Más derechos, menos libertad (I)

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Tiempo de oxímoros, unión antinatural de significados opuestos, tiempo de esquizofrenia. Ostentamos los derechos como bandera, pero sin los deberes correlativos, por supuesto. Y el resultado nada sorprendente es que cada día perdemos libertad. No hablo de la libertad en sentido filosófico o metafísico, ni me interesa la distinción entre la libertad de los antiguos y la de los modernos de Benjamin Constant. Lo que nos interesa a la gente común en el difícil ejercicio de vivir, son las libertades concretas, cotidianas, las que hacen posible nuestra vida desde que sale el sol hasta que se pone.

Estamos rodeados, bombardeados de derechos. Podemos casarnos con personas del mismo sexo e incluso adoptar niños o encargárselos a vientres de alquiler; pronto será legal la poligamia, rebautizada como poliamor. Porque las palabras importan, ¡y cómo importan!, en los tiempos de lo políticamente correcto. La clave no está en cambiar las cosas que deben cambiarse, sino en cambiarles los nombres. Así de fácil. Las mujeres pueden abortar casi sin límites a expensas de todos, ya que el ser que crece en ellas ha sido desclasificado y reducido a incómodo grumo de células de exclusiva pertenencia de la no-madre, con exclusión del otro 50% del patrimonio genético. La ingeniería capital no es la genética, sino la léxica. Se trata de llamar a las cosas por el nombre políticamente correcto. Podemos drogarnos libremente, ya que el uso de ciertas sustancias no está castigado por la ley; podemos, ya desde la adolescencia, emborracharnos y bailar sin parar en las lonjas de concertación del sexo, gracias a destructivos cócteles de fármacos y alcohol: con el ambiente de fondo de ritmos torturantes y luces psicodélicas.
 
Poseemos el derecho de hacer de nuestra vida lo que queramos, ya que el deseo es derecho; y tenemos posibilidad legal de realizar cualquier capricho. Ha ganado el lustprinzip, el principio de placer enunciado por Freud. El gran maestro del inconsciente no había previsto el avance irresistible y aún más preocupante de la desorientación (unheimlich), el sentimiento más siniestro y penetrante del miedo que se experimenta cuando algo es detectado como extraño y angustioso. Somos libres en las relaciones sexuales. Muchos buscan relaciones abiertas, cambiantes por tanto y provisionales de manera programada. El matrimonio ha quedado reducido a un objetivo seductor sólo para algunas parejas homosexuales. La convivencia tiene a las puertas de casa la carretilla, versión postmoderna de nómadas sin tienda. 

El progreso se cierne sobre nosotros indiscutible, inexorable, y nadie se opone. El imperativo es derrumbar muros. El más flamante derecho es el de morir. ¡Ya era hora! La tragedia de la mortandad ha sido trasformada en oportunidad, un espléndido éxito del mundo libertino, liberado, liberal y libertario. 

¡Qué consuelo! Puedo programarme la muerte si me noto deprimido o si tengo un bajón afectivo; quitarme de en medio, con la gran satisfacción de los parientes. Seguridad social y sanidad si me pongo malo. La llaman eutanasia, buena muerte: tenemos todo el derecho, ¡faltaría más! Una chica belga podrá morir si se ve fea. Quizá si la llevasen a dar un paseo por los hospitales donde tanta gente lucha por vivir, ni se le pasaría por la cabeza. Pero esto es retórica, demagogia de los que no han comprendido la belleza de los nuevos tiempos, la belleza de la buena muerte, la supremacía de la eutanasia. 

Tenemos derecho de escoger qué hijos queremos tener por medio de catálogos especializados. Es la eugenesia como éxito de la tecnología reproductiva. Nos darán el trágico derecho de implantarnos un chip en el cuerpo conteniendo todas las informaciones básicas, e interactuando con los responsables de nuestra salud y de nuestra vida, gracias al GPS incorporado. Inventarán otras libertades esenciales, en base al beneficio de los que controlan el sistema, los del gran circo del espectáculo, la información y la presunta cultura. 

