“La gracia barata es el enemigo mortal de nuestra Iglesia”
(Dietrich Bonhoeffer, pastor luterano)
Es efectivamente en los momentos de tribulación donde es más fácil calibrar quién es quién. Es cierto que la tremenda crisis del coronavirus nos ofrece la oportunidad de ver la imagen más noble del hombre individual, es decir del alma humana; bellísimas almas estamos viendo estos días. Individualmente nos puede muchísimo más la bondad que la maldad. Una bondad heredada del Evangelio: rescoldos de una fe recia, generosa y recta que alimentó la Iglesia durante siglos con muchísimas más luces que sombras.
Pero es en cuanto llegamos a nuestra organización en forma de instancias de poder (lamentablemente también de la Iglesia, cuando su esencia tiende a reducirse a su caparazón de poder), es entonces cuando emana de los individuos (oficialmente, mediante el voto; que a su vez se ha obtenido mediante la persuasión engañosa: y cada uno se ha dejado engañar por lo que más le tiraba, que no siempre ha sido la bondad); es entonces cuando emana lo peor de nuestra alma. Es ahí cuando contemplando el “hombre bien cebado” que somos, es entonces cuando hemos de decir con Pilatos: ¡Ahí tenéis al hombre!: Escarnio, caricatura, vejación, manto de púrpura (ay, ay, ay, el color cardenalicio) y punzante corona de espinas…
O de virus. Y los que nos han impuesto esa corona nos tapan los ojos, nos abofetean, nos escupen, nos golpean con una caña encima de la corona, clavándonosla cada vez más, hincan burlones la rodilla ante nosotros, y nos preguntan: Oh Pueblo Soberano, ¿a que no eres capaz de adivinar quién te ha dado? Y entre carcajadas, nos tiran de la capa y nos rinden sarcástica pleitesía.
Hemos olvidado ya el motivo de nuestra Redención: la gloriosa libertad de los hijos de Dios (cf. Romanos 8,21). ¿Libertad? ¡Y eso para qué sirve!, exclaman los que viven en la enorme abundancia de las cebollas de Egipto: nuestras cebollas de servidumbre, ¡claro está! Las que añoraban los israelitas al ver lo durísimo que les resultaba trabajarse la libertad. Hoy nos llenamos la boca de libertad, ¡y sobre todo de libertades! (ahí están, avanzando en el ranking, la “libertad de bragueta” y los “derechos de bragueta” acuñados por Juan Manuel de Prada), tan lejos del nobilísimo concepto de la libertad de los hijos de Dios predicada antaño por la Iglesia. Cristo apuró el cáliz de la esclavitud: aceptando la cruz, la inmensamente más penosa condición del esclavo. No para ganarnos ese cúmulo de libertades engañosas y esclavizantes que nos ofrece el mundo, porque todo el que comete pecado es un esclavo (Juan 8, 34), sino para entrenarnos constantemente en la dura batalla por ganar la libertad de los hijos de Dios.
¡Ahí está Cristo!, Ecce homo (cf. Juan 19,5) en su divina batalla por ganarle la libertad al hombre, por “redimirlo”, por rescatarlo de la esclavitud del pecado al precio de su sangre derramada en la cruz. Sí, sí, del pecado; que es el que nos trae a mal traer por la calle de la amargura.
Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle -afirma Jesucristo-, sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Y ahí va la definición de un pecado que nuestra clerical desidia y pereza en predicarlo, ha acabado por oxidar: Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez. Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre (Marcos 7,15). ¿Para qué queremos redención alguna, si el pecado no existe y además estamos encantados con nuestra esclavitud, subdividida en igual infinidad de “libertades” que la de los presos?
No nos es lícito poner la libertad de los hijos de Dios, más barata de lo que estuvo la libertad por la que lucharon los pueblos (entre ellos, los romanos) que empeñaban toda su vida en huir de la esclavitud que ellos imponían a otros pueblos. La libertad era su gran batalla vital: militia est vita hóminis super terram, et sicut dies mercenarii dies eius (Job 6,1). “Milicia es la vida del hombre sobre la tierra, y sus días son como los días del mercenario”. La gran condición para poder formar parte de esa milicia que defendía la libertad de todo el pueblo, era la virtus. Era el valor guerrero, claro está; era un valor que exigía entrenamiento constante (ironías de la historia: ¡la escuela -llamada también ludus y gimnasio- se instituyó para la guerra!). Y sin virtus moral, no era posible la virtus combativa: la libertad se ponía en grave peligro. Y efectivamente fue la caída de la virtus moral romana, lo que precipitó la caída del Imperio
Y ha de ser un pastor protestante, Dietrich Bonhoeffer, vilmente asesinado en 1945 por aquellos falsos hermanos -salvadores de la nación alemana antes, ahora de la nuestra- introducidos secretamente, que se habían infiltrado para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús, a fin de someternos a esclavitud (Gálatas 2, 4), el que nos enseñe a nosotros y a nuestros impostados hospitales de campaña cuál es el infinito precio de la gracia que nos ganó Jesucristo para hacernos entrar en la libertad gloriosa de los hijos de Dios: “La gracia barata es el enemigo mortal de nuestra Iglesia. La gracia barata -continúa el pastor Bonhoeffer- es la predicación del perdón sin arrepentimiento, el bautismo sin disciplina eclesiástica, la eucaristía sin confesión de los pecados, la absolución sin confesión personal. La gracia barata es la gracia sin seguimiento de Cristo, la gracia sin cruz, la gracia sin Jesucristo vivo y encarnado”.
¿Tan poco apreciamos los cristianos la libertad de los hijos de Dios, que lo queremos todo cuesta abajo, lo más fácil posible? Pues no, no es de menor valor el de la gracia inmerecida de la libertad que nos ganó Jesús en la Cruz, que el paquete de libertades de oropel que nos da el mundo. Y no nos las ofrece gratis: porque nos exige a cambio nuestra sumisa servidumbre.
Al contrario, “la gracia cara es el Evangelio que siempre hemos de buscar, son los dones que hemos de pedir, es la puerta a la que se llama. Es cara -proclama Bonhoeffer- porque llama al seguimiento de Jesucristo; es cara porque le cuesta al hombre la vida, es gracia porque le regala la vida; es cara porque condena el pecado, es gracia porque hace justo al pecador arrepentido. Sobre todo, la gracia es cara porque ha costado cara a Dios, porque le ha costado la vida de su Hijo -«habéis sido adquiridos a gran precio»- y porque lo que ha costado caro a Dios no puede resultamos barato a nosotros”.
