El que por obediencia se cree obligado a someterse al mal, está adherido a la rebelión contra Dios y no a la sumisión debida a Él (San Bernardo de Claraval)
El hombre y Dios son vasos comunicantes. Pero no sólo en el cristianismo, sino en toda la evolución religiosa de la humanidad, empezando por el animismo. Algo más evidente en las culturas griega y romana que, aparte de no poner claras fronteras entre los dioses y los hombres, tenían el recurso de la apoteosis (la elevación del difunto a la divinidad, proclamándolo dios y rindiéndole culto), reservada a los emperadores; un recurso que el cristianismo puso al alcance de todos. Por eso se decía antes al nombrar a un difunto, que en gloria esté... Vasos comunicantes.Pero aparte de la existencia de Dios como un fenómeno cultural y vital, en nuestra niñez nos instruyeron también sobre la necesidad metafísica de Dios: Yo soy el que soy (Éxodo 3,14) y todos los seres son porque Él es. Existen porque Él existe y reciben de Dios la existencia. Y recitábamos con alegría y convicción esa maravillosa síntesis doctrinal que dice: No hay reloj sin relojero ni mundo sin Creador. Un principio metafísico al alcance de un niño de 7 años.
Pero luego vinieron las influencias de la Ilustración y del Modernismo. Nos contaron que, si lanzábamos al aire las letras con que se escribe To be or not to be”, las leyes de la probabilidad harían que, en no demasiado tiempo, las letras cayesen ordenadamente formando esa sentencia: El azar y la necesidad. Luego, con la ayuda de los ordenadores se supo que el tiempo de vida del planeta Tierra es insuficiente para conseguir ese resultado. Pero bueno, antes de que apareciesen los ordenadores, filósofos más audaces aseguraron que, si lanzásemos al aire los dos millones de caracteres de que consta El Quijote, a fuerza de pruebas llegaría el momento en que nos encontrásemos todos esos caracteres bien ordenados formando nuevamente El Quijote. Y resulta que no, pero coló como ciencia oficial infusa. Los que aprendimos eso de no hay reloj sin relojero, nunca nos lo creímos.
El problema grave de credibilidad o de inteligibilidad está en que metafísicamente el hombre comparte con Dios las claves tanto de la esencia como de la existencia. De ahí que el mismo sistema argumental que sirve para negar la existencia de Dios, sirva para negar la esencia del hombre. Es que, si en los parámetros mentales en que nos movemos, el hombre forma parte inseparable de la explicación de Dios, resulta que por idéntica lógica Dios forma parte de la explicación del hombre. Por eso la negación de Dios nos conduce inexorablemente a la negación del hombre. Sí, sí, tal y cual. Y no hablo de un futurible, sino de una realidad que nos está devorando. Después de haber negado toda espiritualidad del hombre, ahora nos encontramos teniendo que luchar incluso contra la negación de su condición física como hombre o mujer. Es que como operamos con la misma calculadora, los resultados son del mismo orden. Y el colmo de los colmos, es que hay quien se ha empeñado en ser Dios y crear un nuevo hombre, no se sabe a imagen y semejanza de quién. El pastiche que están consiguiendo esos nuevos dioses, es de aurora boreal.
Con la excusa de los cerebros electrónicos, nos estamos descerebrando de una manera alarmante. Si los cerebros los fabricamos nosotros, pensarán dentro de los parámetros que les hayamos marcado nosotros. No podrán salirse de ahí, so pena de condena y destrucción del programa. ¡Faltaría más! Nuestro problema serio no son los cerebros electrónicos y su programación. El problema espeluznante es el de la programación y la teledirección de los cerebros humanos. Es impresionante andar por la calle y por los bares y restaurantes, por los parques, por los transportes públicos y ver lo altísimo que es el porcentaje de los que tienen su cerebro conectado al aparatejo de control remoto de los cerebros; porque no se conforman con el gran aparato de control mental que preside sus casas.
