En el Diccionario VOX del uso del español en América y España se precisa la definición de bellaco: “Que es malo moralmente y ruin; en especial, que comete delitos” Y concreta ejemplarizando al uso: “poca valentía demuestran los bellacos que, cual cazadores furtivos, asesinan a ancianos por la espalda, tienden cebos explosivos junto a niños y rematan a las madres en presencia de sus criaturas”. Teniendo en cuenta que la Real Academia Española, en su Diccionario, da como acepciones de bellaco las de: “malo, pícaro, ruin, astuto y sagaz” sin contar otra utilizada en Méjico, que no viene al caso pues es usada con respecto a una caballería difícil de gobernar, se puede afirmar que “mentir como un bellaco” no es otra cosa que contar grandes mentiras, de una manera cobarde, astuta y sin avergonzarse de hacerlo. Punto y pelota.
El pasado día 13 de abril, lunes de Pascua, el periodista Carlos Herrera, en su programa de la cadena COPE, entrevistó al arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Don Juan José Omella. En el curso de la entrevista, el cardenal afirmó: “Nosotros no dijimos de cerrar las iglesias”. El señor cardenal, en la entrevista, sigue hablando de la importancia de respetar el confinamiento y concluye su argumentación diciendo que, puesto que a la gente no le está permitido salir de casa, “no hay obligación» de ir a misa y no hay participación de los fieles en la Eucaristía, pues se cierran las iglesias y la gente que siga la misa por streaming o por la televisión”. Y esta situación tan terrible, las iglesias cerradas y los fieles sin sacramentos, la anuncia en un tono como si no pasara nada, como si fuera lo más normal del mundo. ¡Ah! ¡Eso sí! dijo que en las celebraciones de los días de la Semana Santa, él sabía que el pueblo cristiano no estaba físicamente pero sí virtualmente; y luego él mismo o su equipo de colaboradores más cercanos mandaban whatsapps diciendo: “¡Qué bien han cantado! ¡Cómo me ha gustado la homilía!”
¿De verdad, señor Cardenal, cree que el pueblo cristiano sigue “virtualmente” sus celebraciones de la catedral? ¡No nos haga reír! ¿Sabe cuántas visualizaciones ha tenido “su misa” del II domingo de Pascua? Se lo digo yo: 260. Sí, sí, doscientas sesenta. Con cifras y con palabras. Ya ve usted la presencia “virtual” del pueblo cristiano. El pueblo cristiano, ese que resiste a la secularización y al relativismo, prefiere las misas de verdad, no las retransmitidas en directo por televisión o emitidas en continuo por secuencias a través de los medios digitales. Quiere ir a misa, confesarse si es necesario y por supuesto, comulgar.
En la COPE, señor cardenal, usted mintió a sabiendas. ¿Cómo que “no dijimos de cerrar las iglesias”? ¡Claro que “lo dijimos! No sabemos si ese «dijimos» es un plural mayestático o un plural encaminado a diluir responsabilidades ante la fechoría de cerrar las iglesias, pero de decirlo lo «dijimos». Basta leer los comunicados y documentos del Arzobispado de Barcelona. La carta que el cardenal dirige a los sacerdotes y diáconos el día 28 de marzo, reitera las indicaciones del comunicado del día 14, en el sentido de que las celebraciones sean sin la presencia de los fieles. Pero esta carta va seguida de un apéndice en el que leemos:
«Dada la situación extrema de peligro de contagio del coronavirus y el agravamiento de la situación, velando responsablemente por la salud y la prevención, se considera conveniente seguir la recomendación de “tener los templos cerrados” hasta que acabe el confinamiento».
En el párrafo siguiente aparece una expresión formal de marcado carácter jurídico: Un “Disponemos” referido a que las celebraciones serán sin participación de fieles. Es decir una orden dispositiva.
Pero la frase: “Tener los templos cerrados” era una orden dispositiva. Y así lo entendió todo el mundo, como lo demuestra que casi todos los párrocos de Barcelona, especialmente los buenos y celosos sacerdotes, que habían mantenido las puertas abiertas, a partir del día 28 de marzo entendieron que había un mandato del cardenal de cerrar las puertas y se apresuraron a hacerlo creyendo que esto era virtud de obediencia.
Con estos documentos emanados del Arzobispado, queda demostrado que el Cardenal Omella, en la entrevista de la COPE, faltó a la verdad, como hemos comprobado también en otras ocasiones. ¡Cuánta razón tiene Juan Manuel de Prada en su artículo en ABC del 13 de abril! Y el pobre de Herrera se presta a ello sabiendo cómo se le está acechando y a qué y a quién se enfrenta. No le queda otra: tragar carros y carretas.
