A través del Evangelio y a través de la belleza de la liturgia hemos de enseñar a los jóvenes a afrontar la vida abiertamente, entrenarlos para conquistar, adiestrarlos en el esfuerzo por progresar en el conocimiento y en la construcción de sí mismos, lejos del ungüento emoliente de la hiperprotección familiar y educativa. Hemos de hacerlos fuertes en ideas, ajenos a la discoteca emocional que los rodea. Deben volver a crecer entre tesis debidamente opuestas, respaldadas por principios sólidos, un requisito previo para la toma de decisiones.
¿Y eso es posible? ¡Claro que es posible! El Evangelio de la Redención fue atractivo en un mundo romanizado a tope, en que la esclavitud (el bienestar extremo de una minoría, a costa del malestar extremo de la gran mayoría) era el camino de dirección única; y ese mismo Evangelio tiene todo el potencial para seguir mostrándose atractivo en un mundo enajenado por la tecnología.
Hemos de dotar a los jóvenes de un arsenal intelectual y moral destinado a distanciarlos de Disneyland, donde pasan la edad más importante de la vida. Chicos que se afeitan pero no son hombres, y niñas que, sin los likes ("me gusta") en las redes sociales, lloran por nada. Es necesario restaurar la fuerza de las ideas y la idea de fuerza, la virtus que decían los romanos, entendida como fuerza moral, resistencia a las adversidades inevitables. A los productores de muñecas y títeres fácilmente manipulables por todos los poderes, les basta con el confuso énfasis de las "emociones", que se manejan con todo tipo de miedos; con lo que esos títeres y muñecas se convierten en objetivos fáciles de cualquier propaganda y falsedad.
Ha de ser ya en la catequesis para la primera comunión, reforzando en la de confirmación, cuando una vez reconocido el tremendo déficit educativo y de formación de la personalidad que sufren hoy la niñez y la juventud, abordemos esa educación desde la reciedumbre del Evangelio y pongamos ante ellos la maravillosa oferta de “instaurare omnia in Christo”, de poner a Cristo como eje de todas las cosas.
Afirmémoslo sin eufemismos: la mayoría de los millennials y de los i-Gen son débiles, hipersensibles, maniqueos. No están preparados para enfrentarse a la vida, que es conflicto; ni pueden soportar la democracia, que por sí misma es exaltada, es debate, es contraste. Corren hacia el fracaso al revés. Son generaciones que temen al lenguaje, gente a la que se asusta con las palabras o los significados con que se expresan realidades ignoradas. Es la neocultura de la ultraseguridad, en la que el rebaño, dócil, lanudo, ciego, feliz de seguir al pastor, nunca sale de su modorra, nunca se despierta.
Es imposible que podamos catequizar a las nuevas generaciones, que les transmitamos a Cristo si ignoramos cuál es su punto de partida. Para ellos no vale la catequesis ordinaria que impartimos a los fieles en los sermones: no la entienden porque están en otra sensibilidad, en otra esfera de comprensión, en otra onda.
Las almohadillas protectoras colocadas antes de cualquier molestia crean fragilidad existencial. De ahí la ansiedad y depresión adolescente, los jóvenes que transfieren sus emociones e interacciones sociales a las redes sociales, viviendo en la comparación del aspecto físico, el estado social, el síndrome "fomo” (fear of missing out- el miedo a perderse algo) el miedo a perder el contacto con las actividades y experiencias de otros, combinado con el miedo a ser excluido de eventos o contextos sociales. Eso explica en buena parte la dependencia enfermiza y obsesiva de las redes, de las que son ya incapaces de soltarse. Son como peces atrapados en las redes, condenados ya a contentar estómagos hambrientos. El carnaval se sirve con grandes consecuencias: quieres el rebaño, el grupo, la moda. Aquellos que no usan ciertos términos o no participan en ciertos rituales o hábitos, son ridiculizados, intimidados, llamados ovejas negras: unos desviados.
