La Conreria: Antiguo Seminario Menor de Barcelona |
Hace poco visité uno definitivamente cerrado hacía pocos meses, con huellas frescas de una mudanza apresurada y las plantas en maceteros, muertas, como muerta la esperanza de aquella diócesis. Otra diócesis en cambio cerró “felizmente” hace pocos años el grandísimo edificio del Seminario por falta de recursos económicos para mantenerlo, y ha transferido todo a una estructura más redimensionada. Hecha la mudanza, pronto ha surgido el dinero suficiente para transformar el ex-Seminario en un moderno centro de Cáritas con dormitorio anexo para los “sin-techo”. O en un almacén y cubículo de referencia para la Fundación Pere Tarrés (educación en el tiempo libre y acción social, dicen)
El proyecto está claro en todas partes. Es inquietante constatar que en los perfectos y concienzudos planes económico-pastorales de las diócesis no se tenga en cuenta el reducido pero sacrificado capital humano que en los Seminarios vive y lucha cotidianamente.
En los pasillos de un Seminario moderno no solo hay chicos en sandalias y camiseta de la JMJ o algún sacerdote vestido de clergyman gris con el alzacuellos abierto. También anida la bestia de la soledad y de la indiferencia que agrede ferozmente sin que haya una defensa adecuada. Es una bestia que merodea con los documentos de la Conferencia Episcopal en la mano y las cartas timbradas con el sello pontificio de la Sagrada Congregación para la Educación Católica. No confundirla con la otra progresiva bestia del escándalo sexual. Esta última es más notoria, le gusta llenar las primeras páginas y los platós de TV. Como en el caso, por ejemplo, de las orgías en el Seminario austriaco de St. Poelten, con la complicidad de los superiores. Con videos y más de 40.000 fotografías de los encuentros. Fue en el 2004 y su rector tuvo que dimitir al instante.
UlrichKeuchl, el Rector de St. Poelten |
No, esta bestia a la que me refiero no ama los grandes escándalos y la luz de los focos, obra siempre en la sombra y se nutre de la indiferencia. Vayamos por partes.
El Seminario es el lugar previsto para la formación de los sacerdotes que prestarán servicio en la diócesis. Los religiosos de una orden o congregación poseen también sus propios centros de formación, con una formación más adecuada a su vocación singular. Debido a la escasez de vocaciones, las diócesis unen seminaristas y esfuerzos económicos para gestionar unos seminarios compartidos que aquí llamamos interdiocesanos. Las diócesis más grandes disponen de un Seminario propio (como es el caso de Barcelona aunque con apenas 35 seminaristas residentes más un puñado de 4 o 5 en etapa pastoral) Hay otras que aún conservan el Seminario Menor donde conviven chicos vocacionados que estudian la ESO. Estos últimos, en otros tiempos muy difundidos y frecuentados por muchos jóvenes prescindiendo de una eventual vocación sacerdotal, están en vías de extinción. Salvo en algunas diócesis testarudas donde los obispos tienen como objetivo prioritario las vocaciones en su territorio. Como el de Cartagena-Murcia, Mons. Lorca Planes que hace un par de años inauguró el nuevo edificio del Menor en Santomera y que ya dispone de 25 seminaristas. Pero cuyo Seminario Mayor de San Fulgencio tenía el pasado curso 37 seminaristas estudiantes y residentes. Y no los envían los del Opus desde sus colegios o desde Navarra en convenio y pacto de colaboración con Sistach o con Omella. Nacen y surgen de las parroquias diocesanas, con factura comprobante de veracidad.
Seminaristas Mayores de Murcia |
Esta es la fachada de las cosas. Intentemos ir más allá de la escenografía y ver qué sucede realmente: los seminaristas son sujetos que hay que “resetear y reprogramar”(palabras textuales oídas por mí de un obispo responsable de un Seminario Interdiocesano). He aquí porqué se multiplican las palabras, las homilías cotidianas, lecciones, cursos, conferencias, iniciativas disparatadas y todo cuanto pueda servir para “rellenar de ideas” a los sujetos a educar. Naturalmente no se tiene en cuenta el impacto real que causa este bombardeo en los jóvenes. Lo importante es haberlo hecho.
Los candidatos que se presentan para iniciar el recorrido formativo pueden tener una edad variable que va desde los 19 a los 50: de los crecidos en una parroquia, a los que llevan a sus espaldas una vida laboral, una relación afectiva o una reciente conversión. Como el trabajo educativo con estos mimbres no es fácil, se opta por un perfil bajo, un mínimo común denominador. El joven veinteañero debe compartir una vida comunitaria con gente mayor que quizás ha conocido las relaciones sexuales o que ha accedido a la Fe hace relativamente poco. Visto por un cuarentón, éste debe vivir con chavales un poco ingenuos y ser tratados todos ellos por los superiores del mismo modo, casi como escolares limitados por reglas infantiles y degradantes. Desde el punto de vista espiritual, todos llevan a sus espaldas una vasta experiencia muy diversa: grupos, parroquias, movimientos, asociaciones. Cada uno lleva su sello eclesial y litúrgico en esta actual babel católica.
