¿Quo Vadis Europa?

21
Es muy poco discutible que la primera construcción de Europa la hicieron los romanos, pero con bastante mayor amplitud. La Europa que sucesivos emperadores suspiraron por restaurar bajo la denominación de Sacro Romano Imperio, era inequívocamente cristiana, levantada por la Iglesia sobre la ruina del imperio romano: ruina política, ruina económica, ruina social y ruina moral. No gratuitamente fue nombrado San Benito como patrón de Europa en reconocimiento de la inmensa labor que hicieron los benedictinos en la construcción social, económica y moral de Europa. Junto a ellos, los cistercienses. Y así sucesivamente se les fueron uniendo otras órdenes, cada una con su especialísima misión, incluidas las militares y hospitalarias.  

No se construyó Europa ella sola: legiones de frailes y monjas, más numerosas que las legiones romanas, miles de iglesias y monasterios e instituciones asistenciales, escuelas y universidades fueron la fuerza humana de altísima inspiración divina, que convirtió las ruinas del Imperio romano en un puñado de naciones con enorme fuerza civilizadora. Podemos decir sin temor a exagerar, que la Iglesia fue la abanderada de la construcción de Europa. La maestra que sacándola de su postración sobre todo moral, la formó y la ayudó a crecer.

Tampoco erraríamos en exceso si afirmásemos que el fin de la fortaleza moral de Europa es inevitable colocarlo en Lutero. Auténtico antisistema, cuyo lema fue: pecca fórtiter, crede fortius. Peca con ganas, pero cree con más ganas todavía. Esto peccator et pecca fortiter, sed fortius fide et gaude in Christo. Es decir, sé pecador y peca con fuerza, pero con mayor fuerza aún, confía y goza en Cristo. Peccandum est, quamdiu hic sumus: “Hemos de pecar (no nos queda más remedio que pecar) mientras estamos aquí”. Vita haec non est habitatio justitiae.: “Esta vida no es la morada de la justicia”. Así se expresaba Lutero. 

Con Lutero quedó rota la Iglesia y quebrada su fortaleza. La Contrarreforma fue un gran impulso de resistencia, pero reactivo. Sólo Benedicto XIII, el papa Luna, y luego el cardenal Cisneros se adelantaron en España con una reforma en profundidad en la formación y en las costumbres del clero sobre todo, pero también del pueblo. Ello evitó en gran parte  las defecciones que provocó la reforma protestante allende Europa.

Pero por lo que afecta al papel de la Iglesia respecto a Europa, se había quebrado ya su fortaleza. Muchos pecados había acumulado la comunidad eclesial; pero éstos no la habían desnaturalizado. Lo que sí la desnaturalizó definitivamente, fue dejar rota la unidad del mensaje de Cristo; y probablemente fue ese mensaje tan bárbaro del pecca fórtiter, lo que más seriamente rompió esa unidad. Los seguidores de Cristo, a partir de ahí quedaron divididos en dos bandos: el del esmero en cumplir los mandamientos, y el bando contrario, el del libertinaje teológico y moral, el del pecca fórtiter (tan parecido al que sufrimos hoy). El desmadre sobre todo moral. Ahí empezó el desmantelamiento del imponente trabajo de construcción de Europa que había hecho la Iglesia. A partir de ahí, los que en la Iglesia (ya definitivamente calificada como católica) sentían el agobio de su fuerte inclinación al pecado y se cansaban de luchar contra él, tenían hacia dónde dirigir su miradas. Y sí, lo primero que aprendió a practicar la Iglesia católica con los del pecca fórtiter fue la tolerancia (para ellos se inventó el término).

Y claro, después de la tolerancia vino la admiración y poco menos que la canonización; y luego la imitación. Y ahí estamos hoy los católicos enfangados en un pecca fórtiter en el que se ha instalado tan fórtiter, que incluso está barajando la posibilidad de acomodar la doctrina a la nueva realidad, es decir al pecado con total desvergüenza. Y si en la Iglesia que fundó Europa, hoy andan así las cosas, ¿podemos  esperar acaso que Europa sea un dechado de moralidad?

