Memento Homo...

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La cuaresma es un tiempo que invita a la reflexión trascendental. Leyendo la carta pastoral de nuestro arzobispo, en que cosas tan mundanas como el agua de la ducha adquieren una dimensión espiritual trascendente, yo también me he puesto cuaresmal. He compuesto el rostro para la ocasión, me he puesto trascendente y he decidido poner en común el tema de las medidas de seguridad en la conducción. ¿Es éste un tema para la cuaresma? Pues sí, porque con lo mal que andamos de libertad, con lo poco que se respeta nuestra libertad (sobre todo la libertad de religión y de conciencia) resulta que también ésa es una herramienta eficacísima para laminar nuestra libertad y hacernos lo más dóciles posible para el bien del sistema. La tesis al respecto, es: tenemos prohibido morirnos sin permiso de la autoridad competente; y sin embargo nos está permitido matarnos (suicidarnos) de todas las maneras imaginables. ¿Y eso por qué? Te invito, lector, si quieres iniciar tu penitencia, a seguir con esta reflexión cuaresmal. Por eso me encantaría que la Iglesia además de invitarnos a la responsabilidad ecológica y a limitar nuestro consumo de agua, nos incitase a luchar contra esas imposiciones tan absurdas: más que nada para ejercitar la libertad, tan vilipendiada hoy. 

Aquí hay un misterio que desvelo de inmediato: el poder político se ha empeñado en administrar y proteger nuestra vida hasta límites insospechados: contra nuestra voluntad por supuesto. Ahí están las vacunas obligatorias, el cinturón de seguridad obligatorio, el casco obligatorio, el llevar los niños absolutamente inmovilizados en el coche, junto con una lista de prohibiciones que no paran de crecer: prohibido el móvil, prohibido fumar (ya está llegando), prohibido conversar, y suma y sigue. Todo por nuestro bien. Nos quitan toda la libertad posible por nuestro bien. Pero están permitidísimas (y algunas hasta fomentadas) una gran variedad de formas de suicidio, desde el sexo de riesgo hasta las drogas, pasando por las eutanasias varias y por los suicidios clásicos. ¿Y eso por qué? Pues muy sencillo: porque el suicidio y las prácticas que atentan gravemente contra la salud (como el alcohol y las drogas) están severamente condenadas por la moral católica. Y como el objetivo prioritario de esos poderes es dejarnos sin moral y sin principios para poder dominarnos mejor, en esas estamos. Y por lo visto, encantados de la vida: de la vida que nos han diseñado.

Es que, espero que me comprendáis: la peor guarrada que le puede hacer un buey o un asno a su amo, es morirse. ¡Qué humillación y qué pérdida para el amo! No podemos morirnos, no nos está permitido. Hemos de ir en el coche bien atados; y por supuesto, vigilados; y en la moto, en la bici o en el patinete, con casco. Que si nos estozolamos, no se nos desparramen los sesos. ¿Y suicidarnos podemos? ¿Practicando sexo de riesgo, con drogas o con una soga? Pues claro que podemos, porque eso va contra la religión, contra la construcción moral de cada uno que, ¡oh paradoja de paradojas!, es el último reducto de libertad. Y eso sí que no puede consentirlo el poder político, eso no lo puede consentir el Estado; porque es ahí, en la religión, donde pierde todo su poder sobre ti.

En efecto, a mí siempre me ha irritado profundamente que me obliguen a llevar cinturón de seguridad los mismos que defienden el derecho al suicidio como algo irrenunciable, los que no paran de avanzar en la imposición en los hospitales de formas de eutanasia muy poco camuflada, es decir con todo el descaro; los mismos a los que no les repugna en absoluto el infanticidio enmascarado bajo el derecho al aborto, para el que se han montado la coartada de los diagnósticos fatales (inexorablemente en edad avanzada del feto). Pues sí, resulta que esos enamorados de la muerte, coartan mi libertad hasta lo ridículo para protegerme y librarme de la muerte. Hipócritas de siete suelas.

Pero de una coherencia atroz. Porque lo que realmente les preocupa es que sus súbditos disfruten de la libertad que les da tener sus propios principios, su propia moral, su propia religión. Les importa un rábano si viven o si mueren. Lo que les importa es que no le quede al individuo ni ese refugio de libertad que es la libertad de religión. Y eso que se trata de un derecho constitucional. Pues justamente por eso se lo saltan: porque es uno de los derechos que construyen a la persona. Y eso no lo pueden tolerar. Lo suyo es apretar fuerte el acelerador para tenernos controlados a la manera totalitaria que tanto ansían los gobernantes. Con la actual tecnología y con la que está por venir, el control de la población que caracterizó a los regímenes totalitarios de derechas y de izquierdas quedará en pobre caricatura de lo que está por venir.

