente apalancaste para la Iglesia.
¡Que no te entienden, Juanjo! No entienden tu genialidad y tu visión de futuro… Los curas más recalcitrantes, los soberbios y orgullosos, dicen que has condenado a todo el clero -excepto a tus 48 elegidos- al vicariato perpetuo. ¡Bah, chorradas! Que aprendan a vivir la unidad en la diversidad (con sus límites, claro está: la nació es la nació, y el taranná es el taranná) en un equipo dirigido por el reverendo Rafael Termes -el de la parroquia vaciada, pero millonaria-, José Mª Romaguera, -demodé oráculo de decadente y obrera pastoral-, Toni Román -conspicuo intérprete de las canciones blasfemas de Migueli-, y Joan Cabot, el homofílico emperador de Pueblo Seco. Así sabrán lo que vale un peine… ¡y de cinco balas!
Claro que la izquierda progresista se hará con la dirección de las comunidades pastorales.
Claro que cerrarán parroquias toda la semana, excepto tal vez el domingo, para una raquítica celebración diaconal (por no dejar la finca en desuso). Claro que cada vez irá menos gente a misa en vista de la poquísima atención pastoral, puntual y dispersa. ¡Claro que sí! Pero la progresía diocesana estará tranquila mordiendo carne fresca y adulando al insigne cardenal Omella.
Pero tú no hagas caso, amigo. ¡Adelante Rocinante! No te pares, Juanjo. Te aclaman a rabiar en toda Europa los linces de la nueva pastoral. Los que se quejan, los que lloriquean contemplando su infausto futuro… ¡curitas y laicos atontados! Ya sabes quiénes son. Esos que tienen mucho tiempo libre y mucha maldad en su cuerpo. No temas. Tú, Juan José, seguro que los convencerás a base de miradas tiernas y sonrisas seductoras. Y si no lo logras por las buenas, les harás saber cómo las gastas con los que no se someten a tu cayado de pastor. Y seguro que finalmente, por oros o por bastos, entenderán que todo lo haces por su bien, claro está… y por el bien de la Iglesia que siempre coincide con el tuyo, como no podía ser de otro modo.
Y lo que más me duele de la maledicencia de tus enemigos, es que dicen que tu gran plan pastoral consiste en sepultar parroquias y hacer caja. Y que en ese plan te sobran un montón de curas, sobre todo los que no son de tu cuerda. Y puestos ya a soltar veneno por la boca, proclaman que al final son los muertos los que entierran a sus muertos. Los muy cerdos saben que te saca de quicio y te descompone que asocien tu nombre a noticias negativas.
Por eso se han empeñado en romperte el espinazo tildando tu genial proyecto pastoral de “el plan del Enterrador Omella”. No les hagas caso, Juanjo, que lo estás haciendo muy bien. Y sepas que nunca te faltará el aliento de los tuyos.
El Cojo de Calanda
Goyo
ResponderEliminarMe da la impresión, pido disculpas si no es así, que este señor de Calanda tiene alguna cosa personal en contra del cardenal Omella. Se puede dar una opinión dura, pero a la vez constructiva. Me parece que en el artículo falta mucha humildad. Nadie es perfecto pero seguramente, y más un cardenal, sus acciones van a favor de la diócesis que tiene encomendada.
Creo que no ha acertado en la elección de las personas que deben estudiar y organizar la nueva distribución de parroquias de la diócesis de Barcelona. También creo que debería tener mano dura con aquellos sacerdotes y rectores que van a su aire sin pensar en el mal que están haciendo a sus feligreses y a la Iglesia en general. Sr. cardenal Omella, adelante e imponga los verdaderos valores del Evangelio. Reme con fuerza y valentía confiando siempre en el Espíritu del Señor que cuida a su Iglesia católica. María Auxiliadora guía a nuestro cardenal y ayúdanos a todos los que intentamos seguir las pisadas de nuestro Maestro, Salvador y Vida.