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Rosetón Basílica de Santa María del Pino
¡En el fondo, qué importa! me dijo un obispo. Ninguno te obliga a cambiar de pareja sin distinción de sexo (perdón, de género), a drogarte, a abortar, a morir si te sientes deprimido o si enfermas. Pero eso es un error de concepto –repliqué moderadamente-. ¿Por qué negar a los otros un derecho por el solo hecho de que tú no quieres beneficiarte de él? Siguió el razonamiento episcopal. Le contesté que esa era una pregunta retórica propia de una época individualista. El hecho es que aquello que se convierte en derecho, y por tanto en ley, es percibido no sólo como lícito, sino como bueno y positivo.

Toda sociedad permite lo que aprueba y prohíbe lo que condena o no forma parte de sus intereses. La nuestra difunde “derechos civiles” para negar derechos sociales y para cargarse la libertad a base de multiplicar el número de las libertades. Por eso es la prisión el lugar donde es mayor el número de libertades. Los derechos civiles son el territorio de la posibilidad; los sociales los de la seguridad, la libertad y el reino de la responsabilidad personal. El obispo no entendió mi respuesta: nadie le había formado en filosofía, nadie le había hecho estas distinciones en el Seminario. Me llamó barroco retorcido tendente a complicarme la vida. Me despedí de él con educación. Regresé a casa con lágrimas en los ojos. ¡Tildar de barroco a un gótico por excelencia!  A partir de ahora deben importarme pocas cosas. Me ve como un inútil baldaquino. Yo que siempre me extasié con luminosos rosetones…

(continuará) 

Mn. Francesc M. Espinar Comas
Párroco del Fondo de Santa Coloma de Gramenet

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24 comentarios

  1. Mosén Espinar, gracias por esa reflexión. Aunque amarga, hay que tomársela: como las medicinas.

    Es el problema de no tener verdades ni convicciones: nos engaña cualquiera: con sólo cambiarles los nombres a las cosas, todo arreglado. Y vamos y nos lo creemos.

    Como antítesis de una religión que nos pone delante no los 10 derechos, sino los 10 mandamientos, las 10 principales obligaciones, el mundo nos promete liberarnos de esa incómoda carga y regalarnos derechos y más derechos. Sin obligaciones. Esos derechos no son tales y se sostienen en la mentira. Pero nos encanta que nos mientan. Y cuando están ya desgastadas la viejas mentiras, les suplicamos que nos encanten con mentiras nuevas.

    Es que nos hemos vuelto muy delicados: las obligaciones nos desquician. O como dicen en el colegio cuando el profesor se empeña en pedirle esfuerzo al alumno, "no", le dice todo el entorno de profesores y padres. "no, que se traumatizaría". Eso, eso, sobre todo no nos traumaticemos ni traumaticemos a los que nos siguen.

    Y así nos luce el pelo. Y el obispo, ¡un fenómeno! Y claro, entre los nuevos derechos está el de fracasar definitivamente en la vida y suicidarse. Con la inestimable ayuda de los benéficos administradores de nuestros derechos. No está mal que te compensen con una "buena muerte" (eu-tanasia) los que tanto han hecho por darte una mala vida.

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    1. "Tolerance is the virtue of the man without covictions"

      G.K.Chesterton.

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  2. Mosén, Usted a lo suyo y PASE OLIMPICAMENTE de este , que se hace llamar " obispo ". Sí le examinaran para algún trabajo CIVIL no serviría ni para pelar patatas . Ánimo Mosén!!!

    Pd. Seguro que es Jesuita o muy cercano a James Martin S.J., para desgracia del Catolicismo Auténtico .