También aquí se apunta al mínimo: se propone e impone un standard no sobre lo que es justo sino sobre lo que puede ir bien a todos. La formación empieza a tener un regusto decadente y con fecha de caducidad. En la mayoría de los casos un hombre sale del Seminario con las mismas características negativas que tenía cuando entró; habiendo adquirido incluso otras nuevas. Es un milagro si se conserva lo bueno que se tenía al inicio, pero eso no es muy corriente. Sí, habéis leído bien: todo es susceptible de empeorar. ¿Por qué? Porque aunque son pocos los sujetos, se tiende a poner en un segundo plano a la persona en favor de una genérica comunidad. Me parece oír el grito de Giovanni Guareschi: “Nadie está más solo que el hombre perdido entre la multitud”. Fuera de la dirección espiritual, el resto del trabajo educativo se realiza sobre el grupo y no sobre la persona singularmente considerada. Únicamente se trabaja sobre la persona cuando surgen graves problemas, es decir cuando la bestia de la que hablo, ha agredido a alguien o ha atentado contra algo. El Seminario es el templo de las palabras...
Seminaristas con el Papa |
Más allá del desarraigo está la grave pestilencia de la doble vida. En el Seminario se aprende a vivir en un riconcito privado donde nadie entra y nadie puede juzgar. Existiendo un perenne “Gran Hermano” que puede utilizar en tu contra todo lo que digas o hagas, uno aprende a callar, a hablar en voz baja, a susurrar, a preferir sonrisitas complacientes que a mostrar los propios intereses e ideas. Pero en el rinconcito del propio corazón hay una voz que se rebela encadenada y encerrada. Si quieres tener éxito en el Seminario y en la Iglesia, calla y tira para adelante. Y uno obedece. Y el rinconcito puede convertirse en una habitación o en un palacio donde vivir cómodamente. Recibido el sacramento del orden, uno puede continuar teniendo su rinconcito privado limpio y en orden, y cultivando una doble vida. No se trata de una vida de escándalos o de desórdenes morales. Es solo algo latente, una especie de vida embrionaria. Porque quien tiene una sola vida, un solo pensamiento, una sola opinión, una sola cara, lo paga muy caro en la Iglesia de la misericordia. Mejor el rinconcito. Podemos poner ahí un hobby, una inocente práctica deportiva para desfogarse. O llenarlo de un interés casi enfermizo por los objetos sagrados y antigüedades. O llenarlo con aquella catequista amiga. O aquel monaguillo que…
El seminarista o sacerdote debilitado por estas dos llagas (la falta de afecto y la doble cara) es presa fácil de la bestia. ¿Qué es? Es la tristeza, la soledad, la indiferencia, la depresión, el vaciado del corazón. No es fácil contrarrestarla ni siquiera con una vida de Fe limpia, si la situación en tu entorno es perennemente agresiva. La atención psicológica puesta al alcance de los individuos por las diócesis, muy a la moda, parece servir a muy poco. A menudo los superiores y los obispos intentan utilizar el secreto profesional para sus fines, sean éstos positivos o negativos. A menudo el mal vivir entra en el Seminario y produce tragedias. Se esconden datos de suicidios de seminaristas, superiores de Seminarios, y sacerdotes que nos dejarían boquiabiertos, quizás frágiles o con poca fe. No es sencillo juzgar sin saber cómo funcionan las cosas allí dentro. Y eso puede significar ver hecha trozos la propia vida: porque las autoridades humanas impiden la realización de las vocaciones queridas por Dios. No todo lo que Dios quiere se realiza en las concretas cosas humanas. Su voluntad se deja ensuciar por las libertades humanas que pueden obrar contra la suya. Y eso sucede ante le indiferencia de muchos que tendrían que poner remedio, pues han recibido responsabilidad con este fin.
El seminarista no tiene ningún derecho en las actuales leyes eclesiásticas: el éxito de su iter formativo se basa enteramente en el arbitrio de sus superiores. Hemos de suponer que estos actúan honestamente, pero no existe nada para tutelarlo de los abusos. Un seminarista calumniado por un tercero o juzgado negativamente en base a hechos opinables no goza de ningún tipo de tutela.
