Juanjo, he de decirte que te guardes de los envidiosos, que la envidia es muy mala, y a todos en Calanda nos retuerce las tripas ver cómo se lanzan como buitres contra un pobre curica de pueblo que va con el lirio en la mano e intenta hacerlo todo de la mejor manera posible... Los envidiosos se piensan que se te ha subido el capelo a la cabeza y se equivocan. Los de aquí sabemos que, siempre que puedes, escondes el capelo en el sobaco o entre las piernas y la cruz pectoral en el bolsillo de la camisa, para no atemorizar a los que están contigo. Nosotros sabemos cómo eres (por aquí anda todavía más de un compañero tuyo de pupitre), y que se están cebando contigo injustamente. Ahora con la excusa de que mandaste cerrar las iglesias al culto. ¡Y muy bien que hiciste! Fíjate que ahora los envidiosos desalmados te acusan de decir que nunca mandaste cerrar las iglesias, igualito que Pedro Sánchez, que dice que nunca ordenó él el confinamiento, que la gente se encerró en sus casas porque quiso.
Juanjo, resiste, no te aflojes, hazte fuerte con tus 126 seguidores en YouTube (¡cuántos los quisieran!), no cedas a las insidias de tus curas (algunos, no todos), que sabes que cuentas con el afecto y el orgullo de la gente de tu patria chica. Dijiste lo que tenías que decir: sí señor, y bien orgullosos que estamos de ti. Dijiste, al principio de toda esta mandanga, lo del coronavirus… ¡Qué más quisiera yo que no lo tuviéramos! Vamos a ir viendo y siguiendo las normas que nos llegan desde el Ministerio de Sanidad, a ver qué es lo que hay que hacer (a ver qué nos dice el caballero de la triste figura). Yo quisiera quitar la alarma que va cundiendo mucho. Es cierto que nos preocupa a todos, pero, miren ustedes, cuántas muertes tenemos cada día por gripes, por accidentes de coche (durante el coronavirus ni una, ni por accidentes de trabajo, ni por ir a misa) … Tenemos que ser sensibles a tanta gente que padece enfermedades incurables. Bueno, que estemos abiertos a no crear alarma, ser prudentes y vamos a ir viendo lo que podemos hacer en este sentido, pero sin alarma… Así se habla, amigo. Y luego, una triple hurra por tus declaraciones en La Vanguardia, al agradecer a los curas y a los fieles que hayan seguido las indicaciones de confinamiento del gobierno y las hayan interpretado de la forma más restrictiva. En ellas declaras además tu perplejidad y tu dolor al leer algunos artículos en los que se critica duramente a los sacerdotes que no han abierto los templos durante las dos semanas de duro confinamiento. ¡Ay, D. Juan José! Tienes todo el derecho a cargar en los sacerdotes toda la culpa y la responsabilidad de las iglesias cerradas y de la policía armada en las iglesias interrumpiendo las misas, porque quien te ataca a ti, a ellos les ataca. Esto habla muy bien de la nobleza de tu persona.
Y además te explicas de maravilla y se te entiende perfectamente: Conviene puntualizar que la diócesis de Barcelona en ningún momento ha decretado el cierre de los templos. En cambio, sí que se acordó prohibir las celebraciones litúrgicas publicas y, por ello, se dispensó a los fieles de la obligatoriedad del precepto dominical. Sí señor, tienes un finísimo olfato político: se te veía desde crío. Eres un genio. El que ha cerrado las iglesias se llama “se”; el que dispensó a los fieles del precepto dominical, se llama “se”. Genial, Juanjo, genial. Lo que pasa es que uno de los zoquetes de auxiliares que tienes, te lo estropea todo declarando: Ahora ya podrán abrirse las parroquias algunas horas. ¡Pero si no estaban cerradas, cómo van a poder abrirse “ya” y sólo algunas horas!
Y sí señor, como debe ser, que para algo eres el cardenal amigo del papa, el que manda en toda la iglesia española, incluido su brazo Tarraconense, para imponer tu autoridad, que para algo te la ha dado Francisco. Por eso declaras solemnemente que, como obispo y presidente de la Conferencia Episcopal, te encuentras trabajando con el Gobierno de España para la vuelta de las misas presenciales, sin fieles en las iglesias tras el estado de alarma decretado por la crisis del coronavirus. Muy bien, muy bien, muy bien. Y como el presidente Sánchez se siente muy “cómplice tuyo”, como dicen ahora, no ha tenido el menor inconveniente en permitir la vuelta a las misas presenciales, aunque él nunca las haya prohibido. Pero ya se sabe, hoy por ti, mañana por mí.
