La Iglesia asistencial o el rábano por las hojas

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 No hay evangelización verdadera, mientras no se anuncie el nombre, la doctrina, la vida, las promesas, el reino, el misterio de Jesús de Nazaret Hijo de Dios. (Pablo VI. Evangelii Nuntiandi, 22)
La obra asistencial de la Iglesia es inconmensurable: maternidades, orfanatos, casas de caridad, hospitales, escuelas, comedores sociales, residencias de ancianos… Pero eso sólo son las hojas. El rábano acaba estando oculto bajo tierra: y ése, el rábano, es el auténtico fruto. Desde el momento en que la gente de Iglesia considera que dedicándose a la acción asistencial ya está cumpliendo su misión en la Iglesia y de cristiano, podemos decir que esta gente, ¡tan abundante hoy!, está cogiendo el rábano por las hojas (prefiere las hojas al bulbo, al tubérculo y si es el caso a todo el rizoma). Se conforma con la hojarasca, tan vistosa, y desprecia la raíz: que al ocultarla, no luce.
Me produce profunda tristeza asistir hoy a la conversión de las misiones en meras obras asistenciales. Materia, mucha; y estadísticas de lujo. ¿Pero y el espíritu? ¿Dónde ha quedado el Espíritu? ¿Dónde está el Evangelio, precisamente el evangelio de los pobres? Porque ésa es la cuestión: no sólo de pan vive el hombre (Mateo, 4,4); y el hombre pobre, menos que ninguno. El pobre, necesita el Evangelio de Cristo Salvador más que nadie.
Los que quieren justificar su furia asistencial no solamente desprovista de Evangelio, sino incluso enfrentada al Evangelio y a los valores genuinamente cristianos, se refieren siempre a los primeros tiempos del cristianismo –lo tenían todo en común (Hechos 2, 44)- de gran actividad asistencial (pero no únicamente “asistencial”) y se olvidan del Maestro. Jesucristo siempre más atento a curar el alma que el cuerpo, dejando a éste siempre en segundo lugar: Tus pecados te son perdonados (Lucas 5,23). ¿Pero no le interesaba al paralítico volver a andar? Pues sí: de hecho, eso era lo único que le interesaba al paralítico. ¿Y a Jesús le daba lo mismo que estuviese así? No, claro que no; pero le interesaba mucho más la salud del alma, porque tras ella seguía la del cuerpo porque el pecado, el mal querido y realizado conscientemente, lleva la muerte eterna. 


