La pastoral en mi parroquia de Santa Coloma (I)

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(Relato narcisista de un párroco contento de ser cura y de explicarlo)
Parroquia de Sant Joan Baptista del Fondo de Sta. Coloma, vacía y llena a rebosar
Mi anterior artículo sobre algunos aspectos de lo vivido este año en Navidades, tan peculiar para mí por la circunstancia tan especial de la enfermedad y convalecencia de mi madre, suscitó en los lectores, como no podía ser de otra manera, por una parte interés y admiración por mi peculiar forma de ejercer el ministerio y por otra  una cierta y nada solapada crítica: “que si era narcisista hablar tanto de uno mismo”, “que si no se entendía con la que está cayendo en la Iglesia Universal tanta alegría y contento de un sacerdote” (como si tuviera que estar todo el santo día dándome golpes con la cabeza en la pared o llorando por los rincones con lamentos y flagelaciones” etc. etc. 

Mis amigos y compañeros me dijeron que hacía muy bien en relatar mis vivencias personales y pastorales. Que eso siempre resultaba fructuoso y edificante especialmente para muchos laicos que se imaginan no sé qué de los sacerdotes. El relato de la vida cotidiana de un cura que lleva más de 23 años en Santa Coloma y 31 de ministerio no puede ser malo.
 
Después de este preámbulo he decidido hacer una breve crónica de mi acción pastoral en mi parroquia de San Juan Bautista del barrio del Fondo de Santa Coloma de Gramenet a la que llegué un 7 de septiembre del año 2002, primero y durante un año como Administrador Parroquial y después ya como Párroco titular, nombrado en ambos casos por el Cardenal Carles, para los que lo tratamos con asiduidad simplemente don Ricardo, como a él le gustaba ser llamado. Antes de llegar al Fondo había trascurrido 6 años cómo adscrito a la Parroquia Mayor de Santa Coloma.

No voy a hacer un anuario con toda amplitud de detalle de estos años de acción apostólica (un día no muy lejano la podréis leer al detalle en mi autobiografía “Un sacerdote de la herradura” ya en muy avanzado estado de gestación). Quiero solamente reflejarles lo que tradicionalmente se llama y denomino consueta en una palabra, el conjunto de acciones pastorales que tradicionalmente llevo a cabo a lo largo de un año pastoral así como las tradiciones que he ido instaurando en una parroquia como la mía, fundada en 1967 y por la que han pasado párrocos de muchas tendencias y estilos. Cabe decir que del pasado inmediato de aquellos años casi no queda nada en la parroquia: no porque lo eliminara yo, sino que todo acabó decayendo y muriendo por sí mismo por el paso de los años; tan poca era la consistencia con la que fueron instaurados unos estilos pastorales hoy del todo superados. 

Hace un tiempo puse  en la entrada de mi parroquia un letrero que reza así: “La tradición no se hereda, se conquista”. Convencidísimo de ello voy instaurando (aunque algunas veces fracaso en el intento) costumbres y tradiciones con las que trato de consolidar una pastoral no teórica y abstracta sino concreta y realista, para el bien de las almas que Dios me ha encomendado. La jurisdicción parroquial tiene 27.500 habitantes, aunque una buena parte no son católicos. Hay gente de 43 nacionalidades diferentes. Cuesta creer, ¿verdad? Pues sí, somos una parroquia de la periferia obrera del área metropolitana de Barcelona. Una barriada de inmigración desde siempre. Desde que se fundó la parroquia. 

Comencemos pues con la agenda en la mano. La primera cosa que hago en septiembre, además de pedir a la Administración de Lotería un número para hacer participaciones para el Sorteo del Gordo de Navidad, es iniciar la inscripción para la catequesis de Primera Comunión y Confirmación. Cada año comulgan por vez primera entre 80 y 60 niños y niñas, y se confirman unos 20 chicos. Las clases comienzan la primera semana de octubre, así como la Misa Catequética familiar todos los sábados a las 18.30. Es una de las celebraciones que cuido y mimo más. La trasmisión de la fe a los pequeños es una delicia, así como un reciclaje de la de los padres que una vez al mes asisten a una charla de formación. 

