Mallorca está siendo una verdadera cruz para el obispo menorquín, que claramente está gafado, él y la diócesis. Y lo peor de todo es que difícilmente hay arreglo para su situación. Con 72 años a punto de cumplir este mismo mes de enero, es difícil que pueda iniciar una carrera episcopal en otra diócesis. Sí lo hizo su antecesor Don Jesús Murgui que acabó recalando en Orihuela-Alicante, después de demostrar una inutilidad absoluta para dirigir la diócesis mallorquina (Insuficiencia mitral, le llamaron algunos). También tuvo que salir precipitadamente su inmediato antecesor Don Javier Salinas, después de un asunto turbio de revista del corazón, Don Antonio Cañizares fue su tabla de salvación al acogerlo degradado como obispo auxiliar de Valencia.
Pero Tià (como le llaman sus amigos), salvo sorpresa supina, y por el tiempo que le queda para presentar a Roma su renuncia, tendrá que permanecer en la Isla, aguantando carros y carretas, demostrándose una vez más que es muy difícil encontrar un obispo para Mallorca, y que Taltavull no va a ser ni mucho menos ese mirlo blanco que nunca se acaba de encontrar. Sufrirá y hará sufrir, porque su carácter aparentemente amable se vuelve tosco cuando las cosas no van como el quisiera, y allí casi todas están yendo al revés de su deseo.
El Taltavull de hace unos años ha envejecido rápidamente |
A medida que Sistach estaba en tiempo de descuento surgieron dos nuevas posibilidades muy prometedoras para Tià. La primera, poco probable, pero aupada por el progresismo y los jesuitas catalanes de que se convirtiera en arzobispo de Barcelona, y la segunda, que fuera el copríncipe Vives quien viniera a nuestra ciudad y Don Sebastià quien lo substituyera en Urgel con el caramelito de ser Copríncipe andorrano. Pero ya sabemos lo que pasó, S.S. el Papa Francisco acabó eligiendo al que siempre fue su candidato.
Con la llegada de nuestro simpático y dicharachero actual arzobispo, también pensó que era el momento de quitarse el lastre de Sistach y empezar a ser no sólo un auxiliar con todas las de la ley sino el hombre con experiencia en la diócesis que le dijera al nuevo Pastor lo que tenía que hacer. Pero poco a poco se dio cuenta de que Don Juan José tiene su personalidad propia y no acepta injerencias externas, y que su voluntad era tener otro tipo de auxiliar (en este caso dos auxiliares). Así que Omella se lo sacó de encima y lo envió (aprovechando su poder en Roma) camino de Mallorca.
No soy sospechoso de ser forofo o defensor de Don Sebastià. pero a pesar de sus muchos defectos, creo que el castigo mallorquín está siendo demasiado grande para él. Es cierto que él mismo se ha buscado algunos de los problemas con los que ahora se encuentra. Pero hay otros que le han caído del cielo, de una diócesis complicada y difícil como la que más.
Antoninus Pius
"Pero hay otros que le han caído del cielo, de una diócesis complicada y difícil como la que más."
ResponderEliminarDesconozco a Mallorca, y me gustaría saber por qué es difícil y complicada.