Por la vida se pierde la vida, dice nuestro refranero. La versión laica de la gran sentencia evangélica: Quien quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa mía y del evangelio, la salvará”. (Marcos, 8:35). La gracia de la salvación es cara porque obliga al hombre a someterse al yugo del seguimiento de Jesucristo; pero también es una gracia el que Jesús diga: «Mi yugo es suave y mi carga ligera» (Mateo 11,28).
Esta reflexión me la ha inspirado el escalofriante espectáculo de la policía irrumpiendo en la celebración de los oficios del Viernes Santo en la catedral de Granada. Y acentúa mi escalofrío el hecho de que la policía estaba transgrediendo chulescamente el Decreto del estado de alarma. Ésa es mi sensación al ver a las fuerzas del orden actuando por su cuenta y riesgo contra la ley -a cuenta de una obediencia debida a no se sabe quién- y contra la libertad de la Iglesia, que está guardando un servicial y obsequioso silencio. ¿Tan poco apreciamos nuestra libertad de hijos de Dios?
Pero que los ejecutores de la ley puedan interpretarla arbitrariamente, pero no en favor de la libertad, sino contra ella, nos retrotrae a los regímenes en que los ejecutantes se han dedicado a interpretar la voluntad del dictador de turno para congraciarse con él y así ir progresando en su carrera hacia la identificación con el jefe: es decir, actuando según la auténtica voluntad del jefe que no ha podido conseguir una ley a su gusto. Pero, ¿qué se puede esperar? si el mismo Sindicato Unificado de la Policía (SUP) escribía de esta guisa, contestando a la protesta de Actúa Familia por el desalojo de una parroquia en Cádiz: Todos, cristianos, ateos, el resto de dogmas y pensamientos, deberíamos tomar buena nota de lo que dijo el Sr. Presidente de la CEE, el cardenal arzobispo D. Juan José Omella, el cual ha recomendado que ante el aumento de la incidencia del coronavirus, se sigan las misas por televisión o radio, evitando las aglomeraciones por el peligro de contagio. Ése fue su alegato. De hecho, argumentó que en realidad entró la fuerza pública en la iglesia a hacer cumplir la orden del Presidente de la Conferencia Episcopal.
No existe la vida con riesgo cero. En la situación de confinamiento, estamos viendo que no es necesario ni siquiera bajar a la calle para correr riegos. Han aumentado muchísimo los accidentes domésticos. Simplemente hemos de aceptar la cuota de riesgo estándar en vez de blindarnos en busca del riesgo cero. No es el caso de pedirles a los pastores de la Iglesia que asuman para sus sacerdotes el riesgo que han asumido colectivos como los sanitarios o las fuerzas del orden. Ni siquiera que asuman el nivel de riesgo de cajeras de supermercado, camioneros o agricultores o el de los empleados que acuden a sus puestos de trabajo. Pero de ahí al riesgo cero como norma general, va un buen trecho.
Pero no sabemos dónde escondernos, cuando la misma policía que nos impide celebrar la misa con la iglesia abierta e imponiendo las medidas de seguridad estándar, nos echa en cara que ha sido la jerarquía eclesiástica la que ha decidido cerrar las iglesias en busca de ese ilusorio y paralizante riesgo cero. ¿Tan barata es la gracia que hemos recibido? ¡No! “La gracia es cara porque es el tesoro oculto en el campo por el que el hombre vende todo lo que tiene; es la perla preciosa por la que el mercader entrega todos sus bienes; es el reino de Cristo por el que el hombre se arranca el ojo que le escandaliza; es la llamada de Jesucristo que hace que el discípulo abandone sus redes y le siga”. ¿Acabará siendo Dietrich Bonhoeffer el que ahora nos catequice sobre el valor y el precio de la gracia de la libertad de los hijos de Dios? Dios bendiga a este santo pastor, pues la verdad de su testimonio llena ahora el vacío que parecen dejar nuestras palabras y nuestras obras.
Custodio Ballester Bielsa, Pbro.
www.sacerdotesporlavida.es
"Pero no sabemos dónde escondernos, cuando la misma policía que nos impide celebrar la misa con la iglesia abierta e imponiendo las medidas de seguridad estándar, nos echa en cara que ha sido la jerarquía eclesiástica la que ha decidido cerrar las iglesias en busca de ese ilusorio y paralizante riesgo cero."
ResponderEliminarMuy bien, y respuesta de un cura:
“Es un hecho objetivo: La Iglesia no es un lugar de contagio… Ir a la iglesia es un derecho para la gente… Necesitamos recuperar un espacio de libertad; la iglesia… es también espacio de esperanza. La iglesia es el laboratorio donde se busca construir un futuro mejor para todos, también para quien nos odia, también para quien no cree. No necesitamos favores, sólo revindicamos un derecho”.
Cualquier lugar donde se pueda contagiar y se contagie es un lugar de contagio.
EliminarContagio no es sólo adquirir la enfermedad; es también incubarla para posteriormente esparcirla.
¿No se puede extremar la precaución durante un par de meses, aunque sólo sea para no producir críticas contra la Iglesia por haber sido foco de extensión de la enfermedad?
No es ninguna casualidad que los principales focos fuera de Italia y China estén relacionados con Iglesias cristianas (protestantes): Corea y Madrid.
"Dios bendiga a este santo pastor, pues la verdad de su testimonio llena ahora el vacío que parecen dejar nuestras palabras y nuestras obras."
ResponderEliminarY Dios nos ha bendecido por descubrir la tacha moral de nuestros obispos:
- No respetaron los derechos humanos al culto de sus fieles
- No denunciaron ante el juez los abusos policiales
- No estuvieron al lado del fiel
- No fueron mártires
- No fueron dignos sucesores de los Apóstoles
- Se han desprestigiado y desacreditado, al lanzar pregones desde su seguro palacio episcopal sin organizar ni salir para nada
Pues muy ilustrativo el artículo poniendo a un pastor protestante que nos da a los católicos lecciones sobre pecado, confesión y Gracia. Todo esto sin la existencia de sacramentos en el Protestantismo. En general pasa que en la Iglesia Católica existe mucho patrimonio material a proteger especialmente también para la manutención clerical por lo que se infiere que los obispos católicos callan más de lo debido para defender las ayudas gubenamentale. EF.
ResponderEliminarNo siempre tienen razón los mismos y a veces, el disidente nos pone frente al espejo que nos devuelve el reflejo que no queremos ver.
EliminarEn esto se basa el ecumenismo y el padre Custodio lo sabe bien. De ahí su acertada reflexión.