Y es ahí, en la furibunda disidencia cristiana del pecca fórtiter, que tiene su traducción económica en el time is money, que hemos traducido al español como “el tiempo es oro” en oposición al cristianísimo “el tiempo Dios lo da”; es ahí donde empieza el liberalismo que, ¡mira por dónde!, es una mera teoría de servidumbre económica vestida con ropajes políticos, morales y hasta religiosos. El liberalismo (oportunamente citado en el reciente artículo de mosén Espinar) es esencialmente el tránsito de “el tiempo Dios lo da”, a “el tiempo es oro” y por consiguiente nosotros valemos en la medida en que nos convirtamos en oro, dedicando nuestro tiempo a eso, a hacer oro, aparcando de una vez por todas esa ingenuidad tan medieval e incluso tan monacal de que “el tiempo Dios lo da”.

Con el pecca fórtiter, que con tanto ahínco se ha practicado últimamente en la Iglesia por parte de quienes estaban llamados a ser su máximo sostén; con esa conversión de tantos responsables de la Iglesia al pecca fórtiter de Lutero, estamos deshaciendo el camino de la construcción de Europa en la que la Iglesia aportó lo mejor de sí misma. Y hoy ya con una audacia y una ferocidad nunca vistas: esa Europa tan protestante, tan antisistema en el sentido más estricto del término, se ha lanzado sin miramientos a una lucha sin cuartel contra los Diez Mandamientos (¿puede haber algo más antisistema que eso?). Ese es el cimiento sobre el que quieren construir la nueva Europa. Y por si algo le faltaba a esa calamidad, hemos añadido lo del time is money, el tanto tienes, tanto vales, el Dios te muestra su amor a través de tu riqueza, sin que importe cuánto pecaste para conseguirla: valores tan inequívocamente protestantes a los que junto al pecca fórtiter  se han adherido con un entusiasmo digno de mejor causa, algunos hombres fuertes de la Iglesia.

Y ahora que acabamos de salir de las elecciones con las que supuestamente intentamos levantar una Europa nueva que la aleje de los bárbaros enfrentamientos del siglo pasado, nos toca preguntarnos a los que tenemos responsabilidades en la Iglesia. ¿Qué aporta hoy la Iglesia o qué aportan sus cuadros directivos a la construcción de la nueva Europa?  La respuesta es bien fácil: sobre los principios de absoluta inmoralidad, cuando no de perversidad, con el inherente factor de corrosión con que se está construyendo Europa, la ruina está cantada y cualquier tipo de enfrentamiento, garantizado. Y parece evidente que los pastores de la Iglesia tendríamos que ser conscientes de que hoy Europa necesita a la Iglesia tanto como la necesitó para su construcción tras la caída del Imperio Romano. Y para esa tarea es imprescindible la moral de la tropa. Hay que defender la moral. Es decir, guardar la Palabra y esforzarse en cumplir los Mandamientos, porque estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida…. (Mateo 7,14). 

Custodio Ballester Bielsa, pbro.
www.sacerdotesporlavida.info

Entradas que pueden interesarte

21 comentarios

  1. "No se construyó Europa ella sola: legiones de frailes y monjas, más numerosas que las legiones romanas, miles de iglesias y monasterios e instituciones asistenciales, escuelas y universidades fueron la fuerza humana de altísima inspiración divina, que convirtió las ruinas del Imperio romano en un puñado de naciones con enorme fuerza civilizadora."

    Las legiones romanas y sus tropas axiliares, por su movilidad por todo el Imperio, fue uno de los principales grupos difusores del catolicismo en el Imperio. Otro fue el sistema comunicativo romano, formado por las calzadas y la navegación.

    Los tres primeros siglos del catolicismo son relativamente oscuros por culpa de la persecución imperial, pero dan algo de información las hagiografías, las actas de los mártires, los escritos de los grandes teólogos y Padres latinos y griegos, los escritos paganos, los hallazgos arqueológicos.

    Parece ser, dicen, que los predicadores ejercía el efecto-múltiple de la Predicación de la Palabra, de un lado, los sacramentos y sacramentales por otro, y finalmente, la taumaturgia, que son las curaciones, milagros y exorcismos. Logos, sacramentos, taumaturgia.

    La ascética vino después de que el cristianismo estuviera ya legalizado, no perseguido, con la paz constantiniana, y sus pioneros fueron los Padres del Desierto o de la Tebaida, verdaderos héroes y atletas de la mística y ascética, que dieron un gran impulso a la moral, ascesis, mística, monacato, eremitismo, anacoretismo y demonología.

    Sus escritos recopilatorios fueron, entre otros muchos, la Vitae Patrum, Flos sanctorum, la Leyenda dorada, Apotegmas de los Padres...