Generación FOMO |
Los más jóvenes buscan followers (seguidores), no amigos; carecen de verdadera libertad y no sabrían cómo usarla. Los padres y abuelos actúan como supervisores permanentes de niños y adolescentes que no alcanzarán la condición de adultos. La zanahoria es la condescendencia permisiva, pero también el videojuego estúpido o violento, ofrecido a las barquichuelas transportadas por el viento que el mar destruirá. La fragilidad es el primer paso, luego viene la inseguridad, la ansiedad, la irritación. Acabarán convirtiéndose en malos profesionales y ciudadanos nefastos. No es su culpa, pero ya no saben qué es la vocación ni la pasión.
Simplemente mueven sus dedos compulsivamente en la pantalla como sonámbulos sin saber lo que leen o ven. Liberamos a nuestra prole de la más mínima tormenta, sin sospechar lo equivocados que estamos. Si protegemos a los jóvenes de todo tipo de experiencias potencialmente disruptivas, nos aseguraremos de que sean mucho más propensos a no poder luchar con casos de vida cuando salgan de nuestro paraguas protector.
No es por tanto mediante el halago y el premio en los que tanto abundan, como nos los tenemos que ganar para Cristo. Más vale que comprendan que sin el sufrimiento y sin la cruz, es imposible entender a Cristo. Y más vale hacerles entender que si se nos ofrece un Cristo sufriente es porque Él decidió llevar sobre sí los sufrimientos (y los pecados) del hombre. Porque es imposible la vida de verdad sin sufrimiento. Con lo cual, más vale que vayan aprendiendo a desconfiar de los anestesiantes y euforizantes en que los está envolviendo la cultura ambiente.
Sufren un tremendo déficit de autoridad, necesidad externa por lo tanto; déficit de autocontrol, de retención interna, de tensión para mejorar. Viven en una protección amniótica que genera depresión, inseguridad, hasta trastornos mentales y el flagelo de los suicidios juveniles. Están inconscientes, ajenos a las responsabilidades de los demás, incluso de la violencia diaria que viven y a veces practican.
Hemos de hacerles entender que cruzar, superar traumas y experiencias difíciles, fortalece a la persona. No se trata de exponerse a los peligros o descuidar los riesgos, sino que la dinámica de la hiperseguridad, la inculturación del algodón se basa en errores fundamentales en la naturaleza humana. La sabiduría popular sostiene por el contrario que "lo que no mata, alimenta", y “lo que no te rompe, te fortalece”. Sobre todo, atenúa y nos permite separar la esfera emocional de la reacción madura y de la experiencia. Y nos hace más fácil distanciarnos de los hechos y las palabras, una premisa para afrontarlos con equilibrio. He ahí un cimiento indispensable para construir sobre él una buena educación cristiana.
Todo esto no son análisis meramente especulativos. La realidad nos da un escáner sumamente preocupante de estas nuevas formas de estar en la vida. Resulta que los nacidos después de 1982 muestran tasas de suicidio gradualmente más altas según el año de nacimiento. Demasiados cerebros en formación están ocupados sólo por las redes sociales, cuyo ruido carece de profundidad, motivaciones personales auténticas, en las que todos quieren jugar, a pesar del posible riesgo, pidiendo la aprobación de cualquier compañía grotesca. No hay más juegos externos, físicos, vigorosos; hay menos tiempo para salir, socializar, atrapados en la fiebre de interactuar con las pantallas, en la dependencia de lo que otros nos dicen a través del teclado. Todos juzgan todo en un balbuceo superficial empapado de perfidia. No hay discrepancias o ideas propias, pero tiemblan ante la desaprobación o el temido "No me gusta", el pulgar hacia el nuevo Coliseo. Una debilidad estremecedora, una infírmitas que dirían los romanos, necesitada de urgente curación. Tremendo reto que tenemos los pastores de almas.