El Decreto 09/20 de 4 de mayo del 2020 del Arzobispo de Barcelona, dice esto:
ResponderEliminar4.7. La comunión será distribuida exclusivamente en la mano de cada fiel en todas las iglesias de la Archidiócesis sin excepción, evitando cualquier contacto entre las manos del ministro y la mano del fiel que comulgue, a una distancia prudencial, y siguiendo la forma litúrgica vigente.
...
Para los que sólo deseen comulgar en la boca, esto representa no poder comulgar, dado que se nos priva del derecho humano a la libre elección del tipo de comunión que deseemos, que es COMULGAR SIN TOCAR LA HOSTIA CON LA MANO Y LOS DEDOS:
1. De pie y en la mano con o sin corporal o purificador
2. De pie con genuflexión y en la mano con o sin corporal
3. De rodillas con o sin reclinatorio y en la mano con o sin corporal
4. De rodillas con o sin reclinatorio y en la boca
Lastimosamente, he optado por no comulgar en la mano sin corporal, pero sí existe una opción, que Mons. Schneider la calificó como de comunión en la mano con corporal, equivalente a la comunión en la boca.
COMUNIÓN EN LA MANO CON CORPORAL O PURIFICADOR (PAÑUELO DE HILO)
I. AVAL DE LA TRADICIÓN
En los comienzos de la Iglesia se comulgaba en la mano, pero con mucho respeto:
1. Había que purificarse las manos antes de comulgar
2. Antes de comulgar besaban la mano del que daba la Comunión
3. Cubrían las manos con un corporal de hilo puro, de donde se tomaba la Hostia directamente con la lengua
4. Tras sumir la Hostia, el fiel recogía con la lengua cualquier mínima partícula consagrada
5. Después se volvían a lavar las manos
6. Un diácono supervisaba esta operación
7. JAMÁS SE TOCABA LA HOSTIA CON LOS DEDOS
Mons. Schneider dijo que “era más una Comunión en la boca que en la mano”. La Comunión en la mano SIN CORPORAL O PURIFICADOR, tal como la conocemos hoy, era desconocida entre los primeros cristianos, por ser nada reverente con el Sagrado Cuerpo de Jesucristo.
II. TEOLOGÍA EUCARÍSTICA SOBRE LAS PARTES Y PARTÍCULAS DE LA EUCARISTÍA
ResponderEliminarLa Sagrada Hostia es un pan redondo que puede presentarse en tres formas:
1. Entera
2. Parte o fragmento: en el momento del Agnus Dei, el cura parte la Sagrada Forma en dos. También, cuando el cura dispensa la comunión, y al haber pocas formas y muchos comulgantes, empieza a partir la Hostia en pequeños trozos.
3. Partícula: cuando el cura parte en dos la Forma en el Agnus Dei, algunas de las partículas son tan pequeñas que el aire se las lleva. También, son las partículas milimétricas.
Sentado esto, la teología eucarística enseña:
a) La eucaristía es eucaristía, y por lo tanto, Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, siempre y cuando la especie mantiene su apariencia de pan en su sentido pleno, o sea, sólo mientras dure su apariencia de pan, cosa que no se da en las partículas.
b) Por eso, en la Iglesia Católica no se da culto eucarístico a las partículas: nadie lleva una partícula en procesión eucarística, ante una partícula no se hace genuflexión, no se reservan, no se exponen, no se adoran, pues la partícula no es pan eucarístico, no es Jesús-Eucaristía.
c) La partícula no es pan eucarístico, sólo mientras esté la forma del pan eucarístico, entonces éste es pan eucarístico, pero cuando no es apariencia de pan, cuando la especie no mantiene la integridad de pan, entonces estamos ante una partícula, y la Iglesia dice que la partícula minúscula, de 1/4 de milímetro por ejemplo, no es pan eucarístico, no está presente el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, no se da culto eucarístico a la partícula.
d) Pero de ahí a decir que la partícula la podemos tirar, no es verdad, pues la partícula se consume con reverencia, la partícula la llevamos dentro del corporal, y al lavarlo con agua, ésta se tira al sacrarium o en un lugar con tierra, nunca por el sumidero, porque son partículas eucarísticas. En la Iglesia nunca ha habido culto eucarístico a las partículas, pero las partículas se tratan con reverencia, al ser partículas del Cuerpo de Cristo.
¿Cuál ha de ser exactamente la medida de la partícula, para que pueda ser considerada partícula?
EliminarLa lógica lo indica, ha de tener apariencia de pan, y por lo tanto, ha de conservar las características de un fragmento. En las persecuciones contra los católicos en China, Rusia, Corea del Norte, Vietnam, etc, debido a la represión de los rojos socialcomunistas, o incluso en los läger y stalag nazis, una sola Hostia servía para muchos católicos clandestinos (en casa o en la cárcel), y se fragmentaba hasta el punto en que no pudiera administrarse como pan. Ésta es la medida: hasta que pierda la apariencia de pan y las propiedades de pan único. No se daban cúmulos de partículas, porque no son pan eucarístico. Es de lógica y razón.
EliminarIII. MAGISTERIO SOBRE LAS PARTES Y PARTÍCULAS DE LA EUCARISTÍA
ResponderEliminarLa Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración sobre los fragmentos de hostias consagradas (2 de mayo de 1972, prot. n. 89/71)
www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19720502_de-fragmentis-eucharisticis_sp.html
"Después de la Sagrada Comunión, no solamente las hostias que quedan (hostia entera) y las partículas (mal definido, son el pan eucarístico en forma de partes o fragmentos) que de ellas se han desprendido y conservan el aspecto exterior de pan deben ser conservadas o consumidas reverentemente, por razón de la veneración debida a la presencia eucarística de Cristo, sino también respecto A LOS DEMÁS FRAGMENTOS (es decir, a las partículas eucarísticas que NO son Cuerpo de Cristo), se deben observar las prescripciones relativas a la purificación de la patena y del cáliz que se indican en el Misal Romano..."
Como se refiere al Misal Romano de 1969, ya derogado, hemos de ir a la actual INSTRUCCIÓN GENERAL DEL MISAL ROMANO, y se pueden ver, por ejemplo, estos numerales:
Las purificaciones
278. Siempre que algún fragmento de la Hostia se haya adherido a los dedos, sobre todo después de la fracción o de la Comunión de los fieles, el sacerdote debe limpiar los dedos sobre la patena y, o según la necesidad, lavarlos. Del mismo modo, deben recogerse los fragmentos que hubiera fuera de la patena.
279. ...La patena, como de costumbre, límpiese con el purificador.
