Igual que decimos 2.000 años, podríamos decir 4.000. Es decir que en todo lo que llevamos de historia de la humanidad, los grandes avances en favor de la dignidad de la mujer, son obra de la Iglesia católica. Y sin embargo, cuando el mundo organiza la gran farsa para exaltar sus logros en favor de la mujer, los curas callan. ¿Por qué?
Pues en primer lugar porque muchos en la Iglesia han aceptado tácitamente (y en algunos casos explícitamente) la absurdísima antropología a la que llaman “progresista”, según la cual el hombre es bueno y por consiguiente inclinado al bien por naturaleza. Aunque luego viene la forma más avanzada y matizada del progresismo, el feminismo, según el cual sólo la mujer es buena por naturaleza e inclinada únicamente al bien; mientras que el hombre, por ser hombre está inclinado a hacer el mal contra la mujer. Una antropología tan disparatada como la ideología de género a la que sirve, en virtud de la cual el ser hombre o mujer o entreverado no es un hecho biológico, sino meramente cultural.
La antropología cristiana, que ya no está de moda defender ni siquiera en el ámbito eclesial, es muy otra:
Desde el pecado original, y precisamente a causa de éste, la mujer quedó sujeta a los inconvenientes de una especie tremendamente lastrada por la inclinación al abuso de la debilidad, asociada a la inevitable domesticidad. En la clase de los mamíferos, por ceñirnos a las especies que nos son anatómica y etológicamente más próximas, cuando las hembras crían, sufren una evidente e inevitable limitación que las mantiene recluidas en su nido. Y en todas las especies, el papel del macho no es el de aprovecharse de esa situación de debilidad de la hembra para someterla y explotarla, sino que la naturaleza ha previsto que en todas esas especies el macho ayude a la hembra a soportar esa situación de debilidad o garantizándole la defensa a ultranza, o incluso ayudándola en el aporte de alimentos a las crías. No tenemos noticia de ninguna especie, absolutamente ninguna, en que el macho se aproveche de esa situación de debilidad de la hembra para someterla a dominación. La única especie en la que esto ocurre, es la especie humana. Y es, claro está, el macho el que abusa de la hembra. Justo a partir de esta extraña relación fue como se creó la inclinación del hombre a dominar a la mujer (por su situación de debilidad) y también al hombre siempre que pudo aprovechar para ello su eventual situación de debilidad. Éste es el gran pecado de la especie humana desde que desobedeció a Dios (y segurísimo que también a la naturaleza) en el Paraíso.
Y a partir de aquí, la Iglesia ha hecho los esfuerzos más espectaculares y eficaces por contrarrestar esa mala inclinación del hombre, ayudando a la mujer a recuperar (pues la había perdido totalmente en el Imperio Romano) su dignidad y su libertad.
Tan cierta fue la mala inclinación del hombre más fuerte a abusar del débil en una larga escala, en cuya parte más baja ha estado siempre la mujer; tan cierta fue esa inclinación al abuso del fuerte sobre el débil, que al hombre que precedió al cristianismo, no se le ocurrió otra cosa que instituir la esclavitud. Si no llega a estar el hombre inclinado al bien por naturaleza, como dice la antropología progre, lo suyo hubiese sido el asesinato directamente, y a ser posible, previa tortura. Así dicen que fue los antropólogos menos proclives a las tesis progresistas. Dicen que la esclavitud representó una gran mejora respecto a la situación anterior. Ciertamente, el hombre hizo todo lo que pudo para ser expulsado del Paraíso. Cosas aún más terribles dicen los antropólogos que no llevan el bozal del progresismo.
El caso es que la historia nos ofrece un panorama espeluznante al inicio del cristianismo bajo el Imperio Romano: el número de esclavos duplicaba al de hombres libres; y el de esclavas era muy superior, porque su destino preferente era el de estímulo sexual para los esclavos, es decir la prostitución. Muy pocas mujeres, en el estamento esclavo tenían la condición de concubinas fijas de un esclavo. Y ninguna esclava gozaba del derecho de familia, que estaba reservado a la ínfima minoría de mujeres libres. Las esclavas por tanto no tenían ni padres, ni hermanos, ni mucho menos hijos. Si quedaban preñadas y parían, tenían crías que eran propiedad del amo y disponía de ellas para su beneficio.