No veo que el Cojo tenga personamente ninguna animadversión contra Omella. Expresa lo contrario. Eso sí, le cuenta lo que dicen de él sus detractores. ¿O es que el cardenal sólo puede oir a sus aduladores?
Eliminar1. A la afirmación de que "Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, nuestros más feroces enemigos. Les hiciste, Juanjo, el trabajo más sucio, que fue decretar el cierre de las iglesias y prohibir a los fieles asistir a misa durante la pandemia", se demuestra aquí:
ResponderEliminarReal Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma:
Artículo 11. La asistencia a los lugares de culto y a las ceremonias civiles y religiosas, incluidas las fúnebres, se condicionan a la adopción de medidas organizativas consistentes en evitar aglomeraciones de personas, en función de las dimensiones y características de los lugares, de tal manera que se garantice a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de, al menos, un metro.
Parece que Sánchez puso el "puede", Omella puso el "no" a las misas ordinarias, y Bergoglio puso el "no" a las misas de Semana Santa.
2. Sobre el aborto: "Por eso no tenías el menor empacho en bendecirle complaciente las rosas en el palacio de la Generalidad el día de San Jordi, y en pasar por alto que él financiaba, a cuenta del erario público, todos los abortos practicados en Cataluña."
De 1987 (Pujol) hasta 2019 (Torra) se han hecho 508.681 abortos legales farmacológicos y quirúrgicos, y en el año 2019 se realizaron 21.936. El silencio es una bendición.
salutweb.gencat.cat/ca/el_departament/estadistiques_sanitaries/dades_de_salut_i_serveis_sanitaris/interrupcio_voluntaria_de_lembaras_ive/
3. "ese proyecto de reducir las 200 parroquias de Barcelona a 48 comunidades pastorales... Sí, hasta una Barcelona desolada con 48 decadentes comunidades pastorales, algunas de ellas en manos de laicos/as generosamente remunerados/as. ¡No van a cobrar lo mismo que un pobre cura del montón".
En el proyecto del plan observo que se quieren poner de 3 a 6 parroquias rebajadas a centros de culto, sólo con vicarios y parece ser que con laicos bien retribuidos, adacritos a una parroquia principal "de referencia", con derecho a rector y vicarios. En una de estas adscripciones, conozco a la principal, un muerto nacional-progresista (1 misas diaria), y la adscrita (2-3 misas diarias), una iglesia germinante e importante.
Una hipótesis plausible de que la intrahistoria del plan es es que la parroquia principal, en déficit permanente por ser nacional-progresista, va a gozar de una cartera de templos germinantes y rentables, sólo con vicarios, con la extraña y utópica idea de que la parroquia germinante va a ser la gallina de los huevos de oro para la vaca sagrada nacional-progresista, y que los parroquianos van a seguir pagando sin rechistar...
4. "Claro que la izquierda progresista se hará con la dirección de las comunidades pastorales. Claro que cerrarán parroquias toda la semana, excepto tal vez el domingo, para una raquítica celebración diaconal (por no dejar la finca en desuso). Claro que cada vez irá menos gente a misa en vista de la poquísima atención pastoral, puntual y dispersa."
Lo que puede acabar pasando, como sucede en Milán, con el mismo plan, es que si las parroquias agrupadas no ingresan dinero a la principal, bien por espectáculos o celebraciones, primero se recorten gastos en las 3 a 6 parroquias (calefacción y luz), a continuación se dejan de dar misas y se pasan a las celebraciones de la palabra en ausencia de presbítero, acto seguido también éstas se terminan, luego se reducen los horarios de apertura, después se cierran, y finalmente, se vende o se alquila.
Olviden confesiones, Adoración Eucarística, conferencias y todo tipo de pastoral: acción social de Cáritas, enfermos, ancianos, pobres, familias, catequesis de niños, jóvenes y adultos, misión, proselitismo...
5. Por eso, es necesario que exista una total y completa información, deliberación y decisión de todo el Pueblo de Dios. No sólo hablamos de Barceloan, están 5 poblaciones importantes (Hospitalet, Santa Coloma, Badalona), y de unos 15 municipios medianos y pequeños...