IV. PETICIÓN DE LA COMUNIÓN CON CORPORAL O PURIFICADOR
Por lo tanto, ante la prohibición de la comunión en la boca, se puede y se tiene el derecho humano a pedir la comunión en la mano con corporal y purificador, siguiendo estas instrucciones que son de lógica, excepto que las modifique el obispo.
A.-/ Si el corporal es del fiel:
1. Se avisa al cura que se tomará la comunión en la mano con corporal, al ser un derecho humano religioso amparado por el derecho canónico
2. Se sigue el mismo rito que la comunión en la mano pero consumiendo la Sagrada Forma según dejamos escrito tal como era en la Tradición
3. Se da el corporal al cura, diácono o laico para que lo limpie en la jofaina de la credencia
4. Se devuelve el corporal al fiel, quien luego lo ha de limpiar bien si lo reutiliza
B.-/ Si el corporal es de la parroquia:
1. El cura, diácono o laico da el corporal propiedad de la parroquia
2. El laico sigue el mismo rito que la comunión en la mano
3. Se devuelve el corporal al cura, diácono o laico, el cual lo destruye, no lo reutiliza
C.-/ Unas notas:
1. Si no se puede comulgar con corporal, uno puede negarse a tomar la comunión con la mano sin corporal. Entonces, si no se puede comulgar sacramentalmente, se hace la comunión espiritualmente, siempre rite dispositus: sin pecado mortal, con posibilidad de comulgar.
2. El corporal o purificador es más higiénico que tomar la comunión en la mano sin corporal, y más respetuoso con el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, porque dejamos el mínimo de partículas, cosa que no lo hace la comunión en la mano sin corporal.
V. NORMAS SANITARIAS A LA HORA DE COMULGAR
ResponderEliminarCuando vayan a comulgar, recuerden esta norma de higiene antiepidémica, SI QUIEN ADMINISTRA LA COMUNIÓN NO LLEVA MASCARILLA FFP2 O FFP3, ENTONCES NO COMULGUEN, porque la zona de dispensación de la Sagrada Forma, al ser un lugar fijo y al estar el administrador y el comulgante a menos de dos metros de distancia, el área se está acumuladamente contaminando a medida que se va comulgando, y más si cabe si además los comulgantes tampoco no van con mascarillas FFP2-FFP3. Aquí no caben medias tintas, y hay que ser estrictos, pues estamos en un recinto como una media hora, y nos jugamos la salud.
Por ello, unos consejos:
1. NUNCA COMULGUEN SI EL CURA, DIÁCONO O LAICO DISPENSADOR NO LLEVA NINGUNA MASCARILLA, pues no cumple con la distancia mínima de dos metros para evitar el contagio
2. NUNCA COMULGUEN SI EL CURA, DIÁCONO O LAICO DISPENSADOR NO LLEVAN MASCARILLAS FFP2 O FFP3, pues pueden contagiar y ser contagiados, y se las reconoce porque tienen una válvula de exhalación, tienen el derecho de preguntar al cura si las lleva puestas:
--- FFP2: 92% de eficacia de filtración mínima, 8% de fuga hacia el exterior. Igual que la anterior ofrece protección frente a residuos no tóxicos, sí frente a elementos fibrogénicos. De esta manera, impide que inhalemos fluidos tóxicos de polvo, aerosoles y humos. Retiene partículas de hasta 0,6 micras.
--- FFP3: 98% de eficacia de filtración mínima, 2% de fuga hacia el exterior. Actúa contra distintos tipos venenosos y tóxicos de polvo, humo y aerosoles. Es eficaz contra bacterias, virus y esporas de hongos. Retiene partículas de hasta 0,6 micras.
3. NUNCA COMULGUEN SI EL CURA, DIÁCONO O LAICO VAN CON MASCARILLAS CONVENCIONALES (NO SON FFP2-FFP3), porque no dispone de válvula de exhalación y porque estas mascarillas no tienen una adecuada disipación de CO2 y humedad respiratoria al exterior: no sirven para nada, contaminan la zona de dispensación.
4. TIENEN DERECHO A NO COMULGAR EN LA MANO SIN CORPORAL, Y TIENEN DERECHO A SÍ COMULGAR EN LA MANO CON CORPORAL, ES UN DERECHO HUMANO DEL FIEL INNEGOCIABLE E IRRENUNCIABLE.
- Primero, comulgar en la mano si corporal es una forma que no respeta reverentemente a las partículas eucarísticas.
- Segundo, comulgar en la mano si corporal es una forma que incrementa el riesgo de contagio, porque la Sagrada Forma es tocada por las manos y los dedos del administrador y del comulgante, y por limpios que tenga el comulgante sus dedos y las manos desde casa y con el gel desinfectante del templo, hay riesgo de contaminación hasta el momento de la comunión: respiración, ambiente, tocar accidentalmente objetos, dar las monedas o billetes...
5. No entren en un templo donde los fieles NO guarden un mínimo de DOS METROS de distanciamiento.
6. Se encontrarán con parroquias que no querrán dar la comunión en la mano con corporal. Díganlo al obispo a través de correo electrónico, que se encuentra en su sitio web.
7. DENUNCIEN ante el obispado y ante la autoridad sanitaria si no se guarda el distanciamiento de dos metros, o si los administradores (cura, diácono o laico) no se han lavado las manos en la credencia (mesita auxiliar) con jofainas separadas, con agua y jabón, secado las manos con papel separado, limpiado con gel desinfectante, y a continuación, puesto la mascarilla FFP2-FFP3, por este orden, de acuerdo con las normas sanitarias (se ponen a menos de dos metros del comulgante), o van sin mascarillas FFP2 o FFP3.
Harán un bien en denunciar, tanto para la salud de los administradores como de los fieles, y sobre todo, pondrán en aviso a los obispos, que son muy diligentes en cumplir la ley, y les gustará mucho satisfacer los derechos canónicos de los fieles de su demarcación, y más si son derechos humanos.
QUIEN DICE LAS VERDADES, PIERDE LAS AMISTADES
ResponderEliminarPeligroso artículo, don Custodio, así no hará usted carrera. Así acabará usted solo... con Dios, que no es poca compañía. Sí, su artículo ilumina la triste realidad que estamos viviendo. ¿Pero quién necesita luz, cuando tenemos un inmenso cuerpo de faroleros bien pagados que iluminan nuestra oscuridad?
Ánimo, don Custodio, no desfallezca.
No está tan solo, don Custodio. Es difícil ser perseverante, pero la Verdad (así, con mayúsculas) siempre termina por abrirse camino. Me uno a la anterior petición: no desfallezca; su voz se oye y algunos, por lo menos, le escuchamos.