Harina de otro costal y siguiendo las migajas en la pista de la felonía, sería “bueno” saber quién de la Curia Diocesana le redacta los documentos. Son un modelo diáfano y ejemplo preclaro de ambigüedad, que demuestra que en Palacio, entre ellos, no se aclaran. Mientras en las Notas de la CEE, que preside el cardenal, “recomiendan” no salir de casa y seguir las celebraciones por los medios de comunicación, el Arzobispado de Barcelona, a cuya cabeza está la misma persona, “dispone” no sólo suspender todas las celebraciones públicas de la Eucaristía con participación de fieles sino también “cerrar los templos”. Este pasado martes en el colmo del cinismo y por aquello del “sostenella y no enmendalla”, Omella se reiteró en “La Vanguardia” Y el obispo auxiliar Mons. Vadell en la Carta que envía a todos los diocesanos con fecha del pasado lunes 20 de abril dice: “siendo que más personas empiezan a salir del confinamiento, si lo creéis oportuno, quizás podéis abrir algunas horas los templos”(…) Ergo: estaban cerrados. La prueba del 9. Punto y final.
¡Ay, Eminencia! ¿Es usted consciente de lo que se nos viene encima y en parte por culpa del episcopado? ¿Es que sólo le importa en sus declaraciones ponerse usted a salvo y proteger corporativamente las posaderas a los mitrados españoles sin importarle el bien de los fieles? La Iglesia no es un fin en sí misma, es un medio, un instrumento que está llamada a ser “Sacramento de salvación”. ¿Le suena el 44 de la “Gaudium et Spes”? Sin embargo, para ello la Iglesia ha de hacer presente a Cristo y ofrecerlo a todos los hombres hasta el fin de los tiempos. Toda su estructura social visible, de la que usted en España es cabeza y representante, debe ser signo y señal de la unidad en Cristo, de la acción salvífica de Cristo Resucitado y Redentor de toda la Humanidad. Sin ello nada tiene sentido en la Iglesia. Ella misma y ustedes son prescindibles. Citando de nuevo a De Prada: “La tibieza, siendo triste, es menos dañina y villana que la cobardía”. Pero si debido a la estrechísima amistad que le une al P. Arana y evidentemente al Papa, del que usted mismo se presenta como su hombre en España, prefiriera una hermosa cita del P. Arrupe, se la procuro: “Quitad a Jesucristo de mi vida y todo se caerá, como un cuerpo al que se le retira el esqueleto, el corazón, la cabeza…” Aplíquese esto a la Iglesia.
Amigos del silencio doloso y la ausencia cobarde |
Dr. Josep Mª Salvat Vilaplana
Apreciado Dr. Salvat: Si usted pudiese ver el rostro de D. Juan José Omella después de leer su magnífico análisis, percibiría en su torva mirada una extraña mezcla de Gengis Khan, D. Vito Corleone y el cardenal Wolsey... Si usted fuese cura y él pudiese identificarlo, lo fusilaría en virtud del canon 1399 -misericordia divina-, con un expediente sumarísimo, redactado por Germán Arara SJ y por el cruelísimo cardenal Stella. El poder nunca se equivoca. El poder es el poder. Ellos son las águilas. Nosotros los ratones...
ResponderEliminarMe suena a la obediencia bóvida-ovejuna a que invitaba el Sublime Báculo del nunca suficientemente amado...
EliminarPerdonen mi ignorancia. Agradecería información sobre el Dr. Josep Maria Salvat Vilaplana, autor del artículo de hoy.
EliminarHe buscado en varios lugares y no encuentro nada.
"El pueblo cristiano, ese que resiste a la secularización y al relativismo, prefiere las misas de verdad, no las retransmitidas en directo por televisión o emitidas en continuo por secuencias a través de los medios digitales."
ResponderEliminarSin embargo, la retransmisión de la Misa por televisión está teniendo récord de audiencia:
https://www.google.com/amp/s/amp.elmundo.es/television/medios/2020/03/24/5e7a000821efa017298b4608.html
En un medio católico he visto una fotografía que reconozco porque soy feligrés de esta parroquia. Contiene un error manifiesto y creo que querido. En este estado de alarma nunca el gobierno ha cerrado ninguna iglesia pero mi párroco pone en la puerta «Església tancada per ordre governamental». No. La iglesia está cerrada por orden del cardenal de Barcelona. ¿Qué pretende el párroco? ¿O es que él también forma parte del gremio de mentirosos del cardenal?
Eliminar¿Pero no habíamos quedado, según el cardenal Omella, que las iglesias se tenían que cerrar? Eso es lo que entendió la mayoría de párrocos después de leer la carta y el apéndice del día 28 de marzo. ¿Ahora dice que él no dijo eso? ¿A qué viene, pues, la nota del obispo Vadell diciendo a los párrocos que a partir de ahora quizás puedan abrir algunas horas los templos? Si no estaban cerrados ¿a qué viene la nota? Y encima el sonriente Vadell aclara que se pueden abrir, no para el culto, sino para la oración. Y eso es lo que se han apresurado a hacer algunos párrocos, el mío, por ejemplo, el de Sant Vicenç de Sarrià, que comunica que abrirá de 10 a 13 y de 17 a 20, como los “botiguers”, pero no habrá misas. ¡Bravo campeones!
