Nos ha tocado vivir una mala época: muy mala. Tenemos a los mayores energúmenos clamando contra la inmoralidad que se nos está comiendo por las patas. Y resulta que son esos mismos energúmenos los que al mismo tiempo claman furibundos contra la moral, e incluso contra la moralidad. Se entiende, porque no había más moral que la moral cristiana. Sólo esa: y por mucho tiempo, la única posible; porque es una moral que parte del principio de nuestra inclinación al mal, a causa del pecado original. Algo que no admiten ni en broma los detractores de la moral; porque ellos parten de la base (un dogma para ellos) de que el hombre es naturalmente bueno y que por tanto sólo se le ocurre hacer el bien si la sociedad no lo tuerce.
Por eso en esta filosofía tan progresista es la sociedad la que ha de cargar con la culpa y con la pena de la delincuencia. Es decir que es un tremendo disparate para esa doctrina, castigar a los delincuentes: ni menos con penas que ponen a salvo a la sociedad a costa del sufrimiento del pobre delincuente. Hay que darles fines de semana y vacaciones para que se vayan entrenando poco a poco a reinsertarse. Si entretanto delinquen, no pasa nada que no tenga que pasar: porque es la sociedad la que ha de cargar con el coste de la reinserción aunque le duela; es la sociedad la que ha de purgar los crímenes. Sencillo, sencillísimo.
Y como la doctrina obliga mucho, a los progresistas, justo por serlo, no les queda más remedio que defender a los delincuentes a costa de la sociedad. A los conservadores por el contrario, no les queda otra opción que defender a la sociedad a costa del delincuente. Así de sencillas son las cosas. Y los que están en medio presumiendo de ser a la vez gente de orden y de progreso, van dando tumbos.
Digo que nos ha tocado vivir un tiempo muy malo porque nos han dejado sin cimientos sobre los que construirnos. Los cimientos de la conducta son, en efecto, las costumbres. Y como la con-ducta (la manera de llevarse con los demás) nunca es indiferente: o es buena o es mala, por eso se la llama “moral”. ¿Y qué es la moral? Pues ni más ni menos que las costumbres. Por la simple razón de que ni cada persona ni cada generación tiene demasiadas probabilidades de acertar si tiene que inventarse de nuevo la conducta sin contar con la experiencia de generaciones anteriores. Al seguimiento de esas costumbres de los que las han ido trabajando a lo largo de generaciones, justo a eso se lo denominó moral. Y justo de ahí le vino la connotación de comportamiento correcto. Recordemos la exclamación de Cicerón en su primera catilinaria (la del quousque tándem) O témpora o mores, ¡oh tiempos, oh costumbres! Mores son las costumbres: de ahí la moral. Pues en eso estamos: no nos sirven las costumbres de nuestros padres y abuelos y tatarabuelos, porque eran costumbres cristianas. Y eso va en dirección contraria al progreso. En fin, que sin tener costumbres sobre las que asentar nuestra conducta (lo que se llamó moral), es de lo más normal y esperable incurrir en inmoralidades de todo género. Un botón de muestra: resulta que la película Call me by your name (llámame por tu nombre), una descarada apología de la pederastia, optará a cuatro óscar.
Y es también de lo más normal que se hiciese un gran esfuerzo por proscribir la palabra “moral” del tejido social, empezando por la educación. Así que para que no se identificase el progreso con la inmoralidad, la escuela sustituyó la moral por la ética; de manera que al convertirse en optativa la clase de religión (básicamente, transmisión de buenas costumbres) la opción alternativa fue la clase de ética. ¿Y eso qué es? Pues lo mismo pero dicho en griego, que suena más científico. En efecto, ézos es “costumbre”. Clase de buenas costumbres, de buen comportamiento. Es que la gente de progreso se refería a la ética de las conductas en vez de invocar la moral y la moralidad, que ya no se llevaba. El progreso instalado ya en el sistema educativo. Lo progre era aludir a la ética de las conductas, en vez de referirse a su moral, o a la moralidad de las personas.