A esta Iglesia que ha tirado a la basura su patrimonio multisecular (misa, sacramentos, sana doctrina, catecismo…) le interesa mucho mantener esta institución tridentina como es el Seminario, empapada de jesuitismo, muy útil en estos tiempos modernos porque permite ejercer un control e imponer un estilo de obediencia ciega. Pero hemos de preguntarnos hasta que punto es útil para la formación de sacerdotes. Los ejemplos de los seminarios tradicionales valen muy poco, pues éstos pertenecen a institutos o fraternidades sacerdotales que funcionan a modo de familia religiosa creando un clima de pertenencia muy diferente del que encontramos en las diócesis. Probablemente los problemas se resolverán con el tiempo, cuando los números se desmoronarán hasta cero. Entretanto nos queda rezar para que el Buen Pastor lleve remedio a las almas y consuelo a los corazones heridos de seminaristas y sacerdotes.
Prudentius de Bárcino
Hay un punto de melancolía en su descripción, sobre todo en el corolario final. Dios le bendiga y la Virgen le guarde.
ResponderEliminarAlgunas fotos del escándalo austríaco de St. Poelten o Pölten. Se visionaron miles de fotos y películas de pornografía, pedofilia y bestialismo.
ResponderEliminarRealmente, hay que ser un criminal con plena conciencia y conocimiento del mal que hacen y causan, pues saben que ser gay activo es vulnerar, como mínimo, el sexto y noveno mandamiento de la Ley de Dios:
www.traditioninaction.org/bev/056bev7-20-2004.htm
www.jesus-is-savior.com/Evils%20in%20America/Sodomy/gay_priests.htm
La omertà y el encubrimiento de los obispos y cardenal austríacos fue de escándalo, pues dice el sitio de Tradition in Action:
"Pero en Austria las cosas son diferentes. Todo en la Iglesia Católica del país es pequeño, altamente vinculado y dependiente de su único Cardenal con jurisdicción, es decir, el Cardenal Christoph von Schönborn, Arzobispo de Viena. Además, la Diócesis de Sankt Pölten, el epicentro de la tormenta, se encuentra muy cerca de Viena (50 millas) y oficialmente está subordinada a la Arquidiócesis de Viena. Es decir, confía en el Cardenal Schönborn para casi todo."
El obispo de Sankt Pölten o Poelten, Kurt Krenn, dimitió el mismo 2004, y murió como emérito el 2014.
Y el inefable cardenal Marx, a favor de la comunión a los adúlteros y protestantes, miembro del G9 de Francisco, participó en la recolocación del P. progay Wolfgang Rothe, de dicho Sankt Pölten, como vicario en Munich.
eponymousflower.blogspot.com/2012/09/cardinal-marx-of-munich-reassigns-child.html
Se demuestra que la Escuela del Rin, integrada por Bélgica, Holanda, Alemania, Suiza y Austria, está pudriendo a la Iglesia.
Eso, todavía más, hace entender y dar credibilidad al informe Viganò. Además, está ya circulando el informe Vatileaks, de 300 páginas, que Benedicto XVI dio a Francisco.
Si el informe Vatileaks demuestra que Francisco y su Curia lo conocían pero no hicieron nada para impedir y perseguir el delito, entonces será un evidente encubrimiento.
Tenga usted más respeto a los protestantes, ya le gustaría a usted y a muchos católicos hipócritas tener la Fe que tienen muchos de ellos
EliminarAnónimo.
Eliminar1 Juan 2:19
19 Salieron de nosotros, pero no fueron de nosotros; porque si hubiesen sido nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifiesten que no todos son de nosotros.
Los protestantes no reformaron nada se cubrieron de todas las herejías pasadas, presentes y por venir y provocaron el cisma de occidente.
Y qué decir de aquellos seminarios que se han convertido en centros de lascivia homosexual detrás de una imagen de falsa piedad.
ResponderEliminarEn cuanto a la diferencia de edad que se da hoy día entre los Seminaristas, sería bueno recuperar los seminarios de vocaciones tardías para evitar la convivencia diaria entre seminaristas de generaciones distintas y que cada uno tuviese una atención conforme a su edad y sus circunstancias.
ResponderEliminar"A esta Iglesia que ha tirado a la basura su patrimonio multisecular (misa, sacramentos, sana doctrina, catecismo…) le interesa mucho mantener esta institución tridentina como es el Seminario, empapada de jesuitismo, muy útil en estos tiempos modernos porque permite ejercer un control e imponer un estilo de obediencia ciega."
ResponderEliminarUna de las órdenes más afectadas por esta plaga de la homoherejía del gayactivismo es la Orden Jesuita. Además de mis experiencia personal, aquí hay unos ejemplos:
1. El jesuita John J. McNeill publica en 1976 The Church and the Homosexual (traducido al castellano como La Iglesia ante la homosexualidad), la primera defensa dentro del catolicismo, de que las relaciones homosexuales eran intrínsecamente buenas.
2. El P. James Martin, jesuita, promotor actual del homosexualismo, y participante, con el beneplácito de Francisco, en el sínodo de los jóvenes de Dublín, Irlanda, este agosto.