EliminarLas verdades quedan, las amistades se olvidan
EliminarMucho cuidado con Omella. ¡Omella no te perdemos de vista! Si este viernes se aprueba la propuesta de la Generalitat de entrar en la fase 0'5, tenemos que tener en cuenta: 1) Los medios dicen que se van a "reabrir" los templos. No, los templos no los ha cerrado JAMÁS el Gobierno, luego no hay que reabrirlos. Quien los ha cerrado ha sido OMELLA. 2) ¿Por qué él, que con sus decretos del 14 y del 28 de marzo, se avanzó dos veces a las decisiones del Gobierno respecto de los lugares culto, no se avanza ahora una tercera vez? 3) No lo hace para salvarse de su fatal gestión: quiere ahora que sea el Gobierno que diga "os mandamos cerrar” -como equivocadamente pregonan los medios-, "podéis reabrir". Pero, como sabemos, ¡EL GOBIERNO NUNCA MANDÓ CERRAR LAS IGLESIAS NI IMPIDIÓ EL CULTO! "Yo, el mentiroso de Omella, nunca he mandado que los cerraseis", ha ido pregonando por ahí, en todos los medios que le han ofrecido pequeña audiencia. ¡Pues sí que lo mandaste, Omella! El GOBIERNO LO ÚNICO QUE ESPECIFICA EN LA FASE 1 O EN LA 0'5 -SI SALE- ES EL AFORO, NADA MÁS. EL GOBIERNO YA DIO ¡EL 14 DE MARZO¡ LAS NORMAS SOBRE MEDIDAS SANITARIAS Y NO HA AÑADIDO NADA MÁS. OMELLA SÍ, LA CLAUSURA DE LOS TEMPLOS. ALGUNOS PÁRROCOS PUEDEN JURAR QUE EL OBISPADO LES MANDÓ CERRAR, !JURAR¡ 3) Los medios confunden abrir las iglesias con permitir ahora un aforo, en concreto, de 1/3. Le va de perlas al rey de la mentira que es ese Omella, que se vaya repitiendo por la radio y la televisión, eso de "reabrir". "Ahora el Gobierno - así lo venderá él - nos permite reabrir los templos, pues abrámoslos” Y suponiendo -que es falso- que el Gobierno mande reabrir los templos, nos podemos preguntar nuevamente ¿quién los mandó cerrar? El Gobierno, no. Luego, fue Omella. Y mientras tanto dos meses o más sin culto. ¿Pides dinero, Omella?, ¡que te lo dé el Gobierno y la Generalitat! Yo pondré la cruz en la declaración de la renta, pero a ti ¡ni un céntimo!, ¡ni uno! Tampoco lo daré a ninguna parroquia que haya cerrado el templo. Que te lo den los trepas de Santiago Bueno y el perroflauta de Ramón Batlle, en fin, los tuyos que, Omella, por tus órdenes cerraron sus iglesias y así aún están cerradas. Estos sí que entendieron bien tus disposiciones, y si estos pobres de espíritu han cerrado equivocadamente -que tampoco es verdad porque ellos elaboraron los decretos, al menos Bueno-, ¿por qué no les mandaste abrir hace tiempo o justo ahora, antes de que se apruebe la fase 0'5?
ResponderEliminarEstoy convencido que don Custodio será juzgado, como todos los mortales. Deberá dar razón, como todos los mortales, de sus obras y de sus escritos, así como de sus pensamientos.
ResponderEliminarLe deseo que el Señor sea más benévolo que Ud. cuando le juzgue.
Ser benévolo es algo que no debería estar reñido con ser justo. Lo digo porque hay demasiados que piensan lo contrario.
EliminarEs un escrito fidedigno de nuestras miserias, y un voz que clama en el desierto convocándonos al cambio, convocándonos a todos a pensar. Y a no vendernos por un plato de lentejas de efímero poder, anteponiendo la vida y la salud a la entrega. Gracias Mn Custodio.
EliminarQUIEN DICE LAS VERDADES, PIERDE LAS AMISTADES, Gracias Anónimo de las 7:04, y Gracias por el maravilloso de su articulo Mn. Custodio, yo al menos siempre que los leo me sirven de Catequesis.
ResponderEliminarAunque estoy en contra de que Mn. Custodio Ballester, no hara carrera o con sus Catequesis y Homilias, No sera VALORADO SU APOSTOLADO EN CRISTO.
ME PARECE INCREIBLE E IMPRESENTABLE que don Custodio utilice textos de un PROTESTANTE HEREJE para sus reflexiones. ¿No podía echar mano de un autor católico, como Dios manda? ¿Tenía que ir a buscar ideas inficionadas de diabólico luteranismo?
ResponderEliminarMe ha caído a los pies, mosen Custodio. Jamás me lo hubiera esperado.
Se utiliza a este autor protestante (hereje y cismático) porque explica una verdad objetiva.
Eliminar"La verdad es la verdad la diga Agamenon o su porquero". Reza el refrán.
EliminarLa verdad es la verdad, la diga quien la diga: católico o protestante
EliminarTots som fills de Déu (14.20) i moltes vegades són millors aquells que no ho semblen...
EliminarSenyor (14:20) "me ha caído a los pies"!
Al Anónimo de las 14:20
Eliminar¿Pero dónde tiene usted los pies, muy señor mío?
El reverendo Custodio no ha citado a ese autor protestante como una autoridad teologica, sino como una verdad vital que alguien, que resulta que es protestante, lo ha sabido expresar de una manera atractiva.
Eliminar(no hay que perder de vista que lo cita porque le conviene; esto es un recurso retorico, no logico. Mañana le interesa lo contrario y citará a Becquer o Estrellita Castro.)
No es raro que en nuestra cultura citemos frases de este tipo de gente que no es catolica: Esopo, Virgilio, Jesus...
Eso no quita su utilidad o su verdad fundamental.
Hay una palabra del Señor que recogen con profusión las cartas paulinas. Libertad. No es sólo doctrina. Son hechos. San Pablo quiere que sus amigos traten a los criados y esclavos como si fueran el mismo Pablo. Porque Dios nos hizo iguales a todos en la filiación divina. Los mártires sólo se doblaron ante el Señor, nunca hincaron la rodilla ante los dioses paganos. El cristiano es un hombre que va por libre. Que conjura el qué dirán, cómo me verán, en qué agradaré. El libre es llano. Con la sencillez del fuerte, con la fortaleza que da el Espíritu. También con la soledad.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarEl del comentario de abajo tiene toda la pinta de ser Aragones del sur!!!