Pues llega en esta situación el cristianismo e instituye el Matrimonio (el noble oficio de madre) reservado a las mujeres libres, con carácter universal para todas las mujeres. Y lo constituye por designio divino, en Sacramento. Es decir, en señal visible de acción invisible, pero real del mismo Dios, que convierte la unión del hombre y la mujer en signo indeleble y definitivo del amor de Cristo a su Iglesia… hasta entregarse por ella.
No fue nada fácil, pero lo consiguió. No fue una solución perfecta (puesto que ninguna obra humana lo es); pero mejoró la condición general de la mujer, sin distinción social, de un modo que nunca luego fue superado. Ninguna otra institución fue capaz de darle a toda mujer, la dignidad que le dio la misma Iglesia.
Claro que veníamos de la esclavitud, y claro que muchos hombres intentaron mantener en el matrimonio la condición de esclava de la mujer. La inercia en esa dirección era terrible. Y sin embargo, la Iglesia fue capaz de luchar con firmeza contra esa inclinación y salvar el matrimonio cristiano durante casi dos milenios. Enorme epopeya.
Y que ahora vengan los que sueñan con devolver a la mujer a la casilla de salida, otra vez destinada exclusivamente a mantener a los esclavos, fieles a sus nuevos dueños, sin derecho a la maternidad, que las desviaría de su función principal, y sin nada que se parezca a la dignidad que le dio el cristianismo, pues ¡qué quieren que les diga!, a otro perro con ese hueso.
"El cristianismo ha sido a lo largo de su historia un canto a la dignidad mujer: empezando por la singular exaltación de la Madre de Dios..."
ResponderEliminarSe refuerza la Leyenda Negra de una falaz España Patriarcal que ha de pedir perdón por sus crímenes históricos, se divide la sociedad de una manera marxista en una lucha de géneros, y se impone una legislación de discriminación y privilegios, con multas y prisiones.
¿Dónde están nuestros obispos catalanes en este momento de combate espiritual, intelectual y activista?
Ahí está el quid. Como alguno ha sido encubridor y como varios simpatizan en diferentes grados con la causa separatista, esos en concreto carecen de autoridad para decir lo que hay que decir. Y otros quizá digan, pero se oye poco.
EliminarY en el resto de España, lo que se diga no sé si será escaso porque la mundanal inercia a más de uno lleva y arrastra: hemos leído por ejemplo el posicionamiento de las dominicas ante el 8-M y nos preguntamos si han sido o van a ser amonestadas.
La fuerza mediática, cada año mejor apuntalada, va haciendo mella, supongo. Con ese ambiente, mostrarse discrepante puede resultar hasta peligroso o inhumano: nos mantenemos alejados de ese porque tiene criterio propio no coincidente con el que brama un grupo grande.
Una glossa certera y acertada.
ResponderEliminarEn las diversas crónicas televisadas de las manifestaciones, se pudieron observar unas chicas, jóvenes y otras menos jóvenes que de sus fauces surgía una rabia nada contenida como se los hombres fuéramos sus enemigos a batir. A mi me dan miedo esas tías.Desde luego, no es allí dónde iría a buscar mi media naranja. Me esclavizarían ellas a mí.
Oportuna lección, mosén Custodio, de la aportación de la Iglesia al reconocimiento de la mujer hecha, lo mismo que el varón, a imagen de Dios. Es en esa doctrina de la imagen de Dios donde hemos de basar nuestra reflexión sobre la dignidad con que Dios nos dotó.
ResponderEliminarUna idea errónea de la ley natural ha favorecido que se la confundiera con lo que ocurre en la naturaleza silvestre en vez de ser una expresión de la razón. No hay en biología leyes generales como en la física o la química. Dificilmente podemos aplicar comportamientos que no tenga excepciones. No en todas las especies los machos se ocupan de las crías. No faltan ejemplos en los que se inhiben absolutamente. Ni podemos tampoco fundar la relación matrimonial en la fidelidad animal, pues no existe tal. En es caso son más raras las especies de un solo macho y una sola hembra que los emparejamientos ocasionales o incluso que los harenes.
El hombre y la mujer, que desde Linneo se hallan adscritos a orden de los Mammalia transciende el reino animal, al que biológicamente pertenecen. Aunque no aparezca a primera vista, determinados movimientos femenistas se hayan estrechamente viculados al proyecto gran simio y otros asociados. Fuera, declaran, toda consideración espiritual --expresada en los ataques a templos y de la Iglesia a instituciones y enseñanzas estos días. No somos más que primates, dueñas de nuestro cuerpo, sostienen que nos guiamos por instinto y placer, sin pensar en complementariedades ni en vida común, que, como los bonobos y otras especies, nos entrelazamos entre machos, o entre hembras, por la razón que sea (aburrimiento, disfrute, etc.)