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  3. El retorcimiento de las palabras es, sin la menor duda, la peor plaga que ha caído sobre la humanidad de nuestros días. Ni las langostas arrasan con tanta violencia y daño. Cuando Lluch, siendo ministro socialista de sanidad, introdujo el aborto, denigraba la biología y juridicidad del embrión hablando de amasijo celular. Un amasijo no tiene estructura. No es un proyecto de algo, ni algo en una fase inicial. Es una mezcolanza sin orden ni concierto. ¿Qué derechos va a tener? ¿Qué respeto va a merecer? A ese amasijo se remitía también la ministra de igualdad de Zapatero. Por cierto, ese gobierno tenía como asesor religioso a un tal García de Andoaín, que funge de teólogo católico por ahí. Más socialista que católico por las obras. Los curas que bendicen las uniones homosexuales hablan del amor, una suerte de bálsamo que cura todas las enfermedades morales. El mismo argumento que se esgrime en el poliamor, que dice usted, mosén. A mí me recuerda la película de Woody Allen, ¿Por qué hablan de amor si quieren decir sexo?

    Pero el retorcimiento de las palabras no se refieren sólo a las cuestiones sexuales. Se impone en las cuestiones sociales. Los obispos hablando de sentencias injustas en tribunales garantistas hasta el extremo, de democracia como talismán frente a la ley. Cuestiones teológicas, como cuando se dice que Dios trasciende nuestras categorías para igualar todas las religiones, incluidos los actos sacramentales. Cuestiones morales como transformar la mentira en opiniones, negando una verdad moral objetiva. Es también manipulación del lenguaje el empleo de expresiones que no dicen nada --las afueras, iglesia en campaña, proselitismo-- para celar la realidad del mensaje evangélico: He venido a salvar a todos, sed perfectos como mi Padre, id y predicad. Los políticos hablan del dominio del relato, es decir, de contar a su manera un hecho, un proceso, un pasado, un presente y un futuro. Al abandonar la claridad del Evangelio, del Depósito de la Fe, en todas sus formas (Padres, Concilios, Magisterio), hemos caído de bruces en su prostitución que no otra cosa es el uso pérfido, con maneras untuosas, de las palabras.

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    1. Totalmente de acuerdo con el Sr Valderas Gallardo.

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    2. Lluch y Felipe González obedecían órdenes secretas extranjeras.

      Hay que limitar la población (blanca, cristiana y europea)

      Nos lo han hecho tragar con el marchamo de "moderno"

      Porque se supone que para los antifranquistas, los españoles éramos una panda de catetos atrasados y católicos. Nada que ver con la rica Europa.

      Por eso hemos seguido sus cantos de sirena y hemos hecho justamente lo contrario a lo que han hecho esos países ricos, prósperos y modernos: socialismo.

      Ya me dirás cómo una ideología es racional (son racionalizaciones y proyecciones) o cómo se puede prosperar sin trabajar (esperando que trabajen los demás para mi)

      En concreto la masonería ha estado promoviendo tanto el aborto como la eutanasia: varios masones arrepentidos lo han denunciado.
      Por cierto, por lo que cuentan, los masones lo hacen de una manera muy poco racional y si muy dogmática y autoritaria, lo que revela claramente lo que son de verdad.

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  4. Totalmente de acuerdo con mosen Espinar.

    Creer que libertad equivale a hacer lo que nos viene en gana, es un error muy grave.

    Sobre esta cuestión, recomiendo dos libros muy asequibles. El primero es "La libertad interior" de Jacques Philippe. Y el otro es "Verdad, valores, poder", de Joseph Ratzinger antes de ser Papa.

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    1. La libertad para hacer lo que a uno le venga en gana está muy bien, si luego las consecuencias (beneficios y perjuicios) los paga esa persona de su bolsillo, no lo pagamos los demás.

      Esto es lo que hace que se obre con precaución y que se aprenda de la experiencia para la próxima vez.

