El Papa confiesa su impotencia ante la pederastia

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El Papa Francisco saludando efusivamente al cardenal Mc Carrick
Me ha dejado muy mal cuerpo y peor espíritu la lectura de la Carta del Papa Francisco al Pueblo de Dios. ¿Por lo que dice? No por lo que dice, sino más bien por lo que calla. Exactamente en la línea del “Quién soy yo”. Misericordia infinita para las víctimas de la pederastia sacerdotal, episcopal y cardenalicia que se ha removido allá en Pennsylvania. Salen de ese ajuste de cuentas, 300 verdugos que han podido ser acreditados y 1.000 víctimas que han tenido el valor de someterse, después de tantos años, al doloroso proceso de acreditación de su extinta condición de víctimas. Pero ante lo más sistémico de este cáncer, que es el historial delictivo del cardenal McCarrick y sus poderosísimos valedores y amigos, cabe sospechar que eso es sólo la punta del iceberg.

En primera lectura, esa Carta me decepcionó, me dejó descolocado. Así que procedí a una segunda lectura, más pausada y tomando nota de su contenido párrafo por párrafo. Ya el título es inquietante. ¿Al Pueblo de Dios? Así que si el remedio está en el Pueblo de Dios, es que el origen del problema no está en los jefes, sino en los indios. Lo que tenía que haber hecho el papa, era poner firmes a los obispos y cardenales, ¿no? Pues no, eso es cosa del Pueblo de Dios, al que pide que ayune y rece, no que denuncie, no que luche, sino que ayune y rece. Es que tiene unos jefes que no se los merece.

El joven sacerdote Mc Carrick
En el primer párrafo, nos ofrece el Papa la radiografía de su alma y de su carta. “Si un miembro sufre…” sufre por las víctimas, por el sufrimiento de muchos menores a causa de abusos sexuales. Respecto a los verdugos dice que se trata de “un crimen que genera profundas heridas de dolor e impotencia”.  El Papa nos abre su corazón y nos confiesa su dolor y su impotencia. En su corazón no cabe la ira. Jesús cogió el látigo justo en el templo, y la emprendió a latigazos contra los que se habían montado su chiringuito en el templo de Dios. Pero nuestro humildísimo papa nos dice: “Nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y reparar el daño”. Ahí tenemos su radiografía en 4D.

¿Y los verdugos? ¡Ah, sí!, Guardando al futuro non sarà mai poco tutto ciò che si fa per dar vita a una cultura capace di evitare che tali situazioni non solo non si ripetano (mirando al futuro no será nunca poco (¿?) todo lo que se hace (¿?) para dar vida a una cultura capaz de evitar que tales situaciones no sólo no se repitan…) ¿Evitar que tales situaciones no se repitan? Será evitar que se repitan, ¿no? Y por supuesto, en esa nueva “cultura” no se hablará de crímenes ni de abusos, sino de “situaciones”. ¿Y no “será” nunca “poco” lo que “se hace”? Un lenguaje tan confuso no puede ser fruto de una mente clara. Es que en pleno ferragosto, las oficinas vaticanas están vacías. ¿Y qué es eso de suspirar desde la más alta cúpula de la Iglesia por una “cultura”? ¿Acaso no tiene la Iglesia la más potente cultura (que es “doctrina”) para evitar tales conductas? ¿Y qué ha hecho la Iglesia durante estos dos mil años transcurridos sin esa “cultura” por la que aboga el Papa? Ay, ay, ay…

Y más abajo, abundando en el embrollo, la carta habla de “víctimas de abusos sexuales, de poder y de conciencia”, y de “condenar con fuerza estas atrocidades y concentrar los esfuerzos para erradicar esta cultura de muerte”. Es que si no hay abuso de poder (y ésa pretende ser una teología superior a los 10 mandamientos) ¡y de conciencia!, no se pueden dar los abusos sexuales, ¡claro! Es la subcultura de la homosexualidad del clero que denuncia como devastadora el obispo de Madison (¿quién soy yo?),  y no los abusos de poder y de conciencia, la causa del desastre. Se parece a la condena de la violencia por parte de la ETA. Condenan “toda” violencia. ¿Aprecian el detalle?