Muy a menudo, no faltan eclesiásticos que caen de bruces en el juego de género y en la zoologización de la moral.Entre las proclamas, había una que se creía ingeniosa y, sin embargo, rezuma un talante propio de bestias, la que formaba pareado con un político: te hubiéramos abortado. A esa mentalidad se adhería Catalunya Cristiana. Qué diferencia con la revista que tengo delante de mí, Catholic South West, del corriente mes de marzo, publicada por los católicos de Devon. En una sección titulada "Life matters" (la vida importa), una militante provida firma el artículo "The Persistent Myth". ¿Y cuál es el mito que persiste? Que la legalización del aborto salva la vida de muchas mujeres.
Gracias Sr Valderas por su escrito esplendoroso. Me gusta mucho su estilo de persona culta, que saca a relucir su sabiduría siempre que puede. Está por encima de todos. Y gracias también a Mn. Custodio.
Eliminar"determinados movimientos femenistas se hayan estrechamente viculados al proyecto gran simio."
Eliminar¡¡¡El Proyecto Gran Simio!!!, un viejo amigo del NOM onusino y masónico, un ambicioso proyecto que hace unos años se usó como palanca para dar posteriormente derechos humanos a ciertos primates, técnicamente conocidos como los homínidos (Hominidae), primates hominoideos como los humanos, orangutanes, gorilas, chimpancés y bonobos.
Una solemne y catedralicia estupidez y bobada animalista, apoyada por organismos internacionales supuestamente serios, y que no tuvo más recorrido cuando ilustres juristas afirmaron que los derechos y libertades están intrínsecamente unidos a los deberes, obligaciones y responsabilidades de seres dotados y provistos de inteligencia, entendimiento y voluntad.
En muchos zoos y laboratorios se ha intentado entrenar con lenguaje para que algún primate pudiera desarrollarse como un ser humano. De momento, y eso que llevan decenios intentándolo, no ha salido ni uno como hombre, ni tampoco ha salido de la propia selva. Y es que la mona, aunque se vista de seda...
Respuesta al anónimo de las 21:42
EliminarSe nota, señor anónimo, por su ironía explícitamente mal disimulada, que a usted le cae bastante mal el Sr. Valderas. Y le cae especialmente mal que exhiba su trabajadísima cultura. He de decirle que para mí, en cambio, toda manifestación de cultura es una fiesta. Incluidas las de los fatuos (que no es el caso del Sr. Valderas). La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero.
Por lo demás, es una bendición que Mn. Custodio salga a la palestra con ese debate tan necesario sobre el acomplejamiento de la Iglesia ante los arrebatos feminísticos que estamos sufriendo. Lo hará con más o con menos luces, pero sale a la palestra. Valderas le reprocha discreta y respetuosamente la zoologización de la moral. Tiene toda la razón. (Por cierto, se le ha colado un "hayan" en lugar de "hallan"). Pero si queremos que nos escuchen (¡y ojalá que nos entiendan!) los del otro lado del río, jamás lo conseguiremos encerrándonos en nuestro lenguaje teológico. Y acepto que sea discutible si es acertado o erróneo ese esfuerzo de aproximación del lenguaje en busca de un denominador común para el discurso de ambos lados del río.
Respuesta al de las 9:55.
EliminarSe ha equivocado de interpretación de lo que escribí ayer. No dije nada que no sea verdad. Admiro al Sr Valderas y creo que esl lo mejor de esta pagina. Usted, anónimo de las 9:55, también escribe bastante acertado, me sospecho que es el Sr Valderas de incógnito. No se lo reprocho, está en todo su derecho a defender su merecido prestigio, y que siga haciéndolo por muchos años (me refiero a publicar escritos cultos, no a defender su prestigio, que no lo necesita normalmente porque resplandece por sí solo). Y si no es el Sr Valderas que escribe de escondidas, pues le agradezco igualmente que como yo alabe a Valderas y le defienda a capa y espada.
Totalmente de acuerdo con el Sr Valderas Gallardo.
ResponderEliminarUn juez liberaliza el bus de HazteOír, pero el Ayuntamiento de Barcelona vuelve a oprimir con dos multas y la inmovilización: empobrece y amordaza.