Hola Don Custodio Ballester. ¿No cree que se toma la partecica por el todo con el "casito" de Cádiz? ¿Por qué incita el odio que se ve en este blog contra el Sr Obispo y Cardenal? ¿Por qué se erige en juez de temas que no conoce en profundidad ni en detalle? ¿Hace honor a la Verdad que cree poseer de forma exclusiva al magnificar cuando le conviene? ¿Realmente se cree que usted es un defensor de la Ortodoxia difundiendo difamaciones? ¿Cree usted que el Señor le juzgará de manera acorde a la acidez que demuestra en sus escritos? ¿Cree que un buen pastor de la Iglesia puede ondear la bandera de la crítica destructiva y ácida de forma permanente? ¿Cree que alguien con una mirada tan crítica y negativa puede desarrollar una vida interior sana? ¿Cree que es humilde el creerse y auto atribuirse la condición de verso suelto que carga contra todo y contra todos? Ya sé lo que me responderá. Usted cree de verdad todo lo que dice, y se cree poseedor de un juicio perfecto. Cree que defiende una ortodoxia que se perdió por el camino. Y cree que es de los pocos que quieren vivir celosamente en Evangelio. Espero como decía otro comentario que el Señor sea más benévolo que usted en su Juicio. Y rezo por que se dedique cada día un poco menos a darle vueltas a su propio ego (que nunca se equivoca) y a difundir bilis de forma tan terca contra la Iglesia y sus representantes. Por cierto, a ver si el Sr Valderas deja de auto comentarse sus escritos en cada post, que es un poco ridículo.
ResponderEliminarLe diré una cosica, lo que pueda decir el P. Custodio no es ni la mitad de la miaja del trozo de cacho de pedazo de lo que está pasando. El P. Custodio es comedido. Los policías se han comportado como Torrentes, como brazos tontos de la justicia, revelando su ignorancia jurídica, necedad en la sabiduría y prudencia y soberbia de uniforme.
EliminarEsta de moda desautorizar al que piensa distinto, con el mantra "incita al odio".
EliminarEs de lo más intelectualmente deshonesto que existe hoy en día y retrata a quien lo usa.
Sr. Anónimo de las 16:40 h: No le conocía pero con su ilustrante Filípica, desde el "Hola" hasta el "ridículo" final, ha abierto, con aparente excitación nerviosa, su corazón y ha volcado todo o parte de lo que debía usted llevar dentro y ha encontrado una forma de soltar lastre.
EliminarNo le conozco, Sr. Anónimo de las 16:40 h, pero tengo el convencimiento de que mosén Custodio no es un enemigo para usted, en cambio, con su rapapolvo aprecio una actitud opuesta a la viceversa. Quizá ese estado obedezca a algo que usted tiene en su interior. TEROL.
Dime de lo que presumes, amigo, y te diré de lo que careces. Tampoco veo caridad en lo que usted dice y le veo hasta muchísimo más odio hacia los que discrepan del discurso buenista
EliminarAnónimo 16:40.
EliminarHe leído con atención su escrito. Le doy las gracias. Ud. ha sabido exponer mucho mejor que yo un pensamiento que comparto. En cada uno de sus puntos.
AL REVERENDO ANÓNIMO DE LAS 16:40
ResponderEliminar¡Qué buen retrato nos acaba de ofrecer, reverendo, de su infinita bondad! Le veo yo a usted más crítico, ácido y corrosivo con Don Custodio Ballester, que lo que es éste o cualquier comentarista de este blog con el Sr. Obispo y Cardenal (¡el Señor Obispo!, ¡qué rancias resonancias!). Usted, tan corrosivo y tan poco caritativo con una pobre alma descarriada que se atreve a criticar lo que ve mal hecho conforme a su conocimiento y a su conciencia por el Señor Obispo y Cardenal, exige que se achante quien sea ante sus incendiarios argumentos. Mal procedimiento, ése de pedir caridad de esa manera tan poco caritativa, tan cargada de odio, tan destructiva.
Usted sí que actúa contra la Iglesia, blindando al Señor Obispo y Cardenal para que nadie pueda indicar siquiera sus errores y sus horrores. No es caritativo dejar que un pastor lleve a sus ovejas por el despeñadero. Ésa que usted pretende, en exclusiva defensa del pastor descarriado (¡pero es el Señor Obispo y Cardenal, ergo no se puede equivocar, ergo no se le puede criticar), ésa no es la caridad de Cristo. ¡Ah!, ¿que usted sí y los otros no? ¡Claro, cómo no se me había ocurrido!. Usted sí, reverendo, puede dar lecciones urbi et orbi en defensa del Señor Obispo y Cardenal. Porque él no se ha equivocado nunca, ni se equivocará. ¿Cómo va a equivocarse siendo el Señor Obispo y Cardenal? Aunque deje sin misa a toda su archidiócesis primero, y a todas las diócesis y archidiócesis de España en su humildísimo afán por ponerse de felpudo de nuestros honorabilísimos Presidente y Vicepresidente del Gobierno. Ya, reverendo caritativo, a usted no le duele quedarse sin misa, ni menos por orden de su Señor Obispo y Cardenal. A otros, sí.
Muy señor mío reverendísimo, hace usted muy bien. No sé si según su conciencia, pero seguro que sí según su conveniencia. Pero no sufra, en la viña del Señor hay de todo, y según mi entender caben muy bien usted, Don Custodio Ballester, el Señor Obispo Cardenal, ¡y hasta el Sr. Valderas!
Mayoritariamente el alto clero es tibio, el bajo también. El cierre de las Iglesias lo ha evidenciado estrepitosamente. Ha mostrado que la Iglesia es prescindible. Creo que básicamente es porque su fe ya no descansa sólidamente en la Verdad. Así se observa en sus homilías vacías y en sus discursos públicos contentadores del mundo. Falta ese espíritu de totalidad sometida a Jesucristo, “recapitularlo todo en Cristo”, como dice S Pablo. Se resignan sin luchar, acomodándose muy bien al laicismo.
ResponderEliminarQue el Señor nos conceda ese espíritu de totalidad como exhorta S Pablo, en Efesios 1:16-20
16. no ceso de dar gracias por vosotros recordándoos en mis oraciones,
17. para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os conceda espíritu de sabiduría y de revelación para conocerle perfectamente;
18. iluminando los ojos de vuestro corazón para que conozcáis cuál es la esperanza a que habéis sido llamados por él; cuál la riqueza de la gloria otorgada por él en herencia a los santos,
19. y cuál la soberana grandeza de su poder para con nosotros, los creyentes, conforme a la eficacia de su fuerza poderosa,
20. que desplegó en Cristo, resucitándole de entre los muertos y sentándole a su diestra en los cielos,
El alto clero, el bajo clero y el bajísimo clero son hombres de carne y hueso, como cualquier hijo de vecino.
