La pandemia te lleva de cabeza, Juanjo, lo sé. Tanto, que tu stress post traumático por tanto sufrimiento se ha vuelto crónico… Cerraste las iglesias y nos quitaste la misa (que es tu máximo oficio), más allá de lo que el mismísimo gobierno se hubiera atrevido a exigirte, porque tú eres así de espléndido y de dialogante. Pero tu caso no fue único, ni mucho menos. Lo que ocurre es que estando tan arriba, se te ve mucho más. En la primera andanada, estábamos todos más inclinados a perdonar los errores, porque el virus nos pilló a todos desprevenidos. Y de pagar la novatada no se libró ni el papa. Y menos el gobierno. Pero como perteneces a la casta de los que nunca se equivocan (el gobierno no ha cometido el más mínimo error en la gestión de la pandemia), no nos queda más remedio que tragar, y taparle la boca al niñato que dice que el rey está desnudo.
Y entre medio, aquella misa de los difuntos de coronavirus organizada a toda prisa, como si ya no se fuesen a morir más, no ya de enfermedad común o de Covid, sino por la nefasta negligencia médico-gubernamental. Tus amigos del “govern” quisieron empurarte con un expediente sancionador, pero lo impidió el “casual” encuentro en el bar de Cretas con el ministro Illa -inútil el tío donde los haya-. Hoy por ti, mañana por mi… ¿Verdad, Juanjo?
Tú sabes, Juanjo amigo, que aquí en tu tierra te queremos… tal como eres. No eres el mejor fruto de esta tierra, pero eres de los nuestros. Te tenemos afecto y por eso nos hacemos cargo de tus errores y miramos de encontrarles el lado positivo, sabedores de que al no existir el mal absoluto, hasta los errores (¡incluso los del papa!) tienen algo de bueno.
Y ahora te has plantado, sí señor, en la beatificación de Juan Roig Diggle… Aquel jovencito asesinado por los milicianos anarquistas de los que son dignos sucesores las huestes de Esquerra y de la CUP, con los que tú, erre que erre, quieres establecer esos estrechísimos puentes de diálogo que te llevarán a sobrevivir sobre el arcoíris de la Cataluña independiente. Pero ándate con cuidado, que ya ves el gobierno: pasito a pasito, a fuerza de gestos y guiños de buena voluntad, ha acabado encamándose con la ETA. Es que tu metabolismo compulsivo te pierde, Juanjo amigo. Subestimas al enemigo porque, confiando temerariamente en tu seductora sonrisa, piensas que se dejará engatusar por tu personalísimo estilo de vamos a llevarnos bien, ¿eh que sí? Ándate con cuidado, Juan José, que no conoces el terreno por mucho que te mimetices con él, evitando la confrontación. Sí, comprendo que te ha forjado el singularísimo aire del Matarraña; pero ojo con los enemigos, que no los tienes bien identificados. Pero, sobre todo, pídele a Dios que te guarde de tus “amigos”, que se te arriman como las moscas a la miel.
¿No ves que les has dado la mano y ahora la están usando como si fuese suya? Has hecho creer a los cretinos de la Generalidad que pueden gobernar tu casa (es decir la Iglesia) a su gusto y encima les hablas continuamente de la mesa de diálogo, de cumplir las normas -las de ellos-, de evitar tensionar a la sociedad y eludir la confrontación. ¡Que te han tomao la palabra! La palabra, la mano y el pelo. Ándate con cuidado, maño.
Fíjate cómo son, Juanjo, que emplean contra ti tu esforzada y voluntarista ingenuidad. Ahora andan diciendo, y no se cortan, que, celebrando esa solemne beatificación en el grandioso escenario de tu gloria en tiempo de pandemia, te has convertido en un peligroso supercontagiador de Covid. ¡Que todos lo dicen, hombre! Que no contagian las tertulias de TV3, ni los supermercados, ni los estancos, ni siquiera el culto evangélico… ¡Contagia la Iglesia Católica con sus imprudencias!... Propiciadas por ti, amigo Juanjo. Ni siquiera se conforman con que no llegues ni al 10% de ocupación de la Sagrada Familia en su más solemne ceremonia después de su consagración por Benedicto XVI. ¡Lo que quieren es que cierres otra vez, hombre! ¿No te das cuenta? Con lo bien que les vino la suspensión del culto hace unos meses, afianzada en tu flamante condición de presidente de la Conferencia Episcopal… ¡Se la pusiste en bandeja! Aquí no harán como en Inglaterra, donde Boris Johnson ha decretado la clausura total del culto religioso. Aquí confían en que lo vuelvas a hacer tú… “por el bien de todos”.