Y haces muy bien en remachar tu influencia ante Pedro Sánchez: estamos trabajando conjuntamente en ello. Sí señor, que se enteren de que tienes hilo directo con el presidente. Hemos de ser pacientes, rezar por nuestras autoridades -haces bien en pasar por alto sus veleidades anticristianas, ahora no toca- y colaborar con ellos (¡cómo nos encanta verte colaborar con Pablo Iglesias!) con el fin de evitar nuevos contagios especialmente de las personas con más riesgo. Y remachas el clavo: Estamos ante un virus con una gran potencia de contagio y, a veces, parece que no somos conscientes de ello. Sí señor, has dado la talla, te has puesto a la altura del competentísimo presidente del Gobierno, y él no será tacaño contigo. Lo tuyo es el virus, ¡claro que sí!
Vas por buen camino, Juanjo, no dejes que las críticas te entristezcan ni te acobarden. Sigue, sigue, sigue así, no desfallezcas. Tus compatriotas, tus parroquianos, tus amigos de siempre, tus 126 seguidores, tenemos los ojos y el corazón puestos en ti. Aunque las iglesias estén cerradas, rezaremos por ti para que tengas éxito en tu nueva singladura política. Eres el sueño del episcopado español, eres la esperanza de los fieles que quedamos en España a pesar de las iglesias cerradas y de la policía entrando armada en los templos a interrumpir las misas.
La verdad, los calandinos lo esperábamos… Apuntabas maneras de buen mozo ya entonces, pero te has superado. Si se lo explicásemos a Zapater, el de la gasolinera, no se lo creería, el pobre. Mira, Juanjo, aunque ya nadie se atreva a decírtelo a la cara porque le va la vida, te diré yo, el Cojo, lo que corre por ahí: Tienes enemigos, claro, aunque son pocos y cobardes. Tus adversarios andan diciendo de ti que eres un pobre hombre, un halagador tiralevitas, un zalamero cantamañanas y un pelotillero lavacaras. Pero que, eso sí, has tenido agallas para deshacerte de los que te hacían sombra. Por eso te pone enfermo la crítica, como a tu gran mecenas. Pero ya ves, dicen que en el fondo te tienen lástima, que te ven como pollo sin cabeza. ¡Y decrépito! Pero no sufras, amigo Juanjo, que son cuatro gatos. Pocos y cobardes.
Cuando vuelvas a Calanda, avísanos con tiempo, recibirás los parabienes de todo quisque, sí. Te recibiremos incluso con la rompida de los tambores. Ya sabes lo lisonjeros que somos en los pueblos con los que habéis triunfado… Y tus fieles amigos tendremos bien controlados los cadáveres que has ido dejando en tu largo y tortuoso camino, no se les ocurra levantarse y aguarte la fiesta. Tranquilo, Juanjo, que eso te lo vigilamos. Nosotros seremos la corona de tu victoria.
El Cojo de Calanda
Los cojos tienen fama de tener mala leche... Éste de Calanda tiene más peligro que una escopetilla de feria. La entrada me ha dolido hasta a mí...
ResponderEliminarQue la Virgen nos ampare, también a nuestros obispos
A veces, las sátiras y las críticas hechas con educación, sirven para que el nominado recapacite y reflexione sobre su actitud. Recuerde, Sr. cardenal, que la humildad es la primera de las virtudes que han de adornar a un buen católico. Que el Espíritu del Señor y María Auxiliadora, le ayuden a dirigir esta diócesis con acierto y valentía. Reflexione bien a la hora de hacer los cambios necesarios en la diócesis y hágalos sin temor y con la confianza en el Señor.
ResponderEliminarMuy gracioso el Cojo de Calanda, lo ha retratado muy bien, pero el personaje, Omella, y con él todos los obispos, ya son más personajes del teatro del absurdo, del surrealismo...
ResponderEliminarA ver, antes de volverse uno loco, léeme atentamente esto, Mons. Omella y obispos españoles, ¿qué lees y qué leéis aquí?
- Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19: artículo 11. La asistencia a los lugares de culto y a las ceremonias civiles y religiosas, incluidas las fúnebres, se condicionan a la adopción de medidas organizativas consistentes en evitar aglomeraciones de personas, en función de las dimensiones y características de los lugares, de tal manera que se garantice a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de, al menos, un metro.
Yo leo "la asistencia a los lugares de culto", y entiendo que encaja en el canon 1214 CDC, que dice que "por iglesia se entiende un edificio sagrado destinado al culto divino, al que los fieles tienen derecho a entrar para la celebración, sobre todo pública, del culto divino."
O sea, es una apertura de las iglesias para que un fiel pueda entrar, circular, sentarse, OÍR LA MISA, COMULGAR y salir. Os pongáis como os pongáis, desde el 14 de marzo se podía haber hecho misa diaria y dominical, y la Semana Santa, también, y Francisco hizo mal en suspenderlas, como vosotros también.
Leo el art. 11 repetidas veces, y Sánchez no, en absoluto NO ha prohibido las misas públicas, las cuales, además, no las puede prohibir, pues es un derecho humano amparado por el art. 16 CE, y además, un estado de alarma no lo puede suspender. Sólo da una limitación: el aforo especial para guardar una distancia de seguridad epidémica adaptada al SARS-CoV-2/COVID-19. Nada más.
Pero ni corto ni perezoso, la Conferencia Episcopal Española decide evacuar una Nota de 29 de abril del 2020 de su Comisión Ejecutiva, titulada MEDIDAS DE PREVENCIÓN PARA LA CELEBRACIÓN DEL CULTO PÚBLICO EN LOS TEMPLOS CATÓLICOS DURANTE LA DESESCALADA DE LAS MEDIDAS RESTRICTIVAS EN TIEMPO DE PANDEMIA (que no es de obligado cumplimiento, pues el obispo es el único que manda en la diócesis), y que está en este enlace:
conferenciaepiscopal.es/wp-content/uploads/2020/04/Medidas-reinicio-culto-p%C3%BAblico-en-templos-cat%C3%B3licos.pdf
Y establece esta indicación:
- Fase 0: Mantenemos la situación actual. Culto sin pueblo.
Y no justifica ni argumenta por qué los obispos han prohibido las misas públicas del domingo 14 de marzo hasta el domingo 10 de mayo. ¿Por qué? No lo sabemos, porque el decreto de alarma sí permite hacer misas públicas, pero los obispos se callan las razones de su prohibición general en España.
Observemos esta Fase 0 "Mantenemos la situación actual".
ResponderEliminar¿Y cuál es la situación actual, a 1 de mayo del 2020? Salvo error u omisión, hoy por hoy es vigente la situación que indica el Apartado 3º sobre las "Medidas en relación a la catequesis, actividades formativas y celebración de la Iglesia", contenidas en el documento "ORIENTACIONES ANTE LA SITUACIÓN PROVOCADA POR EL COVID-19", de la Comisión Ejecutiva de la CEE, promulgada y publicada del 13 de marzo, un día antes de la publicación del Decreto de alarma el 14 de marzo (lo que explica una contradicción que señalo), y que está en este enlace:
conferenciaepiscopal.es/orientaciones-ante-la-situacion-actual/
Y este Apartado 3º contiene una parte que dice esto, que salvo error u omisión, siguen vigentes a día de hoy, 1 de mayo [entre corchetes mi interpretación, que puede ser errónea]:
- Las celebraciones habituales de la Eucaristía [misas de domingo y diarias] PUEDEN [¡¡¡NO DICE DEBEN!!!] mantenerse con la sola presencia del sacerdote y un posible pequeño grupo convocado por el celebrante [a sensu contrario: las misas públicas diarias y dominicales pueden hacerse con la plural presencia del sacerdote y una porción del pueblo no previamente convocado por el celebrante: es decir, que el pueblo tiene acceso libre a la misa pública, pero limitado al aforo restringido por la epidemia SARS-CoV-2/COVID-19. O sea, se pueden hacer misas públicas siguiendo el Decreto de alarma del 14 de marzo].