EliminarDel mismo modo que decimos que "el Código Penal no prescribe comportamientos heroicos" , a los ordenados un sacris, tampoco.
Dejando claro la línea base, cada cual es libre de elegir su comportamiento. Sí; a nadie se le exige ser santo, que tiene su trabajo; no es fácil.
Ahora usted ve en los demás un comportamiento que no le gusta:
¡Alabado sea Dios y su santa madre!
Ahora usted puede darse cuenta de lo que a sus ojos es malo y comportarse usted libremente de acuerdo con lo que cree que es mejor.
Usted mismo ha descubierto que puede ser santo, que quiere ser santo y que el comportamiento del clero no es santo y no hay que imitar.
Pues de el primer paso y no dude que los que estén tan motivados como usted seguirán su ejemplo hacia la santidad.
Es más, algún clérigo alto, bajo e ínfimo le copiara la idea y se hará santo también.
"La gracia barata..."
ResponderEliminarcomo todo el mundo sabe, lo que no cuesta, no se aprecia.
Uno de los desmanes del Concilio, a parte de promover la teología protestante del buenísmo, que no tiene base escritural, es el abandono del cultivo de las virtudes cristianas.
Las virtudes es lo que da fuerza al cristiano, como el entrenamiento lo da al atleta.
Y como es de esperar forman el carácter y permiten que el individuo sea libre.
Jesús no prometió que su vía fuera fácil. Al contrario; advirtió que hay que ir por la puerta estrecha. Lo importante es la meta.
Pues para llegar a esa meta eterna, a parte de los sacramentos, la Iglesia codifico las acciones que ayudan a lograr esa meta celestial.
Entrenados, no podremos hablar de gracia cara o barata.
Actuaremos.
Entrenados, podremos llevar una vida más cristiana; con nuestra familia, nuestros amigos y los que nos rodean.
Entrenados, no seremos peleles sin carácter sujetos a los caprichos y la persecución de nuestros corruptos políticos, que no nos representan.
Si en vez de ser sólo un atleta, lo son varios, estos influyen de manera natural en la comunidad.
En eso pensaba el Papa emérito cuando pedía "minorías creativas" para salvar la comunidad cristiana.
Que no es sólo relacionado con la artes, sino con cualquier actividad en que el cristiano proactivo ponga su interés en el nombre de Cristo.
Ni que decir tiene que los primeros que deben dar ejemplo en el ejercio de las virtudes es el sacerdote.
Porque, aunque su estudio está muy bien y es necesario, lo único que hace crecer músculo son las pesas, no la revista de musculación ni hablar del tema con los amigos del gimnasio. Y lo único que permite tocar el violín sin desafinar es tocar estudios una y otra vez, hasta que tocar se haga natural e inconsciente.
No hay atajos.
No es una casualidad que volvamos a los mismos problemas de los años 20 y 30 del siglo pasado. Hoy sabemos mucho que los que vivieron en la época no sabían -sabemos cómo empezo, como se desarrolló y como termino-
No tenemos perdón si no reaccionamos; con gracia o sin gracia.
Esto vir!
Gracias Mossèn Custodio,es un faro que ilumina en la oscuridad sin sacramentos a que estamos sometidos
ResponderEliminar10:27 y 16:40 Parecen (si es que no lo son) el/los cardenal Omeya.¡qué defensa a ultranza! Del mismo.¿son consciente que hacen lo mismo, pero al reves, que don Custodio con respecto al cardenal? ¿no se le puede criticar nada al cardenal? ¿es perfecto?.muchos creemos que NO.De tanto alabarlo y pasarle la mano le vais a sacar brillo (el que no tiene).Coloquialmente eso se llama PELOTISMO.¡Claro que a don Custodio le juzgará el Señor! Y a mi y a ustedes Y AL CARDENAL TAMBIÉN.Y a él-según el Evangelio- con mas severidad,porque ha recibido más."Ipsissima vox Iesus".Por cierto poca valentia veo, con tanto anónimo.Eminencias reverendisimas seguid con vuestras ADULACIONES... vuestro en Xristo.
ResponderEliminar¡ah por cierto,mas bilis que usted no ha difundido nadie!. De todas formas la bilis hay que echarlas porque si no,se acumulan en la vesícula y crean piedras.Usted debe tenerla muy limpia.
ResponderEliminarPues,aunque este tema ya me cansa, porque creo que no da más de sí, y no me turba la paz, ni quiero faltar a la caridad, voy a salir, sin embargo, en defensa del Padre Custodio, a modo de respuesta también al Obispo de Toledo que esta mañana ha predicado en Radio María sobre el tema de marras. Si todos hiciéramos el esfuerzo por no darle más vueltas, nos ayudaría a pasar página. Ha dicho que los que estamos a favor de las Misas públicas en la pandemia, debemos pensar en los demás, ya que podemos ser portadores. Nos ha excusado de mala intención, eso sí. Muchas gracias. Tal vez seamos portadores asintomáticos, pero por eso llevamos mascarilla y tomamos otras medidas. Además, no deja de resultar bien molesto el razonamiento porque supone: 1) que nos acusan de egoistas (ellos, que no se ocultan de haber pensado en su propio miedo, como lo más natural del mundo, hoy mismo lo ha dicho) y supone también, que en las Iglesias debe haber un peligro especial y distinto al de los restantes recintos que tenemos que visitar con frecuencia, el cual nos pone, al parecer, en un peligro especialísimo a todos. Tercero, implica que el peligro no puede ser evitado o minimizado al máximo -y no debe ser así porque, de hecho, ahora se va a celebrar con medidas-. Y finalmente, que es lo más triste, supone calificar el culto público a nuestro Salvador y Redentor como algo no necesario y prescincible, si se da el caso, a su prudente e inapelable criterio. Y todo esto puesto por obra de los sucesores de los Apóstoles, que, tras la espantada inicial, salvando el caso de Juan, supieron remontar el miedo para morir como unos señores. Ánimo, señores obispos. Yo por mi parte, les excuso y hasta pienso que esto del coronavirus puede ser sólo una prueba con la que podrán afrontar más preparados lo que tiene que venir, como ha sugerido el Papa en algún momento, entre otras muchas cosas no de menor interés.