He ahí el brillantísimo diagnóstico papal: así es imposible que se recupere el enfermo. Y como primicias de la nueva “cultura”, están la solidaridad, muy importante, y la “lucha contra todo tipo de corrupción, especialmente la espiritual”, sin que falte la alusión al gran hallazgo de la autorreferencialidad. Y cosa importante, esto es tarea de todo el pueblo de Dios, que sobre todo ha de recurrir al ayuno y la oración, no a la denuncia.

¿Y la responsabilidad in vigilando? No, el problema no es ese, ni va por ahí la solución. Nada de exigir responsabilidades a la jerarquía. No es eso, el tema es la corrupción de todo género, y el problema de la Iglesia es el clericalismo (no podía faltar en un buen diagnóstico de los peores males de la Iglesia, incluida la pederastia clerical). Es ahí donde hay que poner el foco. Es el clericalismo el responsable de la pederastia y de su encubrimiento por la jerarquía. Así que tranquilos, señores obispos, que aquí está el Pueblo de Dios para “erradicar la cultura del abuso”.

Y sí, ya hacia el final, hasta apela a la conciencia de pecado. ¿Pecado? ¡Quién soy yo! Es curioso el párrafo en que dice: “Es imprescindible que como Iglesia podamos (¿por qué podamos?) reconocer y condenar con dolor y vergüenza las atrocidades cometidas por personas consagradas, clérigos, e incluso por todos aquellos que tenían la misión de vigilar y proteger a los más vulnerables (pero el Papa es sólo el responsable de clérigos y personas consagradas, ¿no? Nadie le pide a él cuentas de los demás). Es que como se trata de abusos sexuales, de poder y de conciencia, pues todo se confunde. Pero eso sí, lo más importante es la compasión y la misericordia. ¿Y dónde están los obispos y los cardenales? Aquí no, no toca. A quien le toca es al Pueblo de Dios. En fin, en fin…

Me ha dejado un tremendo vacío esa carta del papa Francisco al Pueblo de Dios. ¿Las víctimas? Oiga, Santidad, ellas no son el problema: ni recién cometido el crimen ni a los 70 años de haberlo cometido. Usted no es el responsable de las víctimas, sino de los verdugos. Oiga, que estamos como con la ETA. Las víctimas están todas, no falta ni una. ¿Pero y los verdugos? ¿Han comparecido ante la justicia y ante nuestra conciencia los verdugos? ¿Cómo quiere que no continúe la racha de crímenes si ni aparecen ni comparecen ni son condenados los verdugos? ¿A eso jugamos? ¿A ser compasivos con las víctimas y en todo caso a hacer el paripé y pedirles perdón? Y eso sí, como nuestra compasión no tiene fronteras, extenderla ya de paso a los verdugos. Hemos de competir con Dios en misericordia y olvidarnos de la justicia.


Oiga, Santidad, no me hable de las víctimas, hábleme de los verdugos. Usted es el jefe supremo, y por tanto responsable último de los verdugos. Cuénteme qué va a hacer con su responsabilidad, y qué plan tiene para poner freno a la delincuencia desbordada de sus subordinados.  Su responsabilidad son los verdugos; sobre ellos tiene que actuar, no sobre las víctimas. Que por ellas no puede hacer nada. Nada más que llorar sobre ellas y decirles “¡Oh, cuán avergonzado me siento, lo siento!” ¿Eso es todo? ¿Acaso piensa aplicarles un correctivo a las víctimas mientras contempla impasible a los verdugos?

Óigame, Santidad, a mí me parecería incluso genial que el Papa emérito Benedicto XVI, coronase su papel de Cordero de Dios que carga con el pecado de la Iglesia con el que ya le han cargado amigos y enemigos. Sí, Santidad, el pecado es monstruoso y merece la víctima más digna que seamos capaces de ofrecerle al mundo en expiación de los más execrables crímenes de sacerdotes, obispos y cardenales: la florinata de la Iglesia. Quien ha fallado y quien ha pecado ha sido la Iglesia, cuya cadena de responsabilidades no se detiene en los obispos ni en los cardenales, sino que culmina en el Papa, en la cúspide de la cadena de mando. ¿Aceptaría el mundo a Benedicto XVI como chivo expiatorio?

La Iglesia tiene una oportunidad de oro para lavar su pecado y volver a presentarse ante el mundo con las vestiduras lavadas en la sangre del cordero dispuesto a cargar con los 70 años de crímenes sexuales de la Iglesia.