La transformación de la mente moderna es algo esencial para abandonar la burbuja de la dependencia y el fracaso, abolir las autolesiones y la ansiedad, y protegerse de un mundo licuado donde la armadura es de arcilla. La observación de los más jóvenes, que carecen de filtros culturales y experiencias consolidadas, nos convence de que toda la sociedad occidental vive fuera del tiempo: el final fue ayer, el presente es una especie de suplemento inerte, frío y entrópico. La ruina ha alcanzado ya el sustrato antropológico ante el que se inclinan los ingenieros genéticos y frente al cual los tecnólogos de identidad son poco probables. El nuevo mundo que ofrece la moderna tecnología a quienes entran en la vida, es un paraíso de drogas pornográficas, de personas incomunicadas que arrastran vidas fantasmagóricas en medio de un paisaje de cenizas. Ante este panorama, el cristianismo resplandece como un faro que nos guía hacia un puerto seguro. Una seguridad que viene iluminando a la humanidad desde hace 2000 años. Oferta enormemente seductora para estas nuevas generaciones tan desnortadas. Lo que nos falta a los pastores es capacidad de comunicarnos con ese mundo extraño, y acertar a presentarles nuestra opción en todo su esplendor. A la espera de la primavera.
Mn. Francesc M. Espinar Comas
Párroco del Fondo de Santa Coloma de Gramenet
Ayer sábado, Francisco cerró el sínodo y abrió el cisma.
ResponderEliminarDijo el precursor del falso profeta:
"Algunos piensan que la tradición es un museo de cosas viejas" (como tú), y dijo más "La tradición es la salvaguarda del futuro y no la custodia de las cenizas" (lo dijo Mahler, un músico, no un teólogo), y añadió "Es como la raiz de la cual viene la sabia que hace crecer el árbol para que dé frutos, tomar esto ya es andar adelante, como concebían los primeros Padres lo que era la tradición" (mentira, los Padres nunca fueron contra el Evangelio y la Sagrada Tradición Apostólica, que son lo mismo, uno escrito, otro oral, pues Jesús les enseñó a los Apóstoles una manera de orar, de actuar y de convivir).
Vamos a ver una película, el "Señor de los Anillos: el retorno del Rey" de Tolkien, en el prendimiento de las almenaras de Gondor, sobre todo la primera almenara, la de Amon Din en Minas Tirith, cuando Gandalf pide a Pippin que la escale y la encienda, puesto que Denethor, el senescal (Francisco), tiene su mente llena de avaricia, y así conseguir avisar al ejército del Rey Théoden ("... y Rohan responderá"), uno de los momentos más maravillosos. El hecho de que se encienda la primera almenara y así todas las siguientes almenaras hasta llegar a Rohan y poner en alerta al ejército, representan la Tradición de la Iglesia, porque el hecho de una almenara se enciende e ilumina la siguiente y así sucesivamente, es la Tradición, donde cada almenara es una generación de católicos, que transmite con fidelidad la Sagrada Escritura, la Sagrada Tradición y los rectos Magisterios papales y conciliares, los Sacramentos, los Mandamientos y la luz de la indefectibilidad de la Iglesia. Aunque una almenara esté en la cúspide de una montaña, aislada, pequeña, débil, en situación de guerra, esto es la traditio, si se mantiene entregándose una a otra, igual que una almenara se enciende, se ilumina y avisa a la otra almenara y asi sucesivamente hasta avisar al ejército de Cristo en su venida, donde el fuego que ilumina es la verdadera fe católica, y el fuego es verdadero, no puede ser falsificado, pues Francisco, el Falso Profeta y el Anticristo, las bestias y la Serpiente, son sólo soles negros.
Entonces, cuando esto sucede, aunque parecía que la fe iba de desaparecer, la batalla ya está ganada para los católicos, al seguir a su general, Cristo Victorioso, hasta que toda la Tierra sea una en la Iglesia Católica con Cristo, con la conversión de los gentiles y los judíos, sin quedar ninguna falsa religión y espiritualidad (protestantes, ortodoxos, judaismo, islamismo, hinduismo) en la nueva Tierra.