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  5. Estupendo articulo como siempre de mossen Espinar. Ya que menciona a Sigmund Freud quería destacar un dato, antes todos los comunistas eran íntimos de Freud, psicoanálisis y marxismo iban de la mano pro de un tiempo Freud es denostado por lo los progres (un adivino del tarot lo tildan) y ocultado por los comunistas, la razón es que se carga la estúpida "ley de genero" con la realidad ES SOLO ENVIDIA DE PENE o COMPLEJO DE CASTRACIÓN, como indica en sus estudios y claro esto derrumba el muro de Berlin progre.
    Por cierto los comunistas llamaban al muro "defensa antifascista".

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  6. Lo del obispo no me extraña. Me recuerda aquel obispo (todavía en activo y lo sufrimos) que le dijo a un próvida, que no hacía falta hablar de aborto en las homilías, porque en la Iglesia solo van viejas, y éstas no abortan.

    Los obispos son tan políticamente correctos que uno se pregunta si realmente si tienen fe o no.

    A estas alturas hay que recordar que la ley de Dios, no es para encorsetar a la gente, sino para darles la libertad de no ser esclavos de sus pasiones. Y que no se puede construir ni la felicidad, ni el Reino de Dios en la tierra con leyes anti naturales como son el asesinato de los débiles, el divorcio, el gaymonio, la eutanasia, etc.

    Pero parece que esto es mucho pedir, para la mayoría de clero que tenemos. Hace tiempo que me pregunto ¿para que sirve un clero así? Si fueran coherentes, deberían dejar la Iglesia, y apuntarse a una ONG.

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  7. El fracaso de la Iglesia en Cataluña contra el aborto (i/ii)18 de noviembre de 2019, 0:46

    En el tema del aborto, en 2018 esta comunidad autónoma ha sumado 21.015 bebés eliminados antes de nacer, lo que supone un incremento del 6,7% más con respecto al año anterior: www.forumlibertas.com/abortos-cataluna/

    El artículo 15 de la Constitución Española dice que "Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral".

    Existe la base racional y lógica, cuando la razón y la ciencia confirman sólidamente a la fe emanada del 5º Mandamiento "No matarás", de Éxodo 20, 13 y Deuteronomio 5, 17.

    En efecto, la esencia del ser humano, según lo que conoce hoy la ciencia, el el código genético.

    El feto y embrión tienen un ADN-ARN formado por pares de bases de aminoácidos GATACA-GAUCA (adenosina, uracilo...) que tienen una estructura de secuenciación HUMANA: nos garantiza que una mujer NUNCA va a dar a luz a una coliflor, por ejemplo, ni a un no mamífero, ni a un no humano.

    La ciencia da la razón a la fe, la razón certifica a la fe. Pero el hombre, esta generación perversa, cuyo Tribunal Constitucional PREVARICA porque lleva casi 10 años sin emitir la sentencia a favor del recurso de inconstitucionalidad 4523-2010 contra la última ley del aborto neoliberalizadora de Zapatero, la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, y que el omitente pachorra de Rajoy del PP nunca la derogó, aún disponiendo de mayoría absoluta.

    Por consiguiente, si un feto y embrión humanos son biológicamente humanos en exclusiva, porque sus ADN-ARN continenen una secuenciación GATACA-GAUCA esencialmente humana, con esta sola consideración científica ya existe una base jurídica de derecho natural para establecer que los fetos y embriones humanos tienen derechos humanos, y están protegidos por la Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada por la Resolución 217 (A) de 10 de diciembre de 1948, que en su Artículo 3 afirma que "Todo individuo tiene derecho a la vida".

    La vergonzosa respuesta de casi todos los partidos políticos, en especial los izquierdistas y nacionalistas del PNV y CiU, ha sido ignorar, despreciar y arrollar cualquier consideración sobre la biología humana de los fetos y embriones humanos, para evitar así su reconocimiento como seres humanos portadores de derechos humanos.

    Todos estos partidos, las Cortes Generales, el Tribunal Constitucional y el Parlamento y la Generalidad de Cataluña, se hacen delincuentes al efectuar una acción típica, antijurídica, imputable y culpable contra los derechos humanos de los fetos y embriones humanos. Delito procede del latín dē- +‎ linquō, éste significa abandonar, dejar, renunciar, cesar: abandonar a la ley, los derechos humanos.