Yendo al final del recorrido, que es la razón metafísica a la que los griegos llamaban el télos (de ahí la teleología, la ciencia de los fines, no de la tele), nos encontramos inmersos en la absurda negación del valor de los fines en la conducta humana, cuando es evidente que en la mayoría de acciones humanas, el fin precede a la acción y además es su motor. Es decir que, en la conducta humana, la metafísica no sólo precede a la física, sino que la preside y gobierna. Pero al pensamiento moderno, tan fluido, tan blandiblup, le estorba la metafísica, que además de ser es incontrolable, nos hace incontrolables.
Porque, ¿cómo se concreta la metafísica en la conducta humana? Es decir, ¿cuáles son los criterios por los que se establecen los fines de la conducta humana? Pues a través de la ética (parte de la cual se manifiesta en la estética ¡menuda estética lucimos hoy!), obviamente. La ética es la ciencia de la conducta nombrada en griego, a la que los romanos pusieron el nombre de “moral” porque se basa en las costumbres (mores; ézos en griego), es decir en la experiencia de dirección única: por eso los enemigos de la moral (una virtud exclusivamente cristiana) se llenan la boca con la palabra “inmoralidad” cuando toca denigrar alguna conducta. ¿Así que la moral no vale (por venir de donde viene, claro está), pero la peor descalificación que se puede hacer de alguien es acusarle de inmoralidad?
Efectivamente, son los fines los que determinan el valor de nuestra conducta. Y el valor de los fines está testado por la costumbre compartida por la colectividad a lo largo de tantas generaciones, que sus inicios se sitúan siempre en la bruma de los tiempos y nos han sido transmitidos por revelación, por tradición o a través de mitos. Porque en el último trasfondo de esas costumbres están siempre el bien y el mal, de manera que es inevitable elegir, es decir marcarnos los fines. El ser humano es un sujeto moral, capaz de obrar el bien y rechazar el mal, como ser que se expresa y crece en la experiencia de su acción. Por ello, la acción humana -siempre personal- identifica a la persona y la pone en juego, para bien o para mal, sobre sí mismo y sobre su destino (Dr. Daniel Granada. El camino mejor, p.31). En fin, que por un camino o por otro, el hombre es un animal ético; más aún, probablemente el único animal ético: que tiene la opción de comportarse conforme a las buenas costumbres o por el contrario la de prescindir de ellas, actuando contra lo que su sociedad civil o eclesial ha establecido como bien moral, es decir como bueno para todos. Por tanto, personalmente responsable de aquello que hace u omite, por mucho que establezca protocolos de actuación para intentar eludir sus culpas.
Custodio Ballester Bielsa, Pbro.
www.sacerdotesporlavida.info
El fotón de luz tiene una forma de cruz cuántica a la manera de la Cruz de Malta.
ResponderEliminarCuando el sol nos bombardea con su luz, nos bombardea como infinitas cruces de Malta, tanto a cristianos como a ateos, a budistas y a musulmanes, a hindúes y chamanes... una gran bendición para todos.
www.youtube.com/watch?v=kyYdCBM7IaY
......
Por lo que he leído, la Cruz de Malta, Cruz de San Juan o de ocho puntas u octógona, es un símbolo hospitalario, de la Orden de San Juan u Hospitalaria, orden de caballería nacida el año 1084, cuando unos mercaderes de la ciudad de Amalfi, en el reino de Nápoles, decidieron fundar un hospital para peregrinos junto a la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén bajo la advocación de San Juan Bautista.
La Cruz de Malta es la segunda cruz que tuvo el orden hospitalario, primero fue la cruz latina que llevaban en la Primera Cruzada contra el musulmán en la Tierra Santa. La segunda cruz, la Cruz de Malta, fue adoptada después de la exitosa defensa del asedio turco de Rodas en 1480.
La cruz como símbolo cristiano, simboliza la crucifixión de Jesucristo.
La cruz es blanca por la pureza en el interior del corazón como por fuera, sin tacha, mácula ni mancha.