- En caso de celebraciones abiertas al pueblo [¡¡¡INCLUYE LA MISA PÚBLICA!!!] RECOMENDAMOS [¡¡¡NO PROHIBIMOS!!!] evitar la concentración de personas [¡¡¡INVITA EVITAR LA AGLOMERACIÓN!!!], siguiendo las instrucciones citadas en el apartado 2 [lavado de manos, toser y limpieza de superficies, distanciamiento: esto es ABSURDO, pues la aglomeración DEBEN de evitarse, pero estas Orientaciones se aprobaron antes del Decreto que las prohibía y obligaba a un distanciamiento de al menos un metro, que a su vez la medicina lo ha dejado obsoleto, pues han de ser entre 1,5 y 2 metros].
- Durante este tiempo cada Obispo PUEDE [¡¡¡NO DEBE!!!] dispensar del precepto dominical a quienes no participen presencialmente en la Eucaristía por estos motivos [es decir, se permiten las MISAS PÚBLICAS con las limitaciones del art. 11 del Decreto de alarma del 14 de marzo, y con el consejo de los obispos de que no acudan los fieles con enfermedades crónicas, ancianos, debilitados o con riesgo potencial, y quienes conviven con ellos]."
Por tanto, el Decreto estado de alarma, nunca ha prohibido la libre circulación del fiel desde su domicilio hacia la iglesia y viceversa, ni prohíbe abrir las iglesias, ni prohíbe la celebración del culto o misa pública con comunión sacramental eucarística, recibiendo físicamente la Sagrada Hostia, en la mano o en la boca, de pie o de rodillas, ni la asistencia a la misa.
ResponderEliminarRespecto a las ceremonias fúnebres, me parece que el art. 5º de la Orden SND/298/2020, 29 marzo, establece medidas especiales en los velatorios y en las ceremonias fúnebres, con el fin de evitar el contagio y difusión de la enfermedad. Mientras que el resto de las ceremonias religiosas, sólo se deben de hacer las medidas que indica el artículo 11 del Decreto de estado de alarma: el distanciamiento.
...
Cuando algo no te cuadra en esta vida, es que te cuadra con algo que tú no sabes, porque cuadrar, sí cuadra. Si algo resulta ilógico, absurdo, incomprensible, como esto de los obispos españoles que se empecinan en prohibir las misas públicas cuando sí pueden y deben de hacerlas, y por el contrario, dan excusas irracionales, disparatadas, descabelladas, torpes y necias, es que la razón por la cual esto sucede es comprensible, pero es una razón oculta.
¿Cuál es la razón? ¿Es acabar con la Eucaristía tal y como la conocimos? ¿Es proteger a Francisco con su apoyo a la prohibición estatal de las misas públicas en Italia y Francia?. Porque los obispos no son tontos, son inteligentes, saben de leyes y teología. Lo cierto es que los obispos españoles y catalanes han perdido credibilidad al dar tantas fluctuaciones caóticas en su criterio.
¡¡¡Obispos, misas ya en esta vigilia de sábado 2 de mayo y domingo 3 de mayo!!!
Abundando en el comentario de las 23:50
ResponderEliminar¡A quién no le duele una crítica tan feroz! Pero es que cuando la realidad es tan feroz, porque lo es, la crítica (el derecho al pataleo) es lo único que le queda al pobre agraviado. A más de uno ha dejado cojo Omella, a más de uno, empezando por su guerra a muerte contra Ureña. Y en esa guerra tan sañuda, de la que ha salido tan absolutamente victorioso y tan espléndidamente coronado, ha habido muchos caídos. Muertos, sólo alguno; pero cojos, un puñado: y mala leche... pues recogiendo lo que uno siembra. Pero él triunfa. Lo único que le duele, dice, es que le acusen de haber cerrado las iglesias. Eso le duele, y mucho. Porque es verdad, porque las ha cerrado él. No le duele haberlas cerrado, sino que le acusen de haberlo hecho. Y esa espina no se la saca. Y es esa espina la que ha oscurecido su figura de sacerdote, de obispo, de cardenal, de Presidente de la CEE y de franciscable. Oscurecida sobre todo ante los fieles fieles que quedan. Oscurecimiento que no se queda en su archidiócesis, sino que se proyecta a toda España y quizá mucho más allá. Se le ha sublevado hasta el beaterío (reserva espiritual y devocional de la Iglesia, tan digno de respeto por lo menos por lo menos, como el progrerío y el rojerío al que tanto cuida y mima el poder eclesiástico). Y la irritación que esta cobarde medida ha producido en ese colectivo, es supergaláctica y superagriada. ¡Qué menos!