    ResponderEliminar
  2. La doctrina ya está cambiada31 de mayo de 2019, 2:37

    " [se] está barajando la posibilidad de acomodar la doctrina a la nueva realidad"

    Ya está acomodada la doctrina a la nueva realidad: Amoris laetitia, en su Capítulo VIII, adopta la doctrina luterana del bonum imperfectum et incompletum y omite la doctrina católica de los actos intrinsece malum. El adulterio y la homosexualidad son actos morales buenos si hay presente algún bien, como la fidelidad, y una causa de justificación del mal o culpa (atenuante). Los adúlteros no pecan, están en una situación irregular, y pueden comulgar y ser absueltos.

    Amoris laetitia silencia totalmente la Veritatis splendor, de Juan Pablo II, que motivaba teológicamente los actos intrinsece malum: las casi 400 notas de Amoris no tienen ninguna referencia a Veritatis. La nueva doctrina silencia a la doctrina tradicional.

    En la entrevista mejicana del 28 de mayo del 2019, se observa el cambio de lenguaje: ya no se habla según la tradición católica, sino según el lenguaje del mundo (pecado por situación irregular), y confirma la herejía de Amoris laetitia y el cambio a la moral luterana del bonum imperfectum et incompletum:

    Periodista- ... Es su trato con las personas que viven en situaciones que antes se llamaban "irregulares", vamos a decir así. Le pongo el ejemplo cuando usted recibió en Santa Marta un transexual español con su pareja, y claro, esas personas salen de Santa Marta diciendo que usted los abrazó, los bendijo, les dijo que Dios los quiere, o usted agarró el teléfono le llamó a una mujer argentina divorciada y luego ella sale diciendo: 'El Papa me dijo que puedo comulgar' y claro, los fieles llegan en un caso y en otro con los pobres sacerdotes y dicen: 'es que a mí el Papa me dijo que estoy bien y a mí me dijeron que puedo comulgar'. Y los sacerdotes se ponen las manos en la cabeza y dicen: 'y ahora qué hago', porque la doctrina no ha cambiado, digamos. Entonces, ¿cómo maneja usted estas situaciones?

    Francisco- A veces la gente por el entusiasmo de ser recibida dice más cosas de las que el Papa dijo, eso tengámoslo en cuenta.

    P.- Es un riesgo que usted corre...

    R.- Claro, un riesgo. Pero todos son hijos de Dios, todos somos hijos de Dios. Todos. Yo no puedo descartar a nadie. Sí tengo que cuidarme del que me juega sucio, del que me hace una trampa, cuidarme. Pero descartar, no. Tampoco le puedo decir a una persona que su conducta es de acuerdo a lo que la Iglesia quiere, tampoco puedo. Pero sí le tengo que decir la verdad: 'sos hijo de Dios y Dios te quiere así, ahora, arréglate con Dios'. Yo no tengo derecho a decirle a nadie que no es hijo de Dios porque faltaría a la verdad. Y decir a nadie que Dios no lo quiere, porque Dios los quiere a todos, hasta a Judas lo quiso. Hasta el final, con qué amor lo trató Jesús a Judas. Evidentemente que se buscan estos casos límites, pero... si uno llama, yo lo que le dije a esa señora, no me acuerdo, pero no digo otra cosa así que... le debo haber dicho seguro: 'mire, en Amoris laetitia está lo que usted tiene que hacer, hable con un sacerdote, y con esto busque...'

    P.- Un camino...

    R.- Un camino, le abro un camino. Pero me voy a cuidar muy mucho de decir 'usted puede comulgar o no', a 12 mil kilómetros de distancia, sería una irresponsabilidad. Y además sería caer en lo mismo, en la casuística, puedo o no puedo, cosa que yo no lo acepto. Es un proceso de integración en la Iglesia. Si todos nosotros pensáramos que las personas que están en situación irregular, pensemos esto por Dios porque a mí no me gusta...

    Sin que el Colegio Cardenalicio y Episcopal haya dicho nada (herejía por omisión: debiendo de hablar, callan), excepto 4 cardenales en las Dubia, en la Moral Católica ya contiene la Herejía Herética Luterana del referido Bonum Incompletum, que ya usan los luteranos con sus pastores divorciados, y que copia Amoris laetitia: puedes tener dos esposas, canónica y civil, y fornicar con la civil, si hay algún bien (fidelidad) y el mal o culpa es atenuada (cualquier excusa es buena).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con los amores de la leticia se ha dado un paso de gigante para la autodemolicion Católica.