Por eso, con la que está cayendo, creo que es pertinente que la Iglesia, al entrar en la cuaresma, se tome en serio eso de que somos polvo y defienda con tesón la parcela de libertad que ha de preservar para nosotros. Sí, defender la parcela de libertad que nos queda bajo su manto. Me alegraría enormemente de que la Iglesia, en medio de estas tormentas que la están zarandeando, recordara que al final de todo es para nosotros, para los creyentes, el último baluarte de libertad que nos queda. Y que lo ha de defender con todas sus fuerzas… a pesar de sus debilidades y tropiezos. Si la Iglesia católica, la más poderosa iglesia cristiana, no defiende la libertad de religión, ¿quién la defenderá?

Y ya para terminar, por darle algo de nivel a esta reflexión cuaresmal, me sumo a la de nuestro cardenal: hemos de ayunar de agua duchándonos menos. Seguro que tras este consejo hay una honda motivación espiritual. Es la consigna cuaresmal de la máxima autoridad y dignidad de la Iglesia católica en Cataluña, donde tiene el mérito añadido de no incurrir en la lividez política al uso. Memento homo… a cada señor, su honor.

Cesáreo Marítimo         

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16 comentarios

  1. Cesáreo, hay cosas que la Iglesia tendría que tener muy superadas. Una es la moda. Llegada la Cuaresma, la moda ecologista, por lo que se ve. Nuestros cardenales se han apuntado a la moda vaticana, con representante papal incluido en la Cumbre del Cambio Climático en París, y así Martínez escribe sobre ecología de las ciudades y Omella sobre limnología, o ecología de aguas dulces. ¿Habrá consultado el maño a Narcís Prat, uno de los limnólogos más reputados de nuestro entorno, o a su paisano Paco Comín, ducho también en ecosistemas del líquido elemento? ¿Está Omella a favor del delta o quiere que los regantes puedan beneficiarse del caudal del Ebro? Iba en cierta ocasión a Torreciudad cuando me llamó la atención, cerca de Graus, la pintada que había en las casetas de aperos de labranza: “Agricultor tú no necesitas agua, lo que necesitas es amor”. Era la protesta de los hombres del campo contra el boicot a los pantanos por los ecologistas. No descubro el mediterráneo si digo que el cardenal Martínez es un ignaro rematado en ecología urbana y Omella otro ignorante profundo en limnología. Pronunciarse sobre una y otra es exponerse al ridículo mayúsculo, no sólo de ellos, sino de la Iglesia. Por la cuenta que le trae a las familias, ya se encargan ellas de reducir el consumo innecesario de agua, de luz, de calefacción o de gas. Los meses, lo saben las familias, corren muy deprisa y las compañías de agua te mandan unos recibos astronómicos. Por no hablar estos días de los picos de consumo de Naturgy, Endesa o Sorea. En muchos sitios, la gente empieza ya a programar el chorro de ducha para ajustarlo a las necesidades.
    El agua en España es un problema gravísimo, que no podemos trivializar con el caudal de la cebolla de la ducha. Mejor hubiera sido que hubieran respaldado las reclamaciones de las agricultores de la España seca frente al egoísmo de determinadas regiones. Pero, ay, los nacionalismos, que lo pudren todo, también aquí han emponzoñado el debate. Y preferimos que al delta llegue agua de sobra que no que se reparta con otras zonas de España a través de trasvases beneficiosos. Siempre saldrá el gracioso de turno diciendo que lo quieren para campos del golf.
    Pero estamos en Cuaresma y aguantar estas salidas de tono episcopales quizá sea una necesaria penitencia.

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    1. Ecocuaresma, ecopecados8 de marzo de 2019, 1:07

      "...hay cosas que la Iglesia tendría que tener muy superadas. Una es la moda. Llegada la Cuaresma, la moda ecologista, por lo que se ve. Nuestros cardenales se han apuntado a la moda vaticana, con representante papal incluido en la Cumbre del Cambio Climático en París, y así Martínez escribe sobre ecología de las ciudades y Omella sobre limnología, o ecología de aguas dulces."

      Me ha hecho risa la coordinación de estos Fernández-Hernández de O'soro-O'mella, unos con las aguas saladas y dulces. Pescadores de agua dulce, como San Pedro...