Y por si fuera poco, va y lo arregla pasteleando con el gobierno para hacer ver que él no ha sido. El remedio, peor que la enfermedad. Jamás nadie había concitado tanto cabreo procedente de tan diversos frentes, como el pobre Omella, que al final se está revelando como un pobre hombre, al que no tenemos por qué soportar que se le haya encomendado la salvación de nuestras almas. Porque lo suyo no es eso. Él no está para eso. Y con la solemnísima metedura de pata con que se ha honrado y nos ha honrado, ya ni puede disimular. Se ha quemado a lo bonzo. Se ha desgraciado como sacerdote, como obispo y como cardenal. ¡Qué lástima! Seguro que hasta su madre se lo ha echado en cara.
Madre del Amor Hermoso.....
ResponderEliminarsi escriben un artículo así sobre mí, pido la baja por depresión aguda galopante e irreversible, je je je
Señor cardenal, soy una feligresa. Desde el tiempo de la II República –aún quedamos algunos- no se ha visto algo parecido; no, no fue el Gobierno Sánchez quien prohibió la celebración del culto. Fue usted.
ResponderEliminar¿Sabéis que no sólo es Reig que ha mantenido abiertas las iglesias y ha permitido el culto público? Son más obispos, por lo menos cinco o seis. ¿Qué hará el presidente de la Conferencia Episcopal Española ante estos que le desobedecen? Que se preparen. Sí, habrá sonrisitas y bromitas para ellos, pero que se preparen, Omella es igual que Yanes, el justiciero solitario.
ResponderEliminarLos va MISERICORDIEAR A TODOS,
Eliminara
TUTTI CUANTI y luego pondrá a los de su cuerda.
Igualito que en ROMA!!!
Lo que ha demostrado es una incapacidad palmaria. No quiera arreglar lo que no ha sabido gestionar y se piense que los fieles son tontos.
ResponderEliminarMucha gente con cultura sabe leer los Decretos y no sólo eso si no que un Juez en Galicia ya ha archivado una multa con lo que la Justicia no parece avalar lo que dice el cardenal. Ha querido contentar al poder por miedo a contagios y que les echen la culpa y ha dejado a Sánchez como mejor protector de un derecho fundamental que el propio presidente de la CEE ciertamente.
Pasar por alto en las explicaciones de que ahora estamos en la fase 0 y en igual situación es ridículo completamente para justificar que hasta el día 11 gracias a su influencia no hay Misa es falso. Que se vuelva a leer el Decreto.
Y un comentarista tiene toda la razón, este está en un cargo para el que nunca tuvo capacidad pero es protegido y subido por quien lo está que es el verdadero problema. Si el propio Papa en esas fechas hizo lo que hizo con las misas aunque rectificó pues estos lo mismo y paso adelante aunque sea para caerse por el barranco. Como será el poco liderazgo que salió a dar declaraciones Rouco Varela muy sensatas por cierto.
Otro asunto que no es baladí, sale la noticia de que el Secretario de la CEE Argüello habla sobre la Renta y rentas mínimas y lo ha hecho muy bien.
Defiende la doctrina social de la Iglesia pero advierte de que es una forma de dominio y no conduce a una real vida social que no puede provenir de la Renta si no del trabajo. Aclara y en mucho lo que dijo el Papa que en todos los charcos se mete y sale mojao salpicando al resto y acaba diciendo que no se puede meter en temas que no entiende ni la incumben cosa cierta, ¿Qué pinta un obispo y menos un Papa hablando de economía de la que no tiene ni idea?. Dar aliento a Iglesias que cuanto peor mucho mejor y a los que al otro lado del charco lo apoyan y que son a los que Francisco apoya. Visto bien claro quién es el problema.
La táctica de Omella es defenderse aunque sea tozudamente faltando a la verdad. Os enviamos, para que hagáis la máxima difusión y comentarios, lo que dice en una carta dirigida a los sacerdotes y diáconos, lo que significa que quiere una difusión restringida para que no lo puedan atacar, donde vuelve a repetir: «La Archiócesis de Barcelona en ningún momento ha decretado el cierre de los templos». La carta la escribe para defenderse de las críticas provocadas por su carta publicada en La Vanguardia “Hombres de carne y hueso” y la lluvia de críticas en muchos medios de difusión eclesiales por su decisión de cerrar los templos.