Noviembre empieza siempre de manera hermosa: la celebración de Todos los Santos es fervorosa y muy concurrida, aunque aún lo son más las misas de la Conmemoración de los Fieles Difuntos el día 2. Tres misas celebro, una primera rezada a las 9 de la mañana en la Forma Extraordinaria, otra Novus Ordo en la Capilla del Cementerio Municipal y otra cantada en gregoriano y polifonía Novus Ordo también a las 8 de la tarde, precedida por el Rosario de Ánimas. Noviembre nos lleva sin darnos cuenta a la Novena de la Purísima, que empiezo rigurosamente el día de San Saturnino, 29 de noviembre, con la intención de concluirla el día 7, con la Misa de Vigilia y Procesión mariana por las calles del barrio. Uso para la novena un formulario muy sencillo, relativamente moderno y al día, muy contemporáneo en las intenciones de cada día: familias, niños y jóvenes, ancianos, enfermos, migrantes… Una pequeña meditación dedicando cada día de la Novena. La precede el rezo del Rosario, intercalando estrofas del Ave de Lourdes. Tras la meditación, el canto del Tota Pulcra del compositor castellonense Vicente García Julbe y rezo de las Tres Gracias y el Himno Responsorio a la Inmaculada que no es otro que la traducción del que se cantaba y canta en mi primera parroquia de Ceppagna de mi diócesis de Isernia-Venafro. Allí traduje el Himno de la Virgen del Rosario de Villarreal y lo dejé en herencia: lo conservan celosamente desde mi partida. 

Las fiestas navideñas hacen su entrada con la Bendición del Belén y del Abeto unos días antes de Navidad (normalmente el sábado que precede a Gaudete, en el Festival de Villancicos de la Catequesis). Las figuras del Nacimiento son de mi propiedad personal: las compré a lo largo de los años de mi estancia en Italia. La forman personajes del típico presepe napolitano. Una maravilla que todos admiran. 
En la solemnidad de Navidad celebro 4 misas. La del Pollito, para niños, jóvenes, familias de éstos y ancianos que no quieren ni pueden trasnochar. La del Gallo a medianoche (cada vez menos concurrida). La de la Aurora o de los Pastores a las 9 de la mañana con un buen número de fieles madrugadores, y  finalmente la del Día a las 12 del mediodía, cantada en gregoriano y en la Forma Extraordinaria del rito romano. Entre 1000-1200 personas asisten a estas celebraciones. De toda tribu, lengua y nación: españoles, hispanoamericanos varios, nigerianos y chinos especialmente. En todas las celebraciones, adoración del Niño Jesús. Y con el mismo esquema y con la misma participación de fieles celebro la Infraoctava, la Octava y la Epifanía, repartiendo en ese día de Reyes los juguetes que hemos podido acopiar para las familias más necesitadas. Hay que decir que en los días precedentes a las fiestas hay una entrega especial de alimentos a las familias en situación más precaria y vulnerable, llevada a cabo por las voluntarias de la Cáritas Parroquial. Todo va ligado. No podemos compartir misa si no se comparte mesa, de una u otra manera. 

Febrero llega con la Candelaria, el día 2, con una hermosa celebración de la Luz, en la bendición de candelas y presentación de los niños nacidos ese año. Así como de las madres.  Al día siguiente San Blas, con la bendición de roscos y demás dulces, así como de las cintas para la protección de las enfermedades de garganta, que conlleva una imposición con dos candelas superpuestas y encintadas que se colocan en el cuello de los fieles, diciendo: “Sancte Blasie, ora pro eo/ea”. La cola de feligreses es larguísima. En febrero solemos empezar la práctica de los 7 domingos de San José, que preceden a su festividad.   Un cuarto de hora antes de la Misa Parroquial, a las 12 del mediodía, con una breve meditación y el canto del “¡Salve, José!”.