EliminarLo difícil no es la isla y su gente, sino su estamento eclesiástico (a cuya imagen parecen mandar los obispos) que no quiere hacer lo que sabe que debe hacer. O sea, a predicar lo que se ha predicado siempre, volver a los sacramentos, a la confesión, a la piedad… En Mallorca hay muchísima gente con hambre de Dios pero que no quiere saber de la Iglesia, bien porque conoce lo que hay, bien porque no la conoce y nadie está dispuesto a ir a buscar a esa gente que termina despistada en manos de los testigos, los protestantes de toda laya, budismos y otras chorradas orientales (muchos hispanos y no pocos extranjeros). Ese estamento es un estamento que se avergüenza de Dios y de Cristo, lleno de gente que no se viste por los pies. Han sido educados desde el seminario como niños caprichosos, desde el temor a que se fueran del seminario, consintiéndoles todo, y han hecho de ellos gente sensiblera, sin gravedad, sin virtudes, sin nobleza. Malos funcionarios de lo eclesial. La humildad, la abnegación, la sencillez y limpieza de costumbres, la laboriosidad (las reuniones no cuentan: son su manera preferida de perder el tiempo), el gusto por la liturgia bien hecha, por el estudio de la fe en sus fuentes, por la oración ante el Santísimo, por la catequesis con hondura… todo eso no va con ellos. Ni tienen ese gusto ni se lo han inculcado. Les parece rancio, inútil, y, por lo tanto, despreciable. O son noveleros de la última ola (algunos, los viejos, los maestros, los que trajeron el mal, estudiando fuera, en Alemania, donde se les contagió la tontería pensándose modernos, viendo a sus parroquianos como paletos y ahora sus parroquianos, que ya son modernos, les han pegado, con razón, la patada) o apelan a las tradiciones que convierten en el centro de su reivindicaciones eclesiales (sean de izquierda o de derecha, pero todas compatibles porque nacen de una misma tara, y no es por eso raro el amor que se tienen unos a otros, los que van con la estelada o los que convierten sus parroquias en salones de conciertos y actividades varias). Las raíces de esas tradiciones no son las de Cristo, sino la del poble, concebido separadamente de Cristo, aunque de éste bebieran, convirtiendo lo que celebran en una cuestión cultural. Son, unos y otros, protestantes de corazón. No son conscientes del don de la eucaristía. Por ello son miserables, es decir, dignos de pena.
Eso es “lo que hay”: una Iglesia puesta al servicio del poder político, que cabecea entre el nacionalismo de izquierdas (el progresismo eclesial) y la cultureta de la derecha sin ideas ni base. Así, aquí tienes que decidir, con escasas y honrosas excepciones (y siempre que vivas en Ciutat, en PAlma, porque si vives en un pueblo estás dado, porque te va a tocar casi seguro un cojo de una cosa o de la otra, según sea el pueblo, a cuya sensibilidad suele responder el obispado con ), si prefieres al cojo de derecha (por lo general un avergonzado de ser lo que es y que no hace más que justificar su presencia en el mundo que lleva no a CRisto, sino al abismo en medio de la autocomplacencia de los que le siguen) o uno de izquierda (orgulloso de serlo, porque concibe su ministerio como Judas pensaba que era CRisto: un revolucionario contra el poder romano. Sí, así de locos están; y no es sólo aquí).
Algo que ha favorecido mucho que la diócesis haya sido concebida, desde la transición, sobre todo a partir del obispo Úbeda, de interminable y desastroso mandato, como parte de los països catalans eclesials. Los ascensos aquí pasan por Barcelona, no por VAlencia, que es nuestro arzobispo y sede metropolitana. Quien no llega a ir a estudiar a Roma, se suele quedar en Barcelona, que es donde se corta el bacalao de andar por casa. Hay, de raíz, como un descentramiento institucional de base al que nadie ha puesto ni pretende poner coto. La disciplina así es imposible. No hay disciplina en el seminario, no lo hay entre pueblo y pastores, entre pastores y obispo, ni entre obispo y metropolitano. Todo está como fuera de madre.
Hay una solución para Mallorca y para el propio D. Sebastián: que presente su renuncia al Papa.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. No se podía expresar con más sencillez lo que la diócesis de Mallorca necesita y requiere, simplemente, un obispo.
EliminarDifícil la crítica cuando se conoce un poco la diócesis a la que ha ido a parar. El que consiga predicar con éxito en Mallorca, se ganará el Cielo. Taltavull ha topado con la más dura de pelar. Lo siento por él.
ResponderEliminarY la Iglesia que peregrina en Mallorca tendrá que seguir esperando su mirlo blanco. Lástima.
En Mallorca no esperamos a ningún mirlo blanco, esperamos un obispo que ame a la iglesia más que a su propio ego.
ResponderEliminarD. Sebastián está entrando en modo depresión y supongo que esa será la tonica hasta el final de su pontificado, naturalmente aumentado con cada nuevo fracaso.
Llegó con ideas preconcebidas, con amigos ya hechos, con mariachis presuntamente incondicionales que, a la postre, se jubilan o se mueren.