    Desde la consideración de Dios, es un pecado original, un pecado intrinsece malum, un pecado que clama al cielo como fue el asesinato del justo Abel por el malvado Caín (aquí las estructuras judiciales, sociales y políticas), un pecado personal de políticos, jueces, fiscales, abogados, médicos, enfermeras, empresarios y otros, y un grave pecado social contra la familia humana, contra el prójimo (el feto y el embrión) y un pecado estructural donde intervienen muchos agentes especializados en una función abortista determinada: el médico aborta, el parlamento legisla, el gobierno procura los medios, el juez omite su deber, la prensa legitima socialmente, la escuela enseña...

    Otra responsable de omisión es la Iglesia Católica en Cataluña, la CET con Planellas, Omella, Vives, Cortés, Saiz, Casanova, Benavent, Giménez, Pardo, Novell, Cristau, Vadell y Gordo. No defienden lo que dijo Benedicto XVI:

    1. Los principios innegociables de los católicos en la vida pública: vida, familia, educación y bien común

    2. Luchar de forma activa y eficiente contra la cultura de la muerte y el laicismo radical que lo justifica

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  8. El fracaso de la Iglesia en Cataluña contra el aborto (ii/ii)18 de noviembre de 2019, 1:13

    1. El Vaticano parece que ha sustituido la "obsesión" de la homosexualidad, el aborto y la anticoncepción, por la nueva obsesión de las tres "ecos": economía, ecología y ecumenismo.

    2. La Iglesia en Cataluña ha omitido completamente el tema del aborto desde el mismo inicio del pontificado de Francisco, cuando se subió a la moda, hoy desaparecida, de las "periferias existenciales".

    3. Todos los obispos de la Iglesia en Cataluña, todos, son responsables del pecado grave de omisión del deber de emitir la acción espiritual debida: exorcismo público, misas, oraciones, catequesis...

    4. Veamos las estadísticas sobre el aborto en Cataluña, que son un monumento satánico contra la sociedad diseñada por Dios fundamentada en el 5º Mandamiento "No matarás", y que su misma Iglesia parece olvidar y silenciar, molesta, para no inquietar a los poderes del mundo, ni a algunos curas y obispos que no son provida:

    Niños no nacidos abortados en Cataluña, cifras oficiales:

    1987-2000: 113.787
    2001: 15.207
    2002: 16.710
    2003: 16.605
    2004: 17.278
    2005: 18.434
    2006: 21.976
    2007: 23.799
    2008: 26.932
    2009: 26.046
    2010: 24.305
    2011: 22.614
    2012: 21.956
    2013: 22.083
    2014: 19.130
    2015: 19.521
    2016: 19.661
    2017: 19.686
    2018: 21.015........ TOTAL: 486.745
    2019: 21.000........ ESTIMADO: 507.000


    Conclusión: para su propia Vergüenza, obispos de Cataluña, y también abades y otros superiores y dirigentes, este mes de noviembre, con total seguridad, ya hemos alcanzado la cifra récord nunca vista en la historia de Cataluña: medio millón de abortos legales y registrados, ya más de unos 500.000.

    Pero la cifra de abortos provocados reales deben de ser mucho mayores, pues los abortos provocados por el uso de la píldora abortiva del día después (PDD) siguen incrementándose, y están fuera de control y sin posibilidad de contabilizarse, porque la PDD, que en un primer momento se dispensaba en los hospitales bajo receta médica, depués pasó a ofrecerse en las farmacias sin ningún tipo de control.

    ¿Por qué omitís, obispos de Cataluña, vuestros deberes de combatir el aborto que viola el 5º Mandamiento, es un pecado individual y social grave, un intrinsece malum, y es un factor de infestación y posesión diabólica, además de pervertir la moral de los niños y jóvenes y dañar la concepción de mujer, madre, familia y matrimonio tal como Dios quiere?