      Según unas estadísticas, los residuos en el mundo NO proceden de nosotros, los ciudadanos cosidos a impuestos por azúcares y bolsas de plástico, sino que los grandes contaminadores son las industrias en general, y en supersupermucho. Unas estadísticas de procedencia de los residuos mundiales:

      - Ganadero: 29%

      - Minero: es el más terrible, pues genera contaminación radioactiva desprendida de ciertos minerales: 26%

      - Industrial: 16%

      - Agricola: 13%

      - Urbano: nosotros, en las duchas, lavadoras y basuras: sólo un 6%, el cual, a su vez, se reparte en estos porcentajes:

      .......... orgánico: 37%
      .......... envases comerciales: 19%
      .......... plásticos / metal / PVC: 13%
      .......... envases ligeros: 8%
      .......... vidrio: 7%
      .......... textil: 6%
      .......... celulosa / papel: 4%
      .......... maderas / escombros obras: 3%
      .......... otros: 3% (las duchas y lavadoras)

      - Forestal: 6%

      - Lodos de depuradora: 4%


      En Cataluña tenemos, entre otros campeones de contaminación (cerdos, minas de sal) a la industria ERCROS en FLIX, con estos generosos residuos:

      - Embalse: 700.000 toneladas de residuos contaminantes procedentes de su actividad industrial de 118 años. Dicen que se descontaminará en el 2022. Yo no me bañaría...

      - Subsuelo: profundidad 12 metros, contaminantes como mercurio


      Como puede verse, nuestras duchas y lavadoras sólo son el 3% del 6%, como dice la Carta Dominical de Omella:

      "El ayuno nos ayuda a reflexionar y a valorar lo que tenemos de balde, como caído del cielo. Y del cielo, cae lo más importante para sobrevivir en este planeta: el agua. ¡Tengámoslo en cuenta! Utilicemos el agua, pero no la desperdiciemos. Os propongo que hagamos un ayuno de agua, haciendo un consumo responsable. ¿Cómo? Por ejemplo, acortando el tiempo de la ducha y poniendo lavadoras a plena carga. Racionalicemos el consumo de este bien tan preciado.

      Un ministro inglés, cuando hubo sequía, propuso que la gente se duchara de 2 en 2 para ahorrar agua: no sé por qué no pensó en que dentro de la ducha se pusieran también los platos y los vestidos. A veces, las ideas de bombero, en ecología, son tremendas... Hay quien cuece la comida metiéndola en envases dentro de la lavadora con el programa de 80 grados... Doy una buena idea...

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    2. Amigo Valderas, acierta de pleno al retratar a Martínez y Omella. Verdaderos ignaros que se meten en temas sobre los que están ayunos de preparación. Tenemos un deporte nacional consistente en opinar --peor aún, pontificar-- sobre lo que no se tiene ni idea. Y así nos luce el pelo. Me recuerda el caso de un buen amigo mío, puntilloso en grado sumo con el uso de la gramática. Tenía la costumbre de reprender a todo aquel que no hablase o escribiese con respeto exquisito de los mandatos de la RAE. Una temporada tuvo en que se empeñó en que todo aquel que decía "puntual" con significado de "ocasional" incurría en una cuasiherejía, que él atribuía a un vergonzoso calco del catalán. Hasta que otro amigo, más prudente y sabio, le sacó el DRAE ante sus narices. "Puntual", en castellano, también se podía usar como sinónimo de "ocasional".

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    3. No es broma: conozco a gente que se ducha rodeada de baldes para aprovechar posteriormente el agua recogida en el inodoro...

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    4. Totalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.

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    5. "...conozco a gente que se ducha rodeada de baldes para aprovechar posteriormente el agua recogida en el inodoro..."

      Añádalo a la ciencia del ahorro ecológico para la próxima encíclica, junto con el cocer la comida en los programas de lavadoras, lavavajillas y secadoras a 80 grados.

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    6. 10:39, en

      https://www.religiondigital.org/diocesis/Omella-anuncia-atencion-victimas-sexuales-religion-cataluna-puigdemont-rajoy_0_2101289863.html


      Mons. Omella se nos ha vestido en violeta difuminado "que no se note mucho pero sí lo suficiente" para este 8-M:

      "Sobre la huelga feminista de este viernes, a la que se han sumado diversas monjas, ha dicho que "todo lo que sea trabajar por la igualdad y dignidad del hombre y de la mujer tiene mi respeto, aunque igualdad no significa que seamos iguales en todo, pero iguales en la dignidad sí, y eso es por lo que hay que trabajar".

      "En la Iglesia aún queda mucho por hacer por la igualdad. Deseo que cada vez haya más mujeres en la Iglesia, tenemos que trabajar para un reconocimiento en igualdad"


      También se ha vestido de pitufín azul-estelado, pero también "discretito, que no se note mucho", y sobre el 1-O:

      "...hice de puente entre presidente y presidente (Puigdemont y Rajoy) para ayudar a avanzar hacia el diálogo en 2017, cuando la crisis estaba en el punto más crítico", ha revelado el purpurado, quien no quiso especificar si fue él quien se ofreció.