La obra asistencial de la Iglesia está en profunda crisis: no tenemos más que mirar a su buque insignia: Cáritas. Su marca cristiana estuvo primero silenciada y disimulada, y ahora desaparecida. Muchos de sus dirigentes se esfuerzan en que no se note que es una institución católica, en que no haya ni el menor atisbo de evangelización en su actividad caritativa. Las consignas en ese sentido están bien claras. Por miedo, por respeto… ¡Qué sé yo! ¿Qué clase de obra cristiana es ésa que hace todo lo posible porque hasta cueste adivinar que es cristiana?
El necesitado necesita que le cubras la necesidad del momento, por supuesto. Pero no es menor su necesidad de percibir que quien le asiste, se interesa también por todo él, por incrementar su cuota de felicidad. Y si tiene una fórmula especial y genial para ser feliz (¡la que nos transmitió Cristo!) y se la comunica al tiempo que le asiste materialmente, ¿de verdad que está atentando contra no sé qué derechos del asistido?
Porque ésa es hoy la actitud de muchos de los que hacen oficialmente caridad en la Iglesia: renunciar a evangelizar, dejando a cada uno con su verdad… o con su vacío. ¿Estará mal que le comunique a mi prójimo necesitado la fórmula para ganar en las quinielas o en la primitiva si estoy convencido de que es estupenda y funciona, porque a mí me está funcionando? ¿Estará mal que ponga en común este conocimiento, tan ingenuo como usted quiera, pero que estoy convencido de que si quiero ser una solidaria y buena persona he de compartirlo? O hecha la pregunta a la inversa: ¿tan poca es la fe que tienen en “lo que creen” los católicos de Caritas, que no se atreven a compartirlo con la gente a la que quieren ayudar, porque podría incomodarles? Si la forma de transmisión es cuasifuncionarial, claro que es lógico que teman molestar al que está recibiendo su asistencia: Hago lo que toca y sin líos. Pero si les sale del alma, si les evangelizan con todo su corazón, porque el nombre de Jesucristo es el único en que hay salvación (cf. Hechos 4, 12) ¡de qué! ¡Es tan gratificante ver que alguien pone todo su corazón en compartir contigo sus actitudes virtuosas ante la vida! La bondad que hay tras esta forma de actuar, es profundamente seductora.  
También los hospitales bajo la responsabilidad de la Iglesia, sobre todo en Cataluña, permitiendo toda clase de prácticas moralmente reprobables, bajo la excusa de la imposibilidad de oponerse al sistema abortista y eutanásico que imponen los que nos gobiernan. Y las escuelas “cristianas”, salvo honrosísimas excepciones, renunciando a proclamar el Evangelio a partir de tercero de primaria, no sea que el dar criterios morales -los Diez Mandamientos- los enfrente al mundo y el negocio se desestabilice.  
Los masones, con sus Rotarys clubs y sus Logias y Obediencias orientales y occidentales puestos a hacer beneficencia, la hacen materialmente mejor que nosotros. La caridad material debería ser la lógica consecuencia de otra caridad más grande. Porque amamos a Dios, amamos también al prójimo, redimido por la sangre de Cristo. Por ello, cada ser humano tiene ese infinito precio. Si tanto vale para nuestro Redentor cada hombre que viene a este mundo, así debe valer también para nosotros nuestro prójimo.
Las obras de misericordia para con nuestros hermanos, sean de la religión que sean, no sólo son materiales -dar de comer al que tiene hambre y de beber al que tiene sed-, sino también espirituales: Consolar al triste, corregir al que se equivoca, perdonar las ofensas, aconsejar bien al que lo necesita. Y todo ello se resume en proponer a Jesucristo como Salvador e Hijo Unigénito de Dios Padre, glorificado en el Espíritu Santo. ¿O es que hemos olvidado las palabras de Pablo VI?   Los hombres -decía- podrán salvarse por otros caminos, gracias a la misericordia de Dios, si nosotros no les anunciamos el Evangelio; pero ¿podremos nosotros salvarnos si por negligencia, por miedo, por vergüenza —lo que San Pablo llamaba avergonzarse del Evangelio—, o por ideas falsas omitimos anunciarlo? Porque eso significaría ser infieles a la llamada de Dios que, a través de los ministros del Evangelio, quiere hacer germinar la semilla; y de nosotros depende el que esa semilla se convierta en árbol y produzca fruto (Evangelii Nuntiandi 80).  Y el Amo de los campos volverá a un día a recogerlo: ¿Cuando vuelva el Hijo del hombre, encontrará fe en la tierra? (Lucas 18, 8).
Custodio Ballester Bielsa, pbro.

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19 comentarios

  1. Gracias padre. Gracias por predicar el Evangelio.

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  2. Esplendido como siempre. Custodio Ballester obispo ya

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  3. No tengo ánimo de hacer publicidad, pero sí de compartir un aspecto de una mutua y su relación con el aborto. Fui padre hace menos de un año y asuntos personales contraté la mutua assistència sanitaria. Hace poco menos de 1 mes tuve que ir de madrugada al hospital de Barcelona para llevar de urgencias a mi hija. Y aquí dos aspectos que quiero destacar:

    1.- En la entrada del hospital de Barcelona, un poco escondido al fondo, al lado de una escalera hay un busto del doctor fundador con el siguiente texto "el malalt és el Crist" (o no recuerdo si ponía "el malalt és un altre Crist"). Espero que lo jamás quiten de allí, que si hay modificación sea sólo para que sea más visible.

