Catequesis de San Juan Pablo II sobre la Iglesia (I)

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La asistencia divina en el magisterio del sucesor de Pedro
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(Lectura: capítulo 16 de san Mateo, versículos 15-19)

1. El magisterio del Romano Pontífice, que hemos explicado en la catequesis precedente, entra en el ámbito y marca el culmen de la misión de predicar el Evangelio, confiada por Jesús a los Apóstoles y a sus sucesores. Leemos en la constitución Lumen gentium del concilio Vaticano II: «Entre los principales oficios de los obispos se destaca la predicación del Evangelio. Porque los obispos son los pregoneros de la fe que ganan nuevos discípulos para Cristo y son los maestros auténticos, o sea los que están dotados de la autoridad de Cristo, que predican al pueblo que les ha sido encomendado la fe que ha de ser creída y ha de ser aplicada a la vida... Cuando enseñan en comunión con el Romano Pontífice, deben ser respetados por todos como testigos de la verdad divina y católica; los fieles, por su parte, en materia de fe y costumbres, deben aceptar el juicio de su obispo, dado en nombre de Cristo, y deben adherirse a él con religioso respeto» (n. 25). 

La función magisterial de los obispos está, pues, estrechamente vinculada con la del Romano Pontífice. Por eso, con razón, el texto conciliar prosigue afirmando: «Este obsequio religioso de la voluntad y del entendimiento de modo particular ha de ser prestado al magisterio auténtico del Romano Pontífice aun cuando no hable ex cathedra; de tal manera que se reconozca con reverencia su magisterio supremo y con sinceridad se preste adhesión al parecer expresado por él, según su manifiesta mente y voluntad, que se colige principalmente ya sea por la índole de los documentos, ya sea por la frecuente proposición de la misma doctrina, ya sea por la forma de decirlo» (ib.).

2. Esta autoridad suprema del magisterio papal, que tradicionalmente se suele definir apostólico, también en su ejercicio ordinario, deriva del hecho institucional por el que el Romano Pontífice es el sucesor de Pedro en la misión de enseñar, confirmar a sus hermanos y garantizar la conformidad de la predicación de la Iglesia con el depósito de la fe de los Apóstoles y con la doctrina de Cristo. Pero deriva también de la convicción, madurada en la tradición cristiana, de que el obispo de Roma es el heredero de Pedro también en los carismas de asistencia especial que Jesús le aseguró cuando le dijo: «Yo he rogado por ti» (Lc 22, 32). Eso significa una ayuda continua del Espíritu Santo en todo el ejercicio de la misión doctrinal, orientada a hacer comprender la verdad revelada y sus consecuencias en la vida humana.

Por esto, el concilio Vaticano II afirma que toda la enseñanza del Papa merece ser escuchada y aceptada, incluso cuando no la expone ex cathedra, sino que la presenta en el ejercicio ordinario del magisterio con clara intención de enunciar, recordar o reafirmar la doctrina de fe. Es una consecuencia del hecho institucional y de la herencia espiritual que dan las dimensiones completas de la sucesión de Pedro.

3. Como es bien sabido, existen casos en los que el magisterio pontificio se ejerce solemnemente acerca de algunos puntos particulares de la doctrina, pertenecientes al depósito de la revelación o estrechamente vinculados a ella. Es el caso de las definiciones ex cathedra, como las de la Inmaculada Concepción de María, hecha por Pío IX en 1854, y de la Asunción al cielo, hecha por Pío XII en 1950. Como sabemos, estas definiciones han proporcionado a todos los católicos la certeza en la afirmación de estas verdades y la exclusión de toda duda al respecto.


Casi siempre la razón de las definiciones ex cathedra es esta certificación de las verdades que es preciso creer porque pertenecen al depósito de la fe, y la exclusión de toda duda, o también la condena del error acerca de su autenticidad y su significado. Así se produce el momento de máxima concentración, incluso formal, de la misión doctrinal conferida por Jesús a los Apóstoles y, en ellos, a sus sucesores.

4. Dada la extraordinaria grandeza e importancia de ese magisterio para la fe, la tradición cristiana ha reconocido al sucesor de Pedro, que lo ejerce solo o en comunión con los obispos reunidos en concilio, un carisma de asistencia del Espíritu Santo, que se suele llamar infalibilidad. 

He aquí lo que dice a este respecto el concilio Vaticano I: «El Romano Pontífice, cuando habla ex cathedra, esto es, cuando, cumpliendo su cargo de pastor y doctor de todos los cristianos, define por su suprema autoridad apostólica que una doctrina sobre la fe y costumbres debe ser sostenida por la Iglesia universal, por la asistencia divina que le fue prometida en la persona del bienaventurado Pedro, goza de aquella infalibilidad de que el Redentor divino quiso que estuviera provista su Iglesia en la definición de la doctrina sobre la fe y las costumbres; y, por tanto, las definiciones del Romano Pontífice son irreformables por sí mismas y no por el consentimiento de la Iglesia» (DS 3074).