A mí me parece q, por caridad cristiana, se ha quedado corto, muy corto
ResponderEliminarLa ironía es una gran arma. No retrata sólo al personaje, sino a su caterva de aduladores y corifeos, que la tiene.
ResponderEliminarCuánto resentimiento. Aunque lo maquillen de ironía.
ResponderEliminarAc primum quidem: Deum, rerum ómnium princípium et finem, naturáli ratiónis lúmine “per ea quæ facta sunt” [cf. Rom 1, 20], hoc est, per visibília creatiónis ópera, tamquam causam per efféctus, certo cognósci, adeóque demonstrári étiam posse, profíteor.
ResponderEliminarSecúndo: extérna revelatiónis arguménta, hoc est facta divína, in primísque mirácula et prophetías admítto et agnósco tanquam signa certíssima divínitus ortæ Christiánæ religiónis, eadémque téneo ætátum ómnium atque hóminum, étiam hujus témporis, intelligéntiæ esse máxime accommodáta.
Tértio: firma páriter fide credo Ecclésiam, verbi reveláti custódem et magístram, per ipsum verum atque históricum Christum, cum apud nos degéret, próxime ac dirécto institútam eandémque super Petrum, Apostólicæ hierarchíæ Príncipem, ejúsque in ævum successóres ædíficatam.
Quarto: fídei doctrínam ab Apóstolis per orthodóxos Patres eódem sensu eadémque semper senténtia ad nos usque transmíssam, sincére recípio; ideóque prorsus reício hæréticum comméntum evolutiónis dógmatum, ab uno in álium sensum transeúntium, divérsum ab eo, quem prius hábuit Ecclésia; paritérque damno errórem omnem, quo, divíno depósito, Christi Sponsæ trádito ab eáque fidéliter custodiéndo, suffícitur philosóphicum invéntum, vel creátio humánæ consciéntiæ, hóminum conátu sensim efformátæ et in pósterum indefiníto progréssu perficiéndæ.
Quinto: certíssime téneo ac sincére profíteor, fidem non esse cæcum sénsum religiónis e látebris subconsciéntiæ erumpéntem, sub pressióne cordis et inflexiónis voluntátis moráliter informátæ, sed verum assénsum intelléctus veritáti extrínsecus accéptæ “ex audítu”, quo nempe, quæ a Deo personáli, creatóre ac Dómino nostro dicta, testáta et reveláta sunt, vera esse crédimus, propter Dei auctoritátem summe verácis.
ResponderEliminarMe étiam, qua par est, reveréntia subício totóque ánimo adhǽreo damnatiónibus, declaratiónibus, præscríptis ómnibus, quæ in Encýclicis lítteris “Pascéndi” et in Decréto “Lamentábili” continéntur, præsértim circa eam quam históriam dógmatum vocant.
Idem réprobo errórem affirmántium, propósitam ab Ecclésia fidem posse históriæ repugnáre, et Cathólica dógmata, quo sensu nunc intelligúntur, cum verióribus Christiánæ religiónis origínibus compóni non posse. Damno quoque ac reício eórum senténtiam, qui dicunt christiánum hóminem eruditiórem indúere persónam dúplicem, áliam credéntis, áliam histórici, quasi líceret histórico ea retinére, quæ credéntis fídei contradícant, aut præmíssas adstrúere, ex quibus consequátur, dógmata esse aut falsa aut dúbia, modo hæc dirécto non denegéntur.
Réprobo páriter eam Scriptúræ sanctæ dijudicándæ atque interpretándæ ratiónem, quæ, Ecclésiæ traditióne, analogía fídei et Apostólicæ Sedis normis posthábitis, rationalistárum comméntis inhǽret, et críticem textus velut únicam supremámque régulam haud minus licénter quam temére ampléctitur.