Con esa penosa carta al Pueblo de Dios, si esa es la respuesta de la Iglesia a la acusación insoslayable de 70 años de abusos por parte del clero, seguiremos arrastrándonos en el cieno en que está hundida la Iglesia. Un cenagal que ni el papa, ni los cardenales, ni los obispos, ni los superiores religiosos, ni los teólogos de doctrinas peregrinas son capaces de limpiar. Peor aún, resplandece en exceso el cuidado exquisito por no acusar a nadie, por ejercer de plañideras sobre las víctimas para eludir de este modo el señalamiento de los verdugos. La decepcionante carta del Papa al Pueblo de Dios, pone toda la fuerza del foco en las víctimas, no vaya a ser que el exceso de luz deje los verdugos al descubierto.

En efecto, ahí quedan en esa carta bien a cubierto los responsables de tantos crímenes. No se expresa el propósito de perseguir esas prácticas y esos silencios obscenos de los obispos. Un delito sin delincuentes, por los que la Iglesia expresa su amor mediante la prolongación del silencio. Como dicen los que quieren liquidar en falso la ignominia de ETA, ni vencedores ni vencidos, ni víctimas ni verdugos. Una paz de dejadnos en paz, que no pasa ni por la verdad ni por la justicia, es apaciguamiento.

Apaciguamiento de los que han tirado y siguen tirando de los hilos, para que aflojen la presión. En esa carta no hay culpables, no hay invocación a la justicia ni limpieza de la basura que una vez más se ha ocultado bajo la alfombra. No, no pueden caer los que tienen que caer, porque tiembla el misterio.

El obispo de Madison, Mons. Morlino
Frente a la carta del Papa, la del obispo de Madison, que acusa directamente a la que llama “subcultura homosexual” de que está impregnada la jerarquía de la Iglesia (que empieza en los obispos, sigue en los cardenales y superiores religiosos y culmina en el Papa); y como los seminarios están a cargo de los obispos, es ahí donde éstos inoculan su veneno.

Y en respuesta también a esa carta, la advertencia del arzobispo de Dublín: “No basta con pedir perdón por los abusos”. ¿De qué sirve pedir perdón si los altos responsables de la Iglesia y por tanto de la ocultación y perpetuación de esos crímenes, mantienen todo el poder? Tiéntese la ropa, cardenal Omella, y siga promocionando homosexuales a los puestos de responsabilidad de su diócesis. Es que, ¿sabe?, la inmensa mayor parte de crímenes de pederastia son obra de homosexuales. ¿Y qué? Es lo que se lleva. Y ahora es cuando le toca gritar a la jerarquía eclesiástica: “Pennsylvania somos todos”.  

¿Dice algo de eso la carta de Francisco al Pueblo de Dios? No, ni en sueños, porque ya nos advirtió al principio de su pontificado que ni él es quién para juzgar esa conducta (ni menos a los que la practican), que él no ha visto ningún carnet del lobby arcoíris en el Vaticano y que esas cosas Dios (bueno, la Cía.JHS) se las ha repensado y las lleva de una forma distinta a como las llevaba antes de que los promotores de esa subcultura homosexual se hiciesen con el poder en el mundo; y por lo que parece, también en la Iglesia. En fin, que como ocurre en todo el mundo, el elegido se debe a sus electores.

¡Y pensar que esos vientos vienen soplando en la Iglesia con fuerza desde hace más de 70 años! El Concilio Vaticano II fue la gran oportunidad de los que habían acomodado su conducta (que por lo visto eran muchísimos y tenían copada ya la jerarquía) a los previsibles e inevitables cambios de la Iglesia. ¿Ha dicho algo el Papa en esa carta de abrir en la Iglesia una investigación paralela a la de la corte suprema de Pennsylvania? ¿Ha hablado de desmontar la estructura jerárquica y moral que hizo posible esa instalación de un sector importante de la Iglesia en el abuso sexual cometido contra menores encomendados al cuidado de la Iglesia? ¡Cuánto más grave y detestable es el delito (equiparable al incesto) cuando quien abusa es la institución y la persona en que se ha refugiado el débil! 

Virtelius Temerarius

NOTA: este artículo es anterior a las estremecedoras revelaciones del arzobispo Viganó, que acusa al papa Francisco de ser el más señalado encubridor del cardenal McCarrick, el peor depredador sexual de seminaristas y sacerdotes.