    ¿Por qué, obispos de Cataluña, no hacéis nada ante este gran homicidio contra el más pobre de toda la Humanidad, el niño no nacido, indefenso, sin voz, sin defensor, sin representante, vulnerable?

    ¿Por qué, obispos de Cataluña, no defendéis y promocionáis a la Humanae vitae, Evangelium vitae y Veritatis splendor, que condenan sin paliativos el aborto?

    Benedicto XVI y Juan Pablo II (e incluso Francisco) os dijo que debíais defender la vida del feto y embrión del aborto, y a los ancianos y enfermos de la eutanasia, y NO HACÉIS NADA, ni desde el punto de vista humano ni desde la perspectiva de lucha espiritual religiosa contra los pecados, los malvados y los demonios de muerte.

    No obedecéis ni a Dios ni a Benedicto XVI, quien dijo que existe el deber por parte de todos, laicos, clérigos y religiosos, de denunciar los pecados incluso cuando los pecadores son los poderosos del mundo (Benedicto XVI, Angelus, 24 junio 2007), a ejemplo de Juan Bautista, cuando acusa de adulterio al rey Herodes y Herodias, y pagó con la vida, coronando con el martirio su servicio a Cristo, la Verdad y la Justicia en persona (Marcos 6, 14-29; Mateo 14, 1-12; Lucas 9, 7-9).

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    1. ¿Por qué sólo se refiere a Cataluña? ¿Por qué no compara con otras sociedades parecidas a la misma? ¿No las hay?

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    2. Esto es un blog católico y catalán especializado en el catolicismo en Cataluña.

      Esto no quiere decir que no trate otros temas, pero como colaterales (más bien fantasmas de los lectores)

      El análisis del lector que opina sobre el aborto, no lo hace desde la sociología, donde en efecto hay que comparar sociedades similares (también se comparan sociedades diferentes)

      El lector, desde su experiencia comenta con cifras el problema del aborto en Cataluña,(que sociologicamente sí que indica la influencia de esta religión en Cataluña)

      La comparación que hace es entre doctrina y realidad (por eso indica para los sociólogos el peso real del catolicismo en Cataluña)

      No hace falta introducir más variables (que engañarian con la conclusión de que si en otras partes de hace, es normal en Cataluña)

      Luego, el lector que escribe compara a su modo la doctrina pontificia con la acción episcopal, que entiende que son contrarias.

      La conclusión es muy sencilla, para el que quiera entender.

      Para esto, le aseguro que no hay que comparar con otras sociedades parecidas a Cataluña; ni diferentes tampoco.

      Ahora, lo importante:

      ¿Qué puede sacar usted de provecho del artículo que sin fundamento protesta?

      Como católico, como catalán y como votante.

      Porque si usted de verdad es un católico, un catalán y un votante, tiene un interés especial en el tema; no sólo 3 cuestiones retóricas hechas, parece, para banalizar el problema.

      Detrás del aborto, a parte de la descatolizacion de Cataluña, trae más problemas:

      -no hay relevo generacional.
      -no se pueden pagar sus pensiones (incluida la suya)
      -se deshumaniza la sociedad y se promueven como valores el hedonismo y el consumismo (recuerde que usted, tarde o temprano, será un viejo)

      Sólo la gente con dinero (propio) se pueden permitir el aborto. toda la gente (con dinero) necesita valores humanos. Y ninguna de ellas se puede permitir perder el alma.

      Como usted comprenderá, las cuestiones retóricas en este tema tan importante, sobran.

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    3. Si usted insiste en que los obispos no siguen la doctrina en este punto, rece por ellos para que sigan a Cristo siendo otro Cristo. Y si es en grupo, mejor.

      Necesitamos buenos pastores.