EliminarLa confusión es de ordago.
EliminarPrimero la carta del Cardenal Juan José Omella.
Segundo: la carta del Obispo auxiliar Toni Vadell.
Tercero: el WhatsApp del pasado lunes de Marc Labori.
Cuarto: unos vicarios episcopales cierran sus parroquias, y otros las abren.
Pobres párrocos y fieles solos y abandonados.
Deseo que todo este desproposito que han creado los políticos mediocres y mal gestores termine pronto, y los obispos den instrucciones más claras, precisas y menos confusas.
Ahh se habla de Iglesia pobre, muchas parroquias con tantas semanas sin colectas no podran hacer frente ni a los gastos más ordinarios de luz, agua, limpieza,...
Que Dios nos ayude a todos que buena falta nos hace.
No se crea el cuento chino de la Iglesia pobre para los pobres... sus promotores viven a cuerpo de rey...
EliminarComo tantas veces, esta web hace análisis sesgados y los aprovecha para atizar al Obispo, curas, etc. Puede que casi nadie siguiera la misa del Cardenal. Pero que miren la audiencia en Semana Santa (si es que hay un método fiable para medirlo, que no lo hay) de las misas desde el Vaticano, tanto por TV como por diferentes canales de Internet. O las misas de streaming desde Fátima, etc etc. Sepulcros blanqueados que nunca verán la viga en su ojo.
EliminarOMELLA NO PONE LA MISA ENTRE LOS SERVICIOS ESENCIALES
ResponderEliminarNI CONSIDERA QUE SEA ESENCIAL LA PRESENCIA EUCARÍSTICA DE DIOS
La clave de todo está en que durante el confinamiento han estado abiertos y en funcionamiento los servicios esenciales: estancos, farmacias, supermercados, centros de asistencia médica... con la sola limitación de llevar mascarilla y/o mantener "la distancia social" para que la asistencia a esos servicios no constituyera un factor de contagio. Obviamente no entraron en la lista de servicios esenciales los bares, los restaurantes, las joyerías, las tiendas de ropa, los cines; pero es que hasta los teatros podían seguir funcionando mientras la reducción del aforo respetara la distancia social...
Y obviamente, el decreto de alarma del gobierno, no se atrevió a poner las iglesias entre los servicios no-esenciales que tendrían que permanecer cerrados, porque eso hubiese sido inconstitucional.
Pero como nuestro eminentísimo cardenal-presidente de la Conferencia Episcopal Española (la más alta jerarquía de la Iglesia en España) decidió poner las iglesias, el culto y los sacramentos entre los servicios no esenciales, y disponer que éstas tenían que mantenerse cerradas al público durante el confinamiento, las fuerzas del orden se atrevieron a entrar en las iglesias a interrumpir las misas manu militari. Tremendo bochorno, fatídica humillación que no sufría la Iglesia en España desde la revolución comunista y subsiguiente guerra civil. Y se atrevieron, no porque el decreto de alarma prohibiera el culto con fieles (poquísimos y separadísimos, 20 en toda una catedral), sino porque lo prohibió el cardenal-presidente: y eso alegaron por escrito las fuerzas del orden, cuando se les pidieron explicaciones por escrito. Se ampararon en la orden del cardenal Omella para entrar armados en la Iglesia para interrumpir la misa. Como suena: cumpliendo diligentes las disposiciones de ese altísimo príncipe de la Iglesia española. Gran honor, señor Cardenal, las fuerzas del orden a sus órdenes para irrumpir en las iglesias a interrumpir la misa. Dios no le pagará este servicio. Pero sí que se lo pagarán los políticos a los que usted arde en deseos de servir, nombrándole representante-mediador del Vaticano en la Mesa por la Independencia.
No, eminencia, no, los servicios que ofrece la iglesia a la ciudadanía no son esenciales para esa parte de la ciudadanía que confía su salvación eterna a la Iglesia. No, eminencia, no son esenciales. Lo dijo Blas, punto redondo. Por eso Su Eminencia ordenó cerrar las iglesias durante el confinamiento. Y las fuerzas del orden, haciendo cumplir a los curas (¡y hasta a un obispo!) las órdenes del Cardenal, a desbaratar la misa. ¡Como debe ser! Si es por orden del cardenal, a achantarse tocan.