C:\Users\usuario\Desktop\8847050588.jpgY sin darnos cuenta nos ponemos en la Cuaresma. Una única misa de imposición de Ceniza, participadísima por la feligresía, de la cual guardo un poco de ceniza para los fieles que trabajando en día laborable, acuden a la sacristía a pedir les sea impuesta. Todos los viernes a las 19h práctica del Vía Crucis, con un texto muy hermoso “El Viacrucis del Hombre-Dios” del P. Díaz Tortajada y el canto en castellano del popular canto del “Por vuestra Pasión Sagrada” del Maestro Millet, intercalado en cada estación. Al final, rezo del Credo, adoración de la Cruz, cantos populares en castellano, a veces el Stabat Mater, y al salir con el Crucifijo nuestro Cuerpo de Portantes del templo, vestidos con sayales y correaje, entono el tradicional “Creu Sagrada, Creu Amada, vine, vine al nostre cor”, que ya muchos sudamericanos conocen y cantan. Todos los domingos de Cuaresma como colofón de la Misa Parroquial, una preciosa oración de consagración ante la majestuosa talla de Cristo Agonizante que preside nuestro humilde templo y el “Himno al Cristo del Amor”, adaptación del Himno al Cristo del Mar de Benicarló (Diócesis de Tortosa, en cuyo Seminario estudié la Teología) que pone los pelos como escarpias a la feligresía. Y llega la Semana Santa como en un abrir y cerrar de ojos. Pórtico solemne con la bendición de Ramos en la plaza mayor del barrio, la del Reloj, que se llena de familias y niños, de  vecinos curiosos de otras culturas y religiones, que asombrados también reciben un poco (o mucho, según esté yo de complaciente) de agua bendita en sus cabezas mientras procesionamos hasta la entrada del templo, cuyas puertas permanecen cerradas. Doce hombres trajeados de punta en blanco fungen de apóstoles con sus altos palmones a lado y lado del sacerdote con capa pluvial (llevo un palmón medio metro más alto que el suyo ¡represento a Jesucristo!) y al llegar de vuelta a la iglesia, un rito que todo el mundo espera: la Cruz procesional se acerca pausadamente hacia la puerta y golpea tres veces la entrada. Símbolo de los tres días que Cristo pasará en el Sepulcro. Ese rito fue suprimido con la reforma litúrgica de la Semana Santa de Pío XII pero es tan hermoso que me tomo la licencia de adoptarlo (tantas barbaridades se han hecho y se hacen en liturgia, que por una minucia de golpecitos con la procesional en la puerta, no se va a hundir el mundo). Cuando las puertas se abren, la multitud recibe al cortejo procesional de manera triunfante cantando o escuchando el “Gloria laus et honor tibi sit” el himno que compuso el zaragozano Teodulfo, llamado de Orleans (¿750?-821)  porque fue obispo de esa ciudad franca, que nuestro coro gregoriano canta y dirige animando a la asamblea a repetir el estribillo. Para mí es uno de los momentos más emotivos de toda la Semana Santa. ¡Y mira que hay momentos hermosos! El Jueves y Viernes Santo con todos y cada uno de sus bellísimos ritos, la Vigilia Pascual y el día de la mañana de Pascua. Mención extraordinaria del Oficio de Tinieblas del Viernes Santo a las 7 de la mañana, con la iglesia repleta a desbordar, con el canto de Maitines (en castellano con las antífonas propias en latín y la atenta escucha del Canto de las Lamentaciones del profeta Jeremías que canto personalmente yo al modo romano, enfatizando en el tono cada letra hebrea que da inicio a las estrofas: Alef, Bet, Guimel etc. Sobrecogedor. Como sobrecogedora es la paulatina extinción de las velas del Tenebrario (el Candelabro que preside el rito litúrgico que concluye con el Terra tremuit, el sonar de carracas y el ceremonioso golpeteo de los bancos con libros y maderas recordando el terremoto que acompañó a la muerte de Jesús aquella mañana en el Calvario.