ResponderEliminarHola amigos. Soy el de las 16:40. Veo que ha calado mi comentario. Me alegro. Yo no odio a nadie, se lo aseguro, menos a cuatro frikis que comentan a diario en este blog. Denuncio difamaciones y faltas de respeto contra la autoridad de la Iglesia (el Papa, el Presidente de la CEE, etc.). Y denuncio que los escritos de este blog sí que están cargados de odio y mala leche. ¿Se van a molestar ustedes porque escriba en su mismo tono? Seguro que no, es en parte el lenguaje habitual que se lee por aquí. Con la diferencia de que aquí se difama, y eso es muy grave. Sea Mn Ballester el que difama, o quien sea, es muy grave y él sabrá lo que hace. Porque sabe que difama y distorsiona. Me gustaría hablar con él: seguro que tendríamos muchos puntos en común, pero le seguiría diciendo que deje de difamar y que no aproveche el coronavirus para ajustar cuentas. Que ese espíritu tan crítico que parece que siempre ha tenido lo utilice sin rencor y sin faltar a la verdad. Pero me temo que es pedir peras al olmo. El Reverendo.
ResponderEliminarMn Custodio no ha opinado. Aunque se haya valido de un ejemplo particular. Mn Custodio ha expresado algo “objetivo”, e indica que, con este cierre masivo, la Iglesia se ha presentado como “prescindible” al mundo.
EliminarMn Custodio ha descrito objetivamente la “tibieza”, el relativismo” de la Jerarquía de la Iglesia, alta y baja, local, nacional y universal, porque los sacerdotes son otro Cristo y con las “puertas cerradas”, la “obra sacerdotal” se precariza en aras a abrir la puerta del Reino de los cielos.
Usted, por el contrario, ha vertido aquí su “opinión”. Su discurso ha ido directamente a atacar a la persona, a atacar una persona que presentaba hechos objetivos. Atacar a la persona diciendo que “difama” es intentar colar un argumento falso, un argumento relativista, y para los muchos que puedan opinar así, sería presentar una pseudoverdad o “consenso”. Es decir, serían creadores subjetivos de “su” verdad.
Con este alegato no defiendo a Mn Custodio, no. DEFIENDO UN HECHO OBJETIVO, DEFIENDO LA VERDAD, DEFIENDO A LA IGLESIA, LA ESPOSA DE CRISTO.
¿Se da cuenta, enemigo de las 16:40, que nuestro comportamiento nos retrata y nos delata?
EliminarEl que odia, está proyectando en los demás odio: se odia a si mismo.
Siendo como somos pecadores e hijos de Dios, destinados a la vida eterna, nadie tiene derecho a odiarse por nada.
Si ya hecho algo malo, basta confesarse como manda la SMI y cumplir la penitencia con contricion.
Como la china que se le mete en el zapato en su camino hacia Cristo: se la quita y la tira sin pensar en más.
¡Qué alivio!, ¿No?
Buenos días, Reverendo. Le exhorto a superar también su odio contra los cuatro frikis. Lo que yo hago, en estos casos, es ignorarlos y suspirar profundamente con la vista puesta en Nuestro Señor, unos segundos. Inmediatamente, noto que mi corazón se ensancha para acogerles también a ellos, con piedad, que es amor. No es buena idea responder al "odio y la mala leche" con las mismas formas y en esto no voy a extenderme, porque usted ya sabe el porqué. Conozco a Mn. Ballester de una peregrinación que hicimos a Polonia en 2005. Yo era muy joven, entonces y ocasionalmente, muchos años después, he asistido a Misas en el ANFE, que celebraba él. Me he alegrado. Creo que puedo afirmar, que aun de temperamento fogoso, es un apóstol de Cristo excelente y divertidísimo. No comprendo cómo una persona de su valía no está en el Seminario formando a los futuros sacerdotes, en la reciedumbre digna de un verenable Padre Alba. Los sacerdotes blandengues no mueven a nadie y, por lo mismo, las señoras mayores, que son la única que les quedan, se les duermen en Misa. Decir que el Padre Custodio aprovecha el coronavirus para ajustar cuentas no sólo es un juicio temerario, sino que me trae a la memoria la injusticia cometida con él, contra la que, por cierto, hasta ahora no le he oído nunca abrir boca. No sé si habrá tenido usted parte en lo que se le hizo, aunque deduzco que lo aprueba y decir esto ahora... hombre, ¡qué bajeza la suya!. Pues mire, ¿sabe qué?. Yo me quedé sin un buen trabajo, en el mundo, por defender la verdad en el mismo asunto y desde entonces no me ha ido bien, humanamente hablando. La Iglesia, por supuesto, hizo como que no se enteraba (salió en la prensa), no sé si porque están por la labor de Mn. Joan Cabot, recientemente comentada por otra persona en este blog, o por no buscarse problemas. Me da igual. Pero no duden de que vendrán también por los sacerdotes infieles, aunque no lo crean. Es como el famoso poema al parecer atribuido erróneamente a Bertold Brech: "vinieron a por mí ya no quedaba nadie que alzara la voz para defenderme". Entonces, ¡ah!, sólo nos quedará la Verdad y cada cual desnudo ante ella.
ResponderEliminarEl quinto friki debe ser usted ¿no? O solo somos cuatro.Si tan malo es el blog ¿que hace usted dentro de él?.por si lo ignora,puede no entrar,nadie le obliga, ¿o sí?.Eso en psicología se lama MASOQUISMO.Lo mismo es lo que busca en cuyo caso me parece perfecto.
ResponderEliminarMosén Ballester no le responderá. Y menos a un anónimo cobarde. Le respondo yo. No por lo que me dirige, que me importa una higa ¿En qué difama mosén Custodio? ¿En qué distorsiona? ¿En qué ajusta cuentas? ¿No le da vergüenza acusar a un sacerdote con tan gruesas descalificaciones? Sea honrado. Dé la cara. Aporte datos. No sea miserable. Mosén Custodio, a quien Dios nos conserve largos años, va siempre de frente. No busca intermedios, ni se esconde. ¿No le da vergüenza ser tan miserable, repito?
ResponderEliminarMis felicitaciones a Mosén Ballester por ser tan VALIENTE, al Sr. Valderas Gallardo por su PROFUNDIDAD de ANÁLISIS y a Doña Laura S. por su CLARIVIDENCIA.
ResponderEliminarÁnimo, no DESFALLEZCAN !!!
16: 40, tiene toda la pinta de ser un modernista de tomo y lomo. Le aconsejaría leyese el Pascendi Dominici Gregis de San Pio X y el Syllabus Errorum Complectens Praecipuos Nostrae Aetatis del Beato Pio Nono.
ResponderEliminarAprovecho para alabar, como siempre, a mí admiradísimo Señor, Don José María Valderas Gallardo.