"Harina de otro costal y siguiendo las migajas en la pista de la felonía, sería “bueno” saber quién de la Curia Diocesana le redacta los documentos. Son un modelo diáfano y ejemplo preclaro de ambigüedad, que demuestra que en Palacio, entre ellos, no se aclaran."
ResponderEliminar...
En mi opinión, salvo error u omisión:
1. Ilegalidad formal de Omella
El comunicado del 14 de marzo del 2020, y también del comunicado del 28 de marzo del 2020, Apéndice A, parte dispositiva ("Siguiendo las indicaciones del decreto publicado por la Congregación para el Culto Divino... del día 25 de marzo... DISPONEMOS que en las celebraciones, que se realizarán SIN LA PARTICIPACIÓN DE FIELES...), carecen de fuerza ejecutiva y compulsiva, dado que no se han promulgado bajo la forma jurídica expresa de Decreto, según la estructura legal de decreto, ni se han publicado en el diario oficial como decreto explícitamente así indicado y estructurado legalmente como tal. El título de "Comunicado" y "Apéndice A" no son decretos, ni formal ni materialmente, y por tanto, carecen de la estructura de norma jurídica publicada y publicitada, con efectos de obligación coercitiva, de acuerdo con los principios de legalidad y jerarquía normativa.
2. Ilegalidad material de Omella
Por su parte, Omella infringe los principios de legalidad y jerarquía normativa materiales: sus comunicado y Apéndice A, al omitir el fundamento jurídico, como también sucede con el decreto de Francisco que cerró las misas públicas en Semana Santa, "parece" fundamentar dicho cierre de iglesias y misas públicas en los cánones 87.1 y 1248.2, sobre dispensa de leyes y la imposibilidad de celebrar misas públicas.
Infringe el límite de la dispensa, que redunde en bien espiritual de los fieles (canon 87.1), y el cierre de iglesias y misas públicas nunca jamás redunda en un bien espiritual. Además, no existe causa justa y razonable no existe duda sobre la suficiencia de la causa (canon 90.1 y 2).
En efecto, las iglesias y las misas públicas se pueden abrir sólo tomando dos medidas básicas (distanciamiento e higiene de manos), tal como permite el Decreto del estado de alarma (artículo 11), y las misas pueden celebrarse si no hay confinamiento absoluto (como pasa en Igualada) o se trata de una localidad con alta tasa de contagios (Viladecans, Badalona, Sant Quirze del Vallés, Nou Barris en Barcelona). Finalmente, hay comercios abiertos que cumplen con las dos medidas (distanciamiento e higiene de manos).
Por lo tanto, la norma que prohíbe la apertura de iglesias y misas públicas carece de toda justa causa, es un abuso del poder de la autoridad pontificia y episcopal por infralimitación de derechos fundamentales, viola la prohibición de discrecionalidad y arbitrariedad sin justa causa, y es ilícita e inválida, y ello afecta tanto a los comunicados de Omella como el decreto de Francisco (agravado por promulgar una prohibición total y general de la misa pública en medio mundo), exceptuándose en las jurisdicciones territoriales de Igualada por confinamiento, y en Viladecans, Badalona, Sant Quirze del Vallés, Nou Barris en Barcelona y otras localidades con alta tasa de contagios.
3. Inconstitucionalidad material de Omella
ResponderEliminarLos derechos humanos de los fieles están reconocidos en la Iglesia en la Lex Ecclesiae Fundamentalis, o Constitución eclesial, contenidos en los cánones 213, 214, 221 y 223, donde el fiel tiene el derecho a recibir la Palabra de Dios y el Sacramento de la Eucaristía, a tributar culto según el rito exigido y elegido, y a reclamar individual y colectivamente sus derechos eucarísticos, absolutorios, sanadores y liberadores exorcísticos (la misa tiene poder de absolución de pecados leves, de sanación y curación, y de liberación exorcística personal y social, entre otros efectos privados y sociales).
La suprema importancia de la Eucaristía, por encima de todo en la Iglesia, está descrito en el canon 899:
1. La celebración eucarística es una acción del mismo Cristo y de la Iglesia, en la cual Cristo Nuestro Señor, substancialmente presente bajo las especies del pan y del vino, por el ministerio del sacerdote, se ofrece a sí mismo a Dios Padre, y se da como alimento espiritual a los fieles unidos a su oblación.
2. En la Asamblea eucarística, presidida por el Obispo, o por un presbítero bajo su autoridad, que actúan personificando a Cristo, el pueblo de Dios se reúne en unidad, y todos los fieles que asisten,tanto clérigos como laicos, concurren tomando parte activa, cada uno según su modo propio, de acuerdo con la diversidad de órdenes y de funciones litúrgicas.
Además, Omella viola el derecho fundamental a la libertad de culto reconocida para los fieles católicos en cuanto ciudadanos (art. 16 CE), y reconocido en los Acuerdos Estado-Santa Sede y la legislación española, europea e internacional aplicables.