Francisco, el de la lengua bífida, Sol Negro, precursor de Mordor, el Señor de los Procesos de Apostasía, Servidor del Señor de las Subterráneas Tinieblas, subirás hasta arriba y verás vencer tus planes, pero el ejército de María, el más pequeño, débil y quebradizo, por sus pecados, debilidades, ignorancias y errores, sumergidos en los Corazones de Jesús y María, te vencerán, y tu caída será terrible, pues será desde el zenit de la falsa victoria (como satanás, que escaló hasta el cielo y al abismo cayó), y solo quedarás con tu miseria, tu fracaso, tu nulidad, tu irrelevancia, tu vaciedad, tu nada, tu ceniza, tu humo, tu polvo, tu escoria, tu despojo, y arrebatado de todos tus honores y soberbias de la vida, vestido de saco, sólo te quedará la hora undécima para arrepentirte.
Francisco, desde la eternidad, ya se saben todos tus planes, ya has perdido y has mordido el polvo, tú y todos los tuyos.
Maria ya aplastó a la cabeza de la serpiente, hemos ganado. Christus vincit.
Horrorosa parrafada!
EliminarConversación con mi nieta de casi catorce años, que vive en Inglaterra y está acostumbrada a debates escolares, sobre el embarazo juvenil, una lacra en el Reino Unido: (ella) "el aborto no me parece bien (is wrong) porque el niño no tiene la culpa de nada y tiene derecho a nacer." (El abuelo) "En todo conviene distinguir lo que es right de lo que es wrong." (ella), "Sí abuelo, pero lo que a ti te parece wrong a otros les parece right." (Abuelo) "Cierto, por eso hay que comportarse en todo de una forma crítica y cribar las expresiones de los otros. Ello requiere mucho estudio. No basta que él opine de esta u otra manera, para aceptarlo como una opinión tan válida como la mía, sino saber por qué discrepo yo de esa u otra manera." Es lo que usted acaba de escribir: Deben volver a crecer entre tesis debidamente opuestas, respaldadas por principios sólidos, un requisito previo para la toma de decisiones. Pero si nosotros no tenemos las ideas claras, fácilmente cedemos a los eslóganes de la juventud, cuando no los justificamos. No los ponemos en su sitio (el malhadado tuteo con personas mayores) ni recriminamos el gamberrismo. De hecho, hemos visto cómo estos días muchos aplaudían un eslogan tan nefasto en favor de los vándalos como "no toqueu els nostres fills", referido a los que llevan un adoquín en la mano. O tragamos auténticos sapos contra los sacramentos y la gracia. El mal de los jóvenes es inseparable del mal de los adultos, lo mismo que su entrega y generosidad va de lo mano de la entrega y generosidad de sus mayores.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el Sr Valderas Gallardo.
EliminarHa hecho Usted un perspicaz retrato de los tremendos problemas a los que se enfrenta la juventud actual, Mn Comas. Y no solo los jóvenes. Las verdades del barquero. Pero la Providencia no nos abandona. En el caso de mis hijas ha sido fundamental el apoyo que han recibido de las Hermanas de Schoenstatt, un verdadero oasis en medio del desierto.
ResponderEliminarLa foto del Holy es indicativa: NOM y New Age infiltrados de buenismo, sin que nadie se de cuenta de lo peligroso que es, y menos una Iglesia anestesiada.
ResponderEliminarHablamos de la belleza de la liturgia.Personalmente creo que esa belleza se ha perdido ya para siempre.Porque la belleza de la liturgia tiene que ir acompañada de la autenticidad de una VIDA (con mayúsculas) y lamentablemente y, muy personalmente, experimento tristeza cuando observo una liturgia protagonizada por personajes "ensuciados" por este mundo tan materialista.Se ha perdido el candor,se ha perdido la inocencia,se ha perdido la limpieza del alma...Y es muy triste porque la liturgia trasluce a veces una obra teatral representada... A veces tengo que aceptar que nada hay que sea estático,todo evoluciona en este mundo y ese tiempo de la iglesia en sus liturgias y su FE "ciega" (?)...pues ha pasado...Recuerdo cuando el Papa Benedicto XVI fue tan criticado cuando utilizaba sus zapatos rojos en las importantes celebraciones que lo requerían, y ahí empecé a darme cuenta que algo importantísimo estaba muriendo con el gregoriano y otras maravillas de la liturgia de la iglesia.