Esta doctrina ha sido resumida, confirmada y explicada también por el concilio Vaticano II, que afirma: «El Romano Pontífice, cabeza del colegio episcopal, goza de esta misma infalibilidad en razón de su oficio cuando, como supremo pastor y doctor de todos los fieles, que confirma en la fe a sus hermanos (cf. Lc 22, 32), proclama de una forma definitiva la doctrina de fe y costumbres. Por esto se afirma, con razón, que sus definiciones son irreformables por sí mismas y no por el consentimiento de la Iglesia, por haber sido proclamadas bajo la asistencia del Espíritu Santo... y no necesitar de ninguna aprobación de otros ni admitir tampoco apelación a otro tribunal. Porque en esos casos, el Romano Pontífice no da una sentencia como persona privada, sino que, en calidad de maestro supremo de la Iglesia universal, en quien singularmente reside el carisma de la infalibilidad de la Iglesia misma, expone o defiende la doctrina de la fe católica» (Lumen gentium, 25).

5. Conviene notar que el concilio Vaticano II pone de relieve el magisterio de los obispos unidos con el Romano Pontífice, subrayando que también ellos gozan de la asistencia del Espíritu Santo cuando definen juntamente con el sucesor de Pedro un punto de fe: «La infalibilidad prometida a la Iglesia reside también en el cuerpo de los obispos cuando ejerce el supremo magisterio en unión con el sucesor de Pedro... Mas cuando el Romano Pontífice o el cuerpo de los obispos juntamente con él definen una doctrina, lo hacen siempre de acuerdo con la misma Revelación..., la cual es íntegramente transmitida por escrito o por tradición a través de la sucesión legitima de los obispos... y, bajo la luz del Espíritu de verdad, es santamente conservada y fielmente expuesta en la Iglesia» (ib.).

Y prosigue: «Aunque cada uno de los prelados no goce por sí de la prerrogativa de la infalibilidad, sin embargo, cuando, aún estando dispersos por el orbe, pero manteniendo el vínculo de comunión entre sí y con el sucesor de Pedro, enseñando auténticamente en materia de fe y costumbres, convienen en que una doctrina ha de ser tenida como definitiva, en ese caso proponen infaliblemente la doctrina de Cristo. Pero todo esto se realiza con mayor claridad cuando, reunidos en concilio ecuménico, son para la Iglesia universal los maestros y jueces de la fe y costumbres, a cuyas definiciones hay que adherirse con la sumisión de la fe". "Esta infalibilidad que el divino Redentor quiso que tuviese su Iglesia cuando define la doctrina de fe y costumbres, se extiende tanto cuanto abarca el depósito de la Revelación» (ib.).

6. En estos textos conciliares se realiza una especie de codificación de la conciencia existente ya en los Apóstoles reunidos en el concilio de Jerusalén: «Hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros...» (Hch 15 28). Esa conciencia confirmaba la promesa de Jesús de mandar el Espíritu de verdad a los Apóstoles y a la Iglesia, después de haber vuelto al Padre, una vez realizado el sacrificio de la cruz: «El Espíritu Santo... os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho» (Jn 14, 26). Esa promesa se había cumplido en Pentecostés, y los Apóstoles se sentían aún vivificados por ella. La Iglesia ha heredado de ellos esa conciencia y ese recuerdo. 

17 de marzo de 1993

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14 comentarios

  1. "Cuando (los obispos) enseñan en comunión con el Romano Pontífice, deben ser respetados por todos como testigos de la verdad".

    ¿Y cómo sabemos que un obispo enseña en comunión con el Romano Pontífice? ¿Y cómo sabemos que el Romano Pontífice enseña conforme al Depósito de la Fe que está obligado a custodiar? Porque si se da por descontado que ni los obispos incumplen su misión, ni el Romano Pontífice se aparta del depósito de la fe, adelante con todos los faroles: los pasados y los que están por venir, entre ellos los sínodos de la Amazonia y de la Germania. ¡Y el descomunal farol de la cumbre interplanetaria de la pederastia: para blindar a los responsables. ¡Qué genio!

    Porque es tan clamorosa la defección mayoritaria de los obispos en la tremenda crisis que padece la Iglesia (sin contar los que se apuntaron al desenfreno inflados del espíritu del mal), y tan patente la afición del actual Sumo Pontífice a coquetear con toda clase de herejías (pero en un estudiadísimo entorno de confusión: los dubia están ahí para in aeternum), que más que adoctrinarnos sobre cómo hemos de obedecer al papa y a los obispos, lo urgente es que alguien nos adoctrine sobre cómo podemos los fieles de a pie defendernos de la acción demoledora que contra la Iglesia ejercen el papa y los obispos: muchos de ellos, en íntima comunión con el Papa.

    En cualquier caso, en noviembre nuestro obispo nos trae al cardenal Casper (el de la teología homosexual de rodillas) para que nos adoctrine sobre la fidelidad que le debemos al Papa. ¡A que está bien eso! Con la lista de conferenciantes, se hace uno a la idea de por dónde va nuestro cardenalico: ¿testigo de qué verdad? Eso sí, en íntima comunión con el Papa y con su otrora venerado consejero Cásper. A ver cómo le sale la jugada. Porque es una jugada, claro está, es un inequívoco posicionamiento ante el cisma que está al caer. Y para eso es importante contar con los principales valedores del cisma: entre ellos, el germanísimo Cásper.