ResponderEliminarSi Omella no mandó cerrar las puertas de los templos, ¿por qué está cerrada la catedral? ¿Fue Omella o el canónigo intrépido, Santi
ResponderEliminarBueno, que no ha dicho ni una misa en su parroquia y aparece en cualquier celebración al lado de quien lo encumbra, a pesar de ser un mal canonista? Santi Bueno, gran parte de lo que le pasa a Omella se debe a ti, inútil ambicioso.
Ese comentario me recuerda a Bueno corriendo por los tejados de la catedral con la cruz, no a cuestas, sino con una crucecita para bendecir la ciudad. ¡Oye! ¿Po qué no bajas a la calle a bendecir y a dar de comer a los pobres¿ ¿Por qué tienes tu parroquia sin culto?
Eliminar¿Y dónde está el Gordo, blanco como la leche. Más blanco estará ahora y más gordo sin salir para nada del palacio, sin decir esta boca es mía. Mira Gordo, ya te has ganando una diócesis como residencial, el camino es siempre callar y callar, y sobretodo, ¡no hacer nad!. Y si quieres llegar a cardenal miente como tu amo,
ResponderEliminarEl carácter aragonés es tozudo pero no mentiroso. Omella es lo primero y lo segundo. Repite y repite sus mentiras para creérselas él mismo. A ver si se entera. SÍ. ¡¡¡USTED, CON QUIEN LE ESCRIBE SUS HORROSOSOS DOCUMENTOS, MANDÓ CERRAR LAS IGLESIAS!!!!
ResponderEliminar¿Y estos de Schola Cordis Iesu? Tienen las bases inflamadas pidiendo Misa y el comtemporizador padre Alsina les quiere hacer callar la boca mandándoles el horrible y pastelero artículo del sacerdote Montagut. ¿Qué buscarán los de Schola? ¿Tendrá algo que ver con el cardenal?
ResponderEliminarLes permite hozar en el edificio de la Balmesiana...
EliminarMadre mía con el cojo haha
ResponderEliminarCon el permiso del blog. Me gustaría hacer una aviso. El monasterio de Silos organiza una experiencia monástica para hombres de entre 18 y 45 años, para el discernimiento de la vocación monástica. Os dejo el enlace.
http://www.sermonje.eu/experienciamonastica.html
¡Magnífico artículo el del Cojo de Calanda! Es lo que ha hecho siempre el género sátira, el teatro. Esperpentear la realidad para darse cuenta de los defectos de los personajes y de la realidad. ¡Muy bien!
ResponderEliminarNo dejemos por nada del mundo de poner la cruz en la declaración de la renta. Si lo hiciéramos perjudicaríamos a toda la Iglesia de España, a los sacerdotes buenos que han trabajado y han dejado abiertas sus iglesias e incluso han celebrado la santa misa con la participación de los fieles. No, a los que no se les debe dar ni un céntimo es al Arzobispado de Barcelona, a Omella, ese mentiroso compulsivo que lo pide ahora. ¡Haber salido tú y los gandules de tus auxiliares a servir a la gente en vez de tanta parafernalia de televisión para ciento y pocos televidentes!
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo en poner la cruz en la declaración de renta porque ese dinero no va a ir directamente a manos de esos sacerdotes que están al pie del cañón, van a los bolsillos de estos burgueses, apoltronados e independentistas obispos catalanes.
EliminarYo hace años que no pongo la cruz en mi declaración (y se está viendo que muchos han seguido mi consejo) Lo que hago es que doy ese dinero directamente a ese sacerdote que está día a día con sus feligreses y soluconando sus problemas.
Pero acasoi no habéis visto que en esta pandemia quienes se han movido ha sido el clero de a pie?
Los obispo y congregaciones religiosas tienen infinidad de locales.¿Qué obispo o congregación ha ofrecido locales para poder montar hospitales provisinales? Ahí están cerrados los colegios de salesianos, jesuitas, maristas...Ninguno se ha ofrecido a poderlos utilizar como hospitales.
Una de las cosas mejores de toda esta grotesca comedia es el lenguaraz risa de cocodrilo, Toni Vadell. Vadell, demuestras que eres tonto, pero un tonto muy útil para la verdad, cuando dijiste que ya se podían ir abriendo poco a poco las iglesias. Hundiste el chiringuito de la mentira de tu señor. Si se pueden abrir es que estaban cerradas, pero, pobre Vadell ¿no te has preguntado quién las mandó cerrar?