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24 comentarios

  1. Pareciera que habla para una comunidad redimida por Cristo, la Iglesia peregrina en la tierra, que por formar parte de la Comunión de los Santos, interacciona con la Iglesia purgante y la Iglesia triunfante y que no hubiera que hacer más que orar y mortificarnos, descartando la corrección fraterna y obviando la salvación personal.

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    1. Allí está el resultado de este neoarrianismo propiciado por los grupos del retorno al Jesús histórico. Fue pobre, fue pobre, fue hombre... Allí lo tenéis. Ved en lo que ahora tiene que mancharse las manos la Iglesia.

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  2. Parece que Virtelius Temerarius no se ha enterado de las numerosísimas medidas que ha tomado el Papa castigando a los culpables, como nunca se había hecho antes. Deponer cardenales, cesar obispos, exigir que cesen todos los obispos de un país, etc. Más bien cabría achacarle que a veces es demasiado expeditivo en el castigo, sin verificar suficientemente los hechos, aunque por la propia naturaleza de estos es complicado recabar las pruebas. Resulta antológico hacer responsable al actual Papa de los abusos cometidos hace décadas y décadas. Como es el primer Papa que adopta medidas generales y enérgicas para combatir la pederastia en la Iglesia, y evitar todo encubrimiento, si se le hace responsable de lo sucedido antes de su pontificado parece que lo que molesta es que tome esas medidas. Al pueblo de Dios, sí, porque debe existir el pueblo de Dios unido, y porque el encubrimiento de la pederastia en parte ha sido cosa de todos, por corporativismo, por no meterse en problemas, por clericalismo. Sin duda la mayor responsabilidad es de la jerarquía. Encubrimiento generalizado que no se ha producido solo en la Iglesia, también en toda la sociedad, y con las mismas excusas. Encubrimiento generalizado que ahora mismo se esta dando en toda la sociedad, con excepción de la Iglesia, que es la única institución donde ahora se persigue a la pederastia y sus encubridores. Cuantitativamente, por obvias razones, es mucho mayor la pederastia fuera de la Iglesia, en instituciones educativas civiles y de ambientes juveniles, y no se denuncia ni se persigue el encubrimiento de esta. Con evidentes responsabilidades de las más altas magistraturas políticas. Nadie les exige nada. Me parece que el pecado de ahora de la Iglesia es no denunciar el encubrimiento colectivo de la pederastia fuera de la Iglesia. Todos sabemos que se usa la pederastia para atacar a la Iglesia, como modo de extorsión, desde fuera y desde dentro de la propia Iglesia. Que hay una hipocresía descomunal en muchos de los que denuncian la pederastia en la Iglesia, que sólo lo hacen para intentar extorsionarla, y que a la vez está encubriendo una mayor pederastia fuera de la Iglesia. Que lleva hasta el límite de propagar y defender los abusos mientras se finge denunciarlos. Como es el caso del Me too a raíz del caso Wenstein, ensalzando a Meryl Strep como super líder, cuando fue ella quien un año antes proclamó públicamente que este Wenstein era “dios”. Todos los medios lo saben y todos como canallas del abuso lo callan. Quien denuncia sólo la pederastia dentro de la Iglesia y no la de otras instituciones sociales es un encubridor y promotor de la pederastia.

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    1. Una sola pregunta al comentarista de las 3:35

      ¿Cuando el Papa Francisco eligió al cardenal McCarrik como uno de los personajes del consejo más íntimo de cardenales (y lo mantuvo a su lado durante años) ¿no sabía aún nada de la vida y milagros de ese cardenal? Y de monseñor Ricca, el que le pasa la mano por la cara como un sátiro, ¿tampoco sabía nada?

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  3. “Viganò al “sancionado” McCarrick: “Usted es tan amado por todos nosotros”

    http://www.lastampa.it/2018/08/29/vaticaninsider/vigan-al-sancionado-mccarrick-usted-es-tan-amado-por-todos-nosotros-u1vApr37DSK0ZGcsPn5IfK/pagina.html

    https://www.youtube.com/watch?v=bywCzrlxsK0&feature=youtu.be

    No es que alguien diga que lo dijo, que lo interprete así, es que se le ve y escucha en el video diciéndolo.

    ¿Se puede ser más hipócrita? ¿Se puede ser más descaradamente malvado en sus ataques? ¿Pueden ser más hipócritas los que ocultan esto cuando atacan al Papa respaldando a Viganó?