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  2. Un texto extraordinario, como todo lo de san Juan Pablo II.

    Del punto 5 se deduce que todo lo propuesto en el CVII goza de la infalibilidad. Entonces, algunas críticas que vierten aquí algunos comentaristas --singularmente alguno que escribe muy largo-- sobre dicho Concilio,... carecen de sentido.

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  3. Preferiría mil veces tener trato con su HOMÓNIMO de nombre que con ÉL. Ya saben, el CÁSPER que comienza con K !!!

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  4. He leído este post y me ha invadido el miedo: "¿ estoy siguiendo al Señor o a una secta destructiva?" Ya no lo tengo claro. Todo lo tengo por basura por seguir a Cristo.

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  5. El Cardenal Kasper, solo sabe soltar sandeces a derecha izquierda y es uno de tantos que están empeñados en protestontizar la Iglesia Católica y destruirla desde dentro. Me gustaría saber quién c...ño le proporcionó la famosa frase de la TEOLOGÍA DE RODILLAS.Si su Santidad Benedicto XVI hubiese estado con diez años menos, por esa frase lo hubiera reducido al estado LAICAL por decir semejante barbaridad.

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  6. Kasper ya estuvo en Barcelona invitado por Sistach en 2013 para dar una conferencia de inauguración de curso del ICRB.
    He estado viendo someramente algo sobre su andadura: 1. Promotor de la comunión a divorciados casados de nuevo, 2. Fuerte impulsor del ecumenismo, parece figura clave para la línea del Papa Francisco. Hoy ya está jubilado, pero sigue teniendo influencia.

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  7. El teólogo Milenko Bernadik tiene un enlace en PDF donde ha construido un estudio de 40 paginas sobre la teología del cardenal Kasper. http://www.infocatolica.com/blog/friocaliente.php/1406240915-una-mirada-a-la-teologia-de-w

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  8. Muy simple : A LA TARDE DE LA VIDA TE EXAMINARÁN EN EL AMOR. (S.Juan de la Cruz)

    Los diez mandamientos quedan resumidos en uno .....CARIDAD-AMOR...

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    Respuestas
    1. La predica del AMOR hoy día en las sociedades ricas como la nuestra y especialmente en Europa, debería especificarse más añadiendo el latiguillo "amor con el Espíritu de Cristo". El "amor" ha sido culturalizado en demasiados aspectos y las gentes lo interpretan de muchísimas formas, como por ejemplo en las películas los actores en sus encuentros de sexo también se aman mucho. Antes en las sociedades primitivas el AMOR en mayúscula era algo revolucionario desconocido por la mayoría. Conviene especificar más este AMOR en nuestro primer mundo que todos tenemos bibliotecas repletas de libros y somos inteligentes. Luego las misas resultan aburridas si nos martillean con el AMOR a secas, claro. EF.

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    2. El amor cristiano en tiempos pasados se denominaba CARIDAD, y lo han cambiado por AMOR para ponerse al día y quedar bien de cara a la galería. Ciertamente es un modernismo más entre otros que nadie ha notado. EF.

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  9. Los Alemanes que monten su propia Iglesia y a los demas que nos dejen en paz. Podrían poner a un chaman desnudo de JEFE y a la MERKEL de VICARIA GENERAL y todo arreglado!

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  10. La teoría sobre la asistencia del Espíritu Santo al Papa está clara.

    Pero en la practica, con un Papa hereje, tiembla toda esta doctrina, ya que ningún obispo se atreve a llevar la contraria al Papa. O cuando el Papa empieza a hablar sobre economía, ecología, inmigración, temas totalmente opinables, tampoco ningún obispo se atreve a llevarle la contraria.

    Al contrario, esta doctrina sirve para descalificar a los obispos que no siguen al Papa con su herejía.

    El lío está servido.

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  11. Hace unos pocos años nos quisieron vender " la burra coja" de qué Lutero es testigo del evangelio, estatua roja incluida, en el mismísimo Vaticano. Ahora nos quieren vender el ecologismo chamánico como alternativa al cambio climático, etc......
    Me gustaría saber qué pretenden hacer los del alto clero vaticano, con los simples feligreses de a pie. Excomulgarnos? si no hacemos lo qué ellos digan , o tendremos que excomulgarlos nosotros a ellos?. Confusión TOTAL.

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  12. Mandsto Pastoral del SEÑOR JESUS..PIEDRA ANGULAR. CABEZA de la IGLESIA...Delegada AUTORIDAD de OBEDIENCIA en SAN PEDRO...PRIMER PONTÍFICE...SU PONTIFICADO es Testamento DELEGADO de Generación rn Generación mas de 2 Milenios Hadts Hoy con el PAPA FRANCISCO.. en Comunión Espiritual con el Papa Emerito Benedicto.. Signos de Cabeza de la Iglesia en Nuestros Tiempos.ALELUYA JESUCRISTO ESTA VIVO. *****

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