    2.- Mientras esperaba al informe médico pude leer en un panfleto que esta mutua no practicaba abortos, ni bajo los supuestos permitidos en la legislación española. Chapeau!

    Desconozco si realizan otras prácticas que puedan ser inmorales o si a escondidas practican abortos, pero la realidad es que sólo por esto ya salí muy reconfortado.

    En conclusión, sí que es posible no practicar abortos en un hospital (por ejemplo el que sale en el fondo, tras los manifestantes de la última fotografía de su artículo), pero para ello si existe verdadera voluntad, habrá que hacer esfuerzos para ser económicamente independientes del Estado.

    PNM

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    1. Mn. Custodio Ballester25 de noviembre de 2017, 13:44

      Así es. Gracias por tu testimonio. Y bien por Asistencia Sanitaria!

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  4. Oportuna reflexión en un momento de gran despiste, de pérdida de valores. Sí señor, una cosa es la caridad y otra muy distinta la beneficencia. Esta última, cada vez más, está en manos de funcionarios y asalariados.

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  5. Seria molt interessant que aquest senyor que es preopcupa tant dels avortaments i em sembla bé, adoptés a tantes i tanets criatures com passen gana, es moren de fam... En lloc de parlar trant... per què no feu quelcom que demostri que sou cristians... Aquí només: paraules, paraules, paraules i moltes vegades feridores...

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    1. Hombre, señor interesante de las 9:40, el Espíritu reparte muchos dones, y no se los da todos a todos. Por lo general, a unos les da unos dones y a otros les da otros dones. Yo soy totalmente incapaz de ofrecerle al desgraciado que me pide limosna, algo más que la limosna. Admiro muchísimo a la Madre Teresa de Calcuta porque ella es capaz de estar junto al pobre y desgraciado, y de hacerlo de una manera angelical: algo de lo que yo soy absolutamente incapaz. No me distinguió Dios con ese maravilloso don.

      Por otra parte, no menosprecie tanto el don de la palabra. Palabras, palabras, palabras, y muchas veces hirientes. "Raza de víboras, sepulcros blanqueados... habéis convertido la casa de mi padre en una cueva de ladrones" o algo así. No siempre acierta uno a herir donde debe. De todos modos, cuántas PALABRAS, PALABRAS, PALABRAS nos faltan de nuestros pastores. Pero están mudos. Y la "Palabra de Dios", a menudo la afeitan para que no hiera. La "Palabra de Dios", no la obra de Dios (en latín, opus Dei), que va por otros derroteros.

      Fíjese, caballero, que justamente eso es lo que denuncia el artículo: la obra, sólo la obra, que no se contamine con la palabra, en nuestro caso, con La Palabra. En fin, ¡qué le vamos a hacer!, en la Iglesia cada vez más sobra la Palabra. La intención es buena: es por no herir a los que les lastima la doctrina de la Iglesia. Y cada vez la echamos más de menos los fieles. Cosas que pasan.

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    2. salvador (nombre de pila)24 de noviembre de 2017, 16:49

      Anónimo de las 9:40, pues si PALABRAS Y OBRAS TAMBIEN, PERO NATURALMENTE LOS DE OBRAS QUIZAS SOMOS POCOS Y CREO QUE ESCRIBI BIEN "SOMOS", PERO LOS DE PALABRAS, PALABRAS Y PALABRAS, SON MUCHOS MAS, por ejemplo los politicos y los de alguna SECTA que no quiero ahora nombrar por respeto pues no viene al caso, pero le quiero decir que nos RESPETE Y ADMIRE LOS QUE TRABAJAMOS PARA EL BIEN DE LOS NECESITADOS, ME SIENTO MUY EDINTIFICADO CON MI PATRONA UNIVERSAL DEL VOLUNTARIADO ECUMENICO, es decir SANTA TERESA DE CALCUTA.

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    3. Sap vostè, anònim de les 9:40, que els catalans llencem de mitjana el 7 % de la producció alimentària? El problema de la fam al món és reversible: només cal una justa distribució dels recursos alimentaris; un fetus el.liminat no és reversible, mai podrà esdevenir un infant, o vostè amb les seves PARAULES NO FERIDORES LI PODRÀ RETORNAR LA VIDA???