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    1. La perversión del término amor esta alcanzando niveles nunca imaginados dentro de lo que se puede esperar de aquellos que hablan en nombre de el Amor con mayúsculas. ¡Que pena!
      La verdad es que a lo único que invita todo esto es a no fiarse de nadie, ya que además todo son medias palabras y medias verdades.
      Esto no es más que una lucha de poder entre hombres que, justamente, no deberían luchar por el.
      Menos mal que al final sólo será el juicio de Dios el que premie o castigue a todos y cada uno.

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  4. 1

    ¿Qué hay detrás del caso Viganó y sus socios conocidos y desconocidos? ¿quiénes son sus socios desconocidos que no dan la cara?

    Evidentemente es un ataque al Papa de la Iglesia Católica, al que se le acusa y se le exige que renuncie.

    Aunque en un primer momento quisieron presentar a Viganó como un heroico yanero solitario ellos mismos han confesado que su escrito lo redactó con otros. Así lo ha confesado el vaticanista Andrea Tornelli. También aparece la mano de Aldo Maria Vali. Y un hombre de negocios yanke, Tmothy R. Busch, confiesa en el New York Times que impulsó el manifiesto, que conocía, poniendo los medios de comunicación yankes que habitualmente atacan al Papa con cualquier excusa y que inmediatamente son redifundidos por los de aquí.

    Rápidamente Viganó ha quedado acreditado como un completo hipócrita. No sólo hizo múltiples veces aquello de lo que acusa a otros, acompañar al cardenal McCarrikc como si nada, En su caso culpablemente porque dice él que sabía con certeza los abusos del cardenal. Es que Viganó llegó al extremo, cuando él dice que conocía su historial abusador, de decirle públicamente: “Usted es tan amado por todos nosotros”

    Contra toda lógica, con esto no quedará hundida la operación. Porque está claro que quienes la urdieron sabían que esto saldría a la luz. Lo que sí indica es que el ridículo Viganó es un mero instrumento de otros, dado que se tiene que prestar a hacer el papelón.

    Es claramente una operación de extorsión contra la Iglesia, pues tiene la formalidad explícita de la extorsión. El propio Viganó y también Tornelli dicen tener documentación que sacarán si quieren -prueba clara de los motivos espurios de su denuncia-, es decir, si el extorsionado se aviene o no a hacer lo que quieren los extorsionadores.

    La operación ha desembocado rápidamente en la farsa. Esto recuerda al “prusés”, que cursa como farsa descarada, y lo quieren hacer así. Igual similitud en el victimismo impostado de los agresores –“la querella catalana” es el nombre que se le da en el mundo jurídico desde la Edad Media- y en la profanación descarnada de lo sagrado.

    ¿Cuál es el fin último de la operación que cursa como farsa? Desde luego el ataque a la Iglesia y el intentar crear división para su daño. Pero podría tener un fin más específico, más táctico. Es más que evidente la ausencia de responsabilidad del Papa Francisco en el caso del cardenal Mc Carrickc. Ha sido el Papa quien le ha sancionado. Y en farsa se pretende acusar al Papa. Esta sinrazón la saben perfectamente quienes han urdido la operación, que tienen inteligencia de sobra. No puede ser un error, lo hacen deliberadamente mal. Es evidente que si hay alguna responsabilidad le podría corresponder en alguna medida a Benedicto XVI -que renunció confesando su debilidad ante los cuervos- y claramente de Juan Pablo II, que fue quien le promovió toda su carrera, haciéndole obispo, cambiándole a sedes más importantes y finalmente nombrándole cardenal (Y de personajes como el presidente Bill Clinton, mejor informado que nadie, que le dio nada menos que el “premio de derechos humanos”, pero la hipocresía generalizada impide recordar este hecho público) Esta posible responsabilidad exclusiva de Juan Pablo II la conocen perfectamente los que han organizado la operación, que se dicen seguidores suyos.

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  5. 2.

    Así pues, los datos objetivos indican que lo que quieren quienes han urdido esta operación es que se ataque al Papa Juan Pablo II. Y en alguna medida a Benedicto XVI.