      "A todos nos preocupaba la situación política, a mí también, y por eso presté mi persona para colaborar, ejerciendo de puente de unión y no de confrontación".


      Nuestros obispos están pendientes sólo del mundo y sus preocupaciones, el 1-O y el 8-M, y como dijo Benedicto XVI, hay que dejar el mundo secularizado, que despista del camino verdadero que da vida, para ir a lo fundamental de la Iglesia, que es la salvación de las almas y la cura de las almas (pecado, gracia, salvación, arrepentimiento, tentación, demonio, misa...), que parece que esta desnortada diócesis de Barcelona no está haciendo...

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    7. Muy agudo su comentario de cocer la comida aprovechando los 80 grados de los programas de lavadoras, etc, jojo, pero qie muy agudo!!!!!!

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  2. La gestión del agua es competencia del Cesar.
    Zapatero a tus zapatos, que la mayoría necesitan "medias suelas", como mínimo, y el resto no sirven para el Camino.
    Terol

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    Respuestas
    1. Ya lo dijo proféticamente Chiquito de la Calzada: pecador de la ecopradera...

      Parece que desde Roma se ha dado una orden de estirar la Cuaresma sobre el colchón de la ecología de Laudato si, con el fin de dar alguna utilidad a esa encíclica, y Osoro y Omella cada uno lo hace a su manera.

      Pero como dice el articulista, se ha olvidado completamente de los principios no negociables de la vida, la familia, la educación de los hijos y el bien común.

      Tampoco forman parte de la ecología humana integral la cultura de la muerte, el relativismo moral y la ideología de género.

      Tampoco se hace un análisis intelectual y un programa de acción en contra del fundamentalismo laicista.

      Y que parece que tampoco son ecología integral los pecados sociales y estructurales contra la vida la familia y el matrimonio.

      No sale por ningún sitio ninguna referencia a los Padres de la Iglesia, los doctores, los grandes teólogos, los santos y los místicos, el magisterio, la tradición y la sagrada escritura. Un nuevo ídolo, la ecología.

      Por lo que se ve, en esta Cuaresma hemos de arrodillarnos ante seres inanimados como la ecología, como es una ducha y una lavadora, pero no ante personas animadas por la gracia y el pecado, que debería ser el objeto propio de la iglesia.

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  3. La página web de comunicación del Vaticano se suma al 8-M:

    https://infovaticana.com/2019/03/08/la-pagina-web-de-comunicacion-del-vaticano-se-suma-al-8-m/#comment-166652

    Es otra prueba más de que el Vaticano se está mundanizando y secularizando, al seguir este "santoral litúrgico del Nuevo Orden Mundial", pero de forma selectiva, pues no sigue otros días mundiales.

    Esto es una grave pérdida de la espiritualidad de la Iglesia Católica, y es condenable, pues dicho día mundial está dedicado a una ideología feminista que es contraria a los valores y principios católicos.

    Y demuestra el seguidismo acrítico de Mons. Omella, pues sigue los dictados de Roma tal cual, sin pensar sobre el mal intrínseco del feminismo y la ideología de género.

    Sólo les gusta el quedar bien con el mundo y seguir sus "días mundiales"... han perdido su razón de ser...

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  4. Puede decir lo que quiera, él fue el verdadero RELATOR y no el Lehendakari Urkullu.

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  5. Produce sonrojo ver al Vaticano apuntándose al 8-M y a Omella ocupado en economías domésticas en favor de la ecología. Mire usted, es muy bueno que la gente respete las señales de tráfico, que pague las multas, que pague impuestos, que no sea incívica, que procure reducir su consumo de plásticos. Que sí, que sí, que todo esto está muy bien. Pero la pregunta es: ¿son éstas las funciones y las responsabilidades específicas de la Iglesia? ¿No tiene ésta un Evangelio y una moral y unos valores que defender, y que no defenderá nadie más si ella no los defiende?

    Pues parece que no. Es tan grande el empeño de la Iglesia por figurar y occidentalizarse que, ¡oh paradoja!, ha acabado por desorientarse. ¡Qué lástima! Y todos tan ufanos. ¡Ah!, y el papel de "relator" que se autoasignó Omella y que ahora reivindica, ¡de traca! ¡Menudo genio! Con una ideíca tan brillante como la de ducharse con menos agua, seguro que resuelve el conflicto. Nuestro caballero de la triste figura.

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  6. No sé si he entendido bien... ¿Ahora tengo que confesar las veces que me he duchado, sólo o con otra persona?

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  7. Se llama Juan José, no Joan Josep, del mismo modo que José Plá no se llamaba Josep. Pervertir las palabras es el primer paso para prostituir el pensamiento; pero a Omella le va la marcha.

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  8. Si los del "autentico" Santo Oficio levantaran la cabeza!!!!

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