Las ocho puntas de la cruz son en memoria de las ocho bienaventuranzas, virtudes a grabar y guardar en los corazones, para la salvación de las almas, adaptadas al orden:
1. Satisfacción espiritual
2. Vivir con sencillez y sin malicia
3. Vivir en la humildad
4. Llorar las faltas y pecados
5. Amar la justicia
6. Ser misericordioso
7. Ser limpio y sincero de corazón y de pensamiento
8. Soportar las aflicciones y persecuciones por la justicia
Sus ocho puntas denotan las ocho obligaciones o aspiraciones de los caballeros:
1. Vivir en la verdad
2. Tener fe
3. Arrepentirse de los pecados
4. Tener humildad
5. Amar la justicia
6. Ser misericordioso
7. Ser sincero de todo corazón
8. Soportar la persecución
Querido Padre Custodio, como usted bien sabe la metáfora del reloj fue introducida por William Paley en su Natural Theology, de 1802. Así empieza el capítulo primero de dicha obra: “In crossing a heath, suppose I pitched my foot against a stones, and were asked how the Stone came to be there, I might possibly answer, that, for any thing I knew to the contrary, it had lain there for ever: nor would it perhaps be very easy to shew the absurdity of this answer. But suppose I had found a watch upon the ground, and it shoud be enquired how the watch happened to be in that place, I should hardly think of the answer which I had before given, that, for any thing I knew, the watch might have always been there.” Etcétera.
ResponderEliminarEse argumento y toda la obra influyó poderosamente en Charles Darwin y en su redacción de El origen de las especies. Pero llegó a conclusiones completamente dispares. Darwin sustituyó a Dios por la selección natural, según es conocido, en la formación de las especies. Algunos comentaristas cristianos siguen a Darwin y no toman por válido el argumento de Paley.
A mi parecer, en este caso concreto de las pruebas de la existencia de Dios, convendría seguir el ejemplo tomista de empezar por las objeciones, actualizadas. Por ejemplo: parece que Dios no existe porque los seres vivos se han ido formando a través de mutaciones y fijaciones de tales mutaciones, ni por creación directa de nadie. Etcétera. Es obvio que la objeción tiene fácil respuesta apelando a las causas segundas, cosa que obvian los autores cristianos aludidos.
Muy oportuna la fundamentación de la ética en la metafísica.
Totalmente de acuerdo con el Sr Valderas Gallardo.
EliminarLo dicho con el idioma de Cervantes. Con el Inglés, no llego.
"Por ejemplo: parece que Dios no existe porque los seres vivos se han ido formando a través de mutaciones y fijaciones de tales mutaciones, ni por creación directa de nadie. Etcétera. Es obvio que la objeción tiene fácil respuesta apelando a las causas segundas, cosa que obvian los autores cristianos aludidos."
EliminarPero resulta que la fe recibe la ayuda de la ciencia, en este caso las matemáticas, para determinar que la evolución darwinista, basada en la selección natural, el azar y la necesidad, son un imposible estadístico.
Por de pronto, se necesitarían muchos nacimientos durante mucho tiempo, y la cantidad de plantas y animales muertos por errores genéticos, muertes por parto, enfermedad, accidente, hambre, catástrofe o depredación, sería tan alto que sería imposible la secuencia pez, anfibio, reptil, mamífero.
De hecho, la teoría de la evolución darwinista de 1859 está sufriendo hoy, 2019, un abandono silencioso entre los científicos: está incapacitada para explicar la complejidad de la vida.
No sé de donde saca el anónimo de las 8:21 que los científicos están abandonando la teoría darwinista de la evolución por selección natural. Me ha cogido con la página 318 del número 6451 de Science --la revista estadounidense puntera por antonomasia en investigación-- y asi reza el subtitulo del artículo "Neutral mutations can breathe life into evolutionary adptation"--. No existe ese abandono ni silencioso ni ruidoso. Otro cosa es el tempo y el modo de evolución, que lógicamente se va refinando. Se discrepa sobre el ritmo, cierto, para unos hay momentos de estasis, de quietud, y momento de drásticas revoluciones. Además la evolución parte siempre de lo existente, no es un arranque ex nihilo.