Pero desde la perspectiva progresista, que perseguía la eliminación de la moral cristiana, no fue un buen acierto sustituir la moral por la ética, porque se transfirieron a ésta todos los contenidos de la moral. Y el que se esforzaba en comportarse éticamente, lo hacía conforme a la ética-moral cristiana. Y obviamente no era ése el objetivo perseguido; así que se abandonó también la ética. Había que inventar otra palabra que no tirase de las costumbres cristianas de toda la vida (es decir de la moral). Tampoco en la ética se reflejaba el dogma progresista en virtud del cual, dejándose llevar uno por su instinto, capricho o como queramos llamarlo, se comportaba maravillosamente bien. Porque si el hombre es bueno por naturaleza, no tiene por qué reprimirse en absoluto, porque es su bondad natural la que impulsa todos sus actos (y si no es así, la culpa es de la sociedad). Así que se eligió una nueva palabra. Y esta vez acertaron de lleno.
El nuevo término para referirse a “las buenas prácticas” (lo usaron especialmente los médicos y abogados para referirse al impecable ejercicio de su profesión que habían llamado antes moral y luego ético), el nuevo término fue el de “deontología”. Enorme hallazgo, porque este término no contiene calificación moral alguna. Se puede tener una exquisita deontología profesional perfectamente compatible con la mayor inmoralidad. ¡Por fin habían encontrado la palabra que andaban buscando! Los médicos dejaron de verse encorsetados por el juramento hipocrático. Podían hacerlo tranquilamente en la ceremonia de graduación y luego saltárselo alegremente siempre que les conviniera. Porque “déon” es “lo que conviene”; y la deontología es el sistema en que se establece lo que conviene. Interesante, ¿eh que sí?
Pero bueno, antes de llegar a la amoralidad integral aterrizando en la pura conveniencia, podían haber pasado por la ética kantiana, tan bien desarrollada en su metafísica de las costumbres. Pero no, hasta el imperativo categórico de Kant (obra de tal modo que tu conducta pueda ser elevada a ley universal) se les antojaba demasiado cristiano. Lo que querían era no sujetarse a ningún imperativo: ni externo ni interno.
Así que liquidadas la moral y la ética, se quedaron con la conveniencia, expresada en un elegantísimo helenismo, para que no se notase tanto. Pero hemos llegado a eso: a la pura conveniencia, al utilitarismo y al egoísmo. Déo significa tener necesidad de algo; tiene la forma impersonal deí, muy común, como el italiano “bisogna” o el catalán “cal”, y que en español traducimos por “conviene”, sin ninguna connotación moral. De tal modo que ese “conviene” puede referirse indistintamente tanto a la conveniencia individual como a la colectiva (en cierto modo connotada moralmente). Ahí estamos en efecto, después del largo recorrido por la moral y por la ética. Teníamos como referente las costumbres largamente probadas como guía de conducta. Ahora ya no, ¿para qué? Lo único que hay que mirar a la hora de elegir un comportamiento u otro es si conviene o no. ¿Convenir a quién? Está claro que si nos hemos desprendido de las costumbres como norma de conducta, no vamos a poner en su lugar un invento tan peregrino como la conveniencia de connotaciones metafísicas. ¿A quién le toca decidir qué es lo que conviene de por sí, en el supuesto de que ese género de conveniencia exista? Pues eso: la deontología es simplemente el sucedáneo de la moral y de la ética. Es decir, que cada uno haga lo que cree que es más conveniente en cada momento. Es la modernidad y el progreso.
Cesáreo Marítimo
"Se puede decir que hoy no vivimos una época de cambio sino un cambio de época. Las situaciones que vivimos hoy plantean desafíos nuevos que para nosotros, a veces, son incluso difíciles de comprender. Nuestro tiempo nos pide vivir los problemas como desafíos y no como obstáculos: el Señor está activo y obra en el mundo".
ResponderEliminarPapa Francisco, Florencia, 10 de noviembre de 2015
El pensamiento postmoderno
ResponderEliminarLa diversidad sexual
https://youtu.be/1QbTZYiQ6BA
Sra.Laura,siempre la he admirado por su magnifica clarividencia y ortodoxia en sus escritos,pero,es usted Fan del Papa Francisco?.