    Resulta paradójico, pero es así. Lo que obliga a pensar en el motivo de esta contradictoria operación. En abril pasado el Papa, en la Gaudete et Exsultate, denunció la existencia de “grupos” heréticos pelagianos y gnósticos, caracterizando a los pelagianos de un modo muy preciso, que cualquiera sabe a quién se refiere como el principal de ellos, fundado en España, como tantas instituciones de la Iglesia, y muy potente en Cataluña y ocupado en esta. Habla de “grupos”, organizados, no de actitudes personales. Como vivimos en un mundo irracional nadie se ha preguntado quienes son esos grupos heréticos denunciados por el Papa y porqué no los echa de la Iglesia. Igual que nadie se preguntó quienes eran los que, por su confesa debilidad ante ellos, forzaron la renuncia de Benedicto XVI. Seguramente los mismos. El Papa Francisco ha recordado varias veces, y la última hace unos meses, el consejo evangélico de dejar crecer la cizaña antes de cortarla. Esto explicaría su actitud de no sacar el látigo evangélico, aunque no el silencio generalizado de los demás.

    Si el Papa denuncia la existencia de “grupos heréticos”, organizados, dentro de la Iglesia lo lógico es que antes o después los reduzca. Ante eso ¿qué harán los grupos heréticos? Es de cajón que atacar al Papa. Esto es el caso Viganó.

    Los grupos heréticos pelagianos se sienten muy vinculados al Papa Juan Pablo II, al que han pretendido hacer suyo, a la vez que inicialmente proclamarlo como super Papa por encima de los demás. Estos grupos heréticos, a pesar de su gran poder, actualmente en solitario son débiles. Especialmente tras la precisa y contundente caracterización como heréticos que ha hecho el Papa. En cambio, si consiguen que para defender al Papa Francisco en el caso Viganó se ataque al Papa Juan Pablo II se hacen fuertes. Podrían usar a Juan Pablo II como escudo, blindándose tras él. Intentando hacer creer que las medidas que se puedan tomar para cauterizar su herejía serían un ataque al pontificado de Juan Pablo II. Esto explicaría el aire de farsa de la operación, además del común tic prusesista, y ese aparentemente absurdo poner el balón delante de la portería y sin portero para que se dispare contra Juan Pablo II en el caso McCarrick.


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  6. 3.

    Hace meses se pudo apreciar notoriamente que les sentó fatal que Benedicto XVI proclamara en un escrito que había “continuidad” entre su pontificado y el del Papa Francisco, y con el de Juan Pablo II. Tan mal les sentó que montaron una operación artificiosa con otro Viganó para desviar la atención de la importante declaración del Papa emérito.
    Como la cabra tira al monte y ellos son así, les gusta dejar su sello, igual que con la proclama de su “camino de afirmación nacional”. Alex Rosal Valls Taverner, oculta su segundo apellido, es sobrino del conocido y fallecido banquero Luis Valls Taberner, también emparentado con los dueños de La Vanguardia. Y dueño del periódico digital “Religión en Libertad”, donde suele promocionar las actividades de Miró i Ardevol, el que amenazó en La Vanguardia con “el barrizal interminable y la desestabilización” si el gobierno no les daba lo que querían, como está claro que ejecutan a través de los conocidos y recambiables títeres. En su “Religión en Libertad” ha publicado el artículo de un autor que sale como fiador de Viganó:

    “Por qué seguimos, y el Testimonio Viganò por George Weigel” “Viganò es un hombre honrado …Vigano es un leal hombre de Iglesia”

    https://www.religionenlibertad.com/opinion/849802609/Por-que-seguimos-y-el-Testimonio-Vigano.html

    Por otro lado, es indudable las preocupantes alianzas de sectores useños, también tradicionales. Aunque no se aprecia de qué entidad. Y más que previsible las de algunas instancias emboscadas en el Vaticano, también tradicionales.

    Creo que la cuestión actual es si el Papa considera que la cizaña ha crecido lo bastante y han salido a la luz los altos poderes que sostienen a los grupos heréticos señalados. Y hasta donde puedan llevar el ataque los grupos heréticos, que no tienen límite conocido.

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    1. El hundimiento de Francisco y del colegio cardenalicio31 de agosto de 2018, 10:32

      Nada evita ya discernir la incompetencia e incapacidad de Francisco para gobernar y enseñar doctrina.

      Francisco y muchos cardenales, conocían de la corrupción y los abusos dentro de la Iglesia y en la cúspide de la jerarquía, integrada por arzobispos y cardenales, desde el mismo momento en que Benedicto XVI entregó en mano a Francisco el informe Vatileaks, de 300 páginas, el 2013.