Has pedido perdón mil veces por la misa a todo quisque con voz compungida: a los de la farándula, que se quejan del agravio comparativo que les haces con tu liturgia a ellos, que consideran su depravado arte actividad esencial; a los de los bares que ven mermados sus ingresos a favor de las cervezas compradas en las grandes superficies; y por encima de todo, a la consejera de justicia, la Ester Capella, con la que aspiras a disfrutar del mismo feeling del que gozas con la Colau, una mujer bisexual, pobre y de familia humilde… ¡Humilde como tú, Juanjo! ¡Claro que sí! Pero no te confíes, Juanjo, que ya andan diciendo voces interesadas, que estás más a gusto con ellas que con el pobre y pepero alcalde de Cretas. Al fin y al cabo, aquel tío es un pesado y esas son dos guapísimas féminas, que cortan ese bacalao al pil pil en cuyo mangoneo tanto disfrutas y te sientes tan seguro. Pero has de andar con tiento, Juanjo, que es muy pringoso.
Y al final, Juan José, después de tanto puente tendido, de tantas ofertas de diálogo responsable y respetuoso, resulta que el contagiador ¡eres tú, Juanjo! Así te lo pagan. Y todos los que como tú se atrevan a celebrar misa sin autorización judicial… En fin, que hasta la Iglesia se está achinando. Son los nuevos tiempos, es la New Age, que dicen.
Y ya ves, a pesar de todas tus zalamerías, tus amigos de la Generalidad han decretado que, a partir de ahora, en las misas no podrá haber más de cien personas. Ni aforo ni mandangas: ¡cien personas y punto! Tanto perdón has pedido que nos han puesto a todos tu penitencia. Te han interpretado muy mal, Juanjo. Al final te has arrastrado tan lamentablemente ante todos los antros del poder, disculpándote cual pusilánime colegial pillado con las manos en la masa, que pueden tratarte como a ese nene travieso que ha caído en la trampa. Ándate con cuidado, amigo, que son más malos que un dolor.
Escucha, Juanjo… Pide perdón por tus pecados, que pecadores somos todos, pero nunca por lo que hagas bien, como la misa de beatificación. ¡Saca pecho, hombre!, que no eres un mindundi. Eres el influyente presidente de la Conferencia Episcopal y uno de los cardenales más encumbrados de la Iglesia. No les consientas que te digan cuánta gente puede entrar en una iglesia católica para asistir a misa. Créeme, que la riada viene tan crecida que no es momento de pensar en puentes. Ten cuidado, que estás rodeado de demasiada gente que ansía las cebollas de Egipto y suspira por un “concordato” como el de China.
El otro día, en casa del tío Antonio, el de la calle San Roque, mientras degustábamos una fuente de caracoles como el Everest, apareció el tío Caldú, siempre tan enterado, y nos contó el último secreto: ¿Sabéis lo último de lo último?, nos dijo en tono intrigante. Cuenta, cuenta, le dijimos todos a coro. Y se arrancó en un excitado soliloquio:
“Habréis visto en la tele lo de los trenes del silencio de la Generalidad de Cataluña, ¿no? Pues sé de muy buena tinta que el Arzobispado de Barcelona, para no ser menos, tiene muy avanzado el proyecto de las iglesias del silencio. Porque, como sabréis, el coronavirus se expande con más fuerza cuando se habla, y con más fuerza todavía cuando se canta. Así que la idea es elaborar una liturgia y un culto para la nueva normalidad, eliminando del todo la palabra y el canto en directo para pasar a los enlatados, que vienen ensayándose en las iglesias más avanzadas con resultados excelentes… El hilo musical y esas pantallas estrechas y alargadas en que van circulando los mensajes escritos, acompañando los gestos del sacerdote, serán el nuevo formato litúrgico para reducir en un 80%, dicen, el riesgo de contagio de los fieles”.
Se dio un respiro el tío Caldú, que no paraba de darle al tintorro de la tierra -ese vinillo de Samper que nos pone tan habladores- para observar en nuestros desconcertados rostros, el impacto de sus palabras… Y se fueron entretejiendo los rumores que iban in crescendo envueltos en espíritu de vino, que algunos llaman por aquí, “espíritu divino”.