      Pero asegúrese de que no mete en esto la política para nada.
      Llevamos demasiado tiempo mezclando interesadamente política y religión y está perdiendo la religión, como es natural.Y

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  9. Esa libertad sin orientación es patente en la mayoría del alto y bajo clero en Cataluña. Confunden la libertad secular con la libertad religiosa que está orientada al bien en Cristo, sí o sí. ¡Ideologías fuera!

    Cuando se renuncia voluntariamente a aceptar la “verdad universal” y la “naturaleza”, entonces la primacía ya no la tiene la razón, sino los sentimientos y la voluntad. La libertad carece de orientación, más allá de lo que se me presenta como inmediato y apetecible. Así tenemos “La voluntad de un pueblo”, del presidente Mas, aunque en este caso la Constitución si niega este tipo de libertad.

    Es la “ética de la autonomía”, mi sentimiento, mi emoción la que determina si una cosa es buena. Solo yo sé lo que es bueno para mí, “si no es bueno para ti no lo hagas”. Así se niega la naturaleza de las cosas, y la justicia se reduce a lo que es deseado, en vez de lo que es razonable ya que basan su libertad sobre la falta de fines de las cosas. Pero lo que parece una libertad sin límites es, de hecho, la “consagración de la tiranía”(aquí los Comités de Defensa de la Revolución cubana, en su versión catalana CDR, aborto, género, etc,)

    Frente a esta ética de la autonomía del sujeto emotivo, están las “éticas teleologistas” (mosén Custodio escribió hace poco) que son una interpretación del término fin, que sostienen que no hay acciones ni buenas ni malas. El criterio de eticidad hay que tomarlo de los efectos de las acciones y solo son buenas o malas por sus efectos. Beben del relativismo del entorno.

    En la homilía que pronunció el 18 de abril de 2005 durante la Missa pro eligendo Romano Pontifice, el cardenal Joseph Ratzinger hizo una clara descripción de la situación doctrinal presente en la Iglesia:

    A tenor del pasaje de Ef 4,11-16, hizo notar que «tener una fe clara según el credo de la Iglesia se etiqueta a menudo como fundamentalismo. Mientras que el relativismo, es decir, dejarse “llevar a la deriva por cualquier viento de doctrina”, parece ser la única actitud adecuada en los tiempos actuales. Se va constituyendo una “dictadura del relativismo” que no reconoce nada como definitivo y que deja como última medida solo el propio yo y sus antojos».

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    1. En la segunda línea, no quiero decir libertad religiosa, sino que me refiero a la libertad en Cristo.

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    2. No olvides que los que promueven estos comportamientos -desde el siglo XVIII- los pudientes "ilustrados" a través de la masonería no es precisamente para que seamos más libres, sino para quitar las trabas que nos defienden de su codicia.

      Muchos de esa gente eran protestantes o judíos, que utilizaron sus malas para introducirse y prosperar en las sociedades europeas cristianas.

      Hoy, lo que interesa es desestabilizar unas sociedades que consideran blancas, cristianas y europeas, estos es, enemigas probadas.

      Los medios no importan.

      Lo que dice si una cosa funciona o no son sus resultados.

      Si los resultados son nefastos, vamos por mal camino.

      Hay que exigir a los responsables resultados.

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    3. Es imposible que haya una libertad absoluta, que es el eslogan de masones.

      No sólo porque los conceptos abstractos no existen en el mundo real (pero funcionan muy bien para llevar a la muerte a una población, manipular con descaro o crear neuróticos crónicos)

      Es que es imposible:

      El hombre es un animal grupal, por lo que siempre, para sobrevivir, tiene que sacrificar sus intereses y sus caprichos a los del grupo a que pertenece.

      Estamos asistiendo a la crítica científica de estas estupideces "ilustradas" que tan poca ilustración tienen, tanto atraso producen y que sólo funcionan en beneficio de los supremacistas mientras haya católicos sin criterio a los que engañar.

      Hemos hecho lo que criticaban con tanto ahínco y tanta soberbia.

      ¿Vivimos mejor?
      ¿Somos más prósperos, más científicos, más "modernos"?