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Ramos en la plaza del Reloj (Fondo)
Al acabar el Oficio, justo una hora después, a las 8 en punto de la mañana, las puertas se abren de par en par y empieza el Vía Crucis por las calles aún adormecidas del barrio, con el imponente  silencio que lo acompaña. Para mí no sería Semana Santa sin este momento matutino. Ni sin la Acción Litúrgica de la Pasión a las 5 en punto (las 3 de la tarde -hora nona romana en la que murió el Señor- por el avance de 2 horas que ya tenemos en primavera). Y ahí va la anécdota: tengo por habitual el comer ese día sopas escaldadas de tomillo. Un día, hace unos pocos años, le dije a Mari Carmen, una manchega cabal de 76 años que aún trabaja de cocinera de una familia burguesa de la parte alta de Barcelona, que me trajera un ramo de farigola (tomillo en castellano). Me salió así, en catalán. Ella se me presentó a media mañana con un bolsa de plástico medida industrial llena de… ¡romero! ¡Dios Santo Bendito! Yo ni corto ni perezoso para no echar a perder tanto romero florecido lo distribuí en ramitos en la Adoración de la Cruz de la tarde. Desde aquel día se duplicó la asistencia a la celebración vespertina del Viernes Santo. ¡Sólo con el incentivo de recibir un ramito de bendito romero el día de la Muerte del Señor! Qué pocas cosas necesita nuestra gente sencilla para moverles a devoción, avivando el rescoldo de la fe y venir a la iglesia a mostrar su amor al Señor que por nosotros entrega la vida. Es más que previsible que desde que ya no cabe un alfiler en el templo en la tarde del Viernes Santo, este pobre cura de barrio se prepara un sermón de campanillas. Y que vibrante, clara y expansiva me sale del corazón cada palabra. 

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Procesión del Encuentro en Pascua
El Domingo de Resurrección es el broche de oro de las celebraciones. La solemne misa de Pascua (también ese día en la Forma Extraordinaria) concluye con la Procesión del Encuentro: los hombres en riguroso silencio salen y procesionan por las calles desde el barrio bajo con la estatua del Resucitado haciendo las Estaciones de Gloria, mientras las mujeres y niños vestidos de caramellaires (con el típico traje payés portando el estadal -un asta llena de cintas de colores que culmina en un cesto lleno de butifarras, panes y huevos) acompañando a la Virgen de la Alegría pero aún velada de luto y que se encontrarán en la Plaza donde la Banda de Música espera, junto a una traca troner de 300 metros (de truenos o masclets) y doce palomas enjauladas que se soltarán y revoloteará al concluir el Regina Coeli tras el cual se retira el velo negro de la Virgen mientras la Banda interpreta la Marcha Real. Nuestros hermanos católicos chinos adornan el momento con cañones de confeti y corazones de papel. ¡Qué hermoso celebrar de esta manera la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte, sobre la tristeza, el desconcierto y desencanto de la vida! 
En mi parroquia del Fondo celebramos así la Vida Nueva. Con danzas, cantos, música, petardos, palomas, trajes de fiesta y gregoriano a mansalva. ¿Qué más se puede pedir para un barrio marginal y suburbial de la periferia de Barcelona? Hago todo lo que fui aprendiendo desde niño y enriqueciendo con el contacto con numerosos pueblos y gentes del orbe católico. ¡Quantum potes, tantum aude! Atrévete cuanto puedas. Comámonos el mundo, que tan necesitado está de Dios.
(continuará)

Mn. Francesc M. Espinar Comas
Párroco del Fondo de Santa Coloma de Gramenet

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13 comentarios

  1. Hace falta saber cuantas horas dedica al confesionario que me parece que no le sobran.

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    Respuestas
    1. Estoy seguro anónimo de las 18:09 que si necesita usted de confesión lo va a encontrar en su parroquia todos los días desde las 18h hasta 15 minutos antes de la misa de las 20h, excepto los jueves que tiene dirigidos desde las 17h hasta las 19h. Venga que la envidia es un pecado anónimo de las 18:09, pero por lo que veo usted se ha dado prisa en leer el artículo que se publica a las 17h.