ResponderEliminarPerdone Ud. se olvida el/los WhatsApp de parte del Sr. Cardenal enviados el mes de abril por Marc Labori.
EliminarMe gustaría hacer una observación. Conociendo el percal, ahora Omella irá a por los párrocos que sí han tenido siempre abierta la puerta de sus iglesias, que han celebrado diariamente la Santa Misa con el pueblo, que han repartido, ellos mismos, la comida a los pobres cada día. ¡Preparaos párrocos! Primero os dirá que sois desobedientes, y después, que con vuestra actuación habéis roto la comunión del presbiterio.
ResponderEliminarMuy bien el comentario sobre la reacción que tendrá Omella. Párrocos, tenéis que defenderos diciendo que quien ha sembrado la división entre los párrocos ha sido Omella con su mandato de cerrar los templos, deliberadamente ambiguo, para salvarse él. Dios le perdone el sufrimiento causado a los buenos sacerdotes.
ResponderEliminarSi el cojo no es de Calanda, tampoco lo es Buñuel. ¿Cómo es que sabe que el de la gasolinera se llama Zapater, un apellido del Bajo Aragón como pocos, de Calanda precisamente? Como buen maño socarrón parece conocer muy bien el paño y no le parece digno de elevar el vuelo, porque quizá se trata de un vuelo rastrero, como el de las perdices del pueblo de los melocotones. Quizás el tema en el que se ha enredado el purpurado no le parezca honroso para la Iglesia y lo manifiesta con nobleza y sinceridad baturras.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarBarcelona no es el brazo tarraconense de la CEE, Barcelona dejó de formar parte de la Tarraconense en 1964, porque en una misma provincia eclesiástica no puede haber dos arzobispados, y desde 2004 es la sede metropolitana de la nueva provincia eclesiástica, que integra junto a Sant Feliu de Llobregat y Terrassa. Hay 5 obispos y un cardenal arzobispo que aunque se reúnan con sus hermanos de la Tarraconense, no pertenecen a ella. En todo caso, unos y otros son los obispos de las sedes catalanas.
ResponderEliminarBarcelona forma parte de la Conferencia Episcopal Tarraconense. Desde la época del Cardenal Jubany como buen canonista tramito con la Santa Sede su estatus jurídico y de relación dentro de la Tarraconense, al ser Barcelona Arzobispado. Hoy la CET la forman las dos provincias elesiásticas con sus respectivas diócesis.
EliminarNormalmente el arzobispo de Barcelona suele ser el vicepresidente de la misma.
http://www.tarraconense.cat/es/quienes-somos/organigrama-de-la-cet/
Bien indicado. Lo de las sede catalanas, mejor sedes catalano-nordcastellonenses, pues Tortosa tiene el norte de Castellón.
EliminarPues mientras en Francia e Italia no se va a permitir volver al culto público hasta el 2 de junio, en España lo vamos a hacer casi un mes antes. Algo tendrán que ver en ello Omella ¿no?
ResponderEliminarClaro, Omella ha conseguido meter a Pedro Sánchez -que no se lo había pedido- a decidir sobre un tema en el que la propia Constitución no concede potestad al poder político: ¡la libertad de culto! ¡Gracias Juanjo!En Calanda te querremos siempre, hagas lo que hagas.
EliminarPues claro que tiene que ver Omella: que para que no se note que ha sido él quien ha cerrado las iglesias, les ha pedido a sus aliados del Gobierno, que sean ellos los que las abran y que lo hagan relativamente pronto (¡pero si legalmente, es decir por parte del Gobierno estaban y están abiertas!: la prueba está en que los curas que han tenido agallas para decir misas con las iglesias abiertas y con fieles, lo han hecho). Y con conocimiento previo de las fuerzas del orden, a las que han advertido de lo que se les venía encima si se atrevían a entrar armados en la iglesia y parar la misa sin ningún respaldo legal.
EliminarOiga, que en la viña del Señor, no todo son Omellas.