3. Universidades gaysuíticas, que lo justifican en la atención a las personas LGTB como parte substancial de la cura personalis, arraigada en la tradición ignaciana:
a) Universidad de Loyola:
- IgnatianQ: www.facebook.com/ignatianQ/?fref=nf
- LGBTQIA Initiatives (lesbian, gay, bisexual, trans, queer, intersex, asexual): www.luc.edu/diversity/programs/lgbtqia/
b) Universidad de Fordham:
- fordhamram.com/2014/04/lgbtq-and-jesuit-communities-unite/
c) Seattle University:
- www.newwaysministry.org/2018/05/16/seattle-u-community-roiled-by-student-newspaper-disappearance-and-administrations-response/
d) Universidad de Georgetown, universidad LGTB-friendly:
- LGBT Resource Center: lgbtq.georgetown.edu
- Tagliabue Initiative for LGBTQ Life: Fostering Formation and Transformation: lgbtq.georgetown.edu/tagliabue-initiative
- Encuentros Outober: lgbtq.georgetown.edu/OUTober2015
- It Gets Better, Georgetown University: www.youtube.com/watch?v=hH78F_QSqmI
- What Does I AM Mean To You: Students, Georgetown University: www.youtube.com/watch?v=1JIgJDcXNMs
- I AM Campaign: Faculty and Staff 1, Georgetown University: www.youtube.com/watch?time_continue=11&v=YCxt6rTBG00
- Tagliabue Initiative for LGBTQ Life: Fostering Formation and Transformation
e) Universidad de Marquette:
- www.marquette.edu/intercultural/LGBTQ-resource-center
f) Boston College:
- LGBTQ+ Resources: www.bc.edu/offices/dos/subsidiary_offices/GLBTQ.html
De todo esta infestación demoníaca jesuítica contra el VI y el IX mandamientos, hacen comprender la total impotencia de Francisco hacia sus propios "niños bonitos" jesuitas, hacia el jesuita progay P. James Martin, el "¿quién soy yo para juzgar?", sus recepciones a personalidades gay, la no activación del informe Vatileaks sobre la infiltración gay eclesial, en la bomba atómica moral (Seifert) de la Amoris laetitia que justifica la comunión y absolución de los adúlteros con atenuantes (que se quiso extender a la homosexualidad), o las afirmaciones del Superior Jesuita P. Arturo Sosa, donde afirma que las palabras de Jesús sobre la indisolubilidad del matrimonio no son seguras por falta de grabadoras...
Y qué me dicen del comentario que hizo el Obispo de Nuevo México sobre la imagen de una Virgen María que llora, jeje, dice el Mns. Que a lo mejor es obra del diablo, ustedes mismos.
ResponderEliminarDe hecho, miran que no sea por causa criminal, intrínseca o accidental, es decir, por causa natural.
EliminarDespués, miran las tres causas posibles restantes: paranormal, sobrenatural (Dios) y preternatural (ángel apostático).
Los frutos son un indicio, entre otros, para saber de la sobrenaturalidad.
En Infocatólica:
«La primera fase de la investigación es determinar si el fenómeno puede explicarse por causas naturales. Hasta ahora, no hemos discernido las causas naturales de la emisión de líquido de la estatua», dijo en una declaración en agosto.
«Si la causa del fenómeno es sobrenatural, debemos discernir si es de Dios o del diablo. Les recuerdo que la Iglesia cree en la existencia de los ángeles caídos, que a veces intentan engañarnos», agregó.
Una estatua de bronce de Nuestra Señora de Guadalupe comenzó a llorar el 20 de mayo, durante la solemnidad de Pentecostés, y ha llorado dos veces desde entonces: el día después de Pentecostés, en la fiesta de María, Madre de la Iglesia y nuevamente en la Fiesta del Inmaculado Corazón de María, 9 de junio.
«El discernimiento de si es un fenómeno de Dios o del Maligno es un proceso más largo. El diablo a veces puede imitar cosas sagradas para confundirnos. Entonces, debemos ser prudentes y vigilantes».
El Obispo Cantú dijo que este proceso de discernimiento se basará en los frutos espirituales de la estatua que llora. Repitió los Frutos del Espíritu Santo mencionados en la Carta de San Pablo a los Gálatas:
--- caridad, alegría, paz, amabilidad, bondad, generosidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, autocontrol y castidad.
Y si a todo esto le añadimos profesores que enseñan una teología dudosa por no decir heretica, tenemos la perfecta combinación para la destrucción total de la fe Catolica de curas y fieles.
ResponderEliminarEso ya es responsabilidad absoluta del obispo.