EliminarFantástico artículo por su relato científico.
EliminarPeterson: "Hay una crisis de la masculinidad porque se culpa a los hombres por el mero hecho de serlo"
http://www.elmundo.es/opinion/2018/02/12/5a80aa4746163f61168b4622.html
Dice Peterson que “a veces da la impresión de que nuestra cultura ha sido tomada por gente con graves trastornos de personalidad”. Coincido plenamente con él, aquí, el discurso tractoriano de clérigos, políticos y un amplio porcentaje de ciudadanos, orientaría hacia ese trastorno.
Tuve un familiar, muy cercano, que fue republicano y se tragó toda la guerra hasta la batalla del Ebro..; no se privó de nada.... Después fue a parar a un campo de concentración en Francia.Y más tarde volvió y recomenzó su vida en la España de Franco,la España del arrinconamiento y mordaza para los perdedores... Murió este buen hombre bien cumplidos los 90 y tantos años, solía decir en su experiencia que: la democracia sólo se puede vivir entre gente buena, muy educada y muy justa. La gentuza es incapaz de vivir en democracia". ( el llamaba "chentola",gentuza a : ladrones, vagos,embusteros y gente similar). Por tanto es cierto, que estamos viviendo un cambio tremendo en la humanidad pero si no se hacen esfuerzos en educar a la gente en los valores humanos básicos, ni tendremos democracia ni nada de nada,iremos a la hecatombe total rápidamente.
ResponderEliminarActualmente estamos viendo generaciones de jóvenes muy formados pero con mucha violencia y sin valores, sin futuro,capaces de saltarse las leyes a la fuerza, a golpes y por imposición ¿Nos tendríamos que preguntar quien está educando hoy a los jóvenes, la familia?...pues yo creo que no. Educar no es conseguir títulos universitarios o hablar los idiomas de moda.Educar en valores humanos es otra cosa y si los padres están ausentes en el hogar familiar ¿ quien educa ?...¡nadie está educando hoy a los jóvenes !.. actualmente crecen cerriles.
De la religión sólo se puede salvar el ejemplo que se pueda dar por parte de los hombres y mujeres que prediquen con sus vidas. Creo que la palabra de la Iglesia ya sirve de poco o de nada.
Por tanto esto tiene muy mal arreglo. Lamento ser tan pesimista.
Totalmente de acuerdo con usted, anónimo 8/51.
EliminarTambién en la ética, Cesáreo, estamos abdicando de nuestros principios. De hecho, ¿ha oído usted hablar de principios a nuestros obispos, a nuestros curas, a nuestros religiosos, monjes o monjas? ¿A los que se dicen católicos? En el mundo relativista en que vivimos, nada es objetivo, nada es permanente. Ya se sabe, usted opina así, yo opino asá, echémoslo a suertes o que decida la mayoría. Sin una referencia, sin un crisol en el que establecer la verdad de tal o cual aserto moral. Seamos misericordiosos sin sacar a flote la razón de la misericordia. Y, por tanto, sin denuncia del mal. De la carencia de principios a la inversión de los principios sólo hay un paso.
ResponderEliminarSea, por ejemplo, el desmadre de lo que está ocurriendo en el Vaticano con la moral familiar, con la moral tout court. Parece como si todo se redujera a la denuncia de la pederastia. Lo que se llama tolerancia cero. Eso está muy bien y es un pecado gravísimo. Ay quien escandalizara a uno de esos pequeños... más le valiera que... Dura recriminación del Señor. Pero hay otros aspectos donde el Vaticano patina ahora en pista libre, sin frenos ni vallas. Lo que escribió Juan Palblo II en numerosos documentos, a propósito de la vida y de la dignidad de la persona, se lo llevó el viento. No hay principios para Paglia, Sánchez Sorondo y demás en santa Marta. La verdad es que sí que hay principios: el del relativismo y el del utilitarismo. El del relativismo vaticano ha llegado a las películas. (En una escena de cierto film reciente, un cura declara "como dice el Papa, ¿quién soy yo para juzgarlo --al sodomita"?) El utilitarismo se está introduciendo en las declaraciones de determinados miembros de la institución romana sobre la cuestión que no dejan de ponderar los bienes resultante de determinadas manipulaciones de lo que se llama la linea germinal (cigotos, emnbriones).