En fin. Un desastre.
su problema es el CATALANISMO, quiere depender de la archidiócesis de la república catalana y no quiere tener nada con su actual archidiócesis que es VALENCIA... Todo se hace en CATALÁN y los inmigrantes americanos ya se han pasado a los PROTESTANTES... Soy de Mallorca, de toda la vida
ResponderEliminarSi ets de Mallorca de tota sa vida, supòs que no tens inconvenient en què te contesti en mallorquí, anònim 10:22.
EliminarAixò que dius que a sa nostra diòcesi tot se fa en català (o mallorquí) és una bona mentida. Si vas a missa a Palma, cosa que dubt, veuràs que sa majoria d'esglésies tenen misses en castellà i en mallorquí. I si per mala sort, sa que queda més a prop de ca teva domés la fan en mallorquí (cosa que també dubt), estic ben segur que no molt enfora en trobaràs més d'una que ses misses les fan domés en castellà. Qui cerca, troba, amic meu. Ah, i això val també per tots ets germans sudamericans: a Mallorca és mooolt més fàcil, però molt, trobar una missa en castellà que haver d'anar a cercar un centre protestant. Qui se fa protestant és per altra raó. No m'acusis es mallorquí injustament, homo!
I en qualsevol cas, si ets mallorquí de tota sa vida, com és que te couen tant ses orelles quan escoltes una missa en mallorquí? Sa majoria de mallorquins, quan anam a missa, mos és igual si és en castellà o en mallorquí. Som bilingües. Tu no?
Precisamente Mallorca está llena de extranjeros: en algunas zonas hablan más inglés y hasta alemán que castellano, no digamos ya catalán mallorquín.
EliminarEsa diversidad es el gran reto de una diócesis donde el peso del protestantismo es enorme, y solo cuento las corrientes cristianas.
Es posible que Taltavull pensara que, como en Valencia o Cataluña, tenía esa parte hecha. Pero no es así.
Miquel: más de la mitad de la población de la isla vive en part forana, fuera de PAlma, donde es rarísimo encontrar una misa en castellano fuera del verano. Dentro de Palma tampoco es que haya tantas. Y, desde luego, abandonar la Iglesia no lo justifica el idioma, pero la falta de caridad que hay aquí hacia el foraster y el hispano es proberbial. Venir de una iglesia en sudamérica y aterrizar aquí es como caer en otro mundo. La impresión de que aquí son los curas masones o funcionarios es compartida por muchos. Si se acerca a alguno lo podrá comprobar.
EliminarMiguel Perelló, ¡se te ve el plumero "Baldomero"!
EliminarTaltavull sufre también de una "insuficiencia mitral extraordinariamente limitante; además, su "castellanitis aguda" le nubla el entendimiento, si es que alguna vez tuvo alguno, y carga de visceralidad su cetro de mando. Su carácter autoritario, tosco e impertinente le impide ser cercano y empático, muy especialmente, con los castellano-parlantes, con quienes, ni cuenta, ni espera contar y es que Taltavull, tot ho vull, menos el castellano, lengua oficial del estado español. Si, desgraciadamente, la diócesis de Mallorca tiene todavía que aguantar un tiempo más a Taltavull, debe exigirle que sea el obispo de todos, no sólo de los que a él le convienen.
Mientras no le pongan una secretaria irá aguantando. Qué le asesore Salinas, a lo mejor lo mandan al " gallinero " , que es lo que se ha convertido la Catedral de Valencia con tantos auxiliares.
ResponderEliminarPor qué se meten con el obispo Taltavull? No hay noticias más importantes y actuales?
ResponderEliminarFundamentalmente por dos motivos: porque ésta es una pagina de iglesia y Taltavull es obispo actual y en ejercicio.
EliminarY segunda: porque nos da la gana.
No me convence que esta página sea " de iglesia". Más bien- como Ud. bastantes ( no todos) expresan una cascada de críticas, a sacerdotes, a obispos etc. que como personas tienen- tenemos- nuestras limitaciones y defectos.
EliminarUd. se mete porque le da la gana: un exabrupto propio de quien raya (creo) en falta de caridad y respeto. Se lo digo sin acritud, no porque me da la gana, porque o es justo ni probado lo que se dice de Mons. Sebastià Taltavull. parece que Ud.está muy enterado.Un servidor- modestia aparte- le conozco, le admiro y le aprecio
Cualquier persona, más si es publica, como un obispo, está expuesto a la crítica. Se puede respetar a la persona humana y ser enormemente crítico con la labor que desarrolla.