EliminarEn este sitio hay un estudio estadístico de Jack P. Oostveen y David Sonnier sobre la decadencia o ascenso vocacional de las órdenes y congregaciones religiosas:
ResponderEliminar"Evidence of The Devastated Vineyard. A Statistical Analysis of the Loss of Vocations in Religious Congregations Following the Second Vatican Council"
www.christendomrestoration.org/blog/evidence-of-the-devastated-vineyard
www.christendomrestoration.org/uploads/9/0/2/6/9026344/evidence-of-the-devastated-vineyard.pdf
Establece una serie de categorías de gravedad:
- Category 1: Institutes in Severe and Extreme Decline
- Category 2: Institutes in Decline but Eventually Finding
Stability
- Category 3: Institutes in Decline but Eventually Reaching a Slow Rate of Growth
- Category 4: Institutes Eventually Restoring the Pre-1965 Membership Level
- Category 5: Institutes Eventually Restoring the Pre-1965 Rate of Growth
- Category 6: Institutes Suffering no Post-1965 Decline
- Category 7: Institutes founded after 1967
Las órdenes y congregaciones en eclesiocatástrofe o Categoría 1, son los típicos sospechosos habituales (páginas 7 y 8):
- Caída brutal de los jesuitas: por sus frutos los conoceréis, su extinción está prevista para el 2010
- Frailes Franciscanos: otros en cierre acelerado de conventos
- Cartujos
- Salesianos: desde 1967, con 22 810, hoy en bancarrota con 15.033
- Benedictinos
- Dominicos
Mientras, todo Roma, desde el papado, la Curia, el G9, las mismas órdenes y congregaciones, así como los nuevos grupos y movimientos, no hay nadie que de un grito de alerta.
Satisfechos todos... mientras no falte pizza, gelato, spaghetti, lasagna y vino Lambrusco... muera yo y después el diluvio.
Los dominicos de la Provincia de San José en Estados Unidos están experimentando un crecimiento milagroso. Y lo mismo en Polonia y e Toulouse con una buena recuperación en la Provincia de Teutonia en Alemania, con una vuelta en estos lugares a las tradiciones de la Orden. Item lo mismo valga para los benedictinos en Francia. Yo hice mis estudios de seminario salvo la licenciatura y cursos de doctorado en un convento dominico y no pude apreciar ninguna de las historias que aquí comentan. Simplemente amor a la vocación, al estudio, a la oración litúrgica y privada, naturalidad y un clima de contagiosa emulación y alegría. Si recuerdo que eran muchas bocas a mantener y los Padres estaban casi siempre fuera predicando ejercicios espirituales para llevar algún dinero al Convento. Ello iba en detrimento de la preparación para las clases. Lo sabíamos y comprendíamos supliendo esos déficits con el trabajo personal. A mis casi 72 años he de decir que me faltan palabras para agradecer esis años fe formación.
EliminarSe mezclan muchas cosas en el artículo, pero la soledad y el desasosiego como causas del fracaso vocacional y vital son muy ciertas. Un problema que implica la pérdida de la fe de las víctimas en gran cantidad de los casos. El seminario de Barcelona es prueba de ello, seria interesante hablar con aquellos que abandonaron y preguntar por el estado de su fe, mantengo el contacto con pocos de los que abandonaron, pero todos han abandonado la fe. Los que perseveraron y tenían menos respaldo exterior no corren mejor suerte. Un ministerio arduo, en unas condiciones emocionales muy deficientes, con muchas posibilidades de caer algún día en una depresión.
ResponderEliminarEste problema no ha sido tratado por el obispo anterior ni el actual, cuando una de sus principales labores es el cuidado de sus seminaristas y su presbiterio. El abandono es muy duro.
El Obispo de Gerona esto lo tiene bien controlado. El método es sencillo: a todos los seminaristas y curas les pone un lazo amarillo. Y al que lo rehusa, baculazo y ‘’tententieso’’, que te mandan al extrangero, o a la centrifugadora.
EliminarViendo las estadísticas vocacionales y sacerdotales de Gerona, con una media de edad de 75 años entre los curas, y con una ordenación anual desde hace unos pocos años (antes 0), esta diócesis morirá dentro de una década, y además demuestra la vergüenza de cómo funciona el Vaticano, la CET y la CEE: ningún control de calidad espiritual, nadie pregunta por qué no hay vocaciones, cuando antes, antes del Concilio, sí había.
EliminarEl seminario de Barcelona desde que tiene nuevo rector, està perdiendo seminaristas de manera excessiva. No sé sienten apoyados, se sienten controlados, observados y p...eados
EliminarSeminario ON LINE
ResponderEliminarLas tecnologías lo cambiarán todo, si Dios no lo remedia, pero puede que hasta sean buenas para luchar contra la crisis vocacional. Es mucha la gente que reza para que surjan vocaciones sacerdotales, pero alguien tiene que dar las ideas, que, si son buenas, puede que vengan de Dios gracias a las oraciones de los demás. O, dicho de otro modo, hay que sembrar ideas para que fructifiquen con el riego de las oraciones. Unos son los que siembran, otros los que riegan y otros los que recogen, dirá san Pablo. Pues, quizás una de las mejores iniciativas que se podrían tomar en estos momentos seria ampliar el concepto de seminario en el sentido de que no están todos los que son. Muchos podrían aprender la Teología desde sus casas a través de Internet, ya que son muchas las Facultades de Teología que dan cursos de Teología por este medio a nivel universitario y que hacen posible sacar el título de teólogo con los mismos efectos académicos que los sacados asistiendo a las clases.