Primero, hace decenios, defendían los alumnos de Aranguren la existencia de una moral desligada de cualquier connotación religiosa. Una moral laica, secular. Más tarde los discípulos de aquellos o aquellos mismos buscaban una ética de mínimos (Adela Cortina). Subsistía la idea de un referente común. Ahora parece haber caído este también. En la Iglesia de
Pues ahora hay una moral de casta gobernadora: como dijo Sistach, de Cardenal a Presidente hay cero.
EliminarNotita de la Conferencia Episcopal Luterano-Anglicano Tarraco-Tractoriana-Tabarnesa o CET (la de Pujol y Omella), con "zascas" interpolados por mí:
En aquest temps de Quaresma, quan se’ns convida a la conversió personal i comunitària [¿la comunidad tiene espíritu?], no podem obviar els esdeveniments polítics i socials que s’han produït en els darrers mesos a Catalunya-Tractoria-Tabarnia.
Des d’aquesta perspectiva els bisbes de les diòcesis catalano tractorianes i tabarneses adrecem una crida a tothom, els tractoriano-tabarnesos, a fer un esforç per refer la confiança mútua dins d’una societat com la nostra en la qual es dona una gran pluralitat cultural, política i també religiosa.
La cohesió social, la concòrdia, el sentir-nos propers els uns als altres i el respecte als drets de totes les persones que viuen a Catalunya-Tractoria-Tabarnia han de ser un dels nostres objectius prioritaris en aquest moment.
No podem ignorar ni menystenir que en relació a Catalunya-Tractoria-Tabarnia existeix un problema polític de primer ordre que obliga a cercar una solució justa a la situació creada que sigui mínimament acceptable per a tots els tractorians, amb un gran esforç de diàleg des de la veritat, amb generositat i recerca del bé comú de tothom.
Per això, tal com hem demanat repetidament, amb paraules del papa Francesc amb les que ens sentim compromesos els bisbes tractorians, diem als catòlics tractorians i a tots els qui ens vulguin escoltar de Tabàrnia que [voz mental engolada como Montserrat]:
--- «és hora de saber com dissenyar, en una cultura que privilegiï el diàleg com a forma de trobament, la recerca de consensos i acords, però sense separar-la de la preocupació per una societat justa, memoriosa i sense exclusions». (Evangelii Gaudium 239).
El passat 21 de desembre es van realitzar eleccions al Parlament de Tractoria-Tabarnia amb una gran participació dels electors.
És necessari que, amb voluntat de servei, els parlamentaris escollits impulsin els mecanismes democràtics per a la formació d’un nou govern de la Generalitat de Tractoria-Tabarnia que actuï amb sentit de responsabilitat envers tots els col·lectius del país, i especialment els més necessitats de superar les conseqüències de la crisi institucional, econòmica i social que vivim.
Volem fer esment d’una qüestió concreta que ens preocupa als de la casta episcopal tractoril. Pel que fa a la presó preventiva d’alguns antics membres del govern i d’alguns dirigents d’organitzacions socials tractorians i tractorianes, sense entrar en debats jurídics [per què ho tenim fotut això], demanem una reflexió serena sobre aquest fet, en vistes a propiciar el clima de diàleg que tant necessitem i en la que no es deixin de considerar les circumstàncies personals dels afectats que pertanyen a la casta dirigent, aparatich i nomenklatura tractorista.
Com a ciutadans d’aquest país i pastors de l’Església que fa camí a Catalunya-Tractoria-Tabarnia, novament reafirmem que, encara que no ens correspon a nosaltres optar per una determinada proposta als nous escenaris que en els darrers temps s’han plantejat, defensem la legitimitat moral de les diverses opcions sobre l’estructura política de Catalunya-Tractoria-Tabarnia que es basin en el respecte de la dignitat inalienable de les persones i dels pobles de Tractoria i Tabarnia i siguin defensades de forma pacífica i democràtica.