ResponderEliminarEs legítimo usar la óptica o perspectiva desde donde afrontar un problema: se dice violencia de género para criminalizar al hombre, pero si le llamamos violencia doméstica, nos fijamos en el lugar, la casa.
Desde luego, las leyes de discriminación y privilegios del régimen FLGBTI, contrarias a la igualdad, se acabarán (F de feminismo). Seguro.
En un estado democrático, las leyes se cambian en el parlamento. Y serán reformadas.
El régimen FLGBTI quiere crear una mentalidad favorable a su ideología, ya empezando desde los niños pequeños, de 5 años. Hay que parar a esta dictadura.
Opino que HazteOír recurrirá, y se creará una jurisprudencia de la libertad contra el despotismo FLGBTI de municipios y autonomías.
Modificar las leyes ha sido siempre un derecho y libertad del Pueblo desde Roma y Grecia.
Una cosa es el derecho vigente, lex data o ius conditum, y otro el derecho futuro, la ley que necesita de reformas, que se conoce comocom lege ferenda o ius condendum.
Ahora existe toda una red fascista FLGBTI encargada de crear, expandir y legitimar un Régimen de Terror perpetuo y revolucionario: leyes del odio, policía del odio, fiscalía del odio, institutos y observatorios, periodistas y asociaciones, cátedras y asignaturas obligatorias del nuevo FEN FLGBTI...
Mn. Custodio lo sufrió: asociaciones de vecinos, periodistas, alcaldesa de Hospitalet de Llobregat, Generalidad de Cataluña, y sutilmente, el arzobispado de Barcelona. Pero al final, este sistema represor fracasó, y reconoció el derecho de opinión, de ideología y religión.
Por eso hay que rezar para que Dios nos libere de este Egipto opresor, Babilonia prostituida, del régimen FLGBTI que reprime contra su Nación Santa y Pueblo Sacerdotal, la Iglesia Católica.
.....
- El juez da libertad...
www.lavanguardia.com/vida/20190304/46831750068/el-juez-rechaza-inmovilizar-el-autobus-con-lemas-machistas-de-hazte-oir.html
- ... y el Ayuntamiento castiga:
www.elperiodico.com/es/sociedad/20190309/barcelona-denuncia-bus-hazteoir-7344687
Cierto, los obispos callan en la hoja dominical, solo hablan de espiritualidad casera, no de espiritualidad intelectual universitaria. Es cierto que la Iglesia fundó las universidades y ahora las ha perdido, pues por culpa de hacer concesiones a la modernidad y callar en temas de filosofía histórica. Estos temas de que el Cristianismo es quien ha hecho más en favor de la mujer son temas universitarios de historia que deberían predicar los curas y obispos, porque esto de predicar el Amor sin miramientos científicos no cuela en la Universidad, en ella se adora al Dios Ciencia al que también se suele amar, y para derrotarlo hay que predicar con sus mismas armas.
ResponderEliminarDesde su fundación por JESUCRISTO, hace mas de 2,000 años la Iglesia solo tiene fieles, estos pueden ser mujeres y hombres, esclavos y libres, altos y bajos, sanos y enfermos..... pero TODOS FIELES IGUALES. solo se diferencian por distintas labores especificas (dar de mamar, engendrar, gestar, etc.) es con la aparición del protestantismo. sobre todo en su vertiente calvinista - puritanismo que se diferencian, las mujeres "con la pata quebrada y en casa" y los hombres " fuera del hogar y nada de limpiar o cocinar" esto es una herejía pero como los calvinistas ocuparon los liderazgos económicos sociales intelectuales etc. con el cambio de liderazgo mundial entre la católica ESPAÑA y la herética Inglaterra y luego USA (con el intermedio de Francia y su guerra civil religiosa) que se identifica cristianismo con discriminar a la mujer, cosa totalmente falsa pero que nuestros obispillos son incapaces de hablar de ello, no sea que su "buenismo" quede mal.
ResponderEliminarSolo un dato, si se investiga entre los archivos de los obispados se encontrara que hasta el siglo XVIII las sentencias que firmaban de divorcium (separación) en mas de un 40% obligan a la mujer a pasar una "pensión" al esposo ya que ella ganaba mucho mas. Realidad que contradice todo el programa de las femicomunistas que ahora dictan su ideología totalitaria y que los católicos aceptamos por "buenismo"