La Iglesia debería promocionar hasta la saciedad el estudio académico de la teología vía Internet, aconsejándolo a muchos jóvenes aunque no tuvieran intención de ser sacerdotes. Simultaneando el estudio de una carrera teológica con el trabajo y también para tantos ni-nis como existen hoy en día. Incluso ofreciéndolo de forma gratis a los que considerara aptos para ello, sin exigirles compromiso alguno, ya que el respeto por la libertad debe ser la máxima de la Iglesia en el campo vocacional. No se debería tener miedo al porcentaje de sacerdotes que se conseguirían por este medio por bajo que fuera. Sería como una reserva para el futuro por si algunos decidieran ser sacerdotes al cabo de unos años. Académicamente ya estarían casi preparados. Sólo les quedaría la parte litúrgica y pastoral, como quien dice un año a lo sumo. En tiempo de vacaciones se podrían ofrecer convivencias para los estudiantes de teología on-line, que serviría para complementar lo que se obtiene en los seminarios clásicos: el conocimiento personal, el espíritu comunitario, la familiaridad con el mundo eclesial de la diócesis, etc.
El seminario tridentino toca a su fin. Ya no hace falta el edificio para tener lecciones de Teología. Por lo tanto … seamos realistas. En el seminario se va a toque de timbre: misa, comida, clases, paseo, etc. Luego en las vacaciones todo cambia y se deja de lado, se desmorona la vida de piedad. . Porque el sacerdote no vivirá en comunidad. Vivirá solo.
El artículo es muy certero y muy real.Lo se por experiencia propia...ahora bien , debo decir algo que aquí no va a gustar: Es hora que la Iglesia católica revierta la situación que se produjo hacia el siglo V , en occidente ( en oriente no) , o sea , el celibato obligatorio de los sacerdotes. Los casados con vocación sacerdotal - que los hay- deberían poder llegar a ser ordenados. Esto significa un cambio difícil para toda la Iglesia Católica , pues se ha amoldado toda una mega - institución y teeologia a este modo de hacer del sacerdote unicamente célibe durante siglos y siglos. El tener esposa e hijos no aminora la realidad ontológica y ministerial del sacerdote casado, así lo atestigua el resto de iglesias cristianas.
ResponderEliminar... la propuesta es buena, pero es un retroceso y una pérdida de la figura del sacerdote.
EliminarJesús es el Único, Santo y Verdadero Sacerdote, él fue célibe, continente y casto, luego por lo tanto, la Iglesia Católica de rito occidental está en la verdad del sacerdocio: el sacerdote está hecho a imagen y semejanza de Cristo, luego por ello ha de ser casto, célibe y continente.
Si acudimos a los primeros orígenes de la Iglesia, el primer Papa, Pedro, estaba casado y con una hija, Petronila.
Los obispos, como dice San Pablo, debían ser esposos de una esposa, con hijos bien educados:
“pero es preciso que el Obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, cortés, hospitalario, capaz de enseñar” 1 Timoteo 3, 2
Hoy, no obstante, ni en la Iglesia Católica ni en las Iglesias Ortodoxas autocéfalas, ningún obispo está casado.
La mujer se ha espiritualizado: el obispo ha de estar casado con la porción del Pueblo de Dios que está en su Iglesia Particular.
Por lo demás, el resto ha de ser obligatorio, que algunos no lo son:
"[el obispo ha de ser] irreprensible, marido de una sola mujer (su Iglesia Particular, su Pueblo de Dios), sobrio, prudente, cortés, hospitalario, capaz de enseñar"
Hoy, los obispos no enseñan...
Perdone, es exactamente al revés. Fue oriente quien cambio, porque la praxis apostólica era dejar la esposa si uno era ordenado, o vivir como hermana y hermano. Lo que hay que hacer es restaurar el derecho, acabar con la arbitrariedad episcopal en la designación de oficios y favorecer la colaboración de los sacerdotes con sus feligreses, como se ha hecho en los momentos de gran evangelización.
EliminarAnónimo de las 23:34
EliminarAsí les va. El sacerdote ha de estar íntegramente entregado al servicio de sus ovejas. Si tiene problemas familiares directos no podrá dedicarse en cuerpo y alma a su misión. Siempre estamos con lo mismo. Se puede servir a la Iglesia sin ser sacerdote. A nadie se le obliga a ordenarse como presbítero, pero si lo haces porque crees que Dios así te lo pide, ya sabes a qué te has de atener. El celibato bien cumplido, supongo que lo sabes, es un ofrecimiento más a Jesucristo Nuestro Señor.