      Eliminar
    2. Es que es así, los amores de leticia siempre están bien, y por eso, hay que acontentarla en todo...

      Eliminar
  3. Ingeniería social31 de mayo de 2019, 3:02

    "...empieza el liberalismo que, ¡mira por dónde!, es una mera teoría de servidumbre económica vestida con ropajes políticos, morales y hasta religiosos."

    Es un proyecto de INGENIERÍA SOCIAL, Social engineering, ingenieros del alma, construccionismo social, cambio social o cambio de cultura, una denominación que explica muy bien la fabricación de la felicidad falsificada con leyes de género lgbti+, divorcio, parejas de hecho, aborto, eutanasia, suicidio asistido, anticoncepción, reproducción asistida, cambio de sexo, feminismo, leyes de violencia de género (privilegio sistemático a lo femenino discriminando a lo masculino), prostitución, pornografía, egoismo, y los cambios de paradigma en la educación de los niños, que se dio por los años 1970-1980 (aborto en EEUU , pero que ya empezó, dicen, a desarrollarse con Bill Clinton en 1993, después de la caída de la URSS.

    La potencia cultural de los EEUU, más tarde, lo expandió por el mundo, hasta que en 1998, el católico Pujol hizo la primera ley de las parejas homosexuales, introduciendo el Nuevo Paradigma de la Ingeniería Social: la televisión, las series, los juegos por internet, ya son adictivos, y procuran los mismos efectos que la droga química, uniformar mentalmente al hombre, pero sin sus daños biológicos. Y si para usted, necesita matar a su abuelo para heredar rápido, y necesita matar a su hijo para poder tener vacaciones, el coche y la última moda, le ofrecemos la eutanasia de enfermos y ancianos, y el aborto e infanticidio. Y si de paso quiere cambiar de cónyuge, hágalo con patada rápida, divorcio exprés.

    La sociedad quedará en dos partes: la élite-casta del despotismo ilustrado, de izquierdas y derechas, que se quedará en monopolio la verdadera historia, los conocimientos científicos, tecnológicos, filosóficos, humanísticos y religiosos, y de otra parte la mayoría, que tendrá conocimientos-basuras: series, deportes, televisión, moda, consumo, cotilleos...

    Y el divorcio ya es una plaga total: tanto si hay matrimonios civiles o católicos, a los diez años, entre el 60%-80% acaban en divorcio. A medida que perdemos libertad y derechos por la crisis social y económica, la libertad sexual y los nuevos narcóticos (series, intenet, música) compensarán la servidumbre.

    ResponderEliminar
  4. Es indudable que la Iglesia ha perdido "poder" en Europa, y sin el Poder no se va a ninguna parte. Hoy día es necesario un partido político que sea exclusivamente defensor del Cristianismo dejando los temas territoriales a la conciencia de cada afiliado al revés de como los partidos actuales funcionan que defienden sobre todo los temas territoriales y dejan a la conciencia privada el tema religioso. Un ejemplo: en el Franquismo había obispos en el hemiciclo de Las Cortes, y hoy es inadmisible esto. Se ha expulsado a la Iglesia de la política y de las universidades. EF.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Al anónimo de las 3:59.
      Veo que echa en falta las cebollas de Egipto.

      Eliminar
    2. En el Franquismo había Obispos en el hemiciclo de las Cortes. Sí señor, era así y bien que funcionaba. Eso sí, eran Obispos como Dios manda. No como algunos que tenemos que aguantar ahora: Comunistóides ,Frikis, muy preocupados del CALENTAMIENTO GLOBAL, etc. Eso sí, de DOCTRINA NADA DE NADA ,así nos va!