Por lo tanto, el cierre indiscriminado y general de iglesias y misas públicas atenta contra los derechos humanos de los fieles católicos expresamente reconocidos por la Lex Ecclesiae Fundamentalis de la Iglesia Católica, así como de la Constitución española y la legislación europea e internacional.
.....
Ni la autoridad pública ni la policía no pueden suspender ninguna misa pública si no es por mandamiento judicial motivado en la legislación competente y la Constitución vigente, pues ello conlleva los presuntos delitos de prevaricación, allanamiento de morada y contra el ejercicio de los derechos y libertades fundamentales de culto (art. 16 CE) y reunión (art. 21.1 si hay más de 20 personas, que un estado de alarma nunca puede suspender.
No paguen ninguna multa por romper el confinamiento. El TS y quizás el TC han de decidir si un estado de alarma o sólo un estado de excepción o sitio pueden limitar y condicionar el libre ejercicio de los derechos humanos básicos y fundamentales a la libre circulación, deambulación, movilidad, residencia por el territorio nacional y fuera de él (inmigración y emigración, reconocido en el artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos al proclamar que “toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado” y que “toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso el propio, y a regresar a su país”, así como en la Constitución española en su artículo 19, que dispone que "los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional. Asimismo, tienen derecho a entrar y salir libremente de España en los términos que la ley establezca. Este derecho no podrá ser limitado por motivos políticos o ideológicos.". Consúltenlo, pero recurran y no paguen a la espera de la decisión de los altos tribunales. Y si han pagado, reclamen la devolución.
Aquí falta añadir que en Roma y Barcelona han cometido un acto desproporcionado: nadie puede ir a ninguna misa. Es una estafa sustituir la misa presencial por la misa virtual, para todos igual en todo el mundo. De ese desafuero responderán Mons. Omella y S. S. Francisco.
EliminarCierto que el cardenal Omella ha caído en una "contradicción" con su discurso de que no dijo de cerrar iglesias, y caer en una "contradicción" es lastimoso en un predicador del Evangelio en el cual sus palabras en gran medida deben salir de la boca de Dios. También los obispos deben ser maestros del lenguaje hablado y escrito que históricamente esta demostrado que lo han sido mucho más que los políticos, y en cuanto a la Inteligencia con mayúscula fue la Iglesia la que fundó las universidades, y ahora las ha perdido. Recemos pues para que los pastores sean de verdad buenos parlamentarios y que convenzan con sus argumentos sin contradecirse. EF.
ResponderEliminarOmella sí ha cerrado iglesias de manera indirecta y ha parado misas. La causa se descubre por sus efectos, no hay ninguna misa en Barcelona que sea pública, hay iglesias cerradas. Y yo no soy tonto.
EliminarSeñor Cardenal: queremos a Jesucristo entre nosotros,en la Eucaristía de cada dia, como El nos prometió : hasta el final de los tiempos. Se nos mueren familiares y amigos y para salir adelante nos dan cristianismo televisado y buenas palabras recomendándonos ponernos la mascarilla. Menos mal que los estancos y las licorerias si están abiertas: ellos han considerado que nos pueden dar más consuelo que la religión católica. No queremos obispos sonrientes, ni "cuentecicos" morales, queremos a Jesucristo entre nosotros , y vosotros nos lo habeis quitado cuando más lo necesitabamos.
ResponderEliminar¿Pero quien es el figura que redacta los documentos jurídicos de la Curia? ¿No será el canónigo Santi Bueno? Realmente, no hay por dónde cogerlos. El principio siempre es el mismo: ¡Embolica que fa fort!
ResponderEliminarUna verdadera pena que la Iglesia, cuando más se la necesita, haya desaparecido del mapa. Han sido mucho más estrictos los Srs Obispos que el gobierno socialcomunista que está en el poder. El estado de alarma, en su artículo número 11,garantiza la asistencia de los fieles a ceremonias religiosas siempre y cuando se cumplan las normas de higiene y distancia social requeridas.
ResponderEliminarQue pena que la Iglesia tenga tanto miedo al contagio y a la muerte. Los Pastores se han encerrado en su redil y han olvidado a sus ovejas y las han dejado con la mirada clavada en un plasma diciéndoles que es lo mismo que participar en el Misterio de la Eucaristía.
Espero que Dios no se lo tenga en cuenta. Hacen falta, hoy en día, personas dispuestas a morir por Dios. Lógico que en pleno siglo XXI, el enemigo sea un virus.
Yo voy a seguir rezando para que el Espíritu Santo les de la fortaleza y capacidad suficiente para poder hacer frente a ésta pandemia.
Sí; se lo tendrá en cuenta ya que han faltado a la caridad para con la Eucaristía y para con los fieles.