Por fin una respuesta con la que me identifico.
EliminarHay que empezar a abrir las ventanas y a contemplar otras realidades que tal vez, sólo tal vez, sean más sanas para la recuperación de la actual situación.
En el peor de los casos se puede pillar un constipado (y tal y como estamos, no creo que sea mucho peor) pero ¿y si da resultado renovar el aire? ¿por que no ha de ser cosa de Dios? ¿por que todo lo que se contradice con la tradición ha de ser casi por obligación malo? La tradición está también marcada por las distintas etapas históricas..¿O ya no nos acordamos de Galileo? ¿o de la Inquisición?
Escrito demoledor pero necesario.
ResponderEliminarEl tema del afecto: muchos se creen que los sacerdotes son de acero inoxidable y es un gran prejuicio. Ellos necesitan ser 'padres', han de serlo, y ello requiere unos presupuestos mínimos. Por otro lado, uno se pregunta por el recorrido que se le augura a un seminarista que piense por sí mismo y sea de muy difícil aborregamiento.
En cuanto a los encubrimientos de abusos, suicidios, etc., los veo como un gran error: pronto o tarde acaba saliendo todo a la luz para mayor inri.
Parece que los Seminarios no solo no llenan de Cristo sino que ayudan a vaciar de Cristo al seminarista.
ResponderEliminarHe sido formador de un Seminario diocesano del Norte de España estos últimos cinco años. Puedo asegurar con rotundidad que lo escrito en este artículo nada tiene que ver con mi experiencia personal. En el Seminario hay personas de todas las edades, hasta casi los cincuenta años, y todos sin excepción son chicos estupendos: piadosos, buenos, entregados, limpios, generosos, y que viven como en una auténtica familia. No sé de dónde ha sacado el autor del artículo esa visión tan negativa. La mia ha sido absolutamente positiva y es directisima; me da pena que se escriban cosas tan negativas, que desaniman a cualquier chico que quiera entregarse totalmente al Señor. Y por cierto, soy sacerdote numerario del Opus Dei, al servicio de la Diócesis al 100. por 100 . Lo digo porque es absolutamente falso lo que alguna vez he leído en germinans sobre la falta de “diocesanidad” de la Obra.
ResponderEliminarGracias por sus palabras, sr. anónimo de las 11:10. Al menos alguien no hace aquí lo que el resto, es decir, verlo todo mal, desastroso, llevarse las manos en la cabeza... Mi opinión es que la gente de Germinans son, en general, pesimistas recalcitrantes.
EliminarSi usted es sacerdote numerario del Opus Dei, está todo dicho. Todo lo que hace la Iglesia oficial está bien hecho y los seminarios son parte fundamental de la Iglesia oficial.
EliminarEl problema no son a mi entender ni los Seminarios, ni los seminaristas.
ResponderEliminarNi las vocaciones (que el Señor seguira llamando) y jóvenes generosos seguiran respondiendo.
El problema esta en los clérigos trepa, y en los obispos que no saben detectarlos.
Nosotros aquí en Barcelona hemos vivido y experimentado el caso de un sacerdote llamado Joan-Enric Vives, que el Cardenal Jubany tenia muy bien clasificado.
Pero después vino D. Ricard María Carles, y ya hemos visto como de superior del Seminario, paso a Obispo auxiliar, a Obispo coadjutor con derecho a sucesión, y miren gracias al Papa Francisco no lo tenemos de Cardenal en Barcelona.
Mons. Vives no ha podido repetir la historia del Card. Casañas como hubiera sido su deseo.
Hoy por caridad no explicaré la cantidad de vocaciones al sacerdocio que lo tuvieron que dejar por culpa de Vives, y lo que algunos han sufrido por culpa de él para llegar al sacerdocio.
Lo que es obra de Dios no hay quién lo pare,... aunque a veces te cruces en el camino con un trepa que te pone piedras a las ruedas.
Cuando veo tantos casos, y ahora esta desgracia de esos obispos que han participado o tapado abusos, entiendo que "treparon" y no tenian ni fe, ni vocación para sus responsabilidades a ellos enconmendas.
Y tanto daño que han hecho y siguen haciendo a la Iglesia Católica.
Solo Dios puede y debe arreglar estos desaguisados por el bien de su Iglesia y de los fieles y de los mismos pastores.
Supongo que este análisis es de los seminarios de Cataluña, infectados por el virus progresista con su variante nacionalista separatista.
ResponderEliminarPero no creo que sea válido para otros seminarios como el de Toledo. Ni para los 115.000 seminaristas de todo el mundo.
El modelo del seminario clásico está probadísimo. Lo que ha fracasado es el progresismo.
Y para las vocaciones, familia, grupos apostólicos y monaguillos... Esas son la fuente de las vocaciones. Sin olvidar a los "viri probati", hombres sin compromisos familiares que pueden dedicar los últimos años de su vida al sacerdocio.