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  2. Don Francesc, le admiro por su celo apostólico. Desearía poder compartir con usted mis inquietudes de religioso y futuro sacerdote en orden al ardor pastoral, porque veo que la corriente predominante es a la suficiencia y al instalarse en una comodidad poco evangélica.

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  3. Confiesa y visita a los enfermos, lleva grupos de jóvenes. Estudia. Es un todo terreno. Dios le bendiga. Contagia entusiasmo. Nunca se predicó con mayor exactitud aquello de ex abundantia cordis os loquitur.

    No puedo dejar de recordar la parroquia que yo conocí en los veranos juveniles de 1967-1969. De una desnudez absoluta, pensaba uno que era un signo más de pobreza, la pobreza de aquel barrio sin asfaltar, calles embarradas al primer aguacero, de un caos urbanístico absoluto. Eran tiempos de los sacerdotes obreros, que, me enteré luego, se convirtieron en militantes políticos. Me entusiasmaba, en particular, el estilo directo del párroco, J. Se me cayó el alma a los pies cuando vi que trataba a los inmigrantes con un punto de arrogancia y de superioridad impropios. Era de la alta burguesía barcelonesa. De hecho se convirtió en propagandista de esa nueva alentando a los antiguos fieles a votar agradecidos la secesión. Puede leerse escrito en una suerte de memorias.

    No saben los colomenses la suerte que tienen. Los fieles responden. Hace una semana, al final de la misa, los jóvenes de san José se pusieron a la puerta para recoger dinero destinado a su causa: acompañar a los sintecho, ayudar a incorporarse a la sociedad, repartir alimentos entre familias necesitadas, etcétera. Me picó la curiosidad por conocer la generosidad de aquella pobre gente. Como la viuda daban lo que tenían: no faltaban billetes de 10 euros. Antes, mosén Francesc, había preparado a los asistentes.

    De día, de noche, oportune et importune. Fuit homo missus a Deo, de nomine Francesco, podríamos pensar con justicia ante la leyenda del altar de san Juan Bautista.

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  4. Buenas tardes, amigo: Yo me honro con ser amiga de Mn. Francesc. El mossen nació taquicárdico. No es hiperactivo, unicamente que su ritmo cardiaco en reposo es de 102 p/m. Por lo cual duerme sólo unas 5 horas. Y una siesta después de comer de unos 45 minutos. Es incansable. Entre otros cariñosos motes sus amigos le llaman "Sprinter" Ya puede imaginar el porqué...En cuanto a las horas que dedica al confesionario unicamente le digo que se clava en el "lavadero" todos los viernes de 6 a 7.30 de la tarde, pero vaya cualquier tarde de 5.30 a 8 y esté haciendo lo que esté haciendo lo interrumpe y en un abrir y cerrar de ojos estará por usted y le confesará. Además no necesariamente si no lo ve conveniente él, le confesará en algun otro lugar. Tiene reclinatorios en el despacho, al lado del Crucifijo en el lateral o simplemente le hará sentar en una silla en el precioso patio que tan cuidadosamente cuida. O deambulando por él. Recuerde que es consiliario general scout y es la costumbre confesar en ruta, mochila a cuestas. Espero y deseo que acuda a él. Le tratará "suaviter" in modo y "fortiter" en doctrina. Si lo hace cuentenos la experiencia de manera detallada. Seguro que quedará impresionado. Dra. Juncà Ràfols de Colomer

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  5. Comentarista de las 18.09: Es usted el comentarista que la semana pasada le llamó narcisista? Porque esa puntillería huele a pelusa por no decir envidia....