EliminarMT
Una verdadera pena que la Iglesia, cuando más se la necesita, haya desaparecido del mapa. Han sido mucho más estrictos los Srs Obispos que el gobierno socialcomunista que está en el poder. El estado de alarma, en su artículo número 11,garantiza la asistencia de los fieles a ceremonias religiosas siempre y cuando se cumplan las normas de higiene y distancia social requeridas.
ResponderEliminarQue pena que la Iglesia tenga tanto miedo al contagio y a la muerte. Los Pastores se han encerrado en su redil y han olvidado a sus ovejas y las han dejado con la mirada clavada en un plasma diciéndoles que es lo mismo que participar en el Misterio de la Eucaristía.
Espero que Dios no se lo tenga en cuenta. Hacen falta, hoy en día, personas dispuestas a morir por Dios. Lógico que en pleno siglo XXI, el enemigo sea un virus.
Yo voy a seguir rezando para que el Espíritu Santo les de la fortaleza y capacidad suficiente para poder hacer frente a ésta pandemia.
El Dr. Salvat nos informa que la misa del II domingo de pascua emitida por el canal de Youtube de la catedral de Barcelona tuvo 260 visualizaciones. Pues la de ayer, la de la solemnidad de sant Jordi, tuvo 250 visualizaciones ¡Menudo seguimiento!
ResponderEliminarNo están escribiendo las mejores páginas de la historia de la Iglesia en el Principado, ni siquiera en la nación. Eso de mentir descaradamente o emplear ladinamente la restricción mental se ha convertido en moneda corriente entre los pastores. "Mentida, mentider" era uno de los peores insultos que podían oírse en los valles pirenaicos, en las "serraladas" basálticas del noreste español. Pero eso era antes. Hoy se miente más que se habla, sin despeinarse. Miente el presidente del gobierno, miente el presidente de la Generalidad, miente el obispo. Y ay de aquél que se lo afee. Propala bulos, dicen. Hay que enviarles la guardia civil, planea Marlaska o anotarlos en la lista de desafectos, señalan en el departament d´Interior. La Iglesia, más sibilina, envía esbirros con anatemas eternos: quienes develan el embuste no tienen caridad, son engreídos, malpensados, todo lo interpretan sesgadamente y fuera de contexto, en vez de rezar, quién les manda juzgar, etcétera.
ResponderEliminarHay una suerte de mentira que los prelados de la Provincia Eclesiástica Tarraconense manejan con maestría. La ominosa complicidad silente con el poder separatista. (Ya salió separatista, dirán los secesionistas clericales al acecho.) En particular me refiero a la última nota emitida por esos reverendísimos, tropa donde no faltan mentirosos, amigos de la restricción mental y docentes de falsa doctrina. A propósito de la pandemia, no han sido capaces de defender a los inermes, a los ancianos, de la eutanasia activa declarada por el protocolo de actuación dictado por sus amigos Torra, Junqueras y tutti quanti. Es un baldón que manchará para siempre la historia de la Iglesia en estos lares. Puig, el responsable de esa cueva de ladrones que es Escola Cristiana, de ladrones de almas quiero decir, ha logrado introducir en el escrito de los obispos una extensa cuña sobre la situación... !económica!-- de su chiringuito.
En mi vocabulario infantil tardó en entrar la palabra trola. Por aquellas quebradas pirenaicas, por aquellos cingles volcánicos, nadie la usaba. Un término sumamente eficaz. Cuando más necesitábamos una palabra de claridad y luz, vienen éstos y nos cuentan trolas.
Sr. Valderas, Véase la canción tipo RAP : La Rahola ,qué trola. Estos son todos discípulos de esa señora. Acuérdese usted que hace dos o tres años la hicieron pregonera mayor del Domund, supongo que por su piedad infinita y por estar rezando el Rosario perpetuo. No le de mas vueltas, el mundo está PODRIDO, empezando por la alta jerarquía Católica . Luego viene " el virus " y todos Ca...OS.
EliminarY además de todo lo dicho, y muy bien dicho, se están produciendo dos hechos gravísimos que reclaman la voz de la Iglesia y su palabra profética:
ResponderEliminar1.- La conculcación de las libertades civiles, confinando a la gente en sus domicilios sin causa sanitaria justificada, pues no estamos ante una contaminación radiactiva o química, sino de un virus que se transmite por contacto. Sólo hay que evitar el contacto, imposible en espacios abiertos como jardines, campo, montaña y mar, incluso por la calle.
2.- Se está produciendo un genocidio de ancianos, pasivamente por imprevisión, falta de organización y errores de todo tipo; y activamente por negarles respiradores y recetarles amizolam a los mayores de 75 años que no respondan bien en 10 minutos a la ventilación. Esto último del amizolam en Cataluña, por órdenes de la Generalidad.