Hay seminarios que han ido mal, como demostró el informe Viganò. Y en Cataluña, todo va mal.
EliminarRecuerdo perfectamente en el Interdiocesano como, con frecuencia, se quedaban en el seminario dos seminaristas: uno de la primada y el otro mallorquín. Eran una pareja de 'locas' como se demostró en uno de los casos. Ordenado el último de diácono, a pesar de las advertencias que hacíamos varios seminaristas, acabó secularizándose posteriormente después de encabezar manifestaciones gays en Mallorca. El otro después de un período algo oscuro acabó ascendiendo, como hacen muchos de estos indivíduos. Como dicen en mi pueblo: 'no hi ha ni un pam de nét'
ResponderEliminarOtro ejemplo más de la desidia del seminario barcelonés en controlar espiritualmente a los seminaristas. Parece que prima la estadística...
EliminarEl prior del Valle dw los Caídos dijo que lo que quiere PERPETRAR el gobierno con el Caudillo es obra del demonio. Agradecería opinión sobre el tema, gracias.
ResponderEliminarMuy de acuerdo con el Prior.
EliminarMi experiencia: cuando entre en el seminario encontré la negación de lo que había vivido en mi parroquia de pueblo y de origen.... Don Ricardo por aquel entonces quiso hacer de Tortosa el Toledo de Cataluña... El clero se le echó encima y así acabamos algunos....
ResponderEliminarYo creo que en los seminarios es donde se ha de fomentar la piedad y la fidelidad a la vida litúrgica de la iglesia y el amor al estudio de las ciencias sagradas.
Mis sugerencias serían que los seminaristas vivieran todo el curso en el seminario, y los fines de semanana fomentar la liturgia y el estudio.... la pastoral ya la encontrarán... Desterraría las guitarras y fomentaría el uso del canto gregoriano y el vestido talar.
Aunque parezca “descabellada y anticuada” esta idea, pediría a los superiores que consultaran a sus seminaristas con toda libertad .....o sino, crear seminarios de “corte tradicional” y que se inscribiera quien quisiera..... os aseguro que Barcelona estaría repleto.
Salvador Biarnes i Biarnes. (El Cid)
Hay dos matices que creo fundamentales y que podrían aportar un poco de luz a los comentarios anteriores:
ResponderEliminar-para un seminarista, así como para un sacerdote, es muy importante el apoyo de la comunidad cristiana. Tiene que apoyarse en los laicos y ser apoyado por ellos, conservando su dignidad sacerdotal (físicamente tb, por favor, que es un gusto ver a un sacerdote vestido como tal) y su vocación. Se están fomentando los encuentros entre sacerdotes de las mismas edades e incluso los encuentros entre seminaristas. Todo lo que sea reforzar afectivamente para poder luchar el buen combate que tienen por delante debe promoverse. Ahora bien, si hay desmanes o abusos, han de denunciarse, para que no se extienda la úlcera.
-si un seminarista abandona el seminario y pierde la fe poco después, ni tenía la vocación bien discernida ni ha entendido nada. La vocación es una llamada de Dios en la Iglesia. ¿Cómo va a dejar de creer en Alguien del que está enamorado -si no es así, mal asunto-?
-Estar muchos años en una parroquia también tiene una contracara. Por experiencias cercanas, el sacerdote a menudo se acomoda, deja de buscar iniciativas de evangelización tan activamente como al principio y esa tendencia lleva a una comodidad espiritual que mata el ardor apostólico. Moverles cuando se ve necesario impide ese aletargamiento y obliga a replantearse continuamente al sacerdote a Quién sirve y ha consagrado su vida. Ya digo, al margen de casos concretos.
Falta de fe y sana doctrina. Nunca el problema es de las estructuras ni de la organización ni de los métodos, que son el cascarón. Siempre es culpa del espíritu que las anima.
ResponderEliminarQue los seminaristas cambian a menudo de parroquia y no hacen familia? Por eso se sienten deprimidos? NO. Eso es porque no se les ha enseñado, no se les ha hecho sentir que allí donde se juntan dos en el nombre de Jesus, que todos son sus hermanos y hermanas e hijos en Cristo. Su familia es toda la Cristiandad. El cristiano siempre se siente en casa, porque viaja con su Padre Dios, con su Madre la Virgen, con sus hermanos que están en todas partes.
ResponderEliminar"La caída del padre Dr. Wolfgang Rothe"
(...y cayó, y fue grande su ruina - Mateo 7,27):
https://gloria.tv/post/hAvmZPUqXRKy6VU6zyoUWXW48
See also « Fall of Father Dr. Wolfgang Rothe » :
Eliminarhttps://gloria.tv/post/LUpCzi9KybgA23DjcZtZGjKNw
and
http://www.eszwajcaria.com/forum/viewtopic.php?f=2&t=8877
Thank you
Xaw Ma