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  6. Puedo dar fe, porque lo he vivido, de que siempre tiene un tiempo para quien lo necesite como sacerdote, como me ha ocurrido en mi caso.
    Ahora comprendo mejor su esfuerzo.
    Le deseo lo mejor para su señora madre y a Mossén Francesc Espinar, en mi opinión auténtico hombre de Dios, quiero darle otra vez las gracias por el tiempo que me ha dedicado.
    ¡¡¡GRACIAS!!!

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  7. Es meritorio, pero el clima general en absoluto es tal actuación.

    En todas las diócesis catalanas, el ritmo de decadencia sacerdotal, en números y en actividad (al ser más ancianos, menos pueden hacer) es general, unos más, otros menos.

    Me temo que ya ahora es un "sálvese quien pueda", vista la inacción total de nuestros 10 obispos, por las causas que sean.

    La Iglesia, con Francisco, se hunde, lo que era una primavera es un cementerio polar ártico.

    Que los feligreses de Mn. Espinar lo aprovechen, y los demás luchen, pues llegan tiempos martiriales.

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  8. Totalmente de acuerdo con el Sr. Anónimo 4/11.
    Bien por Mosén Espinar,todos como él, pero no es ÉPOCA para campanas al vuelo,la verdad!

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  9. Gracias, Mn. Frencesc, no tengo palabras, me ha emocionado; porque locos como usted, enamorados de su vocación hay pocos. Dios riegue su viña de buenos operarios según el Corazón de Cristo, y le bendiga abundantemente a usted. Ah! y gracias por el recuerdo de nuestro querido, Don Ricardo, Cardenal Carles, en gloria esté.

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  10. Goyo
    Endavant, Mn. Francesc. Mire de reunir junto a usted, muchos sacerdotes jóvenes que necesitan de guía espiritual, para no perderse en esta jauría que se está montando desde hace algunos años, entre los "servidores"de sus feligresías. Aconséjelos en base a su experiencia de siervo de Dios. Es muy triste que muchos sacerdotes que habían estado ilusionados con su vocación de entrega a los demás, ahora se encuentren ante la duda de si están actuando de acuerdo con las enseñanzas de los Santos Padres de la Iglesia católica y que se han ido transmitiendo de generación en generación. Ayúdeles, ya que los obispos parece que están ocupados en otros cosas. !Quan equivocados están¡. La IC va acercándose al final del precipicio y quedan pocos pasos para la caída en picado al fondo del pozo. Esto no ocurrirá gracias a la intervención del Espíritu del Señor, que ya lo dijo. Por mucho que lo intenten, no conseguirán su propósito. María Auxiliadora, San Juan Bosco y San José María de Vianney, interceded por las Iglesia a la que tanto amasteis y servisteis. Recemos todos por este fin.

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  11. Alucinado. Con los tiempos que y una parroquia tan activa y edificante en una periceria de Barcelona. Si no fuera porque es de sobra conocido su talante y ce,o pastoral, diria lo del anonimo, que es echarse un brindis al sol y un rasgo mas de su narcisismo. Per nada de eso Vd rompe moldes en este ambiente catalán y mas de uno deberia tomar nota de que el pueblo esta hambriento de Dios y esperando quien le suministre alimento adecuado. Envidio y de que manera a sus parroquianos no saben que les ha tocado la loteria

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  12. No esto para nada de acuerdo que los anteriores sacerdotes no han dejado huella, que pregunten en el.barrio por Mm Antonio, tenía la parroquia llena de juventud, de personas mayores, ir a misa era muy gratificante, incluso diría que divertido, las comuniones eran impresionantes. Mm Antonio se prestaba a ayudar a todos, sin importar de donde eran.
    Saludos

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