      Eliminar
  5. La religión, que antaño fue el cemento de Europa, constituye el ácido corrosivo de su disgregación. Se decía, en vísperas de la balcanización, que el ejército y el partido comunista serían el dique contra la fragmentación de Yugoslavia. Pero, se aventuraba también, que en una zona con distintas religiones no podría mantener la unidad mucho tiempo. Ya sabemos el trágico desenlace. A propósito del Brexit, apenas se hace hincapié en el papel determinante de la reina Isabel II. No estaba dispuesta a diluir su significado entre otros jefes de estado o primeros ministros. Entre otras razones, porque era la jefa de la Iglesia de Inglaterra. En una Europa laica esa representación religiosa parece irrelevante. Pero se ignora la fuerza del clero militante. De la confesión que sea. No olvidemos que Lutero fue el gran impulsos del nacionalismo alemán frente a Roma. Un nacionalismo ante todo religioso. Lujuria y riquezas aparte del Pontífice, ¿cómo iba un alemán a tener por jefe religioso a un meridional? Esa pulsión centrífuga no ha desaparecido nunca del inconsciente colectivo de las distintas naciones. Adquiere diversas formas. ¿Cuántas veces a lo largo del día no oímos hablar de la Iglesia catalana, de la conferencia episcopal catalana, del taranná de nuestros fieles? Ni una sola referencia al resto de fieles, mayoría por otro lado, ha hecho el separatista Planellas, salvo para consierarlos forasteros, de Beas de Segura. El factor separatista en sujetos consagrados es cizaña, es ácido, es ponzoña, en una palabra. No existe para ellos la viña del Señor, ni el unum sint. Mosén Custodio, si se va a la disgregación religiosa, ¿cómo va a permanecer la unidad política? Las palabras de Juan Pablo II instando a Europa a recordar sus raíces han caído en saco roto, como cayeron en saco roto sus palabras en lugares más cercanos. No ens enten, dijo la madre abadesa. Y de inmediato, el cardenal puso de ejemplo moral de político, y le acarició obsecuente las manos, a su marido ladrón autoconfeso. Quo vadis Europa? Ni a Jerusalén, ni a Roma.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo con el Sr Valderas Gallardo.

      Eliminar
  6. Recojo una crítica resumida de Manuel de Santa Cruz, carlista, en la revista “siempre P’alante, nº 825 sobre el libro, “la opción benedictina”.

    Se ignora que la red de monasterios con que San Benito pobló Europa hubiera sido desmantelada por los mahometanos si estos no hubieran sido detenidos militarmente por Don Pelayo, Carlos Martel, Sobieski y otros, en las Navas de Tolosa, en los campos catalaúnicos, Lepanto, WadRass, etc.

    Ese truco de unas jerarquías paralelas pacíficas le duraría a un Estado moderno lo que aplastarlas de un manotazo, como hizo Mussolini en 1929 cuando saltó sobre la acción católica italiana, y después hicieron los comunistas, los nazis, los rojos españoles y los reinos coránicos. Sin un respaldo político mínimo, o por lo menos neutral, la Iglesia no florece. De aquí que juzguemos como una locura política religiosa y suicida la renuncia sin combatir a la presión y conquista política. Ya lo señaló lucidamente Charles Maurras cuando formuló su famosa consigna de: “politique d´abord”, (en sentido de praxis, no en sentido doctrinal).

    No nos pongamos nerviosos, ni se nos ocurra abandonar nuestro puesto frente al enemigo. La historia de la Iglesia está llena de páginas negras que se han ido pasando. De postcristianismo, nada. De reconstrucción del Imperio Católico Español, todas nuestras vidas.

    ¿En que consistiría, pues, la OPCION ESPAÑOLA? En el cultivo, praxis y doctrina de la “guerra justa” según el Magisterio de la Iglesia y la “Carta Colectiva de los Obispos Españoles” de 1 de julio de 1937. Si en un hipotético futuro, que Dios no permita, el Enemigo cruzara unas líneas rojas en defensa de la Ley Natural y de la libertad para la única Iglesia Verdadera, y se configurara sobre España una auténtica y verdadera sociedad postcristiana, la “Opción Española”, para los españoles, no sería correr a retirarse sin combatir a unos monasterios o sacristías, a fabricar pastas de té y chucherías, sino a empuñar las armas. “Si vis pacem, para bellum”. Volverían los gritos emocionantes de “¡Arriba España!” o el de don Carlos VII, “¡Volveré!”.

    www.siemprepalante.es
    Unión Seglar de San Francisco Javier.
    Pamplona.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Unidad católica de España
      https://es.m.wikipedia.org/wiki/Unidad_cat%C3%B3lica_de_Espa%C3%B1a

      Actualmente la revista Siempre p'alante, editada por la Unión Seglar de San Francisco Javier en Pamplona, se considera «órgano periodístico nacional de la Unidad Católica de España». Desde la década de 1990 este quincenario organiza anualmente en Zaragoza unas Jornadas por la Unidad Católica de España.