ResponderEliminarQué foto?
ResponderEliminarY un Francisco sin horizonte... o el del NOM27 de octubre de 2019, 19:43...
ResponderEliminarMire no le voy a decir que no tiene razón en lo que escribe, pero si que debo decirle que muestra muy poco respeto e interés por el artículo de Mn. Espinar. Entendería que un comentario al artículo para bien o para mal, pero no, usted nos mete una pafarrada que nada tiene que ver. La culpa no es suya, talvez es la falta de desisteres del que gestiona el blog que lo mismo le da cuatro que ochenta. Paz y bien hermanos
Totalmente de acuerdo, pero este anonimo de las parrafadas no desiste, es el mismo de siempre que tiene un afan de protagonismo tremendo. Lo lógoico seria que tuviese un blog propio donde poner sus ideas y no echarlas todo aquí, que nada tiene que ver con lo suyo.
EliminarSiempre confío en la indulgencia de Germinans, no todo lo publican.
EliminarEl comentario lo considero de interés general y urgente, o sea, importante y perentorio debido a las noticias del día, se puede leer o no, estará bien argumentado o no, sólo es un comentario, un juicio, opinión u observación personal.
Las nuevas generaciones ven que Francisco venera y bendice un ídolo de Pachamama, y para más inri, las organizaciones sectarias de brujería africana, afro-americana y americana, ya están produciendo vídeos diciendo a los incautos católicos:
--- ¿Veis como los orishas, el vudú, el candomblé, la santería, los paleros, la Santa Muerte, la diosa Yemayá, Pachamama... están aceptadas por la Iglesia Católica? ¡¡¡Vuestro chamán, el Papa Francisco, las venera, las bendice y las agarra para sí!!!
Y luego otros sectarios dirán:
--- ¿Veis como la astrología, la invocación de espíritus, la Nueva Era, la meditación budista e hinduista, el mindfulness, el yoga, el reiki, la reencarnación, los chacras, las religiones ancestrales y antiguas, han sido bendecidos por vuestro brujo, el Papa Francisco, a través de la Pachamama?
En este desastre nos lleva Francisco, el peor Papa de la Historia de la Iglesia.
Con relación a la liturgia, la del Vetus Ordo, no tiene parangón. En formación hay que “formarse continuamente”. Explicar la belleza de la Fe y conocer el mundo utilitario y hedonista que nos ha tocado vivir. Así sabremos dar las adecuadas respuestas al sujeto de hoy, en relación con el Plan Divino que les proponemos. Pero la Fe no puede explicarse de forma confusa cual si fuera un sentimiento, ya que no trata de orgasmos espirituales. Hay que razonarla y hay que vivirla y puede que haya que acompañar ese proyecto de felicidad. Un camino a recorrer con sus problemas, pero que siempre es un camino trascendente lleno de belleza, lleno de grandeza. La explicación debe ser integra, sin malentendidos. Si, Si; No, No. El Pastor hace ya mucho tiempo que tiene miedo de que las ovejas de por si secularizadas, se sientan ofendidas y abandonen. Y arrastran una pastoral difusa y confusa. Y piensan que eso es caridad (si no se les explica, no pecan). Eso es estupidez. Es apostasía total. Esto lleva a que cada vez las personas abandonan por falta de sentido, falta de grandeza. También si ven que el sacerdote se conduce de forma vana. El sacerdote no debe oler a oveja, debe oler a Cristo. Las parroquias que veo que están llenas de jóvenes y parejas jóvenes con carritos, son las que están al día de la pastoral (y estoy pensando en Madrid). Aquí muchas parecen sectas (¿no hablas catalán? ¿Cuánto tiempo llevas en Cataluña?).
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