En el fragor de esa voluntariosa batalla en tu defensa, amigo Juanjo -cada uno te defendía según su mejor saber y entender-, se sobrepuso el recio vozarrón del tío Celma: “No temáis, que nuestro amigo no es de los que tropiezan tres veces en la misma piedra. D. Juan José sabe que aquí nos batimos el cobre en su defensa en favor del tan vilipendiado ayuno de agua de la ducha; y sabe que sus paisanos sabemos explicar muy bien eso de adelantarse él a prohibir el culto con asistencia de fieles para proteger a la población de alto riesgo, que son los que van a misa. Y sacamos pecho para cantar sus proezas en la Sagrada Familia. Y aunque su curia ande enredando en eso, sus paisanos, que le conocemos muy bien, estamos seguros de que no caerá en esa trampa tan burda de los trenes del silencio que le ha tendido la Generalidad, contando con su voluntad de tender puentes, de dar la mano y de colaborar con las autoridades a toda costa… Aunque se empeñen en llamarle tan aviesamente Juanjo el contagiador. Porque se le podrá acusar de cualquier cosa, pero no de que no se haya adelantado a todos para proteger del coronavirus a su rebaño.”
Volvió el fragor del morapio de Samper a dominar la tertulia… El Amadeo se desgañitaba en su intento de poner sobre la mesa el discurso del paisano ante la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal. Puso énfasis en los titulares: remar juntos, la cordialidad, frenar el racismo, poner todo nuestro empeño en detener la deforestación de la Amazonia, y el consenso con el poder para ayudarles a “mejorar” el sistema democrático… Nadie le hizo caso. Se ahogaron sus palabras en los vapores del tintorro.
Es que, Juanjo amigo, si no te defendemos tus paisanos, ¿quién te va a defender? Como decía Horacio, mientras estés encumbrado contarás con innumerables amigos. Pero pedimos a Dios que te libre de ellos; porque para librarte de tus enemigos (e incluso para hacértelos amigos), habilidad y decisión no te faltan.
El Cojo de Calanda
"En la primera andanada, estábamos todos más inclinados a perdonar los errores, porque el virus nos pilló a todos desprevenidos. Y de pagar la novatada no se libró ni el papa. Y menos el gobierno."
ResponderEliminar1. En la película 55 días en Pekín, el asedio chino de los bóxers no fue nada comparado con los 99 días sin Misa, y lo curioso es que los chinos católicos pudieron refugiarse en el barrio de las Delegaciones diplomáticas de Pekín, y seguro que hicieron misas entre tiros, mientras que nosotros, ná de ná, pero ná en absoluto, eso sí, se podían ver las misas con gafas 3D con resolucion 4K y en Ultra-HD, lo nunca visto en la historia de la Iglesia, hasta Francisco prohibiendo la Semana Santa...
2. Hay un sistema que puede ser de interés público y general para todos, que es el sistema MoMo, monitorización de la mortalidad diaria en España, que puede encontrarse por el buscador ("momo") o aquí:
www.isciii.es/QueHacemos/Servicios/VigilanciaSaludPublicaRENAVE/EnfermedadesTransmisibles/MoMo/Paginas/MoMo.aspx
Se clica en "Más información a tiempo real sobre el Sistema MoMo", y les llevará a ver los datos: Nacional, CCAA, Notificación...
3. Luego de clicar a "Mas información...", se puede ir a dos pestañas, "Nacional" y "CCAA", y allá se puede ver el desastre de la Generalidad de Cataluña en la gestión sanitaria. Verán que Cataluña es la vergüenza de España, irresponsables absolutos, con unos líderes que han convertido la locomotora de España en el vagón carbonero de Madrid, hoy la verdadera locomotora, en un proceso que parece ya irreversible, pues se da desde el 2017, debido a la inestabilidad política del 'procés' y el mal desempeño de la economía y el turismo, más las deslocalizaciones de sedes y de cuentas bancarias (fuga de capitales).
4. En otra pestaña, "Notificación", se puede ver el cuadro "Retraso en la notificación por CCAA", y verán que Cataluña tiene el récord autonómico: de media, tarda 5 días en notificar al sistema, ¡¡¡la misma cantidad de días en que el Ejército Imperial Alemán, Reichheer, tardaba en notificar el número de bajas durante la IGM (1914-1918)!!!. Con el segundo gran récord: tiene el percentil, o máximo de días de retraso de la notificación de fallecidos al sistema de... ¡¡¡11 días!!!... ¡¡¡y nos dijeron que Cataluña era líder en digitalización e informática!!! Y lo peor es que se comenta que la Generalidad abre los bares porque no tienen dinero para tenerlos cerrados...
5. Aquí, en MoMo, se verá que Cataluña y Madrid (y las 2 Castillas) recibieron el tremendo impacto de difuntos por el COVID, por culpa del gran retraso de Sánchez-Iglesias en declarar el estado de alarma hasta el 14 de marzo, pero que efectivamente sólo fue cumplido el 21 de marzo, después del gran asalto a los supermercados en busca de papel higiénico y comida.