      Eliminar
    2. Totalmente de acuerdo con la sra Laura S.
      A por ellos, como en Verdú n!

      Eliminar
  7. "La iglesia ha perdido poder" Qué poder??? Madre mía, usted no entiende nada de nada de lo que debe ser la iglesia. Ha leído el evangelio? Habla de poder???

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Usted está confundiendo lo que es y lo que debe ser; la realidad y las ensoñaciones.

      La situación es la siguiente:

      Los humanos, como especie biológica, vivimos en comunidad; y está está organizada en estructuras de poder y sumisión -todo para cumplir los fines de supervivencia y reproducción-

      Esto es un hecho científico, lo quiera ver usted o no; y si uno no tiene el poder, lo tendrá otro, que podrá ejercerlo contra uated, como está pasando ahora mismo.

      Hace mucho tiempo que los santos se dieron cuenta de que en la tierra -no en el cielo- el hombre propone y Dios dispone; y que si uno quiere vivir con los preceptos evangélicos, es más fácil retirarse de este mundo y vivir en un monasterio.

      Europa es católica -y ha sido a civilización más prospera, avanzada y justa, por algo- gracias a los equilibrios de poder regulados por la religión (eg: ser un obispo, pero noble en una sociedad feudal). Sin estos arreglos que han beneficiado al pobre y al débil, Europa no hubiera sido cristiana (y hoy no tendríamos ni socialismo, ni derechos humanos ni Estado del Bienestar)

      Por cierto, la célebre frase del judío ateo Marx de que "la religión es el opio del pueblo" a quien beneficia es al Pueblo, siempre y cuando crean en la religión los que tienen el poder: en caso contrario imponen la sumisión total del débil (lo que sucede en casi todas las civilizaciones no cristianas, incluida la comunista)

      Si; hoy, el poder está en manos de los que manejan y financian a los políticos; que no sólo no son cristianos, sino que han sido perseguidos por los cristianos: ahora se curan en salud.

      Cuando usted habla de "iglesia" parece que usted se refiere a jerarquía de la religión católica (y no la sociedad católica: el conjunto de fieles y sacerdotes de esta religión que forma una verdadera civilización). Bien, es una opinión.

      Pero el poder está para ejercerlo -deseablemente en beneficio de todos-, porque para eso está. Y nunca puede haber vacíos de poder en ninguna sociedad humana: técnicamente es imposible.

      El Concilio Vaticano II, el comunismo, el nacionalismo, la Reforma... son la venganza de la naturaleza humana cuando la ubris de gente demasiado inteligente cambia la realidad por la ideología forzando a los demás a equivocarse con ellos.

      De aquellos polvos tenemos estos lodos; y no hemos aprendido la lección.

      ¡Lea el Evangelio!

      Especialmente en griego koine (si no lo entiende) o en la Versión Autorizada del Rey Jaime (a ver si se le pega el elegante inglés de los "divinos" de Oxbridge)

      Pero creo que todo funciona mejor si lo admira y obedece como libro sagrado y con humildad aplica el sentido común.

      Algo me da que es una blasfemia creer que podemos crear en esta tierra lo que sólo se puede tener en el cielo. Y como la Historia nos recuerda trágicamente una y otra vez, con resultados letales para todos.

      Eliminar
    2. Hay un rayo de esperanza:

      A pesar de que vivimos en la civilización del consumo, la deriva política anticristiana (amparándose en la farsa de la "democracia") tiene sus límites: que la gente siga creyendo en la comedia y no se de cuenta del engaño.

      Desgraciadamente la competencia comercial del resto del mundo impide seguir por el mismo camino.

      Los sionistas creen que pueden controlar a la inmigración masiva musulmana con el consumismo.

      Es una opinión.

      Pero para los que estamos en otro mundo, lo que vemos es que somos clases medias (nuestra situación socioeconómica no depende de nuestros padres, sino de nosotros -de nuestro esfuerzo e industria-), que tarde o temprano nuestra humanidad nos recuerda que necesitamos a Dios y que consumir (y el sexo) no llena.

      Y es aquí donde está la oportunidad en la vieja religión, siempre y cuando se limite a ser una religión como Dios manda (como cualquier otra religión) y no una filosofía, la reunión de un grupo de amigos (?) sin vínculos afectivos o una asistencia social (Concilio Vaticano II).