      Y el hecho más gravísimo que ya está planteado desde ahora mismo, es que ha quedado totalmente desautorizado, deslegitimado y desacreditado moralmente, tanto Francisco como todo el colegio cardenalicio.

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    2. Y nombrará ustedes a Pilar Rahola como nueva papisa, igual que Jaume Pujol la nombró representante de la Iglesia.

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  7. ¿Excusatio non petita?

    Dos altos eclesiásticos han salido extrañamente en defensa del Papa. Extrañamente porque lo han hecho inmediatamente antes de que le atacaran con Viganó. Son el cardenal Blázquez -de reciente reuniones secretas con Sánchez desveladas intencionadamente por el socio del Opus José Apezarena y publicitadas por su correligionario Gil Tamayo-, y el general de los jesuitas Arturo Sosa, que hace un mes se reunió con los jesuitas de Deusto, acudiendo representantes de todas las universidades jesuitas del mundo, y que tiene anunciada visita a Cataluña a final de septiembre.
    ¿Por qué apoyan al Papa Francisco antes del ataque?

    “El cardenal Blázquez escribió al Papa para mostrarle su apoyo antes de su viaje a Irlanda «SANTO PADRE, NO ESTÁ SOLO»
    En la carta, del pasado 23 de agosto”
    http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=33001

    “El padre Sosa arropa al Papa: "Nos invita a ir más allá de las políticas e 'tolerancia cero'"
    Queridos amigos
    Arturo Sosa, S.I.Superior General Roma, 24 de agosto de 2018”
    http://www.periodistadigital.com/religion/vida-religiosa/2018/08/26/religion-iglesia-mundo-vida-religiosa-jesuitas-superior-general-padre-sosa-papa-politicas-tolerancia-cero-abusos-encubrimiento.shtml

    Tan extraña anticipación da la impresión que busca desmarcarse -¿real o fingidamente?- del ataque contra el Papa. Nadie más lo ha hecho. Desmarque que sólo tendría sentido si por algún motivo se pudiera asimilarles con la operación Viganó. Lo que indica, en el caso del cardenal Blázquez, que la operación procede de España. Y, en el caso de Arturo Sosa, de algún grupo jesuita -lo que no debe extrañar dado que el Papa ha anunciado la posible canonización del mayor denunciador de la hipocresía de algunos jesuitas, el pensador Blas Pascal. Además, es visible la alianza entre grupos oligárquicos vascos y catalanes para sostener al gobierno del títere Sánchez.

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    1. La gran crisis que acabó con la generación del Concilio Vaticano Segundo31 de agosto de 2018, 10:49

      Francisco y la totalidad de los Cardenales conocían de los casos de mafias internas de corrupción económica, herejía y homosexualidad, entre otras, ya desde el 2013, gracias a la elaboración del informe sobre Vatileaks.

      En conclusión, todos los Cardenales fueron al cónclave del 2013 plenamente informados de la corrupción, herejías y homosexualidad dentro de ellos mismos, en las más altas esferas del Vaticano y de las diócesis mundiales.

      Y evidentemente, el que lo sabía todo de todo-todo era Francisco, pues el leyó, desde el primer día en que tomo posesión como Pontífice, todo el informe de corrupción, herejías y homosexualidad, contenida en el referido informe Vatileaks.

      Además, Francisco y los Cardenales nos han puesto a toda la Iglesia en una gravísima situación mundial, la de ser calificados y considerados como una organización criminal de ámbito internacional, por crear y ocultar, de forma masiva y continuada, graves crímenes y delitos de corrupción y abuso sexuales a menores.

      No, no, no... todo el colegio cardenalicio y Francisco deben de dimitir, y toda las estructuras de la Iglesia deben de cambiar y ser renovadas profundamente, desde ya este septiembre del 2018. Van a llover querellas criminales desde los Estados Unidos...

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  8. Sólo un apunte doctrinal, para no confundir al lector: Según el Credo de la Iglesia, esta es "Una, Santa, Católica, Apostólica y Romana".

    La Iglesia, jamás ha cometido ni cometerá pecado alguno, quien peca son los hombres que la integran. Por lo tanto, no caben afirmaciones como: "Quien ha fallado y quien ha pecado ha sido la Iglesia" o "La Iglesia tiene una oportunidad de oro para lavar su pecado".

    PD: Este apunte es sólo doctrinal. Los pecados y vicios de los hombres que hayan a los que referencia este post serán siendo execrables y sus responsables deberán rendir cuentas ante Dios en el Juicio particular en el que inevitablemente deberán comparecer algún día.