6. Este horrible retraso (confinamiento real, 21 de marzo), representó la pérdida de UN MES en relación al confinamiento italiano del 23 de febrero, con la masiva entrada de contagiadores en los aeropuertos y carreteras. En efecto, había que celebrar la concentración independentista butifarrentista en Perpiñán el 29 de febrero (los franceses, finos), y sobre todo, la manifa femiloca/feminazi del 8 de marzo en toda España.
7. Hoy, España tiene 44.000 decesos sobre 47 millones de habitantes, en cifras porcentuales lo peor de Occidente. Los EEUU de Trump, tenido como el líder más estúpido y necio, tiene 263.000 fallecidos, pero con 329 millones. Es decir, España está algo por debajo en EEUU, pero España iba presumiendo de tener el "mejor sistema sanitario del mundo", cayéndose de morros al verse que, mundialmente, España tiene el peor gobierno nacional y los peores gobiernos autonómicos, junto con la peor oposición y la peor sociedad civil, más los medios de comunicación más prostituidos y vendidos de la historia: apagón y manipulación informativas.
En las elecciones catalanas del presunto 14 de febrero se podrá -se debería- de sancionar al mal gobierno...
El Cojo de Calanda, hoy se lucio con su sarcasmo, mejor relato imposible, podria pasar que este vuestro ilustre paisano, que tambien le llegara su hora, cuando llame a la puerta de Sant Pedro, SE PIERDA LA LLAVE PARA PODER ABRIRLE.
ResponderEliminarQueridos compaisanos del famoso cardenal "amigo del Papa", Rezad por su Alma, que falta le hace para el Bien de los Feligreses Españoles.
Lamento el sarcasmo empleado por el "Cojo de Calanda". No tiene el sentido de una fina ironía. Pero como es del talante de GG...adelante!
EliminarLa oposición al poder político injusto ha sido santo y seña del cristianismo, siendo el mismo Señor el que nos sirve de guía con sus palaras y ejemplo. Desde su misma declaración de que el poder viene de Dios hasta su negación a responderle. ¿A mí no me contestas? se extrañó Pilatos. Tras sus pasos, el martirologio está lleno de testigos que pagaron con su vida rechazar la suplantación de Dios. Una suplantación que adquiere muchas formas y un mismo fin.
ResponderEliminarHay que aceptar a Sánchez-Iglesias, al presidente de la Generalidad. Y rogar por ellos. Esa es la doctrina de la Iglesia. Pero ni un paso más. Aunque nos cueste un cisma, como ocurrió con la Iglesia de Inglaterra, donde los católicos sufrieron siglos de persecución, se les negaba la posesión de propiedades y el acceso a la cultura superior. Aterrizando todavía más, la relación de la jerarquía eclesiástica en Cataluña con el poder civil está transida de episodios de vergonzosa humillación. No es de ahora. Ese hincar la rodilla, ese bajar la cabeza, surgió en un tiempo en que la Iglesia comenzó a contemporizar en el primer tercio del siglo XX, tras el enfrentamiento del obispo de Barcelona con Odón de Buen, entre otros datos. Comenzó a configurarse una inclinación insana de parte del clero hacia las tesis racistas y etnicistas. Algunos hechos posteriores fueron lastimosos, como el de Vidal y Barraquer. Los últimos decenios, acentuada hasta el paroxismo, esa tendencia racista y supremacista ha creado un caldo de cultivo cuyo hervor acaba ahogando, si no salimos al exterior y buscamos aire puro. Es obvio que a Omella esa atmósfera tóxica parece estar afectándole. Puesto que quienes sufren esa dictadura son la mayoría de los fieles, no es de extrañar que alguien cante las verdades del barquero, aunque sea con voz ronca.
""Aunque nos cueste un cisma...""
EliminarUna exageración temeraria e innecesaria. Ese talante agresivo que tanto les gusta exhibir, a dónde nos llevara.
Un post impresentable, como todos los del cojo de marras.
ResponderEliminarMe da lástima pensar en su autor. Su gasolina es el resentimiento.
Dice verdades como catedrales. ¿O es que ahora es resentimiento decir la verdad?
EliminarMás pena dan los apesebrados y los estómagos agradecidos que intentan defender lo indefendible.
Se pueden decir las verdades como catedrales sin resentimiento, que envenena el alma del que lo dice, del que lo lee y de los que nos rodean.
EliminarLa caridad cristiana y la salud mental están para algo.