Senténtiam prætérea illórum reício, qui tenent, doctóri disciplínæ históricæ theológicæ tradéndæ aut iis de rebus scribénti seponéndam prius esse opiniónem ante concéptam sive de supernaturáli orígine Cathólicæ traditiónis, sive de promíssa divínitus ope ad perénnem conservatiónem uniuscuiúsque reveláti veri; deínde scripta Patrum singulórum interpretánda solis sciéntiæ princípiis, sacra quálibet auctoritáte seclúsa, éaque judícii libertáte, qua profána quævis monuménta solent investigári.
In univérsum dénique me alieníssimum ab erróre profíteor, quo modernístæ tenent in sacra traditióne nihil inésse divíni, aut, quod longe detérius, pantheístico sensu illud admíttunt, ita ut nihil jam restet nisi nudum factum et simplex, commúnibus históriæ factis æquándum: hóminum nempe sua indústria, solértia, ingénio scholam a Christo ejúsque Apóstolis inchoátam per subsequéntes ætátes continuántium. Proínde fidem Patrum firmíssime retíneo et ad extrémum vitæ spíritum retinébo, de charísmate veritátis certo, quod est, fuit erítque semper in “episcopátus ab Apóstolis successióne” (Irenæus Lugdunensis, Adv. hær., lb. IV c.40 n.2); non ut id teneátur, quod mélius et áptius vidéri possit secúndum suam cujúsque ætátis cultúram, sed ut “numquam áliter credátur, numquam áliter” intelligátur absolúta et immutábilis véritas ab inítio per Apóstolos prædicáta (Tertullianus, De præscr. hær. c.28).
Hæc ómnia spóndeo me fidéliter, íntegre sinceréque servatúrum et inviolabíliter custoditúrum, nusquam ab iis sive in docéndo sive quomodólibet verbis scriptísque deflecténdo. Sic spóndeo, sic juro, sic me Deus ádjuvet et hæc sancta Dei Evangélia
Mucho latin y mucha no se quéYo no entiendo nada. Pero si que entiendo esto que aparece en la prensa de hoy. Esto si acaba con la fe y la Iglesia:
Eliminar( copiar el enlace, pegar y leer) y al leerlo que cada uno saque consecuencias:
https://www.msn.com/es-es/noticias/internacional/francisco-ordena-cerrar-el-seminario-de-los-monaguillos-del-papa-en-medio-del-escandaloso-juicio-por-abusos-sexuales/ar-AAKuCBK?ocid=msedgntp
He leido este interesante y desgarrador articulo. "El Papa Francisco ordena cerrar el seminario de los monaguillos del Papa en medio del juicio por abusos sexuales" Por suerte el Papa Francisco ataja tan grave problema con determinación y dureza; y no mira hacia otro lado cómo pasó en el pasado, segun se deduce del escrito.
EliminarSupongo que en los seminarios se enseña el Latín. Para qué sirve saber latín si luego se cae en tamaños y nefastos horrores. Si supiera latin pondria esta cita en la preciosa lengua de Virgilio, Ovidio, y otros muchos y grandes escritores del mundo clásico, y de la version oficial de la Vulgata, pero como yo no sé y muchos otros tampoco y no lo entenderian prefiero poner la cita se san Lucas en castellano duro y puro: "Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquel que los ocasiona! Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de moler y lo precipitaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños" (Lc 17,1ss).
Autor textus non es. Quare occultas, titulum huius scripti "Iusiurandum contra errores modernismi" auctore Sancto Pio X Papa esse? De modernismo nihil in articulo legitur. Qua causa hoc publicas?
EliminarTotalmente de acuerdo con el Sr. Catedrático de LATIN.
ResponderEliminarMas claro AGUA, JEJE!!!
Acqua ;)
EliminarMás claro agua! perfecto y los pobres que no sabemos latin. ¿QUE?
EliminarSi no sabemos latin no entraremos en el Reino de los Cielos.
El texto en latín es el "Juramento contra los errores del modernismo" de San Pío X.