Finalment, demanem als catòlics que, descobrint el pas de Déu per la vida en aquests moments de complexitat, siguem instruments de pau i reconciliació enmig de la societat catalana tabarno-tractoril, i no deixem de pregar el bon Déu per la pau i la justícia a Catalunya Tractoria i Tabarnia.
Dat i beneït a Sant Cap de Núvols de Tiana, a 16 de febrer de l'any I de la Nova República Simbólica de Tractoria.
"Sea, por ejemplo, el desmadre de lo que está ocurriendo en el Vaticano con la moral familiar, con la moral tout court."
EliminarAquí, en la Nota pro-golpistas de los Obispos del 16 de febrero, creo observar la mano del diplomático Parolin, discípulo de Agostino Casaroli, en el sentido de someter y sojuzgar a la Iglesia Católica a los poderes mundanos anticatólicos:
"Com a ciutadans d’aquest país i pastors de l’Església que fa camí a Catalunya [así se autodefinen los obispos catalanes], novament reafirmem que, encara que no ens correspon a nosaltres optar per una determinada proposta als nous escenaris que en els darrers temps s’han plantejat, defensem la legitimitat moral de les diverses opcions sobre l’estructura política de Catalunya que es basin en el respecte de la dignitat inalienable de les persones i dels pobles i siguin defensades de forma pacífica i democràtica."
Aquí, en "encara que no ens correspon a nosaltres optar per una determinada proposta als nous escenaris", veo que los obispos nos han dejado a los pies de los caballos de la cultura de la muerte, del relativismo moral y de la ideología de género que impondrán todos estos políticos corruptos.
Es mejor prohibir y castigar como en el antiguo régimen que permitir el libre albedrío. Así ¿ Como nos equivocaremos, rectificaremos y mejoraremos ? La deontología es la experiencia de nuestros mayores formalizada.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el Sr Valderas Gallardo.
ResponderEliminarUsted, dale que te pego ¿sabe decir algo más?
EliminarNO!!
Eliminar"De la carencia de principios a la inversión de los principios, hay sólo un paso". Muy oportuno y acertado, señor Valderas. Estamos viviendo la más dramática inversión de los principios (sin ninguna moral, porque ya no nos sirven las buenas costumbres de los que nos precedieron), y aquí no pasa nada. Todos tan contentos y ufanos. Empezando por nuestros obispos, sacerdotes y religiosos. Como si de verdad no pasase nada. Y sí, lo que pasa es tremendo, es estremecedor. Tanto como lo fue la perversión y consiguiente aniquilación de Sodoma y Gomorra. No es necesario que nos aniquile Dios, nos estamos aniquilando nosotros mismos.
ResponderEliminarGracias, señor Valderas, por sus inquietantes reflexiones. Con ese negro panorama, la autocomplacencia es imprudencia.
Nota de los obispos de Cataluña
ResponderEliminarEn este tiempo de Cuaresma, cuando se nos invita a la conversión personal y comunitaria, no podemos obviar los acontecimientos políticos y sociales que se han producido en los últimos meses en Cataluña.
Desde esta perspectiva los obispos de las diócesis catalanas dirigimos un llamamiento a todos para esforzarnos en rehacer la confianza mutua en el seno de una sociedad como la nuestra en la que se da una gran pluralidad cultural, política y también religiosa. La cohesión social, la concordia, la cercanía mutua y el respeto a los derechos de todas las personas que viven en Cataluña deben ser uno de nuestros objetivos prioritarios en este momento.
No podemos ignorar ni menospreciar que en relación a Cataluña existe un problema político de primer orden que obliga a buscar una solución justa a la situación creada que sea mínimamente aceptable para todos, con un gran esfuerzo de diálogo desde la verdad, con generosidad y búsqueda del bien común de todos. Por ello, tal como hemos pedido repetidamente, en palabras del papa Francisco con las que nos sentimos comprometidos, decimos a los católicos y a todos los que nos quieran escuchar que «es hora de saber cómo diseñar, en una cultura que privilegie el diálogo como forma de encuentro, la búsqueda de consensos y acuerdos, pero sin separarla de la preocupación por una sociedad justa, memoriosa y sin exclusiones». (Evangelii Gaudium 239).