      Además cada grupo humano tiene una especie de ideología (recuerde las leyendas en verso de los pueblos "primitivos") que le da forma y lo sostiene como un andamio: en los pueblos europeos esto es el cristianismo.

      No es pues una casualidad de que Gramsci quisiera destruir el catolicismo y la familia para poder imponernos el comunismo.

      Sí: la religión es más necesaria de lo que creemos.

      Lo que pasa es que hemos tenido tantos cambios sociales y tan rápido (sociedad del bienestar, socialdemocracia, civilización del consumo, televisión, Freud, la utilización del sexo para vender cualquier cosa, la coeducacion, Soros,
      Vaticano II, misa de Bugnini ...) que no hemos asimilado sus efectos; pero tarde o temprano, precisamente porque está en la misma esencia del hombre, volveremos a lo de siempre (con los mismos pecados de siempre).

      Evidentemente no será como antes del Concilio o como en el siglo XVI -no somos los mismos -, pero tampoco será como lo que estamos que y sufriendo.

      (la prueba es que en otros países occidentales esto no es así)

      Sí: hay futuro tras la tempestad.

      Pero depende de nosotros y de nuestro fanatismo; nunca de nuestra razón.

      Eliminar
  8. Esplendido Mossen Custodio como siempre. Perdone por lo siguiente se que usted no estará conforme.
    Dado que los sacerdotes amarillos de la cubana reclaman el "dret a decidir" los católicos NO CISMÁTICOS también lo reclamamos y con el mismo derecho que ellos proclamamos a M. Custodio Ballester nuestro arzobispo Primado de la Españas no deciden lo que quieren pues nosotros también usamos su mismo "derecho". Creo es les escocerá mucho.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy con usted Sr. Marcos, al 100x100. Otro gallo cantaría siendo Arzobispo nuestro estimado Mosen Custodio!!!

      Eliminar
  9. Al anónimo de las 12:20
    Tampoco se pase, hombre. Seguro que hay en la diócesis muchos sacerdotes que piensan como Mn. Custodio, pero de una manera más humilde y suave. Lo que tenemos que hacer los católicos es apoyarlos en nuestras parroquias y que sepan que estamos con ellos hasta las últimas consecuencias.

    ResponderEliminar
  10. Casi todo depende de casi nada, pero falta encontrarlo. Solo una cosa hace falta en el mundo, prohibir las sectas secretas, pero... resulta que son las que mandan.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. salvador (nombre de pila)1 de junio de 2019, 10:12

      POR FIN ANÓNIMO DE LAS 23:21, Da usted en el clavo LA GRAN SEXTA ES :"LA OBRA DEL DIOS DINERO"

      Eliminar

ESCRITOS INTERESANTES ANTERIORES

ESCRITOS INTERESANTES ANTERIORES
«De cómo fue salvada la patrona de Barcelona»
PEDERASTÍA Y HOMOSEXUALIDAD EN EL MONASTERIO DE MONTSERRAT
L'arquebisbat de Barcelona aparta un dels sacerdots de la Casa de Santiago acusat d'abusos
El Vaticà pren el control directe del bisbat d’Urgell per “liquidar” la figura del copríncep episcopal
Apostolado “Transformados”: Dejan el mundo LGTB tras un encuentro con Cristo, sin terapias
La Iglesia catalana no para de arrodillarse ante el separatismo
La Iglesia catalana, partida en dos por el derribo de una parroquia
Omella destituye a un párroco crítico con un plan urbanístico de la Iglesia en Barcelona
Centenares de catalanes acompañan a la Virgen de Fátima por el centro de Barcelona.
El párroco de la Mercè, tras la retirada de la misa: «Tal vez recibamos a las autoridades tocando a muertos»
El Clínic traslada su proyecto de centro de investigación por la imposibilidad de instalarse en una iglesia del Eixample
El gran vitrall de l’església de l’Esperit Sant se salvarà de l’enderroc
Omella no está en su mejor momento: el cambio en Barcelona se acerca
La secta de la Casa de Santiago. El escándalo que la Iglesia catalana ocultó durante 30 años
Omella envía a un cura de 72 años a comerse el Santísimo de la iglesia que quiere derribar
Derribos Omella: el arzobispo desacraliza la iglesia del Espíritu Santo de Barcelona y suspende a divinis al párroco
Los memos del Bisbat de Sant Feliu de Llobregat
El hilo que une Monserrat con el Opus Dei: 85 años de amistad y protección