¿El cardenal Omella ahora nos habla de comunión? ¡Qué desvergüenza! ¿Dónde ha estado la comunión con mossén Miguel Ángel Blanco? ¿Dónde?
ResponderEliminarEl nombre del sacerdote triturado por Omella y Arana es Barco, no Blanco, Miguel Ángel Barco
EliminarDespués de leer el artículo del Dr. Josep M. Salvat me he quedado ojiplático porque lo que expone es un bofetón en toda regla para los sacerdotes, cualquiera que sea la postura que hayan adoptado. Si a partir de la carta del día 28 de marzo instando a cerrar las parroquias, yo hubiera cerrado la parroquia, por convencimiento o por obediencia, ahora estaría jurando en hebreo al ver que mi superior, el cardenal Omella, dice que el no habló de «cerrar las parroquias». Si fuera de la minoría que en conciencia creyó que la parroquia debía permanecer abierta, ahora juraría en arameo porque desde el día 28 he tenido que convivir con el temor de recibir alguna reprimenda por parte de los esbirros del cardenal. ¡Qué manera de tratar a los sacerdotes!
EliminarQueridos amigos de germinansgerminabit. Os paso un enlace que no tiene desperdicio ¡Pau i bé!
ResponderEliminarhttp://www.infocatolica.com/blog/nonmeavoluntas.php
Una pena que la Iglesia haya sido mucho más estricta que el gobierno socialcomunista que está en el poder. El decreto del estado de alarma, en su artículo 11 dice, que los fieles pueden asistir a ceremonias religiosas siempre y cuando se conserven las medidas higiénicas y de distancia social necesarias.
ResponderEliminarLos Pastores de la Iglesia, ante la pandemia, se han encerrado en sus rediles y han dejado a todas sus ovejas perdidas. Tiene bastante lógica que en pleno siglo XXI el enemigo sea un virus. Lo que no nos esperábamos los creyentes ha sido la actitud de la Iglesia ante éste problema. Si de verdad creemos debemos tener menos miedo a la muerte y mostrar un poco más de Fe en el Señor. Nos han dejado a los fieles con la mirada clavada en un plasma privandonos del verdadero Misterio de la Eucaristía.
Señores, por desgracia, coincido con mucha más gente en el supermercado que en la Iglesia cualquier día del año. Menos miedo a la muerte y abran las Iglesias, por favor.
Que esperamos de Obispillos así, la trayectoria de nuestro Cardenal mal nos pese, es larga y angosta. Siempre en la sombra de Arana ( personaje siniestro donde los haya).
ResponderEliminarYo la verdad, porque tengo mucha fe y soy muy Mariana, y espero que en breve Dios purifique este estercolero curial, porque cada vez me representan menos, me dan menos confianza, y lo peor me sacan la fe. Entiendo que en España no se convierta nadie viendo esta curia como procede. Yo sólo les digo si no tienen fe, al menos no molesten, no intercedan, dediquense a viajar a visitar Roma, a escribir sobre ecología y cambio climático, peor no molesten ni a los fieles ni a los sacerdotes buenos. Lo de 250 visitas es de ordago, las misas de Monseñor Reig Pla, petadas, porque será??
Goyo
ResponderEliminarSeñor ten Piedad. Que tu Misericordia infinita nos llene de tu Gracia y Paz. Todos daremos cuenta ante nuestro Padre Celestial de nuestras acciones e inacciones. Pero los que deberían dar ejemplo de Amor y entrega, mucho más. Sr. cardenal, deje de revolotear y céntrese en su obligación como guía y pastor de las ovejas que le han sido encomendadas. Su cargo conlleva un gran compromiso, hágase digno de él. Que María Auxiliadora le ayude a ver con claridad cual es su misión y a cuidar con esmero y Misericordia los sacerdotes que están sirviendo en las parroquias de Barcelona. Haga cambios necesarios y urgentes. Los feligreses queremos una Iglesia en salida, pero no huida. Que Dios lo bendiga.
La petición de los jóvenes a los obispos españoles: “¡Devolvednos la misa!”
ResponderEliminarinfovaticana.com/2020/04/24/la-peticion-de-los-jovenes-a-los-obispos-espanoles-devolvednos-la-misa/
Esplendido articulo Dr, Salvat, solo que reiterar que ningún cristiano puede poner la X en su IRPF, es para el mantenimiento de estos inútiles "bellacos". Mejor dar lo que podamos a estos ninguneados SACERDOTES DE CRISTO, que oyendo a Jesús y no al obispillo de turno, atienden "a escondidas" a los fieles o se juegan su vida terrenal atendiendo a los hospitales, UVIs y residencias seguro que lo emplearan en atender a estos miles de seres humanos que se quedan sin ingresos y sis alimentos. Pidamos al Señor que nos envié Obispos SANTOS que de politiquitos vamos llenos.