El pasado 21 de diciembre se celebraron elecciones al Parlamento con gran participación de electores. Es necesario que, con voluntad de servicio, los parlamentarios elegidos impulsen los mecanismos democráticos para la formación de un nuevo gobierno de la Generalitat que actúe con sentido de responsabilidad para con todos los colectivos del país, y especialmente los más necesitados de superar las consecuencias de la crisis institucional, económica y social que vivimos.
Queremos mencionar una cuestión concreta que nos preocupa. En cuanto a la prisión preventiva de algunos antiguos miembros del gobierno y de algunos dirigentes de organizaciones sociales, sin entrar en debates jurídicos, pedimos una reflexión serena sobre este hecho, en vistas a propiciar el clima de diálogo que tanto necesitamos y en la que no se dejen de considerar las circunstancias personales de los afectados.
Como ciudadanos de este país y pastores de la Iglesia que camina en Cataluña, nuevamente reafirmamos que, aunque no nos corresponde a nosotros optar por una determinada propuesta a los nuevos escenarios que en los últimos tiempos se han planteado, defendemos la legitimidad moral de las diversas opciones sobre la estructura política de Cataluña que se basen en el respeto de la dignidad inalienable de las personas y de los pueblos y sean defendidas de forma pacífica y democrática.
Finalmente, pedimos a los católicos que, descubriendo el paso de Dios por la vida en estos momentos de complejidad, seamos instrumentos de paz y reconciliación en medio de la sociedad catalana, y no dejemos de orar al buen Dios por la paz y la justicia en Cataluña.
Tiana, 16 de febrero de 2018
Los poderosos separatas se han puesto nerviosísimos cuando el gobierno, hace dos días, ha hablado de la posibilidad de que se respete el elemental derecho de los niños a recibir educación en español, brutalmente cercenado hasta ahora por todos los gobiernos de Madrid (siempre dominado por los poderes separatas supremacistas)
EliminarEl mismo derecho de los fieles a asistir a misa en español, brutalmente cercenado en buena medida por los obispos de las diócesis catalanas con la complicidad de la CEE y el Vaticano. Fueron los obispos quienes iniciaron la salvaje “inmersión”, jactanciosa palabra que expresa por sí misma su maldad.
Y justo seguido de que el gobierno expresara la mera posibilidad de respetar los derechos humanos sale la nota de los obispos que iniciaron por su cuenta “el camino de la afirmación nacional”. De la cuaresma sólo citarla, que no es cosa suya, como fechan la nota en un día de invierno. Lo suyo, ya se ve, es “el camino de la afirmación nacional”. Dispuestos a destruir la Iglesia para conseguirlo. Todo para el Cesar plutocrático.
También se han lucido con lo de hablar de la prisión “sin entrar en debates jurídicos”. Así que para ellos la prisión es una mera cuestión de poder, sin leyes. El que tiene poder mete presos a los demás. De eso tratan estos obispos, de poder, sólo poder. Sin entrar en debates jurídicos, sin entrar en la Cuaresma.
A ver si se caen del caballo y al menos entran en el debate jurícido canónico de banderas y sogas supremacistas asaltando consentidamente los campanarios de las iglesias.
Mira qué bien se tratan los obispos con la casta casposa del 3% y del golpismo... entre castas anda el juego...
EliminarLa conveniencia es amparo del más fuerte , para imponer sus fines. Así, en Catalunya el govern ha impuesto una mentira y una ilegalidad en el parlament para forzar la independencia. En lo social , la corrupción política y financiera se impone, por conveniencia de diversos grupos o lobys...está todo muy claro
ResponderEliminar“Es decir, que cada uno haga lo que cree que es más conveniente en cada momento. Es la modernidad y el progreso” No se equivoque, esa es sólo la apariencia. Se trata que todos hagan lo que le conviene al poder. Este es el que decide lo que es modernidad y progreso, su barbarie, y lo impone a todos.
ResponderEliminarEsta nota parece una SOFLAMA del muy detestable Carod-Rovira,protestonte donde los haya!!!
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