EliminarLa ciencia siempre es conocimiento provisional, sujeto a refutación, a falsación que diría Karl Popper. Tenemos una prueba contundente de esa provisionalidad en el dominio de la física. A finales del siglo XIX creíase que la física había alcanzado su culminación y no cabía, después de Maxwell, nuevos descubrimientos. Pero al doblar el siglo aquella física se quedó clásica, siendo sustituida en el mundo subatómico por la física cuántica. Pudiera ocurrir algo semejante en biología. De momento n hay visos. Pero hemos de argumentar desde la física, sin introducir innecesariamente explicaciones de otro tenor.
Sr. Valderas, se está con Darwin o no se está. Que yo sepa, Darwin era un Ateo del Carajo de la vela, y pienso no equivocarme, usted es un Gran creyente en Dios. La verdad, no me cuadra con su Tarannà.
Eliminar"No sé de donde saca el anónimo de las 8:21 que los científicos están abandonando la teoría darwinista de la evolución por selección natural."
EliminarLa vida y la evolución tienen un sentido y no son producto de un puro azar. La estadística matemática ayuda a la fe para indicar que la evolución jamás ha podido ser por selección natural, azar o necesidad.
No nos cuentan que cada vez más científicos abandonan la creencia de la selección natural: hay otro mecanismo que haga comprensible la complejidad de la evolución.
El Doctor Bermudo Melindre, Catedrático de paleontología en la Universidad Complutense de Madrid, publicó en 1983 su libro titulado «Las bases científicas del evolucionismo», en su página 89, dice:
--- "todo el proceso ha estado programado para que al final apareciese el hombre. Ha existido una dirección privilegiada, una finalidad, y esta finalidad está en un plano superior al puramente material de la evolución."
Es decir, haya evolución o no, todo estaba orientado para que apareciese no la alcachofa o la tortuga de mar, sino el hombre: principio antrópico, donde el universo tiene una finalidad, el hacer aparecer vida inteligente.
La ciencia debe de indicar, por el método científico, de dónde venimos y quienes somos, y si puede ser, a dónde vamos, y la selección natural darwinista no está demostrado como explicación científica completa de la vida, es más, gracias a la estadística matemática, la selección natural es imposible que pueda crear nada, y su estructura es más propia de una pseudociencia o pensamiento paracientífico, interesante en 1859, pero hoy 2019 ya no.
Carlos Castrodeza, autoridad sobre Darwing, explica en este ensayo cómo la tesis darwiniana no se mantiene por motivos científicos.
Eliminar"De la epistemología popperiana a la epistemología darwinista" https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=900888
Un saludo
Juana
No hay reloj sin relojero (Dios), es una verdad absoluta, que se aplica a la vida de este nuestro planeta y de cualquier otro planeta con vida de cualquier galaxia.
ResponderEliminarEl ADN fue hecho por Dios, y por el pecado original, "gime como dolores de parto" en forma de patologías debido a dicho pecado.
La vida surgida al azar y la necesidad es irracional e ilogica: aquí la ciencia socorre a la fe y le da la razon: matemáticamente es imposible.
Miremos el ejemplo de El Quijote, que es una nimiedad ante los billones de células de un organismo humano, y los miles de billones que tuvo el titanosaurio Patagotitan mayorum: pesaba unas 70 toneladas y medía casi 40 metros de largo.
1. LETRAS: el Quijote se compone en su primera parte por 801.531 letras. La segunda parte tiene una cantidad similar de letras, en concreto 825.861 letras, lo que hace un total para toda la obra de 1.627.392 letras
2. PALABRAS: lo componen un total de 378.119 palabras repartidas casi por igual en ambas partes; 186.895 en su primera parte y 191,224 en su segunda parte.
3. VOCABULARIO: el vocabulario lo componen 22,826 palabras distintas (Buscapalabra en su base de datos tiene clasificadas unas 749.000 palabras distintas).
4.SIGNOS: entre los signos de puntuación, el más abundante es la coma, Cervantes la utiliza en 38.774 ocasiones, el punto lo utiliza en 7.740 ocasiones y entre las dos partes del Quijote se formulan 970 preguntas y 663 exclamaciones siendo el total de signos de puntuación 62.576
5. PARTICIONES: no constan los espacios en blanco, capítulos, párrafos, líneas, frases, oraciones, etc. Pero son necesarios para la legibilidad de la obra.