Y en Francia e Italia, que sí ha sido el gobierno el que ha cerrado las iglesias (bueno, en Italia el papa ha ayudado a cerrarlas), unos cuantos obispos han protestado abiertamente. Pero no se engañe, amigo, el gobierno no ha podido abrir aquí las iglesias, porque no las había cerrado. Porque por lo que al gobierno respecta, están abiertas. Y Omella, claro que tiene que ver en ese paripé (que no es más que un paripé): que el gobierno le ha hecho el gran favor de hacer ver que decreta la reapertura de las iglesias (¡pero si no están cerradas por el gobierno, cómo las va a abrir el gobierno!) para salvarle sus amoratadas posaderas.
Pero bueno, si cree usted que ha de darle las gracias a Omella, déselas y homenajéelo, que será para él un gran alivio en medio de la tormenta que ha desatado. Él solito.
¡Dónde están escondidos los superiores del Seminario de Barcelona? Si estáis escondidos para no contaminar a los seminaristas, enteraos que los seminaristas no están en el Seminario. ¿Y dónde estáis vosotros? ¿Cómodamente en vuestras casas? Hombres tan jóvenes como Miquel Ramon, Bernat Gimeno, o el mismo rector, ¿qué hacéis? ¿Y el canónigo y siempre enfermizo, pero activo, Joan Rodríguez? ¿Estáis con los enfermos? ¿Ayudáis a las parroquias a atender a los pobres? Os tendrían que destituir a todos por el mal ejemplo que dais, precisamente vosotros, los formadores de los futuros sacerdotes
ResponderEliminarNo los hallaréis, no... pero para firmar documentos independentistas, sí, a paladas... el poble català oprimit i bla bla...
EliminarQue Dios le perdone. A "sus" feligreses nos va a costar...
ResponderEliminarLos párrocos tendrían que hacer oir su voz, aunque sea anónimamente, pues están aterrorizados por Omella. ¿Cómo entendieron la segunda carta de Omella con su apéndice? ¿Por qué a raíz de esta carta cerraron las iglesias? ¿Por qué? Sólo queremos saber la opinión de estos. He visto muy angustiados a los sacerdotes que creyeron entenderlo o quisieron dejar las puertas de las iglesias abiertas
ResponderEliminar¿Alguien sabe dónde está metido el padre de Omella, el jesuita Arana? ¿Qué le aconsejará éste a su dirigido, amigo, promotor, casi rector del Seminario…..?
ResponderEliminarTODO UN HONOR QUE NO HAYAN PUBLICADO MI COMENTARIO. GRACIAS.
ResponderEliminarOsoro ¡Otro que tal baila! En sus últimas declaraciones se ha descolgado diciendo: «las puertas de nuestras iglesias han estado abiertas», cuando en una entrevista anterior a La Razón había dicho que el obispo de Getafe y él «decidimos cerrar». Señores obispos ¿nos toman por imbéciles? ¿No les da vergüenza, a Omella y a usted, mentir de este modo?
ResponderEliminarHay vertido mucho rencor en el artículo de hoy……
ResponderEliminarEfectivamente, Laura, muchísimo rencor y con tremenda dosis de sarcasmo. ¡Es que no hay para menos! Porque todos sabemos que quien nos ha dejado a los fieles sin misa durante la reclusión domiciliaria del coronavirus, es OMELLA. Nadie lo duda. Y lo más irritante es que aún vaya haciendo trucos de trilero para sacarse las pulgas de encima y echar la culpa a otros. Entre ellos, al tándom Sánchez-Iglesias. ¿Pero está loco ese hombre? Ese par no desean otra cosa. Si no lo hicieron, es porque no se atrevieron. Y va el muy fatuo y por su cobardía les regala esa valentía que les faltó. Pero, señora Laura, ¡cómo quiere que no se aborde ese tema con rencor! Claro que no es muy cristiano, pero menos cristiano es lo que ha hecho Omella, teniendo mayor obligación de serlo y de dar ejemplo. Sí, sí, ¡menudo ejemplo!
EliminarAlguien debería explicar a los señores obispos que existe una cosa que se llama hemeroteca, más que nada para que no nos sigan abochornando con sus flagrantes mentiras y contradicciones. ¡Es de vergüenza ajena!
ResponderEliminarMucho me temo que habrá un antes y un después cuando pase La Peste. Habrá más de uno, poco acostumbrado a la azada, que tendrá que cogerla para comer.
ResponderEliminarSe colocarán de vitamina D hasta la denostada TONSURA,ya verán,ya!!
Todos sabemos de que pie calza Omella y cuánto maltrata a sus subordinados si no le caen bien
ResponderEliminar