EliminarCreo que si este gran señor de Calanda tiene una mejor solución para las parroquias desiertas de fieles de Barcelona, debería aportarla, ya que se siente tan constructivo.Igual así volvían todos los fieles del rebaño, cuyas ovejas ya abandonaron mucho antes de que Omella fuera a vivir a Barcelona. Lo del Cojo es inquina. En mi puenblo dicen que " no hay Cojo bueno"
ResponderEliminarPues sí fue vergonzoso que todo un prelado de la Iglesia Católica y cardenal se dedicara a poner palos en la rueda para tener las iglesias abiertas y dedicarse al culto que es lo que debn hacer los sacerdotes,obispos y no digamos los cardenales.
ResponderEliminarQuiso jugar a ser más cuidadoso y restrictivo que el propio Gobierno con grave daño a la Fe.
Los liderazgos se notan y en este caso se notó por la dejadez y el servilismo a un Gobierno al que la mayoría de los católicos tienen ojeriza por muchos y variados asuntos. Como es un amigo del poder, los poderosos e intuye el aire por donde sopla (el del Espíritu Santo no se), siguió igual de servil y apostó por el inútil de Illa que ha sido el peor ministro de Sanidad existente a día de hoy y materia de la que no tenía ni repajolera idea. Tanta debe ser la admiración que se fotografió con él en su pueblo donde parece que veranea Illa, culpable de todos los desaguisados de la pandemia en su Ministerio desastroso.
Pensó que iba a ganar en Cataluña y así ha sido pero de nada le sirveporque al igual que los de Cs gobiernan los mismos, y de Illa no se acuerda ni el sinvergüenza de Sánchez.
Apostó mal, y es claro que el nacionalismo no quiere a Omella porque no es catalán, pero él beneficia a los mismos por cobardía, estatu quo y porque es muy fácil meterse con Barco,D Custodio Ballester etc pero muy difícil contra los que realmente mandan aunque no le puedan ni ver.
Total cumplidos los 75 a vivir que son dos días pues está en tiempo de descuento por muy íntimo de Bergoglio que sea, lo que en el futuro le traerá problemas, pues maniobrar en contra de otros y hacer cosas por el cargo mal trae consecuencias tarde o temprano.
No engaña a nadie lo que quiere hacer con las parroquias de Barcelona pues cuando fue obispo de Barbastro y administrador de Huesca y Jaca ya estab por su cabeza la idea de las dichosas unidades pastorales y como administrar el medio rural.
Todo los laicos, que suban y digan la celebración de la palabra, que catequicen, y tal pero del seminario ni preocuparse.
Hay que estar en guardia esta gente no viene más que a liquidar y cerrar lo poco que queda aunque tenga mucho cuento y simpatía y el culpable principal es Roma que apoya todo esto. Han perdido la Fe, todo es ecologismo, pobrismo,m solidaridad sin saber ni decir que es, buenismo para tapar otras faltas y para tapar una falta de gobierno extensible a las Diócesis que mal gobiernan y hoy día en la Iglesia Universal que parece la viña devastada por jabalíes.
El milagro del Cojo de Calanda es impresionante. Gracias Santisima Virgen del Pilar. Por eso pido que Nuestra Señora haga un milagro no tan espectacular y visible, pero mucho más eficaz. Que prologue la inteligencia y buen juicio de muchos de nuestros dirigentes eclesiasticos.
ResponderEliminarMe ha censurado usted por completo un escrito relativamente largo en defensa del padre Miguel Ángel Barco. Podría haber dejado usted por lo menos las partes menos duras de mi texto. Le tenía a usted por más valiente. En general, los comentarios de los lectores son la sal de los blogs. A la larga los blogs que perduran y que alcanzan mayor éxito son los que no recurren a la censura previa como usted. Además, usted no es responsable de lo que opinen los lectores del blog.
ResponderEliminarLo que yo aportaba tiene fundamento, no me invento nada. ¿Y acaso cree usted que Omella le va a perdonar su artículo? Ni lo sueñe.
Créame, no me mueve más que el anhelo de justicia en el caso Barco. Pienso que mi modesto escrito habría contribuido un poco a DESENCALLARLO. Lo siento, pues, sobre todo por el padre Barco.