Personaje siniestro donde los haya. Con este y con el de los madriles, el licenciado por la Universidad del Tocomocho, ya ni tan siquiera a cobrar una herencia, ni a tirar la basura al contenedor.
ResponderEliminarMás falso que un euro de chocolate.
Bien que Omella tendrá errores como el de las misas y esa obsesión por ser tendedores de puentes, el diaólogo y demás cosas políticamente correctas que no le van a servir de nada.
ResponderEliminarAún así creo que él sinceramente en su fuero interno tiene buena voluntad, busca la coexistencia pacífica y construir más que ser un ariete pues busca un perfil bajo y de no meterse en muchos charcos.
Peor mil veces es ese cardenalucho de Madrid al que llaman el peregrino y de apellido Osoro. Con más caras que un duro falso, trepador, acomodaticio. Donde ha tuvo que poner orden al desastre postconciliar cuando tocó hizo efectiva limpieza, cuando ha tenido que pasar por un progre guay hace declaraciones que ni el Papa haría. Se dedicó a decir que la Virgen haría huelga por el feminismo este personaje y ayer se sumó al día contra la Violencia de Género contra la Mujer tocando las campanas, algo incomprensible porque que tiene que verel culto y algo sagrado como es una camapana que llama a rezar,a la Santa Misa o acompaña a un entierro con una conmemoración de tipo civil y que para colmo divide a mucha gente.
Encima lo que le faltaba; tener problemas económicos y escándalos de tipo inmobiliario pues ha nombrado para cargos a muchos que son lo peor de la Diócesis (igual que Sánchez). No le quieren sus sacerdotes que despotrican de él que se ha quedado en poca cosa, mejor dicho que en nada para haber sucedido a Rouco, los fieles católicos tampoco le muestran mucha simpatía. Para colmos dicen que alberga o albergó alguna vez esperanzas y ambiciones para ser elegido Sumo Pontífice algún día cosa que sería la ruina de la Iglsia católica.
Mañana entierran a un obispo de Barbastro-Monzón de Coronavirus.No le veo la gracia, Cojo de Calanda. Monseñor Omella, aunque cumplió con la normativa vigente, obró con imprudencia en la beatificación de la Sagrada Familia, porque había mucha gente y el virus no distingue de sitios profanos y sagrados. Monseñor Omella es una estupenda persona, aunque nadie es profeta en su tierra. Qué le vamos a hacer.
ResponderEliminarEl Cojo de Calanda necesita vacaciones. Si es eso, pero no... con la que se viene encima (vacunas genocidas) mas le valdria al Cojo virar sus cañones hacia otras naves y sobretodo SALVAR ALMAS que pocas van quedando salvablee
ResponderEliminarCuánta critica para el Conjo de Calanda, más respeto que es un minusválido... preparaos para cuando tenga la parte de la pierna que le falta...
ResponderEliminarLa ceremonia de beatificación de J Roig Diggle, enaltece al Arzobispo. Pero la moraleja de la picadura del escorpión a la rana se puede aplicar a ese compadreo con ERC que por “naturaleza” es anticlerical.
ResponderEliminarYo creo que hay que dejarse de tonterías y aprovechar la ocasión para recristianizar Cataluña.
ResponderEliminarMucha gente se ha dado cuenta que lo que nos prometían los corruptos políticos que no nos representan y lo que vemos en las revistas de papel cuche no tiene nada que ver con la realidad de la vida humana y la realidad de la muerte que todos hemos de pasar.
Después de toda esta hecatombe de muertes inocentes y cientos de miles de personas que se han quedado sin ingresos, !o que la gente quiere es lo que promete cualquier religión verdadera que se precie:
Una espiritualidad sagrada, una doctrina cierta segura e inamovible y una obligación moral de amarse los unos a los otros.
Esas cosas de Pachamama Concepcion, falsa ecología amazónica, pujolismo y otras innovaciones modernas están "out".
Y ya que estamos en éstas, la obligación no sólo es de presbiteros y episcopos, sino de todos.
Cuanto antes dejemos de adorar ídolos de barro y confesemos a Cristo Jesús como guía y salvador -con obras-, mucho mejor.
OVELLA
ResponderEliminarNo es un pastor, es un manso,
un capón de bajo vuelo.
Siempre sonríe cual lelo,
es un pájaro muy ganso.
Y es que Ovella es don remanso:
cardenal de lotería,
sólo vende simpatía;
correveidile de Roma,
su gestión es pura broma
mas su diócesis...chirría.
le felicito.Anónimo de las 23:48
EliminarSí. Muy bueno e ilustrativo el poema
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