EliminarEs más, no conozco personalmente a Taltavull, pero lo que me llega de su trabajo en Mallorca no es nada bueno. La caridad cristiana es un deber, pero no debe ni puede ser una bula de inmunidad. Si no haces bien el trabajo, pues te buscas otro. Al menos es lo que siempre dicen.
LO de Mallorca clama al cielo: Templos completamente desatendidos, un buen ejemplo es lo que se publica en los diarios de las islas (vease: https://www.ultimahora.es/noticias/part-forana/2020/01/09/1133199/capilla-del-santissim-iglesia-capdella-convertida-trastero-coladuria.html), sacerdotes que no son atendidos en el mejor de los casos y maltratados por el desdén del prelado y un Seminario que es la comidilla del clero mallorquín que no entiende cómo todavía no se haya producido una inspección por parte de Roma.
ResponderEliminarEl papa Francisco con Catalunya Religió
ResponderEliminarhttps://www.catalunyareligio.cat/es/papa-francisco-con-catalunya-religio
Por lo difícil que parece ser Mallorca, comprobado está que por allí el Espíritu Santo no aletea ni sopla, para nada
ResponderEliminarDada la aridez espiritual y pastoral, debería ser liquidada como Diócesis. Qué sentido tiene si ningún obispo le da la talla? y si no da los frutos que debería dar? Dice mucho el que algunos de los fieles se hayan pasado a los protestantes
Eso sería lo último: verse convertida la isla en tierra de misión. Pero me temo que, de no cambiar las cosas pronto, ese es el futuro que le aguarda.
EliminarRespetable anónimo de las 20, 47h. Debería respetar y retirar esta malograda frase de que el Esíritu Santo....Me parece incorrecto de de muy mal gusto. El Espíritu Santo es Dios.
EliminarMi apoyo a Miquel Torelló. A estos les dan Portugal y lo castellanizan. Por eso no quieren unirse con España.
ResponderEliminarTras el caso Salinas, ha venido el caso Taltavull. Así lo vemos, Antoninus Pius, quienes no conocemos los entresijos de las diócesis, de la de Barcelona y de la Mallorca. Cabía esperar que una vez en la isla, se olvidara de aquellas familiaridades, despechugado, en medios más nacionalistas que religiosos, aun cuando Martínez Sistach hablara de ellos como "el nostres" (y no era Radioestel). Era una anécdota que podía rezumar categoría. Nos molestó, por estética al principio, que unciera las instituciones de la isla a las instituciones de Barcelona. ¿No es sufragánea de Valencia? Pues, guarde las formas al menos. Como era de esperar ese rendimiento de la diócesis había de tener su correspondencia: colaboración en Catalunya Cristiana y el premio ese que le acaban de dar por fidelidad al país, recibido de manos de una consellera. Nada más feo en un eclesiástico que la soba; en catalán la expresión es más dura: llepaire. Hay demasiado obispo, demasiado cura en estos lares que son serviles, capaces de subvertir el evangelio por Els Segadors, con su bon cop de falç a grito pelado. Tras el descalabro de su predecesor, Taltavull tenía una ocasión de oro para encauzar y levantar la diócesis. ¿Por qué esa querencia contraria incluso a derecho canónico, monseñor Taltavull? Con la de cosas que pudiera haber hecho en consonancia con la metrópoli del Santo Cáliz...
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
ResponderEliminarDemasiados SOBONES hay por desgracia por estos lares y pocos Católicos de verdad!!!
Que tal allí el Opus y los Kikos?
ResponderEliminarPor favor investiguen un poco sobre los últimos movimiento de Mn. Taltavull sobre la pandemia: apertura de iglesias y normas sanitarias, comunión de los fieles, etc. Ha echado un pulso al sector conservador de los fieles, prohibiendo dar la comunión en la boca, criticando el uso del confesionario... Los mallorquines son pacientes, pero no se si tolerarán mucho mas a un obispo, que mires donde mires (sea el sector que sea), NO es querido.
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