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  6. Totalmente de acuerdo con el Sr.Quim Marcos.Pero mucho me temo qué NO CAERÁ ESA BREVA!!!

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  7. Glorioso escrito de Mn. Custodio Dalmau.

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  8. Frente a la actividad ajetreada de Marta, la actividad contempladora de María, que ha escogido la mejor parte. Porque sólo munum est necessarium, que te conozcan Padre, como Yo te conozco. Primorosamente razonado y escrito, mi enhorabuena por el premio recibido por su defensa de la libertad religiosa, dicen que frente a la Generalidad y el Ayuntamiento de Hospitalidad. Yo añadiría frente a los arzobispos Omella, Pujol y Vives, con la recua de obispos secundadores, prestos a silenciar el evangelio del que parecen avergonzarse ante los poderes de este mundo.

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  9. soy un joven religioso de una Orden tradicionalmente de redención de cautivos. Veo con tristeza la actitud generalizada de poco interés por la misión, por el evangelizar a los más pobres y a los inmigrantes. Parece que lo que sólo interesa, en el fondo, es lavar nuestra conciencia, pero para nada ver en el otro a Cristo Sufriente, en hacer conocer el amor de Cristo. La caridad cristiana suele estar en manos de personas que -no dudo de su buena voluntad- han borrado toda referencia religiosa y cristiana.
    Valoro mucho la labor de los Jóvenes de San José, y rezo porque se extienda su ejemplo en otras ciudades de España. "Charitas Christi urget nos"

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  10. Mi corrector de estilo me ha jugado a menudo malas pasadas: unum, no munum, Hospitalet, no Hospitalidad.

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  11. Agradecería opinión del Sr.Valderas sobre la presunta ordenación EPISCOPAL de Mosen Custodio, Gracias.

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  12. Muy bueno el artículo. Personalmente me identifico plenamente con él.

    la iglesia actual, presume sólo de "las hojas del rábano" y ahí se queda todo. hay que ser muy activo, hay que hacer muchas cosas y hay que publicarlas.. Ahí se queda todo. Después pasan por tu lado y giran la cabeza para no saludarte.
    Mi enhora buena al autor.Gracias.

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  13. Señor Valderas, me ha hecho mucha gracia la jugarreta de su corrector "automático", sobre todo en el segundo caso: el de Hospitalidad en vez de Hospitalet. Aunque tampoco está nada mal el primero: "munum" por "unum": gratuito por demás, porque esa palabra no existe en el diccionario (ni siquiera en el latino, porque es uno de esos neutros raros acabados en "us"). Y si algo significase, salvada la incorrección gramatical, sería "regalo". Los Reyes Magos "obtulerunt ei múnera: aurum, thus et myrram".

    Pero mire, señor Valderas, lo que pretendía no era alardear (¡santo cielo!, a estas alturas de mi vida), sino sacarle punta a la metáfora del corrector léxico, gramatical, de estilo, y a la que nos descuidemos, de pensamiento. Resulta que si uno no domina el sistema lo suficiente como para silenciar al corrector, éste le hace decir por defecto lo "políticamente correcto".

    Es así como estamos en la relación con todas las instancias de representación nuestra (incluida la jerarquía eclesiástica, que representante representante no es, porque no la hemos elegido). A la que nos descuidamos, todos nuestros CORRECTORES nos enmiendan y nos hacen decir o dicen en nombre nuestro unas barbaridades que válgame Dios.

    Eso es todo, señor Valderas. Mi felicitación por ser como es y actuar como actúa, y aquí sigue atento uno más de sus anónimos admiradores.

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  14. San Pedroy SAn Pablo instituyeron los diáconos para que se ocuparan de los pobres, mientras ellos se dedicarían más a rezar y a predicar. Más claro el agua. Lo primero, para sacerdotes y obispos, no es la caridad asistencial. Es otra cosa. Lo hacen así? Es que al final no hacen ni lo uno ni lo otro.

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