ResponderEliminar"La Iglesia está desviviéndose en estos momentos tan complicados": testimonio de un sacerdote
ResponderEliminarhttps://www.cope.es/emisoras/cataluna/barcelona-provincia/barcelona/noticias/iglesia-esta-desviviendose-estos-momentos-tan-complicados-20200424_694163
A la vista de la contundencia de los hechos, no me resta sino felicitar calurosa y efusivamente a los señores obispos por su elección de presidente de la Conferencia Episcopal Española. Se refleja meridianamente cómo sus criterios están dictados desde una fe a prueba de bombas y persecuciones, una profunda espiritualidad y una incomparable piedad. De hecho, a su lado, los mártires más esclarecidos de la historia del cristianismo no son más que unos desertores que huían ante el menor asomo de peligro.
ResponderEliminar16/32, estoy con usted,jeje, una reflexión muy aguda la suya!!!
EliminarVaya la que nos ha caído, tanto en BCN, como resto de España… Dios nos coja confesados!!!. Este SR. Está a por uvas o bien come y bebe de lo que le echa el gobierno, CENTRAL Y AUTONÓMICO?. Es un… Demagogo, no tiene fe. No podemos estar sin Sacramentos… Como dicen P. ABERASTURI y comentamos otros, estamos más allá de hartos del «confinamiento» espiritual. Nos vamos a acostumbrar a hacerlo online??? Y los que no tienen Internet… Que, les van a regalar una tablet, móvil de alta gama, megas indefinidas??? Donde queda la separación, INDEPENDENCIA DEL PODER ECLESIÁSTICO??? Cardenal Omella vive postrado y babeando al poder civil. POR QUÉ SERÁ?. Poca asistencia hay en las Misas y en las visitas a, Jesus- Eucaristía… SIIII SR. Omella, yendo a Misa o rezando en una iglesia nos va a dar un «cólico miserere», un chungo, como dicen ahora… Que BOTARATE, cretino y garrulo… «HAY QUE OBEDECER A DIOS ANTES QUE A LOS HOMBRES» dice el gran San Pedro en los Hechos de los Apóstoles, cuando son conminados a callar por los judíos de la época. Igual que AHORA actúanuchos de sus sucesores… penoso e indignante. ORDENE ABRIR LAS IGLESIAS, MISAS Y SACRAMENTOS. AH!!! y que la policía NO ENTRE EN RECINTO SAGRADO Y MENOS DE FORMA ALTIVA Y Chulesca, pardiez
ResponderEliminarDebo recordar, y lo haría junto con lo que he expresado anteriormente, que este Cardenal tiene una querella en la AUDIENCIA PROVINCIAL DE LA CIUDAD donde gobierna «políticamente» sección 9. Por hacer falsamente de»correydile»y secularizar de muy malas maneras a un buen sacerdote que mi familia y yo conocemos,el Padre D. MIGUEL ANGEL BARCO. Que no se olvide a Cardenal Omella que «a Dios nadie le engaña»… A ver si toma nota el vasallo de Sánchez y Torras, pardieeeezzzz!!!
Conocemos personalmente al P. Miguel Ángel Barco y a su representante legal y produce bochorno lo que se está haciendo con él.
EliminarNo me queda más remedio que agarrarme fuertemente a aquella frase que también empleaba San Josemaría: "Si no puedes hablar bien de una persona... ¡calla!"
Y otro del gremio de los enchufados del cardenal, mossén Ramon Batlle, que todo el día está metido en el obispado, también a partir del día 28 de marzo cerró las puertas de su parroquia, San Ramón de Peñafort.
ResponderEliminarDemuestran que solo son unos BUROCRATAS que viven muy bien sin creer en absoluto en DIOS. Lo demuestran sin tener la mas mínima vergüenza. Vayan con mucho cuidado, a lo mejor de ahora en adelante les dará de comer la PACHAMAMA-MO!!!
ResponderEliminarOmella: "colaborar con el gobierno"
ResponderEliminarMns. Reig pla es un Obispo digno de alabanza, pero me temo que pronto lo van a MISERICORDIEAR, como le pasó al Mosén Ballester. A los buenos CAÑA y a los malos vestimentas ROJAS!
ResponderEliminarSeñor comentarista de las 5:28, no lo dude. Es la auténtica vocación de Omella. Es el perfecto retrato robot del obispo: por eso los obispos de España se han sentido identificados con él y lo han nombrado su presidente. Seguro que la mayoría de los obispos respirarían llenos de orgullo y satisfacción al ver cómo las fuerzas del orden, de facto a las órdenes de Omella (porque nadie más había dado esa orden) entraban armados en las iglesias para interrumpir las misas. Se han coronado todos de gloria. Y más su cabeza, a la que le sienta tan bien esa corona.
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