      No. Hay más enfrentamiento.

      Si hemos mejorado económicamente ha sido por ser capitalistas, no por ser ilustrados o "libres" (véase China, que es una dictadura)

      Precisamente tragarse estas estupideces ilustradas indica la poca ilustración del recipiendario.

      La teología tiene dos objetivos:

      1 ayudar a salvar al hombre.

      2 crear y mantener la comunidad católica, porque ayuda a la salvación de los hombres.

      De modo, y siempre con la razón como arma, que si algo que se dice "teológico" no cumple esos dos objetivos, no vale.

      Con Concilio y sin Concilio.

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    4. ¿Tu crees que el deportista, cuando está con su entrenador, exige "libertad"?

      El deportista elige libremente entrenador, sí.

      Pero sabe que si quiere obtener resultados tiene que tener entrenador y obedece a ciegas sus órdenes

      (que nunca son caprichosas, sino que obedecen a un plan probado y científico).

      Y esto no sólo en el entrenamiento, sino también fuera de él (comida, sueño, sexo, gimnasio)

      La diferencia entre un sacerdote y un entrenador es que con este, si no cumples, te deja; mientras que un sacerdote, sabiendo que te juegas eternamente el alma, se esfuerza personalmente mucho más: nunca te va a dejar si no le interesas, como haría cualquier entrenador profesional.

      Un bailarín profesional me dijo que a quien más le agradecía de los "coaches" que había tenido era al que le había exigido más; porque gracias a eso y a él había llegado a donde había llegado.

      Si no tenemos objetivos no llegamos a ninguna parte.
      Si no tenemos medios o ayudas, el objetivo es más difícil o simplemente imposible.

      La libertad es un medio para un fin, nunca el fin.

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  10. Cuando hay más "derechos" y menos libertad, la conclusión es evidente:

    Un engañabobos.

    Una manera para dominarnos, pero disfrazada para tragar la píldora con más facilidad.

    ¿No decía en el cadalso la malvada Madame Roland cuando le iban a hacer a ella lo que tantas veces ella exigió hacer a los demás:

    "¡Libertad!; ¡cuántos crímenes de hacen en tu nombre!"?

    Lo que no entiendo es como seguimos picando, a pesar de esa mentira de ser "la generación más preparada de la Historia".

    Los corruptos políticos que votamos nos quieren idiotas y necesitados; y de ahí no hay quien les mueva.

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  11. Agradecería opinión de algún enterado, sobre la HOMILÍA del Cardenal Blazquez advirtiendo de que fuera de la Iglesia SI HAY SALVACIÓN.

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    1. ¿Dónde se puede leer esa homilía?

      Parece ser que esa afirmación ya la hizo Motini, por lo que lo de Blázquez no sería ninguna desfachatez protestizante.

      Simplemente sigue la doctrina, lo que es su obligación.

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    2. Si tu insistes en que lo tuyo no es lo mejor, tus clientes acabarán yéndose a donde les garanticen que compran lo mejor.

      Esta es una de las razones por las cuales se ha hundido la Iglesia católica tras el Concilio.

      Tal vez la idea era que si los protestantes veían que el catolicismo era similar al protestantismo, estos se arrepentirán y se harían católicos.

      Claro que también podía pasar lo contrario: que los católicos dejen de ser católicos y se hagan protestantes. ,(caso de América Latina, azuzados por los teólogos de la liberación)

      Una religión que no dice que es la única y verdadera es una religión falsa, por definición.

      Sí, muchos eclesiásticos, influidos por la propaganda ilustrada-masónica, quieren que creamos que el catolicismo es una filosofía (en sentido técnico, como el kantismo)

      Las religiones nunca son filosofías. Son cosas distintas que funcionan en ámbitos distintos.

      Y por mucho prestigio que les podamos dar, las filosofías valen para muy poco.

      La mayor parte de lo bueno que hay en la vida no tiene nada que ver con la filosofía, sino con la acción.

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