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  9. El libro “Pedófilos y sacerdotes: anatomía de una crisis social” de Philip Jenkins, de la Universidad de Pennsylvania (1), revela que sólo el 0.2% de los sacerdotes católicos en Estados Unidos se vio involucrado en casos de abusos sexuales versus el 8% de la población en general.

    (1) Pedophiles and Priests: Anatomy of a Social Crisis New York: Oxford University Press, 1996. 214 pp.

    Se desprende que sacerdocio y pederastia no es sinónimo. Sacerdotes y Obispos involucrados directamente o como encubridores, debieran ser de alguna manera corregidos fraternalmente y ante la Iglesia de este grave pecado de abuso. Pero esto no quita que el abuso en cifras es insignificante, comparado con la población general. Sin embargo, los media dirigidos ideológicamente atacarán sin piedad a la Iglesia, tratando de confundir el celibato con la pederastia.
    Tampoco es asumible esa cultura homosexual de la que se habla en los seminarios ni la traición al celibato, aunque sea heterosexual.
    Luego hay otra clase de abusos del clero con Obispos incluidos y religiosos, que diariamente se cometen aquí, en que se usa a la persona para fines con ideología perversa.

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    1. Laura, haces bien en el repetir lo que algún tontilla ilustrado aún no ha comprendido...

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  10. Confiesa su impotencia ante la pederastia? Lo que tiene que confesar es su complicidad. Despues de la carta del ex Nuncio en Washington el mejor servicio que puede hacer por la Iglesia es renunciar. Los hechos son gravísimos y la poca credibilidad que tenía esta por los suelos.

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    1. Francisco ha llamado al Cardenal Donald Wuerl de Washington, D.C., para que abandone los Estados Unidos

      comovaradealmendro.es/2018/08/francisco-ha-llamado-al-cardenal-donald-wuerl-de-washington-d-c-para-que-abandone-los-estados-unidos/


      Si es cierta esta noticia, eso constituiría otro trágico error, que se suma a los silencios e inactividades.

      Significaría que un potencial criminal y delincuente se ampara bajo la inviolabilidad diplomática del Vaticano, para así ser impune e inmune frente al castigo de los códigos penales laicos.

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  11. Hola: yo opino que los sacerdotes pederasta tendrian que ser enjuiciados por sus delitos y ser apartades del sacerdocio. Tambien en la Iglesia Catòlica el celibato tendria que ser opcional. Quizas se pudiera ser célibe para ser obispo, pero para ser un cura normal y corriente de una parroquia se podrian casar. Y si son homosexuales tambien.

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    Respuestas
    1. Al anónimo de las 18:02 le respondo lo que decía mi abuela cuando escuchaba alguna barbaridad: "Viva la Pepa, que se ha muerto el unclo".

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  12. El artículo es anterior...pero aparece con una foto de McCarrick y se publica el día 30.

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  13. Dice Virtelius Temerarius:
    "¿Aceptaría el mundo a Benedicto XVI como chivo expiatorio?"

    ¡¿Se la va a cargar quien lo denunció hace más de 12 años?!

    https://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/es/speeches/2006/october/documents/hf_ben-xvi_spe_20061028_ad-limina-ireland.html

    http://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/es/letters/2010/documents/hf_ben-xvi_let_20100319_church-ireland.html

    ¿No serán más, directamente, responsables los "ordinarios del lugar", es, decir los obispos correspondientes?

    ¿O es que lo tiene que llevar todo el Papa?

    Y si así fuera, Benedicto XVI NO es el Papa.

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  14. Me imagino que las fotos las pone el webmáster, y que es él quien decide cuándo publicar un artículo. GG se caracteriza por dejar pasar bastante tiempo entre el acontecimiento y el análisis o comentario de la casa. Quienes vamos al día y al minuto, somos los comentaristas, que trate de lo que trate el tema del día, damos la primicia de inmediato con el respectivo comentario.

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  15. Todo este asunto suena a excusa para atacar a los últimos papas y a la Iglesia en general. Totalmente desorbitado.
    Viganó parece cualquier cosa menos trigo limpio. Y un resentido también.
    Tienen mucha razón los comentaristas que denuncian a los obispos y superiores que toleran a los curas homosexuales. Y a quienes defienden la homosexualidad. Menos mirar para otro lado.

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