Se olvida que al lanzar las letras al azar, éstas obligatoriamente han de caer en la forma exacta de la página de libro, con párrafos, líneas y espacios en blanco, lo que las matemáticas nos indican que esto es imposible.
Es como si tuviéramos desmontadas aleatòriament todas las piezas de un avión y dijéramos:
- El huracan nos las distribuirá en un momento de acuerdo con la secuencia exacta de montaje: en un lugar tendremos ordenados todos los elementos del ala de cola con sus tornillos, cables, vigas, paneles...
Por ello, la explicación de que la vida se debe al azar y a la necesidad es pseudociencia y pensamiento mágico irracional, como creer que la lejía acaba con el cáncer.
www.buscapalabra.com/blog-de-literatura.html/el-quijote-en-cifras.html
Un interesante artículo sobre Darwin y el lenguaje:
ResponderEliminarhttps://www.letraslibres.com/espana-mexico/revista/tom-wolfe-y-el-darwinismo
Agradecería opinión del Sr Valderas sobre la opinión de Torra y Compañia sobre la superioridad mental de los Catalanes Vs Españoles. Darwin, ¿estaría de acuerdo con su conclusión?
ResponderEliminarNo hay nadie superior ni inferior a alguien.
EliminarSi acaso, una persona en particular, en una actividad en particular durante un momento en particular es superior a otra persona.
Pero eso no significa nada.
Esto no pasaría si la gente viviese el Evangelio, que impide estas tonterías y se empeña en hacerse neurótica.
(posiblemente porque tiene un complejo de inferioridad que necesita compensar integrándose misticamente en un grupo al que previamente lo ha calificado de "superior")
Incluso el Gran Miguel Ángel sólo sobresalió en un tipo de pintura mural y escultura. Hizo buenos poemillas; pero en el resto de su actividad humana sería lo que hoy llamamos un "fracasado" total.
Y su arte, aún siendo admirado, paso de moda, como todo lo humano.
Si él no puede ser calificado de "superior", menos aún los florentinos, los toscanos o los italianos pueden considerarse
superiores.
Todos viviríamos (y dormiriamos mejor) si dejasemos esas estupideces falsas, que además tantas guerras han traído, y admitieramos la realidad: que todos somos hijos de Dios y hermanos en Cristo.
La pretendida superioridad catalana (en todo caso sería la de las zonas urbanas barcelonesas) viene de que gracias a la industria española, al mercado español y sus colonias y al proteccionismo arancelario, la mentalidad de ciertas personas es más del tipo de una sociedad industrial (más activa) que las de otras personas (más pasivas), propio de una economía agrícola.
Pero esta diferencia ya no existe; e incluso se inversara con la huida masiva de empresas tras el golpe de Estado separatista del 1 de O (para hacer del resto de España "superior", según Torra, y Cataluña "inferior" )
Este falso supremacismo es totalmente contrario a la doctrina católica (seguramente fue condenado por los Papas con el nazismo) y Torra debería ser públicamente excomulgado si no se arrepiente, se confiesa y pide perdón a los ofendidos.
Desgraciadamente hay eclesiásticos que promueven públicamente estas herejías.
Sería falso decir que no tienen perdón de Dios; pero casi.
Y lo peor, que si para Dios cabe el arrepentimiento, para sus enemigos, nunca.
La ilustración y modernismo son movimientos de millonarios y burgueses que, creyéndose superiores a los demás por una presunta superioridad intelectual (son escritores aficionados), tratan de romper las normas que obligan a todos para favorecer sus egoístas intereses personales.
ResponderEliminarNo es de extrañar que, ante la demolición interesada de la ley cristiana, los empleados, ahora desamparados, tengan que defenderse de estos arrogantes ilustrados y "modernistas" creando sindicatos y el movimiento político obrero.
Normalmente, cuando a la naturaleza le impides su curso normal, ésta, y no importa los juegos ilustrados de palabras que valgan, vuelve a su madre de una manera u otra.